Long-fic Last Of The Guardians

LA SIGUIENTE OBRA NO TIENE FINES DE LUCRO, SUS PERSONAJES LE PERTENECEN A SUS RESPECTIVOS DUEÑOS DISNEY/DREAMWORKS ANIMATION. LO ÚNICO PROPIO ES LA HISTORIA

- SINOPSIS -
Un terrible mal ha vuelto, dejando a Jack Frost como el último de los Guardianes y los terribles eventos desencadenados terminaron enviándolo al pasado. una vez más Jack se encuentra solo y su cayado no esta junto con sus poderes, pero en su momento de desesperación encontrara una luz de esperanza en el amor y con ella su camino como Guardián.​

 

Capítulo 1
- El principio del fin -
parte 1
​

Ya han pasado años desde que el Coco fue derrotado tras la última batalla con los Guardianes, de la cual casi sale victorioso de no ser por Jack Frost y los niños que creyeron en él y en los demás, liberando una creencia de una nueva edad de oro y una época de paz, pero eso no era posible.

La esencia del Coco es el miedo y el miedo no puede ser destruido o removido, pues es parte de la vida, la única cura es confrontarlo. Los Guardianes no podían darse el lujo de permitir que su mal permaneciera en el corazón de los niños, es por eso que ayudan a reducirlo y transformarlo en algo pasajero con alegría y diversión, rogando por que eso sea suficiente.

***


Una noche tranquila y llena magia está por hacerse presente pues es Halloween y la diversión de conseguir caramelos llena de alegría los corazones de los niños.

—¡Jaime! ¡Tus amigos ya llegaron!

—Mamá, te veo al rato. —Con gran entusiasmo toma su calabaza disponiéndose a salir a pedir dulces cuando su mamá lo detiene.

—No tan rápido jovencito, ¿no se te olvida algo? —Le señala con los ojos a su hermanita.

—Cierto, el bastón casi se me olvida — Responde sarcásticamente

—Jaime… — Le reprocha la madre

—Es broma, mama. —Con una sonrisa cogió la mano de su hermana para ir a pedir dulces.

Una vez listos, aquel pequeño grupo de niños marchó a pedir caramelos y en su pequeña travesía uno de los aseguraba que algo los seguía. Le respondieron con un toque de burla.

—No tengas miedo, nadie nos sigue —Le dijo Jaime.

— ¿Y si el Coco vuelve? hoy es Halloween después de todo. —Les pregunto con un toque de nerviosismo.

—No lo hará y recuerda que los Guardianes nos protegen, así que cree en ellos. —Aquellas palabras llenaron de tranquilidad el corazón del pequeño niño asustadizo.

Pero sin percatarse una gran sombra se les abalanzó provocando un gran grito por parte de los niños.

—¡Boo! —Fue lo único que se escucha.

Lentamente alzaron la cabeza solo para ver que aquella sombra solo era el mismísimo Jack Frost.

—¿Jack…? —Dijeron los niños al mismo tiempo.

—¿A quién esperaban, al Coco? —Les respondió con su carismático sarcasmo que lo distingue.

—¿Ven? Se los dije el coco volvió —replicó el mismo niño asustadizo.

—¡Wow!, tranquilo muchacho el coco no ha vuelto, lo vencimos juntos, ¿lo recuerdas?

—Pero…

—Mira el cielo y dime lo que ves.

El pequeño niño mirando en el gran y basto cielo de la noche, buscaba algo que para Jack era muy simple de encontrar, pero para el chico no había nada fuera de lo común.

Jack lo ve sorprendido y le señala la luna.

— ¿La luna? —respondió el niño aún más confundido.

Los niños quedaron hipnotizados poco a poco pues al contemplarla detenidamente notaron que esa noche la luna lucía más bella y grande de lo normal. Una luna digna del mes de octubre donde las estrellas no podían opacar dicha belleza. Mientras contemplaban la majestuosidad de aquella vista Jack les dirigió unas palabras de aliento.

—Recuerden, niños, mientras la luna se alce en las noches ustedes nunca deben de temer, el Hombre de la Luna los vigila y él nos llamará para protegerlos de cualquier mal.

La seriedad y confianza con las que Jack pronunciaba aquellas palabras tenían a los niños impresionados, además de ser la primera vez que escuchaban sobre Hombre de la Luna

—Has madurado, Jack. —Le comenta Jaime

Jack queda pasmado unos segundos por lo que le dice Jaime, recordando todo lo que pasó para que él y los demás pudieran verlo. Él les debe mucho no solo por la amistad sino por rescatarlo de la espiral de la soledad en la que se encontraba.

Con una sonrisa Jack vuelve de su pequeño viaje de nostalgia.

—A todo esto ¿de quién vas disfrazado Jaime? —Pregunta Jack

— ¿Cómo que de quién?... soy Jack Frost. —Adoptando una pose de héroe.

Jack no puede contener la risa, mientras lo observa detenidamente.

—No está mal, aunque te hace falta lo más importante.

—Y… ¿qué es? —pregunta confundido

— Mi atractivo e insuperable carisma, por supuesto —Mientras sostiene una enorme sonrisa.

—¡Ejem! se te olvidó lo arrogante — Le agrega Jaime

—¡OYE!

—¿Qué? Todavía que te hago publicidad para que más gente crea en ti, ¿te pones engreído?

Jack observa la cara de enfado en Jaime, entonces le pega una palmada en la espalda explicando que solo bromeaba con él, momento seguido empezó a flotar frente de los niños alentándolos en su pequeña búsqueda de Dulces, respondiéndole con un gran grito de entusiasmo.

Mientras van caminando a su siguiente objetivo, Jack postra su mano en la cabeza de Jaime fastidiando su pelo.

—¡Oye! —Le reprochó Jaime

—Gracias —Dice Jack a Jaime, refiriéndose al gesto de ayuda que está haciendo. Jaime sonríe y le responde sarcásticamente

—Yo soy más encantador. —un silencio se hace presenta antes de que ambos rompan en risas, volviendo a todo a la normalidad.

Una vez terminada la gran colecta de dulce el pequeño se disponen a regresar a la casa de Jaime para una pijamada. Jaime le extiende la invitación a Jack pues lo considera uno del grupo y gran amigo.

—¡SÍ! —grita con gran alegría sin contener su emoción de convivir con los niños.

Mientras volvían todos se reían de Jack por no poder aguantar su emoción por una simple pijamada, hablaba y hablaba sin parar. Los niños tampoco podían parar de reír se podía observar claramente porque era el guardián de la diversión, era su esencia haciéndose presente, aquello que lo definía como un guardián.

En medio de aquellas risas uno de los niños vuelve a sentir que alguien los segué. En su pequeña paranoia el niño voltea a todos lados buscando aquella presencia que lo incomodaba… fue entonces cuando se percató de un débil ruido proveniente de la oscuridad.

—J-Jack… —llama al Guardián.

—¿Estás bien, amiguito? —Preguntó Jack al pálido niño.

—Escucha.

Todos guardaron silencio y al mismo tiempo escucharon aquel débil ruido, era un chirrido metálico, como si dos cuchillas rozaran una con la otra, aquel débil ruido empezaba a intensificarse poco a poco y con ello el nerviosismo de los niños.

—Tranquilos, yo estoy aquí. —Remarca Jack.

—¡JACK, la luna! —señaló uno de los niños.

La emoción de Jack por la pijamada lo distrajo de no haberse dado cuenta de una gran niebla los rodeaba a tal punto que aquella gran luna que brillaba esa noche era difícilmente visible a Jack y los niños.

Una figura encapuchada empezó a surgir de la niebla.

—¿Quién es ese? —Preguntó otro de los niños.

—¿Lo pueden ver?... supongo que es alguien disfrazado que quiere jugarles una broma. —Jack se cuestionaba si era alguien igual a él y los guardianes. Dudaba porque de ser así significaría que el Coco había regresado, pues es el único ser tan tenebroso que los niños podían ver.

—Si es una broma, pues es una de mal gusto. —replicó Jaime.

—Hola… Jack —Aquellas palabras eran tan tenebrosas que paralizaban a los niños y hasta al mismo Jack. La voz del ser sonaba tan imponente y al mismo tiempo tan escalofriante como un lamento fantasmal.

Los niños se resguardan detrás de Jack, mientras el ser se acercaba poco a poco afilando unas cuchillas en forma de luna.

—¡Pitch!... ¿eres tú?, Porque de ser así yo... —La sombra se detiene y deja de afilar sus cuchillas

—No te atrevas a compararme con ese inepto.

—Si no eres Pitch, ¿cómo explicas el hecho que los niños te vean sin saber quién eres?

—Es verdad nunca me han visto, pero ellos me conocen, ellos... creen en mí.

Jack confundido voltea a ver a los niños en busca de una respuesta, pero los niños no tienen idea de lo estaba hablando aquel ser misterioso.

—no importa, no dejaré que les hagas daño. —Le dice Jack al ser encapuchado mientras se pone en guardia.

—oh, Jack… Yo he venido por ti. —Aquel encapuchado empieza a flotar y al estar un par de metro sobre el suelo libera una neblina como si fuera agua, creando una corriente de gran fuerza dirigiéndose hacia donde se encontraba Jack y los niños.

Jack hace un movimiento rápido clavando el cayado firmemente al suelo creando usando una ventisca como escudo. La neblina choca con gran fuerza, pero Jack ni se inmuta.

—Impresionante… Guardián —El encapuchado desciende postrándose una vez más en el suelo.

—Necesitarás algo más para poder vencerme. — Jack gana confianza tras el intento fallido del encapuchado.

—Entrégamelo… —menciona el encapuchado

— ¿De que estas hablando?, yo no poseo nada de valor.

—Tu Oscuridad.

—Mi, ¿Qué?

El encapuchado le explica a Jack que cuando se convirtió en Jack Frost se le fue concedido dos naturalezas dentro de su corazón, se le dio la opción de seleccionar entre el bien y el mal, pero cuando se refugiara totalmente en una la otra quedaría completamente sellada dentro de él.

—Y tu plan es apoderarte de ella, ¿verdad?.

—Así es.

—Necesitarás toda la suerte, pues patearé tu trasero tan fuerte que regresarás al pozo del que vienes.

—Esta guerra termina hoy, Guardián.

Jack se le lanza de frente usando aquella técnica que era capaz de hacerle frente al coco. El encapuchado no se mueve recibiendo todo el ataque. Pero la técnica lo atraviesa como un fantasma, en ese momento la figura empieza a desvanecerse.

Jack había sido engañado por una ilusión en ese momento es apuñalado por la espalda por el encapuchado. Jack libera un grito de dolor mientras se le extrae la oscuridad y con ella su vida.

—Niños… miren por última vez a su Guardián, pues pronto no existirá ninguno… el mal supremo reinará y solo habrá...oscuridad.

Jack está completamente paralizado sin poder hacer algo, con cada segundo que pasa se acerca más a un trágico destino.

—¡No!... ¡JACK!, ¡JACK!

Aquellos niños gritaban con la esperanza de que Jack reaccionara y así evitar su terrible final, pero sus esfuerzos son inútiles Jack no responde.

—Lo siento chicos… les he fallado. —pensó Jack en su estado actual, mientras esperaba lo inevitable. Pero un pequeño susurro alcanza a llegar a Jack . —Prometiste que todo saldría bien Jack.

—Esa voz. — reclama Jack.

—Hermano tonto confió en ti, sé que los salvarás… lo sé porque me salvaste a mí.

—¿Emma?...

Jack emite una luz tan fuerte que se dispara al cielo, la fuerza de aquel disparo empuja fuertemente hacia atrás al encapuchado. la niebla empieza dispersarse poco a poco y la luna comienza a verse.

La Luz cesa y al mismo tiempo Jack abre los ojos.

—Gracias Emma.

La felicidad vuelve a los rostros de los niños al ver que Jack con vida. Por otro lado el encapuchado queda totalmente sorprendido por lo sucedido, pero no lo importo mucho pues tenía lo que había ido a buscar… la oscuridad de Jack.

Antes de que el encapuchado se retirara con la última estela de la niebla, Jack se despide con unas palabras.

—Seas quien seas o lo que estés planeando, nosotros los…

—¡Los Guardianes te detendrán! —Gritaron los niños con valentía.

—Ya los escuchaste, así que prepárate.

Una vez que la silueta del ser misterioso se pierde en la neblina su risa se escucha en el lugar antes de desaparecer. —Nadie puede, detener a la… muerte.