LA ULTIMA ESPERANZA.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por LadyWitheRose, 31 Agosto 2012.

?

Que les parece la idea para mi historia?

Poll closed 5 Octubre 2012.
  1. Muy interesante debes continuar

    100.0%
  2. no lo se creo que le falta algo.

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  3. definitivamente no...

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    LadyWitheRose

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    LA ULTIMA ESPERANZA.
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    Bueno esta idea me a surgido ya que atravez de los anios especificando desde el anio 2000 se surgen los rumores de vida en otros planetas, lo que quiero decir es que es una historia que tendra un mensaje para la humanidad ( xD ) y algo de accion y misterio.
    Prologo:
    Nicholas Mckuller es un periodista de New York Times de la gran manzana, su vida era simple y era rutinaria hasta que le fue dada una información que tal vez cambiaría el rumbo de su vida y del planeta tierra, tras estar detrás de cierta información viajara a las vegas, ya que según su fuente hay un área llamada "El Area 51" donde tienen algo que muchos desean pero que no puede ser revelado a la luz si no se haría un caos rotundo. Nicholas Mckuller un joven de 23 años arriesgara todo por dar ese mensaje dado por ese nuevo personaje misterioso.
    ¿Acaso esto sera la ultima esperanza?....

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    LadyWitheRose

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    LA ULTIMA ESPERANZA.

    Muchos creen en la ciencia ficción como algo tomado de la vida real para volverlo una portada de la realidad en la que vivimos, otros piensan en que hay vida fuera de este planeta con inteligencia avanzada y mejores vidas que la que nosotros vivimos, inclusive la mayoría tiene en mente la llegada de nuevos extranjeros a nuestro mundo como lo llamamos tierra para tomarla como suya o simplemente para estrechar amistad entre galaxias lejanas.
    PERO… ¿Qué pasaría si ya viven entre nosotros?, ¿Qué tal si un individuo llegara de la nada para advertirnos algo? , bueno les contare una verdad que podría convertirse en ficción en un futuro no muy lejano.
    LadyWhiteRose.





    CAPITULO I

    23 de Enero del año 2000, New York.

    Mi nombre es Nicholas Mckuller, tengo 23 años de edad soy el periodista más joven del New York Times. Mi vida nunca había sido tan emocionante ni mucho menos ya que simplemente salía a cubrir las notas de ciencia y economía la cual tenía que escribir detalladamente, pero las cosas no habían estado muy bien en las últimas semanas y ya que se suponía que era el fin de la era a lo que escuchaba por todas partes, mi mente divagaba constantemente en algo nuevo en algo que muchos no pensaban pero que estaba surgiendo.

    —Nicholas necesito verte en mi oficina, ahora. — Escuche decir seriamente a mi jefe el director del periódico más reconocido de todo los Estados Unidos el señor Brennan.
    —Si señor en un momento estoy con usted— le informe terminando de guardar mi último escrito de la semana.


    Esta semana no había tenido mucha actividad y por lo tanto hubo muchas bajas en la sección de ciencias y economía. Desde que paso el primero de enero del presente año la banca se estaba decayendo poco a poco pero en lo que consta con la ciencia solo era la misma cosa, los lectores mandaban cartas al periódico quejándose que ya no era de buena calidad, solo estaba seguro de una cosa, si no me despedían ahora mismo era porque tenía mucha suerte o simplemente el señor Brennan quería torturarme lentamente.

    —Adelante— escuche desde el otro lado de la puerta de cristal.
    —¿Se le ofrece algo? — le cuestione al señor Brennan quien estaba sentado detrás del escritorio y ojeaba algunas hojas.
    —¿Sabes que las últimas semanas la sección de Ciencias y Economía estaban perfectamente y ahora se están yendo a la ruina? — me cuestiono para alzar su mirada azulada que se podía ver la frialdad en ella, trague grueso y asentí levemente— pues si no haces algo para que suban las encuestas de esa sección te iras a la calle. — me dijo seriamente para soltar un suspiro.
    —Si, así será—le dije nervioso ya que era mi primer trabajo oficial y no quería perderlo— descuide buscare una buena nota y hare que las encuestas suban— le dije decidido para verle fijamente.
    —Espero que así sea joven Mckuller, si no se ira a la calle— me repitió para hacer una señal con su mano para que me marchara— espero ver resultados— dijo para volver a su trabajo.
    —Si…— solo dije para dar media vuelta y salir de su oficina, una vez fuera suspire cansado y volvi a mi trabajo de nueva cuenta.

    Esa tarde simplemente me la pase corrigiendo algunos errores antes de mandar mi trabajo a la imprenta para que saliera el lunes por la mañana, al terminar regrese a mi cubículo apagando la computadora y dejando todo en orden. Al salir del edificio camine un par de cuadras para llegar a tomar un café para relajarme de un día tan ajetreado como el de hoy.
    La única razón por la que me había metido a el periodismo es porque me gustaba investigar a fondo todo lo que me rodeaba, muchas veces me metía en problema por ello pero me gustaba hacerlo, recuerdo que no tenía muy buena reputación en la preparatoria pero eso no me importaba porque hacia lo que más me gustaba, a final de cuentas es mi gran pasión y si no encontraba un buen tópico no podría mantener mi trabajo en ese reconocido diario.


    —¡Hey! — Salí de mis pensamientos al escuchar una voz detrás de mí y un golpe leve en mi hombro, se trataba de mi compañero de trabajo y amigo James Allen, es un chico de la sección de deportes el típico chico con estilo y amigo de todos.
    —Que hay…— le salude sin mucho ánimo y el solo tomo asiento delante de mí.
    —¿Qué te pasa? — me cuestiono con un deje de preocupación y mando llamar a la mesera.
    —Simplemente algunas bajas en mis secciones— le comente y el rio levemente, simplemente le observe sin entender lo gracioso.
    —Lo que digo es que ese Brennan es un hombre loco que solo quiere estar sobre todos— decía sin despreocupación— un café para llevar— le dijo a la mesera que acababa de llegar y así como llego se fue.
    —Puede que tengas razón pero si no consigo algo bueno, me iré a la calle— le dije con un deje de depresión.
    —Hermano, te conozco y sé que encontraras algo muy bueno— dijo para sonreír— además hay mucha gente en el mundo que ama la ciencia y bueno la economía por igual— le escuche para verle ponerse de pie.
    —Supongo que si— dije para tomar de mi café sintiendo unas leves palmaditas de mi hombro derecho— nos vemos el lunes— le dije viéndole partir a donde su café estaría preparado.

    Como James el también estudio periodismo pero se centró más en los deportes porque él los practicaba en la preparatoria y universidad, era y es mi mejor amigo después de todo y me conocía, no podía dejar de pensar en mi trabajo y en mi vida tan rutinaria. Mire por el gran ventanal como un hombre vagabundo pasaba por el local con un gran letrero que decía “SE ACERCA EL FIN DEL MUNDO” , me llamo mucho la atención lo que aquel letrero escrito en un cartón decía así que deje dinero sobre la mesa y decidí ir donde aquel hombre, mi intuición de periodista me decía que podía encontrar un nuevo artículo que salvaría mi trabajo.

    Al salir del local mire a ambos lados en busca de aquel vagabundo el cual se había perdido entre la multitud de neoyorkinos que caminaban a prisa. Tome el camino de la Izquierda por el cual aquel hombre había desaparecido, seguía caminando a prisa entre la gente esquivándola hasta que lo mire parado en el centro de la acera.

    —“EL FIN DEL MUNDO SE ACERCA, NUESTROS DIAS ESTAN CONTADOS” — decía en voz alta aquel hombre de vestimenta desgastada, una barba que no era bien cuidada, un hombre mayor de unos 45 años de edad que poseía una mirada triste al verse ignorado entre la multitud. — “ELLOS VENDRAN Y USTEDES NO PODRAN HACER NADA, LA VOZ ME LO DIJO, ELLOS VENDRAN” — volvía a decir alzando su voz un poco más fuerte.

    Algo dentro de mí me decía que mis pensamientos pudieran estar en lo correcto que tal vez lo que yo pensaba que existían era real y que este hombre no estaba tan loco después de todo, solo tendría que acercarme y hablar con él para salir de esta gran duda de la cual me carcomía por dentro.

    —Usted…— me señalo aquel vagabundo quien me veía fijamente para sonreír levemente— usted es alguien en quien yo pueda confiar— le escuche decir mientras caminaba a donde yo esta.

    Mi corazón latía fuertemente ya que esto podía ser el principio de algo que no podría explicar con palabras.


    Bueno este fue el primer capitulo, espero que sea de su agrado y comenten sus opiniones acerca de esta nueva historia que tengo en mente. Esperen el segundo capitulo!
     
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    LadyWitheRose

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    CAPITULO II


    No sabía por qué pero el hombre caminaba hacia a mi junto con ese letrero que colgaba de su cuello, mire a ambos lados y me señale a mí mismo un poco confundido, le mire asentir y me tomo de un hombro para reír levemente.

    —Usted…Usted puede ayudarme— le escuche decir en susurro pero audible para mis oídos— usted puede ayudarme a encontrar a la soberana, ella nos puede salvar— me asuste un poco ya que tal vez el vagabundo estaba un poco perturbado y no sabía lo que decía.
    — ¿Yo?, ¿Soberana?, ¿Salvarnos? — cuestionaba confundido e intrigado a la vez, no sé por qué seguía esta locura pero algo me decía que debía seguir.
    —Si…Si… usted puede ayudarme, lo veo en sus ojos— me decía acercándose más a mí— sígame, le mostrare algo— por aquí— sin más empezó a caminar rumbo a una dirección.

    Las locuras de reportero se apoderaron dentro de mí, ese misterio de aquel hombre era una seducción a mi instinto periodista, la semilla de la curiosidad estaba creciendo dentro de mí. Mis pies se movían solos como si tuvieran vida propia ya que sin ningún motivo lo seguía de cerca, el hombre solo se limitaba a caminar entre la multitud entrando a un callejón desolado, me dio un poco de miedo pero debía arriesgarme.

    — ¿A dónde vamos? — le cuestione siguiéndole con cautela buscando con la mirada un objeto con el cual defenderme si algo pasara pero era de día, quien cometería un crimen a plena luz de día.
    —Ya llegamos— me dijo mostrándome una puerta de metal un poco oxidado, el hombre toco tres veces y se abrió la puerta en compañía de un hombre vagabundo un poco más joven que el que era mi guía.
    — ¿Quién es este? —cuestiono el vagabundo joven quien solo me observaba fijamente para girar su rostro donde el mayor quien solo chasqueaba la lengua y me dejaba pasar al lugar.
    —Calla y síguenos— el hombre mayor callo al más joven quien cerró la puerta y nos siguió.


    El lugar era un pasillo largo con paredes viejas y gastadas, de un color marrón opaco, el suelo era concreto solido con una capa gruesa de polvo en todas partes, el final de nuestro camino se conectaba con unas escaleras de madera que daban vía abajo donde el olor a humo entre otras cosas que no sabría descifrar hacían acto de presencia. Al bajar las largas escaleras llegamos a un lugar con poca luminosidad, mi corazón acelerado estaba cada vez más rápido por la adrenalina de lo que pasaría, al llegar al fondo me sorprendí ya que había personas con ropas viejas como si fuera otro mundo, era como si estuviera en una New York en bancarrota, lo que veían mis ojos era impresionante, niños corriendo de un lado a otro, personas mayores sentados frente a una fogata, era una escena que daba lastima por como vivían todos pero parecían…felices.

    —Por aquí, ya casi llegamos— la voz del vagabundo mayor me saco de mi ensoñación.
    —Si…—contesté para seguirle y tomar algunas fotos ya que podía servirme para algo.
    —Este hombre solo traerá desgracia a nuestro refugio— decía con desconfianza y un deje de agresividad el más joven de los tres.
    —Llegamos—murmuro el mayor quien se detuvo frente a una cortina gastada por los años—Pase, esto es lo que quería mostrarle— me dijo abriéndome paso.

    Al entrar la obscuridad reinaba el lugar, mis ojos se adaptaron con un poco de dificultad alcanzando ha apreciar unas luces rojas, blancas y amarillas al final de la habitación.

    — ¿Qué es esto? — decía asombrado al ver una esfera de tamaño mediano que flotaba en el aire sobre una vieja mesa de madera.
    —Lo encontré en la costa hace un par de años, en realidad no sabía lo que era hasta que escuche aquella voz— me contaba el viejo vagabundo quien encendía una vieja lámpara de gasolina y aluzaba aquella habitación.
    — ¿Entonces usted sabe lo que es? —volví a cuestionar para girar a verle y este asintió, haciendo que mi curiosidad creciera a un más.
    —Es un mapa, con el pueden encontrar a la soberana que nos salvara de una catástrofe. — dijo señalando la esfera para ver al cielo.
    — ¿Soberana?, ¿De que país? —cuestione con ignorancia al no saber de lo que hablaba.
    —De una galaxia muy lejana—Me dijo para verme fijamente causando un poco de tensión por mi parte y verle dar media vuelta.
    — ¡Galaxia lejana! — Exclame sorprendido para seguirle— ¿Puede hablarme de esto? — le pregunte con esperanza de que el viejo supiera un poco más de lo que me decía.
    —Hoy no, ya te he dicho demasiado—escuche decirme con tranquilidad para detenerse y verme— desde ahora usted será uno más de nosotros y vera cosas que los demás no podrán ver, todos los que han estado en esa habitación han de presenciado cosas que los demás ven pero a la vez no se dan cuenta— me dijo para despedirse con la mano.

    Aquella tarde fue un poco misteriosa pero a la vez atrayente, creo que sería un buen tópico para la revista, algo nuevo seria insólito para los lectores de la revista y esto me ayudaría mucho para ganarme una buena posición en mi trabajo. Al llegar a casa me puse a investigar sobre aquella zona donde los vagabundos vivían pero al parecer la ciudad de New York no sabía de su existencia.

    —Es increíble que no sepan de su existencia— susurraba sorprendido al no encontrar algo en los documentos de la policía, de los residentes de su alrededor. —Tal parece que tendré que ir de nuevo mañana por la tarde— pensé esto último para apagar mi ordenador e ir a dormir mientras seguía pensando en aquella esfera con luces de colores.


    Aqui esta el capitulo 2 espero que les haya gustado, dejen sus comentarios sobre la trama y cosas que les haya llamado la atencion ustedes saben xD
     
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    lady of the moon

    lady of the moon Entusiasta

    Escorpión
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    hola reportandome..........oh my gog que intenso me gusto mucho el segundo cap mas el de la esfera flortante, si la soberana es de una galaxia lejana como haran para encontrarla ya que no tienen acceso a naves espaciales ¿o si? no se ni que pensar espero tu proximo cap
     
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