Camine hasta las altas lapidas y las mire durante un buen rato. Iba a llover pronto y se mojaría mi ropa y se arruinaría el maquillaje, aun mas de lo que estaba. Tenia que irme, tenia que volver al barco que me había traído, tenia que volver. No aguante las lagrimas. Quería verle, quería… -Se les extraña-Marco, el amigo de la razón por la cual estaba allí, paro mis lagrimas. Asentí y baje mas la cabeza, Marco se paro junto a mi y no dijo nada solo se quedo allí parado. Parecía que no le importara el tiempo. Parecía que estaba acostumbrado a este maldito silencio que era roto por las olas. Levante un poco la cabeza y le pregunte por como había conocido a su capitán, me intrigaba, él era con quien menos había hablado de toda la tripulación. Me daba un poco de miedo la verdad y tampoco era que me interesara. Pero tenia que romper ese silencio o volvería a llorar. Se rió y comenzó a contarme con una sonrisa, como había conocido al que había sido el hombre mas fuerte del mundo. Era una historia divertida y sin quererlo comencé a reír junto el. Me contó con detalle todo lo ocurrido mientras que cada tanto sus ojos los cuales no estaban sonriendo miraban hacia la tumba de su capitán, su padre. No nos dimos cuenta , pero la lluvia había mojado mi ropa y había terminado de arruinar mi maquillaje. Marco solo seguía contando varias historias, de el y Shirohige. Cuando las risas se fueron apagando Marco me paso un brazo por los hombros y mientras me llevaba hacia el barco me susurro en el oído, algo que no compartiré con vosotros, ya que es un secreto entre el Marco el Fénix y yo.