One-shot de Pokémon - La sombra del guardían del bosque(Shiftry)

En resumidas cuentas este ha sido el escrito con el que participé en el Concurso: Imagina ser un Pokémon. Ahora lo comparto con vosotros por si os apetece leerlo.

Otro día más en este bosque inmenso, escondido en las profundidades de la maleza y respirando tranquilidad ya que nadie se atreve a entrar en esta zona. El sol apenas llega hasta a mi, de vez en cuando me gusta salir de aqui y recibir su luz en mi, esa sensación de cálidez suele ser agradable. Sin embargo hoy no es uno de esos días y aqui me encuentro, en las sombras.


Recimiente ha llovido haciendo que esto este humedo y fresco. Para los que no lo sepais, soy un Shiftry, no tengo cara de hacer amigos y eso me ha llevado a que los demás pokémon me teman, ¿acaso no saben que no se debe juzgar a un pokémon por su aspecto?. Pero no me importa, yo les entiendo...aunque a veces suele resultar muy duro.


Mi vida siempre ha sido muy relajada debido a mi soledad, cuando era un Nuzleaf la gente se acercaba a mi y charlaba pero al evolucionar, tanto la gente como los demás pokémon se alejaron de mi.


Escucho de golpe una explosión a lo lejos haciendo que me levante. Estoy enfadado.


—¿Qué demonios ha sido eso?—Destrozo las ramas que hay delante mia para tener una mejor visión.


Todavia no veo nada, empiezo a abrirme paso por la maleza y poco a poco empiezo a divisar el lugar de lo ocurrido debido al humo que se ve a lo lejos. Algo anda mal.


—Fuego—Me digo a mi mismo.


Los pokémon voladores abandonan y hay miles de ellos en el cielo cubriendo todas las nubes dirigiéndose a toda velocidad lejos del incendio.


—Esa zona...no puede ser...es la de los pequeños—Estoy paralizado.


Siento el miedo recorrer mi cuerpo, incluso tiemblo un poco. De pequeño tuve una mala experiencia con el fuego, desde entonces no me atrevo a acercarme.


Los gritos de los pokémon que estan en peligro inundan mis oidos, los puedo escuchar y es triste.



—De-debo salvarles—Aunque nose como.


Me armo de valor, doy un paso adelante, luego otro, pero todo esto muy despacio. Trago saliva y arranco a correr hacia el fuego. Esquivo cada árbol y troncos del suelo con agilidad, también a algunos pokémon que corren en mi dirección.


Con cada segundo, siento que aumenta el calor, mi cuerpo esta sudando y mucho. La luz del fuego me ciega por momentos, el humo empieza a expandirse por los alrededores, las voces son cada vez más claras y sus gritos de dolor me ponen nervioso.


—Deben de estar por aquí—Pienso mientras inspecciono la zona.


Algunos ya estan perdidos, otros carbonizados y algunos cierran sus ojos delante de mi. En sus rostros puede verse el dolor que han sentido durante esos últimos instantes.


—¡He llegado tarde!—Me maldigo una y otra vez mientras las lagrimas recorren mi rostro.


Entonces veo algo moverse, un Kangaskan enorme parece mover el brazo. Me acerco y parece que no era él el que lo movia, sino el pequeño de la bolsa que trataba de salir de allí.


No tendra más que unas pocas semanas de vida pienso en ese momento. Lo agarro entre mis hojas y intento salir de allí.


El humo es cada vez más intenso y el calor merma mis fuerzas. El fuego me bloquea el paso, algunos árboles caen cerca mia dandome un susto de muerte.


—Esto es un autentico infierno—Pienso mirando a mi alrededor.


El pequeño tose, si continuo aqui parado moriremos los dos. Protejo entre las hojas al pequeño, doy un par de pasos adelante y me lanzo contra el fuego atravesándolo.


Al hacerlo, siento mi cuerpo hervir, caigo al suelo y suelto al pequeño. Siento unos pasos cerca, pero apenas puedo fijarme dado que el fuego esta consumiendome cada vez más.


—¡Sacadlos!—Me parece escuchar.



Toso mientras mis heridas son cada vez mayores. Pero de golpe siento algo frio, mi cuerpo se eleva como por arte de magia. Poco a poco siento movimientos como balanceándome, abre un poco los ojos y veo a un Nidoking.


Cuando recobro algo más la consciencia, veo a mi alrededor algunos pokémon.


—Por fin despiertas—Me dice uno de ellos.

—Tranquilo, ahora estas a salvo y el fuego lo han apagado el equipo de Squirtle—Comenta otro.


El pequeño bebé Kangaskhan me abraza y el resto aplaude. Tras esto trato de levantarme, zigzageo un poco y casi me caigo al hacerlo, pero lo logro.


Miro todo más tranquilamente, veo un pequeño riachulo cerca nuestro y el fuego no ha tocado ni marchitado esta zona. Es un alivio.


—Tengo que irme—Les digo agotado.

—Espera, debes descansar—Me dice Chansey.


Niego con la cabeza, ellos insisten una y otra vez. No es que no me guste estar rodeado de ellos, pero quiero ir a casa.


—Oh vamos, porfa quedate—Dice Nidoqueen.

—Dejadle, ha cumplido su cometido—Comenta uno en particular.


Al girarme al ver quien ha dicho eso me encuentro con Xatu, ahi parado, sin decir nada más. Es un pokémon conocido por su conocimiento y parece que ha surgido efecto.





Me he despedido de ellos, he caminado hasta llegar cerca de mi casa, de mi sitio y noto como cada vez las fuerzas me fallan más.


—Descansar, descansar—Me repito a mi mismo.


Con cada paso el hogar esta más cerca, aparto la maleza y hierba alta del camino. Me duele todo el cuerpo,las heridas de mi cuerpo se abren y me causan mucho dolor.


—Un poco más—Pienso tratando de llegar de una vez.


Veo mi sitio, intacto, húmedo y oscuro. Me lanzo con las pocas fuerzas que me quedan y sonrio.


—Gracias...gracias por dar esperanza a una nueva vida de un ser pequeño—Escucho así, de sopetón.


Abro los ojos conmocionado, mi visión es borrosa y solo veo algo verde moviéndose.


Una luz brilla entonces, cegándome. Siento como a mi cuerpo le pasa algo, miro mis hojas y creo ver unas raices salir de ellas. Después lo mismo con mis pies, piernas, brazos y finalmente mi rostro.


—Ahora vivirás eternamente junto con el bosque—Dice la voz antes de cerrar los ojos.



FIN