D. Gray Man [Longfic] La eternidad de un instante

Hace ya un tiempo me vi este anime, me dieron ganas de escribir de él, espero no haber olvidado por el tiempo que lo he dejado de que va o algun detalle, espero que les guste.


Era una suave caricia en su mejilla, era una mirada de amor, la niña pequeña entre ambos saltaba de alegría para que su padre la alzara y se unía a ambos en un abrazo conjunto.

Más allá era un anciano que orgulloso daba palmadas a su hijo mirándolo con un enorme orgullo, mientras este derramaba lagrimas de felicidad.

Era aquella promesa de un beso de un grupo de amantes que se unían apasionadamente entre caricias y amor.

Era la esperanza de un pueblo entero renacida, al menos unos momentos.

Allen Walker había llegado a aquel lugar unos momentos antes, el paisaje era yermo y oscuro, era oscuridad y muerte. Una horda de akumas había llegado para exterminar a todos los que se encontraban allí, él intentó enfrentarlos con todas sus fuerzas pero eran demasiados para que hasta el exorcista más poderoso pudiera con ellos.

El terror de la gente, el caos que emergía hacia aún más complicado el hacer algo, ayudarlos, eran solo blancos más fáciles para las criaturas.

Vino de pronto una idea a su mente, Miranda Lotto temblaba a su lado mirando impotente toda la destrucción.

— ¡Activa tu inocencia!— le exclamó el joven de pelo blanco.

Y por un segundo sus mentes se fusionaron en una misma idea. El tiempo comenzó a retroceder a causa de ella, los caídos a levantarse, un enorme reloj hecho de energía se había dibujado encima del pueblo creando además una barrera que mantenía a los invasores fuera de él.

El exorcista se alzo en un lugar donde le viera la mayoría, Mirada apenas resistía la presión de mantener activo por más tiempo aquel bucle temporal.

Pronunció entonces palabras duras y crueles, palabras que hablaban de su destino unos instantes después, observó la tristeza y la nostalgia plasmarse en sus rostros seguidos del consuelo y la resignación.

— Su sacrificio no debería ser en vano...deben luchar— concluyó diciendo con una sonrisa triste mimetizado en un rostro de determinación.

Promesa de que no los abandonaría, promesa de que internaría salvarlos.

Este mismo gesto apareció en el rostro de muchos, lucharían hasta el final, sobrevivían con todas sus fuerzas, la lucha parecía casi imposible de librar y el destino tan incierto, pero la fuerza para luchar que habían adquirido en aquellos instantes de eternidad, era imbatible.