Malas experiencias [UlquiHime]

Tema en 'Bleach' iniciado por rhapsodic, 4 Noviembre 2011.

  1.  
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

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    Escritor
    Título:
    Malas experiencias [UlquiHime]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1257
    Título: Malas experiencias
    Tipo: One-Shot
    Pareja: Ulquiorra Schiffer & Inoue Orihime
    Fandom: Bleach
    Cantidad de palabras: 1,098 sin título.
    __________




    Malas experiencias

    Ulquiorra es su carcelero, eso lo sabe muy bien; quiere escapar y a la vez no desea hacerlo, porque a su lado se siente segura y al mismo tiempo una sensación de miedo la recorre de pies a cabeza. Es extraño, pero es un sentimiento de respeto entremezclado con algo más lo que la hace comportarse así, y no sabe descifrarlo… Lo ha intentado, pero es algo que está fuera de su alcance y honestamente no tiene tiempo para eso.

    Bueno, sí tiene tiempo; está encerrada en una celda extremadamente fría con nada interesante que hacer excepto observar aquella luna tan curiosa.

    Suspira y la puerta de la habitación se abre.

    —Mujer —Orihime volteó al llamado, apreciando la pálida e impornente figura del cuarto espada erguido pocos metros detrás de ella —Es hora de tu comida —pronunció sin más, haciendo caso omiso si la joven estaba o no de acuerdo.

    La pelirroja asintió debilmente, a sabiendas de que nada podría hacer para no tener que llevarse nada de esa comida a los labios. La última vez que se negó a comer Ulquiorra se enojó tanto que terminó dándosela él mismo. Al parecer, las ordenes de Aizen eran que ella se mantuviese con vida y en buen estado, y para eso obviamente Orihime debía comer tres veces al día, todos los días y a la hora que Ulquiorra lo mandara.

    Cerró sus ojos y agachó su cabeza tan solo un poco.

    Con nada de ánimo se sentó en aquella roída silla de madera y recibió el plato de comida que Ulquiorra le otorgó. De nuevo lo mismo: Algo que ella creía era arroz pero que sin embargo no sabía a nada, vagetales, y una pasta verde que no sabía si confundir con frijoles licuados o vómito de gato.

    Con esfuerzo se obligó a oler la comida y luego de aquella desagradable segunda impresión dejó el plato en la mesa.

    —Mujer, ya hablamos de esto —Dijo Schiffer, obviamente disgustado ante el retroceso de la humana con respecto al tema de comer absolutamente todo lo que le daban.

    —No quiero —respondió ella con seguridad en su tono de voz; esta vez Ulquiorra se mantuvo con su semblante de siempre —Comería si me dejaran cocinar, tal vez si yo…

    —No —Ulquiorra respondió con simpleza a la no terminada pregunta de la chica; definitivamente, Orihime Inoue no saldría de aquella habitación.

    Orihime quiso hablar.

    —Mis ordenes son mantenerte aquí, y hacer que comas absolutamente todo. No saldrás de este lugar a menos que Aizen-sama así lo pida ¿entendido? —La última palabra fue dicha con más fuerza, como tratando de explicarle algo complicado a el más pequeño de los niños.

    Orihime se levantó de la silla y se tumbó en la cama.

    —Quiero irme a casa —sollozó contra algo parecido a una almohada. Ulquiorra no hizo caso a sus penurias, tenía cosas más importantes de las cuales ocuparse.

    —Come; regresaré en una hora, si no has terminado con todo en ese tiempo te la daré a la fuerza.

    Orihime tembló. Aquella amenaza había sonado lo bastante convincente como para obligarla a salir de la cama, limpiarse las lágrimas y llevarse el primer bocado de aquel vomitivo plato a la boca.

    Su primera reacción fue escupirlo y tirar el plato por la ventana, más Ulquiorra se daría cuenta y si no lo hacía él cualquier otro espada se percataría de lo sucedido; así que con paciencia y autocontrol, masticó todo lo que pudo y tragó a duras penas.
    Orihime en medio de su comelona, pensó que si tal vez tuviese mayonesa, azúcar, aceitunas y chile la comida sabría mchísimo mejor; pero para su mala suerte en las noches lo único que había era sal para darle “gusto” a la comida, o en su defecto, jugarle una broma pesada a Grimmjow mientras dormía.

    Bufó y se llevó el último bocado de comida a la boca, mascandolo con más apuro que con los anteriores, tragando de forma rápida y sin haber saboreado practicamente nada de aquella tortura que llemaban menú sorpresa.

    Tan pronto hubo acabado con ese plato buscó agua, té o cualquier bebida que le ofreciera arrancar ese agrio sabor de su paladar.
    No encontró nada.

    Asqueroso, vomitivo, verde… Palabras que pasaban por su mente como cohetes a su máxima velocidad y que expresaban cómo se sentía, y de qué color tenía el rostro ahora mismo. Estaba segura de que contraería un dolor de estómago terrible, y de que Ulquiorra se había llevado la bebida cuando salió de la habitación en una forma de castigo por ponerse como niñita pequeña que no deseaba comer.

    Los minutos pasaron en aquella oscura y fría habitación, y Orihime seguía callada y con la sensación de incomodez en su estómago. Ulquiorra entró y quedó satisfecho al ver que la mujer, en efecto, había comido todo del plato y que no había tenido que obligarlo a enseñarle su faceta mala…

    Más mala de lo normal, mejor dicho.

    El cuarto espada caminó hasta la silla en donde la mujer se encontraba sentada con una expresión de malestar en el rostro. La comida debió de haberle caído mal, pensó, pero el que la mujer tuviese un malestar pasajero no era motivo de apuros o dolor de cabeza para el pelinegro; así que colocandose en frente de la pelirroja y observandola de manera neutral, le entegó un vaso de madera lleno de agua.

    —Toma —dijo sin más, esperando a que la humana tomase el líquido y bebiera. Orihime, como era de esperarse, lo tomó con calma y bebió de él, disfrutando de la sensación refrescante y gozosa de sentir cómo el repugnate sabor de aquella comida se iba sin más.

    Una vez se hubo acabado el agua le entregó el vaso a su captor.

    —Que esto te sirva de lección —habló el espada, observandola a los ojos con aquellos preciosos orbes verdes que eran suyos —No es lo que tú digas, no es lo que tú sientas o desees, es lo que Aizen-sama ordene.

    Orihime se sintió desfallecer de coraje.

    El pelinegro se marchó cerrando la habitación, dejando a Inoue sola, con aquel sentimiento de ridiculez y coraje que la invadía.

    ¡Era cierto! Todo era cierto… No estaba en casa, no podía hacer lo que normalmente hacía y lo sabía, pero aún así era incapaz de aceptarlo.

    Trató de marcharse a la cama, necesitaba dormir, pero en cambio sus piernas flaquearon y calló al suelo, llorando por su estupidez, su debilidad, su carácter, por su todo.

    Era tan estúpida, y sólo las malas experiencias podían hacerle ver que lo que hacía estaba mal.
     
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    Nahi Shite

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    Demasiado lindo el One-shot. Amo esta pareja, y definitivamente ambientaste el fic en unos de mis momentos favoritos del anime ^^
    Excelente narración, muy descriptiva y sencible. Eres muy buena en cuanto a ortografia -sólo note uno que otro error de dedo- y manejo de ambos personajes.
    ¡Pobre Orihime! Obligada a comer esa bazofia :< Y Ulquiorra siempre tan malo...
    En general te quedó muy bien. Me gustó.
    Sayonara.
    Att: Black Hime/Nahi Shite.
     
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