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  1.  
    Fayn

    Fayn Guest

    Título:
    Luz
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1255
    Titulo: Luz.
    Serie: Vampyres In The Dark.
    Creado por: Fayn.
    Genero: Vampiros, amor, misterio...
    Resumen: Muchas personas decían que los vampiros no eran más que simples historias. Leyendas del pasado que ya habían perdido toda la veracidad y la importancia. Pero ninguno de ellos se imaginaba hasta que punto se equivocaban.
    Los vampiros existían, vivían entre los humanos, nocturnos como en las leyendas contaban.
    Ceci descubrirá que los vampiros son más que simples leyendas urbanas para asustar a los niños del pueblo.
    -Eres la luz de mi oscuridad.
    Prólogo
    La historia comienza en el siglo XIX (año 1800). En una guarida muy luminosa y grande cerca del cementerio de Madrid, se podía ver a unas personas discutiendo.​

    - ¿Adam se puede saber dónde vas? -estoy preparando la comida -gritó una mujer furioso por ver que su hijo se iba.

    -Voy a dar una vuelta, y mientras iré a ver a mi novia -dijo Adam serio sin hacer caso de su madre, mientras agarraba la chaqueta. Se la puso y abrió la puerta.

    -Tú no te vas de aquí primero te alimentas y después veremos -ordenó la mujer yendo hacia la puerta y cerrándola de golpe delante de su hijo.

    -Anda Amanda deja que nuestro hijo salga a divertirse un rato y no haga como el vago de William, que siempre esta hay tumbado sin hacer nada -dijo un hombre mirando a su otro hijo que estaba viendo la televisión, con los pies encima de una mesa.

    -Padre conmigo no te metas yo hago lo que quiero con mi vida y si quiero estar aquí lo estoy -respondió William sin mirar a su padre y cambiando de canal aburrido.

    -Esta bien Adam, puedes irte, pero no llegues tarde si no, no quedara nada para ti -se rindió la mujer dejando a su hijo salir.

    -Como diga madre, adiós -se despidió abriendo la puerta y cerrándola con fuerza

    -Cuídate hermanito y ten más cuidado con la puerta a ver si te las vas a cargar -grito su hermano sonriendo para que lo escuchara.
    En otro lugar había una vampira paseándose desesperada por el cementerio esperando a que llegara su novio.

    -Como tarda Adam, si lo sé no vengo y lo veo otro día -susurro hablando para sí enfadada, cuando ve a su novio llegar.

    -Ya llegue Drusilla -dijo Adam en su oído rodeándola por la cintura y besándola. - ¿Preocupada por mi amor? -añadió el joven sonriendo.

    -Si estaba preocupada, menos mal mi amor que llegaste y vamos a casa, te tengo preparada una sorpresa que te va a encantar, pero primero atrápame, y después te daré el regalito -corrió llevándolo hacia una cripta provocativamente.


    En la época actual (Siglo XXI) (Año 2010)

    En un piso grande de cinco plantas en el centro de Madrid, estaba una muchacha de unos dieciséis años tranquilamente durmiendo en su cama, mientras soñaba con algo que le gustaba ya que tenía una sonrisa en los labios, cuando oye un grito que le hace despertar de golpe con cara de rabia.

    -Hermanita a levantarse que hay que ir al colegio -gritó un joven de unos veinte años sonriendo cerca de su hermana para despertarla haciendo que ella le diera un guantazo malhumorada por haberla despertado.

    -Hermana eso ha dolido, ten más cuidado que no soy de hierro -gruñó el chico mientras se tocaba la mejilla.

    -Te aguantas, por despertarme de esa manera te lo tenías merecido, por haber dejado mi sueño por la mitad -chilló la joven mirando enfadada a su hermano mientras se levantaba de la cama y se preparaba la ropa para vestirse.

    -Cecilia ve a prepararte las cosas, mientras te preparo el desayuno, que ya vas a llegar tarde y yo tengo que ir a trabajar también -dijo el chico mientras salía por la puerta y bajaba por las escaleras hacia la cocina.

    Cuando la joven termina de desayunar, se despide de su hermano, coge las cosas y se va para el instituto. Mientras va caminando ve a sus amigas y se ponen a platicar mientras van al lugar.

    -Amiga, ¿Cómo has pasado las vacaciones? -preguntó una de las chicas abrazando a su amiga que estaba tiempo sin verla.

    -Nada interesante, solo las peleas mías y de mi hermano que es un cabezón, nunca madurara por grande que sea -dijo Cecilia con cara de aburrimiento haciendo que sus amigas sonrieran.

    -Ya verás que este año van a cambiar la cosas, aparecerá un chico muy guapo en tu vida del que te enamoras para que nunca estés sola con ese hermano que tienes -contestó su amiga como si pudiera adivinar lo que iba a pasar.

    Horas más tarde Cecilia sale del instituto ya que habían terminado las clases, se despide de sus amigas y se marcha caminando para su casa.

    -Amigas me voy a mi casa, adiós -se despidió la joven con una abrazo a cada una.

    -Ceci, ¿Tienes prisa? -le rogó su amiga con las manos juntas como si quisiera algo de Cecilia.

    -No -negó la joven colgándose la mochila ya que le pesaba. - ¿Por qué? -añadió hiendo hacia ellas.

    -¿Te puedes venir a mi casa a pasar el día allí? -le pregunto su amiga con el semblante triste.

    -Si, espera que llame a Alex pera ver si me deja -le respondió la chica sacando el móvil de su mochila y marcando el número del móvil de su hermano.

    -Hermanita, ¿Qué quieres ahora? -contesto el chico desde el otro lado del móvil con voz cansada.

    -Puedo quedarme en casa de Raquel hasta las nueve de la noche -respondió la joven.

    -Si, pero tener cuidado y no vengas sola -le advirtió su hermano.

    -Gracias hermanito -le agradeció la joven colgando el móvil para después apagarlo, mientras se iban caminando hacia la casa de Raquel.

    Ya era de noche ya cuando Cecilia llega a su casa después de estar con las amigas, cuando entra por la puerta y deja las cosas, ve a su hermano levantado con dinero en la mano dirigiéndose hacia ella.

    -Ceci, me puedes hacer el favor de ir a comprarme una hamburguesa que tengo que ordenar unos documentos y no puedo ir -rogó el joven mirando hacia su hermana con el semblante alegre.

    -Vale, mientras me comprare también la cena con lo que me sobre -dijo mientras agarraba el dinero y salía de su casa.

    Cuando Cecilia esta paseándose buscando alguna tienda que haya abierta a esas horas de la noche entra por una calle que era muy oscura y ve que unos hombres que están sonriendo y bebiendo alcohol se le acercan. La joven al ver a esos hombres se asusta e intenta marcharse.

    -Ey amigo, pero mira que niña más bonita -dijo un hombre mirando a su amigo para después desviar la mirada hacia Cecilia. - ¿Por qué no nos divertimos un rato con esta preciosidad? -añadió agarrando fuertemente a la joven haciendo que ella se pusiera a gritar.

    -Soltadme, me hacéis daño, no quiero estar aquí, que alguien me ayude - gritó la joven comprobando para ver si había alguien que pudiera salvarla, mientras forcejeaba intentado soltarse de los intrusos. De tanta fuerza que hacia la joven, se soltó y cayó fuertemente sobre el suelo dándose un golpe en la cabeza, quedando inconsciente.

     
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    Fayn

    Fayn Guest

    Título:
    Luz
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    872
    El desconocido.
    Esa noche Cecilia se encontraba inconsciente sangrado por la cabeza, cuando un chico vestido de negro con el semblante misterioso se acerca por detrás y ataca a los atracadores, haciendo que estos retrocedieran asustados tocando sus partes adoloridas.​

    - ¿Quién diablos eres tú? -preguntó uno de los atracadores asustado, sacando los puños para defenderse.

    -Soy vuestra peor pesadilla y voy a acabar con vosotros -contestó el extraño al que se le veían dos colmillos y los ojos rojos.-Irse de aquí u os mato -añadió furioso apretando los puños.


    -Vale, vale, no haremos nada, pero no nos hagas daño por favor, tenemos familia-susurraron los atracadores con mucho miedo.

    El chico cansado de oír a los atracadores, deja que se vallan y cuando ve que no queda nadie por la calle, coge a la muchacha que sigue inconsciente y se la lleva con él.
    Pasadas unas horas, la chica despierta y mira extrañada el lugar en donde se encuentra.

    -Don-de es-toy-susurra Cecilia recién despertada, restregándose los ojos para ver mejor el lugar ya que veía algo borroso.

    -Por fin despertaste, ya me estaba desesperando, creía que no ibas a despertar -mencionó el chico acercándose a ella, mientras le daba una botella de agua, que llevaba en el bolsillo del pantalón.

    - ¿Quién es usted? -lo examinó Cecilia extrañada casi asustada, bebiendo agua.

    -Soy Adam Petrorof, te encontré inconsciente en un callejón y la próxima vez no salgas de noche tan tarde que no tendrás siempre la misma suerte. Menos mal que iba a dar una vuelta y te he encontrado, sino te hubiera pasado algo peor -contestó el muy serio sentándose al lado de la joven.

    -Yo s-soy Cecilia Álvarez -susurró la muchacha asustada apartando la mirada del joven, ya que le tenía miedo.

    -Ey no me tengas miedo, no te voy a hacer daño, no te asustes por qué este tan serio -respondió el chico cambiando un poco el semblante pero siguiendo aún serio.

    -Pones una cara que a cualquiera le das miedo, no me mires así, por favor, no estoy acostumbrada- rogó la muchacha mirando al joven de nuevo.

    –Lo siento, yo soy así y no creo que nadie me pueda cambiar -confesó el mirándola apenado.

    – ¿Nunca has sonreído? -curioseo Cecilia para saber la respuesta que le iba a dar el hombre.

    –No, hace siglos que no, ni siquiera con mi novia -le responde el chico mirando hacia ella.

    - ¿Puedes sonreír aunque sea una vez? -preguntó sonriendo a ver si podía cambiar el semblante de él.

    –Esta bien, lo has conseguido, pero no siempre seré así -entonces el muchacho sonrío, haciendo que ella se alegrara y se sonrojara.

    –Así estas más guapo y no asustas tanto como antes -dijo la joven, levantándose del suelo ya que estaba incomoda

    - ¿Quieres que te lleve a tu casa, o te quedas aquí, hasta que te recuperes? -le pregunta quitándose la chaqueta para después colgarla en la silla donde estaba sentado.

    - ¿Qué lugar es este, donde estoy? -investigó la chica confundida tocándose la cabeza.

    –Un descampado, por donde no pasan coches ni personas -respondió él levantándose, para quitarse su chaqueta y ponérsela a ella.

    -Mejor llévame a mi casa que estoy cansada y estará mi hermano preocupado por lo tarde que es -mencionó Cecilia comenzando andar.

    -Espera, no puedes ir de pie, te volverás a caer -dijo el chico yendo hacia ella cogiéndola en peso, mientras se dirigían a la casa de ella.

    Cuando llegan a casa de Cecilia, ella abre la puerta con las llaves, él la vuelve a cargar pregunta dónde está su habitación, sube las escaleras con ella tomada en peso entran y la coloca encima de la cama.

    El chico se despide, se vuelve a poner su chaqueta y se marcha por donde ha llegado.
    Cuando la muchacha ve que el joven ya no estaba se puso a pensar en el con las mejillas sonrojadas.

    - ¿Quien será ese chico tan guapo, que me ha salvado la vida? -pensó la joven con el semblante triste. -Que lastima que tenga novia - añadió en voz alta con las mejillas rojas.

    De repente la chica se levanta de la cama al oír un ruido por la ventana, se acerca a ella y ve que está abierta.

    Cuando la joven va a cerrarla alguien le agarra del brazo y la tira haciendo que caiga por ella, pero antes de que toque el suelo el intruso la toma en peso como si fuera un saco y se la lleva.

    - ¡¡¡Soltadme!!! -gritó la chica asustada al verle la cara al ser ya que parecía un monstruo e intentando soltarse del agresor que se la llevaba.

    -No te soltaremos niña, hueles muy bien y vas a ser nuestro alimento, ajajá -sonrieron los intrusos malvadamente.



     
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  3.  
    Fayn

    Fayn Guest

    Título:
    Luz
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    682
    El Secuestro
    -Soltadme, soltadme -grito la joven intentando soltarse de los monstruos con lagrimas en los ojos.​
    -No te soltaremos, hueles muy bien y vas a ser nuestro alimento jajá ajá -sonrieron los vampiros llevándose a la muchacha.

    Cuando llego Adam a la guarida, al ver que no estaba la chica, decide ir a la casa de sus padres ha hacerles una visita.

    En otro lugar, llegan los dos vampiros con la joven a su mansión y le atan de pies y manos en una silla para que no pueda escaparse.

    -William, acompáñame por unas cosas, después nos encargaremos de la humana -ordenó la mujer dirigiéndose a la salida con su hijo detrás.

    Cuando salen de la habitación ven entrar a Adam por la entrada y se acercan a él.

    -Adam qué bueno que llegaste, tenemos una sorpresa -sonrió Amanda cuando vio a su hijo llegar.

    - ¿No será por casualidad una humana? -preguntó el chico muy convencido.

    -Si, ven que te la enseñe a ver si te gusta -dijo la mujer guiando a su hijo a la habitación.
    Al entrar el chico a la habitación ve que es la joven a la que salvo y se enfrenta a su madre y a su hermano.

    -Mira nuestro alimento, no es apetecible hijo -señaló la vampira hacia donde estaba la chica humana.

    - ¿Qué hace ella, donde la habéis encontrado? -preguntó Adam empezando a enfadarse.

    -Acaso la conoces, que la estas protegiendo -dijo ella mirando a su hijo dudosa por su reacción.

    -No, es una humana que me encontré en el cementerio y es mi alimento, no el vuestro -mintió el chico para no descubrirse enfrente de su familia.

    -Adam, ¿Desde cuándo te ha importado la sangre humana, si la que te gusta es la de animal -preguntó la mujer curiosa y sonriendo.

    -Desde siempre madre, me la llevo de aquí porque es mía no vuestra -dijo el vampiro sin hacerle caso a su madre.

    Entonces se acerco a la humana, la desato, la tomo en peso y salto por la ventana llevándola a ella en brazos.

    -Adam, estoy no se va a quedar así, volveré a por ella y la traeré de vuelta -gritó Amanda furiosa por haberse llevado su alimento.

    En la guarida llega Adam con la joven y la pone de pie en el suelo.

    -No eres humano, verdad -dijo la chica sentándose en una silla que había cerca de ella.

    -No -negó el joven mirándola seriamente y asombrado por haberlo descubierto.

    - ¿Qué eres? -curioseó Cecilia mirándolo a los ojos asustada.

    -Soy un vampiro, de quinientos años de edad -contestó el chico tranquilo para que ella no se asustara.

    - ¡¡¡Que!!! -exclamó la joven sorprendida. -No puede ser los vampiros no existen -añadió mirando al vampiro asustada, levantándose y dirigiéndose a la salida.

    - ¿Te he dado permiso para que salgas? -preguntó el vampiro acercándose lentamente hacia ella.

    -No te acerques a mí, no quiero que me hagas daño, me quiero ir a mi casa -gritó la joven aterrorizada con lagrimas en los ojos y apartándose de él hasta chocar contra la pared.

    -Tranquila, no te voy hacer daño, estas a salvo conmigo -dijo el acercándose a ella y abrazándola mientras ella le mojaba la chaqueta con las lágrimas.

    - ¿Por qué me salvaste de tu familia?, yo no soy nada tuyo - preguntó la chica sin separarse de él.

    -Te lo acabo de decir, con el único que estas a salvo es conmigo, puedes estar tranquila -dijo el joven para tranquilizarla.

    En ese momento se separan al oír un portazo en la puerta. Cuando se dieron la vuelta para ver quién era vieron que era una joven muy bella.

    -Adam, se puede saber quién es esta mocosa que te esta abrazando -gritó una joven dirigiéndose hacia él para separarlo de la chica.



     
  4.  
    Fayn

    Fayn Guest

    Título:
    Luz
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    847
    Enfrentamiento entre hermanos.
    Esa misma noche en casa de Adam, se encontraban el y su novia discutiendo por un asunto de la humana.​

    -La traje aquí, para protegerla de mi familia, por que se quieren alimentar de ella -dijo Adam muy serio por las preguntas que le hacia Drusilla.

    - ¿Y tú que tienes que ver con ella, si solo es una humana? -preguntó la vampiresa cabreada, mirando con rabia a la joven.

    -Nada, porque no es nada mío, pero es mi familia la que se quiere alimentar de ella, nada más es por eso -contestó Adam sin pensar como se sentiría la chica.

    Al oír Cecilia las palabras de Adam salió corriendo del lugar, dolida y con lágrimas en los ojos. Al desviar Adam la vista para vigilar a su protegida vio que la oven no estaba y salió furioso a buscarla ya que ella no se conocía aquel lugar y podría ocurrirle algo malo. La novia del chico al ver qué pasaba de ella agarró su bolso y se marcho de allí.

    En otro lugar Adam está buscando a la joven y cuando la encuentra la detiene agarrándola del brazo ya que era más veloz que ella.

    - ¿Dónde crees que vas niña, acaso te he dado permiso para que te fueras? -preguntó el vampiro agarrándole del brazo cabreado.

    -No tengo por qué estar aquí, no soy nada tuyo y no te importo -contesto la chica cabizbaja queriendo marcharse.

    -Oíste lo que dije y te ofendí verdad -susurró el joven preocupando soltándole el brazo, para acariciarle la mejilla derecha.

    -Si, por lo que veo a nadie le importo, primero mi hermano que siempre pasa de mi y cuando me habla es para mandarme a comprarle algo o para echarme la culpa de la muerte de mis padres, y ahora tú dices que me proteges solo por que se quieren alimentar de mi -explicó la chica con lagrimas en los ojos, para después abrazarse a él.

    - ¿Y quién no querría, beber tu sangre, preciosa? -dijo una voz detrás de ellos viendo como se relamía los labios.

    - ¿William, se puede saber qué coño estás haciendo aquí? -le preguntó su hermano cabreado, protegiendo con su cuerpo a la chica, que estaba temblando.

    -He venido por mama, le han robado su alimento, y me mando a que la buscara y se la entregara -respondió el pelirrojo con una malvada sonrisa, acercándose hacia donde estaban ellos.

    -Aquí no está su alimento, dile a mama que no te mande a buscar por aquí, márchate y déjame en paz -rugió Adam furioso sin soltar a la chica.

    -Como que no, está detrás de ti no soy ciego para no verla -sonrió el vampiro haciendo que se le vieran los colmillos.

    -Ella no se va a ir a ningún sitio y menos contigo -pero sin que el vampiro se diera cuenta su hermano se acercó donde estaba la chica la agarró y la atrajo hacia él.

    -Suéltame, no me mates, no quiero morir -rogó la chica asustada intentado soltarse de su agarre.

    -Déjala en paz, ella me pertenece -Adam apretó los puños de lo furioso que estaba y se convirtió en vampiro, haciendo que se le pusieran los ojos rojos como el fuego y le salieran unos colmillos mas alargados.

    -Si no le dejo que harás, me mataras, serias capaz de matar a tu hermano por una estúpida humana-

    Entonces Adam corrió y se abalanzó sobre William haciendo que soltara a la chica.

    -Como se te ocurra tocarle un solo pelo, soy capaz de matarte, escuchaste -cuando asintió Adam lo soltó y se levantó volviendo a su forma humana.

    En ese momento William se acerco a su hermano y lo amenazó.

    -Hermanito esto no se va a quedar así, cuando tenga otra oportunidad y te vea desprevenido me la llevare y esta vez no podrás salvarla, así que estate atento -le susurró en el oído para después marcharse del lugar por donde había llegado.

    Cuando vio que su hermano no estaba allí Adam fue hacia la joven y la abrazó para que no estuviera tan asustada.

    - ¿Estás bien? -murmuró Adam apartándola de él y tocándole la mejilla.

    -Sí -afirmó la joven volviéndole a abrazar. -Tu hermano da mucho miedo no es como tú -añadió la chica sin despegarse de él.

    -Tranquila, mientras estés conmigo no te pasará nada -le tranquilizo el joven vampiro. - Para eso me tendrás que hacer caso y no hacer la tontería que acabas de hacer aunque escuches algo que no te agrade -añadió poniéndole la chaqueta a la joven ya que esta estaba temblando de frío. Mientras ella asentía con la cabeza sin decir palabra alguna.

    -Volvamos a la guarida, eres humana y tienes que descansar -le dijo tomándola en peso y hiendo a velocidad de vampiro hacia la guarida.


     
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