One-shot Maid café [Gakkou Roleplay]

Título: Maid café.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Joey Wickham, Katrina Akaisa, Alisha Welsh, Emily Hodges, Anna Hiradaira, Shiori Kurosawa, Hiroki Usui.
Palabras: 967
Summary: "¡Lo acaban de abrir! ¿No es maravilloso? Seguro que hay un montón de chicas lindas, vamos~"
N/A: This was so fucking fun to write omg. So anyways, tenía pensado desde el principio del rol hacer que Emi trabajaría en un maid café y ahora con el hype de haberla juntado con tantos personajes pues se me ocurrió hacer esto bc pensé que sería funny (?) | So anyways, os etiqueto Hitori Gigi Blanche Yugen te etiqueto aunque igual Hiroki y apenas aparece pero bueno (?)

—¡Venga, venga, no os quedéis atrás!

—Gringa, recuérdame otra vez por qué mierdas estoy aquí.

—¿Uhm~? ¿Por qué en el fondo nos consideras tus amigos, gatita?

—Ugh, ni en tus mejores sueños.

Pero quizás Alisha tenía razón y Katrina los consideraba, a Joey y a ella, algo así como amistades. Lo más cercano a amistad que podía tener en ese momento, al menos.

Aunque en su defensa, el chico no les había dicho aún donde irían. Katrina pensó que sería alguna especie de fiesta, por lo emocionado que parecía, pero cuando vio que quedaban a plena luz del día lo cierto es que comenzó a dudarlo.

Hasta que finalmente llegaron a su destino.

—¡Ta-dan! —Joey señaló con los brazos extendidos el establecimiento, sonriendo como un niño.

—¿Un… maid café? —las chicas preguntaron prácticamente al unísono.

>>No sabía que teníamos uno aquí —continuó Alisha, mirando al chico con curiosidad.

—¡Lo acaban de abrir! ¿No es maravilloso? Seguro que hay un montón de chicas lindas, vamos~

Y el chico las agarró de las cinturas, arrastrándolas hasta el interior de la cafetería, evitando así una posible huida. Aunque bueno, tampoco tenían nada mejor que hacer.

Se sentaron así en una mesa, teniendo la suerte de encontrar una vacía para los tres, y comenzaron a mirar la carta del menú, alguno más interesado que otro.

No pasó mucho tiempo hasta que una presencia femenina se hizo presente en su mesa, hablando con un tono claramente forzado pero sin lograr esconder su propio timbre.

—¿Han decidido ya qué tomar, nyan~?

Los tres presentes levantaron la cabeza como un resorte, reconociendo al instante aquella vez y cuando hablaron, lo hicieron a la vez, con un claro tono de sorpresa.

—¿Emi-chan?

Emily levantó entonces la vista del cuaderno en su mano y se quedó prácticamente paralizada mientras la sangre subía a su rostro, tiñéndolo de un brillante color carmesí.

—¿S-senpais? ¿Qu-qué hacéis aquí? —logró articular, entre balbuceos, después de estar un largo minuto boqueando en busca de aire.

—¡Lo mismo podríamos preguntar! —fue Joey el primer en responder, claramente—. ¿Por qué Emi-chan no nos dijo que trabajaba aquí?

—Y-yo…

Mientras la chica pensaba alguna excusa para responder, sin ser capaz de pararse a pensar que en realidad no tenía por qué decirles nada, escuchó el “clic” característico de un móvil tomando una foto y se giró de forma nerviosa hacia el origen del ruido.

>>¡A-Alisha-senpai! —comenzó a quejarse, pero Alisha estaba demasiado enfocada en la foto que había sacado.

—Ah, estás tan linda Emi-chan~ No pienso borrar esta foto nunca.

Y de nuevo, cuando estaba dispuesta a seguir quejándose con la mayor para que borrase la foto, sintió a la otra chica presente agarrando el vuelo de su falda entre los dedos y mirándola con una sonrisa pícara.

—Hey, Emi-chan, ¿puedes llevarte el uniforme a casa~? No me importaría verte con él más a menudo.

—¡C-claro que no!

—Y si te comprase uno idéntico, ¿te lo pondrías~?

—¡Qué no!

Fueron varios minutos que a Emily le parecieron eternos los que el trío pasó metiéndose con ella y disfrutando sus reacciones, porque se veía realmente tierna así de avergonzada y nerviosa con aquella vestimenta.

Y lo cierto es que tampoco querían perder de vista aquella imagen.

Cuando finalmente la dejaron en paz, la chica necesitó otro par de minutos para controlar sus nervios, así como el sonrojo y su respiración.

—Va, pero en serio, ¿cómo es que trabajas aquí? —y en aquella ocasión, Joey parecía genuinamente curioso.

—Le dije a Anna que quería ahorrar algo de dinero y me contó que habían abierto esta cafetería y estaban buscando gente… y pagaban bien así que…

—¿Anna-chan también está aquí? —los ojos de Joey volvieron a iluminarse al escuchar aquello.

Emily asintió con la cabeza y señaló con la mano hacia otra mesa, reconociendo la menuda figura de su amiga gracias a su coleta teñida. Al contrario que ella, Anna estaba encantada y parecía toda una bola de energía atendiendo todas las mesas que podía.

>>¡Anna-chan!

La voz de Joey se alzó por encima del murmullo de la multitud, sobresaltando a Emily y haciendo que Katrina le diese un golpe en la cabeza por escandaloso. Pero su técnica funcionó, pues la chica escuchó el llamado y se acercó dando saltitos hacia su mesa.

—¡Ah! ¡Qué sorpresa! ¡Bienvenidos~! ¡Hey, hey! ¿A qué nos vemos lindas con estos vestidos? —y la chica dio una vuelta sobre sí misma, como para afianzar su punto.

Joey y Alisha asintieron emocionados, e incluso Katrina fue incapaz de negarse, aunque no fue tan efusiva.

>>Bueno, ¿habéis decidido ya que pedir? ¡Tenemos muchos clientes!

Los mayores acabaron por hacer su pedido y no mucho después las chicas se alejaron, juntas, hacia la barra, bajo la atenta mirada del trío.

Al final no había sido tan mala decisión hacerle caso a Joey.

* * *
​

—Por favor, no le digáis a nadie que estamos aquí —Emily prácticamente suplicó mientras recogía el dinero de los chicos, una vez se decidieron a irse.

—Está bien, está bien~ Lo cierto es que no me importa que maid Emi-chan sea una secreto que solo nosotros conocemos.

A Emily le pareció válido y decidió confiar en la palabra de Joey.

Para su desgracia, no necesitó mucho tiempo para darse cuenta que sería un secreto demasiado difícil de mantener. Aquella misma tarde otra persona conocida para ella apareció en el café y tuvo la mala suerte de ir a atender.

—¿Emily?

—¿Shio-chan? ¿Usui-senpai? ¿Pero qué hacéis vosotros aquí?

—¡Siempre he querido visitar uno de estos! —Shiori respondió con alegría, siendo que la única respuesta por parte de Hiroki había sido un gruñido molesto—. Te ves muy linda, Em.

—G-gracias…

Definitivamente, no se había parado a pensar en lo mucho que llamaría la atención la cafetería entre sus conocidos.

Malditos pervertidos todos.