One-shot de Pokémon - Lluvia de lágrimas

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Acero, 25 Febrero 2009.

  1.  
    Acero

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    Lluvia de lágrimas
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    Lluvia de lágrimas

    Hola.

    Este one-shot lo hice para el Concurso Interno del mes de diciembre. No tiene una temporada en específico.

    Me habían sugerido que le agregara unos dos capítulos más (un prólogo y un capítulo final) pero como dudo hacerlos prefiero postearlo así como está. Aunque en algún momento puede que escriba esos dos capítulos extras :)





    Lluvia de lágrimas


    Un relámpago iluminó la húmeda noche. Por un momento los árboles se mostraron azotados por la furia del viento, danzando tétricamente al compás de la tormenta. Y el trueno inundó con su bramido el temeroso bosque y la solitaria pradera.

    Luego todo se volvió oscuro y pareció inundado por el silencio. Pero entonces el silbido malévolo del viento volvió a crecer, obligando al bosque a hacer su danza sin fin.




    Amanecía. La tormenta había amainado ya, pero los vestigios de su paso eran evidentes aún.

    Poco a poco los pokémons que se habían refugiado comenzaron a salir de sus escondites, temerosos aún. Se reunieron todos en un claro húmedo, y esperaron las palabras del jefe de la Resistencia. Éste escuchaba atentamente a un joven y veloz Pidgeotto que acababa de llegar, trayendo noticias del escuadrón que había quedado en la defensa detrás de ellos: estaba siendo devastado por las tropas implacables del Imperio.

    —No creo que éste sea un sitio seguro —habló con voz firme el Jefe, un viejo Venusaur—. Propongo retirarnos más aún, más allá de la pradera, y dejar aquí una patrulla y trampas para detener la avanzada.

    Un Blastoise bastante fornido miró de reojo a algunos pokémons que estaban detrás de él y éstos asintieron.

    —Señor, si me permite —dijo—, mi destacamento se encargará de eso. Pido que se queden dos mensajeros para mantenerlos informados.

    El viejo Venusaur asintió. Luego señaló a dos Pidgey, y éstos volaron hacia donde estaba el destacamento que se quedaría, aceptando así las órdenes.

    —Buena suerte —les deseó el Jefe—. Quedará un grupo a la retaguardia de nuestra retirada, que les servirá de refuerzos si los necesitan.

    —Gracias señor —El Blastoise hizo una reverencia. Y luego se dirigió a sus subordinados—. Los Diglett y Dugtrio divídanse en tres grupos, excaven trampas en tres zonas diferentes. Bulbasaurs, cubran las trampas con hojas y ramas. Quiero que los Beedrills se sitúen sobre los árboles en puntos estratégicos, y los Caterpie y Weedle serán nuestra vanguardia, escondidos entre los arbustos altos…

    Los pokémon comenzaron a realizar rápidamente sus tareas asignadas, mientras el resto del destacamento seguía recibiendo órdenes.

    Mientras tanto, un Rapidash hablaba por lo bajo con el Jefe.

    —Señor, no quiero decir esto delante de todos, no tengo intenciones de asustarlos más de lo que están. Pero, ¿cree usted que logremos huir con vida? Cada vez perdemos más soldados, y las tropas enemigas se reproducen sin fin. Debemos proteger al pueblo, lo sé, pero pronto ya no habrá con qué protegernos.

    —Mi sabio Rapidash —El Venusaur estaba cabizbajo—, todos estamos convencidos en morir antes de unirnos al Imperio. Además, sé que no habrá piedad para nosotros, el Emperador nos exterminará sea como sea, eso es lo que desea. No sé cuánto tiempo más podamos resistir, pero lo haremos, y moriremos con dignidad. Prometí proteger a nuestras gentes y eso es lo que haré, aunque nos vaya la vida en ello.

    —Sí señor —El Rapidash realizó una leve reverencia—. Estoy de acuerdo con ello. Sólo quería recordarle nuestra situación.

    El Venusaur asintió, y luego se adelantó unos pasos.

    —Escuchen todos —habló—: nos dividiremos para seguir avanzando. Quiero que las madres y los más pequeños vayan adelante; Rapidash, tú los dirigirás. Detrás de este grupo quiero que vayan las tropas que queden menos una. Hitmonchan, quédate con tu comando aquí, y espera a que nos alejemos bastante antes de marchar detrás de nosotros. Servirás con tus soldados de apoyo a Blastoise, si los necesita. ¿De acuerdo?

    —Sí, señor. Así lo haremos —respondió Hitmonchan.

    —Muy bien. ¡Vámonos!

    Las madres tomaron a sus niños y comenzaron a andar, siguiendo a Rapidash que les señalaba el camino. El comando de Hitmonchan se reunió en los lindes del bosque, esperando. Y el resto de los soldados, lo que quedaba de la tropa, se dividió en dos grupos para seguir a la avanzada de Rapidash.




    Algún tiempo después Venusaur y Rapidash se encontraban al borde de un precipicio. Más allá no había más que agua: habían enviado algunos exploradores a examinar el terreno, y éstos regresaron poco después diciendo que sólo habían visto mar. Parecía que estaban en una península. Y eso significaba que no había escapatoria.

    Los soldados, las mujeres y los niños descansaban del largo viaje, mientras un reducido grupo de Digletts excavaba cuevas para resguardar al pueblo cuando llegara la hora de la batalla, pues las noticias no se habían hecho esperar: había llegado un mensajero herido anunciando que las tropas del Imperio avanzaban con rapidez. Inevitablemente, el destacamento de Blastoise y el comando de Hitmonchan habían perecido.

    —¿Entonces?

    —Entonces, mi querido Rapidash —dijo Venusaur cabizbajo—, ha llegado la hora final.

    Un Diglett salió de la tierra cerca de ellos.

    —Señor —anunció—, las cuevas están listas —y luego se retiró.

    —Mi Señor —Rapidash realizó una reverencia a Venusaur—. Ha sido un honor servir junto a usted. Es un gran guerrero, y me alegro de haber decidido desertar al igual que usted, para seguirlo en esta causa noble.

    Rapidash se retiró. Reunió a las mujeres y niños, y los condujo a las cuevas. Luego fue con los soldados, que se preparaban para la batalla.

    Venusaur contempló el mar una última vez, y decidió ir junto a su tropa.

    —Valientes soldados —Intentó darles el, quizá, último aliento—, ha sido un gran honor para mí conducirlos y batallar junto a ustedes. Han sido los mejores guerreros que han existido jamás sobre este mundo, porque nuestra causa es noble. Protejamos juntos lo que hemos protegido durante todo este tiempo. Peleemos con valentía, enseñemos lo grandes guerreros que somos. ¡Batallemos con honor, por nosotros y por nuestros compañeros caídos!

    Grandes vítores recorrieron la tropa, inundando el cielo cual gritos de ánimos, inundando el cielo cual gritos de guerra.




    El atardecer se desplomaba sobre el cielo. Atardecer rojo, como el campo de batalla.

    Las tropas del Imperio habían caído sobre la desvastada milicia de la Resistencia, arrasándola. Los guerreros de Venusaur peleaban con fervor, y aunque caían poco a poco, su valentía crecía cada vez más.

    El atardecer daba paso, lentamente, a una noche negra y oscura, una noche de luto. Y mientras más caían los soldados rebeldes, más oscuro se volvía el cielo, lamentando las grandes pérdidas.

    El ejército imperial avanzaba cada vez más, y los soldados de la Rebelión iban perdiendo terreno y fuerzas. Pronto la noche comenzó a llorar lágrimas de sangre, empapando a los valientes guerreros. Y pronto todo se acabó. Venusaur había perdido a todos sus hombres, e incluso su propia vida.

    Más tarde las tropas vencedoras recorrerían el campo de batalla, húmedo por la sangre y la lluvia, buscando sobrevivientes.

    ¿Encontrarían a esas mujeres y niños ocultos en las cuevas, aquellos por los cuales los valientes soldados rebeldes habían dado sus vidas? El cielo no podría saberlo, pues cerró sus ojos por el dolor que sentía, inundando la tierra con sus amargas lágrimas.
     
    Última edición por un moderador: 22 Julio 2017
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  2.  
    Creavend

    Creavend Entusiasta

    Leo
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    Pluma de
    Escritor
    Re: Lluvia de lágrimas

    Hola
    Pues yo soy nuevo por estos rumbos de Cz y de hecho creo que este seria mi primer post en el sub foro... Bue por algo se empieza ¿No?
    En fin, no me puedo creer que no haya entrado mas gente es una exelente historia.
    Mira t voy a decir que fue lo que me gusto de tu historia
    La narracion es buena y profundizadora, como con un toque de misterio. Ademas es una historia diferente, la parte de los pokemon y ademas de la historia que no esta tan bien definida, lo que paso antes de todo.
    Pero oye, tengo que admitir que en mitad de la historia me quede con una senzacion de vacio... como que faltaron algunos hechos en la narracion, pero es comprensible, despues de todo es un one short
    Y no te preocupes por los que no entrar, aqui les damos sus buenos Sniper
    Hasa la proxima
    ¡¡¡YA-HA!!!
     
  3.  
    Acero

    Acero Usuario común

    Escorpión
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    Pluma de
    Escritor
    Re: Lluvia de lágrimas

    Gracias por tus críticas :)

    Sí, en un momento a mí también me pareció que faltaban algunas situaciones. Quizá relaté lo que me pareció más importante y quité relleno que a lo mejor también era importante.

    Si llego a hacer la historia completa, tendré en cuenta esto que me has dicho :si:

    ¡Gracias por leer!
     
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