Microrrelato Los monstruos son reales

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Este relato está escrito para la actividad "Una Canción, Un Drabble" de Hitori . Le he dado algunas vueltas, pero no estoy segura del resultado, espero haber expresado lo que quería y sin duda, me gustaría saber la opinión de quién se anime a leerlo.

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Los monstruos son reales​

Aquí me encuentro seguro. Con mi coraza puesta, protegiéndome contra viento y marea. No existen los gritos. No existe el llanto. No existe nada que esté afuera de mi coraza. Aquí mi hogar es estable. Aquí me siento amado, protegido.

Pero pronto me doy cuenta, que la coraza está dañada o es el daño, que ha llegado demasiado dentro. Las terribles voces entran en mi cabeza. "Basura", "maricón", "indecente", "la culpa es de tu madre", "tú no eres mi hijo". Y sin pensarlo, me apuñalan. Ya no es suficiente, mi coraza, ya no es suficiente, esconderme en mi cama, como cuando era un niño y podía escapar de todos los monstruos solo cubriéndome con mi sábana. ¿Qué hacer cuando los monstruos han entrado ya a tu cama? ¿Qué hacer cuando los monstruos se apropian hasta de tu alma?

Mi mamá me decía cuando era pequeño que los monstruos no existen, que no tenía que pensar en ello. Pero eso ya no sirve, porque los monstruos no tienen largos colmillos, garras imponentes, pelos por todo el cuerpo, no, los monstruos se visten como nosotros y son todavía más peligrosos, porque entran en tu vida sin dificultad y ahí es cuando nos destrozan.

Si el monstruo no puede dejar de serlo y yo no puedo ni quiero dejar de ser quién soy, tendré que acabar con sus poderes, impedir que me haga daño.

El monstruo pierde su poder si todos decidimos ignorar lo que dice. Porque no hay nada que le duela más al monstruo, que la felicidad de aquellos a los que quiere hacerles daño. Y quiero pensar, que algún día no habrá monstruos, pero si los hay, tenemos que aprender a inutilizar sus poderes. Los monstruos son reales, porque nosotros le permitimos serlo.