Lo que significa McGarden [GaLe]

Hola a todos!!!! Os traigo tree-shorts dispuestos sobre una pequeña historia. Vamos un fic de tres capítulos, toooodo GaLe. El principio es amorfo, pero solo para darle emoción. En el 2 capi ya habrá pensamientos y emociones, y en el 3 capi.... bueno, solo lo sabrán si leen el primero xDD

-¡Enana~!- gritó Gajeel desde la puerta del gremio, mientras sacudía un pergamino en sus manos. Empezó a caminar mientras se dirigía al fondo, donde podía apreciar a una Levy bastante concentrada y enfrascada en sus estudios. Jet y Droy miraron furtivamente a Gajeel. Éste les hizo caso omiso y se puso al lado de Levy- Hey, necesito que me traduzcas esto.​

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-Gajeel, ahora no puedo- respondió cortante. Gajeel se sorprendió. Normalmente la peliazul hubiera dado saltos de alegría y lo hubiera traducido en un santiamén. Pero si esto lo dejó impresionado, lo de a continuación lo dejó con la boca abierta- Además, no te creas que soy tu perrito faldero. No voy a ir corriendo detrás de ti cada vez que me llames- contestó enfadada.​

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-¿Enana…?¿Quién coño eres tú y que has hecho con la enana?- preguntó Gajeel, con mirada preocupada.​

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-Oye, tengo un nombre, bruto- replicó con incomodidad. Levy no pudo concentrarse y se frotó las sienes. Después se levantó y, con aire estresado, confesó- Lo siento, pero estoy bastante ocupada y estresada. Lo siento de verdad. Creo que iré a la biblioteca a estudiar.​

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Gajeel contempló como Levy cogía una montaña de libros gruesos y polvorientos y salía del gremio, con el ceño fruncido. El Dragon Slayer miraba anonadado la escena ¿desde cuándo Levy era tan gruñona y se defendía con las palabras? En cierto modo le gustaba esa parte de ella.​

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-Oye, ¿La enana está en sus “días” o me lo imagino?- preguntó Gajeel confundido a Jet y Droy.​

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-Es algo…personal- contestó Jet con tono preocupado.​

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-Levy-Chan ya tiene la edad ¿no?- suspiró Droy. Gajeel alzó la ceja.​

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-Bueno, sea lo que sea, necesito traducir este texto. A lo mejor el Emo (Fried) me puede ayudar- dicho esto se despidió de ambos. Lucy contemplaba la escena con aire preocupado. Sabía que le pasaba a su amiga; un acontecimiento inevitable iba a suceder en su vida, y eso lo cambiaría todo, de arriba abajo.​

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-¡Lucy, vamos de misión!- exclamaron Happy y Natsu a la vez.​

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-Sí, está bien.​

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[…]​

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Levy leía con el cejo fruncido el grueso y viejo libro en la biblioteca. Ya había pasado tanto tiempo… suponía que era hora de realizar la tradición de los McGarden ¿no? Pero lo peor de todo, era a quién elegiría. Su vida, la de los demás, la del elegido, cambiaría drásticamente según su decisión. Aunque ya tenía a un claro candidato; Gajeel Redfox. Bueno, más bien el único, ya que es el único que reúne los requisitos necesarios. Suspiró. Estos meses iban a ser duros, muy duros.​

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Cerró el libro y comenzó con otro. Necesitaba estudiar, estudiar cómo hacerlo… ups, eso sonó mal. Sacudió la cabeza y se sumergió en la inmensa lectura. No podía usar las gafas para esto, era demasiado valioso el contenido de ese libro como para leerlo con la lectura rápida. Y se acordó de Lucy. Cierto, hoy habían quedado en la casa de su amiga rubia. Miró el reloj. Ya era tarde. Apresurada, recogió los inmensos libros y, a paso rápido (no se debe correr en una biblioteca) salió del edificio. Luego corrió hacia la casa. Haber… el río, gira hacia la derecha, toma el callejón, va por el puente, ladea el río, unos señores en barca lo saludan y… ¡la casa de Lucy! Tocó el timbre apresuradamente.​

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-¡Hola Levy-chan! Pasa- le ofreció la rubia desde la puerta. Levy jugaba con sus dedos, necesitaba seguir estudiando…​

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-Hola Lu-chan…​

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-Levy-chan, estamos aquí para relajarnos y saber que rollo era ese, no para estudiar. Te queda medio año, y es tiempo suficiente- replicó Lucy, leyendo la mente de su amiga.​

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-Gracias…- susurró Levy con una pequeña sonrisa.​

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Ambas pasaron y entraron en la habitación de Lucy. Levy se fijó en los papeles encima de la mesa y se abalanzó hacia ellos. Luego exclamó, emocionada.​

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-¡El nuevo capítulo!¡Qué bieeeeen!-​

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-Está sin terminar…- dijo Lucy algo avergonzada.​

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-¡Avísame cuando termines!¡Quiero saber que le pasa a Haru con Elie, me he hecho fan de ellos!- contestó fantaseando. Sí, Levy, cuando se trataba de historias de ese estilo, era una total fangirl de las parejas.​

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-Sí, sí…- contestó Lucy, algo rendida- Bueno, hablemos de lo que pasará…​

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-…- Levy se quedó callada, y se sentó en la cama de Lucy. La rubia no tardó en ponerse a su lado- No te di mucha información ¿no?​

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-No.​

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-Solo te diré una cosa… me iré hasta que ese día llegue.​

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-¿Qué?- Lucy estaba asombrada. Medio año sin Levy- ¿A dónde?​

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-Dónde mis orígenes- contestó- Este viaje es necesario. Lo hicieron todos los sucesores.​

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-¡Pero eso no significa que lo tengas que hacer!​

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-¡Lo sé, pero quiero hacerlo!- silenció a su amiga- ¡Lo necesito, necesito encontrar esa anhelada paz que mis antepasados hallaron!¡Necesito estar lejos de…!​

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-¿De quién, Levy-chan?- preguntó Lucy en voz baja.​

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-…de Gajeel- suspiró Levy.​

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-¡Entonces, entonces, entonceeees…!- Lucy estaba asombrada y llena de felicidad. Levy solo asintió, avergonzada- ¡No me lo creo, vamos, pensaba que tendría que uniros yo!​

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-¡Lu-chan!​

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-¡Venga, seguro que podrás con ello!- animó Lucy entre risas- Y hoy… como seguramente te irás pronto.​

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-Mañana- aclaró Levy.​

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-¡Hagamos una mini-fiesta!- propuso Lucy.​

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-¿Con las chicas?- preguntó Levy con miedo. No le gustaría que la gente se esterase.​

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-No, mujer. Entre nosotras.​

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-¡A vale!- exclamó Levy- Pero… ¿no interrumpirá Natsu? A ver, siempre entra por tu ventana y…- sonríe picaronamente- Duerme contigo~​

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-¡C-claro que no!¡S-seguro que no aparece, creo que está entrenando!- respondió ansiosamente.​

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-¿Oh, en serio~? Yo creo que nunca se pierde una noche~- respondió socarronamente mientras Lucy se sonrojaba con fiereza- Seguro que viene a dormir~​

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-¡Q-que no!​

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-¡Hola Lucy!- saludó Natsu entrando por la ventana- ¡Oh, hola Levy!​

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-Mierda…- suspiró Lucy, sonrojada. Levy rio estruendosamente.​

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-¿Levy? ¡Ah, Levy se quedará a dormir con nosotros hoy!- dijo Happy.​

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-¿Nosotros…?- miró Levy a Lucy. Ella dirigió una mirada asesina a Natsu- Bueno, sí, me quedaré a dormir por hoy.​

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-¡Bien, cocinará Levy!- anunció Natsu.​

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-¿Eh?- emitieron Levy y Lucy a la vez.​

​

Y así pasaron la noche. Levy cocinó una tortilla, Natsu comió más de la mitad, Levy durmió en un futón que le sobraba a Lucy, Natsu se durmió en la cama de Lucy, con Lucy. Estaban exhaustos porque jugaron a las tantas de la mañana a las cartas mágicas. Al despertar, Levy se vistió y se fue cuidadosamente al apartamento de Fairy Hills. Allí, hasta de hacer el equipaje, escribió una carta; era para el gremio, como una explicación. Después cogió la carta y se la metió en el bolsillo. Por último, recogió una maleta de debajo de su cama, que tenía dinero, ropa y alimento. Sobre la renta pudo acordar con el dueño de que pagaría cuando volviera.​

​

Cogió la maleta de ruedas y se dirigió a casa de Jet y Droy. Afuera había un buzón, así que depositó la carta allí. Después se marchó hacia la estación, no quedaba lejos.​

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Subiendo al tren que la llevaría lejos, echó un vistazo a su alrededor, como si quisiera memorizar el momento, el lugar. Entró en el vehículo y partió a tierras lejanas…​

​

[…]​

​

-¡¡¡Terrible!!!- gritaron Jet y Droy entrando por la puerta del gremio, desconsolados.​

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-¿Qué sucede?- preguntó Mirajane.​

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-¡Es Levy, se fue, hizo puf!- gritaron los dos. Gajeel alzó la oreja para escuchar con atención- El momento llegó… era inevitable…​

​

Todos los des gremio miraron a Jet y Droy con cara confundida. Ellos se pusieron en el centro del gremio, mientras alzaba la carta en sus manos. Jet abrió la carta y comenzó a leer su interior en voz alta.​

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A todo el Gremio:​

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Me voy, tengo que honrar mi apellido. Volveré el día de mi cumpleaños, para cumplir la tradición familiar. Si necesitáis información preguntad a Jet y a Droy.​

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Ahora, solo diré una cosa. Si leéis esta carta en voz alta, gritad a pleno pulmón: ‘’¡¡¡Cuando vuelva, te derrotaré y te dejaré sin herencia, Gajeel Redfox!!!”​

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PD: Lu-chan, guarda los capis de la novela ¿si?​

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Atte. Levy McGarden.​

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Todo el gremio permaneció en silencio, y Gajeel estaba confundido y sorprendido. ¿Por qué coño la enana lo retó?¿Por qué se fue?¿Por qué ni si quiera le avisó? Demasiadas preguntas. Solo volteó a ver a Jet y a Droy, ya que no le dieron el énfasis en lo que debieron gritar, sino que empezaron con emoción para luego bajar a un tono triste y depresivo.​

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Ok, corto, pero conciso xDD el proximo será mas largo :p Los siento por los guiones, pero no me acaban de salir ;-; espero que en el proximo me salgan... ^^U

Ya nee~!!!!

 

Hey!!!! Hoy les traigo el siguiente cap :3 un one-short más y se acabó T^T

Bueno, este one-short trata principalmente de explicaciones y recuerdos. Vamos, que enciendo la alerta muermo xDD

Aviso sobre el siguiente cap: en el siguiente cap será todo LUCHA POWEEER!!!!!!! Así que quiero ver sus comentarios cargados de teorías sobre quién ganará ok?? Levy, con sus 8 hechizos de Soul Script.... o Gajeel, usando las tácticas secretas y la dragon force???? Es una lucha que determinará el futuro de Levy, pero no por eso Gajeel se dejará vencer....

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-No entiendo nada- dijo Gajeel, atrayendo toda la atención – Pero si lo que quiere es patearme el trasero, que sepa que no me contendré.​

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-¡Gajeel! – Llamaron la atención Jet y Droy – Todo esto tiene una explicación lógica…​

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-No entiendo nada, pero contad – dijo Natsu.​

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-Normal, no sabes ni sumar – insultó Gray.​

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-¿¡Qué dijiste, hielito!? – protestó Natsu. Y entre insulto e insulto, los puñetazos y las patadas aparecían. El gremio suspiró. Erza estaba demasiado concentrada en la historia de Levy como para pararlos.​

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Jet y Droy se sentaron en una mesa, y todo el gremio, incluyendo a Gajeel (ya que le incumbía) se tornaron alrededor de los dos. Lucy ya sabía toda la historia, y estaba tranquila y relajada, mientras escuchaba la explicación de ellos dos.​

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-Los McGarden son una famosa estirpe de Magos de Escritura Sólida – dijo Jet, comenzando por el principio – Además, son los creadores de una magia de escritura legendaria; La Magia de Escritura de Alma – la gente miró sorprendida.​

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-La magia de Escritura de Alma puede confundirse por el Re-Equipo, pero son perfectamente diferentes. Esa magia “re-escribe” tu alma, proporcionándote poderes sobrenaturales que pueden superar fácilmente el Satan Soul – dijo Droy – Por supuesto, esta magia está vinculada con la Sólida; los ataques, dependiendo de cómo se haya efectuado, son maneras avanzadas de un solo elemento de escritura sólida. Por ejemplo; Dark Angel se centra en la velocidad y en el elemento viento, así que hay Escritura Sólida como Twister, Windy, y otros ataques especiales bastante poderosos.​

​

-Los McGarden tienen una tradición; solo ellos pueden usar esta magia y como mucho una familia cercana y de confianza. Los datos de esta magia no han sido ni revelados al mismísimo consejo mágico. La tradición es, que al llegar a cierta edad, el miembro deberá partir 7 meses exactos y volver el día de su cumpleaños. En ese tiempo, perfeccionará esa magia, además de aprender conocimientos nuevos – explicó Jet – Pero esto no tiene sentido si no se prueba. El día de su cumpleaños, retará a alguien que reúna las condiciones necesarias… - ante esto Jet se notó algo decaído.​

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-¿Y cuáles son esas condiciones?- cuestionó Gajeel mosqueado.​

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-La primera es que tienes que conocer a esa persona… - dijo Jet.​

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-La segunda es que no odies a esa persona… - continuó Droy. Gajeel enarcó una ceja, pero estaba aliviado.​

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-La tercera es que sepas que es alguien que te sobrepasa de fuerza, pero que estés confiado en ganar… - continuó Jet. Gajeel mostró una sonrisa desafiante.​

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-Y la cuarta… - dijo Droy en tono triste. Gajeel se estaba impacientando - …Te lo dirá Levy.​

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-¡Por Dios, odio las cosas que no puedo comprender, y la enana lo SABE! ¿¡Por qué me tiene que decir ella lo cuarto, eh!? – dijo Gajeel con su mirada que tintineaba de frustración, mientras agarraba a Droy en un gesto amenazante.​

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-E-es personal… - dijo Droy. Se zafó del agarre. Gajeel salió del gremio, y Phanter Lily lo siguió, tratando de llamar su atención. Cerró las puertas bruscamente y, con pose bastante enfadada, caminaba con pesadez por las calurosas calles de Magnolia.​

-¡Gajeel! – volvió a llamar Lily. Este volteó la mirada.​

​

​

-¿Qué coño quieres ahora, gato? – respondió gruñón.​

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-Hablar – dijo él, encogiéndose de hombros – Parece ser que te molestó lo de Levy-san.​

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-¡Por supuesto que sí! Esperaba más de la enana, que no se dejara llevar por estupideces son sentido como los estúpidos de sus antepasados y esa magia misteriosa – espetó Gajeel.​

-Ya sé, a ti te molesta que no te haya dicho nada ¿verdad~? – supuso el gato picarón.​

​

-¡Por supuesto que no, me molesta el simple hecho de que se vaya y sin explicarme en persona el por qué! – soltó el Dragon Slayer.​

​

-¡Ahí está! – dijo Phanter Lily – Te preocupa que no vuelva más, ¿verdad?​

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-¡Y-ya te lo he dicho, puñetero gato! – dijo, apartando la mirada.​

​

-Si si, y yo soy azul y digo “¡Aye!” – respondió sarcásticamente.​

​

-Cierra el pico.​

​

-Ya verás como tengo razón.​

​

-Sí, ya verás que tengo razón.​

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-¿En qué, lo de que en realidad eres azul o lo de que me preocupa la enana? – dijo, sarcástico.​

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-Nop, otra cosa.​

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-¿Qué es esta vez?​

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-Que te gusta Levy-san – respondió con simpleza.​

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-¿¡QUÉÉ!? – chillón Gajeel, haciendo que media calle volteara a verlo. Lily pudo jurar, que esa fue la primera, pero la primera vez, en la que Gajeel lo miró con esos ojos de “Te arrancaré hasta las pelotas” y ese rostro ligeramente sonrojado. Se veía que estaba rojo, aunque su tez morena lo tapaba. Gajeel maldijo por lo bajo, afiló su mirada, y se fue. PhanterLily suspiró. Su compañero siempre hacía eso.​

​

~En un lugar, alejado, muy alejado de Magnolia~​

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-¿Señorita McGarden…? – preguntó un remilgado señor, de bigote y traje de mayordomo, de unos 60 años para arriba de edad. Levy bajaba del tren, vestida con su ropa normal. Llevaba un vestido naranja con volantes blancos, y su inseparable accesorio para la cabeza.​

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-Soy yo, Sebastián. Mi equipaje está en el vagón de mercancías – respondió ella, sutilmente.​

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-Entendido, señorita - hizo una reverencia y junto 3 hombres más, metieron las enormes maletas repletas de libros en el coche. Levy fue en uno aparte.​

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Suspiró. Ahora iría a la casa que abandonó. Con tan solo 4 años, ya era bastante madura, y sentía que no había ese calor familiar que hacía que, aquella mansión oscura y fría, tomase un color llamado hogar. El único lugar que le gustaba, era la lúgubre biblioteca, dónde cada día cogía un libro y me sentaba en el jardín, al lado del estanque, repleto de colores, flores, árboles, y hierba fresca. Todavía podía recordar el aroma a menta mezclado con jazmín. En realidad, aquellas tardes en las que aprendía cosas útiles, y volaba por su imaginación, en vez de que su profesor calvo le dijera como debía comportarse una señorita, era su único recuerdo feliz. Los demás estaban llenos de gritos, lágrimas, seriedad y frialdad. Sus padres se separaron, al fin y al cabo. Se escapó cuando iban de viaje de negocios a Magnolia. Aún recuerda que, cuando entró por la puerta, sólo vio a Natsu peleando con Gray y Erza peleando con Mirajane. Le dio miedo, pero después se quedó a vivir en la habitación de Erza, y con el paso de los años, alquiló una habitación Fairy Hills, y conoció a Jet y Droy. A ellos dos sólo les dijo su verdad. A nadie más, a excepción de Lucy.​

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Bajó lentamente del carruaje cuando este paró. Y, sin darse cuenta, unos fuertes brazos la abrazaban mientras la empaban en lágrimas.​

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-¡¡¡¡SEÑORITAAAA!!!!! – sollozaba una mujer regordeta y grande como un armario.​

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-M-me ahogas…​

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-¡Oh, lo siento mucho! E-es que hace tanto tiempo… - la mujer siguió gimiendo. Levy sólo rió. La sirvienta condujo a Levy hacia el interior. Todo estaba igual; las viejas paredes sosas, y todo de madera color gris, marrón, y a lo mucho negro y rojo. Un lugar deprimente. Subió las escaleras y se dirigió a su habitación. Estaba limpia, y sosa. Una gran cama negra y blanca, además de mullida. En las estanterías, libros de etiqueta. Había un gran ventanal con cortinas transparentes y grises. La habitación estaba decorada con blanco, y el suelo de madera, y en el centro una alfombra roja. Las muñecas caras seguían expuestas en las estanterías. Todo tal y como lo dejó cuando se fue.​

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Salió de la habitación, y fue a ver directamente a su querida madre. Sí, se había ganado su custodia. Su madre estaba en el despacho, administrando una gran finca, y absorbida entre los papeles de la habitación. Llamó dos veces a la puerta. Una voz aterciopelada dio su permiso para pasar. Al abrir las puertas, se encontró con una mujer bella, pero con sus arrugas. Debía de tener 40 años. Su pelo era de color azul, y extremadamente largo, y lo tenía sujeto en una extraña y complicada coleta rizada. Vestía un vestido azul oscuro, con detalles y encajes en negro. Estaba absorta en aquellos papeles. Levy, con aire solemne, dijo:​

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-Madre, he vuelto por la tradición – la mujer levantó la vista, incrédula. Dejó caer la pluma encima de los papeles, y sus ojos negros se volvieron cristalinos, tenía ganas de llorar. Estruendosamente, se levantó de la silla y fue a abrazar a su hija. Ella no correspondió. Se mantuvo firme.​

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-L-levy… cuanto tiempo… - dijo, entre sollozos – p-pensaba que estarías pérdida, o incluso muerta…​

​

-Madre, sólo vine a cumplir lo que mi apellido significa. Sólo vine a saludarla, así que suélteme, me dirigiré a la biblioteca para coger los libros y después marchar – Levy lo hizo con toda la sequedad posible. Su madre quedó impactada. Rompió el abrazado y, tras dejar atrás el dolor de la respuesta, dijo:​

​

-Bien… vayamos a discutir a la biblioteca.​

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~En Magnolia (casa de Gajeel)~​

-¡¡¡Gajeeel!!! – grito PhanterLily desde la cocina.​

-¿Qué pasa, gato…? – dijo Gajeel recién despertado de su siesta.​

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-¿¡Cómo que qué pasa!? ¿¡Dónde está la vajilla!?​

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-Ah eso… me la comí.​

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-¡¡¡Genio, ahora comemos en el aire, bien pensado Gajeel!!!​

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-Mira gato, no quiero discutir. Ya compraremos algo… ahora me vuelvo a dormir…​

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-¿Sigues pensando en Levy-san? – preguntó el gato.​

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-¿¡Q-qué!? ¡No digas memeces! - todo enfadado y rojo, cerró de un portazo la puerta de su habitación. Phanterlily rió.​

​

El gremio sin Levy no era lo mismo. Era discreta, y pasaba desapercibida, pero su ausencia se notaba. Se notaba en la depresión crónica de Jet y Droy. Se notaba cuando Lucy venía al gremio con su novela, pero se acordaba de que Levy no estaba. Se notaba cuando todas las chicas se juntaban y hablaban en una mesa, y no se oía los consejos de Levy, su alegre y estruendosa risa, sus comentarios llenos de ingenio y humor, además de esos sonrojos inminentes cuando la picaban con el tema de que le gustaba Gajeel. Pero se notaba sobre todo, en el Dragon Slayer de Hierro. Notaba su ausencia cuando él se sentaba en la barra y pedía una cerveza, y venía Levy detrás y se sentaba a su lado, con un libro, mientras pedía un batido de chocolate. Lo notaba en que ya no tenía a quién dirigir el apodo de enana, sus comentarios sarcásticos, y sonrisas burlonas. También iba con ella a misiones, y era bastante útil. Echaba de menos el poder revolver su pelo azul, mientras ella inflaba sus mejillas en señal de fastidio.​

​

~Biblioteca de los McGarden~​

Era unas escaleras de piedra, iluminadas por unas pequeñas lámparas en las paredes. El sonido de los zapatos bajando se oía por toda la escalera. Llegaron a una vieja puerta de madera con una cerradura. La madre de Levy introdujo una llave de plata, abriendo la puerta a una gran sala. Prendió la luz y las lámparas de araña iluminaron el lugar.​

Las bibliotecas parecían las paredes mismas. Incluso los muros giraban para mostrar más estanterías. El suelo de madera crujía, y en la biblioteca solo había libros gordos, gruesos y viejos sobre magia. Ni el propio consejo mágico sabe sobre la existencia de esta gran cantidad de información. La Escritura de Alama (Soul Script) es una escritura antigua y de poder inmenso. Si se usa bien, podría salvar millones de vidas. Pero si cae en las manos avariciosas, podría causar el caos absoluto. Los McGarden, cuando crearon esta magia, decidieron que solo ellos, y un par de familias de buena confianza, sabrían de su existencia. No confían en el Consejo; sabían que estaba corrupto, y todo gracias a esta magia. Porque, aparte de re-escribir el alma propia, podía leer en ella. Levy solo confió este secreto a Fairy Tail, ya que sabía que eran su familia.​

​

Había una mesa rectangular en l centro, con dos sillas a cada lado, de madera oscura. La madre de Levy se sentó a un lado, y su hija al otro, quedando cara a cara.​

​

-Levy, gracias al cielo que estás bien…​

​

-Sé que me fui, pero tendrías noticias sobre mí. Al fin y al cabo, me hicieron muchas entrevistas, intentando revelar cualquier oscuro secreto – dijo Levy, sin cambiar su seriedad.​

​

-Pensaba que estabas muerta. Quería ir a verte al gremio.​

​

-¿Por qué pensasteis eso, madre?​

​

-Porque me enteré del ataque de Phantom Lord. Me enteré de que un hombre fornido, que usa magia de Dragón, te h6abía herido y colgado en un árbol, junto con otros dos – Levy contrajo la mirada, para luego desviarla. ¿Cómo se tomaría su madre que su elegido sería el mismo tipo que la atacó…? “Levy, hablas, dices la verdad, coges los libros, y te vas ¿vale?” se dijo a sí misma, volviendo con seriedad – Quiero que me cuentes los detalles.​

​

-No sé ni cómo empezar – dijo Levy – Te diré la razón de ataque; Lu-chan, mi mejor amiga, era una Hearthfiliia, y su padre, Jude, mandó a Phantom Lord a buscarla, y destruir el gremio si era necesario. La raptaron, obviamente pero… su rescate fue como en un cuento de hadas; Lucy saltó al vacío con confianza, y Natsu estuvo a tiempo y la cogió… Lu-chan tiene mucha suerte… - dijo ella con aire soñador.​

​

-No me interesa esa chica, me interesas tú. ¿Qué te pasó?​

​

-Te lo contaré… como mejor pueda ¿vale? – Levy quiso saltarse esa parte, pero inevitable – Jet y Droy me acompañaban a mi apartamento en Fairy Hills, son buenos amigos míos. Entonces, Gajeel-K… digo, Gajeel nos atacó. Nos pulverizó con sus ataques. Después nos colgó de un árbol. Y eso solo era como advertencia – su madre la miraba con horror, pero Levy solo endulzó su rostro – Después, Phantom Lord fue vencido y… Juvia-chan y Gajeel se unieron al gremio.​

​

-¡Inaceptable! – gritó su madre, con rabia. Levy suspiró y prosiguió.​

​

-Juvia era una buena persona. Siempre estuvo sola. Por eso se dejó dominar por ese gremio – su madre relajó un poco su mirada. Levy rió recordando - ¡Me acuerdo que, cuando vino, no hacía nada más que espiar a Gray-kun!​

​

-¿Y qué pasó con ese malnacido? – la madre de Levy hacía todo lo posible para controlarse. Se prometió que ya diría lo que diría cuando su hija le contara todo. También le interesaba lo de la isla Tenrou.​

​

-Respecto a Gajeel… - tragó saliva – sucedió algo – su madre la miró, interrogante – días después de reconstruir el gremio, Jet y Droy no perdonaban a Gajeel, le guardaban much rencor. Yo estaba confusa. Entonces, Gajeel iba caminando, tranquilo, y Jet t Droy se pusieron a discutir con él. Y empezaron a atacarle – la mujer afiló su mirada, pero Levy sólo sonrió, recordando el momento – lo más extraño era que… se dejaba atacar. Y me di cuenta. Se dejaba pegar, sólo para que lo aceptáramos, para que lo perdonáramos. Y yo lo hice, le perdoné.​

​

-¿¡Cómo has dicho!? ¡Eres demasiado ingenua! – la madre estaba en cólera, pero Levy solo siguió con su relato.​

​

-Después, apareció Laxus, y vio como pateaban a Gajeel. Entonces empezó a llamarlo de todo. Me miró, y dijo :”Además… en MI Fairy Tail no se necesitan débiles…” y con uno de sus rayos, me atacó. Me Gajeel me protegió con uno de sus brazos de hierro, y peleó con él. De ahí no recuerdo nada más, sólo recuerdo esa sensación de verlo como un miembro más de nuestra gran familia.​

​

-Estás loca, Levy. LOCA. ¡¡¡¡¡NO TE HE CRIADO PARA QUE ANDES CON ESA CLASE DE PERSONA!!!! – su madre ya había pateado una silla – sigue contando, y párate en la isla Tenrou.​

​

-Sí… - Levy suspiró, y continuó, insegura – después de ese incidente, nadie parecía aceptarlo. Et y Droy aún le guardan rencor, pero me dicen que no es por eso… bueno, en realidad no es así. En fin, luego Laxus intentó hacerse con el gremio, en una especie de juego, y encerró a Natsu, a Gajeel y a mí en el gremio con unas runas. Entonces me puse en marcha para deshacerlas. Recuerdo como Natsu pateaba las runas, con tal de salir. Gajeel, en cambio, me miraba, como intentando descifrar un complejo acertijo. Y me dijo “Vaya enana, eres pequeña, pero tienes un gran cerebro. No tengo ni idea de lo que pone ahí” y yo le respondí, muy concentrada “Sólo es pasar a la gramática Gramma y después descifrar en Koi, para luego traducir a nuestro idioma y reescribir en Jumma” él me miraba con cara de que le estuviera hablando en chino – prosiguió, con una sonrisa. Su madre se estaba desesperando, sabía que él era el elegido pero… no podía aceptarlo – En la isla Tenrou, yo fui nominada a maga de clase S, y el decidió hacerme fuerte, así que se convirtió en mi compañero. Aunque creo que él quería convertirse en mago de clase S… - rió por lo último – Por el ataque de Grimore Hearth, y el de Acnologia, Mavis apareció (la primera maestra) y usó el hechizo “Esfera Fairy” que nos protegió de una muerte segura a cambio de unos 7 años congelados. Y aquí se acaba la historia…​

​

-Levy… ese tan Gajeel… ¿es tu elegido…?​

​

-Sí, madre.​

​

-Lo sabía... es que lo sabía…¡¡¡si no te hubieras escapado y unido a un gremio de mastuerzos, posiblemente ahora tu elegido hubiera sido alguien apuesto e inteligente!!!​

​

-¡¡¡Es usted una superficial, el amor no nace de las cualidades superficiales!!!​

​

-¡Hasta aquí hemos llegado, te quedarás en esta casa, hasta que olvides al asesino ese!​

​

-¡NO es un asesino, madre! – contrarrestó Levy, con una gran fiereza. Se levantó bruscamente y cogió unos libros, gordos y polvorientos de la biblioteca. Intentó irse, pero su madre la sentó de una bofetada en la silla.​

​

-¡No te irás, soy TÚ madre! – gritó en plan autoritario.​

​

-Usted ha perdido el derecho de ser mi familia. Yo ahora tengo una nueva familia. Se llama Fa-​

​

-¡Ni te atrevas a seguir!​

​

-Se llama Fairy Tail… Ahí tengo un padre que se llama Makarov, una hermana escritora que se llama Lucy, un cuñado divertidísimo que se llama Natsu, y muuuchos primos y primas. Cana, Juvia, Gray, Erza, Mirajane, Lisanna, Elfman, Jet, Droy, Romeo, Wendy…​

​

-Para ya – ordenó su madre, saliendo de sus estribos.​

​

-Incluso, tengo un amigo que es un gato, y se llama Phanterlily. Y, ese gato es de Gajeel-kun ¡Sí, Gajeel-KUN! – gritó, resaltando la terminación. Levy, de un movimiento brusco, cogió los libros esparcidos por el suelo mientras su madre gritaba, y se fue de aquel sótano. Cogió una bandolera de cuero, metió su dinero que llevaba en un vestido y los libros. Acto seguido cogió la bicicleta de la entrada y se fue. Dejó los libros que estaban en esa maleta en la mansión.​

Porque eran de etiqueta y parecían que tenían la enfermedad de la “Refiniculosis”.​

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Y el gremio se habituó a aquella ausencia que no sería permanente. Y el gremio intentaba seguir alegre, pero en muchas cosas, aunque fueran pequeñas, se recordaba a Levy. Gajeel sólo cogía misiones, gruñía y se marchaba. La gente sabía por qué. Lucy era la única que actuaba como siempre, confiaba en su amiga.​

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-Me pregunto si Levy-chan se fue a pasar el medio año con su familia…​

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AWWWWWW YEAAAAAAAAH!!!! ACABADO!!!!

Bien, quiero dar gracias a Pulgaah por publicarmelo en fanfiction :3

¡Espero que os guste este cap hiper largo~!

Capítulo 3: Regreso

-¡AAHH! – chilló la McGarden por la reacción que tuvo la magia en ella. Hubo una gran luz cuando quiso invocar una forma, pero se equivocó en una letra y reaccionó en ella empujándola hacia una pared. La agrietó – Dios… sólo un par de meses más y volveré, y sólo llevo la mitad… - suspiró.

Aquel apartamento sencillo era tan barato que con una misión ya podía pagar la renta. En la mesa de madera del centro, había muchos libros; uno con unas doscientas páginas, de tapa de cuero y papel de papiro. Fuera estaba grabada la insignia de los McGarden; una rosa roja con los zarzales haciendo un círculo. Nunca comprendió la fascinación por aquella flor; prefería los lirios o las azucenas. El libro de cuero contenía los dibujos con las formas de cada variación, con los aspectos técnicos, consejos y usos grabados en un lenguaje bastante antiguo. A su lado, un grueso libro de papel viejo, la tapa forrada de cuero, el símbolo de la familia y cerrado por unos cierres parecidos a los de los cinturones. No había que ser muy inteligente para deducir que era la parte teórica. Luego otro igual que los dos, solo que más fino y ese libro estaba cerrado por una cerradura extraña. Ese libro contenía solo una frase, que invocaba el poder mágico del libro y así crear la forma nueva.

Suspiró. No paraba de pensar en su querido gremio, y hacía lo imposible para concentrarse. Pensaba en cada una de esas personas, de esos compañeros. Echaba de menos los destrozos y el ruido.

Volvió a suspirar. Tenía que aprender por sus amigos. Por Fairy Tail.

***​

El gremio estaba más animado que hace un mes. Y es que la maga iba a regresar en tan solo 2 meses ¡dos meses! Ahora estaban en enero, habían pasado la Navidad sin la maga, pero aún así intentaron hacer una gran fiesta. Gazille seguía gruñendo como siempre, sólo que con menos frecuencia. Las chicas estaban hablando sobre una fiesta de regreso y cumple para su querida amiga, mientras Gazille salía por las puertas del gremio seguido de Lily.

-Al parecer van a celebrar una fiesta para Levy-san – comentó Lily.

-¿Y? – gruñó.

-¿Acaso no vas a regalarle nada a Levy-san? – preguntó con fingida sorpresa.

-…No te incumbe – Gazille sabía una cosa. A los dos días de irse Levy, ya tenía un regalo comprado. Se lo recomendó la dependienta, pero estuvo a punto de molerla cuando hizo ese comentario insinuando que era para su novia. Para empezar, ni siquiera era su novia. Después, esa enana de biblioteca nunca, en la vida, se enamoraría del tío que la torturó. Era demasiado lista como para no darse cuenta de que sería un grave error. Gazille bufó ante sus pensamientos, mientras Lily sólo lo miraba divertido.

-Tranquilo Redfox, sé que le compraste a Levy un regalo a los dos días de irse – de haber tenido hierro en la boca, Gazille lo hubiera expulsado todo. El mago lo miró con incredulidad – Sip, lo encontré en una caja con un lazo de regalo. No sabía que tenías tan buen ojo para estas cosas.

-¡Cá-callate, estúpido gato! – gritó el Redfox en medio de la calle, atrayendo la atención de la gente.

-Ala~ te has puesto hasta rojo. Esto es nuevo – rió pícaro.

-¡Morirás! ¡Hoy no hay kiwi!

-Me d igual. Mira-san me dio bastantes en el gremio – dijo mirándolo con una sonrisa. Gazille se enfuereció.

-¡Ah, cierto! Seguro que Levy-san conoce a montones de gente en sus viajes… - dejó la pregunta en el aire, para saber si el mago sacaba sus conclusiones. Él lo ignoraba - …con lo cuál muchos hombres estarán detrás de ella…

-¡Sobre mi cadáver! ¡Morirán antes de mirarla! – gritó. Después miró a su gato, que se estaba conteniendo la risa - ¡¡¡¡PUTO GATOO!!!!

***​

​

Pasaron los meses. Lucy cada vez escribía más en una nueva novela que iba a regalar a Levy. Las chicas estaban organizándolo todo a la perfección sólo para ver como Levy se emocionaba de estar de nuevo en su hogar. Gazille siempre limpiaba el regalo, aunque cuando lo hacía se gritaba así mismo y lo ponía en la caja. Jet y Droy seguían deprimidos por la decisión de Levy.

13 de Marzo. Llegó el día.

-¿Y c-cómo se lo digo…? – resoplaba Levy entre suspiros y enrojecimientos, no paraba de imaginarse las escenas de sus libros - ¿Cómo le puedo decir algo tan íntimo y personal…? ¡Me siento estúpida hablando sola! – se gritó a sí misma.

La gente del tren la volteó a ver. Ella solo bajó la mirada, avergonzada. Habían concluido los meses. Ahora tocaba regresar a Fairy Tail. Suspiró, mientras volvía a su libro. Muchas páginas con valiosas historias deseando ser leídas y ella sólo se dedicaba concentrarse en una letra, ya que su mente no podía atenderlas ahora.

¿Cómo podría decírselo? Ella pensaba en que jamás se enamoraría, pero el destino le hizo una juagada. Simplemente volvió a suspirar.

***​

-¡Ponlo más a la derecha!

-¿Así?

-¡Estíralo más!

La gente del gremio estaba preparando una fiesta sorpresa a Levy. Estaban colocando un cartel de bienvenida, y Mira estaba cocinando junto con muchas otras chicas la comida. Los chicos lo ponían todo a punto y resistían la tentación de no destrozar nada, ni quiera pelear. Pero Gazille no estaba. No estaba para recibirla y comenzar el combate, ni siquiera sabía que decir. Simplemente estaba deambulando por ahí y, sin darse cuenta, había llegado a la estación de tren. Estaba a punto de darse media vuelta, cuando oyó una voz que lo llamaba:

-¿Ga-gazille? – llamó la vocecilla.

-E-enana… - se volteó él sorprendido. Se formó un incómodo silencio - ¡H-hola! V-venga, vamos al gremio, seguro que te e-esperan… “¡PATÉTICO, GAZILLE REDFOX!” – Levy sólo sonrió y se acercó.

-Yo también de te eché de menos – dijo ella, con una sonrisa. Gazille sólo la miró, estupefacto.

-¡No creas! ¡Yo solo espero la pelea! – Levy sólo sonrió más. Pero se sonrojó de pronto.

-¿Te dieron todos los motivos…?

-¿Ah?

-Todos los motivos por los cuales te elegí…

-No, esos idiotas no me dijeron el último – Levy suspiró, aliviada. Ambos se dirigieron al gremio, entre anécdotas y algún que otro silencio.

En el gremio, Cana vigilaba desde la ventana si se acercaba alguien, hasta que gritó “¡¡¡¡CHICA PECHOPLANAAAA!!!!” y todos entendieron la señal. Cana sólo sonrió porque ella venía con Gazille, supuso que Gazille fue a la estación a esperarla. “Qué cuquis, parecen una pareja” se dijo así misma, mientras se escondía debajo de una mesa.

Levy abrió las puertas del gremio, sonriente.

-¡Hola a to…! ¿todos…? – dijo, extrañada de no ver a nadie. Miró a Gazille, pero este sólo sonrió. De repente, las luces se encendieron y todo el mundo salió de su escondrijo para dar inicio la fiesta de bienvenida.

De repente, se vio abrumada por todas las chicas, que la abrazaban y exigían detalles de su viaje. “¿Conociste a alguien? ¿Qué tal el vino por allá? ¿Cómo te las apañaste? ¿Te acostaste con alguien?”

-¡Chicas chicas yaaa! – gritó Levy. Después miró a Mira – ¡No, no me acosté con nadie!

-¡Dejemos esos detalles para después, chicas! – gritó uno del gremio - ¡A CELEBRAAAR!

Y en menos de un minuto, había música por todas partes, y un montón de ruido. Los vasos de cristal chocando, las risas y carcajadas, las bienvenidas… ¡y no todo fue beber! Levy fue elevada al escenario y comenzaron las preguntas de Happy. La pobre no sabía cómo responder cuando le preguntaron cuál era el requisito secreto.

-¡¡¡¡¡HEEEY!!!!! – todos callaron, al oír el grito - ¡No sé vosotros, pero yo quiero la pelea de Levy y Gazille!

-Por primera vez la llamita tiene razón. ¡Queremos la pelea! – gritaron todos, mirando a Levy.

-Después te damos los regalos ¿Vale, Levy-Chan? – le dijo Lucy a su amiga. Levy suspiró.

-Vale…

***​

​

Gazille y Levy estaban preparados en la parte de atrás del gremio, al aire libre. Gazille crujía sus nudillos con una sonrisa en el rostro, y Levy se encontraba seria. Todos los del gremio habían formado un corro alrededor de ellos dos. Todo el gremio temía hablar en esa aura tan seria y tan formal, y todos tragaban saliva, expectantes.

-Generación décima, Levy McGarden – ella estiró su mano, mientras su mirada se fruncía, haciendo un gran esfuerzo. De su mano salían destellos azules que se desplegaban de una pequeña bola de luz que crecía – Elegido; Gazille Redfox. Juez del Jardín Secreto, evalúa – la bola de luz voló hacia Gazille, que sólo fruncía el ceño. ¿Qué era tanta mariconería? La bola rodeó a Gazille, y entonces, Levy gritó - ¡Qué comience la batalla!

Una luz verde envolvió el lugar, y cuando se fue Gazille y Levy no estaban. En su lugar, un cubo de cristal los reflejaba. Todo el gremio lo miraba sin entender.

Levy y Gazille fueron transportados a un jardín. Había muchos arbustos, rosaledas y árboles frutales. Había una fuente de agua, y en algunos puntos había farolillos encendidos con fuego pese a ser de día. Gazille miraba el lugar, hasta que Levy explicó:

-Nos encontramos en el Jardín del Juez. Un mundo interdimensional creado gracias a la magia de mi familia. Aquí es dónde lucharemos…

-Me parece bien. Así no habrá ninguna distracción – sonrió Gazille, sádico. Levy sólo se incomodó; esa sonrisa le recordaba a ese día cuando él aún estaba en Phantom.

-¡Soul Script; Dark Angel! – gritó Levy. Su cuerpo se transformó completamente. En su espalda florecieron dos alas negras llenas de plumas. Su cuerpo era sólo cubierto por un conjunto extraño; un top negro, con una camisa que hacía contraste debajo, y después unos pantalones abombados negros. Sus brazos estaban decorados por cintas negras que emergían del top. Iba descalza, y su cuerpo era más liviano. Gazille se quedó embobado mirándola. “Mierda… si así son todas las transformaciones, será duro derrotarla…”

Gazille sacudió la cabeza y se preparó para lanzar su ataque. “Aliento del Dragón de Hierro” y una tormenta de hierro emergió de su boca, en dirección a Levy. Nada complicado para la pequeña ángel, que se movía con rapidez. Sacudió sus alas y voló hacia el cielo. Murmuró palabras en un idioma extraño, y a su alrededor aparecieron letras en negro, pequeñas y de caligrafía elegante. No eran runas.

El cielo de ese extraño mundo se nubló y el viento comenzó a soplar fuerte. Tan fuerte, que Gazille fue mandado a volar. Creó unos pinchos de hierro en la suela de sus botas para adherirse al suelo. Levy chasqueó la lengua. Murmuró más palabras que aparecieron alrededor de Gazille. Un tornado rodeo a Gazille, sorprendiéndolo. Logró deshacerse convirtiendo su mano en un pilar y propulsarse hacia arriba. Grave error. Ahora estaba siendo llevado por el aire.
Los puños de Levy se envolvieron en una luz blanca, preparada para la lucha. Las alas se movieran raudas permitiendo que Levy avanzara hacia Gazille. Él usó unos pilares sobre sus pies para propulsarse hacia Levy. Gazille se movía toscamente por culpa de los pilares, pero con sus puños peleaba cuerpo a cuerpo. Levy era rápida; patadas por allí, puños por allá… la velocidad a la que peleaban era hipersónica, casi no se distinguían los movimientos. El aire comenzó a cesar, supuso porque Levy se estaba cansando. Sonrió, cosa que ella notó y preocupó. Gazille creó unos pilares que lo propulsaron hacia arriba. “Lanza del Dragon de Hierro: Astillas del Demonio” y millones de pequeñas astillas se dirigieron hacia Levy desde arriba. Ella, con sus puños y pies, las fue desviando ágilmente. Lo que Levy no pudo predecir fue que Gazille pareciera frente a ella como una exhalación con su “Puño del Dragón de Hierro” en su estómago. Levy tosió sangre y chocó contra una rosaleda por el impacto, cesando la tormenta. Gazille chasqueó la lengua; estaba preocupado.

Levy se había levantando. Gazille creía que iba a estar llena de arañazos y rasguños, pero no fue así; sólo un pequeño corte en la mejilla izquierda, con la sangre limpiada gracias al dorso de la mano de Levy. Era lo único que tenía.

-¿Eso es todo? – provocó Levy.

-Gee hee – rió Gazille – Esto se pone interesante.

La tormenta había cesado por la sencilla razón de que Levy se había transformado. “Soul Script: Mermaid of Blood”. Levy ahora tenía el pelo con pequeñas pinceladas celestes en las puntas, y en vez del pañuelo, una diadema blanca con un lazo con una flor de tela celeste y verde reluciente. Sus pechos estaban cubiertos por la parte superior de un bikini de aro; como estaba en dirección hacia arriba, se le podía ver casi todo, era color verde con pinceladas celeste. Luego, en su cintura, un pareo a juego con el resto del conjunto. Sus pies de porcelana iban descalzos, y en los tobillos, como dos pequeñas aletas azul verdosas, así como en sus muñecas. Sus orejas fueron sustituidas por dos pequeñas aletas caídas, a juego con el resto del cuerpo. Ella posaba con sus dos manos debajo de sus cabellos rebeldes, levantando los codos y dejando ver su figura además de su expresión melancólica.

Si Gazille ya había sufrido con la anterior, ahora estaba muerto. Ahora se daba cuenta de que la enana no era tan pecho plano como todos creían… desde Fairy Tail, Lucy, Juvia y Lisanna observaban con cierta envidia el conjunto. Intentando ser animada por Romeo, Wendy estaba en una esquina deprimida por ser la única pecho plano. Jet y Droy murieron por desangrado nasal, mientras los demás se reían de la expresión de Gazille.

Él se golpeó a sí mismo para sacarse de sus ensoñaciones, y poder concentrarse en la batalla. “Ya te acordarás después. ¡Ahora a luchar!”. Levy alzó la mano, y Gazille esperó, expectante a sus movimientos. Empezó a murmurar palabras extrañas, y de la fuente un torrente de agua inundó el lugar. Gazille se sorprendió y quiso protegerse, pero el agua lo alcanzó a tiempo. Gazille se estaba ahogando; Levy lo observaba mientras murmuraba palabras. Una bola de aire se formó alrededor de la cabeza de Gazille, permitiendo que respirara.

Ahora se encontraba en el jardín, sí; pero estaba cubierto por agua. Parecía como si fuera un jardín sumergido, faltaban peces. “¡¡PESCADO!!” pensaba Happy al ver a Levy.

Levy murmuró más palabras y el agua se movió. Un torbellino se enganchó en el pie de Gazille, haciéndole girar. Gazille empezó a marearse; se le hacía un transporte. Levy sonrió victoriosa. Murmuró palabras que aparecieron en su mano, para juntarse y crear una espada de plata. Gazille, con todo su esfuerzo, se libró del pequeño torbellino gracias a su “Hoja de Pie del Dragón de Hierro”. Convirtió su brazo en una enorme espada de hierro, sabiendo lo que iba a suceder. El gremio estaba expectante, por una batalla subacuática. Juvia estaba más seria; ella había entrenado muchas con Gazille, no podía perder contra el agua.

Levy se propulsó por unos arbustos y comenzó a atacar a Gazille. El paraba cualquier ataque con su espada, buscando una abertura. Cuando encontraba alguna, Levy cambiaba la dirección de su espada, impidiendo el ataque. Gazille hizo emerger del suelo unas punzantes lanzas de hierro, lo que sorprendieron a Levy. Ella nadó hacia arriba, pero fue emboscad por Gazille y su espada, dando una fuerte estocada en la pierna. Levy gritó de dolor, pero no por el golpe; si no por la sanación. El agua hacía un efecto curativo en Levy. “Agua bendita” pensó ella. El corte se sanó, dejando a Gazille estupefacto. “Así es imposible…” Entonces su mente se le ocurrió una brillante idea, por muy difícil que parezca “¡Claro! Si le doy un golpe al interior, no podrá curarse…”

Gazille concentró su energía en los puños. La magia de Dragon Slayer sólo hiere por fuera (a excepción de la del Cielo, que al transmitirse por el aire, puede afectar internamente) así que Metallicana le enseñó una manera de herir el interior. Concentrar su energía en las manos y palmada al pecho. Esta técnica puede llegar a matar, por eso Gazille no la concentra toda.

Gazille se dispone a dar la palmada en su pecho, cuando se dio cuenta de un punto crucial. “El corazón… está debajo de esas pelotas de pin pon” se dijo mentalmente, reprochándose lo pervertido que era. Levy (gracias a sus dotes de la interpretación no verbal) pudo saber que quiso golpear desde dentro. Gracias a sus preciados libros, pudo saber que esa tipo de ataques se hace concentrando la energía en el pecho. En seguida interpretó las cavilaciones de Gazille.
-¡Pervertido! – gritó, sonrojada, mientras unos cañones de agua se dirigían a Gazille.

Él despertó de su mente y al intentar escapar liberó la energía en el estómago de Levy. Los cañones desaparecieron y hubo una transformación inminente. Y es que, las transformaciones se logran gracias a energía interna, y la energía que transmitió Gazille fue suficiente como para transformarla. Levy puso cara de espanto, porque sabía que se venía. “Servant of Death…” pensó para sí.

El agua se dispersó del jardín, pero el paisaje no cambió para mejor. Una luz negra invadió el cuerpo de Levy, para después dejar paso a su cuerpo transformado. Su cabello estaba como antes, pero con un velo negro bordeado de encaje. Un vestido de luto, a tirantes y hasta las rodillas, cubría su cuerpo. Era muy flojo; la mínima brisa lo movía. Sus pies estaban vendados con cintas blancas con manchas negras, igual que sus muñecas. Lo que más destacaba de la transformación; sus ojos en lágrimas. El cielo se tornó negro, como si una nube de tormenta amenazara con destruirlo todo. Las rosas estaban negras y marchitas, y las hojas se tornaron de un marrón podrido. Todo estaba muerto… excepto Gazille, que le recorría una punzada de dolor por ver esas lágrimas en los ojos de Levy. Esos ojos estaban sin vida, de un color cobrizo. “Cómo cuando la ataqué…” los malos recuerdos volvieron.

Levy murmuró con pesadez, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. Los del gremio estaban preocupados, ¿la Soul Script sería capaz de matar a su amiga? Sólo podían esperar y observar…

Una jaula negra y oxidada se formó alrededor de Gazille. Chasqueó la lengua, no podía cortarla, y eso que su hierro podía cortar todo. Levy seguía llorando; sentía una congoja que no la dejaba ni respirar. Y se derrumbó. Se sentó de rodillas; las piernas temblaban. Ahora Levy estaba sumergida en una pesadilla…

-Pesadilla-​

​

Levy estaba frente a una escena, vestida con un simple vestido blanco y su cuerpo se veía transparente, nadie más la podía ver. Estaba en un parque; niños riendo y jugando, mientras que una pareja estaba en un banco. Él tenía un cabello marrón como las castañas y unos profundos ojos miel. Tendría unos dieciocho años, y sostenía una misión con gran entusiasmo. A su lado, una chica de su edad, de larga melena azul y unos verdes, además de una expresión divertida. Era su madre… a su edad. Sintió una punzada melancólica; nunca la había visto sonreír así.
-¡Mi primera misión como mago de clase S! – decía el chico, emocionado.

-Oh venga, seguro que te machacan en un abrir y cerrar de ojos.

-¡Ya verás cómo no! ¡Seguro que vengo con el doble de la recompensa y todo! – era tan alegre y optimista… su madre suspiró.

-Oye, ahora en serio… ¿no crees que necesites ayuda? – preguntó, preocupada.

-¿Por qué, acaso quieres pasar una misión de una semana conmigo a solas? – murmuró, pícaro. Levy se sonrojó ante la escena, igual que su madre.

-¡I-idiota! – insultó, mientras le daba un tortazo en la cabeza. Se veía tan serena y feliz…

La escena cambió, todo se volvió borroso y se encontró en un cementerio. Estaba lloviendo de manera fina pero continua, aumentando la intensidad. Un cura rezaba y decía palabras de consuelo, mientras que los presentes vestidos de negro se encontraban enfrente de una tumba. Su madre estaba vestida de luto, arrodillada ante la tumba y llorando como una criminal. A veces soltaba gritos desgarradores, sin importarle las palabras del cura.

-¿Por qué…? ¿Por qué te lo llevaste, Dios…? – murmuraba su madre, entre sollozos. Levy lloró por inercia. Entonces se sorprendió más al notar un bulto en la barriga de su madre. ¿¡No sería que…!?

Antes de poder preguntárselo, la escena cambió. Mostraba a su madre, con la barriga más grande, siendo golpeada en medio de una batalla. “La batalla por la Soul Sript…” notó que su madre estaba matando a un tipo con la forma de Servant o Death, mientras lloraba.

-¡¡Tú, tú, tú, TÚ!! – gritaba, entre sollozos desesperados y cortes con su guadaña – Me casé contigo porque me obligó mi padre, pero no sabía que…

-¿Qué yo maté a Erick? – tosió sangre, con una sonrisa lasciva – Siempre estuve por ti, loco de amor por ti…

-¡NO ES AMOR! ¡LO TUYO ES OBSESIÓN! – gritó la madre de Levy, mientras asestaba el golpe final al tipo y matarlo, que sonreía de manera maníaca.

La madre estaba hiperventilando, y llorando. Levy no podía hacer más que llorar, que querer ofrecer su consuelo. Entonces, su madre susurró;

-Aquella misión fue una trampa… durante el trayecto, mataste a mi amado… al padre del fruto de mi vientre… - susurraba, confirmando las sospechas de Levy – Sé que siempre estuviste obsesionado por mí, pero nunca te permití acercarte a mí ni aunque estuviésemos casados… ¡Eres un maldito monstruo! – escupió.

La escena cambió. Ahora sólo se veían letras en tinta roja sobre un fondo negro. Rezaba; “Los días pasaron… ella parecía un mártir, vestida siempre de luto. Su padre la casó mediante papeles legales con un rico heredero de una compañía famosa. Ni se hablaban, ni se querían. Su relación era puro hielo. Cuando nació la pequeña Levy, ella sonreía. Muchas veces, cuando acostaba el bebé, decía;
“No te conviertas en una rosa podrida como yo que lleva a sus espaldas el peso de una muerte y el dolor de un ser querido. Conviértete en una mujer hecha y derecha, encuentra al que amas y no lo dejes ir… no seas tan tonta como tu madre…”

Levy lloró, con fuerza. Pensó que la tortura había parado, pero no. Aún seguía. “No más…” pensaba. Ahora la escena era la de su madre con su traje de luto en su escritorio mientras administraba su finca. Un hombre alto, que parecía ser su capataz, llegó.

-¿Hay noticias de mi hija? – preguntó ella, preocupada y esperanzada.

-Sí. Hemos averiguado que se encuentra en Fairy Tail… - la expresión de su madre se alivió, sonriendo dulcemente - ¿Quiere que la traigamos de vuelta? – la sonrisa de su madre se disolvió por completo. No había pensado en eso…

-Dime, ¿está bien cuidada?
-Una anciana cuida de ella y otras chicas en una especie de apartamento.

-¿La tratan bien?

-Parece ser que no deja sus libros y habla con todos los miembros.

-Una última cosa… ¿sonreía? – el capataz tomó por sorpresa la pregunta.

-Todo el rato… - respondió. La madre tomó salivo, y ordenó.

-Déjenla… es feliz ahí. Pero quiero que cada año me digáis que hace, como fue su cumpleaños… - dijo la madre, poniendo una mano en el pecho.

-Cómo mandéis, señora – el capataz salió, dejando a solas a la mujer. Ella se acercó a la ventana, y dijo;

-No soy quién para quitar la felicidad de mi hija… ella la ha encontrado… al final no resultó ser tan tonta nuestra hija. ¿Verdad, querido? – sonrió débilmente.

Levy estrujó su pecho con sus dos manos, mientras las lágrimas caían por su rostro. Su madre había sufrido mucho, muchísimo. Siempre se preocupó por ella, la cuidó en la lejanía, la dejó ser un pájaro libre… ¿por eso quiso que la odiara? ¿O porque se preocupaba tanto por ella que la hacía ver una niña fina para poder alcanzar la felicidad? Ahora se arrepentía…

La escena dejaba ver a una mujer rompiendo un periódico, presa en furia. Levy supo que había pasado…

-¡Ese Redfox! ¿¡Cómo se atreve a lastimar a mi hija!? ¡Y por si fuera poco, se una a su gremio! ¡Increíble! – se giró a su capataz, que estaba muy nervioso - ¡Manda capturarlo y masácralo!

-Señora no creo que…

-¿¡No crees qué!?

-Si lo matamos, la señorita se daría cuenta – dijo. La mujer maldijo por lo bajo; su capataz llevaba razón.

Lo siguiente fueron llantos, de cuando ella despareció siete años, por ejemplo. Cuánto dolor le había causado a su madre… oh oh, aquí llega lo peor. Cuando Levy va a casa de su madre, y se comporta así. Ahora se arrepiente. No quiere verlo, ni escucharlo, pero la maldita pesadilla (posiblemente la realidad de su madre) la perseguía. No podía librarse.

Desde que entró hasta la discusión… ¿cómo pudo ser tan fría…? Algo hizo click en su cabeza. A lo mejor su madre pensaba que, si ella la odiaba, Levy podría quedarse en Fairy Tail, sin preocuparse de su vida pasada, olvidándose de su madre por el odio… todo lo hizo por su bien…

Actuó así adrede para que pudiera hacer su vida sin preocuparse de su madre, porque la odiaba. Aún así, ella fue fruto de un amor apasionado y no de una fría relación, como ella creía. Aún así, su madre caía en llanto cada noche, se vestía de luto por ella y por su padre, vivió como una amargada por el bien de los demás, fue la bruja del cuento con tal de que su hija fuese feliz…

Levy despertó de su pesadilla, y se sorprendió de su cara mojada y tibia, y su pose fetal en el sueño. Levantó la vista, y vio a Gazille, gritando su nombre, preocupado en extremo. “Hizo eso sólo para que yo pudiese encontrar el amor y ser feliz…” se limpió las lágrimas. “Sería una pena desechar la oportunidad… ¡tengo que luchar!” su mirada se volvió decidida. La jaula desapareció y Gazille corrió junto a ella. ¡A la mierda el combate, Levy estaba llorando! Ella dedicó una sonrisa, tranquilizándolo a él y al gremio entero.

-Gazille… ¡prepárate! ¡Aquí viene la magia que he creado, más poderosa que la de mi madre! – rigió. Gazille sonrió de lado.

-¡Eso habrá que verlo, enana!

La luz invadió el jardín. Ahora las rosas eran de un azul luminoso, y las hojas volvían a un verde fresco. El cielo ya no estaba negro, sino despejado como un día de verano. La transformación de Levy fue impactante; el peinado de Levy seguía igual, pero en su pelo había una rosa azulada. Su cuerpo era cubierto por un fino vestido, parecido al de su madre. En su cintura había un lazo azul, y de ahí emergían unas telas que llegaban a los tobillos. Sus pies estaban descalzos. Pero lo que más llamaba la atención era su espalda. Dos alas translúcidas de un color pálido se alzaban orgullosas. Parecía...

-¡UN HADA! – exclamó todo el gremio. Y es que Mavis las había visto, sólo que eran más pequeñas…

-Soul Script… ¡Fairy Soul! – exclamó Levy. Esta transformación representaba su felicidad, su dicha, lo afortunada que se sentía al estar en ese gremio maravilloso.

Gazille tuvo que esforzarse mucho para no acorralarla en una esquina. Antes que se diera cuenta, Levy tenía unas garras en las manos y ya había rozado múltiples veces a Gazille. Usó sus escamas para parar el ataque. Levy chasqueó la lengua.

Gazille concentró toda su energía y rapidez. La batalla no sería sencilla. “Astillas del Demonio” y un millón de astillas atacaron peligrosamente a Levy. Ella lo esquivó todo, mientras que murmuraba unas palabras y unos rayos color azulado salían de las rosas (de algún modo, Laxus se sintió orgulloso). Fueron a parar cerca de Gazille, liberando una energía que dio con el Dragon Slayer. El cayó al suelo, impresionado por la potencia de los rayos. Aún así, unas lanzas salieron del césped intentando golpear a Levy. Fue esquivándolas todas con gran profesionalidad, pero una emergió de un arbusto y la hirió por el costado. Esta vez no había magia curativa que valiera. Ella voló a su máxima velocidad alrededor de Gazille, lanzando rayos que el dispersaba con su brazo-espada. Se fijó en que había runas escritas en el suelo, formando un círculo alrededor de él. Cuando quiso escapar, una tormenta eléctrica lo rodeó por completo.

Levy creyó que lo había herido, pero Gazille emergió del suelo como si de Virgo se tratase detrás de ella. “Aliento del Dragón de hierro” rugió. Y una tormenta de piezas metálicas dio con Levy, haciéndola chocar contra el tronco de un árbol. De los pies de Gazille una serpiente ella de electricidad azul se metió por la ropa de Gazille. Él se asqueó, e intentó quitársela, sin éxito. Mientras estaba distraído, una serie de círculos mágicos se posicionaban encima de Gazille, sin que se diera cuenta. Entonces, se activó y un cañón de luz azul cayó sobre Gazille, cubriéndolo todo…

Cuando la espesa nube de polvo se dispersó, se encontró con un Gazille jadeante, lleno de rasguños y heridas (cómo Levy) pero con la gran espada encima de su cabeza… La espada del dios del hierro había sido usada como pararrayos, pero no pudo evitar que Gazille recibiera daño. Levy colocó sus garras y fue hacia Gazille. Antes de que ella pudiese hacer algo, el hizo una pequeña cuchilla y al colocó en su cuello, parando las garras de Levy cerca del estómago de Gazille.

Una luz lo inundó todo. Cuando se dieron cuenta, ambos estaban curados y sanos, delante del gremio. Entonces, Levy comprendió…

-Empate… - murmuró, feliz.

El gremio se había quedado en estado de shock, pero les duró poco. En seguida fueron a vitorearles por tan apasionante lucha. Natsu intentaba convencer a Levy de que luchase con él, pero ella dijo que no, que no podía. Al final, todos entraron en el gremio a festejar el empate y su cumpleaños.

Terminaron de comer la tarta, y de abrir los regalos… pero Levy no encontraba a Gazille por ninguna parte. Preguntó a Lily y dijo que estaba fuera. Ya era de noche, y soplaba mucho viento afuera. Abrió la puerta del gremio sigilosamente y se encontró a Gazille tumbado en el pasto, con los ojos observando la luna.

-¿Qué haces? – preguntó Levy, sentándose a su lado.

-Pensar.

-¿Pensar? ¡Eso es raro en ti! – rió. Gazille bufó.

-Oye enana, tengo una pregunta…

-¿Sí?

-¿Cuál es esa condición para ser el elegido? – preguntó, sentándose en el pasto. Levy se quedó shockeada, para después sonrojarse y tartamudear.

-N-no te la p-puedo decir…

-¿Por? ¡Me dijeron que me la dirías enana! – gruñó molesto.

-¿D-de verdad quieres saberla…? – preguntó Levy, tímida.

-¡Obvio que sí!

-Pues… - tomó aire, y, con toda su valentía, dijo – Que sea una persona que ames…

Ahora le tocaba a Gazille el estado de shock. La pobre Levy no podía estar más abochornada y Gazille más sorprendido. Levy se entristeció, pensaba que él no la amaba…

-Esto, Gazille… yo voy adentro, hace frío… - dijo, con un deje de tristeza.

Pero Gazille se levantó un salto, cogió su muñeca y la atrajo hacia él. Ella se quedó sorprendida. Entonces Gazille se aproximo a su rostro… una caricia entre sus narices, Levy sentía sus pearcings sobre su nariz. Un leve y discreto roce de labios, como pidiendo permiso. Podían escuchar sus respiraciones agitadas, sus latidos locos. Gazille, sin poder aguantar, juntó sus labios con los de ella. Primero fue un pequeño beso, pero después se convirtió en algo más salvaje. Y quién convirtió ese beso tímido en uno necesitado fue Levy. Ahora quería desfrutar de sus labios… cuando tiempo lo estuvo anhelando, como para desaprovechar la oportunidad. Ninguno quería soltarse en ese momento.

-¿Sabes...? - jadeó Gazille, por la falta de aire - ¿Sabías que me gustas tanto, que cuando estuviste fuer,a no dejaba de gruñir...? - se separó de ella, y de su bolsillo sacó una caja. Levy la tomó entre sus manos. La abrió, y se quedó asombrada.

-Ga-gazille... - tartamudeó. Había un precioso collar con un dragón de plata.

-Shh... no digas nada - sonrió burlón y la volvió a besar, con necesidad.

En una esquina, detrás de un árbol, las chicas estaban observando. Lucy, Lisanna, Mirajane y Wendy, con brillitos en los ojos, mientras Erza tartamudeaba (le traía viejos recuerdos) y Juvia lloraba de felicidad.

En vez de entrar en el gremio, lo único que hizo ese par fue ir a la casa de Gazille y no volver en cinco días. El pobre Lily tuvo que quedarse con Erza porque no soportaba los ruidos que había en aquella casa.

Dos años después, Gazille y Levy se casaron. Para sorpresa de todos, la madre estaba allí. Había sido invitada por Levy. En la habitación de la novia, estaban sólo ellas, madre e hija.

-Mamá… - susurró, sorprendiendo a su madre – Ahora me casaré con un asesino…

-Ya te lo dije, estás loca – respondió, cortante y fría.

-No hace falta que sigas fingiendo, mamá. Se perfectamente que quieres que te odie para poder alcanzar la felicidad que no tuviste… - su madre se sorprendió – La Servant of Death me lo mostró todo… quién es mi padre…

-Levy…

-No hace falta que digas nada mamá – Levy sonrió, con su velo hacia atrás – T-te agradezco todo esto… h-has vivido como la bruja del cuento s-sólo pàra que pudiera ser feliz…

-Cariño… - los ojos de su madre se llenaron de lágrimas.

Por inercia, ambas se abrazaron, llorando, necesitadas de ese cariño maternal. Su madre se había perdido como ella comenzaba las misiones, sus risas, sus lloros, sus cumpleaños… sufrió preocupándose todos estos años, sólo para que su pequeña fuese feliz… y al final, gracias a todo ese esfuerzo, Levy pudo tener su final feliz…

​

***​

Levy cerró la tapa del libro, conmovida. Una niña de unos doce años, con el cabello negro azabache revuelto, y unos adorables ojos miel, estaba pensativa por el relato de su madre.

-Mamá… ¿la abuela y tú os lleváis bien?

-Por cartas… que jamás se envían – suspiró Levy – Tu abuela murió cuando tú y tu hermano teníais dos años. Nunca os hablé de ella porque implicaba rememorarlo todo.

-Mamá… ¿quién escribió este libro? – un chico peliazul peleaba contra Gazille, de manera continua. Su hija la miraba curiosa.

-Lu-chan escribió este libro por mi boda. Relató todo en tercera persona para que pareciese un cuento de hadas – sonrió melancólica.

-Una cosa más mamá. ¿Te refieres a tía Lucy…?

-¿La que desapareció hace trece años? Sí, me refiero a ella. Por eso tío Natsu está tan serio…


¿Os gustó la última oración? A mi me encantó. I troll you with love~[/palgiorubiosahemahem]

¡Muchísimas gracias por seguir este fic! ¡Espero que el final esté a la altira!

PD: habrá continuación~ súper Nalu xD