Drabble de Pokémon - Libertad

Alguien que me diga por qué escribí algo "alegre".
Bueh, un relato no muy bueno que salió de un rato de aburrimiento. Primer escrito en Pokémon, alguien que me aplauda o que me mate a pedradas (?)
Bien sé o eso tengo entendido que las poké bolas, al menos algunas, realmente no son de metal, pero lo parecen, así que así se queda.

Sin más atraso.

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Qué gracia tenía pasar todo el día metido en una esfera. Ninguna, era ilógico, aburrido pero sobre todo incómodo pasar todo el día en esas cosas que se hacían llamar poké bolas.
Suponía que la mayoría de pokémon sentía lo mismo y se resignaban a su eterno encierro pues, definitivamente, no quedaba de otra.

Esos y otros pensamientos pasaban por la mente de la pequeña rata amarilla que, sentada bajo un árbol, disfrutaba de la brisa agitando sus orejas de forma algo graciosa. Divisó a un par de Taillow volando ágilmente, dando vueltas en el aire.
Por un momento Pikachu envidió la libertad y capacidad de volar de aquellos pequeños pokémon; segundos después recordó que en realidad no tenía mucho, por no decir nada, de lo que quejarse, pues tenía un entrenador que velaba por él todo el tiempo. Si lo pensaba bien, los pokémon en libertad podían llegar a tener momentos terribles. Después de todo, en su momento, él los tuvo también.


—¡Pikachu!—escuchó la voz Ash. Se incorporó de un salto y corrió en dirección de su llamado, no muy lejos encontró a su entrenador a punto de continuar su camino junto a sus amigos. Al verlo el chico de inclinó a su altura con una cálida sonrisa en sus labios—. ¿Encontraste dónde descansar un rato?


Asintió con su cabeza y saltó al hombro de Ash para luego señalar con su pequeña pata hacia el frente con entusiasmo. Pikachu estaba dispuesto a seguir siempre al lado del joven pues éste le había brindado un cariño incondicional en buenos y malos momentos; estaba dispuesto a ir en busca de más aventuras pero eso sí, nunca estaría dispuesto a entrar a esas malditas esferas metálicas pues no pensaba dejar de ver el mundo pokémon en todo su esplendor porque, a pesar de todo, en su interior seguía siendo libre.

299 palabras.​