Microrrelato Memorias de una rosa marchita y una guerra.

Tema en 'Nano y Microrrelatos' iniciado por BLack NiGTH, 10 Septiembre 2011.

  1.  
    BLack NiGTH

    BLack NiGTH Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    25 Octubre 2010
    Mensajes:
    81
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Memorias de una rosa marchita y una guerra.
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    378
    Han pasado años desde que te fuiste a combatir. Aún sigo recordando tu olor, tu sonrisa... incluso en ocasiones me sorprendo escribiéndote cartas, narrando hechos estúpidos y sin interés ajeno... excepto para ti. Tú nunca te negaste a escuchar mis anécdotas, me prestabas tu hombro para desahogar mis penas y siempre estabas ahí en cuanto lo necesitaba.

    La guerra va de mal en peor. Los bombardeos son cada vez más destructores y monótonos. La masacre a llegado ya a todo el país. Dudo que pueda sobrevivir mucho más tiempo en mis condiciones: sin hogar, sin dignidad, con los pies descalzos y andando por las calles, todas llenas de enfermedad, dolor y desesperación. Recuerdo cuando ambos corríamos por la pradera del padre de Cristal; por aquel entonces, los campos tenían flores, cantábamos canciones jocosas y nos susurrábamos poemas al oído hasta que se nos quebraba la voz. Ahora la pradera está arrasada, los árboles carbonizados y lo único que me recuerda tus dulces palabras es el anillo que en su día me regalaste para consumirnos en matrimonio, auque, solo tenías 15 y yo un par de años menos... hoy, dos años después de que partieras, ese anillo sigue quedando ancho para mi estrecho y alargado dedo.

    Solo quiero que regreses, para poder ser miserables juntos, juntos una vez más. Si pudiera, arrancaría el corazón de mi pecho, para no sufrir al recordar que no sé nada de ti, dónde estás o como te encuentras. Si tan solo pudiera oler tu pecho, mientras acaricias mis sucios cabellos manchados de polvo y tierra... si yo, pudiera ser tu marioneta, manejada por los hilos del amor que ahora congela mi corazón y me destierra a este infierno en la tierra, con el color rojo de la furia de las gentes, pero del rojo de tu amor. Yo, ahora solo soy una pequeña rosa a punto de marchitarse que espera que espera la cura que solo tú puedes aportarme; para poder estar entre tus brazos, ver tu rostro, acariciar tus labios... aquellos labios que tantas veces rozaron los míos, sin saber que algún día solo podríamos volver a degustarlos en el más profundo de los infiernos.
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso