La Lechucería es una habitación ubicada en una de las partes más altas del castillo, en la Torre Este del séptimo piso de Hogwarts. Es aquí donde las lechuzas de los estudiantes viven durante todo el año escolar. Se trata de una sala circular de piedra, con múltiples ventanas sin vidrios, las cuales no pueden ser cerradas. Es al aire libre para que las lechuzas puedan ir y venir en cualquier momento. El suelo se encuentra cubierto de paja, excrementos de lechuzas y cadáveres de ratas cazados por las aves. En las paredes hay perchas y agujeros donde las lechuzas pueden posarse y descansar.
Ryder Parker. Luego de salir del Gran Comedor, pasé a la sala común de Ravenclaw. Fui directamente a mi cama, a buscar un par de cosas. De mi maleta saqué dos bolsas, unos guantes de latex y una mascarilla. Son cosas que le había pedido a mi mamá luego de responderle su carta donde me mandó la foto luego de ver lo extremadamente anti-higiénica era esta parte del castillo. Era como la fusión de un establo, una morgue de ratas y un museo donde se exhibian esculturas de "material blanco", si es que saben a lo que me refiero. Hablo de la lechucería. Este día en general fue impresionantemente horrendo y superó toda la paciencia que puedo llegar a tener, así que era hora de empezar a ejercer presión porque creo que yo ya había hecho suficiente de mi parte. —Hola, pequeñín... ¿Qué tal has estado? —le dije a Snowflake, acariciándole la cabeza, mientras éste hizo un ruido de alegría—. Uff... yo he tenido un día espantoso. Ya no aguanto más estar aquí, así que llegó la hora. Ya tengo los suficientes respaldos para decir que he hecho literalmente de todo. Me esforcé, estresé por intentar encajar con este sistema bizarro... Pero no. Para variar no me resulta, así que es obvio que Hogwarts, la magia y yo... somos incompatibles. >>Me cansé de ser rata de laboratorio así que... por favor entrégales esto —dije, poniéndole un pequeño papel enrollado en sus patitas. Contenido oculto Mamá/Papá/Alfredo el mayordomo/Dora la lavadora/Quiénquiera que lea esta carta y pueda hacer algo al respecto: Esto está llegando al punto cúlmine de lo insoportable. La última noche terminé metido en un pasadizo extraño donde salían unos animales rarísimos a atacarnos porque sí y justo antes de poder salir nos encontramos con un quiltro chandoso gigante de tres cabezas. Hoy, resulta que empezó la lección de esta cosa llamada Quidditch, y la primera cosa que me interesó en mi vida, el puesto de Buscador, fue arrebatado por una despreciable versión en miniatura de Raven de Azarath. Literalmente: es igual de seria, insípida y palida. No-la-so-por-to. Luego, estaba este "fuego bluebell". El primer conjuro que en verdad logró acaparar el 100% de mi atención. ¿Adivinen qué? NO salió. Con suerte, me funcionó unas 2 de 13 veces, y eso... es un gran e imperdonable insulto. ¡Ah! Y hay más: Mi primera "amiga" no hizo sino lengüetearle los callos de las patas. ¡Sí! Cambió de bando en menos de lo que canta el gallo y empezó a decirle "¡Ay, Meli! No te imaginas lo feliz que estoy por tu súper puesto de buscadora. Vamos a jugar con mis Barbies para celebrar". ¡Estoy harto! Así que... voy a esperar dos días. Sólo dos días. Esperaré una carta de respuesta, para que me digan qué trámites hay que hacer para largarme de esta escuela. Caso contrario, empezaré a armar un desastre para salir expulsado. Creo que yo ya cumplí mi parte del trato, y las cosas simplemente no resultaron, así que es hora de una intervención. En fin, ¡los amo! Ry. Snowflake miró sus patitas, y entonces... emprendió el vuelo. Pasé una mano sobre mi cabeza, puesto que con el impulso de Snowflake un par de pelos se me movieron con el aire. —See ya, pajarito... —susurré, saliendo con total satisfacción del lugar.
