Memories

Siento haber tardado tanto, chicos. Ya ha pasado casi medio año y no me atrevía a veros. Aunque lamento decir que esta será mi primera y última visita.​

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Me siento fría y perdida en la desesperación. Intento encontrar la esperanza, pero el fracaso es lo único que puedo sentir.​

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Todo ha pasado tan rápido... Como una ráfaga de luz que os cegó a todos. Como si el cielo se hubiera quemado y hubieran desaparecido todas las estrellas.​

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Siento la fuerza de la gravedad aplastándome. La caída al vacío y allí no hay nadie para cogerme en brazos.​

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Así que cogeré toda esta tristeza y frustración y la dejaré ir. Pero no podré volver a vosotros.​

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Porque aunque llore toda la noche no volveréis a mi.​

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Espero que entendáis mi decisión y no os enfadéis.​

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Y voy a echaros de menos como un niño pequeño echa de menos su almohada. Pero tengo que seguir adelante con mi vida. ​

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Eso no significa que no os tenga con migo, porque que hay algo que no hará que jamás os olvide.​

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Algo que siempre tendré con migo y lo único que me quedará de vosotros:​

Our memories​

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Siento no haber podido protegeros, lo siento...​

Brook, Franky, Robin, Usopp, Chopper, Sanji, Zoro, Luffy...Os quiere, Nami.​

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La chica suspiro profundamente cuando notó el corazón encogerse. Apretó el boli que tenía en la mano y cuidadosamente dobló la nota. Su cara se tornó en una mueca para su fastidio y su respiración se volvió acelerada. Le faltaba el aire y le temblaban las piernas, por lo que se dejó caer en la suave tierra.​

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Todavía tenía la vista dirigida a aquella pequeña nota que sostenía en su mano, agarrándola como si fuera su mayor tesoro. Se atrevió entonces a alzar la vista y no pudo contener la lágrima que resbaló por su mejilla. Tapó su boca rápidamente cuando empezó a llorar y gemidos de dolor salían de su boca.​

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Busco una piedra y empezó a cavar un agujero al lado de un ramo de flores en el que depositó la nota y más tarde tapó. Se quedó unos segundos en silencio con los ojos cerrados y respiró profundamente.​

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Las lágrimas pararon y una sonrisa se dibujó en su cara. Soltó una risilla y se levanto un poco mareada. Alargó la mano, cogió el sombrero de su cabeza y la paja crujió. Lo miró entonces y lo abrazó con fuerza. Se acerco unos pasos y lo deposito en su correspondiente sitio junto con los demás objetos que caracterizaban a cada uno.​

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- Chicos...- la chica comenzó a darse la vuelta y le echó el último vistazo a las 8 tumbas que descansaban tranquilamente ajenas a la presencia de aquella chica.- Nos volveremos a ver.​