Horror María por siempre

Tema en 'Relatos' iniciado por The Condesce, 9 Diciembre 2017.

  1.  
    The Condesce

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    María por siempre
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    899
    Bueno, esto es mi tarea de literatura (??? tenía que escribir algo y pues, esto salió.



    María por siempre


    Apareció en el periódico. Un periodista cansado y ya indolente por la monotonía de su vida redactó la nota. Tecleó sobre su máquina de escribir y las letras regulares se marcaron oscuras contra la hoja de papel, dejó el documento en la oficina del editor, fue aprobado, y a la mañana siguiente estaba impreso en cada una de las copias que se repartieron por la ciudad. Para la gente fue sólo una noticia más en las hojas grises, entre todas las otras. Los morbosos, quizá, le dedicaron más tiempo, y probablemente en el futuro, aparecería en algún artículo de un sitio sobre homicidios retorcidos y sus autores.

    Pero para las personas de la colonia Juárez era más que sólo la muerte de otra muchacha en la ciudad.

    Todo parecía una horrible ilusión, nada más que una pesadilla... ¿un asesinato? Esas cosas siempre habían parecido lejanas, ajenas a ellos, pertenecientes a la realidad que sólo correspondía a los programas policíacos estadounidenses en la televisión abierta de antena. En su pequeño mundo, en el que todos los vecinos se conocían, se apoyaban, se sonreían; donde no faltaba nunca ni un buenos días, ni un buenas tardes, y los niños jugaban en las calles hasta después del atardecer sin que sus madres angustiadas les gritaran que entrasen ya de una buena vez a la casa, no podían entender cómo existía alguien con una mente tan torcida, tan podrida. No podían entender cómo alguien podría lastimar jamás a María...

    María, la que todos los días le hacía justicia a su nombre con su infinita belleza y su magnífica virtud. María la de los negros cabellos, la piel de nieve y los ojos de cielo. Con su voz suave y sus manos tersas. Y siempre con una sonrisa brillante, siempre con las palabras amables en la boca. No había muchos jóvenes en la colonia, y todos recordaban haberla visto crecer. Haber visto a la niña risueña que correteaba por ahí con su vestidito y sus mallas blancas, haberla visto convertirse en una jovencita, haberla visto convertirse en una mujer.

    José Félix también la había visto crecer.

    Existió el tiempo en el que José Félix creyó que se comería al mundo. Notoriamente más inteligente que el resto, sus resultados en la carrera de medicina eran lo más prometedor que había tenido la universidad en mucho tiempo. Nunca le había gustado mucha la gente, más bien, siempre les tuvo repudio. Pero su amargura se consolidó cuando su padre murió, dejándolo en la bancarrota, y sin medio alguno de terminar su carrera. En aquel entonces no pudo conseguir otra cosa que un empleo en la farmacia de un viejo gastado en la colonia menos importante que pudiera existir. Un verdadero insulto a sus capacidades. En algún momento el viejo se murió y le dejó la farmacia. Estaba ahí desde hacía veinte años.

    ¿Por qué se había quedado veinte años en el mismo hoyo mediocre? Supo en cuanto vio entrar a la encantadora niña de siete años que jamás se iría de ese lugar. Supo en cuanto atravesóel umbral de la puerta, que si los ángeles lucían de una manera, tenían que lucir de aquella, como la niña de los rizos perfectos.

    Desde entonces, María iba todos los lunes a la farmacia. Cruzaba la calle de su casa y caminaba tan sólo tres cuadras, para ordenar, como siempre, la medicina de su pobre padre que padecía una enfermedad crónica. Abría la puerta del local y se escuchaba el tintineo de la campana que anunciaba los clientes, después saludaba.

    Pero la niña se hizo joven y la joven mujer, y una tarde, cuando sonó de nuevo la campana, y María saludó por enésima vez en su vida a José, mientras le platicaba llena ilusión sobre su compromiso con un hombre, José comprendió que ella se iba a desvanecer. Que no era eterna, que los años mancillaban su perfección, su virtud, su belleza. Y que no podía permitirse jamás perder aquello que le hacía levantarse cada mañana de su mísera existencia.

    María no podía envejecer y morir.

    Porque María no era humana.

    Porque María era perfecta.

    Porque ella no sabía, y había tardado veinte años en reclamarla, pero era suya. Suya y de nadie más.

    A la mañana siguiente, María no aparecía por ningún lado.

    Las calles de la colonia se llenaron de policías, por días, semanas. Un velo gris cubría el semblante de todos, parecía que la felicidad de la gente se había ido con la joven.

    Cuando por fin dieron por el culpable, en un viejo departamento a punto de derrumbarse, encontraron un hombre de aspecto terrible, demacrado. Con profundas ojeras bajo ojos perdidos, desorbitados. Sentada frente a la mesa del comedor, estaba María. Pero esa no era María. No era ni siquiera la sombra de lo que había sido. Era menos que un espectro, una aberración. Intacta, como una muñeca de porcelana, más el aura siniestra de la muerte emanaba de ella. Algo inquietante y espantoso había en aquella terrible visión. Su belleza, que viva era tan radiante, ahora se veía infernal. Antinatural. Era como si ya no fuera un ángel, y su simple permanencia terrenal fuera un insulto a Dios.

    Apareció en el periódico. "Perpetuamente hermosa: la joven que disecó el farmacéutico". Ese fue el titular.
     
    Última edición: 10 Diciembre 2017
  2.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Escritor
    Oh my god, tengo un sentimiento encontrado. Me encantó, de verdad, y al mismo tiempo hubo cositas que no.

    Lo que me fascinó fue el clímax. El haber pintado a María como una criatura bella y pura, en toda su concepción, de alguna manera la despersonalizó. Y entiendo que la intención era esa. María encarna una emoción, pero una emoción que causa en quienes la ven. En quienes opinan que ella era demasiado perfecta como para que alguien pudiese asesinarla. Y un efecto retorcido también en José (María y José, ¿fue adrede?). En José le representaba la frustración de que él también pudo ser perfecto, por sus capacidades, por lo que tuvo. Y al ver que la niña crecía, se daba cuenta en ese momento que la vida le transcurría también a él en una miseria que contrastaba con lo que María irradiaba. Él se enamoró de la pureza de la niña porque se estancó en el hubiera de su propia juventud.
    Y cuando las cosas cambiaron, después de una rutina "bajo control", el mundo de José, fantástico y supuestamente eterno, se hizo pedazos.
    Debo decir que la idea es cuando menos muy creativa y tiene ángulos muy especiales.

    Cosas que no me gustaron: ay, el final. Aquello de disecarla... lo entiendo, pero es una representación demasiado gráfica de su ideal. Nunca vi a José como un psicópata. Es una persona normal, frustrada, abrumada y profundamente confundida. En lo personal, lo hubiera dejado en el mero asesinato, que por sí mismo, descarga la tensión completa y se entienden perfectamente las razones por las que José obró, sin necesidad de un final que parece extraído de otra historia, de una de horror.
    Lo de idealizar a María... entiendo que tu estilo es muy romántico, pero me causa conflicto cuando el mismo narrador, ajeno y omnisciente, se pone a opinar. Porque opina que María le hace justicia con su belleza, virtud y todo eso. No, yo quiero sentir que eso opinan los demás de ella, no alguien que está contándolo desde un punto de neutralidad.
    Y lo otro es que de pronto sentí tantito relleno, lo del periodista del primer párrafo no vino al caso...

    En fin, quitando esas cosas el cuento me gustó mucho, mucho.
     
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  3.  
    The Condesce

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    Oh Dios! sabía que alguien se iba a dar cuenta de lo de María y José... es una cosa absurdísima. No me di cuenta hasta mucho después ahaha ha de ser mi inconsciente haciendo asociaciones raras, pero mira, cómo encajó. Hasta puedo argumentar que fue a propósito xD o sea, simbólicamente queda, porque en el mismo cuento me puse a jugar con conceptos religiosos... xD

    Sobre la neutralidad del narrador, supongo que fue error mío que no dejé muy en claro, que seguía narrando en tercera persona pero desde a perspectiva de la gente... al menos así es como lo concebí xD

    Entiendo por qué te desagradaron las cosas que te desagradaron uwu muchas gracias por tu comentario, de veras <3 <3 <3
     

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