Los peces al final del frasco. Para la actividad ¡Vamos a pensar! Palabras: 393 + título Los peces al final del frasco. Caminaba sin ver atrás, ni adelante, ni a ningún lado. Sólo estaba seguro del frío que reptaba por su piel y de aquel cielo imponente que se extendía por sobre su cabeza. Recordó de pronto que había olvidado alimentar a los peces. Probablemente ya estarían muertos en el final del frasco, respirando a penas, mientras sus boquitas convulsionasen extenuadas. Luego debería arreglarlo, sabía que los terminaría extrañando al fin y al cabo, como a todos los anteriores. Quizá debería alimentarlos con puré y dejarlos reposar en el refrigerador, estaba seguro de que funcionaría esta vez. Los otros se habían descompuesto, la vainilla había comenzado brotar entre las hojas marchitas y así ya no era lo mismo. Nunca era lo mismo después de muertos. Pero ya no tenía mucha importancia después de que Karina le mencionó lo de las alarmas. Pronto sonarían y deberían abandonarlo todo, sin excepciones, sin peces ni nada. Casi podía ver las luces rojas por los pasillos oscuros y húmedos, reflejándose en el agua de los frascos y en las escamas de los peces. Casi le hubiera gustado presenciarlo, pero no podía, tenía que seguir caminando para luego saltar. Hoy saltaría, hoy sí lo haría. Levantó su rostro, sintió el cielo sobre sus ojos. Creyó ver ramas y flores, quizá unas cuantas gotas y rayos de varios soles. Pero nada más que eso. Miró hacia abajo. Todo tan gris, tan vacío. Un verdadero abismo. Avanzó dos pasos y saltó. Descendió rápidamente hasta quedar cabeza abajo, como un proyectil, volando, arrasando. Logró ver imágenes y algunos rostros. Alcanzó a distinguir a una anciana comiéndose a un gato, a Karina abriendo el refrigerador con espanto y a los peses vomitando al final del frasco. Las ventanas seguían pasando hasta que sólo fueron blancas y frías manchas húmedas. Miró hacia abajo y el pavimento se avecinaba de golpe. Su rostro, su cuerpo, se estamparía en el asfalto. Sería una mancha roja que se perdería entre las luces de las alarmas. Karina no lo notaría, los peces tampoco. Abrió los ojos sobresaltado y lo primero que vio fue el suelo. Trató de aferrarse a las sábanas, mas el tiempo sólo alcanzó para aminorar el impacto con sus manos. Se incorporó luego, con un dolor en la cabeza indescriptible, tanto por los extraños sueños que tenía, como por su violento y accidental abandono del lecho. ~~ Nació de un sueño que tuve. Es uno de los más extraños que he tenido después de ver cadáveres de perros en las raíces de un árbol. Recuerdo que en mi sueño hasta me dieron ganas de llorar al ver esas cosas muertas convertidas en vainillas marchitas. Y eso que ni siquiera estoy segura de que fuesen peces. No tengo peces.
Re: Los peces al final del frasco. Sería lindo saber qué cosas te quiso decir tu subconciente con semejante sueño. Bueno, en lo que respecta al relato, la verdad que está muy bueno; me dejó queriendo saber por qué sueña eso -aparte de que suele tener sueños extraños- e intentando interpretar esta semi-pesadilla. Creo que hay dos comas que no me cierran -en “Recordó de pronto…” y en “abrió los ojos…”- y ese raptaba es rarísimo, la RAE sólo habla de esa palabra con un significado de secuestrar, ¿no habrás querido poner “reptaba"? Por último, hay algo en el final que no me gusta, pero puede que sea cosa mía; tal vez es sólo en mi cabeza, pero que las cosas extrañas terminen siendo un sueño me parece algo bastante predecible y normalito. Si querías sorprender, por ahí hubiese quedado bueno que el sueño no fuera sueño, no sé… no sé. Ignórame si quieres, I’m just rambling here :’D
Re: Los peces al final del frasco. Sí, es cierto! Me refería a reptar, no a raptar. Quizá fue demasiado soñar x'D. Aproveché de corregir las comas que me señalabas, que ahora que las mencionas, estaban un tanto innecesarias. E igual concuerdo con lo predecible del asunto. Además esa idea de que quizá los sueños son más reales de lo que creemos hubiera sido un golpe interesante... pero bueno. Quizá luego me anime a reescribirle el final para ver que resulta .
Re: Los peces al final del frasco. Lo suponía, al principio me quedé un poco "WTF?" con el raptar, y lo busqué por si las moscas. Sí, bueno, las señoras comas son así de ¿quisquillosas?, casi siempre. Igual, me parece que tenés la situación más que controlada y ya no abusás casi de ellas. Igual, el escrito en sí, así como está, está bueno.
Re: Los peces al final del frasco. A veces me pregunto dónde están esos sueños extraños, porque yo también quisiera tenerlos (aunque diesen miedo, sí). Igualmente me encantó tu escrito, el detalle de los peces muertos, Karina... todo. ¿Qué querría decir realmente el subconsciente del chico para hacerle soñar eso? O, en todo caso, qué querría decir el tuyo.
Re: Los peces al final del frasco. Selenezca: Sí, bastante quisquillosas! Pero bueno, es grato saber que se está mejorando en ese sentido. Sandritah: A veces me pregunto lo mismo, nunca me he puesto a analizarlos. Sería interesante ver qué resultaría de algo así, pero no sé hasta qué punto sea conveniente. Quizá qué cosas me encuentre!