One-shot Medidas drásticas. [Pokémon Rol Championship]

¡El rol se hará con el foro, muajajaja! (?
Este pequeño relato se me ocurrió por casualidad— pues llevaba ya algo de tiempo queriendo escribir sobre Emily, Effy y Mimi y su relación—, pero las musas me esquivaban ágilmente, las muy... (? okno xD.
No tenía pensado publicarlo porque no me simpatiza del todo, pero ya que. Amo a Emily, tenía que decirlo xD.

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~Medidas drásticas~
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—¡Creía que éramos amigas!

Un palmetazo sobre la mesa cargado de sorda rabia hizo eco en los oídos de Emily.

—¿Amigas? ¿Cómo podría ser amiga de alguien tan molesta como tú? ¡No me fastidies!

—¡Sólo te dije que quería la pizza con pimientos verdes!

—¡Pero yo odio el pimiento! ¿Acaso no sabías eso?

— ¡No! ¿Cómo se supone que iba a saber algo así?— replicó la otra—. ¿Me ves la bola de cristal por alguna parte?

—¡Tú nunca me escuchas!

—¿Cómo iba a escucharte si sólo hablas estupideces?

—¡Cállate!

Emily, sentada en el centro de la mesa se limitó a suspirar con resignación. No había manera, ¿eh? Al principio de que todo eso empezara y sus amigas discutieran por lo más mínimo, sus ojos no podían evitar anegarse de lágrimas de impotencia. Verlas discutir por todo, incluso aún más ahora que supuestamente eran amigas le dolía en el alma. El concepto de amistad era algo tan difuso para esas dos...
Por un momento el llanto parecía calmar los ánimos y los gritos se detenían— gracias a Arceus—pero enseguida Effy y Mimi acababan culpándose mutuamente por sus lágrimas y el ciclo sin fin volvía a repetirse.

Ahora más que producirle tristeza, le hacía sentir molestia.

¡No podía ser que discutieran por absolutamente todo! ¿Es que no podía llevarse bien y hablarse sin gritos como personas civilizadas? Claro que esto iba más para Mimi, porque Effy sabía mantener muy bien la calma si se trataba de fastidiarla. Y Mimi, siendo tan irritable como siempre, caía muy rápido en la tentación de discutir.

Esta vez, lo que había desatado la furia de Mimi había sido una pizza. Sí. Una insulsa pizza que Effy había pedido con pimientos por error... ¿qué estupidez, verdad? O esas dos bobas no estaban hechas para ser amigas o sencillamente necesitaban un empujoncito para ver todo lo que se estaban perdiendo.

Tan sumida estaba Emily en sus pensamientos que no había reparado en rumbo drástico que había tomado la discusión.

—¡Es tu culpa por no querer cargar con mis bolsas!— gritó Mimi entonces, casi pateando la mesa por debajo.

¿A qué venía eso ahora? ¿No estaban hablando de una pizza?

—¡Ni en un millón de años iba a obedecer las exigencias de una niña mimada como tú!

—¡No te soporto!—gruñó Mimi, roja de furia— ¡Nunca podré soportarte, Effy!

—¡Esa es mi línea!

Se acabó.

Sí, ese era el fin. Emily había llegado a su límite. Se levantó de la silla con una expresión sombría (realmente extraño tratándose de Emily) y sin pronunciar palabra alguna— en un ataque que se sintió ninja—, sujetó a Effy y Mimi de la nuca y las obligó a besarse a la fuerza. El momento fue tan rápido y confuso que ninguna tuvo tiempo de protestar.

Oh.

Entonces, como si nada hubiera pasado, su gesto se iluminó y una sonrisa se formó en sus dulces labios. ¡Arceus, que alivio! ¡Cuanto había deseado hacer eso!

—Ya está~— dijo con el mismo ánimo de siempre, levantándose de la mesa con resolución— ¡Que bien sienta hacer lo correcto!

Estáticas, mudas y avergonzadas, Effy y Mimi se habían quedado petrificadas. Honda estaba tan roja que su rostro podría pasar por un tomate maduro. Su labio tembloroso sólo era capaz de balbucear incoherencias, su mente era un auténtico caos. ¡No podía procesar tamaña osadía!
Effy, por su parte, se llevó los dedos a los labios, aturdida y confusa.

Después de semejante shock, ninguna tenía ya ganas de discutir.