Me duele el costado. No puedo ver nada, pero los cuerpos de mamá y papá están volviéndose fríos, creo que no respiran. Están muertos, están muertos. Lo sé, ¡lo sé! Pero no quiero admitirlo. Lo supe cuando aquel enorme Pokémon clavó sus zarpas en el cráneo de mamá, y lo supe cuando hincó sus dientes en el cuello de papá, cuando ese liquido caliente llegó hasta mí y cubrió mis alas, cuando el grito de mamá cubrió la cueva de dolor. Entonces no sentí rencor, no quise vengarlos, no hubiera podido hacer nada, yo sólo era un pequeño Zubat verde. Sentí pánico. Pero cuando quise huir, aquel Pokémon me arañó con fiereza y caí al suelo. Esquivé a duras penas un nuevo zarpazo, que me arrancó una pequeña parte de la oreja, y gateé rápidamente hasta esconderme tras unas grandes rocas, donde no podía alcanzarme. Durante las dos horas siguientes, el Pokémon esperó pacientemente a que yo saliera, pero desistió y escuché cómo se alejaba. Me acerqué veloz hasta papá y mamá, llamándolos, sacudiéndolos, arriesgándome a que aquella bestia volviera al oírme. Sabía que estaban muertos, pero aún así no podía creer que los Pokémon que tenía por los más fuertes hubieran sido tan fácilmente derrotados por un solo enemigo. Grité con todas mis fuerzas, hasta que quedé exhausto. Y me dormí finalmente, entre los dos cuerpos fríos y manchados. Sólo sé que al despertar, los cuerpos de mamá y papá no estaban. ¿Quizá el golpe que sentí mientras dormía tuvo algo que ver? No podía sentir nada a mi alrededor, no me oía más que a mi mismo. Pero notaba una ligera calidez. Esperé varios días a que algo pasara, pacientemente reconfortado por ese calor que me recordaba a papá y mamá. Por alguna razón no pasaba hambre ni sed, y mis heridas cicatrizaron dejándome de doler. Me sentía bastante bien. Pero estaba atrapado, podía sentirlo. Hasta que un día, fui arrojado al combate. Me estaban ordenando atacar a un Pokémon pequeño, indefenso, no quería hacerlo, me negué a obedecer. Me giré a aquel humano que me gritaba para que usara mis ataques, moví mis orejas para indicarle mi descontento. Pude sentir su amable sonrisa cuando se acercó a mi. "Sólo quiero que seas más fuerte, pequeño". Me asusté, quería ser más fuerte, ¿era ese el único modo? ¿Debía asesinar a Pokémon indefensos para ello? ¿Eso fue lo que pasó con papá y mamá, fueron asesinados para aumentar la fuerza de otro Pokémon? Aquel humano me abrazó, ¿sintió mi miedo? Fue agradable, era realmente cálido... "Buscaremos otro modo de que seas más fuerte, Marshmallow" Sonreí al oír como me llamaba. Era un nombre raro, pero me gustaba. Llegué a querer a ese humano como a mi familia. Por eso su muerte me destrozó por completo. Oí cómo corría a interponerse entre ese lanzallamas y yo. Grité al saber lo que sucedería, y volé a intentar apagar las llamas que incineraban a mi mejor amigo, mi hermano, mi entrenador. Pero no pude hacer nada. Los oigo murmurar, no me he movido de la lápida desde aquello, sé que muchos niños me miran y señalan. "Míralo, qué fiel", "dicen que el ala que le falta la perdió intentando salvarlo", "fue muy valiente". No me importa, no me interesa ser valiente, sólo quería ser fuerte para proteger a quien quiero. Ahora que están todos muertos, sólo quiero ir con ellos.
One-shots, Microrrelatos, entre otros, van en Fanfics Terminados. Muevo al lugar correspondiente. ¡Saludos! :)
Por qué carajos estos son los fics que no tienen comentarios. Oscuro ciertamente, final amargo, no lo dudo, pero tan lleno de feels y con la idea al final la muerte es el único consuelo de una desdichada vida.
Dudo mucho que Marshmallow haya evolucionado... creo que si hubiese llegado a Golbat, el ala perdida se hubiera regenerado parcialmente. Jejeje... pero en fin, buen fanfic que sí merece comments, tal como Plushy dijo. Está todo bien narrado y esas cosas xD Me pregunto... ¿Qué encontrará Marshmallow cuando llegue al cielo? ¿Arceus lo reencarnará en un poke con mejor destino? OJALÁ >.< Sigue así xD
Nunca me gustaron los juegos, ni el anime, ni el manga de Pokémon, pero, como dice Plushy, su universo da para mucho e historias como éstas son la prueba. Es como lo que pasa con Star Wars.