Harry y Ron miraban ya a salvo como el coche se iba alejando, poco a poco se alejaba de ellos, con las luces encendidas pudieron ver que estaba yendo a un sitio horrible, el bosque prohibido. El coche ya no se veía y encima le han visto varios muggles por lo que probablemente le podría caer un castigo severo y podrían despedir a su padre. —Mi padre me mata—Fue lo único que pudo decir Ron. Harry no sabía muy bien que decir, la experiencia de viajar en coche, casi ser atropellados por un tren, ser visto por muggles y que les podrían expulsar del colegio era demasiadas cosas para pensar.