Historia Interactiva M de M(w)ork Song - ¡Sigue tu propia aventura! XIII

Entregarlo. (Capítulo anterior)

A veces, cuando no se puede dormir, piensa en cómo sería. Desde pequeña sufre de insomnio, así que, tiene muchas horas de sobra para planear muchas cosas. Antes, planeaba qué haría al día siguiente, qué se pondría o a qué jugaría.

Cuando cumplió diez años aprendió sobre su alma gemela, y ahí comenzó a pensar en él. Sabía que era un chico por su voz, pero no se imaginaba su edad, ni dónde vivía, ni cómo lucía. Aprovechaba sus noches de vela para imaginarlo.

Cuando tenía doce años, lo imaginaba como el protagonista de un programa que le gustaba mucho.

Cuando tenía quince, como el baterista de su banda favorita.

Cuando tenía diecisiete, como un compañero de escuela.

Siempre añoró y deseó que el día en que lo conociera llegara, pero no así.

—¿Me escuchas?

No quiere que él sea su alma gemela.

Sigue escondida bajo el lavabo y sí lo escucha, pero no responde. Está asustada y trata de pensar en su lugar feliz.

—La policía está cerca —gracias a los cielos—, sé que tú los llamaste.

Escucha que gira la perilla de la puerta del baño, pero está cerrado con traba. Lo escucha suspirar.

—Voy a entrar —no—, aléjate de la puerta.

Con cada hachazo que da, Polly se encoge más en su lugar, tragándose sus llantos para no ser descubierta. La puerta del baño es fina y sabe que no soportará mucho más. Tal vez, si no hace ruido, él crea que se escapó por la ventana... La dejó abierta, ¿verdad? Ah, ahora no puede recordarlo y eso hace temblar más su corazón.

Los hachazos cesan y son reemplazados por los pasos de él, hasta que se detienen, jura Polly, delante del lavabo.

—Sé que estás ahí dentro, no pasas por esa ventana.

Polly se siente ofendida, pues sí pasa y con facilidad, muchas gracias.

Por otro lado, ¿por qué no la ataca o algo si sabe que está ahí?

—¿Podrías, ah, salir? No haré nada —está de más decir que no confía en él en lo más mínimo—. La policía ya casi llega y me gustaría...

No termina la oración y, la verdad, la curiosidad le pica, pero no se arriesga, ni siquiera en responder. En el piso inferior, se escuchan unos golpes en la puerta y Polly suspira con tranquilidad.

—My baby never fret none about what my hands and my body done —susurra él y a Polly le duele lo que le dice entre líneas—, if the lord don’t forgive me, I’d still have my baby...

—And my babe would have me —murmura ella, como si estuvieran recordando juntos una promesa que se hicieron hace mucho tiempo.

Otra curiosidad sobre las canciones es que, de alguna u otra forma, siempre cuadran con las parejas. No le encontraba sentido a su canción antes, pero ahora, ah, sí que dolía entender.

—Sabía que estabas ahí —suena aliviado y suelta una suave risa—. Lamento esto, uh, que me veas así, yo-

Suena cómo alguien patea la mesita del pasillo, anunciándose sin querer.

—Thomas Menesster —dice él, algo ansioso, pero sin cambiar el timbre de su voz—, por favor, ven a verme-

—¡Policía! ¡Quieto!

Le rompe el corazón, pero Polly no va a verlo. Thomas tiene demasiados crímenes encima como para poder salir de la cárcel algún día y Polly sabe eso. Prefiere una vida intentando olvidarlo, que esperando una libertad que nunca llegará. Fin.

Contenido oculto: NOTAS

GRACIAS POR LEER! Estoy half way through this y ya me estoy arrepintiendo(?) Estoy segura que no, pero si a alguien le interesa, cuando termine estas historias (14 de febrero, más o menos), voy a hacer algunas explicaciones sobre los finales y las distintas historias en mi blog de esta página. Si les interesa, el link estará disponible en todos los fin.
Also, la canción se llama Work Song (imaginen una M invertida(?)) y es de Hozier, artista que AMO y que tiene canciones maravillosas y que recomiendo con mucha fuerza(?

PRIMER CAPÍTULO.