Memorias Perdidas de una Extraña Historia

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por distrit, 8 Noviembre 2012.

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    distrit

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    Memorias Perdidas de una Extraña Historia
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    575
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    -
    • Prologo:
    Dentro de este mundo habitan todo tipos de personas… En serio, no quiero entrar en detalles. Además, siento que no están preparados aun para lo que se vendrá, así que tomémosle con calma.

    Millones de personas en el mundo se encuentra activamente yendo y llegando guiados por el flujo del tiempo, evolucionando, cambiando, siendo uno, siendo parte de todo. Hay quienes son mas listos, quienes son mas fuertes, quienes son mas locos, mas bellos, mas altos, mas bajos, mas consientes, mas extraños. Cada uno de ellos tan original y único como su predecesor, viviendo en un mundo diferente.

    Era inevitable, en algún momento entre tanto caos existencial alguien tenía que tomarse la enorme molestia de clasificar a estas personas por cualquier motivo que su mente pudiera inventar, creando en su fan de una sociedad ordenada, una sociedad partida por las diferencias que esta misma ha impuesto.

    Es como decirlo… Que te salga el tiro por la culata.

    Las diferencias se volvieron mas grandes y las brechas sociales se extendieron a tal punto que los mismos países se dividieron en estados y estos en ciudades.

    Diversos conflictos entre iguales… ¿O debería decir diferentes?

    Bueno da igual.

    El punto es que se provocaron disputas que fueron desde pequeñas discusiones por opiniones diferentes, hasta grandes guerras que llevaron al mundo a la epitome del holocausto en repetidas ocasiones. Supongo que si leen un libro de historia, sabrán un poco de lo que hablo… Quizás.

    Esto que estoy a punto de contar es algo que preferiría bajo cualquier circunstancia no narrar. Pero no piensen que me lo quiera guardar porque recordar me pone triste, no… Lo cierto es que yo abandone esos sentimientos hace mucho tiempo.

    La razón por la cual preferiría no contarlo, es por la simple razón de que es una historia muy larga y normalmente cuando narro historias largas termino de alguna u otra forma, con extremo detalle, divagando sobre distintos aspectos de la misma. Verán, todo se trata de llevar este asunto a un tal punto de divagación que logre que uno mismo pueda llegar a pensar;

    ¿Y la historia?

    En fin, supongo que no tengo de otra más que contar este inusual relato---

    Supongo…

    Por aquellos que lucharon, por aquellos que murieron sin defenderse, por aquellos que ganaron, por aquellos que vieron morir sus sueños, por aquellos que murieron por otros, por aquellos que lo lograron, por aquellos que se quedaron en el camino, por aquellos que murieron en total silencio, por aquellos que murieron de nuevo, por aquellos cuya locura los exilio de esta vida, por aquellos que simplemente estuvieron ahí por una u otra razón.

    Supongo que por todos ellos es que contare esto.

    Y ya sea que lo consideren una historia llena de enseñanzas o una simple historia trágica sobre la vida de alguien más, la verdad, eso ya no tiene mucha relevancia. O más que eso, en realidad no me importa... Si mi vida fuera una historia, seguramente seria una tragedia.

    Si, eso es… Sencillamente no me importa.



    Lentamente abro a ustedes el telón de mis memorias---

    [PROLOGO // FIN]

    -

    Hace mucho había publicado el comienzo de esta historia... Bueno, hice muchos cambios así que no es exactamente la misma historia, por eso la publico nuevamente. Simplemente quise mejorar la historia sin perder la idea. Espero les guste.
     
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    distrit

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    Tragedia
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    Primer Acto

    Como persona siempre he sido del tipo “bastante simple”.

    No intentaba estar en reflectores pero tampoco en el olvido, simplemente intentaba vivir, no más, no menos. Supongo que muchos lo consideraran algo patético… El no tener ninguna aspiración en especifico, el simplemente dejar que el viento te arrastre a donde el destino quiera.

    La clásica bolsa que vuela en el viento, la nube que flota libremente por el cielo haciendo cual le place… Yo era eso y mucho más. Sin embargo, era una libertad contada. Una ilusión autoimpuesta de falsedad, un sentimiento de libertad que no era real.

    Por azares del destino me vi envuelto en esto, justo en el centro de todo. En pleno escenario de tanta discordia. El mundo era un mapa de caos y yo era la estrella del norte, siempre presente en alguna esquina, guiando al mundo a más caos… Todo por simple capricho de los demás.

    Sin notarlo, me convertí en el sujeto con el papel primordial.

    El infame y aclamado protagonista…

    No obstante, a pesar de ser el estelar, muchos de los aspectos de lo que paso siguen siendo un total misterio para mí. Quiero suponer que eso les dará una idea sobre cuan extraña esta historia llegara a ser en algún momento.

    Para mí, el perderme en mis memorias es algo que no me sorprende pues nunca fui el chico más centrado. Tan simple como que soy un vago que no tiene el suficiente interés en lo que lo rodea. Pero vamos, tampoco vayan a pensar que están tratando con alguien mentalmente inferior, no--- De hecho, no dudaría ni un segundo al decir que soy mas astuto que todos ustedes.

    Aunque claro, ustedes y yo no somos iguales...

    Al final la comparación no seria justa.

    Pero bueno, quien sabe… Puede que consideren que soy algo idiota.

    En casa quemaba la comida, en la escuela olvidaba la tarea, mientras paseaba por la calle terminaba topándome siempre con algo. Mi vida esta repleta de pequeños incidentes, pero eso no me ha importado nunca, pues a mi lado siempre esta alguien que se burla de mi desgracia… Alguien que me ayuda a recordar que sin importar lo inútil que sea, nunca me encuentro solo.

    Debo decirlo, pues ocultarlo estaría fuera de contexto.

    Con tantos antecedentes en mis hombros probablemente estoy sobre-exagerando, sin embargo, nunca antes me había topado con algo así. De hecho, creo que nadie lo ha hecho. Hmm… Aunque conozco a alguien que tal vez… No, olvídenlo.

    El hecho de que nunca prestaba mas atención de la mínima necesaria a lo que estaba a mí alrededor… Bien, de alguna manera todo eso quedo por fin atrás, donde debería haber estado siempre. Por esa y primera vez en toda mi existencia material en la tierra, un impulso en mi se robo completamente mi atención, centrándome en el lugar correcto, al momento más adecuado…

    O al menos quiero creer que así lo fue.

    Quiero creer que lo que hice ese momento fue lo correcto.

    Recuerdo muy bien ese día.

    El día en que cierta chica rubia se aburrió y comenzó a jugar con su infame fruto---

    Más puntualmente, todo comenzó la tarde de aquel día.

    Esa tarde venía de la tienda, la semana había terminado y yo planeaba descansar todo el fin de semana en casa, relajado, sin preocupación alguna. Con el verano en la puerta, supongo que debía tener planes en mente, sin embargo no era así.

    No tenia viajes escolares que realizar, no tenia salidas con amigos, no tenia novia a la cual dedicar tiempo… Bueno, al menos no una que necesitara de mi tiempo.

    Todo era perfecto y calmo, mas la vida es curiosa y jamás respeta los planes del resto… Aunque técnicamente yo no contaba con ninguno. No podía enojarme, pues si lo hacia, mi furia seria infundamentada e irracional.

    Pero aun así, es demasiado molesto.

    Mi mala fortuna estaba ahí…

    ¿Una chica en peligro?--- ¿Es en serio?

    Umm…

    Inmediatamente pensé que no era asunto mío, pensé darme la media vuelta y marcharme de ahí haciéndome el desentendido. Aunque no lo parezca a primera instancia… Y puede, a la larga tampoco, soy de los que usualmente ayudan a otras personas si lo necesitan.

    Suelo ser muy…“servicial”, vaya.

    Mi interés en lo demás es tan poco, que me resultaba indiferente dedicar algo de tiempo al resto, pero vamos… Nadie quiere arriesgar su vida por una completa desconocida un viernes por la tarde.

    Quiero decir; ¿Que si te pasa algo?

    Arruinaría tu fin de semana y esas eran palabras grandes---

    Aunque viéndolo desde la otra orilla del cause, no soy el 911, ni ningún otro numero de emergencia. Me refiero, no es como si la gente se la pasara molestando todo el tiempo en busca de ayuda, saben. Honestamente, no se pierde nada al ayudar a otros, sin embargo, algunas veces se gana mucho al hacerlo… La mayoría de las veces no recibes más que las gracias, pero la esperanza vive.

    Algunos le dicen Karma, otros lo llaman bendición divina, otros suelen mencionar la suerte del irlandés y bueno, de muchas y variadas formas más, dependiendo en donde vivas.

    Yo simplemente creo;

    Es como la vida te trata por no ser un completo hijo de perra.

    Como sea.

    No importa cuanto lo explique, todo este asunto…

    Además, si extendiera más la explicación, la relación narración-acción-tiempo real, se volvería algo digno de Captain Tsubasa y creo que nadie quiere eso… Me refiero a extender la historia, porque vamos, Captain Tsubasa es genial.

    Simplemente no tiene sentido.

    Sin importar como se los describa, estaba fuera de mis manos el decidir sobre la dirección de estos eventos. De cualquiera en realidad, no tendría mucha importancia mi voluntad si había una voluntad mayor moviendo los hilos.

    No había segundas opiniones u hora del te.

    En esa ocasión, cuando reaccione de mi monologo interno, ya había tomado la senda de lo que en el folklor popular se conoce por todos de una sola manera.

    Héroe… O algo por el estilo.

    Y bueno, la realidad de todo es que sin importar que tanto extienda esto, que tantas excusas utilice, que tantas referencias haga, que tanta saliva gaste diciendo estas palabras, que tanto tiempo quiera ganar divagando simplemente, que tanto quiera cambiar el tema, que tanto diga “que tanto”, que tanto lo que sea…

    No podía ignorar tal hecho; Una chica en peligro.
     
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    Cygnus

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    Bueno, ya quedó leído.
    Hasta el momento, no hay demasiadas cosas que queden destacables en tu relato. Redundas mucho en ciertas partes, metes cosas que no tienen verdadera relevancia con la historia y eso causa que me pierda un poco en el hilo. Por lo que entiendo, el prólogo y el capítulo pasado están ciertamente deslindados uno de otro... a menos que hayas querido resaltar lo que ocurrirá en un futuro.
    Por lo que veo, se trata de un... superhombre o algo así, no? Que salvó a una niña de morir atropellada... y pocas cosas más o menos entiendo debido a la divagación. El personaje no termina de caerme bien o resultarme agradable, ya por su egolatría, ya por su humor en momentos incorrectos.
    En fin. Esperemos el próximo capítulo.

    Saludos.
     
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    distrit

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    Ah... Sabes lo que ocurrio.

    Me salte un capitulo, por eso no tiene mucho sentido... My bad.

    Ya edite y coloque el capitulo correcto, debajo esta el segundo.

    Una disculpa a todos.
     
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    distrit

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    Segundo Acto

    Bajo la premisa del karma y lo que mi padre hacia llamar “Instinto de caballerosidad”, actué, pues sentí que debía de hacerlo. Para mí, en aquel momento, eso era lo correcto sin ninguna duda.

    “¡¡¡Kyaaaaaa!!!”

    Grito la chica en cuestión.

    Parecía no tener más 13 años, su cabeza miraba al suelo y sin más, solo estaba esperando que el momento de su muerte llegara. Tal vez era algo cruel… Tomar la vida de una chica tan joven, ¿pero en que momento una muerte no es cruel?

    No soy quien para decirlo.

    ¿Me pregunto que pudo haber estado pensando la chica en ese instante?

    Inundada en pánico y desesperación.

    ¿En realidad es posible pensar en algo en esos momentos?

    Todo ese cuento de “mi vida frente a mis ojos…” ¿En verdad sucede?

    De ser así, seria interesante pues hace unos días perdí algo y creo que eso de la “vida frente a mis ojos” seria útil para recordar donde lo diablos lo deje.

    Y ahora que lo pienso detenidamente… “Kyaaa” es un grito muy genérico. Aunque la verdad es que tampoco se me ocurre ningún otro para remplazar, así que dejémoslo como tal. Por ello y para mantener la historia lo más apegada a la realidad, eso, si es que tal cosa existe en todo este asunto.

    Como un rápido haz de luz a cruce la escena, tomando a la chica en mis brazos.

    Un segundo mas pensando el asunto del grito y posiblemente no estaría contando todo esto… En serio, agradezco haber dejado el tema en paz. Pero, no me arrepiento de haber mencionado a Captain Tsubasa, pues como dije, es genial.

    En realidad fue una escena algo extraña, saben.

    Posiblemente una de las más extrañas que llegare a describirles… Posiblemente.

    Al principio no lo note.

    Como dije, estaba concentrado en la chica y me olvide del resto.

    A mis oídos llego el sonido de una chica en peligro y algo que se acercaba a toda velocidad, en realidad, no me detuve a pensar mucho sobre lo que se estaba acercando pues hubiera perdido algo de tiempo.

    Solo me concentre en ir al rescate y nada más.

    Nunca prestaba atención a los detalles, en cualquier caso, supuse que seria algún auto o camión que se salió de control, lo usual, lo posible. Pero diablos… No fue así. Cuando me di cuenta de ello, verdaderamente me vi sorprendido, pero más que eso, me causo gracia que algo así pudiera pasar… Al menos, en ese momento.

    Me regocijo el hecho de que mientras viajaba en el aire con la chica en mis brazos, por un segundo cruzo por mi mente la aleatoria idea de que era posible que una manada de animales salvajes no típicos de la región decidieron tomar un ligero paseo para recordar sus tardes en la cálida sabana africana.

    Solo bromeo.

    Lo cierto es, la predicción no es lo mio.

    Pero vamos… ¿Un montón de cebras jugando en plena ciudad?

    ¿En verdad?

    Demonios, digan lo que quieran, eso no es algo que se ve todos los días.

    Claro, a no ser que vivas en la región adecuada del mundo, lo que no viene al caso supongo, pues de igual manera en esos lugares no hay muchas ciudades donde las cebras puedan ir de compras…

    Aun así, ¿Que demonios comprarían unas cebras?

    ¿Abrigos de leopardo?

    Venganza, definitivamente eso es.

    Justo a un costado del lugar donde la chica estaba parada, se encontraba un viejo edificio en reconstrucción, lo que me dio la perfecta oportunidad para tomar a la chica y borrarme de ahí en un instante. Las cebras, además, levantaron una enorme cortina de humo a su paso que bloqueo la escena hacia el exterior, lo cual me brindo como extra la oportunidad de hacer un escape limpio de ahí.

    Como dije, no me gusta ser el centro de atención.

    “Maldición niña.”

    Fue lo primero que le dije a la chica mientras la cargaba en mis brazos.

    Y ahora que la veía de cerca, efectivamente no tenía más de 13 años.

    Si me lo preguntan, era una chica promedio, incluso les puedo decir que era algo linda. Su cabello corto y del color de la miel… No de esa miel que venden en el súper, no. Era como de esa súper miel que solo pocas abejas pueden probar, la miel más pura del panal, la llamada Jalea Real. Sus ojos eran grandes y expresivos, llenos de color avellana; su piel era suave y de tez clara; su cuello era delgado y frágil; su pecho era plan…

    Cough…

    Como verán, era una chica promedio.

    “En verdad… Deberías ver por donde caminas. Por poco y arruinas mi fin de semana, ¿lo sabes?”

    Fue lo segundo que mencione.

    La chica simplemente se quedó mirándome, asombrada de lo que había pasado. Aunque bueno, era comprensible. No todos los días se es salvado por un sujeto tan atractivo, atlético y varonil.

    Entre tanto, en la calle, las personas se reunían preguntándose que era lo que había pasado con nosotros. Bueno, era eso, o estaban igualmente sorprendidos por las cebras. Aunque da igual, cualquiera de las dos posibilidades funcionan bien para la historia, y como nosotros ya no estábamos ahí, pongamos pues que las personas estaban consternadas por ambas situaciones, las cebras y nosotros…. Tal vez por la economía, no lo se.

    Baje a la chica de mis brazos, la deje en el edificio y sin mas por agregar, me dispuse a marcharme de ahí.

    “Gr…Gracias”

    Me dijo la chica nerviosa mientras veía como me alejaba de ella.

    “No hago esto por reconocimiento o por obtener gratitud de los demás, hago esto únicamente pues creo que es lo correcto, eso es todo.”

    Supongo que pude haber sido un poco mas cortes… Ustedes saben, no simplemente largarme de ahí dándole la espalda en tanto ella únicamente me quería dar las gracias por haberla salvado.

    Simplemente quería mantener mi facha de hombre genial, eso es todo.

    “Lo que sea, solo ten más cuidado la próxima vez. Puede que no esté ahí para ayudarte y termines siendo puré de niñita… Aunque honestamente dudo que las cebras vuelvan a aparecer, ¿no lo crees?”

    La mire con el rabo del ojo y salte desde una de las ventanas del edificio para por fin marcharme de ahí sin que nadie me notara. La ventana elegida estaba tres pisos por sobre el suelo y miraba justamente a uno de los callejones que rodeaban el edificio.

    Una ventana perfecta para escapar.

    Me precipite al suelo, di un par de giros, caí al suelo con una pose genial y…Me di cuenta de algo importante.

    La razón por la cual termine ahí en primer lugar…

    Había olvidado en la ventana del tercer piso las cosas que acababa de comprar en la tienda antes de que la historia comenzara.

    “Diablos…”

    Exclame cuando me di cuenta de mi error, soltando con ello un poco de aire lleno de CO2 y resignación.

    Sin remedio mire nuevamente hacia arriba, al gran edificio y salte otra vez para regresar por mis suministros. Un par de saltos, unos cuantos pasos y me encontraba de nuevo en la tercera planta.

    Nuevamente pose en la ventana de manera cool---

    Pero la chica ya no estaba ahí.
     
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    distrit

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    Tercer Acto

    ¿Su impresión fue tanta que salió corriendo de ahí en cuanto me marche?

    En verdad no lo sabía…

    ¿A donde había ido esa chica?

    Fue raro, pero tan solo tome de vuelta lo que era mio y había olvidado.

    Nada de importancia. Pan, un poco de leche, comida instantánea. Algo de todo para resurtir el refrigerador de mi casa que todos los días es asaltado por un pequeño demonio. Todo estaba ahí en la bolsa.

    Bueno, tampoco es que desconfié de una niña de aparentemente 13 años para suponer lo contrario. No, incluso estaría mal de mi parte hacerlo. Las niñas de hoy en día son algo extrañas, sin embargo, no son ladronas de víveres.

    Con las compras de nuevo en la mano, me di la vuelta y estando a punto de marcharme, sentí que algo extraño estaba pasando en esa habitación. El hecho es que no había tardado ni 30 segundos en regresar al tercer piso desde que me despide de la chica.

    Aunque la pequeña tuvieras sus prisas, ella debería de hecho estar aun ahí…

    Fue entonces cuando llego a mi nariz.

    Dentro del edificio había algo que no estaba ahí la primera vez que me marche. Un olor de sobra en la habitación… Quiero decir, no era el olor de la chica y sin duda no era el mio.

    Alguien mas estuvo en la habitación con la chica o…

    “¿Puede que aun este aquí?”

    Pregunte al vacío.



    30 segundos---

    La posibilidad de que alguien más haya salido y entrado de ahí es…

    Bueno, como sea, creí que solo estaba exagerando de nuevo.

    Me acerque a la ventana para saltar una vez mas al callejón, no sin antes, de nueva cuenta dar un vistazo a donde la chica estaba la primera vez que me había marchado.

    Alce mi rostro y di una ultima degustación de aire.

    Era lirio.

    Eso era--- Logre identificar el olor y finalmente me retire de ahí.

    Y bueno, no voy a mentir.

    Sobre el escape limpio de hace un momento… En realidad nunca existió tal cosa.

    Al paso del tiempo uno llega a acostumbrarse a estar metido en todo tipo de situaciones. Mi huida no fue en realidad para escapar de las miradas de todos los presentes que se reunieron en el lugar para averiguar que había pasado. Fue en si, para escapar de la mirada de una persona en específico. Una persona que observo todo sin sorprenderse, una persona que de entre todos los presentes era quien cuya mirada era la más penetrante y hostil…

    Una persona que me sonrió y creo, inclusive me guiño el ojo.

    La dueña de esa mirada y gran picardía;

    Una hermosa mujer de aspecto extravagante.

    Llegue al lugar sin nada mas que la alarma de una chica en peligro, sin embargo cuando salte con esta en mis brazos, de la nada apareció una presencia que llamo mi atención. Claro, no quiero consagrar mis habilidades sensoriales… Por mas buenas que estas sean, muchas veces no podía depender de ellas totalmente.

    No obstante, no lo voy a negar.

    Mis sentidos son los de un felino, refinados y precisos… Demasiado perfectos para confiar en ellos. Esa es una gran lección que aprendí con el tiempo y las batallas en las que me vi envuelto.

    El hecho de que me haya dado cuenta de todo lo anterior de manera tan rápida, fue en parte gracias al aspecto extravagante de la mujer en cuestión. Su cabello era de un verde vivo y su atuendo, digno de cualquier espectáculo.

    Resaltante entre todos, fue simple encontrarla.

    De hecho, eso era lo que ella deseaba… Quería robarse mi mirada.

    Y no pude evitar el preguntarme;

    ¿Qué hace una mujer como ella en un lugar como este?

    No encontré respuesta en el momento.

    Ademas, tenia otras cosas por las cuales preocuparme.

    Mis problemas no iban a terminar ahí... De hecho, nunca lo hacen.

    Inmediatamente después de saltar del edificio, mientras caminaba por el callejón, sentí otra presencia aun más inquietante. Una presencia que verdaderamente me hizo exclamar un par de cosas que harían de esta historia, de manera temprana una del tipo-R.

    Dicha presencia era la de una chica que se acercaba hacia mi dirección.

    En cualquier momento el contacto seria inminente, y aunque hubiera tratado de huir… Bueno, no podría haber huido aunque lo hubiese intentado. Esta situación, era como una ruleta rusa donde 5 ya han tirado del gatillo y ninguno ha perdido…

    Simplemente no había manera de escapar.

    T menos 10 segundos…

    Inicio la cuenta de mi desgracia.

    Con cada paso que daba por aquel callejón, la manecilla daba otro igual, robándome un segundo de vida tranquila. De verdad deseaba que el reloj se quedara sin baterías, pero eso pasa una vez cada… Nunca.

    No en serio, ¿cuando se han quedado sin batería en su reloj?

    Sin más remedio, seguí dando pasos hasta alcanzar el final del callejón, al mismo instante que ella venia doblando en la esquina… Fue un encuentro sincronizado perfectamente por el destino. No había ruta de escape, tenia que encontrarme forzosamente con mi peor pesadilla, e irónicamente, mi mejor contacto social. Dígase, la persona que siempre esta ahí para reírse de mi desgracia.

    Ese momento… La situación en si…

    Sentí como si las calles se hubieran vaciado por completo, expectantes y temerosas de nuestro encuentro y de lo que estaba a punto de pasar. Supongo que nadie quiere ser testigo del inicio de algo tan oscuro… Por lo menos yo hubiera intentado evitar estar ahí.

    Una simple reunión entre dos personas que llevaría a todo menos a una simple despedida entre dos personas, como se supone que debería ocurrir en cualquier caso.

    Mayday… Mayday…

    Pensé al ver como su mirada se encontró finalmente con la mía.

    Todo este desastre…

    Fue ahí cuando todo comenzó.
     
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  7.  
    Hey Miguel

    Hey Miguel Sobrevivió al Arceus Emo

    Aries
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    Impresionado, esa seria la palabra mas adecuada para describir como me dejo esta historia hasta ahora, no hay nada que objetar ni corregir a excepción de algunas minucias sin importancia, ¿Para cuando la continuación?
     
  8.  
    distrit

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    Muchas gracias, en verdad!

    De momento la publicación es semanal, así que el siguiente estaría aquí en FFL el viernes 30.

    Ya veré que puedo hacer con esas minucias sin importancia, GRACIAS.
     
  9.  
    distrit

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    Cuarto Acto

    Ahí me tienen, huyendo de una mirada y encontrándome con otra aun peor.

    Este tipo de cosas…

    Muchos lo considerarían, en cierta forma, un encuentro predestinado por una fuerza mayor e incomprensible. La verdad, no creo que sea para tanto. No creo que sea necesario que culpen a alguna deidad de esto, o que mencionen la palabra destino en la descripción. Yo se como funcionan las cosas, créanme, no es para nada como podrían pensar.

    Vamos, tengo mala suerte, eso es todo.

    Esa dama llamada fortuna, creo no me tiene en muy buena gracia cuando hablamos sobre este tipo de ocasiones fortuitas donde un simple suceso cualquiera, no es si no, la primer flecha de muchas tantas que caen del cielo en mi dirección para forzarme a correr hacia un sendero lleno de peligros mayores. Algunas veces creo, las flechas no suenan tan mal que digamos.

    Esta chica es como un pinchazo de aguja… Solo que como 1000 veces mas molesto.

    Oh, pero no me malentiendan.

    Que me ponga nervioso cuando hable de ella, que gire la mirada cuando me pregunten sobre ella, que actué extraño cuando este con ella. No es por falta de confianza o por sentir algún tipo de “fobia” hacia ella. En cualquier caso, es de hecho todo lo contrario.

    Umm… Se podría decir que sufro de “Karenfilia” o algo así.

    Esta chica; Karen Shukka, ha sido, a pesar de todo, mi mas grande amiga desde siempre.

    No puedo contar mucho sobre el momento en que la conocí, pero puedo decir con seguridad que le debo mucho. Desde el momento en que entro a mi vida, todo cambio. Pase de ser un niño problema, a un niño problema… Pero en el buen sentido. No se como explicar eso, pero cambie… No, mas bien creo que gracias a ella fui capaz de mostrarme como en realidad era.

    Una mañana esta chica apareció, distraída y desordenada. Un total caos, incluso peor de lo que yo era. No podía evitar mirarla, había algo en ella que era extraño, algo en ella que me llamaba. En aquel tiempo simplemente no lo entendía… Como es que ella podía ser tan tonta y aun así parecer tan feliz por eso. De hecho, aun no lo entiendo del todo. Puede que eso sea cierto, que haya solo dos formas de ser feliz en la vida… Aunque, en realidad no importa mucho.

    Ella es una idiota, no hay mucho que se pueda hacer para arreglarlo.

    “¡Karen!--- Que gran coincidencia, justo estaba a punto de ir al templo para ver como estaban las cosas ahí. Hace cerca de 2 horas que no te veo y comenzaba a preocuparme por tu estado.”

    Fue la primera excusa que se me vino a la mente en un intento desesperado de mi parte para evitar un posible choque con ella. Bajo cualquier motivo debía evitar que las calmadas aguas se vieran turbadas por una simple discusión sin sentido. Aunque técnicamente mi verano se fue el carajo cuando rescate a aquella niña, así que supongo que de aquí en adelante todo seria producto y no causa.

    “Oh, ¡eres tú!… El sujeto que no sabe mentir.”

    Me respondió con una reacción de sorpresa en todo su ente.

    Es cierto, no soy muy bueno mintiendo.

    Sobra decir que mi pequeño intento desesperado para evitar un posible choque con ella fracaso y término incluso convirtiéndome en no mas que el tonto de la rutina, sin embargo, no pasaría mas allá de esa simple línea.

    A decir verdad, exagere un poco al inicio.

    Cosas como que ella es un demonio con ojos plata y cabello escarlata, es una simple forma de referirme a ella en un modo muy especial que compartimos al hablar, o para que lo entiendan mas fácil; Una manera de simplemente molestar por molestar. Su carácter no es el de un demonio ni nada parecido, de hecho es todo lo contrario. Ella es una persona bastante agradable y honesta, aunque un poco directa en ocasiones… Parte de su idiotez natural que la hace tan, pero tan…

    Como decirlo… Encantadora, supongo…

    “Ven, vámonos. Tenemos cosas por hacer y no hay tiempo que perder. Hay preparativos por hacer si queremos resolver este caso rápido. Tal vez si nos apresuramos lo tendremos resuelto esta misma noche… O tal vez no. Necesitamos discutirlo.”

    Ella tiro de mi camisa y me arrastro hacia la dirección en que ella caminaba originalmente.

    “Se puede saber… ¿Exactamente que tenemos que discutir?”

    Pregunte mientras me veía arrastrado.

    En realidad no entiendo de donde saca tanta fuerza y aun así, a pesar de eso, soy yo quien siempre terminara actuando como escudo y lanza. ¿Lo hace para guardar su aura de doncella en peligro? No, ella no tiene nada de doncella en peligro… Ella, en cualquier caso seria mas bien el furioso dragón escupe fuego.

    ¿Que quien soy yo?

    Umm… Por algún motivo estoy protegiendo al dragón, así que supongo que no soy precisamente el caballero de brillante armadura, héroe de todos, salvador de doncellas, figura publica reconocida. No pinto nada bueno.

    “Te lo diré cuando lleguemos a casa, podría haber alguien siguiéndonos o escuchando nuestras palabras… Listos para asesinar a sangre fría en cualquier momento. Como felino acechando a su presa en la oscuridad, solo veremos los ojos del culpable antes de sentir su fría cuchilla en nuestro cuerpo…. “¡Kyaaa!”--- De seguro será lo ultimo que diré.”

    Esta de mas agregar que Karen tiene una imaginación algo, un poco, muy, demasiado activa.

    En realidad no se si podría llamarse casa al lugar donde Karen vive… Es sin duda mas grande que una casa, pero no tan… Umm, típica. Aunque bueno, supongo que el hogar esta donde tu ropa interior… O algo así.

    “No, en realidad no creo que pueda pasar eso, Karen. No estamos en una misión ninja o siquiera somos unos, tampoco estamos enredados en nada malo, así que por favor no te hagas ideas extrañas en la mente, ¿si?--- Además esa parte de felinos acechando es ofensivo.”

    Karen giro y saco algo de su bolsa.

    “Eso piensas… Ta-dan!”

    “Ponerte una banda ninja que compraste por internet no te hace un ninja, ¡idiota!--- Ahora, ¿podrías decirme que sucede? Estoy comenzando a pensar que son solo palabras para llevarme con engaños a un…”

    Antes de terminar la oración me vi frenado por una respuesta que me recordó la importancia de las cosas importantes. Una importancia que sobre todas las cosas importantes es ciertamente y sin ninguna duda la cosa mas importante de todas.

    “Te necesito, así que ni siquiera lo pienses…”

    Al igual que muchas mujeres, ella siempre ha contado con una gran intuición natural.

    Juro que estaba a punto de decir “Love Hotel”, así que… Vaya que me interrumpió en el momento exacto para asegurar el bien de todos. Es simplemente escalofriante. Algunas veces incluso creo que puede ver a través de mí… Lo cual me hace pensar que es inútil el que lleve ropa frente a ella, lo que me lleva de vuelta al motel y a volver a iniciar todo. Es un ciclo infinito que se reduce a una respuesta de mi propio ser, resonante y precisa, con la advertencia que ella me dio al comienzo.

    Ni siquiera lo pienses.

    “……”

    Ni hablar.

    Me quede parado en el lugar, simplemente observando como ella caminaba.

    “Hey, vamos, Te quedaras ahí viendo como muevo mis encantos, ¿O vendrás conmigo? Tenemos planes que realizar y tenemos que hacerlos antes que el enemigo note que nos estamos moviendo.”

    Karen siempre ha tenido un gusto muy acido al hablar, el cual al pasar el tiempo se ha ido afinando en técnica y ejecución. Cuando la conocí era una típica chica tsundere, pero se ha convertido en algo sublime, con una actitud que no hace mas que aturdir tus sentidos. Como si cada palabra que escapa de sus labios saliera disparada a la velocidad del sonido y te impactara provocando esa sensación de presión atmosférica que no hace mas que tapar tus oídos y robarte el balance.

    El hecho es que Karen Shukka cambio y con ella, lo hice de igual manera.

    “Umm… Ambos, supongo.”

    Le respondí y me puse a caminar detrás de ella.

    La verdad es que el encanto de Karen no reside en su cuerpo. Siendo delgada y muy alta, casi igual de alta que yo… Incluso un par de años ella fue de hecho, mas alto que yo. Si claro, esta en forma, pero su anatomía no es exagerada ni nada por el estilo. Sin embargo, me alegra que tenga confianza en ella para siempre decirme que tiene un gran cuerpo, cuando en realidad es algo plana y poco curveada… Solo digo.

    “Y bien, ¿me dirás que pasa, o te harás las misteriosa todo el camino?--- Al menos, si no te vas a quitar la banda ninja, ¿podría tener una?”

    Dentro de todo lo que en mi cabeza había en ese momento, rondaba la inquietud de saber que estaba pasando. Los dos, desde el momento que nacimos, fuimos destinados a ser pareja. Más tomar las anteriores palabras en un sentido de pertenencia total seria un error. El lazo que nos une definitivamente no es de color rojo. Básicamente es la razón del por que somos tan unidos, sin embargo, es rara la ocasión cuando ella me invita a su hogar. La mayoría del tiempo nos reunimos en mi casa o en el restaurante que esta a las afueras de la ciudad.

    Yo entiendo, su hogar no es un lugar que se preste tanto para visitas casuales.

    “Umm… Ummmmmm”

    Pensativa, ella se detuvo al llegar al primer cruce.

    “¿Que sucede?”

    “Mira… Algo paso en ese lugar, hay patrullas.”

    Su casa estaba en dirección contraria a donde me dirigía y sin notarlo regrese al punto de partida.

    El cumulo de gente que había presenciando el suceso ya no estaba ahí, pero aun había en el lugar algunas patrullas resguardando la zona. Ciertamente los animales pueden llegar a ser bastante sistemáticos en su forma de actuar, si es que en algún momento se les ocurre regresar al lugar de donde salieron en primer lugar, lo mas seguro es que utilicen su memoria olfativa. Viéndolo así, supongo que la posibilidad de que regresaran por donde se fueron era algo factible. Aunque pasear por la ciudad no es precisamente un comportamiento “natural”.

    “En verdad me pregunto…”

    Fue todo lo que mencione.

    Intentaba evitar contar lo que había pasado, así que simplemente dije eso tratando de hacerme el despistado, desviando la mirada, agachando la cabeza y rascándome la cien con mi dedo índice. En realidad, no era algo de importancia, simplemente me daba pereza explicar el asunto. Además, si simplemente decía; “hubo una estampida de cebras”, lo mas probable es que no me lo creyera… O que dijera que era algo lógico en esa época del año.

    Si, eso seria algo que Karen Shukka diría.

    Como sea.

    “De seguro no fue algo de importancia, sigamos caminando…”

    Lo dije sin notarlo.

    El cruce estaba en rojo así que nos quedamos unos segundos ahí parados, sin decir una palabra.

    Ella no dejaba de mirar hacia aquel lugar. No sabía la razón exacta… Pero, tal vez, tanto estar con Karen de alguna manera logro transmitirme un poco de su “intuición femenina”. En ese momento tuve el serio presentimiento de que algo estaba conectado, de alguna u otra forma, todo lo que paso y lo que estaba a punto de pasar después de ese día, todo desembocaba a un mismo cause.

    El cruce cambio a verde y los autos se detuvieron para ofrecernos el pase.

    Karen saco la mano de su bolsa y me entrego una banda ninja.

    “Ciertamente…”

    Repentinamente rompió el silencio y comenzó a caminar tras la señal del semáforo.

    Honestamente…

    No puedo creer que en verdad haya comprado dos de esas.
     
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    distrit

    distrit Iniciado

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    Memorias Perdidas de una Extraña Historia
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    Tragedia
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    7
     
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    2034
    Quinto Acto

    En esos momentos desconocía totalmente lo que estaba pasando y lo que estaba a punto de pasar. El asunto era ciertamente desconcertante, pero aun así, sabia que no podía huir, sabía no podía simplemente decir “paso”. Al menos en esta ocasión, no era tan simple como eso.

    El destino me había atado a esta chica… Se lo que dije, las cosas no funcionan por el destino, y es cierto, pero a la vez tiene algo de falso. Es ciertamente algo complicado. Todo lo que ella quisiera ser o hacer debía cumplirse sin importar el costo. No importaba lo ridículo que esto fuese, o lo difícil que fuera el lograrlo. Lo inimaginable debía de hacerse realidad, ese era mi único deber a su lado.

    Supongo que se deben estarse preguntando el porqué de tanta dedicación.

    Y creo que ya es tiempo de hablar un poco de ello.

    Verán, desde hace mucho tiempo… demasiado para ser exactos, en este mundo siempre han existido personas que nacen con ciertas habilidades especiales. Bendiciones divinas es como se les nombro en alguna época de la historia. Estas “bendiciones” brindan un sinfín de poderes a los también apodados en alguna época “boons”. Habilidades que van desde algo tan simple como aumentar la velocidad o cualquier otra de las capacidades físicas, hasta habilidades más complejas que podrían convertirte en dios ante los ojos de un simple mortal.

    Tan vastas como las puedan imaginar, estas habilidades no tienen límites en cuanto a su función.

    Como bien sabrán en la vida no hay nada gratis y eso es precisamente la parte más importante detrás de todo este asunto de los benditos. Todo aquel bendecido debe de pagar una “ofrenda” para poder utilizar su don, de lo contrario se les considerara indigno de usarlo… O algo así. Nadie elije ser bendecido, esa es la verdad. Muchos de los que nacen con alguna habilidad llaman desdichados a su “ofrenda” y “don” de una manera distinta;

    Maldición.

    Todo este asunto puede parecer genial para ustedes.

    Obtener poder a cambio de un precio razonable. Sin embargo, en lugar de lo que muchos podrían pensar… “Un regalo divino”, eso en verdad no es mas que una pesada loza que se tiene que llevar en hombros hasta el día de la muerte. Se debe ser muy cauteloso con aquello que brilla como oro, puede que tan solo sea basura con pintura dorada encima.

    Como distintos poderes, hay distintas maldiciones. Un tipo de maldición especifica para cada tipo de poder. En la mayoría de los casos ambas partes son proporcionales, pero existen ocasiones en que las maldiciones resultan un tanto irónicas. Como si se tratase de una burla divina, te permiten ver más allá de los demás, pero te impiden ver más allá de tus propias narices.

    No estoy seguro si el creador disfruta de la ironía para mostrar lecciones al mundo, pero sin duda, tiene un muy mal sentido del humor para estas cosas… Por lo menos a mi no me causa gracia del todo, y mira que en ocasiones resulto ser algo risueño.

    Claro esta, el creador no debe de parecer tan malicioso ante los ojos mortales.

    Existe la posibilidad de rechazar la “bendición” simplemente no pagando la “ofrenda” a los dioses, aunque existen rumores que el costo es mas alto que eso. Yo tan solo conozco a una persona que ha rechazado su don, pero eso es todo lo que diré por ahora.

    Entre mas grande sea el poder, mas grande será el sacrificio.

    Ese es la verdad básica de nuestras vidas.

    Es por eso que lo ocultamos cada día; Por eso que decidimos hacernos a un lado en la historia; Por eso que vagamos sin rumbo en la vida; Es por esa maldita razón que… Que rechazamos nuestra propia existencia.



    Bueno, no disfruto mucho hablando sobre el asunto.

    Volvamos con Karen---

    Ella vive al extremo opuesto, en las afueras de la ciudad, en el viejo templo que esta adentrado al bosque justo por el sendero de bambús. Es un viejo templo Sintoísta dedicado a Kurukula, la diosa tibetana; Red Tara…. Una especie de deidad de aspecto muy violento, pero que usualmente es relacionada con la atracción de todo lo que es bueno.

    Lo se, es bastante extraño.

    Desde pequeña, Karen fue dejada a manos del templo, pues creen que es la nueva Kurukula que ha sido enviada para ayudar a la humanidad. No soy precisamente un sujeto de fe, pero en este mundo se debe creer hasta en la mentira mas obvia. De hecho, leyendo un poco sobre el asunto, se darán cuenta que efectivamente, Karen y Red Tara no tienen ni un pelo de parecidas, en serio.

    Cuando mucho comparten la inicial de sus nombres.

    No obstante la rencarnación se trata precisamente de eso.

    Nueva vida, nuevo estilo, nuevo cuerpo y las mismas malas costumbres de toda la existencia. Si las antiguas vidas no transmitieran nada, no habría manera de saber quien rencarnó y quien tan solo es un impostor. Ciertamente Karen heredo una costumbre especialmente mala.

    La tarde de ese día llegamos al templo durante la puesta de sol.

    Debo decir, no hay mejor lugar para observar el atardecer que el templo sintoísta de la cima del bosque. Pero obviamente, no fuimos a ver esa belleza natural. En cuanto pusimos un pie ahí, de manera inmediata, Karen me llevo a la parte trasera del templo. Al viejo dojo que ya se encuentra en desuso desde hace mucho tiempo debido a la implementación de uno nuevo.

    “Tenia años que no veía el viejo dojo… En verdad, el tiempo no perdona. Aunque… No ha dejado de tener ese encanto tan especial. Supongo que hay algunas cosas que hasta el tiempo respeta. Y hablando de, ¿en realidad esta bien que este aquí sin avisar a Niyudo?”

    He estado muchas veces de visita en el templo, más tengo prohibido entrar sin reportarme al monacato en jefe, alias; Niyudo. Claro, técnicamente soy una pieza externa del templo, pero siendo esto “tierra sagrada”, esta totalmente fuera de lugar que me atreva a pisarla sin habérseme permitido hacerlo.

    “Tranquilo… Vienes conmigo, así que esta bien. Además, este es un lugar donde ayudamos a las personas, toda visita siempre es bien recibida, sin distinción alguna. Aunque Niyu sea algo estricto en ocasiones, él sabe mejor que nadie la importancia de que permanezcas a mi lado.”

    Estando en el templo ella cambia un poco su manera de ser.

    En cierta forma transmite un aura que te hace sentir que todo esta bien.

    Cosa que es relativamente extraña en un templo, pues con tanta contaminación mental uno espera ser atacado por una criatura con tentáculos o algo por el estilo. Vamos, no es que este familiarizado con esas cosas, simplemente es algo que es muy conocido en la cultura popular.

    “Pues bien, ¿me dirás de una vez por todas a que se debe tanto misticismo?”

    Pregunte nuevamente de que iba todo esto.

    Ella es una persona directa así que me preocupaba un tanto el hecho de que estuviera siendo tan misteriosa con el asunto. De verdad, tenia que ser algo que le molestara mucho para que se comportara de tal manera.

    “¿Alguna vez has sentido que debes abandonar todo e iniciar de nuevo?”

    Repentinamente me pregunto.

    Supuse que seria alguna forma de evadir el verdadero asunto. Que únicamente estaba dando vueltas para no soltar la verdad, sin embargo de igual manera decidí seguir el juego de lo que sea que tramara para ver hasta donde lo podía llevar. Simplemente pensé que seria divertido.

    “Umm… No… Creo que nunca. ¿Por qué lo preguntas?”

    Su reacción fue peculiar, un tanto así como su respuesta.

    “Hehe--- Tienes razón. Abandonar no es algo que va contigo… Fue muy tonto de mi parte preguntártelo, pero veras… Cuando era pequeña, antes de que me trajeran a este templo, uno de los monjes del templo de la ciudad donde nací nos llevo a mi y a varios niños mas a un circo que había llegado a la ciudad…”

    “Vaya, debió de haber sido algo inesperado para ustedes.”

    No quería, posiblemente, herirla de algún modo, así que simplemente dije eso.

    “Si, así fue--- Sabes, el jefe de aquel circo resulto ser un viejo amigo del monje. Cuando eran jóvenes, ambos eran residentes del templo, sin embargo, uno decidió abandonar el templo y seguir su sueño y el otro simplemente decidió quedarse donde estaba.”

    Una historia inspiradora con la que te puedes identificar y proyectar. Algo que te brinde ánimos y la fuerza suficiente para dar ese paso necesario, además un antecedente que demuestra a todos que puede ser posible alcanzar tus metas.

    “Si él lo consiguió, ¿porque no debería yo poder hacer lo mismo?”

    Sin lugar a duda, eso paso por la cabeza de Karen… Saben, puede iniciar como un simple y vago pensamiento, pero con los días se volverá una pequeña espina en tu pecho. Un sentimiento mas y mas pesado de llevar, que tarde o temprano terminara tomándote por la garganta reclamando ser escuchado.

    Estoy comenzando a figurar a que se debe todo esto.

    “La meditación, mas que nada, es parte importante del desarrollo espiritual y personal. Como alguien que carga el apodo de Red Tara, más que nadie, tengo mucho tiempo para meditar y buscar respuestas.”

    Continúo ella con su historia.

    “La noche anterior a esta, estaba en el tejado de mi habitación. Por alguna razón no podía dormir y decidí salir a tomar un poco de aire y observar el cielo. Sabes, hay muchas estrellas ahí arriba… Pero, de vez en cuando, una de ellas abandona el firmamento y cae a tierra. El momento en que una estrella muere… Sin duda es un momento maravilloso.”

    Aquella estrella que da su vida para dar esperanza.

    “Me iré de aquí y seguiré mi sueño…”

    Finalmente lo dijo.

    A pesar de que en mi mente entro una posibilidad parecida, no pude omitir la sorpresa que me impusieron esas palabras. Ella normalmente llegaba con ideas muy raras, pero esto era algo totalmente nuevo.

    Pero sin duda era cierto.

    Pobre estrella… Aquella que nunca abandona el cielo.
     
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    distrit

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    Memorias Perdidas de una Extraña Historia
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    Tragedia
    Total de capítulos:
    7
     
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    1932
    Sexto Acto

    Como su guardián debía de manera total y absoluta ver por su bien. A riesgo de parecer sobre protector, no quería que tomara decisiones precipitadas y se hiciera daño de alguna u otra forma. Karen siempre ha vivido bajo el abrigo del templo, lejos de todos los problemas terrenales y contratiempos de una vida normal. Con una estricta enseñanza de que el mal no existe, me preocupaba que no estuviera al tanto de que podía fallar… Sin embargo, a la vez me impresionaba conocer a alguien que aun era tan increíblemente idiota como para creer en un mundo en donde todo era posible.

    “… Sé que mi destino es otro, pero…”

    Ella suspiro y me miro fijamente.

    “No quiero quedarme aquí y vivir mi vida únicamente como la nueva Red Tara. Esto de estar aquí atada al templo y ayudar a los demás fue el camino de Kurukula en la otra vida, mas no será el mio. No estoy diciendo que me desagrada ayudar a los demás, simplemente digo que quiero conocer un poco mas el mundo fuera del templo. Yo podre haber nacido con todo los atributos de Red Tara, pero YO no soy Kurukula. Quiero crear mi propio camino lejos de este templo y si es posible, ayudar a los demás de esa manera.”

    Me quede simplemente observando.

    Ella hizo lo mismo.

    Fue un momento de total silencio donde solo se escuchaban sonidos de fondo.

    Nuestras miradas se encontraron por unos segundos--- No había nada más que hacer para mí, Karen estaba verdaderamente decidida y no había fuerza en el mundo capaz de cambiar tal hecho. De antemano, la decisión ya había sido tomada y de mi parte, solo quedaba asegurarme de que todo marchara bien.

    “Ni hablar…”

    Suspire mientras levantaba mis brazos y los ponía detrás de mi cabeza.

    “Solo hay una forma de garantizar tu bien, y esta es; Haciéndote verdaderamente feliz. Sea cual sea tu sueño, estoy seguro que se hará realidad aunque… No me estas contando esto para obtener mi aprobación, ¿cierto?”

    “Ciertamente… Veras… ¿Me harías el favor de venir conmigo?”

    Todo se resumió a esa simple pregunta.

    “Hahaha”

    Me eche a reír para soltar un poco de la tensión que se había acumulado en el transcurso de la conversación. No soy muy bueno, no… De hecho soy pésimo cuando hay sentimientos de por medio. Cuando ese punto de la conversación quedo atrás, me sentí verdaderamente aliviado pues sabía que al menos esa vez no lo había arruinado.

    “Preguntas como si de verdad tuvieras que hacerlo, ya sabes cual es mi deber”

    Le respondí a manera de afirmación.

    “No quiero forzarte…”

    “No digas tonterías--- Desde el día en que nací, hasta el momento en que muera, mi vida será toda tuya. Quiero caminar el camino que haz de crear junto a ti, sin importar a donde este lleve… Por cualquier sendero, ¡Te seguiré hasta el fin del mundo!”

    Dije en tanto tomaba la postura clásica del Mayordomo negro en muestra de mi compromiso.

    Karen cerró sus ojos y puso su brazo sobre ellos intentando ocultar las lágrimas de alegría que estaban a punto de brotar de ellos. Algunas veces simplemente lo olvido, pero sin importar como sea, ella sigue siendo una chica después de todo.

    “Entonces esta decidido… ¡Partiremos en la madrugada!”

    El pacto estaba hecho, aunque el motivo exacto de todo esto… No tanto.

    Ustedes pueden pensar que todo este asunto fue precipitado, que tal vez debimos de haberlo pensado un poco más antes de tomar una decisión--- Pues bien, si lo pensaron así, es porque no conocen a Karen.

    En toda la vida nunca he visto que cambie de opinión.

    No quiero decir que jamás se ha equivocado, el hecho es que ha pasado, pero lo que hay que destacar aquí es que nunca se ha arrepentido de algo en toda su vida. El entablar una conversación con ella para discutir el asunto y tomar la decisión mas adecuada hubiera sido una perdida de tiempo porque sin importar cuanto insistiese, ella terminaría llevando todo al mismo lugar siempre.

    Además, como cualquier joven, no pensábamos las cosas pues creíamos que pensar era para frutas.

    “Una última pregunta…”

    ¿Que más tendría planeado para mí esta chica?

    Honestamente, me hubiera gustado saberlo en ese momento… Aunque hubiera dado igual. Sin importar, el resultado seria el mismo. Incluso si pudiera ir hacia atrás en el tiempo un sinfín de ocasiones, sin importar cuantas veces lo repita, el resultado seguiría siendo el mismo.

    ¿Por qué?--- Se preguntan…

    Este era un juego que el destino me tenía preparado para su propio deleite.

    “¿Qué opinas de los circos?”

    “¿Circos?… Hmm… Me agradan los animales, pero odio los lugares demasiado concurridos. Me gusta el aspecto artístico, pero odio el ruido… Hmm… Supongo que no me agradan, pero tampoco quiero decir que los odio.”

    Ella me miro nuevamente con su cuerpo inclinado y con una sonrisa.

    “Hehe… Yo los amo. El solo hecho de pensar estar ahí, me hace emocionar. Llegar, sentarme en algún lugar y que de pronto… ¡Wah! un enorme reflector cae sobre nosotros y obtenemos entradas gratis como compensación”

    “Ehh, no… Este, creo que eso seria peligroso...”

    “Nos invitarían a pasar al escenario a enfrentar a la enorme bestia; ¡El Tigre! ¡Gaoo!--- Meteremos la cabeza en sus fauces y obtendremos cortesías por nuestro valor”

    “¡Eso sería mas peligroso aun! Si lo que quieres es volver a ir, tan solo dime y compro las entradas. No intentes arriesgar nuestras vidas para ganar cortesías, ¡Idiota!”

    No me agradan los circos, ella los ama…

    Lo normal seria rehusarse a hacer cualquiera cosa que tuviera que ver con algo que te desagrada, pero cuando al hacer algo que te desagrada obtienes algo que te agrada mucho… Emm, como decirlo… Uno empieza a dudar si en realidad eso que nos desagrada es tan malo como pensamos que puede llegar a ser.

    “Por cierto…”

    Ella menciono.

    “¿Viste las cebras que se pasearon por la ciudad esta tarde?”

    Al parecer ella también se había encontrado con las cebras.

    Lo que paso esa tarde fue tan extraño, que en mi mente aun resonaba el pensamiento de que todo fue algún tipo de sueño raro o alguna alucinación cortesía de algún enervante con el que pude, o no, haber tenido contacto. Claramente eso probaba que no estaba loco.

    “Si, me las encontré en la tarde poco antes de toparme contigo... Fue bastante extraño. Ahora que lo pienso, jamás había visto una en persona, tan solo en libros y fotografías. Dime, ¿Ocurre algo con ellas?”

    Simplemente lo dije así, no conté la historia completa porque lo veía innecesario.

    “Hace poco uno de esos lugar llego a la ciudad y debemos ir a visitarlo en cuanto antes. Una parte importante al momento de realizar una invasión, es hacerla lo más pronto posible para tomar al enemigo por sorpresa. Me temo, que si nos demoramos mucho podríamos vernos atrapados antes de siquiera mover un dedo.”

    Otro desvarió mas de Karen, o al menos parecía una exageración.

    No era así.

    Para ese tiempo no lo sabíamos, pero nosotros ya nos encontrábamos atrapados.

    Ya lo mencione, no me agradan mucho esos lugares.

    No seria nada fácil para mí, pero es lo que deseaba hacer de mi vida.

    En realidad, no tenía nada más por lo cual luchar, nada más que me hiciera desear seguir viviendo, nada más que me detuviera de cometer suicidio un día cualquiera. Al menos, nada mas que se encentrara en la ciudad en ese momento.

    Claro, jamás pensé en tales actos, pero si no tuviera eso, ¿Que me quedaría?

    Tan solo una vida maldita…

    Hahaha--- Debe parecer una carta suicida o algo así.

    Por favor no lo tomen como tal.

    Aunque admito que ya me estaba cansando de todo eso.


    Lo que tenia era una vida tranquila, llena de lujos y comodidades. Me agradaba, pero siendo sinceros, mi vida no era la gran vida hasta ese instante. Era un estudiante promedio, mis padres siempre estaban de viaje, trabajaba en un restaurante, pasaba mis tardes con Karen.

    En realidad, tenía mucho de lo que estar agradecido, pero sabía que podía hacer mucho más con lo que tenía a la mano. En verdad sentía que tenia que hacer algo importante con mi vida y esta era lo oportunidad para probar que estaba en lo correcto.

    “Fue algo hermoso, ¿no es así?”

    Otro “Karentario” que parece ser no mas que un simple balbuceo.

    “¿Huh?--- ¿De qué hablas?”

    “De las cebras por supuesto. Fue hermoso verlas correr libremente. El derecho mas grande e irrevocable de todo ser vivo: Libertad---”

    “Ehh… Si claro, pero… ¿no quieres decir que fue algo raro?”

    “¿Raro?--- Umm… No, no lo había visto de esa manera. De hecho, supongo que es algo normal en esta época del año. Aunque no estoy segura, no he leído muchos libros sobre cebras.”

    Precisamente a eso me refiero.

    “Karen… En mi vida te he visto leer algo.”

    Si hubiera mas personas como Karen, el mundo seria hermoso.
     

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