Marvel Los doce deseos de hierro [Iron man]

Los ojos de Tony se cristalizaron cuando vio salir a su hija, una par de años mayor por el umbral de la entrada, le sonreía saludandolo mientras que él la esperaba en el otro extremo del lago afuera de su hogar, ella corría a toda velocidad riendo mientras que al accionar un mecanismo de sus zapatos comenzaba a destellar y se alzaba sobre el agua impulsada por los propulsores que se generaban en la suela, gritaba de emoción mirando su reflejo en el agua y percatandose que de verdad estaba volando.


— ¡Estoy volando papá! ¡Estoy volando!— gritaba eufórica la niña.


— ¡Eres increíble mi cielo!— gritaba Tony alzando sus manos en señal de victoria.


Su estómago se había encogido, sus manos estaban sudando, sentía una extraña sensación de estar flotando a causa del conflicto de emociones en su interior, desde su corazón afloraba un orgullo gigantesco, Morgan y él habían armado aquellas botas propulsoras desde cero, el ingenio, la inventiva y la determinación de la niña eran dignas de su padre, en un par de ocasiones la pequeña prodigio incluso le había sugerido mejoras para el mecanismo que a él no le habían pasado por la mente, sin embargo en su mente había cientos de llamadas de alerta, su hija estaba volando por encima de un lago, su corazón se le había ido al piso cuando la vio levantarse para dar sus primeros pasos, esto era demasiado, confiaba en ella, pero no podía evitar sentir miedo, para él era lo más preciado.


Le había prometido que podría usarlas la mañana de navidad, luego de muchas súplicas a Pepper, su esposa accedió entendiendo que también había heredado su testarudez y no había manera de hacerlos desistir. Las botas estaban bajo el árbol de navidad y apenas descendió de las escaleras desde su habitación corrió hacia afuera calzándoselas en el camino.


— Mira lo que puedo hacer— le indicó su hija.


Ella giró sobre su cuerpo de manera horizontal con la gracia de una bailarina de ballet, en cada vuelta el corazón de Tony también daba un vuelco extendiendo sus manos de manera inconsciente como si desde donde estaba pudiera alcanzarla.


— ¡Es increíble Morgan! por favor, vete acercando a papá— le dijo a la niña algo nervioso.


— Mira lo que puedo lograr ahora— proclamó la chica alzando sus brazos.


Comenzó a ir en vertical volando, se alzó varios metros mientras que al alcanzar cierta cierta altura se lanzó hacia abajo en piqué, Tony ya no lo resistió más, se puso los lentes y presionó dos ocasiones, el traje escarlata se armó a su alrededor hasta que se cerró en su rostro.


— ¡Morgan!— exclamó mientras salía volando hacia ella a su rescate.


La niña con una increíble majestuosidad estabilizaba su vuelo en L y se encontraba en segundos con su padre que con sus brazos abiertos la recibía, su corazón estaba apunto de salirsele del pecho empujando el reactor arc que llevaba, se sentía aterrado, pero al mismo tiempo tan orgulloso que por dentro gritaba eufórico, impregnado de esos sentimientos, también la abrazaba.


— Papá, te quiero tres millones.— afirmó la niña viéndolo a los ojos.


El casco de Tony se abrió y la miró sonriendo.


—Yo también mi pequeña Morgan— respondió Tony—Volemos juntos pequeña— agregó Iron man.



Su hija se aferraba a su pecho y lo rodeaba con sus brazos, sin apartarse ambos comenzaban a elevarse poco a poco mientras que quedaban por encima del bosque.


— No me sueltes papá— susurró la niña con un hilo de voz, estaba asustada.


— Nunca, mi hija, nunca lo haré.— le indicó Tony tomando con fuerza su mano.

 

Si le preguntasen a Tony sobre su relación con Pepper contestaría que todo en ella fue en lo absoluto perfecto, cada momento juntos, cada beso, cada caricia y es que estar con la mujer indicada hacía que hasta los regaños fueran apreciados. Se forjaron una vida más que perfecta juntos, despertar cada mañana y observar que sus cuerpos estaban entrelazados le producía a Stark la mayor de las felicidades, de esos momentos en los cuales te sientes tan pleno que sin ningún conflicto podrías morir sin remordimientos, por eso en este punto lo único que hubiera deseado sería más tiempo con ella, más tiempo para tocarla, más tiempo para mirar sus ojos, más tiempo para tomar su mano, para memorizar sus gestos. Por eso se encontraba aquí.


Tony Stark avanzaba por el pasillo rumbo a la que sería su oficina principal a partir de ese momento, esto transcurría antes de que en su mente existiera la idea de los Vengadores, Iron man, antes siquiera que se forjará un futuro con la industria armamentista, era mucho más joven, mucho más inmaduro e ingenuo, por mucho tiempo aquella memoria para su vergüenza no había sido relevante, era solo un día más, un movimiento cotidiano en su vida de empresario, de haberlo sabido, de haber entendido que en ese momento conocería a una persona que cambiaría su vida, lo hubiera atesorado por siempre.


Tony se reclinaba en la silla de su escritorio para luego hacerla girar en el mismo lugar, recoger un par de plumas que rodaban debajo del escritorio justo para levantar la vista y verla atravesar el umbral de la puerta, su intenso cabello rojizo estaba recogido en una media coleta, llevaba un traje de oficina color azul que en varias ocasiones Tony le pidió que usara de nuevo, la vestimenta en sí, no tenía nada especial, lo especial lo hacía ella, sus largas piernas abriéndose paso por debajo de la falda, paso con cierto gesto de timidez en su rostro, pero avanzó firmemente hacia él con varios documentos en su mano, eran certificados de diplomados, curriculums, recomendaciones, probablemente llevaba con ella más experiencia entre sus manos que la mitad de los que laboraban en ese edificio, Stark la notó desde el primer momento, mientras ella hablaba se preguntó por qué se había esforzado tanto si la mayoría de los empresarios incluyéndole, la hubieran contratado solo por su apariencia, eso la hacía especial, era una mujer que buscaba valor más allá de eso, aspecto que encantó al inventor desde el principio.


— Es totalmente increíble señorita Potts— indicó Tony juntando sus manos introspectivo para luego tomar uno de los folders y ojearlo.


La miró a ella, no como lo había hecho la primera vez escudriñando en sus curvas de manera tan evidente que ella terminó incómoda, sino a los ojos externado un genuino interés.


— Stark industries es una empresa con el potencial para ser multinacional, estaría verdaderamente interesada en poder laborar aquí— respondió ella sonriendo levemente.


— Sería para nosotros un honor contar contigo, un momento— Tony presionó un micrófono y la voz de Happy respondió del otro lado— indique al resto de las señoritas que agradezco su tiempo pero hemos encontrado a la indicada.— concluyó sonriéndole.


Ella cubrió su boca con sus manos sorprendida, él abrazó su mano con las de él.


— Si me lo permite me gustaría invitarla a cenar, únicamente para discutir los pormenores de su puesto.— indicó conteniendo sus ganas.


Ella afirmó tímidamente. Como las cosas habían acontecido de manera normal, ella también había aceptado, pero con las intenciones lascivas más evidentes había aprendido a guardar su distancia y mantenerla, con el tiempo entendió que las palabras que Tony le había dicho eran solo simples promesas vacías, pues la misma labia la escuchaba versar a otras mujeres, tantas que terminaron careciendo de sentido. Pero no aquí, Tony entendía el valor que una chica como Potts tenía, recordó como siempre tuvo para él más sentido cada día observándola con la bandeja de su desayuno, que todas las noches que pasó con otras sintiéndose al amanecer vacío, pues Pepper Potts, no era una mujer para una noche, era para toda una vida y era eso lo que planeaba.

 

Sé que a muchas personas no termina por agradarles la dinámica entre Stark y Spider-man en el MCU, sin embargo en este universo esta es cannonica y en lo personalidad como fan del personaje busco disfrutar cada encarnación del trepamuros, después de todo en versiones como la Ultimate podemos ver aun Peter de cierto modo de dependiente en sus inicios así como el propio 616 tuvo su natural grado de inmadurez, buscando ser empleado por los cuatro fantasticos.

Pero dejando fuera los debates, este relato explora otro universo donde Tony no murió y entonces puede ver a los que bien podrían ser New Avengers o Young Avengers, donde vemos varios herederos de los héroes conocidos. Si les llama alguno, no duden por preguntar, se explora la posibilidad que muchos de ellos entren al universo cinematográfico en su momento.




Stark recuerda la primera ocasión en la que vio al joven Peter Parker balancearse en con sus telarañas en medio de la ciudad, no enfrentaba una amenaza intergaláctica, no iba tras un tirano multidimensional, el chico dedicaba la mayor parte de su tiempo a cuidar de su propio vecindario, cuidaba de los niños a cruzar la calle, a ancianas a bajar las pendientes, aquella ocasión buscó por tres horas a un pobre tipo que entre el tumulto que se formaba en el tren subterráneo había perdido su celular, lo tomó del piso y escondiéndose en un callejón se vistió con su traje casero y salió tras su rastro, el mundo necesitaba personas como él, preocupada por detalles que el propio vengador de hierro había olvidado.


Con el pasar de los años, ese buen corazón y aquella nobleza nunca se perdió.


Fueron destellos furtivos entre la ciudad en aquella noche nevada, fue un crujido que presagiaba la ruptura de la realidad misma, los sensores de alta tecnología en su pantalla anunciaron el arribo de una energía cósmica sin precedentes pero una firma de ADN que para ese punto de la historia, el invierno del 2045 ya era conocido y nunca en ninguno de sus asedios se le podía subestimar.


— Peter— susurró Stark con una voz que apenas era un hilo, se sostuvo con fuerza del escritorio sintiendo que sus piernas flaqueaban.


— Lo tengo Tony, su heraldo o séquito de ellos deben de estar cerca, ahora mismo estoy en algo importante, una vez que termine voy para allá—respondió Parker desde el comunicador


En la escena Spiderman otorgaba en sus manos un peluche a una niña que se limpiaba sus lágrimas por haberlo perdido, la cargaba en brazos y con el piso cediendo bajo de ellos le inspiraba la suficiente confianza y valentía para que ella se aferrara a él mientras escapaban de allí, en el camino tomaba gracias a sus brazos mecánicos a tres personas más, dándole tiempo entre maniobras de responder al fuego del enemigo aún invisible que se sembraba el caos en New Yersey.


— Localice dos firmas de energía cósmica Peter, una está cerca de ti— le anunciaba Tony.


— Creo que lo veo ¿las calles laterales están libres?— preguntaba descendiendo con las personas.


—Lo están.


— Perfecto, ahora ve con Pepper por favor, gracias por contactarnos, pero sabes que tenemos todo bajo control.— declaró Spiderman mientras liberaba a las personas— sigan derecho sin detenerse, ayuden a toda persona que lo necesite.


— Gracias Spider-man— dijo la niña despidiéndose con su peluche.


—Por nada princesa— indicó sonriendo bajo la máscara.


— Te lo encargo Parker.

—Puedes contar conmigo— le respondió.


Diciendo esto el arácnido se giró sobre su cuerpo, se puso en posición de pelea, del otro lado un antiguo emperador caído blandía su hacha de conquista alzando enormes trozos de hormigón a su alrededor en nombre de su amo el devorador de mundos. Peter escaneó el terreno estaba libre civiles, sus aliados habían hecho un excelente trabajo, entre las nubes la figura del monstruo cósmico ya se divisaba, por la energía que expedía, arribaba a la tierra en su máxima potencia, Peter no titubeó ni dudó, alzó su mano y exclamó aquel himno que ya era un símbolo de esperanza, fortaleza y justicia en el universo.


— ¡Vengadores Unidos!


Al menos una decena de nuevos héroes herederos de la misma grandeza de la alineación inicial.


Con un salto y una pirueta esquivó sus piedras.


— Tantos poderes y no puedes conseguirte un mejor rostro— bromeó el Spiderman lanzándole telaraña en el rostro, devolviéndole con una patada otro trozo de hormigón.


Apenas se iban a levantar, una explosión le alcanzó, una chica con un traje purpura le había lanzado una flecha, un chico fortachón de color verde llegó volando golpeandolo de frente, antes de que Terrax que pudiera alcanzarle este pareció desvanecerse pero no era más que el efecto de un hechizo transportador de Wiccan, el hechicero de magia asgardiana del grupo, cada golpe ponía al conquistador más furioso pero de la misma forma era sometido por la coordinación infalible de los vengadores. Stature, la hija de Lang con sus misma habilidades de crecimiento era la última que con su enorme puño lo estrellaba contra el piso.


—Stature, Thorum, Hulking no dejen que Terrax se levante, Kate cubrenos desde lejos, Speed localiza el punto de arribo de Galactus, en cuanto lo tengas, Wiccan llévame allá. — ordenó Spiderman.


Stark aún desde las cámaras observaba con un orgullo casi paternal, la escena, el chico había crecido a pasos agigantados sus expectativas en determinación, tecnología, coordinación, cuando había llegado el momento de Spiderman de tomar la batuta del liderazgo de los héroes más poderosos del planeta, estaba listo.


Stark vio con asombro y orgullo como el caos de situaciones similares no existía en ese momento, la gente estaba asustada como es natural pensar cuando se observa a un enorme sujeto buscando devorar el planeta donde habitas, pero confiaban en su héroes, en su capacidad, su fuerza, en que harían lo correcto.


Tony miraba a Speed corriendo a toda velocidad surcando el océano era una estela de luz aún para los sofisticados lentes satelitales que lo observaban, la colosal corporeidad del devorador de mundos apareció entre un arrecife armando la maquinaría que le permitía asimilar el mundo hacia él, el gemelo presionó su localizador y su igual apareció entre las rocas con el héroe arácnido tocándole el hombro.


Peter Parker incluso mantuvo la calma al ver aquella entidad frente a frente, avanzó con decisión aferrándose al piso con fuerza andando mientras se resistía a las oleadas de energía cósmica con la que lo combatía, Spiderman se aferró a una de las máquinas, Wiccan intentó sostenerlo mientras realizaba su maniobra pero la fuerza que enfrentaban era tal que él hechicero salió expulsado hacia el otro lado.


— ¡Speed!— exclamó Spider-man preocupado.


—Tranquilo, yo voy por él, tú tienes que darte prisa— indicó el velocista corriendo por el agua para alcanzar a su gemelo.


Del traje de Spider-man emergieron varios mecanismos, con la tecnología actual que él mismo había perfeccionado el traje tenía un vínculo sináptico con él, funcionando como una extremidad más de su cuerpo, como sus propias células, respondiendo al instante. Presionó los dientes, pues mientras negociaba con el huésped del mecanismo para infiltrarlo la energía que proyectaba le impactaba de manera molecular siendo él y su traje uno, le afectaba a su cuerpo.


Integridad del traje de 45%


Integridad del traje al 10 %


Integridad del traje al 2%


—¡Vamos solo un poco más!—murmuraba Peter apenas conteniendo el dolor.


Estaba efectuando un plan de contingencia que él había luego de la primera ocasión que Galactus había llegado a su tierra, Cassie Lang y Valeria Richards habían contribuido con sus propias áreas de trabajo para llevarlo a cabo y Spectrum le había dado la materia prima, por llamarlo así para poder lograrlo.


El plan era sencillo en teoría, consistía en una simple inversión magnética al nivel cósmico. Galactus era un ser que emanaba energía cósmica, su interior necesitaba consumir toda materia a causa de la energía de la polaridad negativa, se tenía que invertir.


Ocurrió como un flash de una cámara antigua, como ese umbral que se mantiene entre la realidad y el sueño, el tiempo y el espacio en el propio universo se contuvieron por unos instantes, el aturdimiento de Peter no le permitió comprender al instante que había funcionado, pero la vida, toda esa vida floreciendo se lo confirmó.


Galactus había cambiado en ese momento y para siempre. Un mineral en extremo extraño encontrado en los confines de la galaxia, contenía una enorme carga magnética, misma que en teoría iba permitir invertirlo, había funcionado.


Aquel ser cósmico ahora resplandecía en un dorado como un amanecer, magnánimo, benevolente lo observó casi con agradecimiento y desapareció, su maldición sideral no existía más, ahora era, un creador de mundos.


Tony Stark recordaba aquel gran hombre que le enseñó sobre responsabilidad ante el poder, pero siempre quiso pensar que él también le había otorgado sus propias enseñanzas.


— Lo logré Tony— indicó Peter desde el comunicador.


Tony sonrió ampliamente, mientras que su mujer entraba a la habitación lo abrazaba por la espalda.


—Invitalo a la cena de Navidad cariño, acaba de salvar al mundo—le susurró al oído.


Tony Stark soñó que en él había parte su legado.