Lenguas de plata susurrando en las sombras Me atraen, me empujan, mi alma zozobra Ya no puedo resistir la tentación Caigo de rodillas y lloro con devoción Filo de daga en el medio de la noche Piel de porcelana, me parece un derroche De luz y belleza, escondida en una perla De brillante resplandor que hace que me pierda ¡Ay de mí, pobre idiota afligido! Se cae en pedazos mi corazón derruido Lengua viperina, susurro de serpiente Hermosa doncella, de oscuridad creciente Súcubo de carne, alma del infierno La codicia brilla en tus ojos eternos Me quema la piel ese toque fogoso Que simula ser bondadoso y cariñoso Me has partido el alma Con un rayo de tu fuego Ya nada me da calma Nada me da sosiego