One-shot Los siete pecados capitales

Tema en 'Vocaloid' iniciado por lulito naoko, 27 Junio 2011.

  1.  
    lulito naoko

    lulito naoko Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    22 Abril 2011
    Mensajes:
    39
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Los siete pecados capitales
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1407
    bueno, esta es la primera vez que hago un fic de vocaloid. Lo hago porque tengo una "pequeña" adiccion con estos personajes. Las historias son de la saga de los siete pecados capitales (orgullo, gula, envidia, lujuria, codicia, pereza e ira) se podría decir que son un one-shot. Todas las historias son independientes y ninguna tiene nada que ver con la anterior. La primera es basada en las canciones "la hija del mal", "el sirviente del mal" y "la hija del blanco". Espero que les guste, acepto cualquier clase de comentario. Cualquier duda con gusto se las resuelvo.

    TITULO: los siete pecados capitales.
    GENERO: no tengo ni la más mínima idea.
    CLASIFICACIÓN: K+ (creo)
    DISCLAIMER: los personajes son propiedad de Yamaha Corporation, CRYPTON future media y del dibujante kei. Yo sólo los utilizo con el fin de divertirme.

    1. SOBERBIA:


    Hace mucho tiempo existió un reino de la inhumanidad llamado Lucifenia, que era gobernado por la bella y joven princesa Rin de sólo 14 años. Esta tenía el cabello rubio y los ojos azules. Había quedado a cargo del reino después de la muerte de su madre, la mejor de las reinas que el país hubiera podido tener. No quería ser llamada “reina” hasta que cumpliera la mayoría de edad, por eso todavía conserva el título de “princesa”.



    Rodeada de sirvientes y criadas, aunque uno de ellos es especial, ya que tiene un rostro muy parecido al de ella. Tiene todo lo que quiere; muebles finos, vestidos caros, toda la comida y dinero deseado. Ella “limpia” a toda la gente que se opone a sus decisiones y forma de gobernar.



    Un día salió a caminar por las calles del pueblo. Al girar la vista vio al hombre de azul que vivía al otro lado del mar, un señor de cabellos azules y ojos del mismo color llamado Kaito. Lo miró cuidadosamente y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, se había enamorado de aquel personaje. Pero este también se había enamorado, la chica que se ganó su corazón era una muchacha de hermosos cabellos verde-aguamarina y ojos del mismo color, una sonrisa encantadora y una voz cautivadora.

    La princesa Rin mandó a su sirviente proponerle matrimonio al hombre de azul, pero este respondió: “tengo a alguien a quien amo en el país verde, así que no puedo casarme contigo”. La princesa se llenó de envidia al ver que su enamorado no la quería, así que la chica rubia le dijo en susurró a su ministro que destruyera el país de verde, un lugar de estilo rural donde reinaba la paz y la música era una actividad que todos conocían y practicaban. Lleno de pequeñas casitas y campos para la agricultura, un gran castillo, lugar de residencia de Miku (la chica de verde) que trabajaba como sirvienta junto con una amiga.



    El reino de verde fue quemado totalmente. Las casas no eran más que grises cenizas dispersas por todo el país, los arboles fueron consumidos desde las raíces, todos los cultivos se quemaron y los animales fueron incinerados. Pero la chica de verde no lo sabía ya que el sirviente de rostro parecido al de la princesa la había escondido en un frio pozo donde el fuego no la alcanzó, lo hizo porque se había enamorado de la peli-verde.



    La princesa no volvió a atacar el país de verde. Un día su siervo le entregó una botella con un mensaje dentro, era un hábito comunicarse de esa por una vieja leyenda que le había contado el sirviente. Sacó el mensaje de la botella y lo desdobló, el mensaje decía: “ella ha pagado”, la princesa sonrió, su sirviente le era tan fiel que mató a la de verde a pesar de que estuviera enamorado de ella.



    Pero lejos del reino de Lucifenia el hombre de azul había encontrado a su amada muerta dentro de un frio pozo. De sus ojos salían cristalinas lágrimas y tenía una mezcla de rabia y tristeza. Cuidadosamente sacó a su novia del pozo y recostó su cuerpo inerte en el suelo. La contempló por última vez, sus bellos ojos verdes estaban cerrados, su piel estaba pálida, los labios tenían un color morado, el vestido que tenía estaba pegado al delgado cuerpo de la chica, los dedos estaban doblados y las yemas de estos eran de un color violeta.



    Juro vengarte— susurró él mientras que tomaba las frías manos de la chica entre las suyas— tu muerte no será en vano.



    Cierto día es pueblo se reveló contra la tirana princesa, eran guiados por una espadachina de armadura carmesí, cuyo padre había sido asesinado por la princesa y su sirviente. También estaba Kaito, que se había unido a la espadachina Meiko para derrotar a la princesa. Todos los sirvientes y criadas dejaron sola a la princesa que al final fue capturada y encarcelada.



    Ya estando en la cárcel se preparada para la ejecución, pero antes su fiel sirviente entró en la celda.



    Ponte mi ropa— dijo el mientras le daba una capa negra, el pantalón negro y la camisa blanca que llevaba puestos— yo me haré pasar por ti.




    Rin se quitó el vestido y se lo entregó mientras que al tiempo tomaba la ropa que el sirviente le ofrecía.



    ¿Len, cómo te harás pasar por mí?— preguntó con lágrimas en los ojos mientras cogía un relicario que le entregaba el chico.



    Somos gemelos— respondió él con una sonrisa que hizo que la princesa se sintiera de lo peor— nadie se dará cuenta. Ahora huye.



    Dicho eso salió corriendo hacia la guillotina, donde, cuando sonaran las campanas de las tres, rodaría su cabeza. La chica se quedó sumergida en un mar de lágrimas y rápidamente salió a la plaza, donde podría ver por última vez al que alguna vez fue su siervo y hermano.



    Las campanas sonaron y la hoja de la guillotina calló dándole final a la “princesa”. La espadachina volteó y vio como el “sirviente” de la princesa lloraba en silencio.



    Rin se fue hasta una playa cercana. Allí abrió el relicario que le había entregado su gemelo, dentro estaba un papelito doblado. Lentamente los desdobló y leyó en susurro.



    Si vuelvo a nacer— las lágrimas mojaron sus mejillas— quiero volver a jugar contigo.



    Ya por la noche una chica de cabello blanco y ojos rojos, llamada Haku, fue a la iglesia. Silenciosamente abrió las puertas y escuchó la confesión de alguien, unas bellas palabras de arrepentimiento.



    Esa misma noche en la costa vio a una chica que llevaba una capa negra. Como pudo la reconoció, era “la hija de la maldad”. Del bolsillo sacó un cuchillo y lo alzó para que al bajarlo se le enterrase en la espalda a la ex gobernante.



    Ahora podré vengarte— pensó imaginándose a la chica de verde que en algún momento fue su amiga y compañera cuando trabajaba como sirvienta.



    Lo siento… Len— dijo la princesa al tiempo que, con lágrimas en los ojos lanzaba una botella con un mensaje dentro al océano.



    Haku guardó el cuchillo conmovida por las palabras de Rin. Se devolvió a la iglesia, el lugar donde trabajaba. Al estar frente a las puertas miró al cielo y dijo:




    Al final no pude vengarte— dijo con una pequeña sonrisa en el rostro mientras volvía a recordar a la única persona que fue su amiga: Miku.

    FIN.

    Gracias por leer, espero que les haya gustado.
     
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  2.  
    Haruko Hyuga

    Haruko Hyuga Entusiasta

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    No leo fanfics sobre vocaloid
    pero este creo qe esta bien, muy bien!!!
    no note ni una falta de ortografia!
    sigue asi amiga ;)
     

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