Más que un caso... (UA, Ita-Sasu)

Más que un caso... (UA, Ita-Sasu)

Hola... buen sin pasarme por aquí, e,e Bue, regreso con un long-fic UA desafío de Gaby-chan (Si escribo el nick seguro me equivoco). Si, no leyeron mal, es un Itachi x Sasuke xD Gracias a Nothing por darme su opinión y asdf, resumiendo gracias a ella, (e,e). Espero les guste.
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<<¿Cómo ocurrió esto?, ¿cómo es que pasó?, ¿tanto me odiaba qué para hacerme daño, se hizo daño él?>> Éstas preguntas se formulaban dentro de la mente de un hombre de cabellos azabaches. Su mirada sólo reflejaba insólito tedio; era difícil ver un caso personal del modo profesional. Nadie quiere creer que su hermano se suicidó por culpa de uno.


Su mirada era fría y gélida, miraba fijamente aquél ataúd negro que estaba tapado. Por dentro se preguntaba mil cosas, pero su rostro seguía con la misma expresión. <<¿Qué fue lo que pasó?, ¿fue todo culpa de aquella noche?>> Se preguntaba. No dejaba de ver y analizar cada opción por más estúpida o incoherente que fuese. Este caso ya no era solo ético, también era íntimo.


<<Esa noche fue la más estúpida de toda mi vida, era otro caso bien resuelto. Normal, sin relevancia alguna; habían asesinado a todo una familia dentro de su propia casa, la niña menor de tan sólo siete años de edad había sobrevivido en comparación a los demás, pero al fin y al cabo también murió.>>


<<¿A quien le importaba?, no eran conocidos míos y tampoco de mi hermano. No había razón para sentir emoción alguna. A mi sólo me pagaban para resolver los casos, no para compadecerlos… Y por esto, soy el mejor detective que la ciudad de Konoha ha tenido en su historia, mi nombre es Uchiha Itachi…>>


Su manera de pensar era totalmente personal y egoísta, no le importaban los demás, sólo él. No le importaba si el caso era justo o injusto, mientras no le afectara todo le daba igual.


Se recostó contra la pared mientras sus pensamientos lo atormentaban. No era de esas personas a las cuales les puedes decir y hacer lo que quieres. Él era una persona seria, de la cual te arrepentirías haberte topado si el encuentro fue ‘malo’.


— ¡Hey tú! —Le gritó un rubio — Será mejor que empecemos a hacer los reportes, no podemos quedarnos aquí a contemplar. Lo siento, Itachi… —Terminó diciendo mientras le ponía una mano en el hombro.


—Hmp —Fue lo único que pronunció para luego retirarse de la habitación.


<<No creo que se haya suicidado, él no era tan idiota cómo para hacer eso. >> Se decía; intentaba convencerse a si mismo de que así fue, de que así era. <<¿Qué hubiera sido lo mejor, callar o hacer lo que hice?>> Se preguntaba.

A fueras de la casa seguía lloviendo, pero ya no tan intensamente como antes, ahora la lluvia era más reconfortante. La luna no había hecho su aparición esa noche, ya que las negras nubes la cubrían por completo, era como si el mismo cielo se estremeciera con el dolor de aquella noche. Pero más con el dolor de una chica de cabellos rosas, quien no paraba de llorar frente al ataúd. Sus lágrimas resbalan por la madera negra. Sus ojos color jade habían perdido su brillo, y sus labios solo emitían gemidos y gritos.

Su amiga rubia la intentaba consolar, ella también lloraba, aunque no tanto cómo la de ojos jade. Ella tenía que ser fuerte para Sakura, para poder sacarla adelante después de esa pérdida tan amada y repentina para ella.

—¡¿Por qué Sasuke?! ¡¿Por qué te fuiste?! ¡Llévame contigo! —gritaba una pelirroja, ella al igual que Sakura amaba a Sasuke. Tal vez aún más que a ella misma. Ino, por su parte también intentaba consolarla, también era su amiga, las tres eran amigas… enamoradas del mismo hombre.

—Itachi, ¿qué tienes en mente? —Le volvió a preguntar el mismo rubio de antes.

—No lo sé, lo único que se me hace lógico es un homicidio —Contestó mientras veía a la nada. —Sabía que nunca debí de haber dicho ni hecho eso… —se reprochó en voz baja.

—¿Qué? —Interrogó el rubio.

—Nada, Deidara, será mejor que nos vayamos a la estación, créeme que estar aquí me enferma. —Dijo mientras miraba a las tres chicas llorar sin consuelo alguno. Se subieron al auto de Itachi, no era del año, pero tampoco pasado de moda, a él le gustaba lo sencillo pera también lo clásico, <<Una persona compleja…>> Le decían todos.

El viaje fue silencioso, no había nada de lo que hablar, no había necesidad de ello. Cuando llegaron bajaron del automóvil y fueron directamente con su superior para ir a reportar lo que habían encontrado la noche anterior.

—Pasen…— Se escuchó del otro lado de la puerta. Y por ésta pasaron Deidara e Itachi. —¿Qué fue lo que encontraron?...

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Se despertó aturdido por los recuerdos de la noche anterior, no quería regresar a aquella desolada casa. Es cierto que su casa nunca fue acogedora, pero al menos sabía que cuando llegara tendría alguien a quien ignorar, pelear o molestar. A pesar de lo mal que se llevaban él sólo quería el bienestar de su hermano.


Miró rápidamente el reloj de la mesa de noche. 7:30 am. Se desperezó y se bañó; tenía que ir a la comisaría de nuevo, ya que su jefe se tuvo que ir en medio de la conversación.


Se puso un traje negro; con una corbata de color rojo escarlata. Se ató sus cabellos y se puso su calzado lustrado; había traído todo preparado la noche anterior. Salió de su habitación de hotel. Había decidido no regresar a su casa por el momento, ya que por una parte estaba que no quería y la otra que era una escena del crimen.


Cogió un pan tostado del buffet del restaurant y se dirigió hacia su destino. Recogió su auto y se puso en marcha. Sintonizó la radio en su coche y se puso a escucharla.


<<Ha habido otro asesinato, con éste ya son dos en menos de tres días, se presume que es un asesino en serie. La víctima en esta ocasión fue una chica de 24 años, conocida como Karin. Fue asfixiada mientras dormía plácidamente cuando la mataron. Las autoridades no saben que pensar, pero hasta ahora sólo han dicho que lo investigarán aún más a fondo.>>


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Gracias por leer.

¿Qué tal? ¿Bueno, malo, horrible? e,e Los comentarios con bienvenidos, sean críticas, sugerencias, quejas y etc. La cosa es que sea un comentario (? para mejorar. e,e

 

Re: Más que un caso... (UA, Ita-Sasu)

Bue, lo siento Gaby-chan por la tardanza pero... pero... Mi perro se murió (? OK, no x'DD No tengo perro ni tenía. Es sólo que estaba atrasada con tu conti, pero bue. Tranquila Tsubaki, no pasa nada. Y te agradezco infinitamente por intentar betear mis millones de errores x'DD. Okey, sólo una cosa más antes del cap. Puede que tenga OoC, así que no me culpen (? x'DD​

Capítulo dos.​

Sus oídos creían haber escuchado mal, sus pensamientos negaban aquellas palabras recién escuchadas. ¿Acaso Karin de verdad estaba muerta? No lo creía. No lo quería creer que es otra cosa. Sus manos se tensaron alrededor del volante. Su cabeza de repente se convirtió en un remolino de ideas confusas y difusas. Más sin embargo sólo quería llegar a la estación de policías donde de seguro lo estarían esperando.


Bajó de su auto una vez que llegó. Alrededor todas los empleados se le quedaban viendo, unos con cara de lástima y pésame y, otros con cara de alegría y satisfacción. Después de todo, pocos valoraban la gran aportación que él daba a la estación de policías.


Es cierto, el era un investigador privado al cuál le pagaban grandes cantidades de dinero para resolver casos. Pero él estaba trabajando ahora codo a codo con los policías desde que sus padres murieron quemados en un incendio “accidental”.


—Hola Itachi, buenos días —Saludó cordialmente la secretaría de la comisaría. —El jefe te está esperando junto con Deidara. —Le informó. Éste sólo asintió con la cabeza y se dirigió al lugar acordado.


—Buenos días, Pein. —Saludó más bien por buenos modales que por gusto. —Deidara. —El aludido sólo le hizo un gesto con la cabeza y volteó hacia el escritorio de roble que se alzaba majestuoso en aquella habitación insípida.


Queriendo hacer todo de manera rápida y concisa fue directo al punto: los informes.



Leyó de manera veloz los reportes de cada uno prestando la debida atención. Pasó su mano izquierda entre sus rojizos cabellos, este caso era realmente algo perturbador, ya que el día en el que se había encontrado el cadáver de Sasuke caía agua de las escaleras. Al parecer el fallecido se iba a dar un baño de tina cuando de repente se suicidó o lo mataron no se sabe, ya que el arma estaba en la mano de su cuerpo desnudo y la bala había atravesado su cráneo; y cuando Sakura y Karin llegaron el agua desbordaba por la escalera de un color rojo escarlata.


¿Qué rayos pensaba cuando se mató?, si es que él se mismo se mató. Más sin embargo, si lo asesinaron, ¿cuál habrá sido el motivo?


No tenía lógica, pero lo dejaría para otro momento. Había demasiados problemas en la ciudad cómo para interesarse solamente en uno; que de por sí, ya estaba casi resuelto, gracias a que según sus cálculos Itachi se encargaría de eso por ser personal.

—Pueden retirarse… —Ordenó con voz autoritaria. —Itachi… —Lo llamó, el aludido volteó casi instantáneamente —Puedes tomarte tres días de descanso. —Le dijo mientras volvía a clavar su extraña mirada en los papeles que estaban sobre su escritorio.

*—*—*—*—*​

El trabajo y su hermano era lo único que tenía. Sin hermano y sin labores por tres días moriría de aburrimiento. Claro, si es que se podía morir de eso. Había perdido toda esperanza acerca de hacer algo esa noche. Entró a su habitación, miró a través de la cortina y pudo ver los reflejos del sol. Aún era temprano. Aproximadamente las tres de la tarde.

Se quitó su saco, la corbata la aventó por los aires, su cinturón lo dejó por ahí, desabotonó su camisa y se aventó a la suave cama del hotel. Se sacó a tirones sus zapatos, que cayeron sobre la alfombra color beige de la habitación.

Miró detenidamente el techo. Intentaba encontrarle figuras al techo, ¿qué buscaba realmente?, ¿acaso una respuesta?, ¿un consuelo? No lo sabía, lo más seguro era que buscase una distracción.

Cerró sus párpados, pero la luz del sol le lastimaba, por lo cual se paró a cerrar las cortinas. Se recostó otra vez a mirar nuevamente el techo. Cada vez sus párpados se hacían más pesados y poco a poco perdió la conciencia sobre sí y empezó a soñar, o más bien, a recordar aquella noche, donde todo se desató, donde algo dio paso a algo, donde aquél estúpido error desató toda una cadena. Tal vez no en ese momento, tal vez no en ese preciso instante, pero sí a la larga.

Meses antes…

La noche era lluviosa y oscura. Las pesadas nubes ocultaron a la luna detrás de ellas. No se distinguía nada y las luces del carro no eran de mucha ayuda en ese preciso momento. Odiaba a Deidara cuando se ponía en ese plan. Casi a patadas los tuvieron que sacar del bar ya que su estúpido amigo se emborrachó y armó un alboroto; aunque claro, no sólo lo podía culpar a él, ya que también había bebido en exceso y estaba casi al mismo nivel de ebriedad que el rubio.

De todas maneras lo pasó a dejar a su casa. Eran altas horas de la madrugada y prefería pasarlo a dejar, a darle el volante o dejarlo caminar hasta su casa, ya que en cualquiera de las dos situaciones, acabaría muerto y no quería que toda la responsabilidad de un caso cayera sobre él. Así que lo llevó bajo esos argumentos.

Se aseguró que el borrachito entrara a su casa para después irse. Aún estando ebrio podía manejar ‘bien’ hasta cierto punto. Llegó en 30 minutos a su casa, normalmente se hacía unos 10 o 15, pero prefirió manejar con cuidado por la lluvia y su estado de ebriedad. La lluvia se hizo más fuerte, provocando que sonaran estrepitosos truenos.

Su casa era de dos plantas, abajo estaba la sala la cocina y arriba las habitaciones y un baño. Estacionó el auto en la entrada de la casa. Se mojó mientras subía los peldaños que quedaban justo antes de la puerta de la casa, haciendo que se despabilara un poco, y sacó sus llaves. Metió cuidadosamente la llave al picaporte, no quería hacer ruido, seguro su hermano estaba durmiendo, pero se sorprendió al ver que este no tenía seguro.

Abrió estrepitosamente la puerta, Sasuke era uno de esos preocupados por la seguridad, y siempre hablaba de la importancia de mantener bien cerrada la puerta con el seguro puesto.

La sala estaba vacía los muebles limpios, cada cosa en su lugar, cerró la puerta detrás de él y revisó la cocina, no había nada. Preocupado subió tambaleante los escalones. No había nadie en la habitación de Sasuke, no había nada en el baño del corredor, sólo quedaba su cuarto, abrió rápidamente la puerta de la habitación y tampoco había nada. Escuchó algo en el interior del baño de su cuarto. Tocó la puerta, no contestaron.

Giró la perilla y empujó la puerta. Se sorprendió al ver a Sasuke en ropa interior frente al espejo. Este giró su rostro y le mostró una cara de reprobación a su hermano.

—¿Acaso no sabes tocar? —Le preguntó enojado.

—Toqué. Que estés sordo es otra cosa. —Le respondió de manera indiferente. —Además, este es mi baño, ¿por qué debería de tocar, si se supone que sólo yo lo uso? —Le preguntó.

—El que está sordo es otra persona, ¿acaso no escuchaste el agua caer? Además el otro baño está roto, así que no me quedaba opción. —Dijo mientras se volvía hacia el espejo y examinaba una pequeña espinilla que tenía justo en la mejilla izquierda.

—¿Qué le pasó? Bueno, en la mañana lo veré. —Se respondió el sólo. Le era tedioso resolver problemas a esas altas horas de la madrugada. —El punto es que no le pusiste ni seguro a la puerta, ni encendiste las luces y ni siquiera estás dormido aunque ya deberías. ¿Me quieres explicar eso?

Estaba ebrio, sí. Pero no idiota. Faltaba mucho para que él caminase como cualquier “borrachito” de la calle. Aún tenía conciencia sobre si, sólo que tenía alcohol en la sangre, esa era la única diferencia.

—Te estaba esperando. —Contesto sin dejar de ver la espinilla.
—Esa ni tú te la crees. Ahora dime la verdad. —Le dijo de manera autoritaria. Y eso, era algo que nadie ni nada le podía quitar en su propia casa.

—No puedo dormir. —Contestó de manera indiferente. —Tampoco había nada bueno que hacer así que me tomé un baño, ¿acaso eso es un delito, señor detective? —Una sonrisa de medio lado se curvó en sus labios de tan sólo pensar en sus palabras.

—No, no lo es. Pero si lo es estar despierto a las 3: 57 am sin razón válida alguna —Le dijo a manera de seguirle el juego. —Así que me lo tendré que llevar preso hacia su habitación. —Condenó mientas agarraba sus brazos y se los ponía detrás de la espalda agarrada con sus muñecas. Se lo llevó a su habitación y lo dejó en la cama.

—Okey, sólo una cosa, señor detective… —interrumpió justo antes de que Itachi saliera por la puerta. —Toma… —le lanzó una pequeña cajita. —Tómatela después de bañarte, tienes un aliento de… —Pero no terminó su frase ya que su hermano le lanzó un portarretrato a la cara, que por cierto casi le da si no fuera porque se hizo hacia un lado y atrapó el objeto con su mano derecha.

—Cerca… —Dijo con amarga ironía. Pero Itachi ya había salido de su habitación. Miró la foto en el pequeño marco, era de él, su hermano y sus padres; quienes habían muerto tiempo antes en el incendió de la casa en la que vivían antes de mudarse allí.

—Idiota… &shy;—Murmuró. Lo habían sacado del baño en ropa interior sin esperar a una explicación, también había dejado su ropa sucia en el baño de Itachi. —Si que es un idiota…—Volvió a repetir.

Fue a su armario y sacó un pants.

Un relámpago iluminó la habitación por un segundo. Seguido de este sonó un trueno. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Por eso no se había dormido aún, y es que las noches como esa aún le seguían dando miedo. Nunca podía dormir con noches como esas, así que dormía con su hermano. Pero ahora no le podía preguntar si podía dormir con él. Eso dejaría su orgullo Uchiha por los suelo.

Haciendo caso omiso a sus reflexiones se aventuró a la habitación de Itachi, que de seguro se estaba bañando claro, si es que aún no había caído inconsciente en el baño. Entró al cuarto y tocó la puerta del baño.

—¿Itachi, estás allí? Sólo vengo por mi ropa, pásamela para que la tire a la ropa sucia. —Le dijo. La puerta se abrió y su ropa apareció.

—Llévala abajo, a donde la lavadora y tráeme un vaso con agua de la cocina para que me tome la tableta. —Ordenaron del otro lado de la puerta.

—Estúpido Itachi, ni que fuera qué. —Reprochó en voz baja, aunque hizo lo que le habían pedido. Regresó a la habitación con el vaso con agua.

—Acá lo dejo —Dijo con tono cortante para salir rápidamente del cuarto.

—Espera a que me la tome para que te lleves el vaso. —Dijo mientras salía del baño con una toalla alrededor de la cintura.

Las gotas de agua caían lentamente por su cuerpo desnudo. Su cabello azabache se veía enredado y brilloso a la vez. Sus ojos negros jamás le parecieron más oscuros y profundos que en ese momento, y las ojeras que traía alrededor de ellos le parecían una marca de ser simplemente él; su hermano mayor, Itachi Uchiha.

El mayor de los hermanos Uchiha sumergió la pequeña tableta en el vaso con agua. Espero a que se disolviera y se tomó medio vaso.

—Esta cosa sabe a… —Sasuke la dedicó una mirada reprobatoria. Agarró el vaso esperando a que a su hermano se le pasara el mal sabor.

Un rayo cayó cerca de allí, se pudo sentir donde golpeó la tierra. El sonido fue tan fuerte y estruendoso que sobresaltaron a cierto moreno, quien, dejó caer el vaso al suelo.

El vaso cayó al suelo provocando que este se volviera pequeñas partes de cristal. Sintió cómo el líquido frío tocaba sus pies desnudos. Más sin embargo no se movió ni se inmutó.

La habitación estaba totalmente a oscuras no se veía nada, no se distinguía nada sólo la oscuridad y la nada.

—Veo que te siguen sobresaltando las noches tormentosas, ¡ja! —Rió como si algo le hiciese gracia, como si recordara algo chistoso. Y de repente supo por qué Sasuke no se había dormido aún; no podía.

—Acuéstate en la cama. Yo me encargo de esto. —Se refería a los cristales que justo ahora estaban desparramados en el piso. Chasqueó los dedos para hacer que volviese a la tierra y obedeciera.

Sasuke se dirigió fuera de sí hacia la cama y se acostó. Su mente empezó a divagar en lo más profundo de sus memorias, y de repente se vio en su niñez, cuando vivía con sus padres, había pasado tanto tiempo de eso, más de diez años, tal vez con seguridad hace unos diecisiete años…

—¡Sasuke! —Lo llamó Itachi, sacándolo de su meditación. —Llamaron de la compañía de luz eléctrica, al parecer el rayo que cayó dañó unos fusibles. Así que estaremos sin luz hasta que lo arreglen.

El moreno quiso matar a su hermano en ese preciso instante lo habían sacado de sus recuerdos.

—Buenas noches —Dijo Itachi mientras salía por la puerta. Sasuke le lanzó una mirada interrogativa. —Voy a llamar, regreso en un momento.

Salió de la habitación y llamó a Deidara quien seguro no contestaría, pero por intentar no perdía nada.

—¿Si, hola? —Se escuchó del otro lado de la línea telefónica.

— Deidara…

—¡Itachi! ¡Sabes que detesto que me despierten más te vale que valga la pena…

—Mira, se fue la luz necesito que…

—¡Me duele la cabeza, Itachi! —Se escuchó que gemía —Mañana hablamos, adiós…— Colgaron.

—Maldito Deidara, juro que mañana lo mato. —Dijo mientras cerraba de manera furiosa su celular. Sin remedio subió las escaleras para encontrarse con que Sasuke ya se había dormido.

Fue a su closet y se puso un pants gris para dormir.

—Idiota, ahora dime dónde dormiré yo… —Masculló. Suspiró —Ya qué. —Dijo mientras se colocaba al lado de su hermano. —Agradezco que la cama sea matrimonial…

La luz de la luna se filtraba por la ventana iluminando el rostro de Sasuke. Desdobló la sábana para taparlo porque el muy idiota se había dormido sin playera y él era más enfermizo que Itachi. Subió la sábana hasta el cuello de Sasuke y pudo apreciar sus facciones, su sensualidad morena, sus labios finos entreabiertos, su pausada respiración….

Se dio vuelta en la cama para cambiar de posición…

*_*_*_*Gracias por leer*_*_*_*​

Bue, todos los comentarios son bienvenidos sean lo que sean, vengan de quien vengan y toda la cosa x'DD​

Si hubo OoC, ¿verdad? Bue. Ya que. Gracias de nuevo Kaori, y emm... Espero que les haya gustado este cap. Pero en especial a ti Gaby-chan porque este es tu desafío bue,​

Hasta la próxima, cuídense TQM​

Atte. Ciayanara​

 

Re: Más que un caso... (UA, Ita-Sasu)

LoooL En otra ocación responderé.

Capítulo 3: Te mataré Deidara

La luz de la luna se filtraba por la ventana iluminando el rostro de Sasuke. Desdobló la sábana para taparlo porque el muy idiota se había dormido sin playera y él era más enfermizo que Itachi. Subió la sábana hasta el cuello de Sasuke y pudo apreciar sus facciones, su sensualidad morena, sus labios finos entreabiertos, su pausada respiración….


Se dio vuelta en la cama para cambiar de posición…


Observó con sumo cuidado cada mínimo rasgo de su rostro. Pasó ligeramente sus dedos por los labios de su hermano menor haciendo que en su mente se formara una idea un tanto indecorosa.


Posó sus labios sobre la frente del chico dándole así un suave beso de “buenas noches”.


Después de dejar que sus hormonas controlaran sus actos decidió dormir, o al menos intentarlo.



Había recordado cada detalle de aquella noche, incluso los pensamientos que había tenido. Dormía plácidamente sobre la cama en el hotel, pero algo y alguien lo despertaron de sus sueños.


—Itachi, hoy en el bar de siempre… —se escuchó la voz de Deidara desde el otro lado del celular.



—¿Cuántas veces te tengo que decir que no me llames al celular? —le peguntó molesto al rubio que lo había despertado. —¿No te pudiste esperar a mañana para decírmelo y salir en la noche? —lo seguía interrogando.


—No es para lo que tú crees. Necesitamos hablar. Es importante, y sé que te interesará —decía el rubio con tono zalamero. —Te espero a las nueve de la noche —concluyó —. ¡Ah! Y trae tu auto, no tengo como regresar —informó antes de colgar.


—Deidara… —escupió entre dientes el Uchiha notablemente irritado por culpa del rubio.



Tiró el celular en la cama y buscó su ropa de salir. Rápidamente encontró su pantalón negro de vestir y una camisa manga larga de un rojo quemado.



El agua tibia del hotel estaba justo como a él le gustaba. Ni muy fría ni muy caliente. Una imperceptible sonrisa se dibujó en sus labios al recordar que el presupuesto de la policía le estaba pagando la mitad de su estancia en el hotel. Después de todo, trabajar con ellos tenía sus ventajas.


Pero dejando a un lado eso, se sintió intrigado respecto al lugar de encuentro. Y es que no habían ido allí desde hacía un par de meses. ¿Cuál era el motivo de que, de manera de repente se volvieran a citar allí? No encontraba razones o motivos, pero aceptó lo impuesto por su compañero… por ahora.



El agua tranquilizó sus ansias de quererle pegar a el rubio cuando se lo encontrara más tarde. Para empezar lo había despertado, lo había chantajeado diciendo que tenía información que le interesaría, para ir al bar, y ahora quería que lo pasara a dejar a su casa. <<No tiene escrúpulos >>. Pensó el moreno.



Se vistió con la ropa que previamente había seleccionado y bajó por el ascensor hacia el recibidor del edificio.



—Itachi Uchiha, habitación 403. Si llaman que deje su nombre, yo me comunicaré luego —le informó a la recepcionista sin siquiera verla. Dejó las llaves de la habitación con ella y fue por su auto.



Bajó la capota del auto, amaba los convertibles y si bien el suyo ya tenía sus años, el gustaba porque era un clásico. No era muy ostentoso pero si elegante.



La fresca brisa de la noche se coló por las aberturas haciendo que sus cabellos lacios se enredaran un poco.



Cuando llegó al estacionamiento del bar se encontró con Deidara. Al parecer lo había estado esperando.


—¿No qué me esperarías adentro? —Le preguntó un tanto fastidiado.



—¿Crees que yo solito voy a ir y pararme enfrente de ese gorila para ver si me deja entrar? —Preguntaba con incredulidad a su compañero —¿Acaso ya olvidaste porqué nos habíamos empezado a ver solo en la oficina? —Seguía molestándolo con sus preguntas.


—¿Para qué querías vernos aquí, si sabías que el vigilante no nos iba a dejar pasar? —Le interrogaba con molestia* —. Sabes que él no acepta propina.



Después de maldecir internamente semejante estupidez por parte del rubio, éste volvió a hablar.


—No salió como esperaba, es cierto, vámonos de aquí —. Dijo el rubio con su mirada azulina fija en el bar. —¡Vámonos! —Exclamó por lo bajo, y solo Itachi pudo escucharlo.



Rápidamente abrió la puerta del piloto para luego abrir la del copiloto. Aceleró y salieron de ahí tan pronto como les fue posible.



—¿Qué demonios de pasa?, me citas en el bar y luego salimos corriendo de allí como si fuéramos criminales. Quiero una explicación, y la quiero ahora. —Arrastraba cada palabra, las escupía entre los dientes.



—Tengo que discutir algo contigo, es sobre el asesinato de tu hermano —la vista que obedientemente miraba hacia el frente se desvió para ver directamente al rubio.



—¿Qué sabes de eso?...


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Lamento que sea corto, de hecho son menos de setecientas palabras. Es que la tenía en mente y la flojera me ganó y dije, "el fin de semana la hago" y ahora resulta que mi mamá quiere que nos vayamos "de vaciones". Así que lo siento, le escribí rapidito.

 

Re: Más que un caso... (UA, Ita-Sasu)

Tsubaki: LoooL Es que... es que... ¿Las prisas? xD ¿Cómo negarte eso? Si en cada post lo ponía (?) Y sé que irás y me traerás uno. xD El aterisco daba a entnder que... que... estaba molesto (?). Ok, no. Fue un dedazo. xD Igual ese "de" que era "te". LooL espero que no me matas cuando sepas quien lo asesinó, o si no, se abriría un caso para mí paa saber quién me mató (?). ¿Relleno? No exactamente, pero... Sometnhig like that. Gracias. xD

Tooru Shinomiya: LooL Sasuke estpa muerto, aunque muuuy presente en cada capítulo, y Naruto, Se murió (?) Ok, no. Pero él casi no tiene mucha importancia que digamos. ¿El desarrollo? Creo que estará complicado.

Capítulo 3. Te mataré Deidara.

(Segunda parte.)
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—Muchas cosas, tú te duermes toda la tarde y uno se entera de rumores… —decía con autosuficiencia Deidara.


—¿Qué es lo que sabes? ¡Dímelo ya! —las manos del moreno se tensaron alrededor del volante. El rubio sabía perfectamente que no era bueno hacer enojar a Itachi, pero eso era lo que quería ya que ese día en la mañana, Pein le había dicho una pequeña frase: “Una vez llegado al límite, se puede hacer cualquier cosa”. Y eso era lo que quería. Que el Uchiha sintiera más que interés en el caso, que sintiera el odio hacia la situación. Deseaba que se dejara llevar por las emociones, para explotar aquella fase oculta en su interior.



Pararon en automóvil en medio de la calle.



—Ah, ¿te han dicho que eres molesto? —preguntó con indiferencia mientras bajo su mentón posaba su mano y pegaba la frente al cristal frío.


—Algo así… —respondió con total indiferencia.



—¿Qué haremos? —cambió de tema el Uchiha.


—Pues el plan era simple, ir a entrevistar a el dueño del local, ya que al parecer dos sospechosas se citaron ahí noches antes del asesinato. Pero… Olvidé lo de lo gorilas. Jeje… —terminó como excusándose por haber olvidado algo tan importante.


—¿Y ahora? —preguntó.


—Pues… Lo haremos a la difícil. Le pediremos a Sasori que lo haga él y…


—Eres un idiota.

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—Buenas noches. —esas fueron las palabras que resonaron por aquella oficina de colores madera.



—Al grano, ¿qué busca? —cortó bruscamente.


—El sábado 1 de mayo dos chicas llegaron aquí, ¿no es cierto?


—Muchas chicas llegan aquí. ¿Cómo saber? —decía sin el más mínimo interés.



—¿Las cámaras de vigilancia, graban las 24 horas? —preguntó.


—Sí.


—¿Puedo ver las cintas de esa noche? —más que a pregunta sonó a orden.


El señor panzón se acercó a un pequeño taburete que estaba atrás de su escritorio de madera —el cual contrastaba con las paredes color rojo quemado que había —y sacó una cinta, la cual puso en el reproductor y se apreciaban unas imágenes.


Después de buscar y adelantar la cinta por más de medio ahora, encontró lo que buscaba; a una rubia de largos cabellos y a una pelirroja con gafas.


—¿Le puede subir al audio? —cuestionó sin quitar la mirada de la pantalla de la televisión.



Acto seguido, el dueño del bar le subió el volumen:



—Sí, sí, ¡Qué sí! Lo haré, lo haré, Sólo dame un día. ¿Sí?
—¿Está bien?, ¿estás segura que debemos hacerlo? Yo no lo estoy.
—No hay vuelta atrás todo está planeado.
—Si esto nos ayuda…



—Me lo llevaré, le sacaré copia y luego se lo devuelvo. —sin esperar respuesta salió de la oficina y se fue de camino a la comisaría.

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—Deberías de escribir todo lo que ha pasado en una libreta ¿sabes? —hablaba con los pies sobre el escritorio —desde un mes antes quizás. Tal vez allí halles algo interesante, y algo que nos ayude. —terminó diciendo mientras bostezaba.



—Te repetiré eso para el próximo caso, Deidara.



El aludido sólo se limitó a medio sonreír con los ojos cerrados.


Unos pasos resonaron por la habitación, haciendo que el eco de éstos pusiera en alerta a todos; esperaban con ansias los resultados.

Entró como si nada por el umbral y tiró el casete hacia unas manos níveas que lo atraparon ágilmente.


—Primera y última vez que los ayudo. —declaró mientras seguía mirando hacia el frente como si nada.



Itachi sólo asintió, y Deidara solo sonrió aún más. Le causaba risa esa situación.


—Sí, maestro Sasori. —canturreó.


El Uchiha mayor vio el video mínimo unas siete veces, de verdad que le interesaba llegar al fondo de quién mató a su familiar, a su hermano… a su amante.


Con letra clara empezó a hacer lo que le había sugerido el rubio molestoso ése que tenía por compañero.



27 de febrero:
Deidara y yo habíamos tomado, el muy idiota hizo que nos sacaran de sacaran del bar. Después de llevarlo a su casa me dirigí a la mía. Al entrar la puerta estaba abierta, Sasuke se estaba bañando en mi baño, al parecer el otro estaba roto. Esa noche, después de que terminara de bañarse se fue la luz, llamé a Deidara pero me colgó, subí hacia mi habitación y mi hermano durmió conmigo. Un pensamiento insano cruzó mi mente mientras lo veía dormir, pero después de despojarlo de mi cabeza me dormí.


Poco a poco fue haciendo memoria de cada noche que habían durado sus dudas, hasta que llegó al 13 de marzo, una noche que no se atrevía a escribir.



>> Esa noche habían vuelto a beber, sólo que todos los de la comisaría, se habían reunido en la casa del rubio y se habían embriagado hasta más no poder. Itachi se fue a su casa por ahí de las una y media de la madrugada. Había llegado en total estado de ebriedad, por un milagro no lo habían infraccionado o peor aún, chocado.


A tientas pudo meter la llave en el orificio del picaporte. Subió las escaleras que lo llevaban a su cuarto, después de haber cerrado la puerta, y se tumbó en su cama sin mirar nada.

—¡Auch! —escuchó.


Rápidamente se paró. ¿Era un ratero? ¿Un efecto de la ebriedad? ¿Su conciencia le jugaba un mal truco?


—¡Mira dónde te tumbas! —gritaron mientras alguien se levantaba de su cama.

—¡Esta es MI cama, que está en MI cuarto, que está en MI casa! —pronunció un poco tambaleante, pero se daba a entender el punto. —¿Qué haces aquí?

—Tu cama es mejor que la mía, no pensé que llegarías hasta el amanecer, así que supuse que no había problemas. —concluyó mientras se tapaba con la sábana.


—Vete a tu cuarto. —ordenó mientras se quitaba la ropa.

—Vete tú, yo llegué primero.

—Dame espacio, me voy a dormir —dijo.


—Primero báñate, apestas. —impuso Sasuke.

—Es mi cuarto.

—Me largo. —repuso mientras se incorporaba y se bajaba de la cama —. Pareces un méndigo borracho. —le escupió mientras se iba rumbo a la salida.

Molesto por las palabras de su hermano, Itachi lo tomó de la mano y lo aventó nuevamente contra la cama.


—¿Apesto? ¿Huelo mal? —interrogaba mientras veía como el moreno se rendía ante él.


—Sí. —afirmó mientras giraba su rostro para alejar lo más posible su olfato del aliento que emanaba el cuerpo masculino.


—¿Enserio? —cuestionó con sorna.


La perversidad se apoderó de él, y dejándose llevar por las ganas de fastidiar a su hermano, y por las ganas que traía guardadas dentro, giró el rostro de Sasuke y besó sus labios.

Una mueca de asco se reflejó en el rostro de este, aún cuando él gustaba del alcohol, lo detestaba cuando no embriagaba sus sentidos.


—¡Quítate de encima! —logró pronunciar con voz jadeante.


El beso que le había propinado Itachi lo habían dejado sin respiración, había sido dominante; más dominante que los que él daba.



—No quiero —anunció mientras abrazaba la figura morena —. Tengo sueño; dormiré. —dijo como si nada, dormiría abrazado a el pequeño Uchiha.



—Te había dicho que me iba; me voy. —declaró mientras intentaba soltarse de los brazos que lo tenían prisionero.

—No, aquí te quedas —ordenó mientras miraba firmemente los orbes oscuros que tenía frente a él.

Al ver que no podía ganarle a su hermano, y más en ese estado, cedió ante las insistencias de este y le siguió la corriente. Cuando pudo observar que ya se había tranquilizado, y que había ido a bañarse, intentó salirse del cuarto…

—No te vayas…

—¡Maldición! —pensó.

Salió del baño con su bóxer negro y su toalla blanca alrededor de su cuello. Corrió las cortinas de su habitación; se puso a observar detenidamente la luna.

Ella le aconsejaba en momentos de confusión. Lo acompañaba en las noches de insomnio y lo cuidaba cuando dormía. ¡¿Quién si no ella, para pedir que le aclarara las cosas?!
—Sasuke… —susurró.


—Hmph —contestó el aludido.

—¿Cómo va todo con Ino? —preguntó.

Quería alivianar un poco las cosas, sabía que de vez en cuando no pensaba, pero esa vez se había pasado.

—Terminamos.

—¿Por qué?

—Me aburrí.

—¿Y ahora quién es?

—Sakura.

—¿Su amiga? —cuestionó.

—Sí, ¿por?

—¿No que ella también es amiga de tu ex, Karin?

—¿Y?

—¿No te da miedo?

—¿Debería?

—Las mujeres son complicadas, y se supone que entre amigas no se cambian los novios —dijo sin darle importancia —. No lo sé, son raras. —concluyó mientras se acostaba en la cama.

—¿Qué importa? Hasta mucho duramos, Emm… —comenzó a pensar —¿cinco, seis meses? No lo recuerdo.

—¿Eso es una relación larga? —aventuró.

—Para mí lo es. —cortó mientras se disponía a dormirse.


—Si tú lo dices…

La conversación no había sido muy fructífera, pero había quitado la tensión del ambiente.


Sasuke se pegó a la pared y se tapó con la fina sábana blanca que había. En cambio Itachi se acostó en la orilla, de manera que pudiera observar bien el faro blanco que ilumina la noche.

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Besó sus labios, él le correspondía en cuerpo y alma, cada vez entraba más en aquel frenesí lujurioso. Una vez más se hallaba envuelto en aquel remolino de instintos salvajes que dominaban su ser, volviéndolo completamente irracional.


Despertó. Su mente le había jugado una mala pasada. Al parecer el beso que había recibido la noche anterior lo había afectado más de lo esperaba.
—Maldito Itachi.
—¿Qué? —tartamudearon.
—imbécil.
Se dispuso a ponerse en pie. Al verse, su cuerpo se hallaba desnudo, ¿no había sido un sueño?


Abrió los ojos. Miró a su alrededor, todo seguía tal cual. Itachi seguía durmiendo a su lado, se puso de pie, seguía con su pijama azul cielo y con todos sus cabellos en su lugar.

—Tengo hambre.

Bajó los peldaños hacia la sala después de haberse cepillado los dientes.

Tomó un café negro —como a él le gustaba —y una tostada con mermelada, no le gustaba el sabor dulzón pero no tenía ganas de prepararse algo decente. <<

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El lápiz producía un eco desesperante en la habitación. Segundo tras segundo lo golpeaba contra el escritorio. Se debatía si escribirlo o no. Se enteró del sueño tiempo después, cuando al fin habían consumado “el amor” que se tenían. No lo escribiría. ¿A quién le importaba eso? Eso era parte de su vida personal, y así se quedaría…


Sólo por un poco más de tiempo…

Contenido oculto

LoooL, sí, sí, sé que se quedaron con cara de "WTF?!" A ver... Explico. Primero se cuenta la historia de Itachi y Deidara en el presente, luego, se contó lo que pasó la noche 13 de marzo en tercera persona. Después se contó un sueño que tuvo Sasuke, que resulta ser un sueño y ya despierta, y ya al final se regresa al presente.

El OoC desborda en cada línea, pero no puedo evitarlo en un long-fic. Un drabble sería más fácil :(