Ositos Cariñositos Más que Sólo una Amistad (Osos cariñositos)

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Dietrich, 16 Septiembre 2012.

  1.  
    Dietrich

    Dietrich Entusiasta

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    Miembro desde:
    6 Agosto 2011
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    112
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Más que Sólo una Amistad (Osos cariñositos)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    215
    Mi primera historia sobre Ositos Cariñositos: Aventuras en Quiéreme Mucho. Esta historia está algo modificada. Tuercas sí existe y es amigo de Revoltosito y vive con él en su casa, pero una de las modificaciones es que en esta historia, Tuercas es un robot que fue creado por Gruñosito y que el mismo Gruñosito dio como regalo a Revoltosito. Desde entonces, Revoltosito y Tuercas han vivido juntos. Otra modificación es que en esta historia y en la continuación que pienso hacer, es que no sólo hay amistad, sino también amor de novios. Otra modificación que para mí es la mejor de todas, es que en esta historia, el malvado Ronco no existe y ésa es la mayor razón de porqué Tuercas es una creación de Gruñosito. Algo que no cambia, es el hecho de que Revoltosito sea el único que pueda entender lo que Tuercas dice, pero sólo él lo entiende porque cuando Gruñosito lo creó, decidió que sólo Revoltosito debía entender lo que Tuercas diga. Si Revoltosito no traduce lo que Tuercas dice, entonces yo lo traduciré para que lo entiendan. Y otra cosa que no cambia, son los constantes tropiezos de Revoltosito, y no los cambié porque habrán dos escenas especiales en que necesitaré hacer tropezar a Revoltosito.
     
  2.  
    Dietrich

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    Título:
    Más que Sólo una Amistad (Osos cariñositos)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2386
    Es Sábado en la mañana en Quiéreme Mucho y los ositos de la ciudad empiezan a despertar poco a poco. Alegrosita tiene la sensación de que será un día muy cariñoso y estupendo para sus amigos y especialmente para ella. Hoy es día de limpieza, así que todos deberán limpiar la ciudad entera. Después de desayunar, todos se reúnen en el Árbol de Reunión para recibir sus instrucciones.

    Divertosito: Atención todo el mundo, préstenme su atención por favor.

    Todos los ositos fijan su atención en Divertosito.

    Divertosito: Como todos saben, hoy es día de limpieza, así que Quiéreme Mucho tiene que ser completamente limpiada. No importa si algunos terminan antes o después que otros y no importa cuánto tiempo se demoren, sólo recuerden que toda la ciudad debe quedar limpia. Si hubo algo que no logran limpiar antes del final del día, podrán continuar al día siguiente. Ahora, ¿alguien tiene una pregunta antes de empezar?.

    Revoltosito levanta la mano izquierda.

    Divertosito: ¿Revoltosito?.

    Revoltosito: Divertosito, ¿limpiaremos en grupos o en parejas o limpiaremos individualmente?.

    Divertosito: Anoche pensé en eso durante unos minutos y decidí que lo harán en parejas. ¿Tienes otra pregunta?.

    Revoltosito: ¿Y quién elegirá como pareja a quién?.

    Divertosito: Todos pueden elegir a quien quieran, pero sólo podrán elegir a una pareja. ¿Alguna otra pregunta?.

    Revoltosito: ¿Podemos empezar a limpiar en donde sea?.

    Divertosito: Sí, pueden empezar a limpiar por donde quieran. No importa qué lugar elijan. Pero hagan lo que hagan, nunca deben separarse de quien eligieron. ¿Alguna pregunta más?.

    Revoltosito: No, sólo era eso.

    Divertosito: Está bien. Entonces, elijan su pareja.

    Divertosito baja para encontrar a su pareja, mientras los demás buscan a alguien. Sincerosita elige a Armoniosita, Divertosito elige a Alegrosita, Gruñosito elige a Generosita, Amigosito elige a Suerteosito, Tiernosito elige a Amorosita y Revoltosito elige a Tuercas.

    Divertosito: ¿Todos ya eligieron a su pareja?.

    Todos: Sí.

    Divertosito: Entonces, podemos comenzar a limpiar.

    Todos comienzan a tratar de elegir qué lugares limpiarán primero.

    Alegrosita: ¿Divertosito?.

    Divertosito: ¿Sí?.

    Alegrosita: ¿Podemos limpiar mi casa primero?.

    Divertosito: Claro que sí.

    Divertosito y Alegrosita se van a la casa de Alegrosita.

    Suerteosito: Amigosito, ¿dónde quieres limpiar primero?.

    Amigosito mira hacia todas partes por unos momentos y elige un buen lugar.

    Amigosito: ¿Qué te parece el reloj de Quiéreme Mucho?.

    Suerteosito: Me parece bien.

    Amigosito y Suerteosito se encaminan hacia el reloj.

    Tiernosito: Amorosita, ¿dónde quieres comenzar?.

    Amorosita: Amaría limpiar la Biblioteca del Saber.

    Tiernosito: Está bien, vamos para allá.

    Tiernosito y Amorosita se dirigen a la biblioteca.

    Sincerosita: Armoniosita, ¿qué quieres limpiar primero?.

    Armoniosita: Bueno, como tú me elegiste a mí, creo que tú debes ser la que elija.

    Sincerosita: Bueno, entonces elijo que limpiemos mi casa, por dentro y por fuera.

    Armoniosita: Está bien.

    Ambas amigas se van a la casa de Sincerosita.

    Gruñosito: Generosita, ¿qué quieres limpiar?.

    Generosita: No se me ocurre nada. Creo que es mejor que tú elijas.

    Gruñosito: Bueno, entonces limpiemos mi taller. Anoche debía limpiarlo, pero estaba muy cansado y no lo limpié.

    Generosita: Está bien.

    Gruñosito y Generosita van al taller de Gruñosito.

    Revoltosito: Tuercas, ¿qué te parece si vamos a limpiar la tienda de víveres?.

    Tuercas responde que sí.

    Revoltosito: Muy bien. Entonces vamos.

    Cada osito va a limpiar lo que eligieron.

    Revoltosito: Tuercas, lanza un chorro de agua enjabonada a las ventanas y elévame para limpiarlas.

    Tuercas pregunta qué va a usar para limpiar el agua de las ventanas.

    Revoltosito: Usaré este trapero.

    Tuercas le asiente con la cabeza y se eleva en el aire y lanza agua enjabonada a las ventanas. Luego desciende y toma a Revoltosito de los brazos y lo eleva hasta las ventanas y Revoltosito pasa el trapero por cada ventana. Todas las ventanas quedan relucientes.

    Revoltosito: Ahora sigamos con el resto de la tienda.

    Revoltosito y Tuercas siguen limpiando toda la tienda. En tanto, Amigosito y Suerteosito están limpiando el reloj de Quiéreme Mucho. Todos los ositos cariñositos limpian la ciudad durante unas horas. Aproximadamente tres horas después, terminan de limpiar toda la ciudad. Todos se reúnen en el Árbol de Reunión de nuevo.

    Divertosito: Ahora que todos terminaron de limpiar toda la ciudad, son libres de hacer lo que quieran, menos hacer que la ciudad se ensucie de nuevo.

    Todos se dispersan y van a donde quieran a hacer lo que quieran.

    Revoltosito: Tuercas, ¿quieres ir a la Pradera del Color?.

    Tuercas le responde con un “sí”. Tuercas toma a Revoltosito de los brazos y comienza a volar a la Pradera del Color. Después de algunos segundos, llegan adonde están las plantas y flores y todo lo hermoso. Revoltosito se sienta en el césped y se relaja.

    Revoltosito: Que bien se siente estar aquí. Es muy alegre y tranquilo. ¿Estás escuchando eso, Tuercas?.

    Tuercas le responde que no escucha nada.

    Revoltosito: Exacto, no se escucha nada. Es el tranquilo sonido del silencio. Ni siquiera hay viento y es relajante escuchar el silencio.

    Tuercas le habla a Revoltosito.

    Revoltosito: ¿Que si se puede escuchar el silencio?. Aunque te suene extraño, la respuesta es “sí”.

    Tuercas vuelve a hablar.

    Revoltosito: ¿Que cómo es posible?. Bueno, el silencio puede ser escuchado debido a que el no escuchar nada, implica el no ruido, en otras palabras el silencio. Si no pudiéramos escuchar, no sabríamos cuando ha dejado de haber ruidos. El silencio es la total ausencia de cualquier tipo de sonidos. Hay silencio cuando no se escucha ningún tipo de sonido.

    Tuercas le pide a Revoltosito que le dé un ejemplo sobre eso.

    Revoltosito: Está bien. Por ejemplo, un individuo sordo no escucha absolutamente nada, por tanto, solamente escucha el silencio, lo que se podría definir como aquello que carece de ruidos. Te daré otro ejemplo para que lo entiendas mejor. Si yo estuviera sordo, no tendría ninguna manera de escuchar lo que tú me dices o lo que alguien hable. Tampoco podría escuchar los sonidos. Lo único que mis oídos percibirían, sería el absoluto silencio. La ausencia de sentidos puede ser más o menos dificultosa. Algunas pueden ser más dificultosas que otras. Alguien que no puede escuchar, no puede saber cuando le están hablando y no puede escuchar los sonidos que se producen a su alrededor. Alguien que no puede escuchar absolutamente nada, ni siquiera puede escuchar lo que dice con sus propias palabras. Para alguien que está sordo, es imposible percibir el sonido. Cuando alguien es sordo, no puede percibir ni el ruido más fuerte, como un rayo, o una explosión, o un grito, absolutamente nada. Alguien con ceguera no puede ver absolutamente nada, pero si no está sordo, entonces puede escuchar. La ceguera es una discapacidad física que consiste en la pérdida total o parcial de la visión. Cuando alguien está totalmente ciego, lo único que puede ver, es el color negro. Alguien ciego no puede ver nada de lo que ocurre a su alrededor, ni tampoco puede ver lo que hace, pero aún así, puede hacer cosas, aunque algunas veces no le salgan muy bien. ¿Quieres ver un ejemplo de la ceguera?.

    Tuercas le asiente con la cabeza.

    Revoltosito: Está bien. Presta atención a lo que me verás hacer.

    Tuercas le asiente con la cabeza. Revoltosito se levanta y cierra los ojos, da una vuelta hacia un lado y comienza a caminar. Tuercas observa con atención mientras Revoltosito le enseña el ejemplo. De pronto, Tuercas ve que Revoltosito camina directamente hacia un árbol y se apresura a detenerlo. Revoltosito sigue caminando sin abrir los ojos, acercándose más y más al árbol. Tuercas lo alcanza y lo detiene y Revoltosito abre los ojos al sentir a Tuercas deteniéndolo.

    Revoltosito: ¿Qué sucede, Tuercas?.

    Tuercas le dice que iba a chocar con el árbol que está delante de él.

    Revoltosito: Tuercas, no era necesario que me detuvieras, te estaba dando un ejemplo de lo que la ceguera puede provocar. ¿Entiendes?.

    Tuercas le asiente con la cabeza y le dice que siente mucho haber arruinado su ejemplo. Revoltosito le sonríe y le acaricia la cabeza, dándole su cariño.

    Revoltosito: Está bien, Tuercas, no importa. Seguiré con el ejemplo, y sin importar lo que me pase, no me detengas. ¿De acuerdo?.

    Tuercas responde que sí. Revoltosito se da una pequeña vuelta hacia otra dirección, cierra los ojos y comienza a caminar. Tuercas lo observa acercarse a una piedra de tres centímetros que está en el suelo. Tuercas quiere ir a detenerlo para evitar que se tropiece, pero sólo lo mira y se abstiene de detenerlo para no volver a arruinar su ejemplo. Finalmente, Revoltosito se tropieza con la piedra, y ahora que ya terminó su ejemplo, Tuercas corre hacia él. Llega a su lado y le pregunta si está bien. Revoltosito abre los ojos y mira a Tuercas.

    Revoltosito: Sí, estoy bien, Tuercas.

    Tuercas le dice lo que quiso hacer y lo que hizo mientras le daba este ejemplo.

    Revoltosito: Bueno, al menos esta vez no arruinaste mi ejemplo.

    Revoltosito se levanta.

    Revoltosito: ¿Tú viste con qué me tropecé?.

    Tuercas le dice que con una piedra y señala la piedra y Revoltosito la mira por un segundo.

    Revoltosito: ¿Ya lo ves, Tuercas?. Eso es lo que puede suceder cuando alguien está ciego. Cuando alguien no puede ver, puede accidentarse de cualquier manera. Puede tropezarse, puede chocar, puede caerse, puede ocurrirle cualquier tipo de accidente. Y si alguien no puede ver, no puede evitar que le ocurran esos accidentes. Ésa es una de las razones por las que es mejor poder ver, porque así pueden evitarse los accidentes. Cuando se escucha algo y se quiere saber qué o quién provocó el sonido, es necesario mirar para saber con total exactitud lo que causó el sonido, porque sin visión es más difícil averiguar lo que causa los sonidos. Y sin visión es imposible ver. Y si no se puede ver lo que causó un sonido, entonces, a veces lo conveniente para saber qué lo causó, es preguntarle a alguien. Ahora quiero que tú me des dos ejemplos.

    Tuercas le pregunta cómo debe hacerlo.

    Revoltosito: Haz cualquier ruido. Usa lo que se te ocurra para hacer un ruido que yo pueda identificar. Y no importa si me equivoco en identificar el sonido. Cuando hagas algún sonido, tú no debes decirme cómo causaste el sonido. Quiero saberlo por mi cuenta cuando abra los ojos. Y tampoco importa si no logro adivinar en qué lado estás y de dónde viene el sonido, sólo recuerda que no debes decirme cómo hiciste el ruido, ¿entiendes?.

    Tuercas le asiente con la cabeza y le pregunta qué puede usar.

    Revoltosito: No puedo decirte. Yo debo identificar el sonido sin saber con qué harás el sonido. Si yo sé qué utilizas para hacer un sonido, este ejemplo no tiene sentido, porque yo no debo saber con qué haces los sonidos hasta que abra los ojos. Intenta encontrar algo que te ayude.

    Revoltosito cierra los ojos y Tuercas le pregunta si ya puede empezar con el primer ejemplo.

    Revoltosito: Sí, puedes empezar.

    Tuercas avanza lentamente por algunos lados, mirando qué puede usar. A los pocos segundos, encuentra otra piedra de tres centímetros y una rama de árbol muy delgada tirada al lado de la piedra. Tuercas toma la piedra y la deja caer sobre la rama y la rama se parte en dos mitades.

    Revoltosito: Ahora que ya hiciste ese sonido, sé que rompiste una rama. Ahora intentaré adivinar cómo rompiste esa rama. Te lo preguntaré y si te pregunto incorrectamente, me responderás con un “no”, pero si pregunto correctamente, me responderás con un “sí”, ¿de acuerdo?.

    Tuercas responde que sí y Revoltosito intenta adivinar.

    Revoltosito: ¿Rompiste esa rama tomándola y partiéndola tú mismo?.

    Tuercas responde que no.

    Revoltosito: ¿Rompiste esa rama golpeándola contra un árbol?.

    Tuercas responde que no.

    Revoltosito: ¿Rompiste esa rama pisándola?.

    Tuercas responde que no.

    Revoltosito: ¿Rompiste esa rama dejándole caer una piedra encima?.

    Tuercas responde que sí. Revoltosito abre los ojos y mira hacia donde está Tuercas y se da cuenta de que adivinó correctamente cuando ve las dos mitades partidas a los lados de la piedra.

    Revoltosito: Muy bien. Ahora, quiero otro ejemplo. Sé que con uno es suficiente, pero yo quiero dos ejemplos. Así que haz otro sonido.

    Tuercas le asiente con la cabeza, Revoltosito cierra los ojos y Tuercas comienza a pensar en qué otra cosa puede hacer. Tuercas mira para otras partes y mira el árbol contra el que Revoltosito casi choca y se le ocurre otra idea. Tuercas se acerca al árbol y mueve sus aspas y le dispara viento, provocando que muchas hojas salgan volando y hagan ruido al chocar unas con otras, haciendo un sonido igual al que provoca el césped cuando está muy crecido y es movido fuertemente por el viento. Seis segundos después, Tuercas deja de echarle viento al árbol.

    Revoltosito: ¿Ya terminaste?.

    Tuercas responde que sí.

    Revoltosito: ¿Le tiraste aire al césped?.

    Tuercas responde que no.

    Revoltosito: ¿Moviste hojas de árbol del suelo echándole aire?.

    Tuercas responde que no.

    Revoltosito: ¿Usaste tus aspas para provocar viento y tiraste las hojas de un árbol?.

    Tuercas responde que sí. Revoltosito abre los ojos y se encamina hacia Tuercas.

    Revoltosito: Muy bien, Tuercas, ahora yo te daré un ejemplo a ti. Quiero que cierres los ojos y que no los abras hasta que yo te diga.

    Tuercas le asiente con la cabeza, cierra los ojos y Revoltosito se aleja de él.

    Revoltosito: ¡Te hablo fuerte para que me escuches, porque estoy lejos de ti!. ¡Quiero que señales hacia dónde crees que estoy!. ¡¿Puedes adivinar dónde estoy ahora?!.

    Durante unos segundos, Tuercas intenta ubicar de dónde viene el sonido de la voz de Revoltosito. Como Revoltosito está lejos, Tuercas no puede ubicar bien en dónde está. Sin saber exactamente dónde está Revoltosito, Tuercas señala hacia el norte y Revoltosito ve adónde señala.

    Revoltosito: ¡Ya puedes abrir los ojos!.

    Tuercas abre los ojos y ve que Revoltosito no está en donde él creyó. Revoltosito corre hacia él.

    Revoltosito: AQUÍ ESTOY, TUERCAS.

    Tuercas logra captar de dónde proviene la voz de Revoltosito y se voltea y lo ve corriendo hacia él desde la dirección del oeste. Revoltosito se detiene delante de él.

    Revoltosito: ¿Ya entiendes la importancia de la vista y la audición?.

    Tuercas le asiente con la cabeza. Súbitamente, el estómago de Revoltosito suena.

    Revoltosito: Ya estoy hambriento. Iré a buscar frambuemoras.
     
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    Revoltosito se va a buscar frambuemoras, pero se detiene al ver que Tuercas se queda en donde está.

    Revoltosito: Tuercas, acompáñame si quieres.

    Tuercas lo acompaña con alegría. Ambos buscan durante varios minutos hasta que encuentran un arbusto de frambuemoras. Revoltosito se come algunas frambuemoras una por una.

    Revoltosito: Ahora siento que me gustaría haber traído un frasco.

    Tuercas le pregunta por qué.

    Revoltosito: Para llevarme algunas frambuemoras a nuestra casa y hacer sándwiches de jalea de frambuemoras.

    Revoltosito sigue comiendo algunas frambuemoras, hasta que después de un rato corto, Tuercas le dice que él irá a buscar un frasco a la casa.

    Revoltosito: Buena idea, Tuercas. Ve a buscar el frasco mientras yo te espero aquí.

    Tuercas gira sus aspas y vuela hacia Quiéreme Mucho. Revoltosito decide dejar de comer para tener espacio en su estómago para comer sus sándwiches de jalea de frambuemoras cuando lleguen a la casa. Tuercas llega a la casa y entra a la cocina a buscar un frasco. Tuercas abre la alacena y encuentra tres frascos, así que toma uno, cierra la despensa y sale a la Pradera del Color. Mientras Revoltosito lo espera, siente que su hambre regresa. Unos momentos después, Tuercas llega a su lado con el frasco.

    Revoltosito: Lo trajiste. Gracias.

    Revoltosito toma el frasco y lo abre y llena el frasco con todas las frambuemoras que logra meter y luego cierra el frasco. De pronto, Revoltosito se queda quieto mirando las frambuemoras dentro del frasco y Tuercas le pregunta qué le sucede.

    Revoltosito: No me sucede nada, Tuercas. Es sólo que las frambuemoras me recordaron por un momento a Alegrosita. Recuerdo que el día de ayer, ella me dijo que quería comer frambuemoras, pero que estaba muy ocupada como para venir a buscarlas. Y no le pidió a nadie que viniera a buscarle frambuemoras.

    Tuercas le pregunta a Revoltosito si sabe porqué Alegrosita no le pidió a nadie que le llevara frambuemoras.

    Revoltosito: Creo que debió estar muy ocupada como para pedírselo a alguien. A veces, se está tan ocupado en algo, que no se tiene tiempo para hacer otra cosa. Como hoy en la mañana. Todos en Quiéreme Mucho estuvimos tan ocupados limpiando la ciudad, que no teníamos nada de tiempo para hacer otra cosa que no fuera limpiar la ciudad. A veces hay tiempo para lo que queremos hacer, pero a veces no hay tiempo ni para nosotros mismos.

    Tuercas le pregunta algo.

    Revoltosito: ¿Qué voy a hacer?. Bueno, no lo sé.

    Revoltosito intenta pensar en alguna idea. Él siente que debería dejar que Alegrosita venga a buscar frambuemoras por su cuenta cuando tenga tiempo, pero algo en su interior le dice que él debe hacerle el favor. Revoltosito piensa y piensa, hasta que se le ocurre algo que lo alegra.

    Revoltosito: Oh, Tuercas, ya sé qué voy a hacer. Nosotros le llevaremos frambuemoras a Alegrosita. Ve inmediatamente a nuestra casa y tráeme otro frasco.

    Tuercas se alegra y vuela rápidamente a Quiéreme Mucho. En menos tiempo que antes, vuelve con Revoltosito y le entrega el frasco. Revoltosito le mete frambuemoras al segundo frasco y lo cierra.

    Revoltosito: Tuercas, vamos a Quiéreme Mucho.

    Tuercas toma a Revoltosito de los brazos y vuela hasta Quiéreme Mucho. Durante el vuelo, Tuercas le pregunta a Revoltosito porqué quiso volver ahora.

    Revoltosito: Para darle las frambuemoras a Alegrosita. Pero primero vayamos a mi casa a dejar uno de los frascos.

    Tuercas le asiente con la cabeza y van a su casa. Tuercas aterriza en la puerta y Revoltosito le entrega un frasco.

    Revoltosito: Espérame aquí con este frasco mientras dejo el otro en la cocina.

    Tuercas le asiente con la cabeza y Revoltosito entra a la casa y deja el frasco en la mesa. Luego, sale de la casa y se encamina con Tuercas a la casa de Alegrosita.

    Revoltosito: Tuercas, dame el frasco.

    Tuercas se lo entrega y Revoltosito se lo pone atrás de la espalda. Tuercas le pregunta porqué lo hace.

    Revoltosito: ¿Hablas de porqué me lo pongo en la espalda?.

    Tuercas responde que sí.

    Revoltosito: Es que quiero sorprenderla.

    La cara feliz de Revoltosito se cambia a una cara nerviosa y Tuercas le pregunta si le sucede algo.

    Revoltosito: Es que no sé porqué, pero empiezo a sentirme un poco nervioso. ¿Qué tal si ella me lo rechaza?. ¿Qué tal si quería ser ella la que fuera por las frambuemoras?. ¿Qué tal si acaso elegí frambuemoras que todavía no estaban maduras?. ¿Y qué tal si cambió de opinión y ahora quiere comer otra cosa?. Me estoy poniendo más nervioso.

    Revoltosito se detiene a mitad del camino y Tuercas le pregunta porqué está nervioso.

    Revoltosito: Por lo que pienso que podría pasar. Me sentiría mal si ella me rechaza las frambuemoras por haber querido ir por su cuenta a la Pradera del Color a buscarlas. Y me sentiría muy mal si se enferma por comer frambuemoras que no estén maduras. Si ella se enferma, sería mi culpa por no haber elegido bien.

    Tuercas intenta relajarlo, hablándole de las otras veces que él le hizo favores y a ella le gustaron. Como cuando la ayudó hace cuatro días a encontrar un libro que se le había perdido, y cuando ella se lastimó la pierna izquierda el mes pasado y él le ayudó poniéndole vendajes y dándole tranquilizantes para el dolor, y cuando ella tuvo insomnio por dos noches hace cuatro meses y él le dio una pastilla para dormir y ella recuperó el sueño.

    Revoltosito: Es cierto, había olvidado todo eso, ¿pero qué tal si esta vez es diferente?. Me da gusto hacerle este favor y me gustó hacerle esos favores, pero quizás ahora no le guste.

    Tuercas le pregunta que porqué no habría de gustarle este favor, si antes le gustaron los favores que él le hizo.

    Revoltosito: Te agradezco que intentes calmarme, pero no está funcionando.

    Tuercas le pregunta si quiere o no quiere darle las frambuemoras.

    Revoltosito: Sí, sí quiero, pero estoy muy nervioso.

    Tuercas le dice que debe despejar las dudas de su mente, porque las dudas son las que le impiden pensar positivamente y tener seguridad en que lo que quiere saldrá bien. Y le dice que no debe apresurarse con sus pensamientos si todavía no ha ocurrido nada que le compruebe que a Alegrosita no le gustará la sorpresa que quiere darle.

    Revoltosito: Gracias por todo eso, Tuercas, pero aunque sigo nervioso, me siento con más ánimos para darle las frambuemoras.

    Revoltosito retoma su caminar hacia la casa de Alegrosita. Él se aproxima a su puerta, hasta que se queda parado frente a ella. Él golpea la puerta un par de veces y a los pocos momentos, Alegrosita sale a la vista.

    Alegrosita: Hola, Revoltosito. Hola, Tuercas.

    Revoltosito la mira con una sonrisa nerviosa y con el corazón acelerado.

    Revoltosito: Hola, Alegrosita.

    Alegrosita: ¿Necesitas algo?.

    Tuercas le dice que se controle.

    Revoltosito: No me presiones, Tuercas.

    Alegrosita: Revoltosito, ¿te ocurre algo?.

    El corazón de Revoltosito está muy acelerado.

    Revoltosito: Yo recordé cuando me dijiste que estabas ocupada como para ir a buscar frambuemoras a la Pradera del Color, así que,, así que,, yo te las traje.

    Le pone el frasco con frambuemoras delante de la cara, dejándola completamente sorprendida. Por un instante, Alegrosita queda como una estatua, pero después reacciona con una enorme sonrisa.

    Alegrosita: Oh, Revoltosito, es de los mejores favores que me has hecho. Ni siquiera sé cómo agradecértelo. Sólo se me ocurre decirte “gracias”.

    Alegrosita le recibe el frasco.

    Revoltosito: ¿En serio te gustó?.

    Alegrosita: Claro que sí.

    Revoltosito siente que sus nervios se disminuyen y que sus latidos cardiacos vuelven a ser normales. Pero sin previo aviso, Alegrosita deja el frasco en el suelo por un momento y abraza a Revoltosito con fuerza. Revoltosito siente que su corazón vuelve a latir, pero ahora es por alegría. Alegrosita se separa de él y vuelve a tomar el frasco.

    Alegrosita: Gracias de nuevo.

    Antes de entrar, Alegrosita lo besa en la mejilla derecha, dejándolo impactado. Luego entra a su casa y Revoltosito sólo se queda quieto con su mano derecha sobre su mejilla. Él siente que le gustó ese beso y también el abrazo, sobretodo el beso. Un minuto después, Revoltosito vuelve a reaccionar, sólo gracias a que Tuercas lo estaba llamando para “hacerlo despertar”.

    Revoltosito: ¿Me estabas hablando, Tuercas?.

    Tuercas le responde que sí y que estaba preguntándole qué le ocurrió que se quedó como una estatua durante un minuto.

    Revoltosito: No sé qué me ocurrió, pero cuando Alegrosita me abrazó, sentí como si un peso me fuera quitado de encima. Y cuando me besó, me quedé impactado. Ese beso fue lo que menos esperé.

    Revoltosito se quita la mano de la mejilla.

    Revoltosito: Por lo menos ya sé que sí le gustó la sorpresa. Pero todavía no entiendo porqué estaba tan nervioso, y tampoco sé porqué me gustó cuando me besó.

    Tuercas le recuerda las preguntas que él estuvo haciendo.

    Revoltosito: No siento que solamente fuera por eso. Pienso que pudo haber otra razón, pero no sé cuál. Solamente me alegra que le gustara la sorpresa.

    Tuercas le pregunta si no le pedirá que le devuelva el frasco.

    Revoltosito: Sí, se lo pediré, pero lo haré después.

    Sin previo aviso, Alegrosita abre la puerta y Revoltosito y Tuercas ven que tiene el frasco vacío en la mano izquierda.

    Alegrosita: Aquí tienes tu frasco, Revoltosito.

    Revoltosito se lo recibe.

    Revoltosito: Gracias. ¿Dónde pusiste las frambuemoras?.

    Alegrosita: Las guardé en otro frasco para devolverte el tuyo.

    Revoltosito siente que le gusta esa demostración de generosidad.

    Revoltosito: Gracias, Alegrosita.

    Alegrosita: Por nada. ¿Y tú qué hacías todavía en mi puerta?. Cuando entré, pensé que te irías.

    Revoltosito: Es que me quedé hablando con Tuercas.

    Alegrosita: Está bien. Nos vemos y gracias de nuevo por las frambuemoras.

    Revoltosito: Por nada.

    Alegrosita cierra la puerta y Revoltosito y Tuercas se van.

    Revoltosito: Ahora que ya pasó todo, me siento tranquilo de nuevo.

    Revoltosito y Tuercas se van a su casa y Revoltosito se come unos cuantos sándwiches de jalea de frambuemoras. En tanto, Alegrosita está comiéndose su último sándwich de jalea de frambuemoras. Ella piensa algo mientras come.

    Alegrosita: Fue lo más lindo que Revoltosito ha hecho por mí desde los otros favores que me ha hecho. Él es un verdadero gran amigo. Me gustaría saber si quiere que de alguna forma le pague todos los hermosos favores que me ha hecho.

    Alegrosita se come el resto de su último sándwich y luego va a su habitación a tomar una siesta. Quince minutos después, ella despierta y decide ir a la Biblioteca del Saber para leer algún libro. Llega a la biblioteca y al momento de abrir la puerta, ve que Revoltosito y Tuercas también están ahí. Alegrosita siente que su corazón se alegra mucho de ver a Revoltosito en la biblioteca también.

    Alegrosita: (pensando) Él es lindo.

    A Alegrosita le gusta pensar eso de Revoltosito. Súbitamente se da cuenta de lo que pensó. ¿Acaso pensó que él es lindo?. Nunca había pensado eso de nadie y no acostumbraba a pensar eso de nadie. ¿Estaría ocurriéndole algo que actúe en contra de su voluntad como para hacerle pensar eso de él?. Ella inmediatamente se quita esos pensamientos de la mente. Por ahora, sólo quiere encontrar un libro. Revoltosito no está nervioso porque no ha notado que ella entró a la biblioteca, él sólo lee concentradamente un libro junto a Tuercas. Alegrosita mira los libros de un estante por unos segundos y elige uno, lo saca de su lugar y camina hacia una mesa para leer. Al momento de pasar por detrás de Revoltosito, vuelve a sentir esa misma alegría. ¿Qué, otra vez?. ¿Por qué siente alegría de estar cerca de él?, ¿qué estará ocurriéndole?. ¿A qué se debe esa alegría?. ¿Qué le hace sentir esa alegría siempre que está cerca de Revoltosito?. Son las cosas que ella se pregunta mentalmente a sí misma, sin poder entenderlo. Ella se sale de sus pensamientos y se da cuenta de que involuntariamente, se detuvo justo detrás de él. Retoma su camino, pero al dar el segundo paso, el libro se le cae de la mano derecha. Revoltosito lo escucha y se para de la silla y se agacha para recoger el libro sin darse cuenta de que a quién se le cayó. Pero cuando toca el libro, ve dos pies rosados, exactamente igual de rosados que Alegrosita. Él sabe que Alegrosita es la única osita cuyos pies son de ese tono de rosado. Él recoge el libro y cuando se levanta, ve unas manos rosadas y luego su mirada se fija en una barriguita cuya insignia es un arco iris. Alegrosita es la única osita en Quiéreme Mucho con un arco iris como insignia. Su corazón comienza a acelerarse de nuevo, igual que cuando iba a darle las frambuemoras. Él eleva más su mirada y ve la cara de Alegrosita. Sus miradas se encuentran una con otra y el corazón de Alegrosita se acelera como el de Revoltosito. Ambos se ponen nerviosos, sin saber porqué. Revoltosito se endereza lentamente y a Alegrosita se le hace difícil hablarle.

    Revoltosito: Toma, Alegrosita.

    Revoltosito habló con nerviosismo en su voz y Alegrosita hace un curioso esfuerzo por hablar. Es curioso para ella tener que esforzarse para hablar, porque nunca debió hacerlo antes.

    Alegrosita: Gracias.

    Fue la única palabra que logró sacar de su boca. Le recibe el libro y se dirige a una mesa muy cercana a Revoltosito. Tuercas estuvo viendo todo y le parece demasiado curiosa la forma en que ambos ositos actuaron. Tuercas le pregunta a Revoltosito que porqué actuó así con ella y Revoltosito le contesta en voz muy baja. No es solamente porque en la biblioteca deba haber silencio, sino para que Alegrosita no lo escuche.

    Revoltosito: No sé porqué actúo así, Tuercas. No sé qué me pasa. Pero desde que le regalé las frambuemoras, cada vez que veo a Alegrosita, siento que mi corazón se acelera de los nervios y sin que yo pueda saber exactamente porqué. No sé qué me hace reaccionar así. Es lo mismo que cuando quise darle las frambuemoras.

    Alegrosita no lo escuchó. Hasta a Revoltosito se le hace raro querer que Alegrosita no lo escuche. Ni siquiera Revoltosito sabe porqué quiso que Alegrosita no lo escuchara. Revoltosito y Tuercas continúan leyendo su libro. Alegrosita intenta concentrarse en su lectura, pero mientras más intenta concentrarse, más difícil le es dejar de preguntarse mentalmente a sí misma porqué se puso nerviosa al mirar a Revoltosito. Y más extraño para ella, es que le haya costado tanto decirle un simple “gracias”. A ella nunca le ha sido difícil hablarle a alguien y nunca antes hubo algo que la pusiera nerviosa al hablar con alguien. Ella conoce a Revoltosito desde hace mucho tiempo y nunca le fue difícil entablar una conversación con él y decirle una sola y simple palabra. Finalmente logra concentrarse en su libro. Ella lee mentalmente, igual que Revoltosito y Tuercas, para no distraer a nadie. Hay más ositos cariñositos leyendo. Pasan varios minutos y Revoltosito y Tuercas terminan de leer y Revoltosito va a dejar el libro en su lugar para buscar otro. Revoltosito elige otro libro y se devuelve con Tuercas, pero al dar el tercer paso, se tropieza y Alegrosita se da cuenta y se le acerca preocupada a ayudarlo a pararse.

    Alegrosita: Revoltosito, ¿estás bien?.

    Revoltosito: Sí, Alegrosita, estoy bien.

    Alegrosita le extiende la mano derecha y Revoltosito se la toma, pero al momento de tomar su mano, los dos sienten que la vergüenza los invade. Con la vergüenza invadiendo su alma, Alegrosita lo ayuda a pararse. Luego le recoge el libro que se le cayó y se lo entrega.

    Revoltosito: Gracias, Alegrosita.

    Revoltosito camina hacia su mesa, pero al pasar al lado de Alegrosita, accidentalmente roza su brazo izquierdo con el de ella y una vergüenza más grande se hace presente en ellos. Los dos tratan de ignorar esa vergüenza y se sientan en sus lugares y Revoltosito abre el libro en la primera página. Más preguntas aparecen en la mente de Alegrosita, pero para ninguna de esas preguntas tiene una respuesta.

    Alegrosita: (pensando) ¿Qué me está ocurriendo?. No puedo entenderlo. Solamente le tomé la mano y luego nuestros brazos se rozaron. ¿Por qué sólo por eso sentí esa vergüenza?. Eso no era ningún motivo para que sintiera vergüenza. Estoy tan confundida.

    Revoltosito: (pensando) No lo entiendo. Simplemente no lo entiendo. Eso no debió causarme esa vergüenza. Debe haberme ocurrido algo que no supe que me ocurrió y que sigo sin saber qué fue.

    Los tres amigos pasan un largo rato leyendo. Después de leer, Revoltosito y Tuercas van a la Plaza Cariño a buscar a Divertosito para que jueguen juntos.

    Revoltosito: Tuercas, ¿ves a Divertosito por aquí?.

    Tuercas dice que no. De pronto, Divertosito baja de un árbol.
     
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    Dietrich

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    Más que Sólo una Amistad (Osos cariñositos)
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    Romance/Amor
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    Divertosito: Hola, Revoltosito. Hola, Tuercas.

    Revoltosito: Hola, Divertosito.

    Tuercas también saluda a Divertosito.

    Revoltosito: ¿Qué estabas haciendo en ese árbol?.

    Divertosito: Sólo estaba columpiándome.

    Revoltosito: ¿Y cómo te columpiabas?.

    Divertosito: Les enseñaré cómo. Vengan los dos.

    Ellos caminan hacia Divertosito.

    Divertosito: Los espero allá arriba.

    Divertosito se frota la barriguita y su insignia se sale de su barriguita como un disco volador que queda a sólo dos centímetros del suelo. Divertosito se sube a su insignia y su insignia lo lleva hasta una rama. Divertosito se sube a la rama y su insignia regresa a su barriguita.

    Divertosito: Les será más fácil verme si suben aquí.

    Revoltosito: Tuercas, ayúdame a subir.

    Tuercas hace girar sus aspas y toma a Revoltosito de los brazos y suben hasta donde está Divertosito.

    Revoltosito: ¿Estuviste columpiándote en esta rama?.

    Divertosito: Sí. Aquí fue. Y no se rompió porque es una rama muy resistente.

    Tuercas deja a Revoltosito parado sobre la rama al lado de Divertosito.

    Divertosito: Los monos se columpian con las colas, pero yo tengo una manera diferente. Me sostengo de la rama con las manos y me balanceo hacia delante y atrás dándome impulso moviendo las piernas hacia delante y atrás. Revoltosito, mira fijamente como lo hago yo, para que puedas hacerlo como yo cuando quieras.

    Revoltosito: Está bien.

    Divertosito se agacha cuidadosamente y pone las manos sobre la rama.

    Divertosito: Esto es lo primero. Lo segundo es poner cuidadosa y suavemente las rodillas sobre la rama, debes tener cuidado de no rasparte las rodillas con la rama y debes colgarte con suavidad para que el peso de tu cuerpo no te haga caer de la rama.

    Divertosito baja suavemente su cuerpo y queda colgando de la rama.

    Divertosito: Para columpiarte, solamente mueve las piernas hacia delante y atrás como yo.

    Divertosito balancea sus piernas hacia delante y atrás y lentamente, comienza a columpiarse, dejando todo claro para Revoltosito.

    Divertosito: ¿Ya lo entendiste, Revoltosito?.

    Revoltosito: Sí, ya lo entiendo perfectamente. Aquí voy.

    Revoltosito hace todo paso por paso, siguiendo todas las indicaciones de Divertosito justo como él le dijo, y comienza a columpiarse.

    Divertosito: ¿Ves que es divertido?.

    Revoltosito: Sí.

    Divertosito: Tengo otra idea. Tuercas, ven y empújanos por la espalda.

    Tuercas le habla.

    Revoltosito: Tuercas te dice que no quiere porque si nos empuja, nos lastimaremos.

    Divertosito: No, Tuercas, no me refiero a que nos tires del árbol. Me refiero a que nos empujes suavemente, pero no para tirarnos, sino para que tú nos des impulso para columpiarnos. Te lo digo para que participes en el juego y no te aburras viéndonos.

    Tuercas contesta contento.

    Revoltosito: Tuercas dice que está bien.

    Tuercas se va detrás de ellos y los empuja con suavidad, dándoles más impulso y haciendo que se columpien. Los tres amigos juegan un rato hasta que Divertosito y Revoltosito empiezan a cansarse de los brazos.

    Divertosito: Tuercas, ya no me empujes, se me están cansando los brazos.

    Revoltosito: A mí tampoco sigas empujándome, Tuercas.

    Tuercas deja de hacerlo.

    Revoltosito: Tuercas, ayúdanos a bajar, por favor.

    Tuercas toma a ambos de un brazo y los baja con suavidad hasta el suelo.

    Divertosito y Revoltosito: Gracias, Tuercas.

    Revoltosito: Y Divertosito, gracias por esa diversión.

    Divertosito: Por nada.

    Tuercas le habla a Divertosito.

    Revoltosito: Tuercas te da las gracias por dejarlo participar.

    Divertosito: Por nada, Tuercas.

    Inesperadamente, en todo Quiéreme Mucho se escucha a las Trueno-ballenas y aparecen en el cielo formando nubes, eso significa que va a llover. Todos los ositos corren a sus casas y en pocos minutos comienza a llover. Tuercas le pregunta a Revoltosito si quiere comer algo.

    Revoltosito: No, ahora no tengo hambre.

    Revoltosito mira al cielo asomado por la ventana. Tuercas va a su lado y le pregunta si le sucede algo.

    Revoltosito: No, sólo estoy mirando las nubes.

    Revoltosito sigue mirando las nubes, y unos segundos después, comienza a ver la cara de Alegrosita en las nubes y un asombro lo invade. Se refriega los ojos por tres segundos y mira las nubes de nuevo y sólo ve las nubes.

    Revoltosito: Sólo debió ser mi imaginación.

    Tuercas le pregunta porqué dijo eso.

    Revoltosito: Tal vez no me creas, Tuercas, pero de repente vi la cara de Alegrosita en las nubes.

    Tuercas queda algo confundido, pero le dice que sí le cree. Revoltosito suelta un suspiro, que por alguna razón, a Tuercas no le sonó como un suspiro de aburrimiento o de tristeza o sueño. Revoltosito se siente raro. Tuercas le pregunta si le ocurre algo.

    Revoltosito: Me siento raro. Siento como si hubiera alguien que necesito que esté a mi lado.

    Tuercas le dice que él está a su lado.

    Revoltosito: Quizás esto te sonará más raro todavía, pero no eres tú quien me hace falta. Siento que es alguien más, pero no sé quién.

    Tuercas le pregunta si acaso ese suspiro pudo ser por soledad. Eso toma por sorpresa a Revoltosito, quien rápidamente aparta la mirada de la ventana y gira la cabeza hacia su amigo robótico.

    Revoltosito: ¿Qué me quieres decir con eso de un suspiro por soledad?.

    Tuercas le recuerda los momentos en que actuaba así cuando estaba cerca de Alegrosita y le dice que cree que Alegrosita puede estar involucrada.

    Revoltosito: ¿Por qué dices que ella puede estar involucrada?.

    Tuercas le dice que Alegrosita es la única con quien actúa así y que siempre se ponía nervioso o avergonzado cuando estaba cerca de ella. Le dice que lo recuerde por su cuenta.

    Revoltosito: Cuando estábamos en la Pradera del Color, quise llevarle frambuemoras, pero yo le hago favores porque ella necesita ayuda a veces y porque a mí me gusta ayudarla.

    Tuercas le dice que siga recordando si acaso le pasó algo de lo que él no se haya enterado.

    Revoltosito: Bueno, en la Biblioteca del Saber, cuando me agaché a recoger el libro que se le cayó y vi sus pies y luego sus manos y su insignia, sentí que mi corazón se aceleraba como cuando iba a darle las frambuemoras. Y cuando vi su cara, volví a sentirme nervioso y no sabía porqué. Todavía no sé porqué me puse nervioso sólo de verla. Me enderecé así de lento y le hablé con nerviosismo por lo nervioso que estaba. Cuando te dije que no sé porqué actúo así y te dije lo demás, te lo dije en voz baja para que ella no me escuchara, y se me hizo raro haber querido que ella no me escuchara. Hasta ahora, sigo sin saber porqué quise que no me escuchara. Cuando tomé su mano, sentí que la vergüenza me invadió toda el alma. Y cuando caminé para volver contigo para leer, mi brazo se rozó con el de ella y una vergüenza más grande me invadió, pero yo sólo traté de ignorar esa vergüenza. Y luego, cuando ya estaba contigo de nuevo, en mi mente pensaba “No lo entiendo. Simplemente no lo entiendo. Eso no debió causarme esa vergüenza. Debe haberme ocurrido algo que no supe que me ocurrió y que sigo sin saber qué fue.”.

    Tuercas no puede imaginarse porqué le ocurren esas cosas.

    Revoltosito: No sé porqué y no entiendo porqué, pero en este momento, quisiera tener a Alegrosita a mi lado.

    Tuercas tampoco entiende porqué Revoltosito quiere tener a Alegrosita en este momento. Pasan las horas hasta las diez de la noche. Revoltosito está preparándose para dormir, mientras Tuercas ya está apagado. Revoltosito se lava la boca y se acuesta. A la mañana siguiente termina de llover. Tuercas se enciende y ve que Revoltosito no está en su cama, así que lo llama mientras lo busca por toda la casa, pero no lo encuentra en ningún lado. Tuercas mira por una ventana hacia la calle y ve a Revoltosito sentado abajo del Árbol de Reunión, así que inmediatamente sale de la casa y vuela hasta él. Tuercas llega delante de él y le pregunta si se siente bien.

    Revoltosito: Hola, Tuercas. Sí, estoy bien, sólo quiero pensar en si hay alguna forma en que pueda saber qué me sucede. Tú eres libre de ir adonde quieras. Te dejo libre para que vayas a donde tú quieras por el tiempo que quieras.

    Tuercas le agradece y Revoltosito lo ve irse volando a la Pradera del Color. Revoltosito piensa y piensa, pero no se le ocurre qué puede ser lo que lo hace actuar así con Alegrosita. Mientras sigue pensando, de repente escucha una voz femenina delante de él.

    *****: Hola, Revoltosito. ¿Por qué estás aquí solo?.

    Revoltosito eleva la mirada hacia quien le habla.

    Revoltosito: Hola, Amorosita, estoy solo porque le dije a Tuercas que es libre de ir adonde quiera y lo dejé libre para que fuera a donde él quiera por el tiempo que él quiera. Lo vi irse a la Pradera del Color.

    Amorosita: ¿Y por qué estás aquí?.

    Revoltosito: Estoy intentando pensar.

    Amorosita: ¿En qué?.

    Revoltosito: Si te lo digo, ¿me prometes que no te vas a burlar?.

    Amorosita se sienta a su derecha.

    Amorosita: Yo nunca me burlaría de ti.

    Revoltosito: Entonces te lo diré todo.

    Revoltosito le dice todo lo que le ocurrió ayer.

    Revoltosito: Y ésas son todas las cosas que me ocurrieron. No sé porqué me pongo tan nervioso cuando estoy con Alegrosita. Eso nunca me pasó antes.

    Amorosita: Así es cómo reacciona la gente cuando está enamorándose de alguien.

    Revoltosito es tomado por sorpresa.

    Amorosita: También tengo algunas dudas, pero estoy segura de que está naciendo el amor en ti. Y ese amor, es por Alegrosita.

    Revoltosito: ¿De verdad estás segura?.

    Amorosita: Claro que sí. Ella es la única osita con la que has reaccionado así, ¿verdad?.

    Revoltosito: Sí.

    Amorosita: Por eso actúas así cuando estás con ella. Te involucraste emocionalmente.

    Revoltosito: Pero todavía tengo dudas sobre eso. Yo no estoy seguro de que me esté enamorando de Alegrosita.

    Amorosita: Hay una sola parte dentro de ti que resolverá todas tus dudas.

    Revoltosito: ¿Cuál es esa parte?.

    Revoltosito ve que ella señala supuestamente su propio estómago y cree entender a lo que ella se está refiriendo.

    Revoltosito: ¿Mi estómago resolverá mis dudas?.

    Amorosita le niega con la cabeza y sigue señalando, hasta que Revoltosito entiende correctamente que lo que ella señala en realidad, es su insignia, y con eso, él entiende bien qué parte de él resolverá sus dudas.

    Revoltosito: Entiendo. Es mi corazón.

    Amorosita deja de señalar su insignia y le asiente con la cabeza.

    Amorosita: Exacto.

    Revoltosito: ¿Y cuándo se supone que mi corazón resolverá mis dudas?.

    Amorosita: No lo sé, pero ten paciencia, porque eso lleva un tiempo. Si eres paciente, encontrarás las respuestas que necesitas para despejar tu mente de todas las dudas que te invaden.

    Revoltosito: ¿Sabes cuánto tiempo me tomará?.

    Amorosita: No.

    Los ositos comienzan a salir de sus casas.

    Amorosita: Disculpa, Revoltosito, le prometí a Tiernosito que le ayudaría a buscar frambuemoras en la Pradera del Color, así que debo irme.

    Revoltosito: Está bien, adiós y gracias por todo.

    Amorosita: Por nada. Adiós.

    Amorosita se va donde Tiernosito.

    Amorosita: Ya estoy lista, Tiernosito.

    Tiernosito: Entonces podemos ir.

    Tiernosito se frota la barriguita y su insignia sale y aumenta de tamaño y ambos se suben y vuelan a la Pradera del Color.

    Revoltosito: (pensando) ¿Mi corazón resolverá todas mis dudas?. Ojalá supiera cómo ocurrirá eso.

    Media hora después, Tuercas regresa y nota a Revoltosito muy pensativo.

    Revoltosito: Hola, Tuercas, ¿cómo estuviste?.

    Tuercas le dice que estuvo muy bien y ahora le pregunta porqué lo notó tan pensativo cuando llegaba. Revoltosito le cuenta lo que habló con Amorosita.

    Revoltosito: Ojalá supiera cómo ocurrirá que mi corazón resolverá mis dudas y ojalá supiera cuánto tiempo tomará.

    Tiernosito y Amorosita regresan a la ciudad.

    Tiernosito: Gracias por ayudarme, Amorosita.

    Amorosita: De nada. Amo ayudar.

    Alegrosita va paseando por la calle y observa a Amorosita entrar a su casa. Restándole importancia, Alegrosita intenta pensar en alguna respuesta clara para las preguntas dudosas que ahora le recorren la cabeza.

    Alegrosita: ¿Por qué actué así con Revoltosito en la biblioteca?. Yo solamente tomé su mano. No tenía porqué haber actuado así. Quisiera saber qué me sucedió, pero no se me ocurre nada. No me explico cómo me ocurrió ese ataque de vergüenza cuando lo ayudé a pararse. Si hubiera algo o si hubiera alguien que me ayude a entenderlo.

    De pronto, Alegrosita recuerda a Amorosita entrando a su casa. Ella corre a su casa, esperando que siga ahí. Alegrosita golpea la puerta y Amorosita le abre.

    Amorosita: Hola, Alegrosita.

    Alegrosita: Hola, Amorosita. Que bien que sigues aquí. Necesito saber si puedes ayudarme.

    Amorosita: Claro. Amo ayudar. Te ayudaré en lo que quieras.

    Alegrosita: ¿Puedo entrar a tu casa?.

    Amorosita: Claro que sí.

    Alegrosita entra a la casa y Amorosita cierra la puerta.

    Alegrosita: ¿Sabes?, no puedo negar que me siento extraña.

    Amorosita: ¿Te sientes mal?.

    Alegrosita: No, no es eso, es otra cosa. Me siento extraña por cosas que me ocurrieron el día de ayer en la Biblioteca del Saber.
     
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    Dietrich

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    Alegrosita le cuenta las cosas que le ocurrieron el día de ayer. Amorosita no está segura de que deba decirle a Alegrosita que a Revoltosito le ocurrieron las mismas cosas. Sabe que no es su asunto. Son cosas que ellos deben resolver por su cuenta.

    Alegrosita: Y eso es todo lo que me ocurrió ayer. No sé cuál es la causa, pero sólo me pasó cuando estaba con Revoltosito. El día de ayer, después de haber limpiado la ciudad entera, él me llevó frambuemoras y yo no sentí ninguna vergüenza. Sólo sentí esa vergüenza en la Biblioteca del Saber.

    Amorosita: Bueno, te preguntaré algo y quiero que seas honesta al contestarme.

    Alegrosita: Soy honesta siempre. Yo no sé mentir.

    Amorosita: Está bien, entonces te lo preguntaré. ¿Alguna vez te enamoraste?.

    Alegrosita: No. ¿A qué viene esa pregunta?.

    Amorosita: Bueno, tú sentías vergüenza sólo de tocar su mano y sentiste vergüenza cuando tu brazo y el de él se rozaron por accidente. ¿No te parece que esa vergüenza pueda ser por un nacimiento de amor?.

    Alegrosita: Me cuesta creerte eso. Yo nunca en mi vida me enamoré y no estoy nada segura de que eso sea por amor. Para mí tendría más sentido si fuera por alguna enfermedad.

    Amorosita: Alegrosita, tú no estás enferma y todas las respuestas aclarativas que necesitas para librarte de las dudas, están aquí.

    Con el dedo índice, Amorosita señala el corazón de Alegrosita.

    Amorosita: Si sientes que te sigue siendo difícil resolverlo por tu cuenta, debes ser paciente y tomarte un tiempo. Necesitas un tiempo para que tus dudas sean resueltas.

    Alegrosita le asiente con la cabeza.

    Alegrosita: ¿Sabes cuánto tiempo me tomará?.

    Amorosita: No. Si en verdad hay amor entre Revoltosito y tú, es mejor que lo descubran por sí mismos. Cuando alguien está enamorado, muchas veces le cuesta mantener una conversación con alguien y a veces le cuesta decir algo simple como “gracias”. Y esas vergüenzas ocurren por amor, no por otra cosa.

    Alegrosita: Está bien. Bueno, creo que me voy.

    Amorosita: Como quieras.

    Alegrosita: Gracias por la ayuda.

    Amorosita: Por nada.

    Alegrosita sale de la casa dejando la puerta cerrada. Ahora que se fue, Amorosita habla para sí misma en voz baja sobre lo que ha visto que ocurre entre ellos.

    Amorosita: Entre ellos parece haber algo que no saben que hay. Yo creo que es amor, pero ellos no lo creen así y yo no tengo cómo probarles que puede ser cierto. Si en verdad es amor, deberán demostrárselo uno a otro de alguna manera.

    Revoltosito ya no puede pensar en nada más.

    Revoltosito: Ya no sé qué más pensar. En todo el día no se me ha ocurrido nada. Creo que debería olvidarlo.

    Revoltosito recuerda lo que Amorosita le dijo.

    Revoltosito: Amorosita me dijo que mi corazón resolverá mis dudas. ¿Acaso será cierto?. ¿Y si verdaderamente fuera cierto?. Además, dijo que debía ser paciente.

    Tuercas le dice que se irá a la Plaza Cariño por un rato y Revoltosito lo deja, así que Tuercas se va. Mientras tanto, Alegrosita sigue con su propia pregunta que parece incontestable.

    Alegrosita: ¿Será cierto que mi corazón tiene las respuestas?. Me cuesta mucho creer eso. ¿Habrá querido decir que escuche a mi corazón y acepte la verdad de un enamoramiento?. No creo que sea así.

    Alegrosita lo piensa por un momento y lo rectifica.

    Alegrosita: ¿Y si fuera cierto?. ¿Estaré verdaderamente enamorándome de Revoltosito?. ¿Podrá ser cierto?. Me cuesta entender que sea verdaderamente cierto. Pero y si acaso fuera cierto, ¿cómo sabré si es cierto?. Desearía haberle preguntado eso a Amorosita.

    Alegrosita recuerda que Amorosita le dijo que debía ser paciente y que le tomaría un tiempo.

    Alegrosita: Ojalá pudiera Amorosita saber cuánto tiempo me tomará. No sé cómo voy a saber yo cuánto tiempo me tomará, si ella no me lo dijo.

    Revoltosito también quisiera saber cuánto tiempo le tomará aclarar sus dudas. Más tarde ese día, cuando está atardeciendo, Tuercas se fue a la casa y Revoltosito está caminando por la Plaza Cariño. Alegrosita también está en la Plaza Cariño, pero Revoltosito no lo sabe.

    Revoltosito: Que lindo es el atardecer. Ojalá pudiera dejar mis nervios y la vergüenza a un lado para pedirle a Alegrosita que viera el atardecer conmigo.

    Revoltosito retrocede lentamente mientras mira el atardecer. Alegrosita también retrocede, pero mirando en dirección opuesta y ninguno se da cuenta de que mientras más retroceden, se acercan cada vez más. Los dos siguen retrocediendo sin mirar hacia atrás, hasta que chocan sus espaldas y se voltean hacia atrás y sus miradas se encuentran. Ellos se ponen nerviosos otra vez y Revoltosito retrocede unos seis pasos, alejándose de Alegrosita. Él contiene sus nervios y trata de hablar con normalidad.

    Revoltosito: Hola, Alegrosita.

    Alegrosita trata de hacer lo mismo.

    Alegrosita: Hola.

    Alegrosita se sienta en el suelo. Ellos siguen sintiéndose nerviosos, pero se aguantan y se hablan con normalidad.

    Alegrosita: ¿Por qué no vienes y te sientas?.

    Revoltosito: Está bien.

    Revoltosito camina hacia ella, pero súbitamente se tropieza. Alegrosita no alcanza a reaccionar y Revoltosito cae sobre ella y accidentalmente, los dos quedan besándose en la boca. Los dos quedan verdaderamente sonrojados por lo ocurrido y Revoltosito aparta su boca de la de ella.

    Revoltosito: No te lastimé, ¿verdad, Alegrosita?.

    Alegrosita sonríe sonrojada.

    Alegrosita: No, Revoltosito, estoy bien.

    Los dos quedan mirándose con caras de asombro hasta que Revoltosito se da cuenta de que sigue sobre ella y se le quita de encima.

    Revoltosito: Perdona.

    Alegrosita se sienta.

    Alegrosita: No importa.

    Alegrosita se gira hacia donde está el atardecer.

    Alegrosita: Que lindo es el atardecer, ¿verdad?.

    Revoltosito: Sí que lo es. Y que lindo es poder verlo desde aquí, ¿verdad?.

    Alegrosita: Sí. Sí lo es.

    Revoltosito recuerda que ella le preguntó que porqué no se sentaba, así que se sienta a la derecha de ella. Los dos sienten que de verdad les gusta estar juntos y pierden la vergüenza y sus nervios comienzan a convertirse en cariño.

    Alegrosita: En toda mi vida, nunca vi un atardecer tan hermoso como el de ahora.

    Revoltosito: Yo tampoco.

    Alegrosita: Oye, ¿alguna vez quisiste ver el atardecer con alguien?.

    Revoltosito se sonroja un poco ante la pregunta.

    Revoltosito: Pues,, no. Nunca antes pensé en venir a ver el atardecer. ¿Y tú?.

    Alegrosita: No. Yo no.

    Alegrosita hace una pausa por cuatro segundos.

    Alegrosita: Revoltosito, alguna vez, ¿quisiste a alguien?.

    Revoltosito: Siempre he querido a todos porque son buenos y verdaderos amigos.

    Alegrosita: Eso no es lo que quise decir. ¿Alguna vez hubo alguien especial en tu corazón?.

    Revoltosito: ¿Alguien especial?.

    Alegrosita: Alguna osita que amaras.

    Revoltosito: No. Nunca.

    Alegrosita deja de sonreír.

    Alegrosita: ¿Nunca?.

    Revoltosito: No.

    Revoltosito mira al suelo a su izquierda y ve la mano derecha de Alegrosita al lado de la suya. Él siente que quiere tocar su mano, pero le da vergüenza hacerlo.

    Revoltosito: ¿Alguna vez deseaste tener un novio?.

    Alegrosita se sonroja y voltea la mirada hacia la izquierda.

    Alegrosita: Bueno,,, en realidad no.

    Revoltosito acerca un poco más su mano a la de ella y las puntas de sus dedos quedan casi tocándose. A Alegrosita se le quita el sonrojo de la cara y vuelve a sonreír.

    Alegrosita: Si alguna vez tuviera un novio, me encantaría ver que de verdad me ame, que sea alegre y bonito. Alguien cuyo corazón sea exactamente cariñoso como el mío. Y sobretodo, alguien que siempre me haga feliz, como lo he sido con los favores que tú me has hecho.

    Revoltosito: Si ese alguien es otro osito cariñosito, entonces creo que deberías estar con él ahora.

    Alegrosita gira la cabeza hacia Revoltosito y baja la mirada y ve los dedos de Revoltosito casi tocando los suyos.

    Alegrosita: Yo ya estoy con ese osito.

    Antes de que Revoltosito diga algo más, ella se da cuenta de que él quería tocar su mano, así que le hace el favor. Ella pone su mano sobre la de él, haciendo que sus corazones salten de alegría. Ahora, los dos se miran cara a cara con bellas sonrisas amorosas.

    Alegrosita: Ese alguien, eres tú. Mi bello Revoltosito. Tú eres el osito cariñosito que yo amo. Revoltosito, yo te amo. Yo quisiera decirte “Te quiero”. Eres mi dulce alegría. Eres tan tierno y me gustas. Eres alegre y me gustas. Eres único y me gustas. Eres todo para mí.

    Revoltosito queda increíblemente contento por escucharla decir eso.

    Revoltosito: Yo también te amo, mi hermosa Alegrosita. Quiero que me quieras. Me encantaría que me ames. Si dices que me amas, te voy a creer, porque sé que tú nunca mientes.

    Revoltosito y Alegrosita acercan sus caras, hasta que sus bocas se encuentran y se hunden lo más profundo posible en un beso verdaderamente apasionado. Durante el beso, se dan cuenta de que todas sus dudas han sido aclaradas y que Amorosita tenía razón en todo lo que dijo.

    Revoltosito: Amorosita siempre tuvo razón. Mi corazón resolvería todas mis dudas.

    Alegrosita: Ella verdaderamente sabía lo que me decía. Todas las respuestas aclarativas que yo necesitaba para librarme de las dudas, estaban en mi corazón. Ya no tengo ninguna duda, de que cuando me ponía nerviosa por estar contigo y que cuando me avergoncé porque nuestros brazos se rozaron y porque tomé tu mano, era porque me estaba enamorando de ti.

    Revoltosito: Yo también estaba nervioso. Entonces no entendía eso. Ahora sí. Mis dudas ya fueron aclaradas. Y te confieso una cosa. Cuando estaba lloviendo, yo miraba las nubes por mi ventana y cuando ya llevaba unos segundos mirando las nubes, vi tu cara en las nubes y el asombro me invadió. Me refregué los ojos y volví a mirar las nubes y sólo vi nubes. Me dije a mí mismo que sólo debió ser mi imaginación y Tuercas me preguntó porqué dije eso y le dije que tal vez no me creería, pero de repente vi tu cara en las nubes. Él me dijo que sí me creía. Yo suspiré y Tuercas me preguntó si me sucedía algo y le dije que me sentía raro y que sentía como si hubiera alguien que necesito que esté a mi lado. Tuercas me dijo que él estaba a mi lado y le dije que quizás le sonaría más raro todavía, pero no era él quien me hacía falta y que sentía que era alguien más, pero en ese instante no sabía quién.

    Revoltosito le cuenta el resto de las cosas que le ocurrieron en estos días antes de ahora y le cuenta las cosas que habló con Amorosita. Alegrosita también le cuenta las cosas que le ocurrieron a ella en estos días antes de ahora y también le cuenta las cosas que habló con Amorosita.

    Revoltosito: Alegrosita, ahora que todas nuestras dudas fueron resueltas, quiero preguntarte algo que para mí es verdaderamente importante saber.

    Revoltosito le toma las manos y las pone a la altura de su abdomen.

    Revoltosito: ¿Quisieras tú convertirte en mi novia?.

    La enorme emoción invade a Alegrosita, quien no puede evitar que la emoción se escuche en su voz.

    Alegrosita: Sí, Revoltosito, sí acepto.

    Revoltosito y Alegrosita acercan sus bellas bocas y cierran los ojos y se abrazan y se besan apasionadamente por treinta segundos, iniciando una verdadera y hermosa relación amorosa. Luego de ese beso, se separan y Revoltosito le acaricia la cintura y ella le acaricia los brazos.

    Revoltosito: Contigo como mi novia, tengo el amor más grande de todos.

    Alegrosita: También yo.

    Revoltosito: Para mí, es bueno saber que alguien me ama y que ese “alguien” eres tú.

    Ellos vuelven a besarse y Revoltosito le acaricia la nuca y ambos se dejan llevar por el amor. Después vuelven a separarse para respirar y para hablar.

    Revoltosito: Alegrosita, ahora que nuestras dudas fueron contestadas, ¿se lo diremos a Amorosita o no le decimos nada?.

    Alegrosita: Sé que es correcto decir cuando se tiene una relación amorosa con alguien, pero no sé qué podemos hacer para contarle a ella y a todos de nuestra relación. ¿A ti se te ocurre algo?.

    Revoltosito: No.

    Alegrosita intenta pensar en alguna buena forma de hacerle saber a todos en Quiéreme Mucho que ellos tienen una relación.

    Alegrosita: No se me ocurre nada.

    Revoltosito: Bueno, todos nos reunimos en el Árbol de Reunión cuando debemos recibir las instrucciones para limpiar la ciudad. Quizás mañana podamos reunir a todos en el Árbol de Reunión y yo les digo a todos de nuestra relación.

    Alegrosita: Es una buena idea, pero no me siento muy cómoda con esa idea.

    Revoltosito: ¿Entonces qué vamos a hacer?.

    Alegrosita intenta seguir pensando.

    Revoltosito: Algunas veces hacemos fiestas, pero nunca se me ocurrió hacer una para contar algo nuevo.

    A Alegrosita se le ocurre una idea.

    Alegrosita: Una fiesta, eso es. Organizaremos una fiesta en la calle y todos los ositos de la ciudad vendrán. Será la oportunidad perfecta para contar nuestra relación. Con hacer una fiesta en la ciudad, todos en Quiéreme Mucho lo sabrán al mismo tiempo. Será más creíble si lo escuchan de alguno de nosotros. Que idea tan fabulosa tuviste.

    Revoltosito: ¿Estás segura?.

    Alegrosita: Claro que sí. Y se me ocurre que al momento de decirlo, nos abracemos y nos besemos para que sea más creíble aún.

    Revoltosito sonríe.

    Revoltosito: Me gusta todo lo que dijiste. Estoy completamente de acuerdo.

    Alegrosita pone sus manos en los hombros de Revoltosito.

    Alegrosita: Entonces vamos a hacerlo así. ¿De acuerdo?.

    Revoltosito pone sus manos en las mejillas de Alegrosita y se las acaricia con una suave delicadeza y un enormísimo cariño.

    Revoltosito: De acuerdo.

    Revoltosito le besa la boca a su novia y ella le corresponde el hermoso beso.

    Revoltosito: También quiero que Tuercas sepa de nuestra relación en esa fiesta y no antes.

    Alegrosita: Entonces que así sea.
     
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    Dietrich

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    Más que Sólo una Amistad (Osos cariñositos)
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    Romance/Amor
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    Los novios miran el cielo y ven que ya hay estrellas y ven que la bellísima luna llena los ilumina con un hermoso resplandor muy brillante.

    Revoltosito: Que hermosa noche hay. Pero no es más hermosa que tú.

    Alegrosita: Gracias. Y ya deberíamos volver.

    Revoltosito: Tienes razón.

    El novio y la novia caminan juntos y tomados de la mano hasta que deben separarse.

    Revoltosito: Buenas noches.

    Alegrosita: Hasta luego.

    Los novios se besan en la boca y cada uno se va a su respectiva casa. A la mañana siguiente, Revoltosito se levanta muy temprano y va a la casa de su novia. Él está seguro de que Alegrosita sigue dormida, así que entra a la casa muy silenciosamente. Deja la puerta cerrada y camina con completo silencio a su habitación, esperando encontrarla dormida. Llega a la entrada de la habitación y efectivamente, Alegrosita sigue dormida.

    Revoltosito: (pensando) Que bien. No puedo perder esta oportunidad.

    Revoltosito entra en la habitación y se sienta en la orilla derecha de la cama y mira a su novia dormir mientras habla en su mente.

    Revoltosito: Se ve tan hermosa cuando duerme.

    Revoltosito recuerda cuando el mes pasado leyó un libro en el que un príncipe despertaba a una princesa dormida con un bellísimo beso de amor en la boca, así que él quiere hacer lo mismo. Él se prepara mientras sigue hablando en su mente.

    Revoltosito: Prepárate, mi dulce doncella.

    Revoltosito acerca lentamente su cara a la de ella y cierra los ojos y le besa la boca como el príncipe del libro. Inmediatamente separa su boca de la de ella y Alegrosita abre los ojos. Revoltosito queda mucho más que contento, porque vio que su idea funcionó a la más completa perfección.

    Revoltosito: Buenos días, mi dulce doncella.

    Alegrosita sonríe al verlo y por la manera en que él la llamó.

    Alegrosita: Buenos días, Revoltosito.

    Alegrosita bosteza.

    Alegrosita: ¿Qué haces aquí ahora?.

    Revoltosito se rasca la nuca con algo de vergüenza.

    Revoltosito: Vine a despertarte, de la misma manera que vi en un libro.

    Revoltosito se para de la cama y Alegrosita se levanta.

    Alegrosita: ¿De cuál manera de despertar estás hablando?.

    Revoltosito: Una manera que saqué de un libro de la biblioteca. El mes pasado, leí en un libro que un príncipe despertaba a una princesa besándola en la boca, así que yo quise hacer lo mismo contigo.

    Revoltosito y Alegrosita se besan en sus bellas bocas por diez segundos. Alegrosita se quita el pijama y lo guarda y sale de su casa con Revoltosito.

    Revoltosito: ¿Cómo haremos para que todos sepan qué cosas deben traer para la fiesta?.

    Ella lo detiene y pone sus manos sobre sus hombros y lo mira con los ojos entrecerrados.

    Alegrosita: No tienes que preocuparte por eso. Yo me encargo de todo. Pero necesitaremos que todos en Quiéreme Mucho traigan muchas cosas. Decoraciones para la calle, golosinas y bebidas. ¿Qué cosas quieres tú que traigan?.

    Revoltosito: Para mí estará bien que traigan lo que quieran.

    Alegrosita: Entonces que así sea.

    Revoltosito: Espero que no te haya molestado que te despertara de esa forma.

    Alegrosita: No. ¿Por qué me molestaría?.

    Revoltosito vuelve a sentir vergüenza.

    Revoltosito: Por,, porque,,, te desperté cuando pudiste seguir durmiendo. La verdad, es que quise despertarte así porque como seguías dormida, me pareció una oportunidad perfecta para despertarte como en el libro.

    Alegrosita: Hablando del beso y el libro, cuando la biblioteca esté abierta, ¿podrías mostrarme ese libro?.

    Revoltosito: Claro que sí.

    Alegrosita: Después de ver el libro, les pediremos a todos que preparen todo para la fiesta. ¿Quién de nosotros quieres que les revele a todos nuestra relación?.

    Revoltosito: Quisiera ser yo.

    Alegrosita: Entonces que así sea.

    Revoltosito: Lo haré quince minutos después de empezar la fiesta.

    Alegrosita: Está bien. ¿Y quién de nosotros quieres que diga lo de la fiesta que queremos hacer?.

    Revoltosito: Perdona, también quisiera ser yo.

    Alegrosita: Está bien. ¿Y por qué me pides perdón?.

    Revoltosito: Ojalá no te enojes. Como tú no sabes mentir, si dices algo sobre el libro o la fiesta, quizás podrías delatar nuestras intenciones, aunque no sea mucho. Me da inseguridad que tú digas algo.

    En lugar de enojarse, Alegrosita sólo le sonríe y le habla con amor.

    Alegrosita: Entiendo. No te preocupes.

    Revoltosito: ¿No estás enojada?.

    Alegrosita: No, Revoltosito, no lo estoy.

    Revoltosito: Gracias.

    Alegrosita: De nada.

    Revoltosito: ¿En qué momento del día quieres que empiece la fiesta?.

    Alegrosita: Cuando el sol se haya ido.

    Revoltosito: Está bien.

    Los novios escuchan las puertas abriéndose. Sincerosita sale de su casa y va a abrir la biblioteca.

    Revoltosito: Ya podemos ir a la biblioteca.

    Alegrosita: ¿Y qué haremos si Sincerosita nos pregunta por qué vamos ahora?. Yo no sé mentir.

    Revoltosito pone su mano izquierda sobre su hombro derecho.

    Revoltosito: Yo me encargaré. No te preocupes.

    Alegrosita: Está bien.

    Revoltosito y Alegrosita corren a la biblioteca juntos y cuando Sincerosita los ve corriendo a la entrada, efectivamente les pregunta porqué vienen ahora a la biblioteca.

    Sincerosita: Hola, Revoltosito. Hola, Alegrosita. ¿Por qué vienen ahora a la biblioteca?.

    Revoltosito: Hola, Sincerosita. Le hablé a Alegrosita sobre un libro que leí el mes pasado y, ahora, ella quiere leerlo, porque le hablé de algo que leí en ese libro y a ella le despertaron las ganas de leer ese mismo libro.

    Sincerosita le cree y abre la puerta y ella entra.

    Revoltosito: Después de ti, Alegrosita.

    Lo dice de una manera verdaderamente caballerosa, algo que a Alegrosita le gusta mucho de él.

    Alegrosita: Muchas gracias.

    Alegrosita entra primero y Revoltosito la sigue.

    Alegrosita: Revoltosito, ¿dónde estaba el libro que leíste?.

    Revoltosito mira los estantes por unos segundos hasta que encuentra el libro.

    Revoltosito: Ahí está.

    Revoltosito lo saca del estante y se lo entrega.

    Revoltosito: Aquí está.

    Alegrosita: Gracias.

    Los dos se van a sentar juntos y Alegrosita abre el libro y lo lee por algunos minutos. A medida que lo sigue leyendo, llega a la parte donde el príncipe besa a la princesa para despertarla. Le tomó diez minutos leer todo el libro. Termina de leer el libro y lo devuelve al estante. Ahora, ambos se hablan en voz muy baja.

    Alegrosita: Revoltosito, ¿cuándo les diremos a todos lo de la fiesta?.

    Revoltosito: Ahora que salgamos de la biblioteca.

    Se acercan al escritorio de Sincerosita y Revoltosito le habla en tono de voz normal.

    Revoltosito: Sincerosita, ¿puedes prestarme tu atención por favor?.

    Sincerosita deja de hacer lo que hacía.

    Sincerosita: ¿Qué sucede, Revoltosito?.

    Revoltosito: Quiero que reúnas a todos los ositos de la ciudad en el Árbol de Reunión para decirles algo que quiero que sepan al mismo tiempo.

    Sincerosita: Está bien.

    Los tres salen de la biblioteca, Revoltosito va a buscar a Tuercas y Alegrosita se va al Árbol de Reunión y Sincerosita llama a todos los ositos de la ciudad para que se reúnan. Todos se reúnen inmediatamente y Revoltosito llega con Tuercas.

    Revoltosito: Tuercas, ve con todos los demás.

    Tuercas lo obedece y Revoltosito comienza a hablarles.

    Revoltosito: Les tengo una noticia a todos. Alegrosita y yo decidimos que hoy haremos una fiesta en la noche. Y queremos que todos traigan bebidas, golosinas y decoraciones. Pueden ser las que todos quieran. Y por favor, no falten.

    Todos dicen que asistirán.

    Revoltosito: Muchas gracias a todos por su atención y por querer asistir. Ya pueden retirarse.

    Todos se retiran a volver a hacer lo que hacían. Mientras el día avanza, cada osito trae golosinas. Gruñosito va con Generosita y Sincerosita y Tuercas a la Pradera del Color con muchos frascos y recogen muchísimas frambuemoras y otras frutas, como manzanas y naranjas. Divertosito, Tiernosito y Armoniosita traen las decoraciones. Suerteosito, Amorosita y Amigosito traen bebidas de la tienda y los novios también ayudan. Todos los ositos de toda la ciudad traen todo lo necesario. Finalmente, la noche llega, el momento más esperado por los bellos novios. Los novios aprovechan sus últimos momentos para hablar juntos.

    Alegrosita: Esta noche es para amar. Todo listo está. Y las estrellas resplandecerán, romance irradiarán.

    Revoltosito: ¿Estás nerviosa?.

    Alegrosita: No. ¿Y tú?.

    Revoltosito: Tampoco.

    Alegrosita: Nunca elegiría a nadie más como novio.

    Revoltosito: Tampoco yo. La única novia que yo quiero, eres tú.

    Alegrosita: Tú también eres el único novio que yo quiero.

    Revoltosito: Ya debemos ir. Si no aparecemos, nos buscarán.

    Alegrosita: Está bien.

    Revoltosito y Alegrosita se besan por un segundo y salen de la casa de Revoltosito. Se reúnen con todos y la fiesta empieza. Todo está listo. Gruñosito y Generosita se ocupan de servir las bebidas. Suerteosito y Amigosito se ocupan de la mesa de comida.

    Revoltosito: Chicos, quisiéramos dos vasos de bebida.

    Gruñosito: Sus vasos salen de inmediato.

    Gruñosito le pone bebida a un vaso y se lo entrega a Revoltosito y Revoltosito se lo entrega a Alegrosita. Generosita le pone la misma bebida a otro vaso y se lo entrega a Revoltosito. Los novios beben sus bebidas y dejan los vasos en la mesa. Ahora, se van a buscar comida.

    Revoltosito: ¿Qué deseas comer, Alegrosita?.

    Alegrosita: Un sándwich de jalea de frambuemoras.

    Revoltosito: Está bien.

    Llegan a la mesa de comidas.

    Alegrosita: Amigosito, quiero un sándwich de jalea de frambuemoras.

    Amigosito: De inmediato.

    Amigosito prepara un sándwich y se lo entrega.

    Alegrosita: Gracias.

    Amigosito: Revoltosito, ¿tú también quieres un sándwich?.

    Revoltosito: No, gracias, yo comeré frambuemoras sólidas.

    Revoltosito avanza un poco hacia un lado de la mesa y se acerca a un tazón de frambuemoras y se sirve algunas en un plato y se las come una por una.

    Revoltosito: Alegrosita, si lo deseas, puedes comer frambuemoras de mi mismo plato.

    Alegrosita: Lo haré cuando me termine este sándwich.

    En tanto, otros ositos también disfrutan de la fiesta. Divertosito toma un plato y le pone malvaviscos y come uno a la vez. Mientras se los come, Divertosito ve a Tiernosito bebiendo leche.

    Divertosito: Tiernosito, ¿de dónde sacaste esa leche?.

    Tiernosito: La saqué de la mesa de las bebidas.

    Divertosito: Pensé que ahí sólo habían bebidas.

    Tiernosito: No es así. También hay vasos de leche y cajas de leche.

    Divertosito: Entonces, con permiso, amigo.

    Tiernosito lo ve ir a la mesa de las bebidas. Divertosito le sacó una sonrisa con llamarle “amigo”. La fiesta está tan feliz que tiene a todos verdaderamente felices, incluso a Gruñosito. Por primera vez en Quiéreme Mucho, Gruñosito no está nada gruñón.

    Divertosito: Con permiso, chicos, quiero sacar un vaso de leche.

    Gruñosito y Generosita: Saca los que quieras.

    Divertosito: Gracias.

    Divertosito saca un vaso de leche y bebe un trago y lo deja en la misma mesa y sigue disfrutando sus malvaviscos. Alegrosita se va a la mesa de comida a buscar galletas. En tanto, Revoltosito saca un sándwich de jalea de frambuemoras.

    Generosita: Gruñosito, iré a sacar un sándwich. ¿Quieres que te traiga alguno?.

    Gruñosito le sonríe con una hermosa y enorme ternura.

    Gruñosito: Sí, quisiera que me traigas uno, por favor.

    Generosita: De acuerdo.

    La alegre Generosita se va a la mesa de comida y se lleva dos sándwiches. En seguida, regresa con Gruñosito.

    Generosita: Aquí tienes.

    Le entrega el suyo y mastica el suyo propio.

    Gruñosito: Gracias.

    Los dos mastican sus sándwiches. En tanto, Alegrosita se come su sándwich y come algunas frambuemoras con Revoltosito. Mientras tanto, Armoniosita llega a la mesa de bebidas.

    Armoniosita: Hola, Gruñosito. Hola, Generosita.

    Los dos amigos se tragan el resto de sus sándwiches.

    Gruñosito y Generosita: Hola, Armoniosita.
     
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    Dietrich

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    Armoniosita: ¿Puedo sacar una caja de leche?.

    Gruñosito y Generosita: Claro que sí.

    Armoniosita: Muchas gracias.

    Armoniosita saca una caja de leche y bebe un poco.

    Armoniosita: Gruñosito, es la primera vez en mi vida que veo que sólo estás contento. No veo nada de gruñón en ti y eso me gusta de verdad.

    La felicidad se escucha más clara que nunca en la voz de Gruñosito.

    Gruñosito: Es que verdaderamente estoy feliz con esta fiesta. En toda mi vida, nunca me sentí tan feliz como ahora.

    Armoniosita: Eso me da mucho gusto.

    Gruñosito: También a mí.

    Generosita: Y también a mí.

    Sincerosita llega comiendo un plato de frambuemoras. Se traga una frambuemora y fija su mirada en los vasos de bebidas.

    Sincerosita: Chicos, ¿puedo sacar un vaso de bebida?.

    Gruñosito y Generosita: Por supuesto que sí.

    Sincerosita: Gracias.

    Sincerosita saca un vaso y bebe un buen trago y lo deja en la mesa por un momento para seguir comiendo sus frambuemoras.

    Sincerosita: Armoniosita, si deseas alguna frambuemora, puedes sacar de mi plato.

    Armoniosita: Muchas gracias.

    Armoniosita saca dos frambuemoras.

    Armoniosita: Amigos, ¿cómo están pasándola?.

    Armoniosita se mete una frambuemora a la boca.

    Gruñosito, Generosita y Sincerosita: Muy bien. La fiesta está sensacional. ¿Y cómo la estás pasando tú, amiga?.

    Armoniosita se traga la frambuemora.

    Armoniosita: Yo también la estoy pasando maravillosamente bien.

    Suerteosito llega a la mesa de bebida.

    Suerteosito: Con su permiso, Gruñosito y Generosita, quisiera sacar una caja de leche para mí y una para Amigosito.

    Gruñosito y Generosita: Adelante, Suerteosito.

    Suerteosito: Gracias.

    Suerteosito saca dos cajas de leche y se las lleva.

    Suerteosito: Amigosito, aquí tienes tu caja de leche.

    Amigosito se la recibe.

    Amigosito: Gracias, Suerteosito.

    Amorosita: Amigosito, quisiera sacar un plato de malvaviscos y algunas galletas.

    Amigosito: Adelante, saca las galletas y los malvaviscos que quieras.

    Amorosita: Gracias, amigo.

    Amorosita saca un plato de malvaviscos y algunas galletas y las pone con los malvaviscos. Ella come una galleta y se va a buscar una bebida.

    Amorosita: Generosita, quisiera sacar un vaso de bebida.

    Generosita: Saca los que quieras, Amorosita.

    Amorosita: Muchas gracias. Amo que seas tan buena amiga.

    Generosita: Nunca en mi vida me había sentido tan contenta. Esta fiesta que Revoltosito y Alegrosita planearon es de lo más fabulosa.

    Alegrosita se va a ver el reloj de Quiéreme Mucho y ve que ya han pasado quince minutos, así que corre a decirle a Revoltosito.

    Alegrosita: Revoltosito, ya han pasado quince minutos desde que la fiesta empezó. Ya es hora de que lo digas.

    Revoltosito: Gracias por avisarme.

    Alegrosita: Por nada.

    Los dos novios se paran donde Divertosito se había parado y Revoltosito alza las manos.

    Revoltosito: ¡Atención todo el mundo, préstenme su atención por favor!. ¡Tengo algo importante que decirles a todos!.

    Todos dejan de hacer lo que hacían y fijan toda su atención en Revoltosito y Revoltosito baja las manos.

    Revoltosito: Las intenciones que Alegrosita y yo tuvimos para hacer esta fiesta, en realidad eran para contarles una verdad nuestra. Decidimos hacer esta fiesta para reunirlos a todos juntos para que supieran la verdad al mismo tiempo. Pero ésa no es la verdadera verdad que quiero confesarles. La verdad es otra.

    Revoltosito abraza a Alegrosita por la cintura y Alegrosita le corresponde el abrazo.

    Revoltosito: ALEGROSITA Y YO SOMOS NOVIOS.

    Los novios se miran cara a cara, cierran los ojos y se besan en sus bellas bocas por largos segundos, haciendo más creíble la verdad de su noviazgo. Todos los ositos de toda la ciudad sonríen al mismo tiempo y les aplauden a los novios por todo el rato que dura el beso. Veinte segundos después, los novios terminan de besarse y los ositos terminan de aplaudir. Los novios se separan y bajan juntos. Los ositos los felicitan por su noviazgo y les agradecen por la fiesta.

    Alegrosita: Revoltosito y yo queremos agradecerle a Amorosita por la ayuda que nos dio.

    Los novios se acercan a Amorosita.

    Revoltosito: Amorosita, gracias por toda la ayuda que nos diste.

    Revoltosito y Amorosita se abrazan por dos segundos.

    Alegrosita: Sí, gracias, Amorosita.

    Amorosita: Por nada. Amo haber podido ayudarlos.

    Alegrosita y Amorosita se abrazan por dos segundos. Todos continúan con la fiesta. La hermosa y alegre y cariñosa fiesta continúa hasta la medianoche. Al día siguiente, todos los ositos comienzan a limpiar, excepto Revoltosito. Alegrosita y Tuercas se le acercan y Alegrosita le pregunta qué le sucede.

    Revoltosito: Alegrosita, no sé con quién limpiar. Quiero limpiar con Tuercas, pero también quiero limpiar contigo. No sé con cuál de los dos deba limpiar.

    Alegrosita: ¿Y por qué no limpias con los dos?. Limpia con Tuercas y conmigo al mismo tiempo.

    Ella lo hace sonreír.

    Revoltosito: GRACIAS POR LA IDEA.

    Revoltosito le besa la boca y los tres comienzan a limpiar juntos. Todos siguen contentos por la fiesta de anoche. Y así se supo la verdad de los bellos novios cariñositos. Revoltosito y Alegrosita son novios, todos siguen siendo amigos felices de todos y todo siguió siendo felicidad y armonía pacífica en Quiéreme Mucho.

    FIN
     
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  8.  
    heart daly

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    ¡Hola, mil disculpas por la demora! :eek:

    Hacia un montón que no entraba por ende no había visto ninguna notificación. Pero mejor tarde que nunca jeje.
    En fin, Gracias por traerme a leer tu historia, ¡es muy tierna! ademas consta decir que es la primera vez que leo algo así, de este estilo- fue como mirar una serie por tele. Linda, sencilla fue como una verdadera historia cariñosa como los ositos cariño sitos. je je
    Saludos! :)
    PDT: No se porque pero no veo por ningún lado la opción de dar me gusta, ¿habrán cambiado algo que yo no sepa?
     
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  1. Fernandha
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