One-shot La suerte de llamarse Neville [The walking dead/Harry Potter]

Este fic es para la actividad "El fandom a traves del fandom", de Ichiinou

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Las llamas crispantes de polvos flu emergieron de una vieja chimenea en el condado de Atlanta, Neville Longbottom suspiró respirando, en secreto siempre se había mareado al hacer este tipo de cosas, ni pensar en aparecerse pues era mucho peor, no lograba concentrarse lo suficiente y terminaría sufriendo una partición. La verdad es que ya no era el mismo niño asustadizo que comenzó en Hogwarts hace tantos años, él era ahora un reconocido herbólogo de fama mundial, querido y respetado por muchos, precisamente estaba por aquí para conocer un nuevo hallazgo, hablaban de un nuevo roble con la propiedad de conducir la electricidad y eso tenía que verlo.

— Espero no haberlos hecho esperar tanto, los estadounidenses llegan a ser bastante impacientes — se dijo a sí mismo avanzando con entusiasmo.

Por un segundo miró extrañado el lugar donde había arribado, era viejo y descuidado como en ruinas, se supone que Steven el reconocido mago místico lo estaría esperando en un hotel modesto pero bastante cómodo donde la comunidad le daría la bienvenida, más no había nada de eso allí, parecía que aquel sitio había estado abandonado en por varios meses, estaba por cruzar el umbral de la puerta cuando algo lo alarmó, había una mancha roja en el piso y esta indudablemente era de sangre. Neville hizo un gesto que recordó a los que hacía cuando entraba en pánico siendo un niño, retrocedió, hasta la esquina de la habitación que dado que era el recibidor, daba rumbo un pasillo, la madera medio podría crujió con su peso y cedió haciendo que parte de su cuerpo se precipitara por debajo del piso, apenas pudo sujetarse para no caer, una especie de maletín de piel de dragón donde portaba su varita quedó fuera de su alcance, desesperado respiraba agitado buscando subir, más de pronto sintió que algo lo tomaba de los pies, haciendo un enorme esfuerzo con la punta de sus dedos alcanzó apenas el maletín y tomó de ella su varita.

—Lomus —declaró y de la punta de esta emergió un resplandor.

El sótano debajo de él entonces se iluminó, encontrándose con una de las criaturas más horrendas que había visto en su vida. Su piel estaba carcomida y blanquecina, en plena descomposición, sus ojos con una pupila desvanecida entre un resplandor blanco sin vida y un líquido negro que emergían de sus ojos, lo observaban queriendo desesperadamente arrastrarlo con ellos.

Neville intentó forzar su mente el recordar un hechizo que pudiera le sirviera para enfrentar inferis, pues eso es lo que creía que eran, más cuando una de esas criaturas lo jaló, y la madera de donde apenas se sostenía cayó, soltó un grito ahogado y golpeando con fuerza el piso perdió de nuevo su varita. A los walkers les tomó un segundo darse cuenta que su presa ahora estaba debajo de ellos, pero en cuando el primer de ellos se dio cuenta que era así se lanzó sobre él.

— No… no… por favor… ¿Qué es lo que está pasando? —se preguntaba desconcertado el chico.

Con sus pies y con sus manos repelía a la criatura que buscaba morderlo, entonces estuvo a su alcance, sus fauces llenas de podredumbre tenían a su merced al joven mago para comenzar a devorarlo.

Ocurrió un estruendo, como una especie de rugido de un dragón pero metálico, la criatura se torció hacia atrás al recibir el impacto y quedo inmóvil, esto se repitió una y otra vez hasta que ninguno quedó de pie, Longbottom estaba tan asustado que no se había percatado que en el piso superior había una chica de pelo rubio y grandes ojos, dibujo una leve sonrisa en sus labios delgados que desapareció al instante y saltó hacia adentro tendiéndole la mano.

— ¿Por qué estás vestido así? — preguntó la chica mientras él tomaba su mano.

Algo había ocurrido que se había quedado sin palabras, no era el miedo, ni el nerviosismo lo que lo paralizaba, esto producía una sensación más agradable.

—¿Acaso esa vara de allí está brillando? — cuestionó luego.

Él solo la observó y aunque intentó explicarle quién era y que hacia allí; solo la miró de pies a cabeza. Sus piernas delgadas surgiendo de ese pequeño short y su figura un tanto aniñada pero muy atractiva dibujada en esa playera. Se encontró con sus ojos y su ceja levantada y solo pudo soltar una risilla estúpida.

Ella levantó las dos cejas.

— Ok, ¿nos vamos?, mi grupo me espera.

Neville despertó un poco de su encandilamiento y se apresuró a tomar su varita. Entonces siguió a la chica.

Salieron hacia las calles, todo estaba destruido y era un caos completo, autos varados, incidentes, rastros de peleas violentas, por un breve instante, en que era lo que había pasado aquí, que habían ocasionado los muggles y por qué había inferis allí.

— ¿Me dirás tu nombre o solo me seguirás viendo? — dijo la chica con cierto tono sugerente.

Era la primera vez que Beth hacía algo así, pero era la primera vez que un chico la observaba de esa manera y le gustaba sentirse deseada. Neville bajó la mirada y se sonrojó, respiró y presionó la varita en su mano.

— Me llamó Neville Longbottom, soy un herbólogo mágico, vine para ver una nueva especie de árbol y estudiarlo.

La chica y se detuvo para mirarlo, ladeo la cabeza.

— Tal vez golpeaste muy duro tu cabeza…

— ¿A qué te refieres?...¿Por cierto qué paso aquí?...

—Sí, te golpeaste muy duro, esto es lo que ha sido los últimos meses, los muertos se levantaron, se comieron a los vivos, todo se fue al demonio, ¿dónde has estado?

Neville sintió que él estomago se le encogía, ¿Cómo es que todo eso era así?.

— Soy de Inglaterra, todo está…bien allí… — dijo dudando temiendo que no fuera así.

—¿Lo dices de verdad?, ¿Cómo llegaste aquí?...

Neville se puso a pensar qué pensaría el consejo mágico si revelaba más de su magia, era seguro que esa chica no sabía nada de eso, así que pensó en qué contestar.

Ella no espero demasiado a su respuesta, quería darse esperanza y prefería creer lo que pensaba en ese momento.

—Sería grandioso poder ir contigo… — dijo esto mirándolo a los ojos, él se congelo de nuevo. — eres callado, eso me agrada.

La chica se volteó de nuevo y siguió caminando, de un saltó subió a un auto y le extendió la mano.

—Es la única forma, por cierto me llamo Beth.

Él tomó su mano de nuevo y por mantener sus ojos fijos en ella tropezó de nuevo. Iban sobre cada auto detenido pues el espacio entre ellos era muy estrecho, llegaron a un tramo del puente que el tramo estaba discontinuo, había habido un choque y el único modo de pasar era el mismo auto volcado pendiendo del vacío.

— Me quedé sin balas por salvarte, tendrás que cuidar mi espalda — dijo la chica poniendo su pie en él auto.

<<—Ella es tan decidida—pensó Neville.>>

—Lo prometo — dijo con cierta seguridad en su voz que lo sorprendió.

El metal del auto comenzó a crujir, estaba demasiado oxidado para soportar hasta el peso de un niño, Beth se precipito al vació soltando su mano, el auto cayó y ella después sobre él malherida, por si fuera poco el ruido del auto atrajo a esas cosas, los walkers tambaleantes y hambrientos comenzaron a congregarse hacia ella.

—¡ Beth!

—No puedo pararme, es mi pie derecho… —respondió la chica sobando su pie que giraba levemente de manera anormal.

Neville respiró hondo, se lanzó hacia donde estaba ella, sintió un punzo de dolor en sus piernas pero lo ignoró, él chico siempre había sabido sacar el valor que le heredaron sus padres en los momentos en los que las personas que le importaban estaban en peligro.

—¡Reducto! — exclamó y uno de los walkers se contrajo en sí mismo destrozándose— ¡Bombarda máxima! — prorrumpió ahora hacia uno de los rascacielos y enormes bloques de hormigón cayeron sobre los walkers. —¡Expeliarmus! — agregó con más fuerza en su voz y otro de ellos se estampó en la pared con fuerza.

Pero seguían llegando, Beth lo miraba atónita, después de todo, no estaba loco, él realmente era un mago.

—Tenemos que irnos, son muchos, sujétate de algo— le indicó mirándola sonriendo, se observaba muy seguro— te protegeré, ¡Armonia Nectere Pasus! — le susurró al auto medio desvalijado.

Este se comenzó a levantar, las llantas se pusieron en su lugar y a pesar de no contar con combustible arrancó con gran velocidad, arrollaron a varios de ellos y se alejaron de los demás en pocos instantes.

Kilómetros más lejos, a salvo, la tomó de la cintura y la ayudó a bajar, la cargó en sus brazos rumbo al campamento de los otros sobrevivientes.

— Mi hermana me matara por saber que le echo a mi pierna— dijo ella suspirando. — es por allí, estamos cerca.

— Yo puedo curarte, tengo plantas…mágicas que te harán estar bien segundos— le dijo Neville.

— Un mago…de verdad eres uno, fue increíble lo que hiciste…

—¿Incre-ible?...

Neville jamás había sido calificado con ese adjetivo, ni en sus días de escuela que era justo lo contrario, ni ahora que era mejor. Pero para ella lo era.

Ella lo tomo de la mejilla y rozó sus labios con los de él. Le estaba dando su primer beso, nunca pensó que sería ella la que tomara la iniciativa, pero luego de pasar por tanto, vivir tantas penurias, había alguien que con su sola presencia cambiaba todo, él podía hacer cosas que nunca imaginó que existieran.