La Voz y la Sombra Libeskind era un hombre huraño, sin familia, al menos no reconocida. Vivía en una enorme mansión a las afueras de la ciudad, su vasta fortuna lo posicionaba como el tercer hombre más poderoso y rico de todo el país. Un buen día de tantos, comenzó a escuchar una voz que le hablaba solo cuando estaba solo. Al principio le susurraba cosas que intentaba ignorar. Y cada que intentaba que alguien más la oyera, esa voz ya no decía nada. Sus sirvientes comenzaron a creer que se estaba volviendo loco de soledad, y, por la forma agresiva en que comenzó a actuar, todos renunciaron, dejándolo completamente solo con su dinero y sus valiosas posesiones. Un día harto de la voz, se apuñaló en los oídos. Finalmente la voz ya no sonaba, era solo silencio. Pero su vida se escapaba al mismo tiempo, pero al fin estaba en paz, sin escuchar esa voz que incoherencias le decía. Antes de morir, le pareció ver una sombra, que se le acercaba, y una mueca de burla le hacía. Esta sombra comenzó a decirle algo, lento y claro; "He ganado", le parece que decía la sombra. No le pudo importar menos si la sombra era real o no, la voz ya no lo atormentaba, pudo por fin descansar. Para siempre. Contenido oculto Para la actividad 30 Días de Escritura: Voz Personaje: Multimillonario Palabra: Huraño Género: Psicológico