La sonrisa del demonio.

La sonrisa del demonio.

Por las calles de Tokio se encontraba corriendo una linda chica, dueña de unos bellos ojos carmesí y unas adorables trenzas, no era nadie mas que la pequeña nieta de la entrenadora del club de tenis de Seigaku.

Estaba atrasada, muy atrasada para la “cita” al entrenamiento que recibía del Príncipe del tenis, pero siempre era la misma cosa, por mas que saliera con mucho tiempo de sobra de su casa, terminaba perdiéndose y por consecuencia, llegando tarde. Esto la tenia muy preocupada, puesto que ya tenía diez minutos de retrazo, y lo ultimo que quería era que su amado príncipe se enojara.

Mientras tanto a unas cuadras de allí…

Un muchacho de un notable mal humor, caminaba tranquilamente hacia las canchas públicas de tenis. Sus cabellos negros estaban sumamente despeinados, haciendo que parezcan algas, y sus orbes verde esmeralda denotaban cansancio y falta de sueño.

Se encontraba de muy mal humor debido que su sempai, Murai Bunta, prácticamente lo había obligado ir hasta Tokio, para jugar un poco de tenis y después ir de compras por una buena cantidad de dulces, sencillamente no entendía que necesidad tenia de ir hasta ese lugar, pero con el todo era incomprensible.

Tan concentrado estaba en sus pensamientos que no se percato que se iba a chocar con una chica, solo reacciono cuando el frágil cuerpo colisiono con el suyo, y para suerte de la muchacha, el chico tenia muy buenos reflejos, y la sujeto fuertemente de la cintura justo antes de que cayera al piso.

Cuando Sakuno reacciono, se dio cuenta de que unos fuertes brazos la sostenían de la cintura, totalmente ruborizada alzo la vista para decirle a la persona que la sostenía que la soltara, y claro pedirle perdón por su imprudencia, mas cuando vio esas orbes esmeraldas quedo completamente fascinada por ellos.

—¿Quién es esta chica? —pensaba el muchacho—esas trenzas, esos ojos, esa carita sonrojada…estoy seguro que la conozco de algún lado, ¿Pero no se de donde? —tan ensimismado se encontraba en sus pensamientos que no prestaba atención a las palabras que le decía Sakuno.

—Etto…Ki-Kirihara-san… ¿P-podría soltarme? —pidió totalmente sonrojada por el constante agarre del as de Rikkai Dai.

—¿Eh?...ah si, si…la próxima ves ten mas cuidado—dijo completamente serio, mientras la miraba de reojo, hasta que algo hizo clic en su cabeza, y mirándola de frente le pregunto—¿Tu eres la nieta de esa vieja no? La entrenadora del Seigaku…

—S-si, ella es mi abuela, yo soy Sakuno Ryuzaki—hizo una reverencia al presentarse.

—Ah…—La miro de arriba abajo y una sonrisa maliciosa y arrogante apareció en su rostro—entonces…no olvidare ese nombre—y sin decir mas se dio la vuelta siguiendo con su camino, con un pensamiento rondando por su mente—después de todo no fue una mala idea venir a Tokio.

Sakuno solo se quedo quieta donde estaba, observando como aquel chico con fama de demonio se marchaba, y en su rostro también apareció una pequeña sonrisa…ella tampoco olvidaría su nombre, ni sus bellos y llamativos ojos, pero sobre todo no olvidaría su sonrisa…la sonrisa del demonio.

FIN.

Bueno esta es una loca idea que surgió luego de leer algunas cosas, además no pude aguantar la tentación de escribir algo del cabello de algas jeje.