Microrrelato Marcas.

Para los retos de Rahzel.
Día 1: Tatuaje: el tema de hoy gira en torno a los tatuajes. Alguno que el personaje se haya hecho, uno que se arrepienta de tener, o quizás, los deseos de tener uno ¡el desagrado de los tatuajes! Una crítica. Quizás, uno que lleve a fuerzas. ¡Cuéntenos sobre los tatuajes!
Palabra 9: petricor.

Tbh no planeaba que fuese tan así. Send help. Me he vuelto cursi.

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Marcas​

Le dio una calada al cigarrillo luego de observar el cielo. Una gran nube oscura se posicionaba sobre la ciudad, era obvio que llovería pronto.

La joven junto a él lanzó la colilla al suelo, la pisó y finalmente se levantó del banco en el que se encontraban sentados.

Notó el humo salir por sus fosas nasales y este no tardó en ser arrastrado por el viento.

Su vista se deslizó a los trazos que le recorrían la espalda hasta la zona lumbar, casi completamente expuesta debido a la blusa que llevaba puesta.

Rojo, negro y el blanco era su piel clara. Los colores vibraban al punto de que la figura parecía tener movimiento. Era reciente.

Aquellas líneas formaban un sol con rostro. El diseño imitaba el de alguna cultura nativa de Norteamérica.

La chica estiró el cuerpo y el astro se movió con ella.

Era un trabajo verdaderamente precioso.

Cuando se giró para mirarlo, su vista se deslizó a sus ojos. Había en ellos una fiereza que pocas veces había percibido anteriormente y que le recorrió cada músculo del cuerpo. Era como si reflejaran una llama que no estaba presente.

Se sobresaltó cuando sintió que enredaba los delgados dedos entre su cabello justo en el momento en que la primer gota de lluvia cayó sobre su rostro.

Era su mano izquierda, en la que también llevaba tinta. Sabía que no eran los únicos dos dibujos que le cubrían el cuerpo, después de todo su personalidad necesitaba del arte. En lo que a él le concernía, era como si llevara el alma tatuada también. Cubierta de diseños coloridos, extravagantes y de significado turbio.

Recorrió las líneas antes de alzar la mirada hacia ella nuevamente, la llama seguía presente pero su brillo era diferente y no tardó en reconocerlo. Lo miraba así todo el tiempo.

Lo amaba, podía sentirlo con simple hecho de que posara sus ojos ámbar sobre él.

Se le resbaló el cigarrillo de entre los dedos.

La atrajo hacia sí, abrazándola a la altura de la cintura y advirtió la suavidad de su piel expuesta, incluso notó el discreto relieve del tatuaje.
Le encantaban los trazos que la cubrían. La representaban y en todos ellos se notaba una gran parte de lo que era ella una vez que se le conocía.
Sin darse cuenta aumentó la presión en torno a su cuerpo.

La joven se estremeció entre sus brazos e inmediatamente después correspondió a aquel repentino gesto de afecto.

Sintió la lluvia caer sobre ambos y el dulce petricor que comenzaba a surgir del suelo. El aroma se mezclaba con el perfume de la muchacha.

No le importaba nada más.

Volvió a deslizar sus dedos sobre las líneas que le marcaban el cuerpo, ahora ligeramente húmedo.

Fue consciente de que él reflejaba en sus ojos la misma flama que conocía de sobra en los de ella.

La amaba aunque nunca se lo hubiese dicho.
Amaba a la chica del alma tatuada.