La vida de un campeón

Fic hecho para el concurso "Hechor Reales" que finalmente decidí cambiarlo por otro :3 Espero que les guste​

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La vida de un campeón​

Sergio “Maravilla” Martínez no tuvo una vida fácil. Su familia era de clase baja, su padre trabajador y su madre ama de casa y vivían en Quilmes. A partir de los trece años tuvo que dejar el colegio para ayudar a la economía familiar con lo que podía, trabajando con su padre de lo que fuese pero aún así hubo momentos en los que pasaba hambre ya que la plata no les alcanzaba.

Nunca se rindió a pesar de las duras pruebas que tuvo que superar durante su vida. Siempre fue un aficionado al deporte y combatió por primera vez, aún trabajando junto a su padre, y, a pesar de que ganó, no pudo disfrutar de su premio por que le robaron parte de este. Sin embargo, no se dio por vencido. Trabajaba todo el día para ayudar a su familia y para poder tener una comida en la mesa cada día pero nunca dejó de hacer lo que amaba.

Luego de la crisis del 2001, viajó a España para lograr su sueño y una mejor vida ya que en Argentina no conseguía trabajo. Luego de cinco días llegó a Madrid y allí se dio cuenta de que le habían robado el dinero que tenía. El destino volvía a presentarle otro obstáculo más, estaba solo, sin dinero en un país extranjero y desconocido para él. Muchos habrían renunciado y entrado en pánico pero no él, Maravilla siempre tuvo un espíritu guerrero y muchas ganas de mejorar. En ese momento ocurrió un milagro que cambiaría su vida para siempre: encontró casi por casualidad el teléfono que le había dado su entrenador en Argentina un tiempo atrás. Llamó a este hombre, Pablo Salvador y comenzó a trabajar con él, quien sigue siendo su entrenador.

Sin embargo, las dificultades aún no terminaban. Nada nunca le fue fácil pero su cabeza estaba programada para triunfar, nunca se rindió y con sudor y esfuerzo, de a poco fue logrando cada uno de los objetivos que se propuso. Trabajó dando clases en gimnasios, dio clases particulares y hasta fue portero en una discoteca, cualquier cosa con tal de poder sobrevivir y mejorar. Como viajó sin documentado, estuvo preso en España, pasó hambre e incluso pidió comida en la puerta de una Iglesia junto a los mendigos; nadie se imaginaba siquiera que luego se convertiría en un grande del boxeo.

Finalmente le llegó su gran oportunidad: pelear en Manchester, Inglaterra, por algo de plata grande. Partió hacia allí lleno de ilusiones y con el bolsillo vacío. Durante la pelea cayó en el segundo round de combate y en ese momento vio la motivación que necesitaba: a su padre en platea, mirándolo, alentándolo. Sintió mucha vergüenza, como si tanto esfuerzo hubiera sido en vano para que pierda en el segundo round de una pelea que él podía ganar. Entonces se levantó y desde ese momento la pelea cambió y llegó a ganar en el último round.

A partir de esa pelea, su carrera profesional en el boxeo comenzó a ascender vertiginosamente. Nada lo paró, ni las dificultades que le presento siempre la vida, ni las derrotas que tuvo, nada podía pararlo. Ahora, siendo el tercer mejor boxeador del mundo libra por libra, el tres veces ganador del campeonato mundial de medianos y con una carrera en ascenso, Maravilla Martínez finalmente logró todo lo que deseaba y tiene cualquier cosa que podría querer. Sin embargo, su vida no es la de un campeón, ni la de un millonario o una celebridad, él no hace locuras con su dinero por que a él le costó mucho ganarlo, forjar su carrera y sabe por experiencia propia lo que es la pobreza y lo que de verdad importa en la vida: la familia.
Sergio “Maravilla” Martínez no cree en las casualidades ni en la vida, asegura que todo es producto de la causalidad y del sueño, él siempre quiso ser el mejor y con este objetivo logró crecer. Él es un claro ejemplo de que el trabajo y el esfuerzo si dan resultado, de que cualquiera puede lograr sus sueños si de verdad se concentra en ello, con esfuerzo y sacrificio, sin olvidar nunca quien uno es realmente.