Reino de Fayar Laahr, ciudad de piratas

LAAHR

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Ubicación: Cuadrante C2 (Fayar)

¡La viva y radiante ciudad portuaria de Laahr! Como la segunda ciudad más grande de Fayar, solo por detrás de Ayra y no por mucha diferencia, esta ciudad es viva, alegre y siempre bulliciosa. No en vano es el principal puerto de la región, y, por tanto, un punto de comercio imprescindible para la supervivencia de Fayar.

Aunque la conquista de Elérea sobre el país hizo que el comercio se limitase mucho, el bullicio nunca paró. Eso sí, los controles del ejército eleano en la ciudad, tremendamente mal recibidos por los lugareños, no han conseguido lo que pretendían; antes bien, en cuanto se empezaron a poner trabas, aranceles, impuestos y demás medidas restrictivas al comercio, empezó el contrabando, y proliferaron los piratas. Ahora la ciudad convive entre piratas, a sabiendas de que lo son, y el ejército no puede hacer mucho por contenerlos. Son demasiados, se esconden bien y son fuertes, después de todo. Al final se ha generado una atmósfera en Laahr en la que los soldados hacen la vista gorda de los piratas, que campan a sus anchas y parten en sus barcos, rumbo a asaltar otros puertos y navíos... y si son navíos eleanos, mejor que mejor, ¿no?

Contenido oculto: Comercios

Posada: cura los PS y PM de todo el grupo. 50 guiles.

Tienda de armas:
- Daga pirata (15 Daño físico) (Req.: 10% dominio dagas): 200 guiles
- Mástil [Palo] (10 Daño físico, golpea a la defensa mágica enemiga. Elemento agua): 180 guiles
- Baraja pirata (3/10 de Atacar -débil-, 3/10 de Atacar -fuerte-, 2/10 de Aqua, 2/10 de Bravura): 180 guiles
- Ballesta [Arco] (15 Daño físico; hace el mismo daño a los rivales de la fila de atrás. Sin embargo, si eres tú el que está en la fila de atrás, el daño se sigue reduciendo a la mitad) (Req.: 5% dominio arcos): 200 guiles

Tienda de armaduras:
Cabeza:
- Bandana pirata (+2 fuerza): 120 guiles
- Gorro de capitán (+1 fuerza, +1 velocidad, +2 Defensa): 180 guiles
Cuerpo:
- Casaca pirata (+3 Defensa, +3 Defensa mágica; hace resistente al elemento agua, pero débil al elemento rayo): 220 guiles

Tienda de objetos:
- Poción (+20 PS, ratio x0,1) (30 guiles)
- Éter (+10 PM, ratio x0,1) (80 guiles)
- Bomba de humo (permite huir de combates) (70 guiles)
- Colirio (cura ceguera) (50 guiles)
- Cola de fénix (revive a un aliado caído, con PS iguales a ratio x0,33) (130 guiles)

Contenido oculto: Encargos

- Pirata: "Entrenamiento"
Objetivo: derrota las oleadas de piratas.
Completado por: Roxy, Jazz, Void
Recompensa:
- Timón de navío x1
- Mástil reforzado x1
- Casaca de leyenda x1

- Artesano: "Nuevos desafíos"
Objetivo: crea una armadura que otorgue dominio de algún arma en el servicio de síntesis de artesanía.
Completado por: Roxy
Recompensa:
- Piel espinosa x1
- Piel escamada x1
- Bigote de bengal x1
- Espada de práctica x1

Contenido oculto: Servicio de síntesis: Artesanía

Servicio de síntesis de artesanías:
En los puntos de síntesis, se os ofrecerá un ingrediente base y podréis añadir más de entre objetos robados a enemigos u obtenidos en misiones o comprados para crear distintos artefactos. Ciertos objetos sirven para crear cierto tipo de utensilios, así que no todos servirán en todos los puntos de síntesis.
Este punto de síntesis permite crear armas y armaduras. Dependiendo del punto de síntesis de artesanía y el material base que use, cada artesano será especialista en crear armas o armaduras, una de las dos; pero todos podrán crear ambos tipos de equipamiento dependiendo de lo que le deis.
La artesanía, sin embargo, tiene algo especial: algunas armas y armaduras se pueden mejorar de este modo. Esto quiere decir que puedes usar una de tus armas/armaduras como ingrediente. Incluso puedes combinar dos de ellas usándolas como dos ingredientes, ¡o incluso tres! Siempre recuerda, eso sí, que existe el ingrediente base, y que si no tiene mucha coherencia la mezcla, estarás básicamente desperdiciando tus armas o armaduras, porque las transformarás en algo peor. ¡Piénsalo bien antes de mejorar cosas!
Para este servicio en concreto, debes pagar 50 guiles por ingrediente extra que aportes y 100 si introduces un arma o armadura como ingrediente. Máximo de 3 ingredientes extra. Si por ejemplo usas un arma y dos objetos, te costaría 200.

Material base:
- Madera silvestre

Piezas creadas:
- Aleta de Bismarck (Madera + Mástil reforzado + Cualquier arma u objeto con afinidad al agua) (Clase: B)
- Arco doble (Madera + Arco que requiere dominio + Cualquier arco + Cualquier cuerno/Mineral/Bigote de bengal) (Clase: B)
- Armadura del Cañaveral (Madera + Bigote de Bengal + Cualquier armadura de ninja/pirata + Cualquier armadura/Lana/Piel) (Clase: B)
- Cubrepecho de petro (Madera + Placas de piedra + Bigote de bengal + Cualquier piel) (Clase: C)
- Lanza pesada (Madera + Cualquier lanza metálica + Hierro/Plata) (Clase: D)
- Lanza flexible (Madera + Bigote de bengal) (Clase: E)

Contenido oculto: Ciudadanos

- Barbasucia el pirata
>> Comandar: 10%
>> Solicitar: 10%
>> Ayudar: 10%
>> Intimidar: 10%
>> Espiar: 10%
>> Preguntar: 10%
>> Engatusar: 10%

- Séfora, tabernera desconfiada
>> Comandar: 60%
>> Solicitar: 60%
>> Ayudar: 30%
>> Intimidar: 20%
>> Espiar: 20%
>> Preguntar: 60%
>> Engatusar: 10%

- Gunter, traficante extranjero
>> Comandar: 30%
>> Solicitar: 70%
>> Ayudar: 50%
>> Intimidar: 30%
>> Espiar: 10%
>> Preguntar: 30%
>> Engatusar: 40%

- Riad, joven fuerte
>> Comandar: 90%
>> Solicitar: 40%
>> Ayudar: 0%
>> Intimidar: 0%
>> Espiar: 80%
>> Preguntar: 40%
>> Engatusar: 90%

- Moguberto, moguri mercante
>> Comandar: 50%
>> Solicitar: 40%
>> Ayudar: 70%
>> Intimidar: 70%
>> Espiar: 30%
>> Preguntar: 70%
>> Engatusar: 20%

Contenido oculto: Secretos

- En las aguas más al este de Laahr habitan los temibles Kraken, quienes, pese a ser peligroso y fuertes, son una buena fuente de valiosos recursos si se les da caza.

​

 

Mark entró en Laahr tomando aire, con una sonrisa de oreja a oreja. Nada más entrar, Roxanne pudo fijarse en que era muy distinta a Fayar; pese a ser una ciudad grande, era más abierta, más amplia, pero también muy, muy abarrotada. En Ayra la gente estaba controlada por el ejército eleano, se movía poco, y, cuando lo hacían, salían en grupos pequeños. Allí... allí no. Allí todo el mundo estaba fuera, y el bullicio era incesante.

—¡Ah, me encanta Laahr! —exclamó Mark—. Esta es la jodida esencia fayense. Así debería estar Ayra. Aquí a la gente se la suda que esté el Imperio de los cojones —menudo triple combo hizo Mark en esa frase—. Mira, ¡hay vida!

No era mentira, desde luego. Para no ser la capital, se la notaba mucho, mucho más viva que a Ayra. Empezó a oír gritos conforme caminaban por el mercado, de los distintos comercios.

—¡Huevos de cocatriz del desierto! ¡Huevos hermosos!

—¡Plátanos de la Jungla, señores! ¡Damas y caballeros, plátanos maduros, por solo 60 guiles el racimo!

—Wow, ¡ofertones! —exclamó Mark, como un niño pequeño que se sentía libre de correr por la calle después de pasar mucho tiempo encerrado. Pronto frunció súbitamente el ceño, sin embargo—. Pero tiene un defecto: Bisamrck está aquí. Con la de piratas que hay en la zona, no me extraña en absoluto, en realidad. Es lógico que se hayan afincado aquí. Este lugar está hasta arriba de gente que odia con toda su alma al Imperio, y que han demostrado ser capaces de plantarles cara.

>> Venga, vamos al puerto, ¿no? Seguro que hay bullicio por allí, y algo oíremos, seguro. Estamos de misión, después de todo. Aunque si quieres comprar algo o lo que sea, soy todo tuyo, nena. Te sigo al fin del mundo.

Puedes rolear que compras algo al mismo tiempo en que escoges una opción, si te interesan los productos de la tienda.

>> Recorrer todo el mercado
>> Visitar el centro de la ciudad
>> Ir al puerto

 

—Genial —asintió Mark, sonriente.

Mientras caminaban por el mercado, Mark se distrajo en numerosas ocasiones, y, antes de que Roxy se diese cuenta, había gastado guiles en un muslo de cocatriz glaseada y un trozo de tarta de nata. Devoraba el primero mientras llevaba el segundo alimento, en su otra mano, envuelto en papel.

—Hmmm, ¡eshtá diquísimo, Dops! —le dijo, con la boca llena, mientras se comía el muslo glaseado. Hasta a eso le echaba algo dulce, ¿eh?—. ¡Debedías plobadlo! ¡Mmmmm!

Habían andando por bastante en el mercado, pero no obtuvieron ningún tipo de información especial. Era difícil escuchar siquiera algo entre tanto jaleo... pero sí que hubo algo que captó la atención de Mark.

—¡Historipó, Historipó! ¡Kupó, kupó, kupopó~! ¡Aprende historia en un momentín, con tu estimado his-!

—¡Produuuuuuctos raros, kupó! ¡Caídos de monstruos, señores y señoras, kupopó!

El historipó, uno de esos moguris que contaban a cambio de donativos voluntarios distintas partes de la historia de Ilumbra, se había quedado desconcertado cuando vio a otro moguri, uno que arrastraba una gigantesca muchila a sus espaldas, ponerse justo a su lado y empezar a gritar. Estuvo a punto de reñirle, pero él, gritando con una voz sorprendentemente grave para ser un moguri, hablaba más alto.

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—¡Productos... monstruosos, damas y caballeros! ¡Kupó! Eh, señorita, señorito. Linda pareja, ¿eh? —les habló directamente a Roxy y a Mark, sonriente. El jodido moguri tenía gancho al hablar, las cosas como eran. Y, por supuesto, a Mark lo cazó al vuelo en cuanto mencionó que eran pareja—. ¿Pues saben qué le vendría de maravilla a una hermosa pareja como la suya, kupó? ¡Uno de los preciosos productos que oferto, claro que sí! ¡Tilkin tiene todo lo que una parejita necesita!

—¡Kupopóoo! —exclamó el otro—. ¿¡Para qué puede necesitar una parejita tus estúpidas partes de monstruo, Tilkin!? ¡Kupó!

Pero el tal "Tilkin" se encogió de hombros.

—Siempre vienen bien, kupó. ¡Mucho más útiles que tus leccioncitas, kupó!

V-Vaya, le echaba morro, el tal Tilkin, ¿eh?

—Bueno, bueno, caballeros... —dijo Mark, sonriendo, entretenido con la pelea—. Dejaremos que la señorita decida, ¿eh? Si la cogen de buen humor, ¡hasta quizá le interese hablar con los dos!

El historipó se cruzó de brazos, molesto, y Tilkin sonrió.

—Ah, claro que sí, kupó —dijo, guiñándole un ojo a Roxy—. A la señorita... se la ve fuerte y decidida. ¡Una mujer como ella necesita mis productos!

P-Pero, ¿para qué...? Ah, da igual, el condenado solo quiere vender cosas, ¿eh?

>> Hablar con Tilkin
>> Hablar con el Historipó
>> Ir a otro lugar

 

—Bueno —corrigió Mark, alzando el dedo índice—, en realidad está la cosa a puntito de florecer, pero se hace la dura.

Sea como sea, Tilkin no se rindió.

—¡Pero bueno, bueno! ¡Entonces es usted una soltera de oro! ¡Resulta que tengo los mejores productos para usted, señorita, kupó! ¡Los mejores de los mejores mejoriles, señorita, kupó!

Y el Historipó, victorioso, se aclaró la voz. A Tilkin no pareció gustarle nada que el otro hablase antes que él...

—¡Bien, bien, bien! Entonces, dejadme que os cuente sobre la historia de-

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—¡No, no, no! —exclamó Tilkin, saltando delante del Historipó—. ¡No es interesante lo que cuenta este Historipringaopó, kupó!

—¡T-Tú, kupó! ¡Quita de ahí, kupopó! ¡Esto es usurpación laboral, kupó!

—Kupopó, ¡mira que te doy con el martillo, kupó! —amenazó Tilkin, la mano dirigiéndose al pequeño martillo que llevaba a su espalda.

—¿¡Kupocidio, kupó!? ¡P-Pórtate bien, Tilkin! ¡Sería la tercera vez que te suspenden de la asociación de comerc-!

—¡Ssssshhhh! —le puso una mano en la boca, callándolo, y entonces saltó sobre él, aplastándolo ligeramente, subiendo sobre sus hombros—. ¡Desde aquí se ve mejor, kupó!

—¡B-B-B-Baja de ahí, kupó! ¡Kupopó...!

Al final, el Historipó terminó cayendo hacia atrás, y Tilkin dio un salto, salvándose de caer él mismo y colocándose de pie sobre la plataforma en la que estaba el Historipó. Triunfante, se aclaró la voz.

—Ejem, ejem... ¡tal y como pidieron, señorito y señorita, aquí está la mercancía de Tilkin!

... p-pero si ellos no pidi-

—¡Ejem! ¡Produuuuuctos monstruosos, señorita!

V-Vale, captado. No tenían más remedio que lidiar con él, ¿eh?


>> Comprar productos:

- Aire antártico (pequeño orbe de energía helada. Al romperlo, se libera como un fuerte aire que daña a un rival. 20 Daño mágico, daño de hielo; el daño se calcula con el Espíritu) (70 guiles)
- Trozo de bom (residuos de lo que fue antes un bom, consumido y apagado. Aún puede lanzarse para que, con un impacto fuerte, explote. 20 Daño mágico, daño de fuego; el daño se calcula con el Espíritu) (70 guiles)
- Bola eléctrica (una bola cargada de energía eléctrica. Parece hecha de madera o algún otro tipo de material aislante; por eso, si se rompe, se liberará la electricidad de golpe en una fuerte descarga. 20 Daño mágico, daño de rayo; el daño se calcula con el Espíritu) (70 guiles)

>> ¿Quién eres exactamente?
>> Lárgate.

 

Tilkin dio un saltito en el sitio, sus grandes orejas quedando erizadas y puntiagudas por la impresión, apuntando hacia arriba.

—¿¡Cómo es posible!? ¿Es que no conoces al gran Tilkin? ¡El gran Tilkin, señorita! ¡Comerciante del continente de Kholod, el número uno del mundo, kupó!

Ah, Kholod, sí. El continente al suroeste. Un continente donde no residen humanos ni ningún tipo de vida inteligente, salvo por los moguris, que proceden de allí. Mucho se ha hablado de ellos, de hecho... hay quienes dicen que son monstruos, solo que han desarrollado inteligencia. Los más devotos se oponen a esa teoría, sin embargo: quienes caen de la lluvia carmesí no existen sino para matar humanos, y nunca se volverían seres dóciles como lo son los moguris, incluso aunque hubiesen desarrollado inteligencia, así que preferían opinar que surgieron de la evolución de ciertos animales en el extranjero continente. Fuese como fuese, lo cierto era que ahora los moguris eran medianamente aceptados en la sociedad humana, y solían ganarse la vida como comerciantes o, bueno... como historipós y en otro tipo de "espectáculos" ambulantes.

Pero eso de que Tilkin fuese el comerciante "número uno del mundo", bueno. Alguien se echaba demasiadas flores.

—No podrá saber lo bueno que es Tilkin hasta que no pruebe uno de sus productos de la más exquisita calidad, señorita. ¡Compre, compre! ¡Están a la mitad de la mitad de la mitad de la mitad del precio original, kupó!

Mark suspiró, y le dijo algo al oído a Roxy:

—Este moguri es de lo más liante que he visto en mucho tiempo, eh. Y vivo en un barrio marginal, me sé de gente lianta.

—Así que... ¿¡qué me dices, señorita, kupó!? ¿Me das guiles? ¡Por ser usted, le daré mis más selectos productos ultrasupersecretos!

Ah, ahora rebajaba sus precios y aumentaba la mercancía... ¿tan desesperado estaba por vender algo?


>> Comprar productos:

- Aire antártico (pequeño orbe de energía helada. Al romperlo, se libera como un fuerte aire que daña a un rival. 20 Daño mágico, daño de hielo; el daño se calcula con el Espíritu) (60 guiles)
- Trozo de bom (residuos de lo que fue antes un bom, consumido y apagado. Aún puede lanzarse para que, con un impacto fuerte, explote. 20 Daño mágico, daño de fuego; el daño se calcula con el Espíritu) (60 guiles)
- Bola eléctrica (una bola cargada de energía eléctrica. Parece hecha de madera o algún otro tipo de material aislante; por eso, si se rompe, se liberará la electricidad de golpe en una fuerte descarga. 20 Daño mágico, daño de rayo; el daño se calcula con el Espíritu) (60 guiles)
- Escama de pez (un trozo de una escama de un monstruo acuático, desprendido del resto. Aunque no lo parezca, alberga grandes cualidades mágicas, y, usado por las manos adecuadas, puede lanzarse para que toda la magia se libere de golpe como una explosión al tocar a un enemigo. 20 Daño mágico, daño de agua; el daño se calcula con el espíritu) (60 guiles)
- Roca brillante (pedazo de roca o cristal que dejan caer muchos monstruos pétreos y acorazados. Parecerá una simple roca, pero es un trozo del cuerpo de una criatura. Al hacerlo chocar con el suelo, levanta rocas afiladas por doquier. 20 Daño mágico, daño de tierra, el daño se calcula con el espíritu) (60 guiles)
- Pluma de quetzal (una pluma mágica de un quetzal, criaturas aladas que dominan el viento. Como tal, esta pluma contiene su magia, y si se destroza, genera vientos fuertes que azotan al enemigo. 20 Daño mágico, daño de viento; el daño se calcula con el espíritu) (60 guiles)

>> ¿Cómo tienes todos esos productos?
>> Lárgate.

 

Tilkin apretó los puños con dureza, pero mucha discreción. Como tratando de contener su rabia para esbozar una sonrisa alegre. Vaya, no le gustaba que sus intentos de negocio no llegasen a ninguna parte, ¿eh? Estaba claramente frustrado.

—Oh... ¡pero matando monstruos, mi muy estimada señorita! Tilkin es un experto guerrero y alquimista, kupó. ¡Je, je! ¡Por eso tengo los mejores, mejores mejorísimos, productos a la venta! Dígame, ¿conoce algún sitio donde vendan partes de monstruo, eh? ¿Lo conoce, kupó? ¿A que no?

—Normalmente uno compra pócimas, comidas o armas ya hechas con esas partes, no se gasta dinero en las partes en sí —dijo Mark entonces, brazos en jarra—. Para eso están, bueno... los mayoristas que venden materia prima a los fabricantes, y estos luego venden los productos a los negocios de a pie, donde la gente compra. Lo suyo es vender esas partes a los fabri-

Pero fue interrumpido por Tilkin, que parecía no tener paciencia para dejar a alguien hablar de algo que no le interesase o no entendiese.

—¿K-Kupó? —Tilkin inclinó la cabeza a un lado, confundido—. ¿Mayo... rista? ¡Tilkin no comprende esas palabras tan complicadas, kupó! ¡Pero! ¡Pero! ¡Tilkin tiene los mejores productos para ustedes, kupó! ¡De verdad, los mejores!

Se empezaba a enfadar más y más, su pelaje blancuzco erizándose a cada segundo un poco más, y el pompón de su cabeza tenso y rígido.

—Este tío no tiene ni idea de negocios —le susurró a Roxy—. Al final nos lo dejará gratis y todo...

... si es que no explotaba antes.

>> Comprar productos:

- Aire antártico (pequeño orbe de energía helada. Al romperlo, se libera como un fuerte aire que daña a un rival. 20 Daño mágico, daño de hielo; el daño se calcula con el Espíritu) (50 guiles)
- Trozo de bom (residuos de lo que fue antes un bom, consumido y apagado. Aún puede lanzarse para que, con un impacto fuerte, explote. 20 Daño mágico, daño de fuego; el daño se calcula con el Espíritu) (50 guiles)
- Bola eléctrica (una bola cargada de energía eléctrica. Parece hecha de madera o algún otro tipo de material aislante; por eso, si se rompe, se liberará la electricidad de golpe en una fuerte descarga. 20 Daño mágico, daño de rayo; el daño se calcula con el Espíritu) (50 guiles)
- Escama de pez (un trozo de una escama de un monstruo acuático, desprendido del resto. Aunque no lo parezca, alberga grandes cualidades mágicas, y, usado por las manos adecuadas, puede lanzarse para que toda la magia se libere de golpe como una explosión al tocar a un enemigo. 20 Daño mágico, daño de agua; el daño se calcula con el espíritu) (50 guiles)
- Roca brillante (pedazo de roca o cristal que dejan caer muchos monstruos pétreos y acorazados. Parecerá una simple roca, pero es un trozo del cuerpo de una criatura. Al hacerlo chocar con el suelo, levanta rocas afiladas por doquier. 20 Daño mágico, daño de tierra, el daño se calcula con el espíritu) (50 guiles)
- Pluma de quetzal (una pluma mágica de un quetzal, criaturas aladas que dominan el viento. Como tal, esta pluma contiene su magia, y si se destroza, genera vientos fuertes que azotan al enemigo. 20 Daño mágico, daño de viento; el daño se calcula con el espíritu) (50 guiles)
- Granada (pequeño objeto hecho con cenizas de Bom y otros productos químicos, que genera explosiones de gravilla al impactar. Es muy usada por bandidos, piratas y otros humanos. 20 Daño físico, golpea a todos los enemigos; el daño se calcula con el espíritu) (70 guiles)

>> ¿De dónde has sacado esas granadas...?
>> Lárgate.

 

—¡Kupopó, kupó~! ¡Qué fenomenal, gracias! ¡Guiles, guiles, guiles, afloja los guiles~!

Vaya, sí que le emocionaba hacer una venta. ¿Acaso no solía vender mucho? Daba esa impresión, desde luego. Ahora daba saltitos, alegre, pisoteando en uno de los saltos la mano del Historipó que trataba de escalar de nuevo a su puesto, que volvió a caer al suelo, adolorido.

—Aquí tenéis, ¡Tilkin está encantadísimo de hacer negocios con ustedes, señorito, señorita! ¡Kupó! ¡Kupopó! ¡Nos veremos pronto!

Y quedó ahí, mirándoles con una sonrisa, para luego ponerse a buscar con la vista a su siguiente "víctima".

Mientras se alejaban, Mark, manos en los bolsillos, reflexionaba.

—... hey. Decía el moguri que consigue sus materiales porque pelea con monstruos, ¿no? ¿Cómo... cómo crees que ha conseguido entonces las granadas que ofrecía? Esas cosas las usan humanos, no monstruos. ¿Crees que ha podido pelear con humanos? ¿Ese moguri? Era tan patético, el pobre, que me cuesta verlo siquiera matando a un limo...

>> En fin, sea como sea, ¿dónde vamos ahora, preciosa? —preguntó, con su aduladora sonrisa siempre presente.


>> Visitar el centro de la ciudad
>> Ir al puerto

 

—Pues claro que sí. Un paseo por el centro es muy romántico también, ¿no crees?

Caminaron así por la zona, adentrándose en el centro del lugar, donde las calles, curiosamente, estaban algo menos concurridas. Claro, el mercado estaba a la entrada de Laahr, y el centro era más bien residencial, por lo que ni los turistas ni quienes querían hacer negocios pasarían por allí.

Así que caminaron por tranquilidad, sin ninguna sorpresa, sobresalto o nada interesante por el camino. Hasta que... escucharon una vocecilla. Otro de esos, ¿eh?

—¡Historipó, Historipó! ¡Kupó, kupó, kupopó~! ¡Aprende historia en un momentín, con tu estimado Historipó!

La vista de Mark se giró entonces a mirar al Historipó. Como todos los moguris que hacían ese curioso trabajo, se encontraba subido a lo alto de unas cajas, elevado y tratando de llamar la atención de la gente. Y, bajo él, un cuenco de hierro mostraba solo un par de monedas. Este moguri, en concreto, llevaba unas ropas algo anchas, que le quedaban francamente grandes; además, estaban muy remendadas y sucias. Y... el moguri se veía pequeño, más de lo habitual. Como si fuese un niño.

—... —suspiró al ver que no atraía la atención de nadie, y luego volvió a intentar sonreír, no sin esfuerzo, y gritó—. ¡Historipó, Historipó! ¡Kupó, kupó, kupopó~! ¡Aprende historia en un momentín, con tu estimado Historipó!

Mark lo miró con algo de pena.

—... ey, Rox —le dijo, mano en la nuca. Señaló luego al moguri—. ¿Crees que podríamos escucharle un poco? E-Es que me interesa la historia y eso. Podríamos ver si cuenta algo interesante, ¿no? Con suerte, esta vez Don Tilkin no robará la atención. Ni el puesto.


>> Escuchar al Historipó
>> Marcharse al puerto

 

El Historipó miró sorprendido a Mark y a Roxy. Empezó a temblarle la voz un poquito, los ojillos temblorosos mirando en todas direcciones.

—¡O-Oh! Ehm, ¡g-gracias, kupó! Pues... ejem. A ver cómo era, me enseñó p-papi, pero... ¡ah, ya! ¡Ejem, ejem!

>> ¡Kupopó! Hablemos de las "alas" de Ilumbra, kupó. Hum... Ilumbra, nuestro mundo, tiene una forma curiosa. ¡Parece que sea una mariposa o algo así! Aquí, en el continente de Elérea, somos el cuerpo; la cabeza es Shinryu, el torso es Elérea, y la "cola" o los "pies", ¡Fayar, kupopó! P-Pero, ehm. ¡Sabréis que este no es el único continente! ¿A que sí que lo sabéis, kupó? Hay otros cuatro: Áurea, al noroeste, hogar de los áureos, unos humanipós con orejas picuditas; Kholod, al suroeste, ¡hogar de los mogus, kupó! Luego está Garladia, al sudeste, ¡un continente deshabitado, que es casi todo desierto, y dicen que es horrible, kupó! Cuentan que por allí hay monstruos gigantes y todo, kupó. Y por último... al nordeste, Hashmal, el continente nevado y silvestre, kupó. Allí hay estupendos minerales, y de hecho, los humanos se asentaron hace mucho, mucho tiempo allí, ¡pero tuvieron que marcharse corriendo cuando empezaron a caer de la lluvia carmesí monstruos tremendamente fuertes! Ahora dicen que allí solo hay ruinas, kupó. ¡Hasta con f-f-fantasmas y eso, k-k-kupopopó...!

Se agarró una de sus orejas con las dos manitas, con los ojos enfocados en ellos, curioso.

—Hum... y-y eso es todo. Creo que había más cositas que contar de los continentes y su historia, pero n-no me acuerdo bien. ¡K-Kupopó, historipó!

Mark no pudo evitar sonreír, y sacó de su bolsillo varias monedas. Roxy estaba segura de que debían ser los últimos ahorros que llevaba encima; porque el resto se lo gastó en comida.

—Anda, ten, pequeño. ¡Lo has hecho bien, pero te toca estudiar más, eh! —le dijo, señalándole con el dedo índice, ante lo que el moguri asintió—. Que ha parecido más una historia de un "Geografipó" que de un Historipó. La parte de la colonización de Hashmal ha sido interesante, sin embargo. Bien hecho.

—¡K-Kupopó! ¡G-Gracias, kupó! M-Me esforzaré para mejorar. ¡T-Tengan un buen día!

Y, tras dejarle el dinero, Mark, manos en los bolsillos, comenzó a alejarse. Miró a Roxy, y desvió ligeramente la mirada.

—¿Q-Qué? El chaval lo ha hecho bien, ¿no...? Por unas monedas que le deje tampoco pasa nada... ¡b-bueno, como sea! ¿Vamos ya al puerto, o qué?

Ay... qué difícil le era disimular que era un buenazo, ¿eh?

>> Ir al puerto

 

Jackson "Jazz" Bullseye

Tras mucho caminar, Thorna y yo por fin arrivamos a Laahr, la segunda ciudad más importante de esta nación. Al menos era mucho más colorida y animada que aquella cloaca que hacían pasar por puesto fronterizo, pero bueno, tampoco era justo compararlas. Nada era más repugnante que la frontera de Fayar con Elérea.

La ciudad era todo un tumulto de de gente y ruido. Viajeros, comerciantes, todos iban y venían sin parar, arregentando todas las calles del lugar. Y era justo como a mí me gustaba. Aquel sitio era un mar de distracciones, con tantas personas en las calles sería mucho más sencillo moverse sin llamar la atención. Además, era bien sabido que la ciudad estaba infestada de piratas, siendo un problema tan grande que la guardia real de Elérea prefería hacer la vista gorda la mayor parte del tiempo.

No iba a ser un trabajo sencillo, pero al menos esta vez tenía el entorno de mi lado. Aun si tenía a Thorna conmigo, quien seguía molesta por todo nuestro viaje por la región.

— Bien, ya estamos aquí —me dirigí a mi psicópata acompañante— , deja de preocuparte, ya te visto lo suficiente como para saber que es una mala idea joder contigo, y tú ya has visto que soy eficiente en lo que hago. Solo espero que cumplas tu parte del trato cuando todo esto termine.

Comenzamos a avanzar por la calles, moviéndonos entre la multitud sin llamar mucho la atención. Nos acercamos a varios puesto de comercio de la ciudad, buscando reabastecernos un poco. Bueno, más bien yo era el que necesitaba reabastecerse, Thorna no parecía muy interesada en ello. Compre un conjunto de piratas, casaca y banda incluidos, al menos me ayudaría a aparentar ser uno de ellos y evitar a los guardias.

Tras mis compras, hicimos una breve parada en una de las posadas del sitio. Thorna se negaba, pero como era esperable había tenido un día lleno de combates así que no vendría mal reponer energías. Además, me serviría para ponerme mi nuevo equipo. Tras eso, salimos de la posada y nos pusimos en marcha rumbo al puerto.

— De acuerdo señorita, ya estamos aquí, en el infame puerto de Laahr. ¿Cuál es el encargo que hay que realizar?

Contenido oculto: Compras:

- Bandana pirata (+2 fuerza): -120 guiles
- Casaca pirata (+3 Defensa, +3 Defensa mágica; hace resistente al elemento agua, pero débil al elemento rayo): -220 guiles
-Poción (+20 PS, ratio x0,1) [x2] -60 guiles
-Descanso en la Posada: cura los PS y PM de todo el grupo. -50 guiles.

 

Perspectiva de Jazz

Thorna miró a Jazz, fulminándolo con la mirada. Luego esbozó una tétrica sonrisa, sin dejar de mirarle con esa frialdad suya, tan... siniestra.

—... así me gusta. Bien sumiso —miró a su alrededor, sentándose sin ningún pudor sobre una caja que había en el puerto, sin preguntar de quién era ni revisar si aplastaba o no algo—. De momento, tú no tienes que hacer encargo alguno —lentamente, jugueteaba con su pistola, alzándola de un lado a otro, pasándola de mano, girándola sobre uno de sus dedos, en fin, usándola como si fuese su juguetito. Posiblemente lo era—. Luego veremos si tienes que hacer alguna tarea adicional.

>> En todo caso, es en Ayra donde haremos el encargo de verdad, ¿sí? Ya sabes, el de matar a cierta persona, de cierta organización.

Thorna quedó entonces esperando, mirando a ambos lados. Y, finalmente, se acercó alguien a ellos. Venía sigiloso, mirando a todo y a todos los que tenían a su alrededor, como si no quisiese ser visto. Pero Thorna esbozó una sonrisa encantada al verlo, y lo hizo de forma nada discreta.

—¡Hombre, ya era hora! ¿Traes lo mío, guapo?

El chico, tembloroso, miró a ambos lados una vez más y extendió una mano.

—... primero, lo que prometiste.

Y Thorna suspiró. Hurgó en sus ropas, y extrajo una bolsa. Jazz pudo observar cómo dentro brillaban varios de los orbes magitek, de esos nódulos de energía que potenciaban su pistola. ¿Estaba... traficando con esa tecnología? ¿Y a quién se lo daba? Ese chico parecía un mensajero, y uno que andaba con pies de plomo, desde luego....

—Listo —dijo Thorna—. Este es vuestro adelanto. Thorna cumple sus promesas~. Y ahora, ¿el dinero?

Con cuidado, el chuci guardó la bolsa.

—... ¿traerás más? Necesitan muchos más.

—Que sí —dijo ella, apuntándole con la pistola, sombría—. Te he dicho que Thorna cumple sus promesas. El. Dinero. Ya.

Al final, extrajo un fajo de billetes, que Thorna vio con entusiasmo. Lo guardó a buen recaudo, y observó al chaval escaparse, corriendo y adentrándose en callejones. ¿Q-Qué se traía entre manos?

—... je. Listo. Mi tercer sueldo... ¿no es maravilloso? Una no tiene que hacer casi nada, y, ¡hala! De pronto se baña en oro. Estos imbéciles, encima, han pagado por adelantado. No verán un solo nódulo magitek más, desde luego.

Una traición más, por lo que podía ver Jazz. Ese chico, ¿sería de la Resistencia? No lo parecía... pero sea como sea, Thorna, desde luego, no era de confiar en absoluto. Traicionaba a su patria, Elérea; traicionaba a la Resistencia; y traicionaba a quienquiera que mandó a aquel mensajero.

Ella solo se movía por su interés. Por el dinero...

—... y ahora, si no me equivoco, tendremos que encontrar por aquí a cierta personita. Busca a un tipo de piel oscura y pintas de macarra, ¿sí? Me dijeron que seguramente vendría acompañado... puede que cuando lo encontremos tengamos que tener un par de conversaciones, y, ¿quién sabe? Tal vez tengamos que ir a matar a un par de personas. Solo tal vez~. Considera esto un encargo paralelo.

Tsk. Ese no era el puto trato... pero como para decirle que no.


***


Perspectiva de Roxanne

Mark y Roxy caminaban por el puerto, el segundo encantado de dar un "paseo romántico" con la chica. Distraído con cada barco que veían, Mark parecía tremendamente fascinado.

—¿Sabías que aquí hay piratas? —dijo. Su tono de voz sonaba como el de un niño...—. ¡Jodidos piratas, Rox! Esta ciudad está llena de ellos, ¡aquí hacen lo que les sale de los huevos! Ah, si no fuese porque amo Ayra y quiero que sea libre, como toda Fayar... me vendría aquí sin dudarlo. Es la ciudad sin ley, desde que están esos imbéciles del Imperio. Anda...

A lo lejos, mientras hablaban, Mark se fijó en una mujer que, vestida con uniforme de oficial y junto a un hombre alto y delgado, con cabellos largos recogidos en una pequeña coleta, parecía estar sentada esperando a algo o a alguien. Frunció el ceño.

—... hablando de ellos. Una lacaya del Imperio. Tsk —Mark pareció perder todo entusiasmo de golpe, y, apartando la mirada, se puso automáticamente serio—. Bueno. Vamos al trabajo de una vez, ¿quieres? Tenemos que intentar oír algo sobre... ya sabes. Bismarck. Por aquí por el puerto debe cocerse algo interesante..

Y entonces, conforme pasaban frente a la oficial y su acompañante, oyeron una voz.

—Hola, turistas —era la oficial. Les estaba hablando...


***


Perpectiva de Jazz

Thorna miró a Jazz, guiñándole un ojo antes de dirigirse a aquellas dos personas. Sin duda, el chico encajaba en la descripción: tipo con piel oscura, con aspecto de macarra y acompañado. Vaya, bien acompañado, por lo que veía. La chica que iba con él se veía ciertamente atractiva, sin duda.

Sea como fuere, les interrumpió en su paseo, hablándoles sorpresivamente. Jazz no entendió nada de la conversación que tuvieron, pero... parecía algo importante. Y se fue tensando más y más conforme fue entendiendo qué sucedía.

—Hola, turistas. ¿Buscáis... a Bismarck?

—... ¿huh? —preguntó el muchacho, sorprendido, deteniéndose en seco. Su rostro se fue avinagrando poco a poco, mostrando claro desagrado—. ¿Q-Qué dices? Déjame en paz, oficial imperial.

—Ah, tranquilo, hombre. ¿No reconoces a mi amigo, aquí presente? Es uno de los vuestros. Un mercenario, contratado por vosotros, alto cargo de la... Resistencia.

El hombre miró con confusión a Jazz, y se puso en guardia en seguida. Y el asesino no pudo sino temer que toda su fachada se vendría abajo. Si aquel tipo era de la dichosa resistencia, iba a volar su coartada en un segundo. Tan pronto como dijese que no era un miembro de la resistencia, más aún cuando dijo ser un alto cargo, él... estaba jodido. A saber cómo coño salía de esa, con Thorna ahí, por medio. En seguida, tenso, sus discretos dedos se prepararon para tomar un arma. Si era necesario, no tendría otra que... hacer lo que se le daba bien.


***

Perspectiva de Roxanne

Roxy escuchó a la extraña oficial hablar, y Mark quedó impactado cuando mencionó a Bismarc. ¿Una eleana, conociendo del tema? ¿Así, por las buenas? No les podía haber oído hablar del tema, estaban demasido lejos cuando Mark lo dijo... así que, ¿por qué motivo iba ella a saber que Mark era de la Resistencia? Claramente, la mujer estaba bien informada: sabía de Thorna, sabía de la resistencia, sabía de muchas cosas.

No tardó en deducir que debía ser una de dos opciones: o estaban jodidos y estaba ahí en nomrbe de Elérea, o era... una especie de agente doble. O triple, quién sabe. Y a juzgar por su expresión, su tono de voz y sus palabras, parecía más ser la segunda opción.

... y ese hombre... Roxy no pudo evitar fijarse en él. El tipo que iba con la mujer. Se puso tenso en cuanto la oficial abrió la boca para decir que era un alto cargo de la resistencia. Y era bueno disimulando, pero Roxy estaba, digamos, acostumbrada a notar tensión y nerviosismo en los hombres. Además, ¿alto cargo de la Resistencia? Si fuese el caso, ¿no les habría hablado del tema Kalef? Les habría dicho que allí, en Laahr, les esperaba un aliado de tal calibre. No, eso no cuadraba.

—¿C-Cómo? —dijo Mar, la mano ya preparada en la porra, listo para atacar—. No sé de qué hablas, pero... no quiero hablar con una esbirra del imperio.

—Oh, yo solo soy esbirra de los guiles, cielo —le dijo ella, alzando la comisura derecha de sus labios, encantada con su desconcierto—. Estoy del lado del que me pague. Y resulta que me paga tu jefe.

—¿Mi jefe...? ¡Imposible! —exclamó Mark, irritado—. ¿Cómo sé que no mientes...?

—Ah, pues, ¿no te lo dije? Debes reconocerlo a él, ¿no? Jazz. Alto cargo de la Resistencia. Que esté de mi lado es prueba suficiente, ¿no te parece?

—Pero...

Ah, el imbécil de Mark estaba a punto de decir que ese tal "Jazz" no era ningún alto cargo de nada. Pero estaba claro, hombre. Roxy no entendía cómo la mujer esa podía ser tan imbécil. Pero Mark era más imbécil aún; aquello tenía pinta de ser algo muy interesante. Ella era del Imperio, con datos de Bismarck y también enterada de la Resistencia. Era una alada interesante, ¿por qué motivo iban a estropearlo con un conflicto? No, mejor ver cómo se desarrollan las cosas, y... ver de qué pie cojeaba ese tal Jazz.

Ah~. Qué remedio, tendría que intervenir. Mejor callar la boca de Mark...


>> Interrumpir a Mark diciendo que conoces a Jazz, y que, en efecto, es un alto cargo.
>> Dar un beso a Mark para callarlo y luego saludar a Jazz como si lo conocieseis.
>> Pisar disimuladamente a Mark con fuerza e identificar a Jazz como un alto cargo.

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Mr New Vegas Amane

Esta decisión le corresponde a Roxanne; pero esperaré a que los dos posteéis, aunque sea para reaccionar a toda la situación y para interactuar entre vosotros. ¡Ya vais a estar juntitos! uwu

Cuando los dos posteéis seguiremos