Las Espadas Cruzadas y el Reino

Buenas ehh... este es mi primer trabajo, y bueno estoy buscando que nombre colocarle, no se si este sea el adecuado, pero bueno, pues aqui les dejo la primera parte de mi historia.

Parte 1:

Esa tarde el calor era infernal, me preguntaba cuando terminaría la ola de calor y comenzaría a pasar esa brisa fresca por las cercanías del pueblo, y permitiría que los ríos tomaran su buen cauce nuevamente, me dirigía a tomarme algo a la taberna cuando uno de mis subordinados vino corriendo a toda prisa.
- Señor!!! Señor Barek!!!
- Eh? Que ocurre soldado, no te agites tanto, haces demasiado ruido.
- Perdón señor - Tomando posición de saludo - le han enviado esta carta del castillo, dicen que es de urgencia que la conteste.

Una carta del castillo? Era bastante inusual, las veces que el castillo se comunicaba conmigo por escrito era para decirme cosas como <<Alguna actividad sospechosa en la frontera como piensa actuar?>>, <<Necesito saber las futuras estrategias militares con urgencia>>, cosas como estas ocurrían de vez en cuando, pero ya me había cerciorado de todo ahora que querrá?, una excusa para ir a visitarlo mas de lo que lo hago, bien mejor averigüemos que quiere.
Con delicadeza abrió el sobre que tenia el sello del rey y lo siguiente escrito:
- Buenas tardes General Barek, dentro de 2 días mi hijo cumplirá sus 13 años de edad, por lo tanto tendrá la edad suficiente para obtener el titulo de príncipe, se hará un pequeño festín y un baile por la fecha, considerando la celebración solicito su presencia en el baile, incluyendo a sus mejores guardias por si hay algún inconveniente, sin mas que agregar me despido…Loriel
P.D. Sabes que a su ultimo cumpleaños faltaste Barek así que te recomiendo traigas un buen regalo para el, sabes que Lion te tiene mucho cariño jajajaja, no debes faltar!!.

Eh? Ese Loriel tanta formalidad para escribir esa carta y al final habla como un cualquiera… aun no pierde la facultad de hacerme reír, en fin que puede regalar un soldado al hijo de un rey que debe de tenerlo todo?, nunca quisiera alimentar mas el ego de un niño que es adinerado y que posee fortunas y tierras, ummm en fin de aquí a la fecha algo se me ocurrirá, puedo tomar una piedra y decir que tiene un gran valor sentimental de una batalla ja…, no no creo, tal vez una hoja oxidada y diga que se la quite a un enemigo esas cosas siempre gustan a los niños… - Mirando al cielo-.
- Eh.. señor algo mas? - aun en soldado en posición de saludo-.
- Ah cierto… descanse, la carta no dice nada de respuesta asi que puedes ir a hacer tu guardia si te toca.
- Entendido señor.

Rápidamente el soldado se alejo dejando a Barek con sus pensamientos.
Ummm debería entrar en esa taberna aun? Si por que no, el día esta para morirse con el calor.
Ya dentro de la taberna noto que mucha gente lo reconoció, y levantaron sus botellas saludando el general, que sin mucho alboroto siguió y saludo a la cantinera.
- Beatriz! Querida amiga como te trata este caluroso día?
- Tus falsos ánimos dan asco Barek, quieres lo mismo de siempre (La mujer con una sonrisa en la cara).
- Auch mujer esa frialdad es la que hace que tengas tantos clientes al parecer, y si por favor.

Era una mujer alta, con un cabello largo de color castaño claro, ojos marrones claros, con una seductora piel morena, era algo rellena, y tenia un lunar cerca del ojo derecho una joya que siempre atendía con una sonrisa la taberna. Tomo de un barril varios limones y les exprimió casi todo el jugo, lo hecho en un tarro el cual lleno de vino (una mezcla muy poco común y de extraño sabor), arrojo el tarro para que se deslizara y quedo justo en la mano del general.
- Tan perfecto como siempre.
- No se como tomas esa cosa, el limo le quita el gusto al vino.
- A mi me parece que lo resalta.
- Deberías tomar algo mas normal, aunque he notado que tomas litros de vino y nunca te emborrachas.
- Que extraño ni yo mismo sabia eso - con cara de sorpresa –
- En fin tengo que hablar contigo algo, asi que por que no te asomas cuando anochezca que no haya tanto alboroto.
- Um urgente?, esta bien espero recibir un buen servicio nocturno - saltando rápidamente de su asiento y saliendo del lugar-
- Hey!! Cuidado con esos comentarios!... jum! Siempre sale con cosas como esas.

De que querra hablar Beatriz de carácter urgente?... uhhh a veces me da escalofríos cuando dice que quiere hablar conmigo sobre todo en la noche, bien debo ir a…
- Ayuda! Van a matar a ese hombre!. - Una niña a lo lejos -

Un poco mas allá de las intrincadas calles del poblado de Burgel, se encontraba la plaza donde al parecer había un enorme escándalo, un vagabundo de la ciudad trato de robar a uno de los comerciantes, este enfurecido y otros comerciantes comenzaron a patear al hombre, una niña que había visto al hombre varias veces trato de entrar en la turba pero fue empujada y grito.
El general a un paso dudoso de si iba a interferir llego, y pidió que todos se retiraran, algunos al verlo apresuradamente dieron paso al general quien observo detenidamente al hombre sin defensa que era pateado por 3 comerciantes.
- Alto ya noto que el hombre podría morir en cualquier instante, que estaba robando?.
- Trato de robarme una piel de lobo y esas manzanas - con furia el hombre -.
- Ya veo, bien entonces tome sus cosas y déjelo en paz.
- Que? Esta loco nadie roba a un comerciante.

El hombre levanto su pierna de nuevo y pateo al hombre, cuando fue hacerlo de nuevo sintió un frió en su oreja, se paralizo y lentamente volteo, era el general que había desenfundado una de sus espadas y la coloco sobre su hombro, el hombre retrocedió un poco, mientras que la niña corrió y ayudo al hombre a levantarse un poco. El general obligo al comerciante a darle la mejor piel que tuviera y una bolsa con 10 manzanas.
- Eso es todo lo que quiere señor? - preguntaba el comerciante -
- Si puede ser siempre y cuando no vuelva a hacer un escándalo como este.
- S-Si no se preocupe, no hay mejor que ayudar a los ne-necesitados verdad?.
- Le recomiendo que se retire, al igual que todos aquellos que presenciaron el espectáculo.

Las personas enmudecidas rápidamente fueron despejando el lugar, el general se acerco al hombre le dio la bolsa y la piel, y le pidió a la niña que le diera algo de agua, ambos ayudaron a que se levantara y la niña lo llevo a su casa que estaba muy cerca, el hombre volteo y vio al general de arriba a bajo, sonrió levemente y le dio las gracias tenia días sin comer aguardando que su muerte llegara, pero cuando sintió el aroma de las manzanas del comerciante no aguanto. El general se dio la vuelta y dijo que se fuera que el no apoya los robos, esto para el no había ocurrido, no tenia lugar en su memoria, el general sigue su rumbo dejando al hombre y a la niña en la salida de la plaza.

Que rayos le pasa a esta gente?- pensó- parece como si solo quisieran ver golpes, riñas, sangre!, se detuvo por un momento y hizo un reconocimiento miro a todos los lados, buscaba algo fuera de lugar, fijo la vista pero no había nada, algo perturbo su mente por un instante, se sobo la frente, como diciéndose que estaba algo paranoico y siguió su camino.

Beatriz estaba reacomodando los barriles vacíos a una lado, y solicitaba gentilmente a los “caballeros” del lugar que la ayudaran a mover los nuevos barriles de vinos, tenia de diferentes clases, de diferentes lugares, desde los mas exóticos y costosos, hasta los mas comunes y baratos, ese era su lugar perfecto, disfrutaba el servir, y bromear con aquellos hombres que iban a perder y recuperar algo de si mismos, los hombres eran cosas especiales se decía.

- Que se le ofrece señor? -Un hombre de unos 54 años de edad con una ropa desgastada sentado en la barra-.
- Pues quiero el vino más fuerte que tenga hoy es un día para embriagarse totalmente.

La expresión del hombre fue graciosa, Beatriz rió como si hubiese escuchado un buen chiste, y automático tomo un tarro y lo lleno con una bebida de un color un tanto ocre o marrón clara, orgullosa del poder de esa bebida, le dijo tome que con esto seguro no durara mucho. El hombre excitado al ver la bebida, sonrió, dio unas palmadas como preparándose, se acerco y tomo un pequeño sorbo sin levantar el tarro de barra, de pronto rió y comento.

- Madame usted es una mujer excepcional, esta clase de vino es difícil de conseguir, por este sabor y aroma puedo percibir que no es de esta zona, es imposible que en las cercanias se elabore.
- Tiene mucha razon. - con cara de sorpresa -
- Es mas este vino tiene un toque seco que ya en mis viajes he probado, pertenece a las zonas aridas si mal no recuerdo.
- En efecto, a dado en el blanco es un vino exportado de las tierras de Anab.
- Ohhh excelente debe tener buenas relaciones para exportar tan buen vino.
- Pues conozco a un comerciante que daría todo por un negocio difícil, arriesgado y codicioso como ninguno, es un reto para el este vino y cuando consigue soy su primera opción.
- Muy bueno una mujer tenaz, agh en fin esto no se desperdiciara, toma – Dejando 2 monedas de plata en la barra –

El hombre comenzó a tomar y en unos instantes se levanto de la barra y se sentó en una mesa donde había otros hombres tomando vinos caros. Si en ese momento Beatriz estaba en esos momentos de felicidad, había obtenido ganancias ese día, converso con un hombre que sabia de vinos, consiguió que todos perdieran la cordura junto a sus problemas y obtuvieran algo de felicidad, así fuera momentánea, eso hacia que su día fuera bueno, pero algo la molestaba, esa noche hablaría con Barek de un tema delicado respecto a Loriel, se sentía algo temerosa pero Barek era su mejor amigo, No… era mas que eso, era su hermano, paso su infancia con el, estuvieron juntos en momentos muy difíciles y Loriel los había ayudado, por eso no se podía permitir caer en los juegos de su corazón, el miedo, el temor a decir cosas que no debe esta dentro de ella, pero aun así quiere hablarlo y quien mas que su amigo y hermano para ello.

El sol parecia ocultarse y Barek se encontraba sumido en sus pensamientos cerca de una panaderia, se preguntaba el por que de muchas cosas, aunque eso siempre le molestaba, desde pequeño consideraba que los por que? Estan para sembrar dudas innecesarias sobre su juicio personal, pero desde que conoció a Loriel estas parecían aumentarse de manera exagerada. Siguió caminando y sin darse cuenta tropezó con lo que parecía una pequeña mesa de madera un tanto deforme, el viejo que esta frente a ella se rie y le dice que tenga cuidado, tropezar con algo como una mesa pudo a ver sido algo peor, Barek devolvió el comentario con una sonrisa y siguió, el pequeño tropiezo con la mesa lo alejo un poco de esos pensamientos que lo atormentaban y de pronto recordó que debía ir a la taberna de Beatriz, miro al cielo que en ya para ese momento en el se mostraban algunas estrellas, cerro su ojo por un momento, respiro hondo y lentamente y tomo rumbo a la taberna, su mente se fijo en algo importante a lo que no le había prestado atención en toda la tarde ¿Qué quiere hablar Beatriz con urgencia?, ¿Era urgente? Realmente no lo había dicho, pero su mirada me perturbo un poco, no importa seguro es algo respecto a la taberna y me pedirá algo es lo mas probable.

Beatriz termino de sacar con una gran rudeza al grupo de hombres que quedaban que habían bebido de mas y no sabian ni donde estaban, los hombres gritaban que por que no quedarse un rato mas riendo, la mujer con una sonrisa los miro y les dijo que si les apetecia un poco mas abriría en la noche de ese mismo día (Consideremos que era un poco mas de media noche), cerro la puerta, tomo un pañuelo lo paso por algunas de las mesas, guardo unas botellas, acomodo una que otra silla y su mirada se perdió en un rincón donde habían tirado una moneda de oro, llevo su mano a la mejilla y la miro detenidamente como analizando por que estaba allí esa moneda, a alguien se le cayo? Pues borracho se puede creer q pasan muchas cosas, alguien la dejo allí para ella? También puede ser esa misma noche habia recibido mas de un elogio y algunos incluso le ofrecieron casas y demás! Que sorpresa!, de pronto oye una voz:

 

Buenas ehhh, aqui publico lo que es la Parte 2 de mi historia, le hecho algunas correcciones a ver que tal espero les guste ^^

Parte 2:

— ¿Que me dices si simplemente alguien la arrojo allí por que sabia que lo ibas a pensar detenidamente como si fuera la gran cosa?

Ella voltea y ve a Barek recostado de la pared con una sonrisa

— Si puede ser, es posible, alguien la arrojara allí para que mi mente diera un viaje meditativo para saber de donde había salido la moneda.
— Exactamente no crees que esas cosas son posibles.
— Si, siempre y cuando sea una persona que me conoce demasiado, — sonríe por un instante — deja de hacer bromas como esa, ¿Cuándo arrojaste esa moneda allí?
— Pues cuando vine esta tarde, en el momento en el que entre, rápidamente la arroje a una esquina.
— ¿En serio?, ummm no me parece haberla notado en todo el día. — con una cara de insatisfecha—.
— Jajaja tómalo como algo bueno, ni tu que estabas distraída con tus clientes, ni tus clientes que estaban muy alegres y distraídos como para notar que una moneda de oro estaba en el suelo se dieron cuenta, jajá así estaría de bueno todo ¿no crees?, pues aquí me tienes, ¿de que querías hablarme?

A ella parece invadirle la duda por un momento, le tiembla la mano izquierda pero se controla, y le dice que se siente en la barra, el lo hace y ella toma una botella de vino, levanta su mano y acaricia su rostro hasta llegar a una marca que ni ella misma sabe de donde vino, pero esta allí en su rostro y le hace ver que incluso su hermano le guardaba secretos, un vendaje cubría el ojo izquierdo de Barek, de algún modo que ella no sabia, o no entendía, debido a que el siempre le comentaba que fue un accidente a caballo algo sin importancia, pero que ella sabia que era una gran mentira por que lo conocía desde niño, ese vendaje la molestaba, la irritaba, siempre que lo veía no sabia si llorar por que representaba que el no confiaba algo en ella, o golpearlo de la simple molestia, pero aun así notaba fortaleza, eso era una muestra de resistencia a la vida.

— Que ocurre me estas preocupando un poco? No te veo asi desde hace mucho tiempo. - Barek un poco sorprendido por la cara de su amiga-.
— Discúlpame solo me deje llevar un poco por mis memorias, — aclara su garganta —, quiero hablar acerca de Loriel…
— ¿aja…?
— Eres su general, has notado algún cambio importante.
— No realmente, no te sabría especificar. —bajando un poco la mirada—
— ¿Estas seguro? Sabes su reinado ha tenido sus buenos momentos, pero sabes aquí donde estoy, he escuchado de todo.

Por un momento Barek se paralizo pero luego se relajo, ¿que cosas ha escuchado? Y ¿sobre Loriel? Hay que tener cuidado cuando se habla de un rey.

— He escuchado que el poder se le ha subido a la cabeza, que ha cometido crímenes atroces por mantenerse allí donde esta, he visto a sus hombres entrar aquí temblando de miedo, comienzan a hablar de lo terrible que es a veces, e incluso a veces logro escuchar la palabra que mas miedo me da “Matar”, sabes!! ¡¡Matar!! En una conversación hablando de Loriel — llevandose las manos a la cara—, es imposible!! Loriel! En medio de una conversación de ¡muerte!, es que acaso ¿hay algo oculto allí en el castillo? Esto no es un reino es el una parte de la realeza que controla toda esta zona, pero no es el Rey absoluto por que se ve envuelto en este tipo de cosas!? Dime ¡Barek! Tú estas allí, tú debes saberlo.

El la miraba fijamente con un aire de frialdad, ella retrocedió un poco por la manera en la que este tenia su ojo fijo en ella, era la primera, no… la segunda vez que veía esa mirada, era una señal, una manera de decir, calla… no hables mas del tema, pero ella debía seguir, el debía decir algo, cuando fue a retomar el tema, el se levanto.

— Beatriz, yo soy Barek, no permitiré que algo le pase a Loriel, ni a su hijo, el es una persona importante para mi, y además no es alguien malvado —prensando sus puños un poco—, solo que no todos son capaces de aceptar sus maneras de ver las cosas y avanzar por ese sendero, sabes es difícil ser rey.

Se acerco un poco a ella y la abrazo, ella se mordía los labios, se dio cuenta que la voz de Barek dudo por un instante, pero algo la relajo, era Barek después de todo, era la persona mas fuerte que conocía, recuerda una vez durante una nevada muy fuerte cuando apenas ella tenia unos 7 o 8 años tal vez, el siempre salía y buscaba algo de comer, lograba traerle una manzana o una verdura, pero nunca le veía nada a el, siempre sonreía y le decía, —no te preocupes Beatriz, ya he comido algo en el camino—, ella para ese momento no lo sabia pero era mentira, siempre lograba robarle una orgaza de pan, una manzana o alguna zanahoria a un comerciante, y se la daba, desde ese momento en adelante comprendió que era alguien muy fuerte, su espíritu y voluntad eran casi inquebrantables, estaba en su burbuja de emociones imaginarias como le gustaba llamarla, y de pronto escucho un ruido la puerta trataba de abrirse pero ya le había pasado un seguro, soltó a Barek y se acerco a la puerta, cuando pregunto quien era se llevo una gran sorpresa he inmediatamente retiro el seguro de la puerta.

Rapidamente se acomodo un poco la falda, y el cabello, la puerta tenia un seguro adicional arriba, el cual comenzo a retirar, Barek un poco impresionado por la velocidad con la que decidió abrir la puerta se preguntaba quien a esa hora lograría que actuara de esa manera, su mirada se quedo fija en la puerta mientras Beatriz la abría con cara de sorpresa, cuando la puerta se abrió lo suficiente Barek se sobresalto un poco y se movió inmediatamente y hizo un gesto como para inclinarse, a lo que el individuo de la puerta le hizo seña de que se detuviera, era Loriel, estaba allí parado en la puerta del bar con una gran sonrisa que tomaba por sorpresa a Barek y a Beatriz.



— Señor Loriel ¿que hace aquí y a estas horas? ¿Que rayos le paso a mis guardias?
— Jajaja no te preocupes Barek tus guardias están umm bien, Salí con mis escuderos personales.
— ¿Es seguro que haga eso su majestad? — Preguntaba Beatriz mirando al suelo —.
— ¿Que pasa con ustedes dos? Déjense de formalidades, pueden tratarme de Loriel cuando quieran, así que levanta esa mirada Beatriz tampoco es que irradio luz ni nada por el estilo jajá.

Loriel paso entre ambos que aun estaban sorprendidos de que el Rey estuviera en una taberna a esas horas, Barek volteo y en efecto los guardias del Rey estaban afuera, unos 4 a simple vista, 2 en un callejón un poco mas adelante y estaba seguro que 2 mas en la salida trasera.

— Quiere que le sirva algo. — pregunto Beatriz modestamente —
— No realmente, no esperaba encontrarme contigo Barek, aunque te busque en el castillo pensé que estabas descansando.
— No descanso mucho mi señor, y aun sigo con lo mismo debería estar en el castillo.

Beatriz comenzó a retirarse de las mesas, iba a la cocina, que Loriel estuviera allí justo cuando hablaba de el la tomo por sorpresa necesitaba respirar un poco, cuando Loriel volteo y le hizo un gesto con la mano de que se acercara, fue atroz… si eso fue lo que pensó, no respiraría, seguro que algo se le escaparía si hablaba con el… de pronto sonrió, apretó un poco su falda y sus dientes y avanzo hacia el con mucha serenidad.

 

Bueh aqui regresando un tiempo despues ;), todo culpa de la uni pero bueh..., aqui dejo lo que seria la 3ra Parte a ver que tal les parece.

Parte 3

— Hacia mucho que no estábamos los 3 juntos ¿verdad? Que hace unos ummm 12 o 13 años ¿verdad? Guao cuanto tiempo… — Fijando su mirada una esquina del lugar, tomo asiento y continuo —, para mi es una eternidad, tal vez sea necesario recordar los buenos momentos.
— Realmente parece una broma que después de todo ese tiempo estemos los 3 en el mismo lugar… — Pensaba Beatriz. —

Había un extraño silencio, Barek miraba fijamente a Loriel pero parecía que no escuchaba lo que decía, y Beatriz sonreía incoherentemente disfrazando ridículamente sus pensamientos, Loriel los noto a los 2 extraños y hizo una ruidosa palmada, Barek y Beatriz se sobresaltaron, a lo que Loriel soltó una carcajada encogiéndose de hombros, Barek trato de disimular pero una pequeña sonrisa se le escapo, mientras que Beatriz si sonrió completamente y busco unas copas, y volteo por un momento para detallarlo un poco.
— A adelgazado mucho ahora que lo pienso… umm algunas canas resaltan en ese cabello castaño, sus ojos están un poco hundidos tal vez de ¿tanto trabajo?... aun conserva esa melena de cabello un poco mas debajo de los hombros, no es digno de un Rey tal aspecto pero siempre fue así un poco extravagante, su contextura sigue siendo la misma, hasta creo que esta mas alto… jiji… bien! Dejare mis preocupaciones para luego. —Navegando dentro de sus pensamientos—
— Dime Barek ¿iras a la fiesta no? Por lo menos finge que estas de guardia jajaja.
— (Que rayos?) Je… claro como si no lo hiciera realmente por estar de guardia. — Con una sonrisa un tanto disfrazada —.
— Quiero que disfrutes ese día, es mas vine a invitar a Beatriz, quiero que mis 2 amigos estén allí presentes.
— ¿En serio esta pensando en la fiesta de su hijo?. — Pensaba Barek—.
— No estoy seguro de si sea una buena idea del todo que estemos al…

Beatriz llego con 2 botellas de vino, y comenzó a servirlas, noto que Loriel la miraba fijamente y la perturbo un poco, derramando un poco de vino, —Dios no que torpe soy, que va a pensar—, Barek tomo la botella quitándosela a Beatriz con gesto de que tomara asiento, el siguió sirviendo el vino, mientras Loriel platicaba con Beatriz, aunque Barek no le quitaba el ojo de encima.

— Sabes Beatriz mi hijo cumplirá la edad suficiente para que sea oficialmente reconocido como príncipe, y que si automáticamente me ocurriera algo el será el sucesor, al fin ya ningún conde, ni ninguno de mis hermanos o el mismísimo Rey de Arto (Rey al que le pertenecían esas tierras años antes) puede interferir. —Mirando con una sonrisa fijamente a Beatriz—.
— Si es algo importante pero no diga que algo le ocurrirá, a mi parecer los 13 años de edad aun es muy joven para tal cargo y aun tienes mucho que vivir.
— Ja! Puede ser… bien cierto es que aun me pueden quedar muchas cosas por vivir pero a mis 40 casi 41 años de edad he visto muchas cosas, lo demás se lo dejo al espíritu.
— No me sorprende que digas esas cosas jajajaja.
— Bien dime Beatriz, cuéntame que has hecho, hace mucho que no te veo, cuando decidiste venir aquí, no supe mas de ti, si no es por Barek que me comentaba que estabas bien.

Beatriz bajo la mirada, la dirigió a su izquierda como buscando un punto para concentrarse, lo dicho la fastidio un poco, Barek rápidamente coloco la copa de vino frente a ella, y le entrego otra a Loriel, Beatriz volvió a verlo pensando que tal vez si lo veía se relajara un poco, pero al hacerlo noto que el aun observaba fijamente a Loriel quien al parecer o no se daba cuenta o no le molestaba lo que hacia, —Bien ahora aquí hablando de algo que no quería tocar, y Barek se pierde observándolo, bien este vino me ayudara un poco—, tomo un gran sorbo y siguió, mientras Barek pensaba que no estaba pasando nada raro aun tal vez podía relajarse un poco, los 3 ya estaban en la misma mesa sentados desatando una minúscula nostalgia.

— Pues… todo ha ido bien, me las he apañado para conseguir buenos comerciantes para obtener buenos productos y pues… trato de dar lo mejor de mi para ganarme a mis clientes, ¿sabes? Dejarles una buena impresión y que vengan a visitar otra vez.
— Oh! Me alegro y dime ¿eres feliz?.
— ¿Otra vez? Esa presión en el pecho… ¿es que acaso sabia que preguntar para hacerme caer más profundo? —Pensaba Beatriz— Pues sabes si, realmente lo soy, disfruto mucho aquí, con mis clientes, bebiendo, riendo, no cambiaria mi situación actual por nada del mundo, puedo ser y hacer feliz así sea por muy poco tiempo a los demás y eso es algo!. —Beatriz frunciendo un poco el seño mirando a Loriel—.

 

Bueno aqui de regreso despues de unos dias ya finalizando las clases :) al pareces mi historia no gusta mucho... pero bueno yo sigo intentando el principio es como lento pero ni modo seguire escribiendo jeje les dejo lo que es la Parte 4 para los que la han seguido

Parte 4:

Barek dirigió su mirada a Beatriz que parecía algo sobresaltada pero no dijo nada tomo un sorbo y siguió observando a Loriel, por otra parte Loriel con cara de sorpresa quedo con la copa en los labios, la bajo lentamente sonrió, cerro los ojos por un momento y de pronto volvió al tema.

— Ya veo es bueno que te haga feliz, no te deseo algo mas si no eso, y eso lo sabes.
— Si lo se jeje, disculpa el sobresalto…
— Jajaja nada de nada… no pasa nada, cierto Beatriz a parte de querer platicar un poco con ustedes… bueno contigo, veo que Barek no ha dicho ni una palabra desde que nos sentamos – Barek ni se inmuto con el comentario su mirada seguía fija- quería también invitarte a la celebración de mi hijo, crees que me puedas honrar con tu presencia?.
— Eh? Ah eh realmente no lo… no estoy segura… no tengo vestidos de gala, ni se tratar a la alta sociedad -encogiéndose un poco en su silla jugando con la copa-.
— Vah! —sorpresivamente Barek había hablado— eso es lo de menos si quieres ir, te daré el vestido, y si es por la sociedad, todos son iguales.

Loriel y Beatriz sorprendidos soltaron una carcajada y al parecer se habían perdido en la conversación, no eran mas la tabernera, ni el rey, ni el general, aunque por algún extraño motivo… la mirada de Barek aun estaba fija en el rey.

— Jeje bueno debo pensarlo un poco… —un poco sorprendida—
— Bueno seria para mi un enorme honor tenerte allí así que espero una respuesta positiva. —Mirándola aun más profundamente—.

Beatriz aun a sus 30 años de edad era una sentimental y emotiva, se sonrojo un poco y volteo a ver a Barek, quien tomaba lentamente de su copa pero en ese momento su ojo la miro y pudo notar una leve sonrisa, eso la relajo un poco y termino aceptando la invitación.

Las horas habían pasado, estaba próximo el amanecer y los 3 aun seguían allí tomando recordando cosas del pasado, y actualizándose poco a poco, Barek tomo muchas copas pero estaba muy sereno, Loriel que al cabo de 4 copas se coloro un poco, con el alcohol su piel pálida se torna rosada en un instante, mientras que Beatriz llevaba apenas 2 copas y aun se mantenía calmada, de pronto se escucharon 2 suaves toques a la puerta, Beatriz se fue a levantar para abrir la puerta, pero esta se abrió y ingreso en la taberna un joven en una armadura plateada, alto y delgado de piel morena, su cabello grisáceo tapaba parte de sus ojos los cuales revisaron el salón con detalle en un instante para luego fijarse en Barek.

— Soldado Merced ¿que hace aquí? —pregunto Barek al Joven—
— Vine a escoltar al Rey de nuevo al castillo, me parece que como ya va a amanecer tal vez sus escoltas no puedan controlar todo si alguien lo ve. — el joven que al parecer mantenía una serenidad absoluta, un rostro inmutable—
— Umm bien! Parece que esto se acabo, Barek te veré en el castillo, y a ti mi querida Beatriz te veré en la celebración, te lo pido no faltes —levantándose de su asiento—.

Beatriz se quedo en silencio mientras el Rey y el joven soldado se retiraban, pensó si había hecho lo correcto en aceptar la invitación, pero ya lo había hecho no debía dar marcha atrás, se fijo en Barek quien repentinamente lanzo su gran espalda contra la silla, como dispuesto a descansar.

— Me vas a explicar ¿por que no le quitabas el ojo a Loriel de encima?
— Ah? ¿A que te refieres?
— No soy estúpida Barek, estabas muy bien hasta que el llego y tu ojo se afinco solo en el…
— Ummm bueno después de todo es el Rey debo… mantenerl… vigi… —Barek comenzó a dormirse en la silla—
— Oye! Ah bueno… falta mucho para que abra el lugar y tampoco he dormido nada…el… si el si ha cambiado a diferencia de Loriel, tu si has cambiado…

De nuevo allí estaba ella analizando profundamente lo que observaba, detallaba el diseño de la armadura color negro azabache que llevaba Barek, su contextura no era delgada ni muy corpulenta pero fuerte tal vez por el duro entrenamiento, su cabello marrón completamente echado hacia atrás, resaltando su rasgos faciales, aunque para ella lo que mas se resaltaba a pesar de la armadura, el cuerpo, lo elegante que parecía su físico, su tés morena y su extraño peinado era el vendaje de su ojo izquierdo, se levanto soltó su cinturón del cual guindaban 2 espadas que cayeron al piso, coloco un mantel sobre el y lo dejo descansar en la silla, le gustaba aprovechar esos momentos de verlo dormir, pues ella sabia que desde hace tiempo aquella persona que estaba en esa silla no descansaba y que esta era una oportunidad muy escasa tanto para el como para ella, cerro la puerta, y se dirigió al deposito donde movió unas cajas y se acostó sobre lo que parecía una pequeña cama que ella misma había mandado a hacer allí en caso de que surgiera la necesidad de quedarse a dormir en ese lugar.

Pasaron pocas horas y Barek despertó viendo el techo de la taberna, de pronto dio un salto de la silla y se dio cuenta que se había quedado dormido, tomo su cinturón donde colgaban sus espadas y fue a buscar a Beatriz, se asomo al deposito y la vio allí, durmiendo delicadamente como si no fuera a despertar en un buen tiempo.
— Hmph… esta mujer… si que sabe hacer cosas interesantes diría yo… ahora… a ver debo buscar un vestido para ella y esperar a la ceremonia.
— Eres demasiado bueno tal vez.- Una voz saliendo de la nada-
— ¿Tu de nuevo? Pensé que ya habías desaparecido de mi mente.
— En serio que hombre tan esperanzado eres… ¿a quien tratas de engañar?, tarde o temprano todos sabrán la verdad tras este reino
— No! ¡Nadie se enterara de nada lo único que quieres es confundirme!
— Confundirte, si que tienes el ego inflado tu no eres el único importante aquí diría yo…

Barek noto que una especie de sombra se movía atrás de el y saco una de sus espadas y giro con fuerza con la intención de cortar algo y no había nada.
— ¿Lo ves? Tu solo te confundes, yo solo quiero saber Barek… cuanto estas dispuesto a soportar, ¿cuanto mas puedes aguantar el peso de decir que todo esta bien para ti?
— Deja de molestarme… ­—susurrando— deja de hacerlo… ¿por que vienes a mi?
— ¿Ya te lo dije no? Quiero respuestas y creo que se como buscarlas.

De nuevo una sombra atrás de Barek y esta vez giro y levanto su espada con fuerza dispuesto a cortar y de pronto justo cuando descendía su espada la detuvo en frente del pecho de Beatriz que aun yacía dormida.
— Jo jo… ves lo que estabas a punto de hacer, Barek…
— Estas demente… si no es por…
— ¿Por que? ¿Por tu fuerza que detuviste tu espada? Yo seré tu un buen tiempo, tu resistencia será puesta a prueba, tu dañarías a cualquiera y por eso has negado ser feliz pero veamos cuanto puedes aguantar…

 

Bueh aqui traigo la parte 5 es la mas cortita de todos pero es lo que pude escribir estare un tiempito ocupado asi que dejo algo:

Parte 5:

Todo quedo absolutamente en silencio, Barek acaricio el cabello de Beatriz y se retiro del lugar inmediatamente, siguió el camino de la taberna ignorando todo lo que pasaba a su alrededor, su mente estaba distanciada completamente. ¿Su resistencia puesta a prueba?, ¿ver cuanto puede aguantar?, negar… la ¿felicidad?, preguntas que pasaban por su mente hasta que recordó que antes de pensar en cosas como esas, y en el extraño individuo que le hablaba que para el no era mas que un delirio, debía salir de la promesa que había hecho.

En su trayecto aun pensativo sobre los sucesos recientes se tropezó con un sacerdote de la iglesia local.

— ¡Padre Cohen! Esto si que es un rareza verlo por estos alrededores.
— Jaja, estoy en una misión Señor Barek. —Decía el sacerdote con una calma absoluta—
— ¿Una misión?
— Si, imagino que has escuchado los rumores ¿Verdad?
— Ummm, así que eso de que la orden Le’Calerie de la iglesia de Tel al norte va a ir hacia el sur, ¿es verdad?.
— Si, tristemente es así, la iglesia de Tel quiere absorber la religión del sur que ha tenido un avance rápido, más que una simple expedición puede convertirse en una cruzada que puede llevar a una guerra en cualquier instante. —El sacerdote aun con su calma pero en tono preocupado—.
— Y… ¿usted esta de acuerdo con esto?, De nuevo Guerra?
— Nunca me ha gustado la guerra, pero… ya hice mis votos, y mi juramento a la iglesia de Tel y es algo que no puedo obviar así como así, pero ya dejo de ser importante vine solo a informar las decisiones de la orden acá, de igual ¿que te trae por acá?
— Cierto!, estoy buscando a Ario, se que ha estado confeccionando para la iglesia y siempre tiene vestidos de ocasión.
— Ah! Si Ario, estaba aquí hace como una hora ya debe estar en su taller.
— Ya veo le hare una pequeña visita. —Barek listo para retirarse—.

De pronto el sacerdote lo tomo del brazo y le dijo:

— Barek que quede entre tu y yo esta conversación, se que esto tal vez se mezcle con asuntos políticos y reales, pero mientras mas tiempo permanezcan fuera de esto mejor.

Barek se retiro del lugar, y envió un mensajero con Ario para encomendarle lo del vestido de Beatriz, Barek tenía algo en mente y se dirigía al palacio a buscar al soldado Merced.

 

Y... bien sigo con la parte 6, xD si bueno que mas me queda que seguir;) ahora doy la vista del sur de la situacion a los que han leido algo espero les agrade:

Parte 6

Mientras tanto al Sur del Reino de Burgel se encontraba la reciente nombrada ciudad republicana Rose, una de las ciudades mas representativas del sur que se extendía incluso entre las montañas, famosa por haber sido la primera ciudad en derribar a la Realeza de sus laureles mientras se llevaban a cabo las expediciones a las tierras vírgenes, este acto revolucionario vino de la mano del general Franz De La Cross, ahora nuevo representante de los republicanos en si. La república se preparaba para lo que iba a ser el primer encuentro con la cruzada de la orden Le’Calarie, Franz había ordenado a sus generales de confianza que prepararan la defensa, pero con la intención solo de bloquear el paso directo a su ciudad, por lo que decidieron arrojar un pequeño grupo de soldados al paso del Rio Sebas que era el paso principal a la Ciudad de Rose, la ciudad contaba con muy pocos soldados, realmente la Realeza mantenía esa ciudad mas como una zona neutral, no tenia un fin estratégico, ni riquezas aparentes, la mayoría de sus ciudadanos eran mujeres y niños, había una cantidad muy pobre de hombres para la batalla, un poder militar muy escaso, y que se mantenía como una gran ciudad por estar rodeada de hermosos jardines, un acabo arquitectónico elegante, y su estrecha relación con la naturaleza por estar tan entrelazada con las montañas, por esta razón la orden de la iglesia pensó que el primer asiento principal para extenderse en el sur era cayendo directo a esa ciudad.

En la entrada de la ciudad se formaban 5 columnas de unos 350 hombres jóvenes y mayores, y en frente de todos se encontraba lo que seria la mano derecha de Franz el General Shirobu, un hombre relativamente apuesto, con ojos grises y un cabello plateado que le llegaba al cuello, una armadura elegante con diseños de dragones y lo que parecía una espada que llevaba en la cintura de manera horizontal y un cinturón con varias cuchillas, el general avanzo a los hombres que iban revestidos de pies a cabezas con una armadura con un diseño extravagante, color gris delgadas y cada columna con diseños de bestias, León, Dragón, Serpiente, Águila y Chimera, excepto un soldado de lo mas alegre que iba caminando al lado de Shirobu como si no fuera parte de el ejercito aunque iba también vestido en armadura, alto de cabello marrón que caía sobre sus cejas y que llevaba a simple vista un tridente como arma, Shirobu hizo una seña con su puño y todos los soldados se detuvieron a la par y hicieron una despedida a todos los que miraban a la tropa retirarse.

— Ehhh!? ¡Shirobu! Yo sabia que tenias tu lado encantador, jeje hacer esto antes de irnos que lindo de tu parte —el joven al lado de Shirobu con una enorme sonrisa—
— Es lo mínimo que puedo hacer, estos hombres quieren su ciudad y no saben si volverán a verla —decía el joven con una calma absoluta—
— Siempre dices lo mismo, y en la batalla cuando tuvimos que proteger del retorno de las tropas reales tenias 70 hombres y… después de la batalla tenias… ¡ah si! 70 hombres.
— Fue distinto era una batalla muy segura Michael
— Jajajaja, ¿y esta te pone en duda? —mirando fijamente la espalda de su general—.

El joven movió su cabello plateado y se dio la vuelta para ver a todos despedirse y hacer la señal de que debían continuar.

— No es que me ponga en duda pero la orden debe tener a unos mil dirigiéndose hacia acá, sin contar los refuerzos que podrían llegar.
— No importa mi señor yo seré el tridente que acabe con aquellos que traten de dañar a nuestros camaradas —haciendo Michael una reverencia—.
— Bien… entonces continuemos —dio la vuelta nuevamente y siguió la marcha perfecta—.

 

Buehhhh!!! al fin regrese de unas pequeñas vacaciones y les dejo la parte 7, les agradesco a todos sus comentarios y criticas y me aplicare para mejorar la historia poco a poco, en fin aqui tienen espero que disfruten:

Parte 7:

Al salir de la ciudad Shirobu y Michael detuvieron a la tropa para decir la frase final.

— ¡Bien!, todos prepárense para seguir el encuentro con La Orden será mañana al atardecer así que avancemos rápido y sin dudar, por la protección de nuestra ciudad, nuestra cultura y nuestro futuro. — Gritaba Michael a todo dar —

Los soldados se animaron e hicieron un saludo para seguir el avance sin parar.

— Bien si la marcha avanza a paso normal estaremos en el paso para el anochecer y podremos establecernos, ¿los carruajes con la comida Michael? —con mirada fija en el horizonte—.

— Listos para salir tras nuestra marcha al igual que el carruaje de medicinas donde van algunos curanderos de la iglesia.

— Demostremos algo Michael —mostrando una leve sonrisa en su rostro—.
— ¿Ah? ¿Que quieres decir Shirobu? —Con cara de sorpresa—.
— Demostremos un poco lo que es el poder de una república naciente… del ejercito de una ciudad que consideraban nula… de la ciudad de Rose —volteándose con una sonrisa—.
— Así será mi señor — Michael haciendo una reverencia—.

Mientras tanto más allá del paso del rio, al norte, avanzaban varios carruajes de batalla con el emblema de la iglesia de Tel, era la orden que avanzaba en línea recta por toda la zona. Los carruajes se detuvieron por un momento y bajo un hombre bajo, de tez pálida con el cabello extremadamente corto, sin armadura ni nada, dio una señal rápida a quienes llevaban los carruajes, un grupo siguió hasta el paso mientras que el otro fue al Suroeste siendo este grupo un poco mas pequeño que el que siguió a la ciudad. Faltaba muy poco para que ambos ejércitos se encontraran frente a frente en las praderas frente al rio sebas.

— ¿Sabes que se acerca la batalla? Sr.Barek… —dice la voz misteriosa—
— ¿Qué? ¿a que te refieres? — Pregunta Barek mientras espera al joven Mérced frente al castillo de Loriel—.
— ¡Si! Así como lo oyes, la Orden esta a punto de enfrentarse a la tropa republicana.

Barek dio un salto hacia adelante asustando a las personas que pasaban por el lugar.

— No puede ser ¿tan pronto? ¿Y los republicanos? Que tienen que ver ellos… no me digas que van directo a Rose
— Ding Ding Ding!!! En efecto Sr.Barek, van directo a Rose será el momento en el que la balanza de poder se desestabilice, ¿que crees que hará el Sr. Rey en esta oportunidad?
— Es cierto si los ejércitos chocan, puede usar a la iglesia como móvil — Inquieto por la situación se tapa la boca con la mano y se recuesta de la pared —
— ¿Te has dado cuenta que has creído todo lo que he dicho sin dudarlo?
— No lo pongo en duda… se que pronto me llegaran noticias… tenia un leve presentimiento de que algo así pasaría.
— Hum, ya veo en fin Barek esto será posiblemente una oportunidad en un millón, prepárate, y pensar que mañana es aquella fiesta del hijo de Loriel — la voz tornándose mas grave —
— ¡Cierto! Pero ¿Qué quieres decir?

La voz desapareció dejando a Barek con numerosas dudas, cuando Barek se disponía a recuperarse para irse apareció el joven Mérced con la típica serenidad que lo caracterizaba aunque lo sorprendió un poco la cara de sorpresa que poseía su superior.
— Mi señor ¿ocurre algo? —Preguntaba preocupado el joven soldado—
— No, no para nada Mérced —recuperándose rápidamente y colocándose firme ante el joven—
— ¿Quería hablar conmigo de algo señor? —
— Si Mérced quería preguntarte si has notado algo extraño últimamente, el Rey, los soldados, el reino, algo…
— Pues no se si decirle extraño o un simple deja vu
— ¿Ah?, ¿que quieres decir?
— Si estoy en el palacio y veo a una mujer de cabello rojizo de piel morena, al asomarme por la ventana vuelvo a ver a la misma mujer de cabello rojizo de piel morena, pensaba que era solo mi impresión pero me ha pasado un par de veces
— ¿Crees que sea un usuario? — Comenzando a caminar —
— No estoy del todo seguro pero ¿que clase de habilidad es en dado caso? —Siguiendo a Barek—
— Ni idea, aun tengo tiempo de consultar.
— ¿Va a ir a ver a esa mujer de nuevo mi señor? —
— Es necesario
— Bien si va a la torre prisión ya mismo, puede estar aquí para mañana al mediodía, la ceremonia del príncipe es al atardecer
— Perfecto, entonces partiré pero antes de… quería preguntarte Mérced si algo llegase a ocurrir con el Rey o conmigo ¿que pasaría contigo?

 

Bien para culminar lo breve que fue la Parte 7 aqui les dejo la Parte 8, agradesco a todos los que me han comentado, he tratado de aplicar las correcciones lo mejor posible nunca se me ha dado la ortografia en su mejor expresion pero buehhh XD igual muchas gracias espero que sigan leyendo y sea de su agrado, por cierto en la parte 9 hay un pequeño salto en la historia esperenlo XD

Parte 8:

— Mi señor ya hice mis votos como caballero, pero no para el Rey, decidí seguirlo a usted que me ha ayudado a superar las pruebas que han sido colocadas.
— Bien, entonces preparémonos para lo que sea.

Barek se dirigió al establo real tomo uno de los caballos y salió disparado inmediatamente de la ciudad, mientras aun el ejercito republicano y el ejercito de la orden se aproximaban a su zona de batalla.

En medio de la noche Barek llego al dichoso lugar, la torre prisión, en la cual se encontraba una sola prisionera, era una torre de 4 pisos protegida por una pequeña cantidad de guardias pero muy bien entrenados, Barek se dispuso a entrar presentándose ante los guardias bajo la excusa de una investigación para el Rey, excusa que ya había aplicado con anterioridad para visitar ese lugar, los guardias dejaron pasar al General quien cruzo un largo pasillo hasta toparse con unas escaleras de caracol que subían, y unas escaleras al fondo del pasillo que llevaban a un nivel inferior, Barek siguió y bajo por las escaleras hasta encontrarse una puerta con varias cerraduras y un guardia muy bien armado.

— Con su permiso he venido a hablar con la prisionera — Barek con voz seria.
— Vaya, esta mujer si que tiene la atención sobre ella, y pensar que no es mas que una de esas criaturas siniestras — el guardia sin moverse de su posición.

Barek se perturbo un poco por el comentario, pero rápidamente se tranquilizo y prosiguió.

— Pues en efecto es necesaria para los planes del rey.
— Considerando que solo usted podría aguantar a esa cosa imagino que por eso se le confió esta investigación — el guardia se dio la espalda y comenzó a retirar los cerrojos y a retirar las cadenas.

De pronto el guardia tomo los mangos de la puerta y los halo, la puerta era de gran grosor por lo que aplicaba extrema fuerza para abrirla, en el momento que se abrió lo que se veía era un pequeño túnel oscuro con varios orificios para que entrara y saliera el aire, y mas importante para que no hubiese eco en el túnel.

— Toda suya General.
— Bien no tardare mucho.

El general se introdujo con una antorcha y fue encendiendo algunas que se encontraban en las paredes, después de unos cuantos pasos y bajando otras escaleras, descendió mucho mas bajo el nivel del suelo, hasta llegar a una puerta de madera la cual abrió con una llave que poseía y entro en un salón donde había una pequeña mesa con unas frutas, una cama y un pequeño banquillo. Barek encendió las velas que estaban sobre la mesa y coloco la antorcha en la pared, al voltearse se fijo que allí en el banquillo se encontraba la mujer que buscaba la doncella Sophia Valentine, la hija de uno de los nobles mas prestigiosos del reino que tiene bajo su poder numerosas tierras al norte del reino cerca de las costas, ante el nacimiento del Reino de Burgel, escapo dejando a su hija atrás y Loriel que quiere a los nobles de su lado para expandir su territorio no dudo en encarcelarla hasta que entregara las tierras o dijera el paradero de su padre, el problema es que Sophia poseía una extraña peculiaridad y Barek era el único que podía soportarla.

— Así que aquí estoy de nuevo Sophi, creo que ya sabes para que — dijo Barek mientras tomaba asiento sobre la cama.
— ¿Quieres verificar conmigo si el Rey es un usuario de nuevo? — Sophia levantándose del banquillo y caminando hacia Barek.
— En efecto, eres la que mas sabe del tema de los usuarios y las cosas que pueden o no hacer.

Sophia se sentó al lado de Barek y abrió su boca como para gritar, pero Barek ni se inmuto ante el extraño acto.

— Aun me sorprendo, ¿por que mi voz no tiene efectos en ti?, si se que no eres sordo.
— Ya te lo dije, yo puedo escuchar mas allá de tu voz — de pronto Barek se volteo y la tomo por los brazos y se acerco — ahora dime Sophi ¿que es lo que sabes?, es la única manera que tu y tu padre se salven, pero debes decírmelo ya, no hay mucho tiempo

Sophia estaba sorprendida y alejo su mirada de Barek un poco, estaba un poco anonadada por la manera en la que Barek la tenía.

— No lo se Barek, aquí donde estoy no puedo sentir si hay alguna anomalía en el Reino disculpa que no te sea de mas ayuda.

Barek coloco su mano sobre la cabeza de Sophia y le dijo:

— No te preocupes, también estoy algo desesperado.

De pronto Barek se levanto y de su armadura saco unas frutas que llevaba consigo.

— Discúlpame pero tendrás que comer esto hoy.
— No hay problema ya estoy acostumbrada.
— No… pronto saldrás de aquí así que vas a comer esto hoy —Mientras tomaba rumbo a la puerta.
— Adiós Barek no hagas nada apresurado.

Barek salió de la habitación y subió rápidamente, intercambio una breve despedida con los guardias y de inmediato salió a tomar su caballo, a pesar de que no había obtenido una información útil, su mente se había calmado lo suficiente para lo que estaba por venir.

 

Buenas buenas, ehhh guao gracias por los comentarios el ultimo me dejo O.O! pero no quita que mejore lo que escriba, no pude hacer muchas correcciones a esta parte por que la habia adelantado en otro lugar pero igual aqui esta, alargo un poco aca lo que publico en esta parte espero sea de su agrado saber un poco de Franz De La Cross, bien parte 9

Parte 9:

Franz De La Cross era un hombre interesante, tenia unos 40 años de edad y desde joven le había interesado la geografía, vivió una infancia relativamente normal, ni muy exquisita, ni muy pobre, realizo uno que otro estudio hasta que fue alistado en el ejercito a sus 19 años por falta de soldados, viajo por varias ciudades, y participo en la batalla de Oschetra, una gran isla que se encontraba cerca de unos pasajes montañosos, fue lugar de una sangrienta batalla entre la Realeza y los piratas que termino ganando la realeza, a sus 25 años tenia un alto cargo y participo en los viajes de exploración de las tierras montañas, que no fueron nada fructíferos, pero para alguien fascinado con la naturaleza no era mas que una experiencia magnifica, durante esa travesía desviándose de sus hombres se adentro un poco en el bosque, y de pronto sentado en una raíz encontró un chico que poseía la apariencia de alguien de 15, aunque tenia 12, con una cabellera blanca que llegaba a su cintura y unos ojos completamente grises, pero extremadamente delgado, poco a poco Franz se acercaba al chico que lo miraba asustado.

— Ven, ven aquí acercando su mano lentamente
— ¿Qu-q- qui es usted? — Decía el chico tartamudeando y cortando las palabras.
— Mi nombre es Franz y ¿tu eres? — Franz toco el hombro del chico con motivo de acercarse.

De momento el chico, abrió los ojos con sorpresa y arrojo un golpe a Franz quien lo detuvo, pero inmediatamente el chico con su otra mano la arrojo como si fuera a cortarlo con ella, Franz trato de alejarse pero era demasiado veloz y logro rasguñarle la frente. El niño retrocedió atemorizado, mientras Franz caía sentado al suelo.

— ¡Ay! agh como duele — Decía mientras se sobaba la espalda —, una velocidad inhumana ¿eh?, vaya así que eres uno de esos.
— T-tu tam-tambien quieres mat-arme — Preguntaba el chico tembloroso —, pero de pronto sus ojos se tornaron verdes y cambio rápidamente la postura y la manera de hablar, esos soldados arrasaron con mi aldea, mataron a mi familia solo por que me ocultaban, no pedí nacer con esta maldición, no quise ser un niño maldito, así que si vas a matarme ven ¡e inténtalo! — Colocándose en posición para atacar a Franz.
— Vaya, así que esa es tu historia, pues en comparación a la mía, si que la has pasado mal — aun estando en el piso, de pronto cruzo sus piernas y prosiguió — y… pues no, no pienso matarte, pero si pienso pedir que vengas conmigo, tengo planes y sueños, sueños donde todos vivamos en paz, para mi no existen tal cosa como los “usuarios malditos” o “criaturas del mal” nada de eso, son personas igual con sentimiento, con algo que va mas allá de lo natural, pero el mundo, dios, el universo, lo que sea, los ha colocado aquí y quiero que todos seamos capaces de verlo y crear una verdadera Harmonía, por eso necesito gente como tu para que me ayude.
— ¿Así que piensas utilizarme como herramienta?
— Si, así es tu serás mi herramienta para crear un lugar donde todos, incluyéndote puedan vivir en tranquilos — se acomodo rápidamente y se puso de pie —, así que ¿me acompañas? — extendiéndole la mano —.
— Hm, no quiero creerte, pero no hueles como aquellos que arrasaron con mi familia — tomando la mano de Franz.

Franz y el chico siguieron caminando agarrados de la mano por el bosque, los ojos del chico estaban grises de nuevo, de pronto el chico pregunto:

— ¿P-por q-q-que harmonía y tranquilidad, y n-no h-ha-blas de paz, no seria eso lo per-fecto para todo?
— Paz…, es una palabra que tiene mucho peso en esta vida y realmente no creo en ella, por eso te digo que solo conseguiré paz al morir, mientras este con vida creare harmonía y tranquilidad.
— Oh, y-y-ya veo — decía el chico sorprendido por la respuesta.
— Por cierto, no me has dicho tu nombre.
— N-n-no tengo no-no-nombre, lo he o-o-olvidado
— Ya veo, bien de ahora en adelante te referirás a mi solo como Franz y tu te llamaras ehmmmm… a ver, ese cabello blanco que solo tu posees, aja! De ahora en adelante te llamaras ¡Shirobu!
— ¿Shi-sh-shirobu? — Preguntaba el chico con sorpresa, mirando a Franz con gran asombro.
— No, no así dilo bien será tu nombre así que ¡dilo! SHIROBU! — Haciendo gran exclamación al nombre.
— Sh-Shiro-Shirobu
— ¡No!, hazlo de nuevo y con todas tus fuerzas, me entiendes ¡vamos!
— ¡Shirobu! — Grito al fin el chico.

De pronto Franz De La Cross reacciono estrepitosamente de su cama, por el llamado de una soldado que estaba a la puerta.

— ¿Que ocurrió mi señor, tenia una pesadilla? — pregunto la joven.
— No, no para nada solo estaba hundido en un recuerdo de mi pasado, ¿Qué hay de nuevo?
— Calculo que para el mediodía de hoy las tropas de La Orden y las del General Shirobu deberían establecer contacto
— Bien Shayenne, ¿Cuántos hombres tenemos aquí listos para batallar? — Preguntaba mientras se ponía de ponía y salía a los pasillos de su casa.
— Mi señor solo hay 100 hombres aquí, y 20 están en las guardias internas, por lo que contamos realmente con 80 — Decía la joven con pesimismo.
— Pues diles que se preparen presiento que se avecina una pequeña brisa del sureste, por cierto ¿el gremio no se ha presentado?
— No mi señor, aun no, inmediatamente iré a alistar a los hombres. — dejando a Franz mirando por la ventana el amanecer.

Barek alcanzo a ver el reino de Burgel mientras avanzaba a caballo, paso rápidamente por los portones del reino y se disponía a ir al establo de una vez, pero algo le pasaba una sensación de mareos y nauseas lo invadió por un momento, detuvo al caballo y respiro un momento, levanto la mirada de su ojo a la izquierda y noto a una señora que lo observaba, volvió a bajarla y al levantarla la señora ya no estaba allí pero noto un jarrón extrañamente deforme justo donde creyó haber visto a la señora. Barek no se tomo la molestia de pasar por Beatriz, ni por donde el sastre Ario, fue al establo y automáticamente fue al palacio a comenzar los preparativos de la guardia para el evento, que para su suerte Mérced ya había adelantado un poco.

— Bien Mérced ¿Cuánto nos queda antes de el gran evento?
— Ummm, yo diría que unas 2 horas antes de que llegue la gente, tomando una hora de etiqueta y bienvenida y otros 30 minutos para el comienzo formal de todo.
— Bien, entonces ire a prepararme.
— Por cierto Sr. Barek el Sr. Ario me pidió que le entregara lo siguiente — sacando de su bolsillo un parche negro de diseño exacto con el angulo y tamaño para tapar el ojo izquierdo de Barek.
Vah, ese Ario — Decía Barek con cierta satisfacción en su rostro y tomando el parche.

 

Pues aqui de regreso continuando la historia xD, ya armada la Parte 10 espero sea de su total agrado.

Parte 10:

Barek caminó por un gran pasillo del palacio hasta encontrar una habitación vacía que usaba como un pequeño deposito, allí tomo el emblema real que nunca usaba y que iba en su hombro derecho, también retiro el vendaje de su rostro, comenzó a tocarse el rostro hasta avanzar a su ojo, retiro la mano súbitamente y comenzó a colocarse el parche, al finalizar hecho su pelo hacia atrás y escucho una voz.

— Vaya, te sienta bien ese look
— Tu de nuevo, ¿es que no tienes a alguien mas que molestar?
— Ummm, quien sabe lo cierto es que falta muy poco y te tengo una pregunta, que puede estar relacionada con el evento de hoy.
— ¿Ah si?, entonces hazla.
— Dígame oh gran General del poderoso y extraño Reino de Burgel, ¿Sabes lo que es un rito de sangre?
— ¿Rito de sangre?, de que diablos me hablas no se nada de esas cosas oscuras, o de brujería.
— Que lastima, en fin también te diré un par de cosas, lo primero no te descuides, lo segundo que nada de lo que pase aquí hoy afecte tu manera de ver las cosas y tercero que el ejercito de Rose ya se encuentra en el paso esperando la llegada de el ejercito de la Orden.
— ¿A que viene todo esto?, ¿Qué no me descuide y que no cambie la manera de ver las cosas?, no entiendo que es lo quieres, no entiendo porque vienes a mi, y ¿Por qué me informas del encuentro de la Orden?
— Es necesario que lo sepas, ve la casualidad del tiempo en el que la batalla se llevara a cabo.
Barek se detuvo un momento a pensar, y ciertamente para cuando todo comenzara, la batalla también se estaría llevando a cabo, pero es a una distancia considerable ¿Por qué tendría que ver algo en esto?, eran pensamientos que surcaban su mente, aquella voz había desaparecido, Barek salió de la pequeña habitación y miro por un ventanal al final del pasillo y comenzó a pensar que algo no andaba bien, pero no se sentía capaz de enfrentar a Loriel en ese instante, faltaba poco tiempo se sobo la sien derecha con su mano, respiro hondo y camino hacia la cocina, no había comido nada decente y buscaba a que hincarle el diente antes de que la fiesta iniciase.

Mérced estaba platicando con unos soldados que querían repasar sus lugares durante el evento, al concluir se dispuso a ir hacia la puerta principal pronto llegarían los invitados que madrugan y siempre intentan ser los primeros, o eso se decía el, luego llegarían los que el consideraba medio normales, semi-puntuales, habladores y medio sutiles, y de ultimo dejamos a los mas ruidosos, los que llegan tarde, elegantes y creen que la fiesta comienza cuando ellos llegan, en fin entre sus pensamientos llego a la puerta y en efecto habían unos cuantos mayordomos recibiendo a unos cuantos que ya habían llegado, y que tendrían que esperar una media hora antes de que en verdad comenzara a llegar el resto, Mérced avanzo y de pronto vio a una mujer en un vestido verde muy claro y con un exagerado escote, pensó que en cualquier momento ese escote no seria suficiente y se dio la vuelta, por algún motivo volteo de nuevo a buscar a la mujer pero no la vio pensó que ya había entrado, pero al fijar bien la mirada noto una mesa un tanto deforme justo al lado de la entrada aunque no le dio mucha importancia, siguió y se unió a la guardia de la entrada secundaria de hay no se movería hasta que llegaran el resto de los invitados.

Mientras en Burgel comenzaba una fiesta, al sur iba a comenzar otra con la reunión de la Orden y los Republicanos, las tropas de Shirobu ya se habían asentado en el paso, los hombres descansaban del viaje mientras el y Michael observaban el campo, vigilando la llegada de sus adversarios.

— Pronto estarán aquí — Dijo Shirobu con una mirada seria hacia el horizonte.
— Si que si, pero no importa cuantos sean unos cuantos movimientos y ¡Shin! ¡Da! ¡Ha! Habrán caído ante nosotros — Michael lanzando golpes al aire mientras sonreía.
— Tienes demasiada energía, pero esta bien mantenla así para la batalla.
— Jajajaja, ¡Vamos querido Shiro! ¿Cuándo te ha dejado mal mi energía en una batalla? — Colocándose las manos tras la cabeza observando a Shirobu con una sonrisa maliciosa.
— Je, tienes razón — sobándose la frente con los dedos ante el extravagante comentario.

De pronto Shirobu se sorprendió bruscamente, sentía un extraño aroma en el aire, y fue cuando entendió, al fin las tropas de La Orden habían llegado, le hizo una señal a Michael con la mano, este rápidamente corrió y hizo otra señal a un soldado, el cual comenzó a sonar un cuerno que alerto a todos los hombres.

— ¡Bien prepárense! Formación León al frente, Serpientes atrás, Chimeras protegerán el costado derecho, Dragones el izquierdo, Águilas tomen posición detrás de el Rio — Gritaba Michael a los soldados a todo dar.
La batalla se llevaría a cabo en el paso del Rio Sebas, una región con montañas por el este y con unas amplias planicies del otro lado, que en un punto eran cortadas por un rio proveniente de las montañas, gracias a las expediciones del sur se construyo un enorme puente sobre el rio, considerado el acceso principal y mas fácil hacia las tierras del sur, los otros caminos llevarían mas tiempo. Shirobu había entrenado a los hombres de Rose incluso antes de que De La Cross tomara el control de esta y había incluso creado un código sencillo de seguir por unidad colocando en el diseño de la armadura una bestia, la unidad principal eran los Leones que eran espadachines, las Serpientes eran una unidad lancera, las Chimeras y Dragones eran unidades alternas de protección, escudo y espada o escudo y maza, y el ultimo grupo eran las Águilas que eran arqueros entrenados específicamente por la soldado Shayenne una compañera muy importante para Shirobu, Michael y Franz. El campo estaba prácticamente listo, los hombres de La Orden ya estaban a la vista y Michael terminaba de pulir la estrategia.

 

Fiuuu... hi hi aqui de regreso y pues les traigo lo que vendria siendo la primera batalla de Shiro y Micha jejeje en fin espero sigan disfrutando y gracias por los comentarios jejeje.

Parte 11:

La Orden detuvo sus carruajes de batalla a una distancia prudente del enemigo, comenzaron a bajar de estos numerosos soldados armados con una armadura de un tono gris claro y que poseían una cruz escarlata en los hombros, los carruajes eran amplios y largos para transportar una cantidad decente de soldados factor que tomo un poco por sorpresa a Shirobu. De pronto de uno de los carruajes se bajo un hombre largo y un poco pálido de cabello negro, peinado todo hacia adelante, llevaba puesta una armadura de diseño distinto y muy ajustada al cuerpo, pero que a su vez tenia un diseño flexible, comenzó a hacer seña a los soldados quienes automático respondían y se formaban preparando el armamento.

— ¡Vaya!, ¿Cuántos hombres calculas allí Shirobu?
— Hum, La Orden nos quiere fuera de juego
— ¿Ah, tu crees? Hay como mil hombres allí.
— Ummmm no, hay unos 750 o 800 como máximo, pero que extraño su aroma me dice como si fueran mas.
— Pues no importa lo que te diga su aroma esto va a ser divertido.
— ¿Puedes manejarlo? Son 750 contra 350 hay una gran diferencia de poder.
— Vah, los números no importan y menos teniéndonos a nosotros, te lo aseguro ganaremos o si no me dejare de llamar Michael Silvergh — Haciendo un gesto con la mano para terminar apoyándola en el hombro de Shirobu.
— Bien, confió plenamente en eso, esperemos entonces.

Shirobu se posiciono en frente de sus tropas y al lado se coloco Michael a esperar el avance enemigo. La Orden comenzó su formación de batalla y avanzo hasta llegar a una distancia prudente de los hombres de Shirobu.

— Señor Nick, la formación del enemigo es inusual ¿verdad?, me parece ilógica — decía un soldado al hombre delgado y pálido que tenían como capitán.
— En efecto, pero es una estrategia lógica la están aplicando para mantenerme alejado del puente si te fijas bien, lanceros de retaguardia es completamente absurdo pero al estar enfrente del acceso crean una barricada.
— ¿Una barricada?, por favor somos muchos mas que ellos y son pocos lanceros.
— Quiero que las tropas carguen por el frente obligando a sus costados proteger el frente para que los atrapemos con una pinza.
— ¡Entendido capitán!

— ¿Michael no crees que esta estrategia sea demasiado obvia?

— Pues si relativamente es sencilla y fácil Shirobu, hay 2 opciones, que el enemigo no note el plan y podamos aplicarla de manera sencilla pero eso lo dudo, la otra opción nos coloca en un plano mas drástico, ellos se dan cuenta del plan y tratan de aplacar el frente para que nuestros costados atiendan y así caer en forma de pinza sobre nosotros.
— ¿Y tienes algo planeado algo para esa circunstancia?
— En efecto, aplicaremos el trabajo en equipo triangulamos por grupos, como en aquella batalla por Rose, las tropas crean una línea dispersa y cargamos como si fuéramos una flecha alternando la formación original a una donde la defensa sea nuestro ataque.
— Bienvenido sea tu conocimiento y espero que se mantenga así hasta el final de los días — mientras mantenía una sonrisa de satisfacción por escuchar tal idea.

Las tropas de La Orden se detuvieron y avanzaron unos cuantos hombres y el capitán al frente, el capitán camino hasta quedar frente a Shirobu.

— Eres el capitán de este pequeño grupo de soldados — de manera autoritaria y con su mano derecha en la espada que cargaba en la cintura.
— (¡Vaya!, una Katana un arma de las islas Sineas al norte quien lo diría, veo que Tel ha desarrollado unas cuantas relaciones) — pensaba Michael mientras analizaba al enemigo.
— Te corrijo soy el líder de este ejercito, mi nombre es Shirobu
— ¡Ja!, el mio es Nick Okris y soy uno de los 9 Caballeros de Tel, terminemos con esto rápido ríndanse, retírense, no quieren terminar heridos, y la iglesia no quiere mucha sangre en su avance.
— Lo siento pero no permitiremos que trates de apoderarte de estas tierras.
— ¿Apoderarnos de sus tierras?, no vamos a eso, solo queremos que nuestra religión sea respetada en el sur y castigar a los herejes que pueden creer en otros dioses.
— ¿Y eso no es conquistar?, considerando que la religión de la república es distinta a las doctrinas presentadas en la Iglesia de Tel pienso que atacaran Rose.
— Te demostrare la razón de una vez por todas por las que deben largarse — cambiando la mirada bruscamente.

De pronto Nick que se encontraba firme se inclino hacia un lado como si estuviera desmayándose y desapareció, Shirobu se sorprendió y sus ojos comenzaron a seguir el aire pero cuando retorno la mirada Nick estaba en su posición firme de nuevo, Michael volteó bruscamente a ver sus hombres cuando vio que 4 de estos habían recibido un corte en el pecho, el corte no era mortal pero si muy preciso.

— Que rayos!? — Michael sorprendido por el espeluznante suceso.
— ¿No eres un usuario y atacas de esa manera? — Preguntaba Shirobu con furia.
— No me insultes llamándome de esa manera tan espantosa, he entrenado por años mi velocidad, por algo soy un caballero, ¿así que se rinden?
— No, mas bien me has dado un motivo para hacer que se riegue un poco mas de sangre en este campo de batalla, nadie hiere a mis hombres en mi presencia — Shirobu dio una señal rápida para que se prepararan.
A su vez Nick salto hacia atrás y retrocedió, igualmente haciendo una señal sus hombres se agruparon y comenzaron a avanzar con armas al frente.

— Shirobu déjame a ese sujeto tu encárgate de dar tiempo a mi plan, ese sujeto tuvo que darse cuenta de mi estrategia.
— ¿Estas seguro Michael? Se ve bastante peligroso.
— No te preocupes, disfrutare de esto un poco por los hombres que hirió.
— Es todo tuyo — desenfundando el sable que llevaba Horizontalmente en su cintura.
Los 2 ejércitos estaban al fin frente a frente, Shirobu comenzó a avanzar directamente hacia Nick quien se preparaba para atacarlo con su espada, de pronto Shirobu dio un gran salto para pasar sobre Nick el cual pensaba seguirlo pero se dio cuenta que Michael venia a toda velocidad a golpearlo con su tridente, trato de desenvainar la espada rápidamente pero una de las puntas del tridente de Michael golpeo bruscamente el mango de la espada deteniendo la oportunidad de desenvainarla, el impacto fue extremadamente poderoso entre ambos guerreros, generando el primer choque estremecedor de la batalla.