Colectivo [Colectivo] Magic inside us - Colección de relatos

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Ceci, 14 Abril 2016.

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    Ceci

    Ceci Usuario VIP

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    [Colectivo] Magic inside us - Colección de relatos
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    Última edición: 15 Diciembre 2016
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  2. Threadmarks: Ficha: Astreah Hurts
     
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

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    Pido tener el poder de la Hada de la Ilusión. Edita para dejar la ficha y seguir tu instrucción de sólo teenr aquí las fichas, xD Y disculpa, tengo la mala propiedad de no terminar de leer las cosas XD

    Nombre: Astreah Hurts

    Edad: 18

    Descripción psicológica:
    Una extraña mezcla entre humilde y consentida. Criada entre lujos y caprichos, pero con un profundo respeto a los demás. Sus padres siempre le han demostrado que las cosas cuestan, que el dinero no cae del cielo, y que todo lo que ella tiene, lo tiene gracias al sacrificio de alguien. Así que, está familiarizada con todos los quehaceres del hogar, porque al menos un día a la semana debía ayudar a la servidumbre. Y ayudar a su papá con el papeleo del trabajo y cualquier otra tarea que se le asignara.


    Puede ser arrogante y herir sin notarlo, no tiene mucho tacto al decir las cosas. Aunque es muy educada, a veces no toma en cuenta como se sentirán los demás detrás de sus palabras, si los hará sentir incómodos o molestos, ella simplemente lo dice mientras bajo su criterio no sea algo malo.


    Aficionada a la moda, al arte, a las pinturas. Tiene las paredes de su cuarto hechos un verdadero collage, suele tener sueños muy vívidos que le gusta pintar. Le gusta que todo se vea "lindo" a sus ojos. Por lo cual se pasa retocando esto aquí y esto allá. Y si eres su amiga, no dudará en ayudarte con n cambio de look, un accesorio o un brillo que ella crea te lucirá bien. Si necesitas ir despampanante a una fiesta ella es la chica ideal con la que debes hablar.


    De sonrisa fácil y risa ruidosa. Suele reírse de todo, incluso de sus errores e imperfecciones. Es alguien que ve siempre el lado “rosa” de la vida. Incapaz de permanecer más de 5 minutos en silencio, puede hablar sin parar por horas, sin aburrirse. Y escucharte con la misma determinación. Puede volver el color de la pared un tema de conversación interesante si se lo propone. Es una chica muy dulce y extrovertida, le encanta hacer sentir a las personas cómodas y queridas al punto de a veces empalagarlos. Astreah es un corazón latente, puro sentimiento y bondad. Es alguien sin malicia, que no anda por la vida tratando de hacer miserable a los otros. Profunda defensora de la justicia y los marginados, odia a la gente que denigra a otros y los avergüenzan sin razón, siempre tendrá una sonrisa amable para todos o un pañuelo para consolarlos.


    Fanática del orden y de los buenos modales. Nunca llega a un lugar sin decir buenos días, ni suele marcharse sin despedirse. Todo debe estar en su lugar, en el orden más ordenado posible. Su habitación es algo completamente asimétrico en tamaños y colores y eso se refleja mucho en su vida y en su trato con las personas.


    Sus tacones siempre la delataran a cualquier sitio que vaya. Siempre va perfectamente maquillada, sean las 7, las 12 o las 9 de la noche. Siempre estará maquillada de acuerdo a la ocasión. Nada justifica una mala apariencia, suele decir. No lo hace para lucir bien para los demás, lo hace por ella misma.


    Desde muy pequeña le enseñaron a ver a las personas con las que habla a los ojos, desde el portero a un director. No suele juzgar a la gente a primera vista, su poder la ha hecho blanda más no ingenua. Demasiado empática con los problemas y sufrimientos de los demás, actúa de mamá pollito con todos aquellos que quiere. Llora con facilidad y perdona con rapidez. Puede llorar con una película, o por ver algo triste o percibir el sufrimiento de otros.


    Desde pequeña ha tenido una habilidad innata en ella de captar los pensamientos de los demás, y a medida que creció eso se intensificó. Los pensamientos más “altos” puede escucharlos con claridad, el resto son como un susurro en su mente. Trata de no tomarse personal las críticas hacia ella, pues está acostumbrada a escuchar las verdaderas opiniones de las personas, no algo disfrazado por la cortesía; ha desarrollado un autoestima de acero, no cualquiera puede llegar con dos palabras y hacerla sentir menos.


    Profundamente sentimental e idealista. Cree en los cuentos de “hadas”, sueña con su príncipe azul. Suelen romperle el corazón sin darse cuenta. Y suele romper corazones de la misma forma. Ha esperado con calma a aquel que la enamore hasta perder la cabeza.


    Suelen confundir su extrema amabilidad con coqueteo. Ha tenido incontables problemas por eso a través de su adolescencia, pero es algo que no puede borrar, ser así es parte de ella. No es de las personas que piensa mal sólo por un abrazo o una sonrisa. Por el contrario, es muy dada al afecto físico. Puede saltarte a los hombros en un abrazo o darte un beso en la mejilla de agradecimiento.


    Cuando está nerviosa suele morderse las uñas, que aunque lo odia no lo ha podido controlar.


    No suele irse quejando por la vida, si tiene que hacer algo lo hace y ya. Sea o no sea su voluntad. Si tiene que limpiar, arrastrarse, ensuciarse, correr, dormir o lavar, lo hará, aunque no sea con una sonrisa, no comenzará a lloriquear. No le gusta hacer perder a la gente su tiempo, respeta el tiempo de los demás. Es extremadamente agradecida con aquellos que le ayudan, desde hacerle obsequios en agradecimientos o devolverles el favor con otro favor.

    Descripción física: Estatura promedio, 1.67. Delgada, de piel nívea como la nieve y ojos verdes muy claros, brillantes y cristalinos. Su cabello, rojo brillante, a veces lo alisa, pero usualmente lo lleva natural en ondas. Al maquillarse suele destacar sus ojos, y le encantan los brillos de colores para los labios. Suele vestirse completamente a la moda –cuando no está con el uniforme-, el cual siempre complementará con accesorios.

    (Susan Coffey)

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    Historia: Su planeta natal se llama Lucem. El planeta de las luces, pero al contrario de Solaria, no por la luz del Sol, sino por la luz de su luna. Tienen días con luz muy tenue, y noches brillantes. En su planeta hay vida, aunque no es tan abundante como la tierra, tiene grandes mares que reflejan la luz de la luna por las noches. Sus padres están vivos y esperándola en casa. Ambos son comerciantes entre planetas, por ello siempre le regalan cosas procedentes de distintos lugares. Es hija única, así que es la adoración de sus padres.

    Su familia es bastante pequeña –como todo en su planeta-, en su mayoría son familias con un solo hijo. Descubrió sus poderes en uno de los muchos viajes con sus padres cuando estaba más pequeña. Tenía horribles pesadillas que recopilaba en la mente de los demás de forma involuntaria, y lloraba por las voces en su cabeza que nunca se callaban. Sus padres hicieron todo lo posible para aliviar su dolor, porque eran semanas que no salía de su habitación sólo para tener su mente en silencio. Temiendo que se volviese loca, sus padres la llevaron a donde una antigua bruja, que vivía en lo profundo de su planeta, ya que ningún doctor lograba darles la cura. Lucem había perdido su sangre mágica generaciones atrás, por eso se sorprendieron ante la respuesta obvia de la bruja, que por sus venas corría sangre de hada como la de ella. Y que las voces era sólo la manifestación de su poder no controlado.

    Al principio eligieron no creerle, pero después de algunos días sin poder parar las pesadillas y el llanto de su hija, volvieron allí, rogándole ayuda a la bruja. La cual la acogió por unos días y le enseñó a bajar el volumen de las voces hasta mantenerlas en sólo un susurro.

    Ya luego, su habilidad estaba latente, lo que ella pensaba con fervor –como que aceptara la negociación de sus padres-, lograba ponerlo en la mente de los socios que iban a visitar. Cuando se portaba mal lograba que sus padres olvidaran lo que había hecho.

    Gustos:
    —Los peluches, las rosas, las pinturas.
    —Tomar jugos naturales.
    —Los animales, especialmente los conejos.
    —Los zapatos, especialmente los tacones.
    —Pintar, aunque no le salga tan bien como debería.
    —Las sorpresas, ama las sorpresas.
    —La gente sincera, no le gustan las personas mentirosas.
    —El chocolate y las cosas dulces.
    —Hablar, es una persona extremadamente sociable.
    —Los rituales de belleza, le encanta consentirse, la sea un masaje o un facial.
    —Pintarse las uñas de colores brillantes.


    Disgustos:

    —El desorden y la suciedad.
    —La mala educación.
    —Los accesorios hechos de piel de verdad y no de material sintético.
    —La impuntualidad.
    —El sufrimiento de los demás, es algo que le parte el corazón.
    —La gente cruel sin razón, que hacen daño sin razón.
    —La venganza, lo encuentra algo estúpido. Lo considera una cadena sin fin.
    —La comida picante.
    —Las grandes multitudes en espacios cerrados, le vuelve loca la mente.


    Extras:

    —Tanto en su casa, como en la Academia, tiene en la cama dos peluches. Ambos regalos de sus padres cuando era niña.
    —No le gustaría hacerse un tatuaje.
    —Suele sonrojarse con facilidad por su piel tan clara.
    —Tiene un conejito llamado Pom en su casa.
    —Le gusta hacer de cupido entre sus amistades.
    —Aún sin su transformación, es perceptiva a los pensamientos de los demás. Puede captar los pensamientos más “altos” de la persona.
    —Es muy unida a sus padres, suele llamarlos cuando está triste o se siente mal.
    —Tiene un fuerte sentido de confidencialidad, aunque le ruegues que le digas los pensamientos de alguien, no lo hará si cree que es algo muy personal.
    —Aunque puede manipular las mentes, aún más cuando es algo de tú a tú, prefiere no hacerlo y nunca, nunca lo hace con sus amistades.
    —Se le dan fatales las clases físicas, su cuerpo delicado no puede ni alzar correctamente un escudo.


    Habilidades:

    —Hada de la ilusión. Poder de psiquis—


    Lee la mente de las personas a su alrededor y es capaz de colocar pensamientos en su mente, ágilmente hasta controlarlos.

    Aunque su coordinación no sea su máximo fuerte, su mente sí lo es. Acostumbrada a tener las voces de las otras mentes en la suya, suele crear estrategias para que el grupo gane. No es fanática a las peleas, pero lucha cuando debe hacerlo. Y cuando considera que la causa es justa.
     
    Última edición: 16 Mayo 2016
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  3. Threadmarks: Ficha: Dominic Worthington
     
    Minaki Kaeden

    Minaki Kaeden Procastination Queen

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    ¿Debo ser un hombre? Oh bueno, aquí va:

    Nombre: Dominic Worthington
    Edad: 19 años
    Descripción psicológica: un chico bromista que también ríe con facilidad, pero sólo frente a los que les tiene confianza. Hijo de padre de la realeza y madre de un status social alto, pero sin sangre real. Creció en un ambiente muy estricto y gozaba de poco tiempo libre. Dice que sus padres son sus mejores amigos y los respeta enormemente, pero los demás se sorprenden de la manera en la que se hablan.
    Es algo caprichoso, cuando no obtiene lo que quiere se frustra con rapidez y descarga su ira en sí mismo. Nunca deja que los demás lo vean así. Si siente alguna emoción negativa muy fuerte, esperará hasta estar en algún lugar solitario para descargarse con todas su fuerzas hacia lo que tenga más cerca, puede llegar a ser él mismo.

    No se enamora con facilidad, aunque le gusta bastante jugar. En su planeta natal, las personas lo veían como un príncipe y por eso siempre mantenía una imagen sofisticada. Cuando llegó a la escuela para Especialistas, sufrió un cambio total de personalidad, y ahora es escandaloso, burlón y dice bastantes groserías. Le encanta molestar a sus amigos y hacer bromas.
    La música electrónica es su manera de olvidarse de la realidad. No se mide a la hora de decir las cosas, es altanero y orgulloso. Prefiere trabajar solo que en equipo y confía enormemente en sus habilidades.

    Le gusta observar las nubes para liberar su estrés. Cuando lo hace suele estar acompañado de una de sus mascotas llamada Cánium (una especie de lobo de tres colas sólo existente Univa, su planeta natal). Ante los adultos siempre se muestra serio y respetuoso, lo que deja de lado cuando está con los de su edad. A veces siente que las criaturas mágicas lo entienden mejor que algunas personas.

    Prefiere afiliarse a uno o dos amigos cercanos como máximo y dejar a los demás como buenos compañeros. Tiende a recordar el evento de su infancia que marcó su vida cuando está solo, y sus ánimos se apagan con frecuencia por esto, aunque cuando está en compañía de los demás esto no pasa. Piensa mucho las cosas antes de decirlas, contrario a lo que muchos piensan, generalmente esto es por la manera en que las dice. No le gustan y a veces le teme a los cambios, prefiere seguir una rutina establecida ya que no quiere dejar que las cosas se salgan de su control.

    No es para nada romántico y no cree en los cuentos de hadas. Desde pequeño se le enseñó a tener los pies sobre la tierra y no soñar con cosas más allá de sus habilidades. Por esto, algunos lo ven como pesimista.
    No es bueno planificando las cosas a futuro, lo más lejano para él son los próximos dos meses. Después no sabrá qué hacer y dirá que va a esperar a que pase el tiempo y luego verá.

    Le tiene un miedo terrible a los incendios y al fuego en general, ya que vio a su primo ser quemado vivo en el ataque de los Hietor, la raza de los del planeta Jothanne.

    Aunque ve los deportes como algo divertido, en las competencias y cuando se trata de batallar se aburre con facilidad, a menos que la situación lo requiera, entonces se pondrá muy serio. No entrena más de lo necesario (para mantenerse en forma) ya que le parece monótono.

    Descripción física: piel clara, cabello castaño oscuro con matices miel. Ojos verde marino. Alto, de aproximadamente 1,86m y pesa 73kg. Sus facciones son masculinas, algo duras, la mandíbula la tiene un poco pronunciada y su postura es sofisticada e imponente. El cabello lo suele dejar corto para que no le incomode. Su cuerpo es trabajado y se muerde las uñas. Casi siempre lleva puesta ropa de colores verde, azul o tonos oscuros. En su muñeca izquierda tiene un brazalete de cuero negro que le dio su mejor amiga en Univa cuando tenían doce años. Tiene un tatuaje de una espada con alas de pájaro, símbolo de los Worthington.

    Brant Daugherty:
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    Me hubiese gustado encontrar uno así tatuado en una persona, pero oh bueno.

    Historia:
    Su raza es los Stternrizer. Creció en una familia que formaba parte de la realeza, sus modales y forma de hablar fueron impecables desde pequeño. Los Worthington tenían sangre real, su padre es el primo del emperador de Univa, su planeta natal. Era el encargado de las relaciones interplanetarias y siempre se encontraba viajando a otras tierras. Su madre era de una familia con un alto status social, eran los domadores de criaturas de Goldsmorth, la capital de Univa, los Hellsaint. Desde tiempos inmemorables, esta familia se había encargado de proteger la ciudad de las criaturas salvajes como dragones, Golems, y Lichtens que llegaban a la capital por el bosque que los unía con la región de Volsstandier. Como debía cumplir con altas expectativas, siempre estaba aprendiendo un arte nuevo, así fuera las armas de fuego, blancas, artes marciales, etiqueta, entrenamiento de criaturas, entrenamiento físico, clases de biología... era poco su tiempo libre, así que lo atesoraba bastante. Siempre fue un niño mimado al que le daban todo lo que quería, es hijo único, así que se volvió caprichoso. Cuando tenía trece años, unos invasores del planeta Jothanne decidieron atacar a la familia real para conquistar su tierra y lograron asesinar a la mayoría de ellos, mientras que los sobrevivientes tuvieron que huir a distintos planetas. Su padre, madre y él fueron junto con el emperador Darmagnon a Magix, ellos tres se convirtieron en sus guardaespaldas hasta que fuera posible volver a Univa.

    Durante la invasión vio morir a muchos miembros de su familia y a sus amigos. En el planeta se quedó el ejército real defendiendo y peleando por recuperar el territorio. Actualmente, seis años después, todavía no se sabe si la guerra ha terminado o no. Una de las cosas de las que más se arrepiente Dominic es no haber podido traer consigo a su mejor amiga Juno, miembro de la armada real, pero su padre le había dicho que quedarse allí había sido su deber. A lo largo de los años han logrado localizar a algunos miembros de su familia esparcidos por los diferentes planetas. El amor hacia su tierra es inmenso y está profundamente marcado por el hecho que le arrebataron todo lo que tenía y tuvo que comenzar su vida de nuevo.

    No se puede decir que "descubrió" sus poderes, ya que proviene de los Hellsaint el don de poder entender y comunicarse con las criaturas. Desde pequeño perfeccionó el arte de entrenarlos y ahora puede hacer que una criatura salvaje esté bajo sus órdenes en unas cuantas semanas. Sin embargo, prefiere construir una relación con cada criatura que doma. Sólo pudo traerse de su planeta tres mascotas de su madre y él: Cánium, un Mestori (lobo de tres colas), Terrius, un Félici (pantera con mandíbula dislocable) y Sores (un dragón de hielo).

    Gustos:
    -
    La naturaleza, áreas verdes.
    -La biología, específicamente anatomía.
    -Las armas de fuego, de todo tipo.
    -La comida en general, le gusta mucho comer, pero sobre todo los dulces.
    -Los días con clima fresco y viento/brisa fría.
    -Las tormentas eléctricas y por el contrario, las nubes blancas.
    -Dormir con lluvia.
    -El mar. Nadar.
    -La música electrónica y el rock y metal alternativo.
    Disgustos:
    -
    El calor.
    -Demasiado entrenamiento.
    -Las fogatas.
    -Los cambios repentinos.
    -Áreas con demasiadas personas.
    -El ruido.
    -Que lo apuren.
    -Que alguien que lo conoce hable o revele algo de él (por ejemplo su madre)
    -La sopa.
    Extras:
    -
    Es un maestro con las armas de fuego de todo tipo. Su puntería es impecable.
    -En su cuarto tiene una pequeña escultura de una reina de ajedrez.
    -Suele ser algo hipócrita.
    -Los profesores le reclaman todo el tiempo el uso de lenguaje profano, pero Dominic no parece tener intenciones de cambiar.
    -Es muy desordenado.
    -La temperatura media de Univa era aproximadamente 15ºC así que siempre se queja de que en Magix hace mucho calor.
    Habilidades:
    Especialista en criaturas. Doma de seres mágicos.
    No va a ningún lado sin llevar un arma de fuego encima, aunque su favorita suele ser una pistola de energía calórica (parecida a una calibre .22). También le gustan las de largo alcance.
     
    Última edición: 18 Abril 2016
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  4. Threadmarks: Ficha: William Serpens
     
    Domenica

    Domenica bloody countess

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    Nombre.
    William Serpens.

    Edad.
    Diecinueve años.

    Descripción de personalidad.
    William es la personificación de la holgazanería, la acidia y la pereza. Es un absoluto e irremediable vago, que sería incapaz de mover un músculo por voluntad propia incluso si el mundo se le está cayendo encima, es por ello que nadie le pide jamás favores: se los exigen y lo extorsionan para que los cumpla. No lo puede evitar, pues creció en una familia donde todas las hazañas habían sido previamente realizadas por sus hermanos… él no tiene nada interesante qué hacer que sus padres no hayan aplaudido antes, por lo que no se preocupa entonces en buscar algo.

    Por otra parte, no puede negarse que William tiene otras cosas que compensan su vagancia y otros ámbitos en los que sí es el número uno, en los que sí puede sorprender.
    Por ejemplo, William es el número uno metiéndose en problemas. Tiene la peculiar manía de meter las narices donde no le incumbe, porque lo único que tiene de Especialista es que quiere dárselas de héroe de una forma muy particular, es decir, llegando a los puños y amenazando de muerte a quien haya cometido algún abuso (sí, porque tiene una espada, pero la usa solo para fanfarronear). Detesta las injusticias, por lo que a pesar de que le dé mucha pereza, si ve que alguien está siendo sometido, humillado u oprimido, él saltará en su defensa. En cierta medida lo hace para vanagloriarse, ya que considera que él es el único que puede ser un bravucón y salir ileso. Pareciera estar siempre bañado en gasolina, porque ante el mínimo estímulo él responderá encendiéndose de rabia y con ganas de cometer un asesinato. Exageradamente reactivo, a la defensiva.

    Demasiado afín a las bromas pesadas y los problemas dentro de la escuela. De hecho, probablemente sea el alborotador número uno. Es en lo único donde destaca como un buen líder, ya que cuando es nombrado líder para una misión ésta siempre resulta desastroza. Carece de sentido común para discriminar a quién hará las bromas o a quién molestará con sus pesadeces, por lo que afectan desde a alumnos más pequeños hasta profesores… y por ello es que pasa tanto tiempo castigado.

    Es un arrogante de primera, fanfarrón y jactancioso. Para William todo es insignificante. Sólo él es lo suficientemente interesante y cool como para captar su atención, se lo hará saber con frecuencia a quienes lo rodean.
    Asegura que no ha conocido ni conocerá el amor, porque es algo demasiado absurdo como para que seres increíbles como él lo vivan. No tiene tiempo para esas nimiedades. Por supuesto, es un coqueto de primera, y flirtearía hasta con una palmera si fuese por él… pero rara vez se involucra sentimentalmente, William ve el coqueteo y el estar con alguien más como un juego que, de vez en cuando, vale la pena jugar. Nada más.

    En el fondo es muy buena persona, aunque asegure que si su vida dependiera de ello, eliminaría al resto de la humanidad y viviría como el único rey y último superviviente de este mundo. Pero es mentira, algo en él siempre se inclinará a ayudar a los demás de una forma u otra.
    Sí, es buena gente.

    Descripción física.
    De estatura imponente, un poco más de seis pies de longitud y un cuerpo que ha sabido hacerse macizo con el entrenamiento constante al que ha debido someterse, pero también porque come como un puerco y eso lo ha hecho agarrar tono. A pesar de todo, sigue tendiendo más a la delgadez que a la robustez de los músculos, pero sin embargo no puede negarse que algún efecto ha surtido en él las arduas tareas.

    Su tez es clara, pero bronceada y dorada por el sol. El rostro de William es de alguien atractivo, de facciones angulosas y masculinas, cubierto por una barba oscura y corta, aunque sí bastante abundante. Además, su rostro está enmarcado por un lacio cabello rubio oscuro que cae irregularmente, en ocasiones peinado y otras veces no tanto, pero siempre lustroso. Sus gruesas cejas oscuras enmarcan un par de ojos azules grisáceos, almendrados y rodeados por negras pestañas.

    No tiene un estilo fijo para vestir, salvo por los tejanos que nunca faltan en su outfit. Pero, por demás, varía… es flexible en ello.
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    Historia.
    Proviene de un planeta muy lejano, llamado Aureus Ignis, la tierra del fuego dorado. Es un lugar hermoso, lleno de inmensos bosques de árboles color del oro y mar de la misma tonalidad, pero bastante pequeño. En aquel planeta, sus padres son monarcas y, por tanto, él pertenece a una estirpe sagrada… y maldita, según sus propias palabras. Pero no tiene nada que ver con maldiciones, embrujos o destinos fatídicos, sino al hecho de que tiene nueve hermanos varones que son prodigiosos en todas las artes habidas y por existir, y tres hermanas encantadoras y graciosas.
    William, por supuesto, es la oveja negra de la familia.

    Desde pequeño dio muchos problemas, era el dolor de cabeza de toda su familia y además de todo el reino, porque no era inusual sorprenderlo haciendo travesuras en el pueblo y, como príncipe que era, los aldeanos debían velar porque regresara seguro a palacio en vez de recibir una buena tunda. Pero, sin embargo, todos coincidían en que el jóven Will era encantador.

    La primera vez que sus sentido de protección y justicia salieron a la luz fue defendiendo a una pequeña niña de una paliza que le propinaban unos bravucones, aunque los niños eran mucho mayores, él se interpuso y aguantó la golpiza sin siquiera quejarse. Posteriormente se desmayó y no volvió a ver a la niña, pero esa calidez que sentía que le susurraba que era fuerte y que nada podía romperlo, fueron inolvidables para él. Jamás lo ha dicho, porque duda que alguien pueda creer que la calidez le habló…


    Gustos.
    —Un buen chiste siempre será capaz de alegrarle el día.
    —Considera que la lluvia tiene un atractivo particular que no tiene el sol, y es porque en su planeta no llueve.
    —Le gusta mucho la tecnología y cualquier aparatito que parezca pensar más que él.
    —Dormir, en cualquiera de sus presentaciones: desde una breve siesta hasta un sueño reparador, un letargo merecido… e incluso el descanso eterno.
    —Comer representa, sin duda, uno de los placeres más grandes para él.
    —Las mujeres en todas sus presentaciones. No tiene un gusto particular para ellas, de hecho, podría coquetear con cualquier cosa que tenga un par de pechos.

    —Disfruta de la música inmensamente. Puede detenerse durante horas a apreciar una buena pieza musical.


    Disgustos.

    —El trabajo pesado, sin duda, es su enemigo número uno. No es que sea un debilucho, pero no entiende qué beneficio traerá a su existencia el tener que cargar pesados sacos de tierra durante algún entrenamiento.

    —Tener que lidiar con sentimientos abrumadores como la tristeza. Es demasiado para él… cuando se trata de sentimientos suyos, opta por ignorarlos e intentar despejar su mente concentrándola en otra cosa, pero cuando pertenecen a alguien más actúa como un descerebrado. No sabe cómo lidiar con ellos, en eso sí que es un completo inútil.

    —Sus hermanos. No es tanto como que los odie, pero sí los desprecia bastante. Les tiene como una especie de envidia extraña que lo impulsa a hacer todo lo contrario a ellos sólo para no parecérseles, lo que lo convierte en la oveja negra de su familia.

    —Los abusadores, aunque él mismo a veces se comporte como uno, pero nunca lo hace con una intención verdaderamente maligna.

    —Madrugar es como la kryptonita para él.

    —Su familia, no los tiene en muy buena estima. Es más una manía suya que el que su familia le hubiese dado un verdadero motivo para odiarlos.


    Extras.

    —Tiene un tatuaje en el brazo, una frase en un idioma antiguo cuyo significado él nunca explica. Tiene que ver con una leyenda de su planeta, pero no le gusta que pregunten por él y usualmente evade el tema cuando algún osado lo hace.

    —Es un rotundo fracaso en cuanto a tratar con animales se trata porque nunca ha tenido ninguna mascota, fue una de las prohibiciones estrictas en su casa: cero animales.

    —Por ahora, es el décimo en la línea sucesorial, por encima de las mujeres, pero conforme sus hermanos vayan teniendo hijos, su posición irá bajando. Sin embargo, es usual oírlo hablar de un plan para aumentar sus probabilidades de ser rey que incluye una muerte lenta y dolorosa para sus hermanos.

    —Tiene la extraña convicción de que ha nacido para ser un villano, a menudo lo hace saber.

    —Las pocas veces que ha pisado la biblioteca ha sido porque lo han obligado. De resto, le parece el lugar más aburrido del planeta cuya única cosa buena es que es idóneo para echar una siesta.


    Habilidades.

    A pesar de ser un vago sin remedio, William cumple con lo mínimo requerido para ser un especialista decente. Tiene resistencia, fortaleza y mucha agilidad, capaz de exponerse a enemigos poderosos y resultar muy poco agraviado. Es habilidoso el arte de la pelea cuerpo a cuerpo porque con frecuencia se enfrasca en ellas con sus compañeros, así que por allí tiene un punto a favor. Como especialista en el manejo de escudos, Will es especialmente excepcional, porque aunque no se lo proponga resulta extremadamente habilidoso en el uso de escudos y protecciones, tanto para sí como para terceros.
     
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  5. Threadmarks: Ficha: Andrew Millard
     
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

    Géminis
    Miembro desde:
    12 Julio 2010
    Mensajes:
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    Pluma de
    Escritor
    “Cuando quieras hacer una impresión
    y creas que ya has ido demasiado lejos, excédete un poco más.
    Siempre déjalos preguntándose si estás un poco loco,
    y las personas jamás intentarán
    ni mierda en contra tuya.”


    ANDREW, LADIES & GENTLEMAN
    tenía que ponerlo sorry.
    Nombre: Andrew Millard.​
    Edad: Veinte años.
    Descripción psicológica: Todo grupo necesita un bravucón; Andrew se considera a sí mismo ese personaje. Odioso, buscapleitos, un poco sarcástico. A menudo, es visto como un sujeto inestable y sin respeto por las normas, y casi siempre, esto es verdadero. Andrew hace lo que quiere cuando quiere, como quiere y a cuestas de quien sea. Puede no ser justo o correcto, pero como él tampoco es reconocido por su brújula moral, la mayor parte del tiempo las repercusiones de sus actos le chupan un huevo. Le cuesta seguir órdenes y trabajar en equipo supone un gran reto para él, porque se considera individual en cada sentido de la palabra, “trabajar con otras personas me enlentece”, es lo que suele decir cuando se le exige compañerismo.

    Es un muchacho emprendedor. Sería un perfecto líder de no ser por su egoísmo con respecto a compartir la gloria con otras personas. Puesto que siente la constante necesidad de reafirmarse a sí mismo y demostrarle a los que le rodean su valía, inteligencia y fuerza, es tremendamente crítico con las personas que tiene a su alcance. Posee mucha energía y vitalidad, pero raras veces la emplea para cosas positivas o que no sean de su conveniencia, y por supuesto esto lo mete en problemas. Afortunadamente, Andrew le da poca y nula importancia a lo que las personas piensen de él… siempre que dichos pensamientos se queden en sus cabezas y no salgan de sus bocas, pues de lo contrario lo más probable es que Andrew termine con un reporte de mala conducta (otra vez) y la otra persona, en el hospital.

    Repudia y evita al sexo femenino, y en general, a todo lo que le recuerde a estas. Para él las chicas son seres inferiores, hadas o en la raza que vengan. Las encuentra superficiales, metiches y molestas. Usualmente es bueno camuflando su odio cuando está en presencia de alguna mujer, pues tampoco las considera lo suficientemente importantes como para volverlas conocedoras de lo que piensa acerca de ellas, pero como siempre, para todo hay una excepción. Andrew puede soportar al tipo de mujer taciturna y reservada, sumisa (pues siendo él tan dominante, era de esperarse) y pierde los estribos con facilidad cuando debe lidiar con alguna malcriada que no conoce su lugar.

    Es dolorosamente honesto y franco, a veces rayando en lo cruel. Sólo miente cuando es conveniente para él, no para proteger o beneficiar a los demás. Le gusta exagerar las cosas, llevarlas al próximo nivel nada más para causar la impresión que él quiere. A menudo, esto le hace creer a las personas que está loco. Andrew no tiene ningún problema con este hecho. Es un sujeto lleno de mañas y costumbres inusuales y molestas. Por ejemplo, se truena los dedos y las muñecas cuando está estresado y sobre todo cuando está en presencia de alguien que encuentra el gesto desagradable. Fuma como una chimenea en presencia de otros y mira fijamente a las personas nada más por la diversión que encuentra en hacerlas sentirse incómodas.

    Centrado en lo que quiere, si tiene una meta, hará todo lo posible por cumplirla. No tolera fallos o derrotas, no tolera las humillaciones y es altamente competitivo. Si te declara la guerra, guerra tendrás. Es conocido por ser egocéntrico y grosero, malicioso y violento; también por ser uno de esos Especialistas que a pesar de ser tremendamente atractivos para la población femenina, rechaza cada uno de sus avances. En efecto, se decía en la Academia que Andrew era homosexual hasta que él se encargó de golpear a cada una de las personas que esparcieron el rumor. Ahora, o nadie se atreve a especular sobre su inclinación sexual en voz alta, o a nadie le interesa.

    Descripción física: Cabello lacio color castaño claro, corto. Tez blanca, pálida y de complexión atlética, pero no en exageración, pues parece poseer el cuerpo de un nadador en vez del de alguien que levanta pesas. Aún así posee hombros amplios y brazos fuertes, pectorales marcados y abdomen plano, duro. Mide 1,85 m y continúa creciendo. Andrew es un hombre bastante atractivo, con una mandíbula definida, ojos azules, cejas pobladas y labios llenos pero masculinos. Manos grandes, rústicas y piernas musculosas.

    Suele vestir jeans y franelillas (no le suele importar el color), zapatos deportivos. No le gustan las camisas con mangas, pero cuando debe vestirlas, debe vestirlas. De hecho, no le agrada la ropa restrictiva, formal, pues ama tener libertad de movimiento, y si fuera por él, estaría descalzo todo el tiempo.

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    Historia: Andrew viene de la Tierra. De hecho, es estadounidense, y se crió en Nueva York. Su padre (Joseph Millard) era socio en una firma de abogados que tuvo la desgracia de conocer a su madre, una prostituta adicta al crack que lo arruinó de todas las formas posibles después de darse cuenta que lo tenía envuelto en su dedo meñique. Cuando Andrew nació, y su madre se dio cuenta de que no tenía nada más que quitarle a Joseph, huyó, dejando a un Andrew de ocho años solo, con su padre.

    Andrew nunca volvió a ver a su madre, pero no le quedaron ganas después de ver cómo la ausencia de ella afectó a su papá. Joseph Millard se convirtió en un cascarón de lo que solía ser, descuidando su empleo y a su único hijo. Nunca más volvió a casarse, jamás volvió a ser el mismo hombre exitoso de negocios, y Andrew comenzó a odiar a su madre por haber pisado a su padre de esa manera.

    En décimo grado, su ‘mejor amiga’ le confesó estar metida en una relación indecente con su profesor de matemáticas, porque necesitaba buenas calificaciones para aprobar la materia. Desde ahí en adelante el odio hacia su madre se transfirió a cada mujer que conoció a lo largo de su adolescencia. Andrew siempre veía a las mujeres haciendo algo desagradable: siendo infieles, intercambiando sexo por beneficios, aprovechándose de hombres y mujeres por igual. El resto de sus años antes de entrar a Magic Academy, estaba metido en problemas con la policía por vandalismo y pasó un año cumpliendo sentencia en una correccional de menores.

    Descubrió su magia a los quince años, en medio de una lucha con otra banda. Su magia siempre se manifestaba en medio de ataques de ira, hasta que aprendió a controlarlo en Magic Academy.

    Gustos/Disgustos/Extras:

    Gustos:
    —La tecnología y sus avances.
    —Las personas que saben meterse en sus propios asuntos en vez de tener sus narices en cosas que no les conviene.
    —La lluvia.
    —La limpieza y el orden.
    —Poder ir por ahí sin camisa, y sobre todo, que nadie esté armándole un drama por ello. Todo sea por sentirse más fresco.
    —Las peleas, todo lo que tenga que ver con combate, deportes y competitividad.
    —La comida muy condientada, pero sin ser salada.
    —Nadar, es algo que hace desde que tiene memoria. Aprendió a nadar antes que a caminar.
    —Una persona tan ágil en combate como él, con quien pueda tener una pelea sin contenerse.

    Disgustos:
    —Los tatuajes y perforaciones. Los encuentra anti-higiénicos y desagradables.
    —Ser interrumpido mientras habla.
    —Que lo sermoneen. Está consciente de cómo hace las cosas, no necesita a ningún idiota dándole lecciones de vida.
    —La gente holgazana, que espera a que todo se lo hagan o que todo les caiga del cielo.
    —Las mujeres, en general. Pero siente un odio especial e incontenible por las habladoras, creídas y egocéntricas. Para él, son las peores.
    —Cuando las chicas le coquetean. Siente un fuerte impulso entre salir huyendo, insultarlas y golpearlas, pero siempre opta por la primera o segunda opción.
    —Trabajar en equipo, ya sea con especialistas o hadas, o cualquier otra raza.
    —La música electrónica o ruidosa, le causa jaqueca.
    —Las categorías. Por ejemplo, él no es ‘malo’ o ‘bueno’, él es su propia persona y punto.
    —El contacto físico innecesario.

    Extras:
    —Odia que lo llamen por su nombre completo. Él es “Drew”, para sí mismo y para todos.
    —Es muy expresivo. Todo lo que siente se le nota en el rostro.
    —No está de acuerdo con los ideales de protección de la Academia. Según Andrew, nadie puede salvarte salvo tú mismo. Y a veces, incluso tú no puedes salvarte, no importa cuánto lo intentes.
    —Tiene un amplio expediente policial en su planeta por vandalismo.
    —Es homofóbico, por este y otros hechos, se ha dejado de circular el rumor de su homosexualidad.
    —Odia los romanticismos. Di algo cursi en su presencia y probablemente te lanzará un golpe.
    —Considera hacer llorar a las mujeres un deporte. Le encanta soltar cosas hirientes en presencia de las más sensibles y quebrantables nada más para ver cuánto pueden resistir.
    —El psicólogo de la Academia lo diagnosticó con Trastorno Explosivo* y Ginefobia*. Andrew reconoció que el primero puede ser cierto, y el segundo, un diagnóstico de porquería, pues él no le teme a las mujeres, las repudia.
    —Es virgen. Su asco por las mujeres jamás le ha dado pie a pensar en tener sexo con alguna. Igualmente, opina que el sexo no es algo que le atraiga o haga falta.
    —Juega cualquier deporte que le presentes.
    —No cree en el karma, ni en la buena o mala suerte. Tampoco cree en el destino.

    Habilidades:

    Especialista en armamento . Manejo de la tecnología.
    Este especialista es quien se encarga del mantenimiento de los equipos, la manipulación y la mejora de los mismos. Suelen crear armas y desarrollarlas y por lo general se les da bien utilizar cualquiera de ellas para pelear.

    Andrew no se inclina por un arma en especial, siendo un especialista en armamento, puede luchar a su máximo con cualquier cosa que pongan en sus manos. Se le da mejor el combate cuerpo a cuerpo, pues sabe usar muy bien sus puños.

    .
    .
    .

    *Trastorno explosivo.
    Consiste en episodios de pérdida del control de los impulsos agresivos, dando lugar a actos violentos, graves o a destrucción de la propiedad. La agresividad manifestada no es en absoluto proporcional al motivo desencadenante.

    *Ginefobia.
    La ginefobia es un trastorno nervioso caracterizado por un temor mórbido o una aversión patológica a las mujeres. Se trata de un fenómeno fóbico obsesivo que afecta casi exclusivamente al hombre y por lo general tiene relación con alguna experiencia desagradable sufrida en la infancia en la que intervino alguna mujer.
     
    Última edición por un moderador: 15 Diciembre 2016
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  6. Threadmarks: Ficha: Renée Brünner
     
    Bugs Bunny

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    Nombre: Renée Brünner.
    Edad: 17.

    Descripción psicológica

    Renée es amiga de todos y de nadie. Suele vivir bajo una máscara de aparente torpeza e ingenuidad que complementa su aniñado rostro. Sin embargo, esa máscara no existe cuando está con sus amigos y se revela una realidad totalmente opuesta a la creencia general, siendo realmente una chica inteligente y mortalmente analítica, llegando a ser un defecto si se deja llevar y hace conjeturas apresuradas.

    Fría y calculadora como nadie, es capaz de mantener la calma aunque el piso se esté partiendo con ella encima, con la capacidad de pensar en soluciones aún cuando el problema ni siquiera es revelado totalmente. Dueña de una calma digna de sus dones.

    Es brutalmente honesta y bastante leal, por lo que las traiciones no tienen perdón en lo que a ella respecta, además, no se olvida fácil de las cosas por no decir que simplemente no se olvida. Es rencorosa y le gusta devolver a la gente en cantidades iguales o un poco exageradas lo que sea que le hayan hecho, pues siente que “quedan en deuda”, una forma retorcida de presentarlo, al igual que su humor, pues también domina una lengua que cuando quiere es en extremo viperina.

    Poseedora de una visión y locomoción perfecta, como consecuencia son sus manos lo que más cuida y valora. Su mayor inseguridad siempre fue la falta de poderes ofensivos, sintiéndose atrás y a veces hasta como una carga para quienes debían protegerla. Incluso hoy cuando descubre poco a poco esas habilidades, la falta de dominio la carcome sin llegar a darse cuenta que son sus miedos lo que la detienen.

    Detrás de todo ese aparente autocontrol es verdaderamente frágil. Suele añorar el recuerdo de sus padres aunque sea borroso y teme profundamente confiar en las personas, llegando a sufrir quiebres emocionales que le recuerdan que es tan sólo una chiquilla y que no tiene el control de todo.

    En el ámbito amoroso dice no estar interesada pero eso no es más que una excusa para ocultar otro de sus miedos, pues teme que las emociones fuertes desaten los poderes que no domina y acabe lastimando a alguien.

    No le gusta hablar de sí misma y siempre encontrará maneras sutiles e ingeniosas de desviar la atención hacia otra cosa o persona que no sea ella. Dejando entrever así que es el tipo de persona que cuida mucho a los suyos y siempre serán ellos antes que nadie.

    Descripción física

    Renée es bastante baja, mide 1, 57, de contextura delgada. Su cabello es castaño y suele agregarle de vez en cuando algún otro color, procurando no teñirlo del todo. Tiene unos ojos grandes de color verde y su tez es algo bronceada.

    Hijos de Dios, esta fue la única imagen que me hizo feliz, así que si quieren seguir stalkeando busquen en google, que no la saqué de un tumblr mal parado, hehe.
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    Historia

    Es originaria de lo que fue alguna vez el planeta Leben, hoy en día siendo solamente historia, pues pese a la ironía de su nombre y sus habitantes nunca fue un lugar próspero y poco a poco fue reduciéndose hasta quedar en nada y desaparecer. Las razones son desconocidas.

    Renée tiene recuerdos muy vagos y prefiere no hablar del tema. Descubrió sus poderes de curación y potenciación cuando ayudó a su padre a sacarla de lo que fue su hogar y enviarla a la tierra, y de curación al ayudarse a sí misma luego del desastre.

    Los poderes defensivos los descubrió al asesinar a alguien por accidente, desde entonces al ser una persona que gusta de mantener el control, se aterró de sí misma, razón por la cual tampoco los domina totalmente y al ser escasa la información de su planeta y recordar ella muy poco, cuando está en total soledad es el único momento en el que intenta mejorar de forma autodidacta. No obstante, ese es un secreto que tan sólo lo saben los directivos de la academia, quienes posteriormente la acogieron.

    Gustos

    —El silencio.
    —Los debates.
    —La anatomía.
    —Aprender algo nuevo.
    —Las películas de horror y thrillers.
    —La carne, la ama por sobre cualquier cosa.

    Disgustos

    —Llamar la atención.
    —Demostrar sus emociones.
    —La gente con complejo de superioridad.
    —Que alguien se preocupe por ella. Le sienta mal.
    —Los gritos, los dramas, funerales y ambientes trágicos.
    —Despertar antes de las nueve; despertar después de las nueve.

    Extras

    —Tiene un cerdito vietnamita llamado Dimka.
    —De vez en cuando le gusta ponerse retos diarios.
    —Es buena en el atletismo, suele participar en maratones.
    —A pesar de su actitud algo rebelde, es raro verla de mal humor.
    —Siempre está leyendo una enciclopedia médica. Tiene un récord.
    —Es buena jugando ajedrez, pero por alguna razón no quiere que la gente descubra sobre eso.

    Habilidades

    Hada de la sanación. Poder de curación y potenciación.

    Protección

    —Curación:
    • Puede sanar heridas y poner huesos en su lugar.
    • Puede sanar enfermedades, sin embargo con limitaciones pues mientras más grande o agresiva sea, existen más probabilidades de que consuma su energía vital.
    —Potenciación:
    • Es capaz de brindar una fuerza o impulso momentáneo hacia una persona para aumentar su energía.
    • Potenciación a la inversa; así como puede mitigar el dolor, puede aumentarlo.
    Defensa

    De contacto:
    • Puede atacar momentáneamente el sistema nervioso central del individuo, dejándolo fuera de combate, pero sólo por un corto período de tiempo.
    • Si entra en un combate cuerpo a cuerpo con su oponente, es capaz de romper/cortar los huesos, órganos internos, músculos y/o tendones con precisión y sin mayor esfuerzo, aunque claramente consuma energía.
    —De distancia:
    • Puede confundir cualquiera de los cinco sentidos del oponente, pero éste tiene que estar obligatoriamente en su campo de visión y con una cercanía prudente, pues de otra forma no surtirá mayor efecto o simplemente no va a alcanzarlo.
     
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  7. Threadmarks: Ficha: Owen Müller
     
    Kárupin

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    Nombre: Owen Müller

    Edad: 19

    Descripción psicológica: Reservado, callado, algunos dicen que misterioso, Owen es alguien que aunque quisieras conocer no estás seguro que sea lo mejor. La gente que suele decir “si las paredes hablaran…” seguramente es porque no conocen a Owen, pues él está ahí aunque no lo notes y probablemente sepa dos o tres cosas sobre ti. Él ha aprendido a mantenerse callado y al margen de las situaciones, sobre todo, ha aprendido cuál es su lugar. No suele relacionarse mucho con la gente, más que nada porque es cuidadoso, su madre se lo ha repetido hasta el cansancio, que no se confíe porque alguien podría utilizarlo para echar a perder la reputación de su padre (del cual desconoce el nombre) y aunque a él le importa más bien poco ese desconocido, para él, su madre es su adoración.


    No es irracional, siempre busca la diplomacia y que ambas partes salgan ganando. Detesta las injusticias pero pocas veces saltará a la defensa de alguien, sobretodo porque ya lo ha hecho en el pasado y salió perdiendo.


    Se podría decir que Owen es un espectador de todo lo que pasa en la academia, con toda seguridad sabrá dos o tres secretos de cualquier estudiante, aunque nunca lo utilizaría para su beneficio o como chantaje. Simplemente se ha enterado por casualidad o accidente, sobre todo por habladurías y rumores.


    Es muy bueno evadiendo temas de los que no quiere hablar, pero aún mejor saliéndose con la suya sin que nadie se dé cuenta.


    A pesar de su aspecto él es una persona increíblemente cálida, tiene cierta tendencia a cuidar de la gente independientemente de si son conocidos o no. Aunque él nunca lo admitiría, más bien lo haría e inmediatamente se lamentaría por haber tenido un momento de debilidad, aunque muy en el fondo no tanto.


    Descripción física:
    Owen es de piel nívea, sus cejas son rectas y oscuras, mientas que su nariz está perfectamente delineada. Sus labios son ligeramente carnosos y rosados. Definitivamente lo que más llama la atención de él es el contraste entre sus cabellos platinados y sus ojos azul hielo.

    Su cabello, que es oscuro en la raíz y plateado a medida que crece, es una característica natural de la familia real, por lo que cuando habitaba en Annwn solía pintarlo todo de negro, pero ahora que está en la academia no le ve el caso, pues puede decir que simplemente lo tiñó.


    Sus ojos son de un azul increíblemente pálido. Recuerdan al hielo tanto por su color como por su falta de expresividad. La gente suele decir que si le miras fijamente quedarás bajo su encanto. Él no cree en eso, así que si habla con una persona le intentará mantener la mirada aunque ellos la desvíen.


    Mide 1.85 y tiene complexión de nadador. A pesar de ser de talla mediana, los músculos que tiene están bien definidos aunque los suele ocultar. No le gusta llevar ropa muy ajustada, por lo que prefiere ropa de su talla que le quede holgada.


    Owen tiene un porte elegante sin llegar a ser estirado, suele tener un aura de inalcanzable a su alrededor.

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    y él cuando sólía teñir todo su cabello:
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    Historia: Owen es el hijo bastardo de un personaje importante de su planeta. ¿De quién? Ni él mismo sabe, pero su madre se lo ha repetido desde que era niño. Estas palabras siempre fueron acompañadas por frases tipo “por eso, debes saber hacer esto”, “por eso, debes saber hacer lo otro”. Nunca tuvo verdadera libertad de decisión, su camino siempre estuvo trazado por su madre, una mujer trabajadora que se ha desvelado para darle lo mejor a su hijo, porque, dentro de todo, estúpidamente aún ama al padre de su hijo y no quiere que éste se avergüence de él. Y Owen, que adora a su madre, siempre procuró no causarle ningún disgusto ni problema, eso, hasta los 17 años, donde se dio cuenta que lo mejor era estar lejos de ella, por el bien de ambos e ingresó a la academia.

    Desde muy chico su madre insistió en que aprendiera a hacer de todo un poco a pesar de su buena posición económica. Por eso sabe hacer las tareas domésticas, tales como cocinar, lavar, o limpiar. Pero también aprendió a nadar en el lago que quedaba cerca de su cabaña. Tuvo profesores que le instruyeron en diferentes deportes como esgrima o las artes marciales, y otros que insistieron que saber leer las constelaciones, o saber quién fue un tal Isaac Newton era de vital importancia. Tal vez de todos profesores el que más le agradaba era el matemáticas, pues cuando le preguntó si su era su padre quien les mandaba a enseñarle, él cálidamente le dijo que la respuesta era inútil, pero que sí, su padre les mandaba.


    Así que la educación en casa corrió por parte de su padre, todo lo demás su madre y la familia de ella se las apañó. Pensar en ello se le hace estúpido, pero es un pensamiento recurrente.


    Gustos/Disgustos/Extras:

    · Trabaja medio tiempo en la biblioteca, caldera hirviente de chismes y rumores.

    · Tiene una cierta tendencia a querer ayudar a las mujeres, tal vez porque le recuerdan a su madre, de cualquier manera él no lo hará a menos que lo considere prudente.

    · Sus opiniones sólo las expresará cuando lo considere adecuado o si le preguntan abiertamente. En cualquiera de los dos casos sólo dirá hasta donde sea necesario.

    · Su madre es muy bella e inteligente, sus ojos azules son preciosos como zafiros. Se enamoró completamente de un personaje de la familia real e hizo que él cayera por ella encantándolo en primer lugar con su don particular, sin embargo debido a lo inconveniente de la situación la familia de él lo alejó de ella, pero ya estaba embarazada. Para bien o para mal la existencia de Owen es desconocido para la familia de su padre.

    · Owen puede ser necio y testarudo a su manera, de ninguna manera será vociferándolo, sino con acciones. Características que heredó de su madre.

    · Contrario a lo que se podría imaginar Owen no sufre mamitis, siente un profundo respeto y adoración por su madre, y ¿por qué no decirlo? Amor. De cualquier manera esa clase de apego enfermizo o expresión de sentimientos abiertamente es algo que no son parte de su personalidad.

    · Sus ojos son, literalmente, encantadores. Aunque de momento es algo que desconoce.

    · Está interesado en convertirse en piloto aviador.

    · Es bueno en las matemáticas y física, tiene un cierto interés en la química y aunque realmente no está interesado en la literatura tiene un vasto conocimiento de ella.

    · No le gusta sudar, por eso prefiere nadar. Pero eso no es algo que se pueda evitar, ¿cierto?

    · El profesor de defensa personal suele pedirle que le ayude con los novatos o especialistas que se quieren mantener en forma, por lo que no es raro que se le vea en el gimnasio teniendo encuentros otros con alumnos.

    · No tiene mucha paciencia con las personas que padecen vómito verbal (que hablan mucho y te quieren contar todo).


    Habilidades:
    Súper Nerd. Especialista en el manejo del conocimiento.
    Malditamente bueno en asuntos digitales, Owen es El Programador; El Creador. Una simple cafetera la puede convertir en una computadora… bueno, no. Pero sí puede decodificar algoritmos mágicos e idiomas antiguos.

    Más que increíblemente inteligente es increíblemente racional y lógico. Es por eso que se le dan los asuntos tecnológicos, armar y desarmar objetos y crear otros en base a ellos. Él lo llamaría sentido común. Cualquier asunto tecnológico-eléctrico él lo arreglará. Su paciencia y temple dignos de alabanza hacen que él disponga de la imperturbabilidad necesaria para resolver y decodificar algoritmos o idiomas sin mandar a nadie a freír espárragos.

    Por otra parte al haber sido entrenado por años en las artes marciales destaca en el combate cuerpo a cuerpo, lo que no tiene en fuerza lo compensa con agilidad, experiencia y técnica, aunque no golpea suave precisamente. Respectro a las armas sabe lo que todo especialista debería, pero no es exactamente un maestro con ellas, de cualquier forma aunque se le da como al promedio si tuviera que elegir una sería el juego de Sai que le regaló su maestro de artes marciales, con ellas puede hacer de todo, incluso brochetas.
     
    Última edición: 4 Mayo 2016
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  8. Threadmarks: Nina Lampicka
     
    Ceci

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  9. Threadmarks: Ficha: Winona Cox
     
    Luccifet

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    Nombre: Winona Cox.

    Edad: Diecinueve años.

    Descripción psicológica: Cualquiera que conozca a Win (como se presenta y gusta que le digan) podría decir que es un buen amigo en el cual confiar. Sí, amigo, puesto que su feminidad es prácticamente nula. No es que se esfuerce en ser un machito (de hecho aquel que la conozca bien sabe que no lo es) sólo es que el color rosa y la delicadeza no van con ella. Suele pasar la mayoría del tiempo rodeada de chicos, casi como si fuera uno de ellos, pues se complementa y acomoda mucho mejor que con las mujeres. Muy natural, liberal y relajada, transparente. Dice lo que piensa sin tener miedo a las consecuencias y en caso de que las haya las afronta a la perfección, sin rechistar, aunque siempre siendo 100% justa pues jamás dejará que le pasen encima. Muy personal y de carácter fuerte, Winona siempre tomará el camino que quiera sin mirar o dar pasos atrás. No está acostumbrada a estar con mucha gente por lo que más de una vez se sentirá agobiada cuando así tenga que ser y cuando menos te lo esperes la verás desaparecer. Es del tipo de persona con la que puedes tener una charla profunda sin aburrirte o estar en completo y cómodo silencio sin sentir la necesidad de romperlo. Es buena escuchando y guardando secretos; excelente cómplice, pero no es que todas las pláticas con Win sean profundas siempre. Gusta, de hecho, de las charlas casuales y de corta duración; lo suyo es el silencio, el misterio en toda su esencia. Es bastante dada a desaparecer de un momento a otro y sin que nadie se entere y cuando la encuentren seguramente será arriba de un árbol o recargada en uno con los audífonos puestos, mirando al horizonte. Siente una extraña conexión con la naturaleza por lo que ésta suele ser su escape en todo momento.

    Es inteligente y sensible a su entorno, refiriéndonos con esto a que puede percibir y deducir fácilmente los sentimientos o la personalidad de alguien conviviendo un rato con él o ella. De alguna u otra forma, Winona siempre podrá llenar el vacío de algo que le falte a una persona, pues al percibir que, por ejemplo, te falta ser escuchado, ella estará ahí para oírte hablar día y noche; si necesitas compañía, ella estará ahí en silencio siempre que quieras. Winona se convierte en lo que sus amigos más necesiten, consciente o inconscientemente, pues tiene de sí para dar sin que se lo pidan a viva voz. Aventurera, le encanta experimentar, conocer cosas nuevas y puede decirse que no le tiene miedo a casi nada. Ante las situaciones complicadas Win adopta una postura tipo estratega y procura pensar con cabeza fría, tomando la decisión que sea más conveniente para que las cosas se resuelvan sin causar muchos daños. De gustos y actitud bohemia, le encantan las “cosas de chicos”, le divierten (además cree que se desenvuelve mucho mejor en ello que en cuestiones femeninas). Su comportamiento en grupos de chicos es siempre relajado, sincero y hasta confianzudo, ya que no teme tratar a alguien que acaba de conocer como un amigo. Nunca se le verá gritando o queriendo ser el centro de atención porque sabe que con sus amigos no necesita eso. Es dada a bromear hasta con la cosa más pequeña una vez está en confianza, siguiendo también las bromas de sus amigos si así se da el caso. No es fácil molestarla o hacerla enojar, pero tampoco es imposible. Si esto ocurre probablemente no querrá hablar contigo hasta que se le bajen los humos, puesto que si le enfrentas enojada dirá un montón de cosas de las que se puede arrepentir después.

    Su actitud nunca es pesada pero su poca delicadeza puede pasar la cuenta a quienes le rodean, ya que puede llegar a ser muy brusca en la manera en la que dice o digiere las cosas, sobre todo si se trata del sexo masculino. Win no tiene miedo a pelearse con un chico si la situación lo amerita y, por ejemplo, si ve que se están metiendo con alguien no dudará en ponerlos en su lugar. Su comportamiento con las chicas no es tan confianzudo y despreocupado, pero tampoco es del tipo de persona que trata mal a alguien sólo porque le trataron mal (hablando de su propio sexo). Winona puede tener amistades femeninas siempre y cuando sienta la sinceridad de la relación. Si se requiere que sea más “delicada y femenina” ella va a serlo a su manera, siempre buscando sentirse cómoda y ser ella, pues no dejará que nadie la haga sentirse algo que no es. No es dada a llorar. De hecho recuerda haber llorado contadas veces en su vida, todas cuando era pequeñita. No es porque esconda sus sentimientos o se haga la dura, simplemente no es parte de ella ser chillona o sentimental. Es fuerte, decidida, firme. Difícil y casi imposible hacerla flaquear cuando está segura de algo. Complicado sacarle una risa, cabe resaltar, pero cuando algo o alguien le saca una sonrisa es 100% sincera. Aprecia el trabajo y el esfuerzo de sobremanera, pues ella misma ha tenido una vida difícil y sabe lo mucho que se puede llegar a sufrir por situaciones de la vida que están fuera de las manos de uno. El amor es un tema muy desconocido para Win pues básicamente no tiene ni idea de qué se siente tener ese tipo de sentimientos por alguien, sin embargo cree que puede diferenciar el amor familiar, amistoso y romántico. No considera que sea un tema que le carcoma por dentro puesto que sabe que si alguien tiene que llegar, llegará, si no está perfectamente bien con eso y puede continuar su vida teniendo amigos sin ningún problema.

    Descripción física: Alta (1,70) comparada con la estatura promedio de mujeres en su planeta. Delgada, de cuerpo y rasgos afilados, casi andróginos. No es ni se considera físicamente muy agraciada (y tampoco le importa demasiado); no usa ningún tipo de maquillaje o cosa demasiado rebuscada pues sencillamente no es de su agrado Cabello largo de color paja, abundante, la mayoría del tiempo lo lleva desaliñado o bajo un gorrito. Piel trigueña y ojos grisáceos enmarcados por unas amplias cejas oscuras. Expresa mucho con el rostro, por lo que sus movimientos faciales pueden llegar a ser muy marcados. Cuando sonríe se le ven apenas unos hoyuelos en las mejillas.

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    Historia: Win proviene del caótico planeta Mach, famoso, entre tantas cosas, por su tasa de natalidad masculina del 90%. Vivir como mujer es verdadera y terriblemente complicado puesto que, al ser tan pocas, existe un estricto y abusivo control desde el momento en el que nacen hasta el momento en el que mueren. Toda su infancia son vigiladas por el reino, señaladas y objetificadas por los que les rodean. Al cumplir los dieciocho años son extraídas como objetos con el puro objetivo de reproducirse y llenar las necesidades masculinas sin ningún derecho a decir una sola palabra al respecto. Afortunada o desafortunadamente, Winona vivió una vida diferente al resto de las chicas de Mach. Sus primeros años fueron dentro de la mansión del reino (lugar donde resguardan a todas las mujeres y las niñas que nacen ahí dentro); una época dura sin duda, pues a pesar de ser apenas una chiquita de 4 años ya era obligada a realizar tareas domésticas sin ningún derecho de jugar o divertirse como una niña de su edad debería. Moira Cox, una mujer aguerrida, liberal y orgullosamente madre de Win, luchaba con el alma todos los días para poder estar aunque fuese unos momentos con su hija y darle un poco de cariño, de paz, buscando enmendar de alguna forma el haberla traído al mundo en una situación tan terrible como esa.

    Todas las noches Winona iba al dormitorio que compartía con otras mujeres y adolescentes y observaba la noche por la ventana. Siempre le llamó la atención un árbol frente a ella, pues entre más pasaba el tiempo más parecía secarse, darse por vencido. Win deseaba con todo su corazón que el árbol mejorara y una noche, para su sorpresa, mientras acariciaba con la mirada sus ramas secas, observó cómo una serie de pequeñas hojas comenzó a brotar. Algo en ella empezó a removerse desde muy adentro, por lo que durante varias noches, incluso antes de que le permitieran irse a la habitación, Win ya estaba en el alféizar de la ventana observando al árbol. Fue tanto lo que logró florecer que sus ramas alcanzaron la ventana, y en cuanto se dio el contacto de sus manos con el árbol, la fuerza dentro de ella se hizo más fuerte, logrando brotar un par de alas de su espalda. Emocionada, Win le contó a su madre su nuevo descubrimiento y de ahí en adelante procuró llegar temprano todos los días antes de que las demás mujeres con las que compartía dormitorio hicieran aparición.

    Pero a los 7 años su felicidad fue arrancada de raíz cuando una de las mujeres, con la suerte o el infortunio de arribar temprano a la habitación, vio aquella hermosa escena y contempló el par de alitas en la espalda de Win mientras acariciaba el árbol. El rumor se esparció entre las mujeres y noches después, aquellas con las que compartía habitación (incluso más) le sorprendieron cuando estaba en plena transformación, rodeando su cama y tomándola por el cabello para literalmente arrancarle la batita para dormir con las manos. “Maldita” dijeron muchas, celosas, al ver las alas batirse apenas en su espalda. “¿Te crees que esto te va a salvar de aquí, eh? ¿Que esto es tu boleto de salida de Mach?”. Winona lloraba abrazándose con fuerza, pues no entendía por qué la trataban de esa manera. Su llanto se volvió lastimero y fuerte cuando la voltearon bruscamente, cara contra la almohada, y comenzó a sentir como esas gráciles y apenas visibles alitas eran arrancadas con toda la fuerza e ira de mujeres dolidas con su propio destino. No recuerda haber sentido más dolor en su vida pues no fue un daño meramente físico. Moira lloró en silencio, con rabia, cuando recibió a Win llorando descontroladamente, adolorida, destruida, y juró por todo lo existente que iban a escapar de ahí.

    Dicho y hecho, después de meses de maltratos (no sólo masculino sino de su mismo género), de sacrificios y mucho dolor, Moira ingenió un plan que les permitió escapar de la mansión. El reino las buscó exhaustivamente antes de darlas por muertas, pero el plan de Moira había sido tan minuicioso y largo que lograron su cometido sin mayor retraso. Huyeron kilómetros, presurosas, hasta llegar a una pequeña choza escondida del mundo cerca de un lago de agua verde oscura, el inicio de un pantano al que no se acercaba ni dios. Aunque era pequeña y algo fea, estaba bien equipada para sobrevivir. Moira le dijo que esa choza había pertenecido a su padre, del cual no sabe absolutamente nada y teme preguntar, pues está casi segura que es como un hombre de Mach más. A partir de ahí su vida fue dura pero tranquila. Aprendió a hacer trabajo pesado, a cultivar, a manejar vehículos, armas y a hacer de las suyas disfrazándose de chico para conseguir herramientas, comida o víveres de la aldea vecina.

    Gustos/Disgustos/Extras:

    —Le encanta usar gorritos y capuchas de chamarra, es parte de su estilo.
    —Ama escalar y los deportes extremos. No tiene miedo a ensuciarse la ropa o arruinarse el cabello.
    —Prefiere usar el uniforme de hombres al de las chicas, pues le sienta más cómodo.
    —Cuando alguien le dice algo o le critica por su falta de feminidad Win es dada a, básicamente, ignorarlo.
    —Le encanta manejar cualquier medio de transporte, pero definitivamente adora volar. Asegura que se siente libre, viva, como un pájaro.
    —Le gusta explorar terrenos desconocidos; tiene de hecho la idea de viajar por distintos mundos en su nave en compañía de alguien.
    —Al salir de su planeta descubrió su amor: la música (en Mach no hay acceso a la música dentro de la mansión). Le encanta escucharla y siempre que pueda lo hará entre la naturaleza.
    —Le gusta construir cosas, así sea el más tonto muñequito a base de ramas o cuerdas, se entretiene mucho con ese tipo de cosas.
    —Por alguna razón le encanta hacer de todo un misterio o un secreto, pues no habla mucho de ella y todo lo que le digan nunca saldrá de sus labios.
    —Es dada a ver todo con metáforas.
    —Su mejor momento es recostarse en el pasto y mirar al cielo de noche.
    —Es buena memorizando cosas; nombres o caras, probablemente se acordará de ti por mucho tiempo aunque sólo hables una vez con ella.
    —No es que prefiera a un tipo de persona, Win puede relacionarse con cualquier personalidad y tener todo tipo de amigos.
    —Ama el tipo de comida o dulces picantes, todo condimentado.
    —”Siéntete vivo” es una frase que suele repetir cuando alguien recurre a ella.
    —Inicialmente no quería dejar su planeta por no abandonar a su madre, sin embargo después de una larga charla decidió hacerlo, prometiendo que de alguna forma regresaría por ella para que llevase una vida mejor.
    —Win desconoce la historia de su padre; éste fue asesinado antes de que ella siquiera diera a luz defendiendo a su madre de los hombres que querían llevársela a la mansión.
    —Guarda cierta e inconsciente tristeza por lo ocurrido con sus alas, pero es algo que ya ha aprendido a olvidar con el tiempo, por lo que poquísimas veces sentirá rencor ante ello.

    Habilidades: Especialista en aviación, manejo de las naves.

    —Realmente nunca pudo explotar su poder como hada, pues era muy pequeña y tras lo ocurrido no supo canalizar o controlar sus poderes.
    —Salió de su planeta desde los dieciséis años, inclinándose por el manejo de naves casi desde que llegó. Le pareció fascinante, tanto, que hasta entrenaba de noche para poder volar todo tipo de vehículos. Gracias a ello es probablemente una de las mejores pilotos del momento.
    —Ya que alguna vez pudo haber desarrollado poderes de hada, toda la energía quedó guardada dentro de ella. Aquello le permitió ser piloto, pues con su energía es capaz de mover casi cualquier tipo de vehículo ejerciendo excelente control sobre él.
    —Aunque puede mover vehículos muy grandes y pesados eso la deja muy agotada, por lo que prefiere los de tamaño medio o pequeño.
    —En combate también es útil, ya que desde Mach aprendió el uso de armas tanto blancas como de fuego y no tiene miedo a apuntar a alguien o incluso disparar si tiene que defenderse.
    —Adicional a ello, tiene algunos conocimientos sobre primeros auxilios y supervivencia gracias a la obligación de vivir tanto tiempo escondida y al borde de un pantano, sin embargo no es experta.
     
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  10. Threadmarks: Gracias [Astreah&William]
     
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    Personajes: Astreah Hurts & William Serpens.
    Mes: Mayo.
    Palabra: Ayuda.
    PM número: 1.
    Cantidad de palabras: 442.
    Breve resumen: 'Por primera vez, sacaba un "bueno" en una materia física.'



    Gracias.

    Sus ojos se aguaron de la emoción ante las palabras del profesor.

    —¡Sí! —gritó victoriosa, sorprendiendo a todos a su alrededor por su arrebato. Había aprobado y no en la raya como en los lapsos anteriores, sino con un bueno, ¡había obtenido un “bueno” en esa condenada materia! No le importó como todos estaban pensando que había perdido la cordura, sus ojos claros brillaban con emoción, orgullosa de sí misma.

    Le debía un gran regalo a alguien.

    Sonó el timbre que anunciaba el fin de la clase, primero subió a su habitación dejó los libros y tomó su billetera. Se vio en el espejo, retocando su pelo y maquillaje antes de bajar las escaleras corriendo hasta el comedor.

    —Me da eso, eso y eso. Y eso también —empezó a señalar todos los dulces que se veían completamente apetitosos y cubiertos de dulces, chocolates y glaseados—. Y todos esos. Para llevar por favor —indicó al vendedor, esperando que lo colocaran todo en una caja para cancelarlo todo. Le sonrió en agradecimiento, mientras torpemente agarraba las cajas como podía sin dejarlas caer al suelo a través de los pasillos.

    Se tambaleó perdiendo el equilibrio correr+tacones+cajas no hacían una buena combinación. Unos fuertes brazos la atajaron, sirviendo de base para ella que se aferró a las cajas como si su vida dependiera de ello. Escuchó la doble maldición, en la mente y en vivo, de su rescatador.

    —Hey, quieta ahí —rió el chico, estabilizándola, soltándola cuando ya estaba correctamente de pie.

    —¡Tú…!

    —¡Yo…! —respondió con tono fingido con diversión, pues él la había reconocido segundos después de haber evitado que terminara como tortilla en el piso.

    Extendió las manos hacia él, ofreciéndole las tres cajas que llevaba en sus manos. Y una muy enorme sonrisa.

    —Pasé Defensas con escudos, y me siento en deuda contigo…—El chico confundido tomó las cajas abriendo una de las tapas dejando salir el delicioso olor de los dulces recientemente horneados y ronroneó con gusto, degustándose en el olor.

    Hizo una reverencia con las manos unidas en su pecho, conteniendo la emoción que la embargaba.

    —Muchas gracias por tu ayuda, gracias a ti, saqué un “bueno” por primera vez en mi vida en una de las clases físicas. Has sido un buen maestro.

    William se aclaró la garganta incómodo y algo avergonzado. Era demasiado para un simple gracias, él sólo había hecho lo que tenía que hacer, después de muchas quejas y horas perdidas, había logrado que Astreah pudiese levantar el escudo con una sola mano. Se limitó a sonreírle. Ella simplemente era así.

    —No hay de qué —dijo sin más. Esos dulces no podían esperar un segundo más.
     
    Última edición: 30 Mayo 2016
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  11. Threadmarks: Soltera [Astreah]
     
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    Soltera

    Astreah Hurts.



    Astreah tenía un peluche, bueno, en realidad tenía dos. En su cama y los abrazaba a ambos para dormir, pero el problema no estaba allí, sino que cuando estaba triste también los abrazaba, ellos secaban sus lágrimas. Realmente tenía muchos peluches, en su casa, sólo que no podía traerlos todos aquí. Ella era una chica de 18 años, no estaba para peluches. Debería estar como el resto de las chicas, soñando con chicos y pensando en sexo. Pero a ella le gustaban los peluches, las cosas lindas y las historias de amor.

    Estaba cansada de ser la burla de muchas de sus compañeras, tantos comentarios dichos y no dichos que escuchaba de ellas.

    Tan linda y sola. Nadie la quiere.

    Si yo fuese chico tampoco saldría con ella, demasiado tonta.

    Es una niña, infantil.

    ¿Quién demonios duerme con un oso en lugar de con un chico?

    Quizás es pedófila.

    Puaj. A veces le asqueaban los pensamientos de otras personas. Frunció el ceño concentrada en su imagen en el reflejo de las ventanas. Su cabello estaba bien, su rostro, sus ojos, realmente, ellas tenían razón, ¿por qué estaba sola?

    —Deberías perder tu virginidad —dijo con seriedad la chica frente a ella. Los ojos de Astreah se abrieron escandalizados ante tal propuesta. Ella siempre trataba de bloquear de su mente pensamientos que se refirieran a sexo. No quería embasurar su mente con cosas que aún no haría.

    —¡Pero si ni me he casado! —resopló sonrojándose ante la sugerencia. ¿Qué pensaban aquellas chicas? ¿Acostarse con media escuela y qué le darían luego a su esposo? ¿La exclusividad, la fidelidad? Se cruzó de brazos, no, sin duda ni por todas las críticas del mundo haría eso.

    —Ni te casarás, ni novio tienes. —Se burló la chica sentada detrás de ella. Astreah se tragó el comentario que le vino a la mente porque sabía que le caería mal. No aceptaría consejos de amor de una chica con una vida amorosa tan desastrosa como ella, pero, todo eso no era de su incumbencia. El punto es, que necesitaba un novio. Y urgente.

    Sonó el timbre que anunciaba el fin de las clases, recogió sus cojas y salió del aula. Su mente era un revoltijo de pensamientos. Quizás necesitaba una opinión masculina, podría preguntarle a Will. Él sabía mucho de chicas, aunque, ahora que lo pensaba, él tampoco tenía novia. ¿Por qué no tenía novia? También se lo preguntaría. Le preguntó a algunos conocidos, hasta que dio con él. El castaño estaba plácidamente sonriéndole abiertamente a una chica de cabello lacio y largo completamente sonrojada, atrapada entre su cuerpo y la pared, aunque no se veía nada disgustada. Dejó escapar el aire de golpe, está bien, William no era una opción en estos momentos para pedirle consejo. Estaba muy “ocupado” según escuchaba con completa claridad en sus pensamientos. Se dio media vuelta y se alejó de allí, quizás si fuese a la biblioteca encontraría algún libro, alguna revista que le diera pistas…

    Sus tacones resonaban en el piso del colegio mientras caminaba tranquilamente hasta la abandonada biblioteca. Se abstuvo de tocar, al sentir en su mente los pensamientos nerviosos de la chica antes de que sus ojos la viesen. Entreabrió la puerta y allí estaba, la chica haciendo un completo esfuerzo por hablarle, abriéndole sus sentimientos. A lo que el chico sólo asintió y le entregó el libro que al principio le había pedido. El pecho se le infló indignado, ¿cómo puede ignorar los sentimientos de alguien de forma tan tan tan ignorada? Ya no quería entrar en aquel lugar, estaba segura de que si tenía que hablarle a ese chico, le reclamaría. Ella conocía a Owen, le había ayudado en alguna que otra ocasión cuando iba a buscar libros, sabía que era taciturno y cerrado, pero ignorar a alguien de esa forma, es no tener corazón.

    Iba caminando encerrada en su propia mente, hablando consigo misma, distraída. Chocó de lleno con algo completamente duro, que ni se inmutó por su peso, pero al contrario, ella perdió el equilibrio y cayó al piso.

    —Auch. —Se quejó, sintiendo el dolor en las nalgas sobre las cuales había caído y no había precisamente un colchón abajo esperándole—. Lo sien…

    —¡Maldita mujer! ¿Acaso no ves? ¿Eres ciega? —gruñó hacia ella, alto, fornido, con mirada de querer matarla, parecía a punto de darle una patada, por lo que se levantó rápidamente sacudiéndose la falda y alejándose lo más que puso de él, asustada de la hostilidad de su mente.

    Apenas alcanzó la esquina echó a correr, se llevó la mano al pecho que subía y bajaba agitado, aún conmocionado. ¿Qué tipo de bestia era ese hombre?

    —¡Qué caloooor….! —gritó desesperado, queriéndose arrancar la camisa, ya completamente abierta. Astreah dio un respingo asustada por la entrada sorpresiva, cerrando los ojos al instante al ver que el tipo recién llegado realmente andaba a medio vestir, sintió como se le iba los tiempos y tuvo que recostarse de la pared al tiempo que se tapaba los ojos.

    ¿Dios por qué me haces esto? ¿Acaso quieres pierda la fe en el género masculino?, pensó, conmocionada. Y ahí algo hizo click en su cerebro. ¡Al diablo todas las burlas y las críticas! Ya sabía por qué estaba sola, mejor sola que mal acompañada. Y si tener novio implicaba gritos, malos tratos, ser ignorada, o que tu novio caminara de exhibicionista por todo la academia, estaba bien como estaba.

    Salió de allí disparada a su habitación, sintiéndose segura tras sus puertas. Tomó a sus dos osos de peluche y los abrazó.

    —Los amo. —Se rió. ¿Qué novio ni que ocho cuartos? Ella no necesitaba nada de eso, soltera estaba feliz. Y quizás sólo quizás, cuando cumpliera veinte, dejara todos sus peluches en casa, pero sólo quizás.
     
    Última edición: 30 Junio 2016
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  12. Threadmarks: It's a date. [Drewrene]
     
    rhapsodic

    rhapsodic кучко. Comentarista empedernido

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    It's a date.

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    IRENE ACABA DE CREAR EL GRUPO “PRÓXIMA MISIÓN”.

    IRENE AÑADIÓ A ASTREAH.

    IRENE AÑADIÓ A WILLIAM.


    IRENE TE AÑADIÓ.


    Astreah: ¿Próxima misión?
    09:27 PM.

    William: Parece que tendremos que ir a otro planeta… pero no tengo idea de cuál es. Oigan, ¿no saben si Nina está en este equipo?
    09:29 PM.


    SALISTE.

    IRENE TE AÑADIÓ.

    SALISTE.

    IRENE TE AÑADIÓ.


    Maldita sea.
    09:45 PM. ✓✓

    Lo que sea que vayan a decirme díganmelo de frente en la práctica de mañana.
    09:46 PM. ✓✓


    SALISTE.

    IRENE TE AÑADIÓ.


    Te romperé la cara a patadas, maldita mujer.
    09:50 PM. ✓✓

    Irene: Puedes intentarlo, bastardo. (;
    09: 51 PM.

    No me tientes.
    09:53 PM. ✓✓

    Tendrás la cara azul para el fin de semana. Bruja.
    09:54. ✓✓

    Irene: Te recuerdo que quien está luciendo un ojo morado hoy eres tú, Andrew.
    09:56 PM.

    Tendrás más que un ojo morado cuando acabe contigo. Y no me llames así, perra.
    09:58 PM. ✓✓

    Astreah: Eh, chicos…
    10:00 PM.

    Astreah: ¿Y si hablamos de la misión? Tenemos que llevar el control de todo lo que haremos.
    10:00 PM.

    Irene: Te llamo como yo quiera, maricón.
    10:02 PM.

    Astreah: Tenemos que averiguar en qué planeta es la misión.
    10:03 PM.

    Ven y dímelo en el gimnasio, perra. Tendrán que recogerte del piso con una pala para cuando haya terminado contigo.
    10:05 PM. ✓✓

    William: Ya déjalos. Los que se pelean se aman, Andrew está loquísimo por ella.
    10:05 PM.

    Astreah: :'(
    10:06 PM.

    ASTREAH SALIÓ.

    WILLIAM SALIÓ.


    Irene: Estaré en el gimnasio en 5, idiota.
    10:08 PM.


    SALISTE.
    .
    .
    .​
     
    Última edición: 4 Junio 2016
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    Tarsis

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    Jajajajajajaja, no sabes cuanto me reí cuando lo leí que me pasaste el link por tg. Es una... relación complicada (? Que sólo ellos entienden entre tantos perros y bastardos xD Porque Astreah y Will en medio del fuego cruzado jajaja
     
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  14. Threadmarks: Cosas de chicas [Astreah&Owen]
     
    Tarsis

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    Cosas de chicas [Astreah&Owen]


    Se mordió el labio inferior pensativa, completa ajena del mundo, con los libros presionados en su pecho y su mente en otro sitio. Su mente estaba en él. En su pelo teñido, en sus ojos tan claros que competían con los de ella, en su ridícula y casi increíble altura que ni con tacones le alcanzaba; pero, sobre todo, pensaba en su mente. Una mente que no lograba alcanzar, que se mantenía en silencio, que sólo le daba pequeños murmullos cuando escuchaba con atención. Aquello le frustraba enormemente, ya que Owen no era el tipo más hablador de la tierra y para colmo, tampoco podía escuchar su mente. ¿Por qué? ¿A qué se debía? Siempre había podido leer las mentes de todos por igual, hadas, especialistas, humanos sin poderes… y llegaba él, con su silencio absoluto.

    Parpadeó sorprendida en cuanto lo vio, mitad porque estaba pensando en él, mitad por no poder creer las coincidencias de la vida. Se paró en seco, escondiéndose tras la columna por reflejo, sabía que no tenía porqué esconderse, pero igual lo hizo. Observó hacia dónde iba y le siguió en silencio a una distancia prudencial. Iba a la cafetería –no le extrañaba en lo absoluto, ya que sabía trabajaba allí-, pero, ¿no era muy temprano? ¿Qué iría hacer? ¿Tal vez se vería con una chica? Se sonrojó ante la idea, pero no por ello dejó de seguirlo.

    La cafetería estaba vacía no había nadie y los pasillos estaban en silencio, aún era hora de clases para la mayoría.

    —¿Puedo ayudarte en algo? —inquirió, directamente hacia ella, en la puerta para entrar en los vestidores. Astreah enrojeció de tal forma que competía con el color de su pelo, buscando qué palabras decir, completamente avergonzada al ser descubierta en tan penosa actitud de ninja espía sin motivo alguno. ¿Qué diría cuando ni ella misma entendía por qué demonios le seguía?

    —¿Cómo lo supiste? —dejó la pregunta en el aire, aferrándose aún más a los libros que sostenía.

    —Los tacones —señaló los altos zapatos, que por supuesto, hacían ruido al caminar. La hada quiso abofetearse mentalmente. Él le dio una mirada de, ¿qué haces? Algo extrañado por la actitud de la chica.

    —Pues… este…—tragó grueso, exprimiéndose los sesos en busca de una excusa para su comportamiento lunático; se llevó las uñas a la boca sin poder evitarlo. Estaba demasiado nerviosa y estaba actuando como una perfecta cría—. ¿Tienes un suéter que me prestes? —dijo al final, mordiéndose los labios ya rojos de por sí.

    —¿Por qué? —preguntó por casi tercera vez desde que le habló.

    —¡Cosas de chicas, Owen! —replicó ella, cruzándose de brazos completamente enrojecida. Él asintió, conmocionado, sacando de su mochila un suéter y entregándoselo. No le dijo nada, pero su rostro lo decía toda. Aquella mujer había perdido la cordura.

    Salió pitando de allí tan rápido como pudo. Deteniéndose sin aire a metros lejos de allí. Se golpeó al frente con los libros. ¿Cosas de chicas? ¿Un suéter? A veces simplemente querría arrancarse a sí misma la lengua.

    —Estúpida —murmuró avergonzada de sí misma.

    Su operación de espionaje improvisado y sin motivo alguno, había resultado ser un completo fracaso.
     
    Última edición por un moderador: 19 Octubre 2017
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    Vengo a darte el amor que te mereces por esto <3 que es mucho, de hecho, más del que un simple comentario pueda expresar (?).

    Fue muy refrescante ver el formato en el que lo escribiste, salir de lo tradicional, además de que si de por sí cuando lo charlábamos por telegram era divertido, leerlo lo fue mucho más. Amo el Drewrene, amo su amor-odio, y amé también la breve mención al Willina. Pobre Astreah atrapada entre esas dos parejas caóticas LOL.
     
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    ¡Oh, Owen! Tan lindo él~

    La verdad es que me lo hubiera un poco más conmocionado, sin saber qué hacer o decir, habría dudado un poco pero al ver la desesperación de ella hubiera cedido un tanto consternado y dudoso. O sea, él podría parecer super indiferente pero hay temas que él simplemente no comprende, como "cosas de chicas" x'D Supongo que internamente él estaba rezando que no fuera para alguna clase de embrujo/hechizo/encanto x'D

    Hahaha. No sé, fue divertido de leer~
     
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  17. Threadmarks: Juego de niños [Owen&Astreah]
     
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    Juego de niños [Owen&Astreah]

    Ella permanecía en total silencio sentada en el mueble, observando al círculo de chicos en el suelo a no más de un metro de ella. Tenía las piernas sobre el mueble, llevaba unos jeans ajustados oscuros y una vaporosa camisa dorada que resaltaba contra su cabello ésta vez liso y rojo brillante. Se llevó el vaso a los labios, haciendo una mueca de desagrado ante el sabor del alcohol que quemaba su garganta. Pero allí estaba, en una pequeña fiesta clandestina dentro de la academia mágica. Lo cual no era una sorpresa, era una academia llena de adolescentes, fiestecillas clandestinas era lo que más sobraba. Usualmente no asistía a esas cosas y su plan era estar unos quince minutos, para no ser rompe grupo e irse. Pero él estaba ahí. Así que allí estaba, sentada en el mueble, con la mirada fija en él. En su expresión seria y algo aturdida. Aún no podía creer que Owen Muller estuviese en una fiesta de esas y mucho menos, sentado con incomodidad en el círculo, dónde iban a jugar a “La botella”.

    Todo en su gesto y su postura gritaba que sólo quería salir de allí. Muchas de las chicas lo veían como si fuese un pedazo de carne fresca en una jaula de leones; lo escuchaba con claridad en su mente, como rezaban que la punta se parara en ellas cuando él giraba la botella. Para su suerte, siempre había caído en chico y sólo le tocaban retos tontos, como hacer flexiones, decir un secreto y cosas banales como esas.

    Astreah mordió la orilla del vaso, tan nerviosa como él cuando giró nuevamente la botella por última vez, uniendo sus pensamientos a los suyos, que se detuviese nuevamente en un hombre. Y por unos segundos interminables, la botella se detuvo. La chica dio un chillido, Astreah se agarró la cabeza, casi la había dejado doblemente sorda, en sus oídos y en su mente.

    Owen palideció. No tenía nada en contra de la chica, no era fea, pero simplemente no quería besarla. Tenía el cabello liso y rubio, que caía sobre sus hombros. Ojos color miel, labios delgados y perfectamente pintados y lo veía directamente.

    Los labios de Astreah se fruncieron ligeramente y sus mejillas se sonrojaron, no precisamente de vergüenza. Cuando sus ojos se encontraron, ella los retiró, tratando de parecer indiferente. No estaba allí para verlo, sólo estaba por la fiesta. Por cosas como esas es que a ella ni arrastrada la convencerían de participar en juegos como eso. No era como las demás chicas que pensaban que un beso era sólo beso, para ella significaba más. Así que no besaría a cualquier tipo que se le pusiera al frente, besaría a alguien que le guste. Aunque le constaba que el chico lo había intentado, había dicho que no muchas veces, pero le habían insistido tanto hasta que fastidiado se sentó en el suelo.

    —¿No puedo cambiar la prueba? Cualquier otra cosa —pidió. La chica se sonrojó, el mensaje estaba claro, aunque no era su intención, la chica se sentía humillada por su rechazo.

    —¡No! ¡Ni hablar! Bésala. —Uno de los chicos negó rotundamente. Su ceño fruncido lo decía todo, sus pensamientos se volvieron un lío. Astreah elevó una ceja, todos sus pensamientos en crisis estaban como una cascada en su propia mente. Tanto silencio… y ahora tantos gritos. Gritos no educados, maldiciones y más maldiciones a medida que avanzaba hacia la chica y se inclinaba hacia ella para estar a su altura. Astreah volteó la cara justo en el momento que él unía sus labios a la rubia, no era una escena que quería tener que ver, pero era inútil, prácticamente lo vio a través de los ojos de él. Tan plano, tan vacío, tan sin sentimientos. Un beso sin sentido.

    Pero la chica no pensaba así, Owen tuvo que estirarse cuan alto era para que a chica se soltara de su cuello. Incómodo volvió a su puesto, mientras la chica le parpadeaba coqueta.

    Sentía que el vaso de un momento a otro estallaría por la fuerza con la que lo sostenía. Quizás el alcohol le estaba afectando un poco, porque en realidad, no tenía que importarle a quién besara o dejara de besar Owen Muller, no eran novios ni nada parecido, ni siquiera amigos cercanos, sólo conocidos. No tenía nada que decir, ni que pensar de ese beso. Sólo pensaba –equivocadamente-, que él era distinto a los demás chicos…

    Astreah se levantó del mueble dejando escapar el aire que tenía contenido en el pecho desde hace algunos minutos, algo irritada, recordándose que debía respirar. No le dio ni una segunda mirada al chico, salió de la sala bajo el sonido de sus tacones, que se perdía en las risas y habladurías de todos acerca de lo que acababa de pasar. Se fue a la cocina por algún dulce o algo de comer. Estúpido juego de niños.
     
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    Cotorras [Owen&Astreah]


    En momentos como éste se arrepentía profundamente de haberlas presentado. El día que lo hizo, él mismo firmó su sentencia de tortura. Owen Muller, tenía los labios fruncidos, mientras intentaba concentrarse en su lectura, pero el parloteo incesante de Astreah Hurts con su pixie no lo dejaba pensar en nada más.

    —Silencio, por favor. —El primer llamado de atención de parte del profesor encargado de la biblioteca. Owen quería hundir su cara de vergüenza en el libro, porque el regaño no llevaba nombre y apellido, sólo había sido lanzado a su mesa y ya.

    Astreah y la pixie se callaron al instante y Owen suspiró aliviado. Volvió nuevamente su atención a su lectura, no pasaron ni cinco minutos, no había avanzado ni tres páginas cuando empezaron nuevamente. Primero en un murmullo bajito, que iba elevándose poco a poco terminando en risas estruendosas que hacían eco en la biblioteca en silencio. Ni siquiera entendía que demonios estaban hablando.

    Siempre estaban hablando, desde el momento que se conocieron parecieron hacer clic al instante. Astreah se la había llevado a una tarde de chicas y cuando habían vuelto, ya eran las mejores amigas.

    —¡Silencio, por favor! —resopló el hombre tras el mostrador. Nuevamente silencio. Si ellas no habían venido a leer, ¿a qué demonios habían venido? A veces sólo se le pegaban como chicle y le seguían a donde fuera que él fuese. Owen tomó aire irritado, lo mejor que podría hacer era cambiarse de mesa. Tomó sus cosas y se cambió a la mesa de al lado, dejando todo en el nuevo sitio, dejándose caer en la silla con los ojos fijos en su libro.

    Y nuevamente el maldito cuchicheo a su lado.

    —¿No vinieron a leer? —preguntó hacia ellas perdiendo la paciencia.

    —No. Vinimos a hacerte compañía —contestó de inmediato la pixie y Astreah asintió apoyándola.

    —No quiero compañía, quiero leer. ¿Pueden irse? —Los labios rosados de Astreah sobresalieron en un adorable puchero mientras sus ojos azules le veían como cachorrito regañado. La boca de la pixie se abrió en una completa o, con las mejillas encendidas indignada.

    —¡Malagradecido! —gritó en su dirección.

    —¡Shhhhh! ¡Cállate! —gruñó Owen al ver que el profesor nuevamente los estaba viendo.

    —No me callo, vinimos a hacerte compañía y nos corres así como si fuésemos un perro —resopló—. ¡Gruñón! ¡Somos damas!

    —Ya. Sálganse los tres de la biblioteca por favor —ordenó el profesor con voz enojada.

    Owen abrió la boca para replicar. ¿Por qué él? ¡Ellas eran quienes estaban hablando como cotorras! Su mirada iba desde el profesor que no aceptaba réplicas, a las chicas que una tenía cara de culpable y la otra sólo una expresión de “no me importa, es tu culpa”. Agarró por segunda vez sus cosas, lanzando todo dentro de su bolso de malhumor y salió de allí. El taconeó detrás de él dejaba claro que le habían seguido.

    —¡Lo sientoooo, Owen! —Se disculpó Astreah con sinceridad. Agarrándolo del brazo para hacer que se detuviera, sus mejillas estaban sonrojadas por el esfuerzo de correr tras de él. No se podían comparar los pasos enormes de él, con los diminutos y delicados pasos de la hada.

    —¿Qué quieren? —repuso, enojado.

    —¡Eres un agrio! Total, ni queríamos estar ahí. Si quieres leer puedes hacerlo en cualquier sitio. —Se cruzó de brazos la pixie.

    En esos momentos… realmente, realmente deseaba matarla. Se dio media vuelta y se perdió en los pasillos. Era su castigo por haber tomado una pixie.
     
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    Enamorada [Owen&Astreah]





    Astreah Hurts caminaba pensativa camino a la biblioteca. No era tan tonta como para no saber a éstas alturas de su vida lo que sentía. Le gustaba Owen Muller por más que intentase ignorarlo. Le gustaba su seriedad y sus miradas que parecían decirlo todo. Le gustaba incluso su silencio que no la hacía sentir incómoda. Le gustaba como él podía tener gestos dulces sin decir nada. Le gustaba que no dejaba de sorprenderla y que jamás reaccionaba como ella esperaba. Pero sobre todo, le gustaba su sinceridad. Que no importaba la situación o a quién fuese, Owen decía la verdad. No titubeaba en decirle si estaba siendo grosera, no decía las cosas para hacerla sentir bien. Las decía porque las pensaba.

    Por eso sentía que el corazón se le aceleraba cuando le preguntaba cosas tan simples como un, “Owen, ¿Qué tal me veo hoy? ¿Me queda este color? ¿Te gusta este vestido? ¿A que son lindos mis tacones? ¿Huele bien mi perfume?” y usualmente sólo obtenía un “Uhm, ajam, bien, sí” esas simples respuestas le llenaban más que los estúpidos halagos que estaba cansada de escuchar de tipos con las mentes vacías. Ese simple “bien” lograba hacer que la respiración se le detuviese.

    Lo había notado hace poco, aunque desde hace algún tiempo que venía pasando. Que le prestaba más atención, que pasaba más tiempo donde estuviese él. Que no dejaba de mirarlo… o sea, era imposible no mirarlo. Sus ojos azules parecían traspasarte. La hacían titubear a la hora de hablarle y parpadear sorprendida, era como caer presa de un hechizo. Y su altura, era algo impresionante que no le llegaba ni siquiera con sus mejores tacones. Todo en él gritaba que lo vieran y de un momento a otro, toda su atención empezó a girar en torno a él.

    Empezó a seguirlo, a sentarse a su lado, a hablarle hasta no tener nada más que preguntar… Se sentía una stalker, pero no podía evitarlo. Era algo que iba más allá de ella, era como si él fuese un imán y ella una moneda. Últimamente de sólo verle se sonrojaba, pensando en las cosas que pensaba sobre él. No podía verlo a los ojos y no fantasear con ser besada por él. Sí, era un pensamiento malvado y casi había huido vergonzosamente cuando él la vio y esas imágenes vinieron a su mente y su rostro se enrojeció más que un carbón ardiendo.

    Él que ya estaba acostumbrado a sus reacciones extrañas, nunca decía nada.

    Pero Astreah Hurts, ya había descubierto que le gustaba Owen Muller. Pero no sabía qué hacer al respecto. ¿Le gustaba ella también? Jamás le había dado a entender que sí. ¿La rechazaría de saberlo? ¿Se alejaría de ella? ¿Podría perder su amistad por eso? Lo había visto rechazar a muchas chicas, con tal sinceridad que dolía –y no era a ella-. ¿Resistiría su sinceridad en ese momento?

    Sacudió la cabeza, quitando esos pensamientos negativos de su mente. Ella había estado afligida y él la había abrazado.

    —¿Qué tienes? —Le había preguntado.

    —Nada —respondió ella con una sonrisa. No iba a decirle que sufría por él.

    Se había quedado paralizada, mientras él la abrazaba sin decirle nada, se acurrucó en su pecho, deseando por un momento, que aquello significara un poco más. Por supuesto, él no había dicho nada, ella tampoco. Pero se le habían renovado los ánimos, tal vez, sólo tal vez, tuviera una mínima oportunidad, de ganarse un lugar en su vida.

    Entró en la biblioteca y lo buscó con la mirada. Se sentó en la punta de la mesa, alejada de él, agarrando el primer libro que encontró en el estante para volver a la silla.

    Un metro los separaba. Al menos cinco sillas de diferencia entre ellos. Astreah se arregló el cabello tras los oídos, mientras fingía que leía un libro de cuidado mágico de los conejos, aunque el realidad tenía al menos diez minutos en la misma hoja, porque cada segundo su vista se iba hacia él, sentado un poco más allá. Owen Muller leía concentrado “El origen de las máquinas” o algo así había alcanzado a ver ella en la portada. La pelirroja se removió inquieta en su silla, mientras doblaba y desdoblaba una y otra vez nerviosamente los pliegues de su falda.

    Respiró profundo y en un pequeño saltito después de comprobar que él estaba profundamente concentrado en su libro, se sentó en la silla continua a ella. Ahora sólo habían cuatro sillas de diferencia entre ellos. Él levantó la vista por el ruido, pero la vio indiferente. No había notado nada y en menos de tres segundos tenía nuevamente la vista hundida en el libro. Astreah se mordió los labios, antes de repetir nuevamente el movimiento lo más silencioso que pudo. Tres sillas. Pero un completo fracaso en no llamar su atención, él levantó la mirada y ella le dio una sonrisa de 1000 voltios. Él no le hizo caso y siguió leyendo.

    Dos sillas. Él se medio sorprendió al levantar la mirada y tenerla tan cerca viéndolo fijamente.

    —Hola, Astreah —dijo, como si aquello que estaba pasando fuese lo más normal del mundo.

    —Hola, Owen —saludó de vuelta, al tiempo que se mordía los labios conteniendo la emoción y una sonrisa. Él volvió la vista a su libro y ella aprovechó, era ahora o nunca...

    Una silla.

    Ella arrimó su cuerpo hacia él, su pierna desnuda rozaba la suya, al igual que su brazo pequeño los costados del chico. Él sólo bajó la mirada hacia ella, todo aquello le resultaba muy raro, ella con las mejillas escarlata rehuyó su mirada concentrándose como si el libro de los conejos fuera lo más interesante del mundo, pero sin moverse ni un centímetro de su lado. Él tampoco la hizo a un lado, sólo volvió a su lectura, mientras que ella sonreía victoriosa incapaz de contener la emoción mientras él no la veía. No necesitaba que él dijese nada ni ella decirlo. Esos pequeños momentos con él, la hacían realmente feliz.

    Ella se estaba enamorando lentamente de él. Y sólo esperaba, que algún día, él pudiese enamorarse así sea un poquito de ella.
     
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  20.  
    Kárupin

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    ¡Dios!

    Deja de torturar a mi hijo. Bueno, ¿qué digo? Si al final yo lo crucifiqué con esa pixie tan malvada. La verdad es que ella le crispa los nervios y eso eso muy difícil, ya sabes. Igual creo que Astreah debió haber hecho algo para no perjudicar tanto a Owen, mira que para variar él trabaja en la biblioteca y ser echado de su propio trabajo por culpa de esas dos loros debió haber sido el colmo. ¡Oh, Dios!

    Aún así me gustó. lol.
     
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