Lagrimas de sangre

Hola a todos, bien este es el primer Fic que publico en este foro asi que por favor quiero que me sean lo más sinceros con sus comentarios. Esta es el pequeño prologo y el primer capitulo del Fanfic.

Lagrimas de Sangre​

Limpie la sangre que resbalaba de mi labio y mire a mi contrincante, este no me miraba con ninguna expresión, era como si no quisiera pelear pero algo le obliga a hacerlo que en este caso era yo. Me dio más rabia verlo de aquella manera y tome mi Kunai envenenado. Mire los cuerpos inertes que estaban a mi alrededor y después mire la limpia roba de Sasuke, la compare con la mía que estaba llena de polvo y manchas de sangre. Sabía en que me había convertido. Era un monstro y no un simple monstro, uno como Sasuke.
De pronto él saco su espada y combinándolo con su Chidori volvió a la espada más mortal de lo que ya era. Trague grueso al verso inclinarse, listo para el impacto. Tome un último respiro, y corrí hacia él.

Capitulo 1​

Cambio de camino​

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– ¡Por favor…! Yo… te amo– llore, mirando como Sasuke caminaba hacia las enormes puertas de madera que indicaban la traición, no quería que se fuera, menos de mi lado – ¡Si te vas gritare!– capte su atención, y de un momento a otro lo sentí detrás de mí. Cerca de mi oído, muy cerca.

–Sakura…– estaba lista para recibir mi rechazo, como las millones de veces que él me había rechazado indirectamente en todo el tiempo que había sido y seremos compañeros. Sentí la respiración de sus labios y espere a que esas horribles y últimas palabras escucharía –Quiero que vengas conmigo.

Deje de llorar al instante y mis pupilas parecieron dilatarse, voltee bruscamente hacia los ojos de Sasuke. ¿Acaso…? No, no era posible la posibilidad de que alguien como él, Sasuke Uchiha el último sobreviviente de su clan, orgulloso de su apellido y siempre pendiente de su papel de chico frio podría pedirme o más bien decirme tales cosas. No después de lo que había dicho momentos antes. “Todos en Konoha son una molestia para mi, solo hacen que no pueda cumplir mi camino ninja.”

– ¿Qué…?– quería que en ese momento las palabras no fueran necesarias y Sasuke no las exigía, solo me miraba con tranquilidad.

–Eres una ninja medico– me dijo. Sasuke solo me había visto un par de veces en clase con Tsunade, la ultima vez había sido en el hospital cuando el aun estaba en cama por la lucha contra Gaara. Lo único que era capaz de curar en estos momentos era un simple conejo.

–Estoy aprendiendo– le susurre algo avergonzada.

–Y tu camino ninja… ¿Cuál es?– no entendía el por qué de sus preguntas, no entendía la situación. Desde un principio yo espera el rechazo y desprecio total de Sasuke, esperaba verlo atravesar las puertas de Konoha, dejándome sola y desconsolada en ese lugar. Esperaba todo menos esto.

–Proteger a mis seres queridos– estaba respondiendo sin pensar. Bastantes eran los debates que tenía en i cabeza que no recordaba que Sasuke seguía ahí, conmigo. Pidiéndome que me fuera con él.

–Ven conmigo, mejoraras tus técnicas– me dijo mientras se aproximaba a mí, y yo a cada paso que daba él hacia mí, yo daba uno hacia atrás –Y me protegerás…

–Esto… es una broma, ¿Verdad?– sentí como mis ojos volvían a humedecerse –Se lo que pretendes, y es burlarte de mí, ¡¿Para qué querrías tu a alguien a la que le has dicho molestia un millón de veces?!

No pude evitar que una lágrima se derramara por mi mejilla, dejándola a la vista de Sasuke que aun no expresaba ninguna señal de emoción. O quizá era yo la que no veía. Sentí los brazos de Sasuke en mi cintura y lo mire sonrojada, tenía una tenue sonrisa arrogante en sus labios.

–Siempre eres tan molesta… nos descubrieron– no capte muy bien sus palabras pero sentí como me elevaba y me cargaba en su hombro –Nos vamos de Konoha.

No me di cuenta de cuando salimos de la aldea pero sentí como Sasuke comenzaba a saltar los arboles con mucha rapidez y agilidad. Mi cara chocaba con su espalda y en ese momento reaccione, Sasuke básicamente me había raptado. En ese momento me puse a patalear y le di golpes en la espalda que parecieron débiles ante Sasuke no dijo nada y solo me agito bruscamente, dando a entender que no molestara. Paso por los arboles más estrechos y delgados que encontró y en ese momento yo me había golpeado con fuerza. Sentí algo tibio surcar por mi frente y efectivamente, estaba sangrando.

-¡Bájame grandísimo tonto!- le grite enojada. Vi como este se daba cuenta de mi herida y me cambio de posición, cargándome esta vez en sus brazos. Me sonroje a pesar de la situación pero no deje de sentí molestia.

-Sera mejor que pongas a prueba tus habilidades- escuche que me decía –Porque lo que viene ahora no tiene comparación.

-¿A qué te…? ¡Ah!- Sasuke salto con fuerza uno de los troncos y por unos segundos estuvimos flotando por el aire.

-¿Ves a la aldea? Puede que ahora este tranquila- me comento – Pero cuando despierte se darán cuenta de nuestra ausencia y eso significa traicionar a la aldea. Desde ahora somos renegados de Konoha.

-¡No, yo ni quiero!- forceje un rato con Sasuke donde al final termine perdiendo y él me estrujó más a su cuerpo para después avanzar con más rapidez.

Entendía bien lo que pasaba aunque mi cuerpo estuviera desorientado. Lo que no entendía era porque Sasuke había decidido llevarme a mí, pudo haber sido alguien más, Ino, Tenten, Hinata… De entre todas yo era la más débil, y seguramente él tenía eso en cuenta. Entonces ¿Por qué?...
Para cuando Sasuke empezó a disminuir la velocidad el sol ya estaba empezando a salir y las nubes empezaban a tomar su rojizo color de la madrugada. Sasuke dejo de correr y empezó a caminar con tranquilidad y yo aun estaba en sus brazos.

-Bájame- le ordene, este sin decir nada me soltó y yo camine hacia la dirección contraria de él.

-¿A dónde vas?- me pregunto.

-A Konoha, imbécil- le dije enojada, pero sentí la mano de Sasuke tomar mi brazo y darme la vuelta bruscamente.

-Eres una traidora de ahora en adelante, Sakura, no puedes volver- no escuche sus palabras y me libere de él con brusquedad, cuando quise seguir caminando sentí un golpe en mi nuca y todo se volvió gris.
Continuara...
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Trate de hacerlo lo mejor posible pero la verda es que siento que me salio pesimo -.-
Solo espero que les haya gustado :D dejen sus comentarios por favor y sus criticas sii es necesario.
Adios!

 

¡Hola otra vez! Me alegra ver sus comentarios. Romeo lamento los errores, pero la verdad es que nunca he tenido buena ortografía y Word no me indica muchos errores que tu dices. Pero prometo mejora con el tiempo. ¿ Podrías explicarme qué es un dedaso? Las comas y los puntos tampoco me los indica bien el Word. Sobre los personajes Sasuke y Sakura, la verdad es que me cuesta trabajo mantenerlos en su papel original n.nU
Sasha, me alegra que te gustara :D a muchos no les gusta los fics narrados por el propio personajes, me alegra que a ti si. ¿La forma en que desarrollo a los personajes? Mmm, la verdad esa siempre ha sido mi forma de escribir así que no puedo asegurarte como es eso de desarrolar un personaje xD

Aquí esta el segundo capitulo.

Capitulo 2​

Escuche ruidos, murmullos e incluso risas. Intente mirar el lugar en donde me encontraba pero no pude ya que algo cubría mis ojos y no era una tela de eso estaba segura, quise moverme pero pare al instante después de escuchar un siseo escalofriante, sentí en mi brazo derecho como algo se deslizaba lentamente, enredaba su invertebrado cuerpo con mi otro brazo dejándome prácticamente atada. Era una serpiente. Sentí otra en mis piernas y me di cuenta que otra serpiente era la que me cubría los ojos, estaba amordazada y no tenia oportunidad a cualquier cosa que me pasase. No grite, tampoco llore ya que bastante era el horror de estar cubierta de un animal capaz de matarte en cualquier movimiento en falso que este diera que la voz se había desvanecido. Y en esos momentos que pensé que las cosas serian peor alguien abrió la puerta.

-Me parece has que despertado- no era Sasuke, pero esa voz me resultaba familiar. Escuche sus pasos aproximarse hacia mí y tomar mi rostro, examinándome –No veo ninguna cualidad en ti para que Sasuke-kun te haya querido traer, solo eres una simple Konuichi.

Me soltó sin cuidado haciendo que cayese al suelo con fuerza y una de las serpientes sisease de enojo. Este fue destapando mis ojos y rápidamente salto hacia aquel hombre que lo había herido mientras que las otras dos serpientes le imitaban la acción. Di un grito ahogado al ver como las serpientes mordían al sujeto y me pareció más tenebroso que estas no le hacían ningún efecto a aquel hombre. Después me di cuenta de que el lugar estaba siendo escasamente iluminado por antorchas, el ambiente que había era húmedo y lúgubre y las paredes estaban hechas de rocas, donde en todas partes había gritas amenazando con caer algún día. Mire la silueta del hombre que aun no se iba y mire su rostro. De un segundo a otro me vino a la mente el recuerdo de los exámenes genin. Esa melena larga de color gris y esa apariencia culta y sabelotodo con esas gafas redondas.

-Ka-Kabuto- no recordaba mucho de él, solo la vez que nos había salvado a mí y a Naruto cuando quisimos abrir los pergaminos del examen. Pero esta vez no veía aquel chico que probablemente nunca existió, miraba a un ser macabros que me miraba con su presa, su juguete de diversión y frustración.

-Me recuerdas, lamento no poder decir eso de ti rosadita- sentí un escalofrió al escuchar su voz burlona. Y me tomo de un brazo para zarandearme por los pasillos y llevarme hacia otra habitación, solo que esta más amplia y mejor cuidada, en medio de ella estaba una cama enorme con sabanas puestas y dentro de las sabanas estaña un hombre. Orochimaru.

-Bienvenida pequeña- me dijo relamiéndose los labios –Espero que mis queridas mascotas te hayan caído bien, Kabuto se esfuerza mucho alimentándolas con los huéspedes que se portan mal- rio con malicia haciéndome temblar, Kabuto me sonrió con superioridad. Dándome a entender que ese sería mí destino si trataba de huir. Mire a los dos maquiavélicos hombres y me arme de valor para abrir dar mi palabra.

-¿Dónde está Sasuke-kun?- Orochimaru pareció hacer una mueca de juego, y Kabuto no dijo nada.

-Sa-su-ke-kun… ¿Eh?- menciono cada silaba de su nombre con un todo meloso y pareció pensarlo, fingido claro –Debe… estar descansando, supongo, la pelea que tuvo con el niño jinchuriki lo dejo exhausto…

Jade de la conmoción, Naruto… No había pensado en él hasta hoy, no pensé en él cuando Sasuke me saco de Konoha y tampoco lo hice cuando desperté. Seguramente está destrozado, nosotros… más bien yo, abandone a Naruto. Kakashi, Tsunade-sama, Lee, Ino, Hinata. Todos ellos han de estar…

-Sakura- mire de inmediato la voz que provenía detrás de mí y Kabuto. Era Sasuke. Lleno de vendas manchadas con sangre y moretones en su cuerpo, rasguños. Su ropa estaba llena de polvo y tierra, como si hubiera caído varias veces en una tormenta de arena, y estaba cansado. Sus respiración estaba acelerada, era claro, incluso se escuchaba su aliento.

-¡Sasuke-kun!- quise acércame a él, pero Kabuto me tomo del cabello atrayéndome hacia él -¡Suéltame!- le di un manotazo que no le hizo ningún tipo de daño, Kabuto estuvo a punto de golpearme hasta que Sasuke interrumpió.

-No te atrevas a tocarla- en un minuto Sasuke estaba en medio de los dos, tomando con fuerza el brazo de Kabuto casi queriendo arrancarlo de su cuerpo. Orochimaru sonrió. Kabuto rechisto con la lengua y aparto su brazo bruscamente del agarre de Sasuke. -¿Para qué quieres ver a Sakura?

-Oh, perdona por tener la curiosidad de quien sería mi inclina- sentía ansia cada vez de oír la voz de ese hombre, todo lo decía con un tono tan raro y tan lento. Como no pudiera abrir su boca para decir las cosas bien, incluso sentía el siseo de sus palabras surcando por mi piel. Eso me hizo estremecer.

-Ella no entrenara conmigo, Kabuto lo hará- Kabuto me dirigió una mirada maliciosa y quise aferrarme al brazo de Sasuke, para darle a entender que no estaba desacuerdo –Ella vino para mí, no quiero que la llames para nada.

-Sasuke, pienso que tu… amiga- menciono con cierto tono meloso –Debería tener una habitación más cómoda, ¿Has pensado en mudarla a tu habitación?

Pude agradecer que la alcoba estuviera escasamente iluminada, porque si no Sasuke se hubiera dado de mi sonrojo, me sentía tonta por ponerme así en una situación como aquella. Pero me sorprendió que lo pensara.

-Tienes suficiente espacio para otra cama- por un momento pensé que ese hombre, o tal vez ser me estaba ayudando, pero lo deseche –Mis mascotas no pueden estar cerca de esa chica, se ponen… inquietas.

Trague grueso al ver como Orochimaru acariciaba a sus serpientes como si de un perro o un gato se tratara, Sasuke tomo mi mano y me saco de la habitación. Caminamos durante un rato por los pasillos y paro para dar un suspiro.

-Sasuke-kun… ¿Estás bien?- lo ayude a recargarse pasando su brazo por mi espalda. Este no dijo nada y soltó un jadeo para dejar salir un quejido de dolor.

-Escucha- sentí como la mano que estaba en mi espalda me acercaba a su rostro, haciendo que lo mirara de perfil –No confíes en nadie de aquí, si te llaman… no hagas caso- puedo agradecer los cuidados y precauciones que tenía conmigo, pero no puedo perdonar el hecho de haber venido aquí sin mi permiso –Dormirás en mi habitación, hay dos camas para dos personas, descuida si te preocupas por tu privacidad… estaré entrenando hasta tarde todos los días.

-¿Pero qué estás diciendo? ¡Acabas de decir que yo entrenare con Kabuto! ¡¿Te das cuenta de que ese tipo desea matarme?!- me apretó el cuello por detrás, incluso me jalo el pelo violentamente. Chille por un rato.

-¡Deja de quejarte! Si vas a entrenar con él… es porque él es muy sabio en la zona de medicina, es casi tan fuerte como tu maestra Tsunade, recuerda que eres quien me protegerá.

-Sasuke…

-Ahora, vamos a nuestra habitación.

No dije nada, recupere la compostura de mi cuerpo y le ayude a caminar hasta su habitación. Cuando llegamos lo arrope en su cama y espere a que se durmiera. Era tan inocente durmiendo, si no lo conociera pensaría que es un chico común y corriente. Pero las apariencias engañan y las personas cambian, al igual que yo.
Nunca volvería a ver a Naruto, a mi familia y tampoco a mis amigos. Pero Sasuke era alguien por quien daría todo, ese capricho que muchos pensaron que era temporal parece que se equivocaron. Me pareció estúpido por un momento, estar aquí por él, estar en una línea entre la vida y la muerte solo por él. Tener que soportar este martirio por él.

Pero lo amaba… y aunque quisiera no podría cambiar eso.

 

Gracias por sus cometarios :D son motivadores. Bien ahora que se lo que es un dedazo tratare de evitarlo más posible que se pueda. Y sobre los signos de puntuación... seguire mejorando poco a poco n.nU Aqui el trcer capitulo.

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Capitulo 3​

"Distancia"​

Con aquella decisión de Sasuke las cosas fueron transcurriendo con monotonía. No había ni un solo día que pudiera ver a Sasuke ya que este madrugaba para ir a su entrenamiento con Orochimaru y yo tenía que ir a mis lecciones con Kabuto —las cuales no eran nada agradables—. Los periodos donde podía descansar eran las noches y algunas horas de las madrugadas. Pero Sasuke era el que me preocupaba. Más de una noche lo escuchaba quejarse bastante y yo lo único que podía hacer por lo menos es calmar su dolor por momentos, tenia miles de heridas en el cuerpo, bastantes moretones y rasguños, incluso cortes que con el tiempo si no eran tratados bien podrían llegar a infectarse.

Y ese era uno de los pocos días que Kabuto me dejaba libre por asuntos que tenía que hacer lejos de aquí. Aún no podía creer lo mucho que podía aguantar, lo consideraba casi un milagro. Pero sin embargo me hacia sonreír lo mucho que podía avanzar sin la ayuda de alguien. En una de las pruebas que Kabuto me había puesto, consistía en curar una herida profunda de un inocente conejo, la cual pude hacer sin ningún problema algo que con Tsunade hubiera durado mucho hacer por su brusquedad y falta de paciencia. Sin embargo Kabuto era alguien bastante tranquilo aunque no lo creyera, me había visto fallar cientos de veces en sus lecciones y aun así no cambiábamos de tema hasta que lo lograra, a pesar del mal agradado que me tenía hacia mí. En verdad agradecía esas enseñanzas ya que más de una vez pude ayudar a Sasuke.

Y ahora me encontraba en un pueblo desconocido, comiendo un plato de arroz en un puesto de comida, mientras que preparaban un paquete con una caja de Dangos y una caja de almuerzo. Pensaba que a Sasuke le caería bien un almuerzo decente y no esa rara sustancia que uno de los subordinados de Orochimaru preparaba diario. El cual siempre me daba escalofríos de comer por ver esa sonrisa, como si tuviera esperanza de ver quién de nosotros moría de envenenamiento.

Escuche un ruido en uno de los arboles, y mire como una chica de cabello rojizo me miraba con una sonrisa burlona. Vi como me saludaba aun con esa sonrisa y me di cuenta de que me estaba vigilando, ni siquiera se escondía o disimulaba su trabajo, simplemente me miraba como si quisiera que huyera para tener un poco de acción.

Cuando estaba de camino a la guarida de Orochimaru la mujer me siguió. No le preste atención y tampoco le di signos de tener miedo o algo, simplemente seguí con mi camino.

—Me pregunto cómo es que puede existir una chica tan tonta como tú— escuche como susurraba eso detrás de mí, esperando llamar mi atención —Estar fuera de las garras de Orochimaru y no escapar.

— ¿No estás tú aquí para evitar eso?— le dije sin importancia y aun caminando.

—Oh no, yo solo te vigilo… no dijo nada sobre detener tu escapatoria— el modo en que me insinuaba las cosas era como el de Orochimaru, siseaba como una serpiente e incluso podía jurar que escuchaba cómo se relamía sus labios.

—…Incluso si lo intento no podría.

—Más bien diría que no quieres despegarte del Uchiha— eso me había dolido un poco ¿Tan obvio se veía?— ¿Me equivoco?

—Eso no te importa, ¿Por qué no te vas a hacer algo de provecho en vez de estarme molestando? Ambas sabemos que no escapare— concrete, tratando de deshacerme de aquella molesta mujer.

—Oh, la nenita se ha molestado— se burlo de mí —Parece que está bastante enamorada de Uchiha Sasuke, aun sabiendo que este nunca le hará…

— ¡Cállate!— grite enojada volteando para enfrentarla. Pero no había nadie.

—Di en el blanco— estaba jugando conmigo y me di cuenta cuando la vi arriba de un árbol sonriéndome bastante divertida de la situación. Le mostré el enojo que sentía y sin decir nada me di la vuelta para seguir mi camino.

Cuando llegue a mi cama con un enorme suspiro y deje la bolsa del almuerzo en la pequeña mesa que estaba entre mi cama la de Sasuke. No pude decir que hora era en ese lugar ya que prácticamente estaba sobre la tierra, sin ningún rastro de luz o alguna ventana que me mostrara en estado del cielo. En ese momento Sasuke llego sudoroso y cansado a la habitación cerrando la puerta detrás de sí.

— ¡Sasuke-kun!— me levante de mi cama y me arrodille en frente de la mesa —Fui a una aldea cerca de aquí y te… traje el almuerzo— Sasuke me miro por un momento y miro la bolsa que estaba en la mesita de madera.

— ¿No estuviste con Kabuto este día?— me pregunto arrodillándose en frente mío.

—Eh, no… me dio el día libre— le dije algo nerviosa —Me dijo que tenía asuntos pendientes por hacer.

Sasuke no respondió y saco la caja de almuerzo de la bolsa, tomo los palillos y empezó a comer todo con tranquilidad. Yo mientras tanto lo miraba silenciosa, disfrutando que los pocos minutos que podía pasar con él, al menos intercambiando palabras. Cuando termino de comer me percate de que no había tocado ni mirado la caja de Dangos que había comprado para él.

— ¿No probaras los Dangos?— le pregunte con algo de esperanza de verlo sentado otra vez.

—No como dulces, no me gustan— dijo sin más y su presencia se esfumo con el sonido de la puerta cerrarse.

Me quede mirando durante un rato la caja de Dangos y después recogí todo dejando los dangos en medio de la mesa, esperando que algún día Sasuke se animara a comerlos. ¡A quién engañaba! Lo que esa chica pelirroja me había dicho era totalmente cierto, Sasuke Uchiha nunca me haría caso. Era tan cierto que dolía, no conocía ni un poco de la vida de Sasuke y menos conocería sus gustos. Me sentía una tonta, lo era más bien, siempre lo había sido. Y sin darme cuenta una lagrima surco por mis mejillas, precipitando contra el suelo con silencio al igual que mis sollozos. Esperar alguna muestra de afecto de Sasuke... era tan doloroso.

La noche paso con tanta naturalidad. Yo ya me encontraba en cama, duchada y cambiada con mi ropa de dormir y esperaba escuchar el sonido de la puerta para poder dormir en paz. Pero con el paso de los minutos me di cuenta que ya estaba esperando más de lo usual y él aun no llegaba, me levante de mi cama y salí de la habitación esperando encontrar algún rastro, sonido o señal de que se aproximara, sin embargo, escuche a lo lejos un quejido, el cual no fue nada agradable de oír ya que estaba cargado de... ¿Dolor? Así que Corrí con rapidez hacia la dirección del quejido y me encontré con lo que temía.

— ¡Sasuke-kun!— exclame horrorizada al verlo en aquella situación —Por dios, ¿Qué te ha ocurrido? ¡Responde!— le llame pero aún así no me respondía.

Sasuke estaba tirado en el suelo con una enorme herida en el estomago. Con sumo cuidado lo tome de un brazo y lo pase por mi hombro, ayudándolo a incorporarse y poder caminar al menos hasta la habitación. Más sin embargo en medio del camino su mejilla se restregó con la mía y sentí un ardiente calor en él, con mi mano libre sentí su frente y ciertamente, tenía fiebre.

Cuando llegamos a la habitación lo arrope en su cama, con todas las cobijas y cobertores que encontré a mi paso incluso con las que hace rato estaba tratando de dormir. Arranque un pedazo de mi ropa y la moje en agua, poniéndola en la frente de Sasuke esperando que así bajara su fiebre. Saque de mi cajón el pequeño botequín que Kabuto me había enseñado a ordenar, indicándome la función de cada píldora, jarabe y crema.

Pero de pronto me recordó a cierta situación cuando era tan solo una kunoichi ordinaria... el bosque de la muerte. Sasuke estaba en esa misma situación cuando había recibido la mordida de Orochimaru. Así que quite los mechones que rodeada su cuello y mire su enorme marca, estaba roja, ardiendo, incluso podía jurar que si me le acercaba mucho podría hasta quemarme.

—Vamos... funciona— tome la mano de Sasuke que se encontraba sudorosa, temblaba y su rostro sudaba frío.

— ¿Problemas?— escuche una voz detrás de mi y efectivamente, Kabuto había regresado.

—Por favor...— le supliqué —Ayuda a Sasuke-kun.

—Mmm...— inspecciono el estado de Sasuke y miro su marca de su cuello. Pareció sonreír —Parece que llego a su límite— comentó —El sello maldito actúa cuando alguien está en sus últimas energías de moverse, pero las consecuencias son inestables.

— ¿Va... a mejorar?— le pregunte agobiada, apretado la mano de Sasuke con mucha fuerza. Este me sonrió que de alguna manera me tranquilizo y desprevenidamente me acaricio la cabeza.

—Sigue haciendo lo que estás haciendo— me dijo refiriéndose a los cuidados ya que miraba el trozo de tela en su frente y la caja de botequín alado mío —Lo único que necesita es reposar en cama, y no dejes que salga de cama por un tiempo de tres días, como mínimo.

Asentí con decisión y Kabuto salió de la habitación. No podía decir si lo hizo porque en verdad se lo pidiera o solo para demostrar lo inútil que era en la parte de exanimación. Pero agradecí en mis ádrenos por la inesperada llegada de Kabuto.

Seguí con los cuidados que anteriormente le estaba dando y cuando supe que ya había amanecido yo caí rendida aún con la mano de Sasuke en las mías.

 

Gracias por tu comentario Sasha. Me temo que tendré que hacer lo que no me gusta y es hacer publicidad para venir a mi Fic xD
Intentare hacer los capitulos más largos, lo que pasa es que la inspiración no me sale lol tengo que exprimir mi cerebro para hacer lo que hago ahora.
Tome en cuenta eso de morder a Sakura, de hecho de eso se tratara este Capitulo :D

Capitulo 4​

Decisión rechazada​

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Me sentía tranquila en ese espacio cómodo y acogedor, sentía que sobre mi estaba un cobertor bastante grueso, lo que permitía más calor para mi frio cuerpo. Debajo de mi cabeza estaba una almohada realmente suave. Me sentía en el cielo. Lo último que recodaba era que había estado cuidando a Sasuke durante bastante tiempo, había hecho lo que Kabuto me dijo y cuando mis ojos no aguantaron el peso me fui a la cama dura y vieja que tenía en aquella habitación. Pero esa tranquilidad se esfumo cuando empecé a sentir una piel escamosa, cuando sentí su contacto mi piel se erizo causando cierto cosquilleo en mi espalda, como si un siseo me susurrara en el oído. No abrí los ojos ya que me sentía aterrada de mirar la imagen de aquel ser, pero de pronto sentí un aliento cálido cerca de mí, que se aproximaba a mi cuello y una lengua húmeda y espesa lamia mi hombro. Después de eso escuche como algo afilado atravesaba una carne.

—Te dije… que no la tocaras— abrí los ojos de inmediato al escuchar aquella voz, era Sasuke. Me levante observando que este vestía en tan solo una bata blanca puesta y el pecho descubierto, después dirigí mis ojos hacia donde había percibido el sonido de hace rato…era una serpiente cortada en dos en el suelo — ¿Te mordió?— negué ante su pregunta.

—Vaya…— escuche esa melosa voz en la puerta de madera, en ese instante me di cuenta de que no estaba en mi habitación sino en otra, que era espaciosa e iluminada por antorchas… era la cama de Orochimaru —No entiendo esa reacción, pensé que esto la ayudaría.

—Solo la mataras, ella no aguantaría algo como el sello maldito— gruño Sasuke al mirarlo, mostrando aquella espada ensangrentada que ahora apuntaba hacia el pecho de aquel hombre de piel pálida.

—Es tan capaz de hacerlo si la dosis es leve— le sugirió este —Piénsalo… con el sello maldito en su cuerpo su incremento de chakra seria diez veces mayor que uno normal, gracias a su perfecto control de chakra no seria difícil para ella pasar unos días en cama, como lo hiciste tú —Sasuke bufo ante sus palabras, nada convencido.

—Solo dure un día con fiebre… ella no aguantaría ni una hora.

—La voluntad de un hombre es grande, sin embargo la resistencia femenina es mayor…

Sasuke solo miraba Orochimaru con recelo, poco fiable y precavido, estando alerta de cada una de sus miradas hacia mí. Mientras que yo permanecía en aquella cama, me intente levantar sentí una soga en mis pies al igual que las muñecas de mis manos. Me tenían atada en los extremos de la cama y su cabecera. En eso Sasuke se aproximo hacia mí y corto la soga con su espada en un segundo. Mire mis rojas marcas a causa de los movimientos que posiblemente dormida hice y jalonee las cuerdas. Estaba segura que al día siguiente estos tendrían un color violáceo.

—Kabuto seguiría con sus entrenamientos, solo que más intensivos y con resultados rápidos…

—No.

Orochimaru y yo cruzamos una mirada, este con una sonrisa maliciosa y yo con un escalofrió de desconfianza. Sasuke sin embargo se interpuso en la mirada, cubriéndome con su espalda y su arma. Me levante como pude y mire mi vestimenta, un camisón largo color violeta, transparente que dejaba mucho a la morbosidad. Me sonroje de inmediato y me oculte detrás de Sasuke.
De pronto Sasuke me tomo de la mano y me saco de aquella habitación, no sin antes dirigirle una mirada amenazadora y mordaz a su entrenador. Caminamos durante un buen rato el cual yo sentí como horas al verme tan expuesta ante Sasuke y gratifiqué internamente el hecho de que los pasillos siempre estaban vacios y solitarios. Cuando llegamos a la habitación que compartíamos encontré toda mi ropa doblada perfectamente sobre mi cama.

—Vístete…— me dijo sin más y salió de la habitación, yo con rapidez tome las ropas y entre al baño, para darme una ducha y salir con la ropa puesta la cual no supe quien la había lavado al sentirla limpia y sin ningún olor a humedad —Orochimaru mando a lavar tus ropas, sospeche dónde estabas cuando las vi dobladas en tu cama.

—Sasuke-kun…— ignore sus palabras por completo — ¿Qué estaba sucediente hace rato?— escuche silencio — ¡Respóndeme!

Este no dijo nada y eso en verdad me hizo sentir frustrada. ¿Por qué nadie me decía nada en aquel horroroso lugar? ¡Qué podría hacer una chica tan débil y frágil como yo rodeada de personas como aquellas! Me sentí inferíos desde el primer día que había pisado ese lugar junto con Sasuke, desde que fije miradas con aquella pelirroja llamada Tayuya en el bosque, cuando conocí en persona a Orochimaru y también cuando empezó a entrenar con Kabuto. Siempre la ultima, la más pequeña, la débil, frágil, la que todos debían proteger de que incluso ella se lastimara a sí misma.

— ¡Sasuke quiero una explicación!— le grite enfurecida, quitando el pilar en su nombre— ¡¿Qué demonios esta…!

Pero después no logre decir nada ya que Sasuke tapo mis labios con su mano. Con su otra mano libre me tomo del costado y me tumbo a mi cama, con él arriba de mí. Sentí su cercanía, sus ojos oscuros y mis jades tan cerca que sentía flaquear. Separo la mano que tenía en mi boca y paso por mi mejilla, pasándola por mi cuello y formando círculos en cierta zona con su dedo índice, la cual después atendió con su lengua. No pude evitar soltar un quejido mesclado con un gemido al sentir aquella cálida lengua. Me estremecí cuando aprecié sus dientes, mordiéndome sin misericordia. Solté un grito sofocado ya que Sasuke no me admitía hablar mucho, con la otra aprisionando mi cuello con una fuerza pero no dolorosa. Cuando este se aparto de mi, paso su saliva por la marca de sus dientes, como si tratara de sanar el dolor en mi cuello, después miro las marcas dejadas en mi cuello, no había moretón simplemente marcas…

—Eso… es una forma suave de explicarlo— le mire sin comprender — ¿Recuerdas la mordida que recibí en el bosque de la muerte?— asentí en silencio —El quería morderte con la misma intención, brindarte el sello maldito. Un sello que te marcaria por completo, dejarías de ser como eras antes para convertirte propiedad de Orochimaru. Un dolor que ni en sueños sentirás azotara tu cuerpo. Y ni yo podría ayudarte a sanarlo.

—Pero el dijo que incrementaría mi poder…— susurre, este solo bufo.

—Lo único que lograría es dañarte, Sakura, tú no sabes cómo soportar el dolor— ese comentario me hirió sin razón, quizás porque tenía un doble sentido. No me arrepentí de dejar Konoha, mi lugar de origen, para estar con Sasuke, quizás no hubiera soportado vivir sin verle todas las mañanas y por eso acepte venir con él —Es mejor para ti que sigas con tu entrenamiento en tu estado actual, así…

—No— le interrumpí secamente, Sasuke me miro entre con esa expresión de indiferencia que siempre usaba. Pero supe que por dentro se había extrañado — ¿Por qué piensas que no soy capaz de soportarlo? ¡Tal vez eso nos haría mejor a los dos, podría mejorar mucho más rápido, mis habilidades médicas serian perfeccionadas! ¡Tú mismo escuchaste a Orochimaru, nos convendría a ambos!

—Entiende que tu no…

— ¿Cómo estas tan seguro?— seguí atravesando sus oraciones, supuse que se había desesperado —No perdemos nada con intentarlo.

—Te equivocas— esta vez fue él quien interrumpió mis palabras —Tu vida sería el pagó si no funciona.

—Sé que puedo hacerlo…— susurre, pretendiendo no darle mucha atención a lo último, que sin embargo me inquieto —Solo… confía en mí.

—Eso es pedir demasiado, no te traje aquí porque me importes emocionalmente— me dolió aquello, lo directo que llegaba a ser —Te traje para que atendieras mi salud. Así que desecha la idea de que puedes hacerlo, porque si mueres haberte traído seria un desperdicio.

Dejo la habitación después de decir aquello, yo mientras tanto solo lo miraba cerrar la puerta sin dirigirme una mirada o algo. Me deje caer en la cama, mirando el techo poco iluminado por una sola antorcha. Pase una mano por mi cuello, captando las marcas que sus dientes habían dejado y gruñí al presionarla. ¡Por supuesto que estaba consciente de que podría doler más de lo pensado! ¿Acaso no recuerda quien lo cuido cuando fue mordido, quien lo velo y lo protegió con su vida cuando quiso ser atacado? ¡Qué poca consideración de su parte! Claro que… no hubiera podido protegerlo si Ino, Rock Lee y los demás no hubieran aparecido. Me golpee levemente la frente. ¿A quién engañaba? ¡No sería capaz ni de derribar a una mosca sin ayuda! Era una carga para todos, tenía que estar sujeta a alguien para poder caminar, para poder seguir avanzando hacia mi futuro como ninja de la hoja. Me sostenía de Naruto cuando este me ofrecía ayuda, me sujetaba de Kakashi—sensei cuando me veía necesitada. Me sostenía de Sasuke para cualquier cosa.
Me levante de la cama decidida ¡Si me había ido fue por él, para protegerlo y cumplir con mi camino ninja! Ser alguien de la cual todos se apoyaran… ¿Entonces por qué siempre terminaba todo al revés? Sacudí mi cabeza, desechando todo pensamiento negativo y de baja auto—estima.

—Sasuke-kun siempre es así… muy… sobreprotector— escuche un susurro por la puerta. Tal y como lo había pensado era Orochimaru de nuevo —No le gusta que otros jueguen con sus pertenencias.

—No soy propiedad de nadie— le escupí con desprecio —Si estoy aquí es por voluntad propia— mentí. Al principio era por obligación, después fue opción, hasta terminar por aceptación.

—Es increíble ver que tan lejos te puede llevar un amor juvenil— no supe suponer que esas palabras eran dirigidas a mí, o a él mismo — ¿Qué se siente ser la única persona para Sasuke, la única que este considera digna de hablarle e incluso protege?

—No entiendo de que hablas— evite sus farsas, ¿Una trampa? Yo suponía eso… usar mis sentimientos como arma era algo a lo cual ya estaba preparada, tantas veces herida por el corazón dejaba una lección — ¿Qué te hace pensar eso, serpiente bastarda?

—En toda la guarida eres la única a la que el habla aparte de mí, evita por mucho las palabras con Kabuto después de nuestro… primer incidente— me recordó —Y estoy seguro de que de ahora en adelante me mirara con odio… ¿Por qué?.. Por ti— se acerco demasiado a mí, quedando a centímetros de mi rostro y susurrando las oraciones cada vez más bajas y lentas. Yo solo trague en seco —Supongo que tu no estuviste de acuerdo cuando este me prohibió brindarte el sello maldito, ¿No es así?

—Escuchaste todo— susurre fría —Maldito…

—No son necesarios las ofensas, querida peli-rosa— susurro en mi oído — ¿Quieres el sello maldito? Yo puedo brindártelo si lo deseas, Sasuke-kun no debe enterarse de nada… ¿Que dices?

 

¡Hola! :D me mantuve mucho tiempo en ausente pero ahora que me llego un aire de inspiración (xD) me anime a escribir el capitulo.

Sasha,pues ya verás que mucho de lo que te imaginaste es cierto, espero que te guste el próximo capitulo y esta vez puedo decir que he mejorado mi técnica de escribir.
Sakura haruno, me alegra que te gustara, y espero que te guste el próximo capitulo.
Anto-chan,a mí también me alegra que seas curiosa xD ya que así te gusto mi Fic y te animaste a comentarme. Mi forma de escribir es escasa comparada con otras personas, pero hago lo que puedo n.nU a mí también me hubiera encantado saber qué hubiera pasado si Sasuke le hubiera dado la oportunidad de irse con ella, así que me cree mi propia historia y he aquí el resultado xD espero te guste el capitulo.

Capitulo 5​

Sobrevivencia​

Las velas que iluminaban escasamente la habitación y la oscuridad daban a aquella pieza de gran espacio y vacía un aspecto lúgubre y tenebroso. En el centro estaba yo, cubierta solo por un vestido blanco holgado, lo más parecido a un manto, con los ojos vendados, sin tener ninguna oportunidad para mirar algo o alguien que estaba en frente mío. Escuche varias veces ese siseo de serpiente que estaba completamente segura que era Orochimaru y no una de sus mascotas, no podía negar que mi cuerpo temblaba y prefería no decir nada ya que saldrían de esas palabras simples tartamudeos. Volví a escuchar otro siseo, esta vez cerca de mi oreja.

— ¿Nerviosa? —Susurró con un tono asqueroso, hice una mueca al oírlo —. Lo estas… ¿Verdad?

Mis músculos se tensaron al escucharlo, pero no me aparte ya que hacerlo sería rechazar la oferta antes dada. Di un trago seco y sacudí la cabeza. Sentí gotas de sudor recorrer mi rostro, mi cabello suelto empezaba a ser removido a un lado, y después sentí un aliento en mi cuello.

—No deberías temer… después de todo lo hacemos por Sasuke-kun, ¿No es así?

Me molestaba ese tono de voz en el, como si supiera lo que estaba pensando y todo lo que dijera fuera cierto. Era claro que Sasuke estaba en contra de esto, pero a la vez le seria de mucha ayuda poseyendo un poder como el sello maldito. Incline mi cabezo a un lado, dándole más espacio a mi cuello y no fue difícil predecir que sonrió complacido ante aquella acción.

—Me alegra que estés dispuesta, porque esto seguramente te dolerá.

Sus colmillos rosaron la piel sensible de mi cuello y con un brusco golpe este se adentro con fuerza, causándome una terrible punzada en aquella zona, cerré los ojos por el dolor y solté un grito ahogado ya que Orochimaru interpuso su palma y paso su brazo por mi cintura al ver como mi cuerpo se retorcía del dolor. Sentí una corriente de fuego pasar por todo mi cuerpo, un estremecimiento que hacía temblar mis brazos y mis piernas y una sensación de estar en el mismo infierno. Por un momento llegue a pensar que caería muerta en cualquier momento. Después lo sentí alejarse, pero mis piernas no reaccionaron a la orden de permanecer en pie y Orochimaru me sostuvo entre sus brazos.

—Debió haber sido muy duro para ti, Sakura —las muecas en mi cara decían que no podía hablar por el dolor, y simplemente paso una de mis manos a mi cuello para al menos detener el hilillo de sangre que escurría —. Tranquila… que lo peor viene en camino.

Me cargo entre sus brazos, llevándome lentamente a una habitación que era totalmente diferente a la que tenía antes. Una cama enorme y espaciosa, con sabanas blancas bien tendidas y listas para arroparme y antorchas iluminando de la misma manera que las velas. Orochimaru me arropo en la cama con lentitud y me dio una última mirada con una sonrisa para nada tranquilizadora, y se fue.

—Sera mejor que no trates de dormir —escuche en susurro cuando este cerraba la puerta —. Puede que no llegues a despertar…

……………​

— ¿Un viaje? —me sobresalte al escuchar afuera de aquella habitación la voz de Sasuke, que por alguna razón sonaba molesta.

—Así es… es solo entrenamiento —la voz seseante de Orochimaru le acompañaba, así que no hice ningún ruido o señal de vida —. Quieres ser más fuerte ¿No? Pues este “viaje” de corto tiempo te ayudara para ello, saldremos durante aproximadamente unas semanas, cuando llegues te prometo que habrá… cambios.

— ¿Y que pasara con Sakura? No confió en ti ni antes del incidente con ella ni ahora.

Por alguna razón me sentí contenta, en aquel lugar tan tenebroso y lleno de oscuridad, la única persona con la que me sentía segura era con Sasuke. Pero me sentí triste a la vez, porque sabía que una carga como yo le impedía a Sasuke cumplir aquel objetivo que tantos años llevaba planeado. Acaricie mi sello maldito, que aun ardía como si aun los colmillos de Orochimaru estuvieran presentes. Después de esta prueba de supervivencia estaba segura de que ya no sería una carga para él.

—Ella… permanecerá en su alcoba, saldrá cuando Kabuto la entrene y mientras tanto yo…—escuche como se relamía los labios con aquella lengua tan larga y asquerosa —. Me mantendré alejado de ella, tienes mi palabra no pienso hacerle nada malo — escuche un “hmp” con sorna por parte de Sasuke y después sus pasos irse apresuradamente.

—No tienes por qué preocuparte, pelirosa —me estremecí al oír que la voz de Orochimaru ahora se dirigía a mí —. Él no se enterara, te prometo que cuando el llegue tu volverás a ser la misma de siempre… claro, ahora más cambiada.

Una risa sin una pisca de humor salió de su boca, que se alejaba a lo lejos cuando hubo un momento en el que ya no escuchaba nada, simplemente el respirar de mi aliento y las punzadas de mi herida. Trate de tranquilizarme, dormir o algo que me distrajera del dolor pero nada era efectivo, incluso ya estaba sudando por la caliente temperatura que golpeaba mi cuerpo. Recordé a Sasuke en aquella situación, haciendo muecas de dolor incluso inconsciente y ardiendo de fiebre como si estuviera visitando el mismo infierno. Me sentí un poco mejor, el recuerdo de haber podido ayudar a Sasuke me alegraba un poco. Llego un momento en que sentí la pesadez en mi ojos y no hubo que mirar el cielo para saber que ya había anochecido. Me acurruque en aquella enorme cama suave y cómoda y me deje caer, con el simple temor y a la vez excitación de lo que me vendría después de esta gran evaluación.

……………​

​

Los días fueron pasando y no había vuelto a escuchar ni una sola palabra de alguien, ni siquiera de gente ajena para mí. Todas las mañanas despertaba gritando o cayéndome de la cama por el dolor y lo primero que veía en el mueble de alado era un vaso de agua junto con unas pastillas, los cuales eran simples sedantes o píldoras para dormir. Después venían las comidas, que aparecían de la nada en mi cama con un plato de arroz o un pescado asado. Me hubiera gustado que Sasuke fuera el que me cuidara, que cuando despertara fuera el rostro de Sasuke con los brazos recargados en mi cama y su cara completamente tranquila. Era lindo pensarlo, pero él hubiera no existe.

Después venían las punzadas de dolor, que no tenía horario o aviso para saber cuándo vendrían, más de una vez me había golpeado contra el suelo abruptamente por el simple hecho de sentir aquel palpitar de dolor, que adormecía mis piernas y nublaban mi vista. Tenía más de un moretón en mi cuerpo gracias a esos accidentes y que por alguna razón al amanecer se encontrabas bañados por ungüentos. Era obvio que alguien cuidaba de mi en la ausencia de Kabuto y Orochimaru, pensé en la chica pelirrosa que aquella vez me siguió hasta la aldea cercana, o tal vez en ese chico con ajeras profundos que compartía cuerpo con su gemelo.

Los días fueron pasando como meses para mí, era agobiante estar en la misma habitación todo el tiempo, con la misma rutinaria y añadiendo el dolor era algo a lo cual nunca me pude acostumbrar, más sin embargo lo aguante y no me deje llevar por aquel dolor, pero no dude que la muerte seria la salida más fácil y cobarde de abandonar el reto que había hecho con Orochimaru. Él seguramente esperaba dos cosas, una era que llegara a perder la cordura, empezando a exigir mi propia muerte para por fin darle fin a aquel dolor, y la otra era verme a penas con vida en al borde de la cama, felicitándome con cinismo por el largo tiempo que me dejo encerrada. Llego un momento en el que mi mente estaba consiente llego a escuchar e crujir de la puerta abrirse.

— ¿Sigues con vida? —no me moleste en ver quién era, ya que la voz era de aquella pelirroja —. Me sorprende que sigas en pie, incluso con la fuerza para moverte, ¿Quieres saber que hice yo cuando me dieron el sello maldito? Grite, todas las noches y días soltaba alaridos de dolor —le hice una mueca diciéndole con la mirada que no me interesaba en lo absoluto, ella rio ante aquello —. Perdón, ¿Esperabas a Sasuke? Pues déjame decir que él aun no vendrá.

— ¿Cuál es tu nombre y dime qué demonios haces aquí? —susurre con dificultad, demostrando que la demandante pregunta que debí haber hecho no había surtido ni una pisca de autoridad ante la mujer.

—Perdona mis malos modales, my lady —dijo con sorna —. Mi nombre es Tayuta, y soy la persona que te ha estado cuidando y desde en adelante se encargara de tu nuevo entrenamiento de corto plazo.

— ¿C-corto plazo? —Balbuceé —, ¿A qué te refieres?

—Me refiero… —dijo Tayuta —. A que te enseñare a cómo controlar tu sello maldito, en el poco tiempo que nos queda antes de que llegue tu amado. Deberás aprender a cómo controlar su fuerza, también saber cuándo es el momento indicado para usarlo y hasta donde llega el límite del sello maldito combinado con tú flácido y débil cuerpo.

A pesar de la mala cara que le dirigía a Tayuya, le prestaba atención a todo lo que me decía, como si estuviera en una de esas pruebas que Iruka nos asignaba en la academia, lo único que faltaba era sacar mi lápiz y papel para anotar los temas próximos.

-Mañana por la mañana empezaremos, en ese closet esta la muda de ropa que usaras para el entrenamiento –índico saliendo por la puerta -. Sera mejor que tomes esas pastillas, porque necesitaras de mucha energía.

Mire a un lado mío y otro vaso de agua estaba en el mueble, junto con un par de pastillas le acompañaba. Escuche la puerta cerrarse.

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¿Comentarios? :D​