Loky

Tema en 'Relatos' iniciado por Hitomi-chan, 19 Noviembre 2013.

  1.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

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    Título:
    Loky
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1841
    Este escrito fue para un concurso, así que espero les guste y me comenten ;).

    :::: Loky ::::


    Nací un día en el que el agua caía del cielo, y todo estaba en penumbras, bueno al menos eso es lo que mi madre me contó.


    En mi nacimiento solo estaba ella, y un grupo de cajas de cartón y basura a nuestro alrededor, soy el tercero de 6 hermanos y hermanas, pero por desgracia 2 de mis pequeños hermanos murieron a los pocos días de haber nacido, yo no pude ni siquiera verlos, ya que mis ojos aún no se abrían, pero recuerdo muy bien su olor, y según mi madre eso debe de bastarme para recordarlos.


    Desde que recuerdo a la única que vimos siempre fue a mi madre, desde que todos mis hermanos abrimos los ojos hasta que cumplimos 3 meses y comenzamos a explorar donde es que nos encontrábamos.


    El lugar olía algo mal, y en ocasiones peleábamos con unas ratas que trataban de mordernos, pero mamá siempre las atrapaba y mataba antes de que lo hicieran. Además de la basura que estaba siempre, no veíamos a otro como nosotros ni a nadie más, aunque mamá siempre nos contaba que existían unas criaturas llamadas humanos, los cuales eran mucho más altos que nosotros y que hablaban de maneras extrañas, además de comportarse de la misma forma.


    Según ella, todos los humanos eran de noble corazón, capaces de razonar y de amar como nosotros, pero que algunos de ellos a veces se confundían un poco y se volvían malos, pero aún así la bondad dentro de ellos permanecía.

    Además mamá nos contaba cómo algunos de esos humanos se llevaban a algunos de nosotros para cuídalos y criarlos en sus casas, pero que otros solo se los llevaban a lugares donde luego los matan.

    Mientras mamá hablaba de esos que llamaba humanos, no podía creer como seres que se suponían tenían buen corazón podían asesinar a criaturas como nosotros, pero deseaba conocerlos, con cada palabra de mamá deseaba más el conocer a esos humanos, me parecían interesantes y quería saber si podían ser mis amigos.

    Un día mamá salió a buscar comida, pero jamás regreso, mis hermanos y yo la esperamos por días, pero ella nunca llego, no sé lo que le paso, pero sé que lloramos por muchos días extrañándola, y nadie fue a consolarnos.


    Por el hambre que sentíamos, todos salimos en busca de un poco de alimento, mis hermanos caminaron más lejos que yo y de un momento a otro los perdí de vista, les grite llamándolos, pero ninguno respondía, trate de buscarlos, pero mi olfato no era tan bueno aún, y entre tantos olores me fue imposible encontrarlos.


    Me senté a llorar y esperar si es que volvían, pero de pronto apareció una criatura muy alta que me miraba de forma rara, se acerco a mí y con una de sus patas delanteras me tomo del cuello y me alzo hasta su altura.


    — ¿Estás perdido pequeño? — la criatura me miro un momento y luego me puso sobre algo con ruedas que él empujaba.


    No sabía qué cosa era eso, ni sabia a donde me llevaba, pero yo seguí llorando por el hambre que sentía y por la tristeza de haber perdido a mi madre y mis hermanos.


    La cosa rara que me tomo antes, ahora lo hacía de nuevo y me tiraba sobre el suelo, luego parecía buscar algo entre una caja y me lanzo un trazo de algo blanco, con cuidado me acerque a lo que eso lanzo y lo olfatee, olía bastante bien, pero mamá decía no se podía comer todo lo que olía bien, así que puse una de mis pequeñas patas sobre esa cosa y note lo suave que era.


    —Comételo perro, es pan— La cosa rara, me hablo y toco lo que me lanzo con una de sus patas.


    Con algo de miedo, pero con mucha hambre comencé a morder lo que estaba frente a mí, la verdad sabía muy bien, aunque se pegaba en mis dientes y mi garganta, parecía quitarme el hambre.


    —Tonto perro— la cosa rara, tomo un pedazo de hilo y lo comenzó a atar en mi cuello mientras yo aún trataba de comer lo que él llamaba pan.


    En un segundo la cosa rara me jalaba del hilo lastimando mi cuello mientras me llevaba a donde estaban otros como él, fue en ese momento que los vi juntos que entendí esas cosas raras frente a mí, eran los que mi madre llamaba humanos, al fin había conocido a los humanos.

    Moví mi cola de felicidad y trate de ladrar alegremente, pero solo logre hacer ruidos raros, aún así quería jugar con esos humanos, quería ver la bondad de sus corazones y quería hacerme su amigo, quería conocerlos y ver si mamá decía la verdad de ellos.


    Vi como ellos comenzaban a reírse y a señalarme, al parecer, ellos también querían jugar y conocerme como yo a ellos, pero la verdad era otra.


    Uno de ellos utilizo una de sus patas y me lanzo a un lado, llore por el dolor que eso me provoco, pero aún así cada uno de esos humanos hacia lo mismo que el otro, trate de correr, pero el hilo en mi cuello me lo impedía y cada vez que lo intentaba me lastimaba.


    Por más que llore y suplique a esos humanos dejaran de dañarme, ninguno paro, y solo lograba escuchar sus risas al hacerlo, yo solo era un pequeño cachorro que deseaba jugar con ellos y conocerlos, pero ellos disfrutaban tanto el lastimarme que decidí dejar de llorar y rendirme.


    Cuando deje de llorar, ellos dejaron de lastimarme y me dejaron tirado a un lado mientras se alejaban de mí riendo y hablando de lo que me habían hecho. Yo estaba tan débil que solo me quede en ese lugar, tratando de entender lo que había pasado, las palabras de mi madre resonaban en mi pequeña cabecita y eso hacía más difícil que yo entendiera a los humanos.


    No sé en qué momento logre ponerme de pie y comenzar a caminar, tampoco se cuanto fue el tiempo que dure tirado en ese lugar, solo sabía que tenía hambre y necesitaba buscar algo de comer.


    Camine por mucho tiempo, mi cuerpo aún seguía doliéndome demasiado, pero no podía parar o el hambre terminaría por matarme. Por más que caminaba no encontraba nada que pudiera comer, lo que si encontraba eran más humanos que solo me miraban raro y seguían su camino, ninguno se detenía a mirarme, parecía como si yo fuera invisible o algo similar.


    Cuando la noche llego, me acurruque cercas de una piedra y trate de dormir, pero tenía tanto frió que solo podía temblar y llorar, llame muchas veces a mi mamá para ver si ella aparecía, pero no lo hizo y así como llego la noche también llego el día.


    Seguí mi camino y me encontré con un grupo de humanos que comían, corrí a ellos aún con el dolor de los golpes pasados y moví mi cola por la alegría de verlos, pero cuando ellos me vieron a mí, su mirada cambio al verme.


    —Saquen a este asqueroso perro de aquí— un humano que tenía grandes bolas en su pecho, grito a los demás mientras se alejaba de mi y hacia movimientos raros con sus manos.


    De pronto otro humano me tomo con sus patas y me llevo hasta un lugar donde el suelo era de color gris y estaba más duro y frió de lo normal.


    —Vete perro pulgoso— como los humanos de antes uso una de sus patas y me lanzo lejos de él.


    Era verdad que tenía pulgas, pero ¿Eso era malo?, todos tenemos pulgas ¿verdad?, no podía entender por qué esos humanos me golpeaban y rechazaban de esa forma cuando yo solo intentaba conseguir un poco de comida y algo de amor como el mi mamá nos daba a mí y a mis hermanos.


    De pronto un ruido extraño se escucho, jamás había escuchado algo igual y no sabía lo que era, gire mi pequeña cabeza a todos lados pero no veía nada, pero aún así el ruido se hacía más y más fuerte.


    De repente vi como a lo lejos una cosa grande y con ruedas se diría hacia mí, era muy rápida cuando corría, y cada vez estaba más cercas de mí, pude ver como dentro de esa cosa iban humanos, que al verme sonrieron.


    Me puse feliz por eso y trate de acércame a ellos, pero la cosa con ruedas se acerco primero a mí, no sé por qué mi cuerpo se trato de alejar de esa cosa, tal vez sabia que me haría daño.

    La cosa con ruedas paso sobre una de mis patas e hizo que un fuerte dolor llegara a mi cuerpo, llore como jamás creí llorar, pero como antes nadie se acerco a mí para ayudarme.

    Si mi madre creía que los humanos eran buenos, jamás había conocido a los mismos humanos que yo, todos eran malos y crueles, y la prueba estaba en mi pata sangraba y me dolía demasiado, traté de apoyarla en el suelo, pero el dolor era más cuando lo intentaba.


    Fue ahí que un humano se acerco a mí y me tomo entre sus patas, este humano parecía diferente, me veía de forma diferente y su forma de agárrame era también diferente.


    —Tranquilo amigo— El humano me llevo a un lugar raro, donde otro humano con ropa blanca salió y comenzó a ver mi pata mientras me picaba con algo que me hizo dormirme por completo.


    Cuando desperté, vi como el humano que antes me había llevado a ese lugar estaba frente a mí y acariciaba mi cabeza de forma suave mientras sonreía. El humano de ropa blanca le daba un pedazo de papel y le decía algo sobre mí mientras ambos me sonreían y acariciaban.


    El humano me tomo entre sus patas y cargo hasta otro lugar que esta vez olía bastante bien, me dejo sobre algo que era sumamente blando y caliente, luego me acaricio un poco y me dejo solo, pero fue por poco tiempo, ya que regreso con algo que parecía ser comida, solo que era dura y estaba quebrada en trozos pequeños.


    Olí esa comida y el hambre me hizo comerla, la verdad no sabía tan mal como se veía, mientras comía el humano me miraba y sonreía.


    —Bienvenido a tu nueva casa “Loky” — el humano sonrió y me tomo entre sus patas para darme un beso y acariciar más mi cabeza.


    Desde que mi madre me contó de los humanos, desee conocerlos, y aunque me tope con algunos que estaban confundidos, al fin me encontré con uno como los que mi madre decía, ellos existían y yo lo encontré.

    Ahora duermo en algo tibio y suave, y como más de lo que debería comer, además de jugar casi todo el día y recibir amor. Solo deseo mis hermanos y madre vivan igual que yo lo hago ahora.

    Fin…
     
  2.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Oh, qué lindo cuento. Me gustó. Últimamente he estado leyendo mucho acerca de perros, aunque la verdad no captaba que se trataba de uno hasta cuando leí que abrió los ojos dentro de tres meses. ¿Tanto duran para abrirlos? Sabía que se tomaban su tiempo, pero no estoy segura de que sea tanto. Pero bueno, quiero felicitarte porque conforme trascurría el relato y leer que este pobre amiguito no tenía la dicha de toparse con un humano benévolo y bondadoso como los que describía su mamá, sino que en todas las manos a las que iba a parar, era vilmente maltratado, me provocó un sentir de impotencia, antes que nada. Después quizás surgió el coraje antes de la lástima, pero primero fue ese sentimiento de no poder ayudar al pobre animal, que vaya, me dieron ganas de socorrerlo. Lo que sí me divirtió un poco fue que el auto fuera detrás de él, no sé, pensé que el perro se orillaría a la banqueta otra vez, pero bueno.

    El final, a mi parecer, quedó bien. Después de la tormenta le llegó la calma con alguien -quizás amante de los animales- que le curó se herida y se lo quedó para cuidarlo, nombrándolo como Loky que es un lindo nombre, por cierto. Aunque sí considero que es un final que dependería mucho. En mi país natal no creo que muchos terminen tan bien como Loky, pero donde vivo ahora, olvídate, es penado maltratar a cualquier animal y son extremadamente amadores de ellos. En fin, me gustó mucho el escrito y hasta deja qué pensar, ¿sabes?

    Por cierto, recomiendo que vigiles las tildes pues no pusiste algunas cuando debían ir, sobre todo en los verbos en pasado. Allí está, espero que puedas compartir más de tus escritos por acá que espero volver a leerte. Sin más que añadir me despido.

    Hasta otra.
     
  3.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    Woo, ¿en serio tardan tanto para abrir los ojos?

    Este es un cuento muy bonito, me ha gustado la aventura que pasó este perrito a fin de encontrar a una de esas personas de las que su mamá le decía que eran buenas, aunque tuvo que tener su encuentro con las personas que estaban "confundidas", las que le dieron un trato lamentable. Qué triste que el coche le pisara su patita, pero después tuvo su recompensa. Un hogar lindo al lado de ese humano que le dio también su nombre: "Loky".

    Saludos XD
     
  4.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

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    Gracias a las dos por comentar, pero creo se entendió mal lo que intente decir X.x


    Me refería que ellos solo habían visto a su madre desde que abrieron sus ojos hasta 3 meses después que salieron a conocer el mundo, no que tarden tres meses en abrirlos xD.


    Con respecto a las tildes ya estoy trabajando en ello, la verdad son mi dolor de cabeza T.T.
     
  5.  
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    Pero que… hermoso te ha quedado el escrito, muy tierno, lindo. Me ha encantado la manera en que la enfocaste, muy pocas veces he leído que un animal o mascota sea quien narre y como siempre, no me decepcionan. Pobre Loky, sufrí cuando él fue golpeado por el carro :( de verdad, pero me dio un poquito de risa cuando corría y no perdía de vista al carro. Qué bueno que él haya caído en las manos de un buen amo. Un final feliz, como me gustan :D

    Loky, animo!!! Existen las buenas persona!!!!
     

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