Long-fic la perla de shikon, ¿todavía buscada?

mi primer fic e___e
acepto comentarios<3
mejorando caligrafía día a día @_@
es algo corto, pero pronto se verá mas largo, en el capítulo dos c:
gracias n_n

Sakura estaba furiosa, como no, gracias a la maldición de una bruja había pasado encerrada cincuenta años en una cueva, sin la compañía nada mas que de su propio reflejo en el agua turnia, a la espera de que su embrujo cesara, sin muchas esperanzas. Había sido horrible, no tenía noción del tiempo y era una mujer de alto temperamento, además estaba en busca de algo sumamente valioso, la perla de shikon.
Había esperado tantos años, -quizás no tantos para un demonio solitario y paciente- para encontrar ese preciado tesoro y al salir de su prisión, se había enterado de que había sido destruida, aniquilada de este mundo. Y lo que mas la descolocaba; había sido una asquerosa, sucia y maldita mujer humana, al parecer llamada kagome, y un patético hibrido llamado Inuyasha . ¡que rabia sentía! el deseo de venganza quemaba en su pecho como si estuviera en llamas, sus manos estaban en puños y sus dientes rechinaban. ¿por qué el idiota de jeager tardaba tanto? su mano se movió acorde a sus pensamientos y mandó a volar una roca de al menos tres metros de altura por los cielos, con la potencia de su golpe.
—¡jeager!-gritó, con su voz profunda pero femenina denotando impaciencia.-¡maldito enano! ¡apresúrate!.
De la nada apareció un hombre de baja estatura, con aspecto de anciano y la piel de una tonada azul cielo, tenía ojos saltones y su larga barba llegaba al suelo, vestía harapos, su rostro connotaba temor.
—¡Sakura-sama!-dijo desesperado.-he conseguido información sobre los individuos que busca.
La mujer lo miró dominante y jeager bajó la mirada.
—¿Qué encontraste?
—La mujer y el hibrido están habitando en una aldea, junto a una exterminadora de demonios, un monje, y un zorro, además de tres niños humanos, con rasgos de monje y exterminador de demonios. al parecer siempre están juntos, además hay una anciana con una niña pequeña y un demonio de sus expectativas la va a visitar siempre.-contestó temeroso
¿de sus expectativas? eso significaba que era digno para pelear con ella.
—¿cuánto tiempo tardaré en llegar a su aldea?
—Sakura-sama, usted sabe que puede llegar ahora si lo desea.
La mujer sonrió con malicia, le gustaba ser reconocida, y que todos temieran de ella.


Inuyasha estaba inclinado sobre el césped iluminado por el sol mientras miraba con concentración el arroyo. Arrugó su nariz dos veces en busca de el aroma de un codiciado pez, y a el no encontrar nada bajó la cabeza con decepción.
Una chica con cabello largo oscuro tomado en una coleta se acercó, era Kagome. Miró con curiosidad al chico de cabello plateado y preguntó:
—Inuyasha, ¿Qué haces?
El chico no respondió, arrugó la nariz una vez mas y su mano se lanzó hacía el agua con rapidez. Antes de que pudiera alcanzar a los cuatro peces que pasaban, algo salió de un árbol cercano, se abalanzó sobre el y tomó los peces primero.
—¡enano!-gritó cuando se dio cuenta de que era Shippo, que sonreía astuto.
—¡já!-saltó el zorro.-¡ahora que soy mas rápido por mi entrenamiento he podido ganarte Inuyasha!
—¡maldito mocoso!.
El zorro dejó de sonreír, cuando, después de una persecución, Inuyasha logró atraparlo y quitarle los anhelados peces, además le dio un golpe en la cabeza bien merecido, según el mitad demonio.
—¡waaaaaah!-lloró el niño, y se aferró a las piernas de Kagome, quien miraba con furia al chico de cabello plateado.
—Inuyasha, ¡Shippo es un niño!
—¡já! vamos, Kagome, el ya tiene la edad suficiente, ¿no crees?
—bueno...-la chica se quedó pensando e Inuyasha sonrió triunfante:
—¡enano! ¡te gané!
—Inuyasha.-rechinó Kagome.-¡no seas inmaduro! ¡abajo!
Se escuchó un estruendo y el mitad demonio cayó al piso y se golpeó en la cabeza.
Shippo comenzó a reír.
—y eso que es su novia.-murmuró. sin embargo ambos escucharon y se sonrojaron.
—e-eso está fuera de discusión.-dijo Kagome con el rostro caliente.
—no digas nada mocoso.-Inuyasha bajó la cabeza.
Shippo se rió disimuladamente y se fue del lugar, dejando avergonzados a sus amigos.
La chica de cabello negro se sentó a el lado de Inuyasha, y ambos estuvieron callados por un momento, en tranquilidad. los rayos del sol eran cálidos y el césped estaba suave, pronto Kagome se fue quedando dormida, y para suerte del hibrido, cayó en sus piernas. sin embargo, la tranquilidad duró a penas unos minutos, cuando el cielo se oscureció de pronto.

Las nubes se arremolinaron y cubrieron el sol, dejando algo oscuro el lugar, que además se llenó de niebla. el arroyo comenzó a congelarse, y el césped se tornó blanco. Kagome comenzó a tiritar e Inuyasha la despertó.
—¿qué ocurre?.-preguntó la chica algo confundida, con los labios temblando y las piernas un poco entumecidas. Inuyasha se desprendió de su hitoe y cubrió a Kagome con ella.
—no tengo idea.-murmuró.
—Inuyasha, tengo mucho frio.-dijo la chica con la cara pálida, escarcha se comenzaba a juntar en sus cejas y cabello.
El hibrido abrazó a Kagome, ya que está era una simple -tal vez no tanto- humana, y se desesperó al ver que la muchacha cerraba los ojos y su cuerpo comenzaba a teñirse de blanco.
—¡¿Kagome?! ¿qué ocurre?
—no intentes hablarle-dijo una voz femenina-ella está en el mundo de los sueños.
Inuyasha miró para todos lados con la esperanza de encontrar a la persona procedente de esa voz y logró localizarla en los cielos, flotando como si nada.
La mujer era alta y esbelta, había un hombre consigo, además de un cuerpo inconsciente colgando con poco cuidado de sus manos, era Rin.
—¡¿Quién eres?!, ¡¿Qué haces con Rin?!.-preguntó el muchacho con furia.
—mi nombre es Kagura, la reina de las flores. y tu.-sus labios formaron una mueca.-eres el patético y asqueroso hibrido que libró de este mundo a la preciosa perla de shikon.
—Maldita.-chilló Inuyasha.-¿Qué haces con Rin?
—bueno, es una forma de atraer al demonio Sesshomaru, y además.-movió la mano con la que no cargaba a Rin y comenzó a formar círculos con su muñeca, un remolino de pétalos de flores de distintos colores salieron detrás de ella y se dirigieron a Kagome, sin que el joven de cabello plateado reaccionara, rápidamente, la envolvieron en sí y la llevaron hacia la mujer.-planeo llevarme a esta sacerdotisa, y asesinarla.-sonrío con malicia y la colgó de un pie, la muchacha llevaba un pantalón rojo y una camisa blanca, además del hitoe de Inuyasha. Sakura rasgó con sus uñas el pantalón de Kagome en la parte del tobillo y se abrió una abertura, entonces posó un pétalo rojo en su pierna y comenzó a brotar sangre, sangre que cayó en la nariz de el muchacho de cabello plateado.
—¡suelta a Kagome!-gritó Inuyasha con furia.
—Ven a buscarla.-sonrío la mujer y desapareció.