La papelera de Fanficslandia

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por rapuma, 3 Diciembre 2015.

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  2. Deja de nadar tanto, el cloro te está afectando

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  3. No está mal, pero podría estar yo y estaría un pelito mejor!

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  4. No sabe/no responde

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  1.  
    rapuma

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    Título:
    La papelera de Fanficslandia
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1200
    Una alarma sonó en la sala de mando. A continuación, una luz roja comenzó a inundar todo.

    —¿Qué es?. —preguntó el suboficial Zeek al saltar la alarma y aparecer un diminuto objeto en el radar. Apenas llevaba despierto unos veinte minutos.

    —Un objeto demasiado pequeño. — respondió GalladeLucario, el encargado de mantener la sala de operaciones intacta. —Puede que sea una vieja boya de socorro que sigue transmitiendo, antes de cerrar la papelera estás cosas seguían funcionando, transmitiendo alguna corriente eléctrica.

    —Acérquenos, ya sabe el protocolo.

    —Sí, el maldito protocolo. — gruñó Galla. —No hay registros de nada en ese lugar, es imposible que sea algo interesante o que haya alguien, vivo al menos.

    —Obedezca y cállese ante sus superiores. —le cortó Cygnus, el administrador del foro, que acaba de entrar en el puesto de mando.

    A regañadientes, Galla y su compañera, Liza White, comenzaron a teclear para imprimir informes al lugar de procedencia de la señal.

    —¿Han intentado ponerse en contacto?. —preguntó Cygnus a Zeek.

    —Hemos probado todos los canales de los que disponemos, pero sólo recibimos estática. —respondió el suboficial. —Puede que su emisor esté dañado y sólo puedan emitir la señal de emergencia.

    —Bueno, según el protocolo... —Cygnus miró con reproche al piloto. —Tenemos que acercarnos para comprobar que no sea nadie en apuros; aún así eso no quiere decir que no deban tomarse ciertas precauciones.

    —Por supuesto, jefe.

    —Informe al pasaje y al resto del equipo Fanficforce por megafonía, seguro que querrán saber por qué irán en una misión de reconocimiento y por qué tardarán un poco más en beber cocktails y criticarse entre ellos en Café Literario. —y sin tener nada más que decir, el administrador salió de la sala, dejando a cargo a Zeek, que no paraba de sonreír.

    ..........................................................................................................

    —¿Una señal de socorro? —pregunté, sentado en un banco cercano a las duchas. A mi lado se encontraba el mejor italiano que había tenido el gusto de conocer.

    —Así es. —replicó EN Auditore, sin darle mucha importancia.

    —¿Cómo es posible? La papelera está en el culo del universo.

    —Y yo qué se. —me respondió molesto. —Acabo de verlo como tú y desde arriba no llega más información, así que saca tu culo de aquí y a trabajar.

    Asentí y, tras pertrecharme, salí del vestuario del personal dando órdenes por el intercomunicador que llevaba en el oído. Me crucé con el capitán de mi unidad y me detuve en seco mientras procedía a saludarlo para mantener las etiquetas intactas. —Capitán, señor. —Bruno me devolvió el saludo, me ajustó la pechera en el tórax. —En quince minutos salimos. —y sin decir más, siguió su camino. Advertí una mirada tensa, sus facciones estaban toscas, más de lo habitual. ¿Será que estaba preocupado? Seguí mi camino hasta el cuarto de armas donde ya me esperaba Nekita, enfundando su Beretta en la pierna izquierda.

    —Otro día de mierda. —bromeó con su particular carisma. Le devolví la sonrisa.

    —¿Sabes algo más sobre esta señal que vamos a indagar? —pregunté con curiosidad, ya que según mi punto de vista era una misión para perder tiempo.

    —No-oh. Lo mismo que todos. Lástima por nosotros ser solo rasos, ¿eh? —se cargó una mochila.

    —Entonces no nos dirán nada hasta que lleguemos. —suspiré, no sería la primera vez que sucedía. Tomé una M16 y la ajusté en la correa de mi espalda. Justo en ese momento llegó Auditore, masticando tabaco.

    —El capi parece nervioso. Nunca lo vi así. —dijo con la boca llena, tomando también una M16 y comprobando el seguro.

    Asentí a sus palabras, tuve la misma sensación cuando me lo crucé. Terminamos de alistarnos, colocándonos por último el chaleco con nuestra insignia característica de Fanficforce, que consistía en unas pequeñas piedras chocando entre sí, algo parecido a un choque de montañas versión caricatura y... miniatura.

    Nosotros representábamos a la unidad de choque de fuerzas especiales de Fanficslandia, unidad promovida por el mismísimo Heros y creada a partir de un fin de mantener la paz en el foro. Ahora que Heros no estaba y que Cygnus había tomado su lugar, nuestra unidad ya casi no participaba en las escaramuzas que se armaban con bots o clones. Siempre nos mandaban a misiones donde nuestro potencial se gastaba. Cielos, hasta me sentía oxidado. Y la razón de ello era que el nuevo administrador había creado un grupo propio, el cual celaba constantemente. Ellos eran ahora la noticia, los héroes. Pero no era algo que nos molestaba, nos seguían pagando el mes y dentro de todo... no estábamos acomodados. Así que, en resumidas cuentas, no me sorprendía que nos mandaran a una misión de exploración simplona, porque era a lo que más estábamos acostumbrados desde que Cygnus tenía el poder.

    Pero me llamaba particularmente la atención el nerviosismo de nuestro capitán. ¿Es que sabía algo que nosotros no?

    Como sea, terminamos de alistarnos y caminamos los tres juntos a la sala de mando. Allí nos esperaba nuestro capitán Bruno, de brazos cruzados y con su particular boina. A su derecha estaba el resto del equipo: Arno Dorian y FenixParker. Nos ubicamos a su lado y miramos al frente.

    Esperamos en silencio hasta que escuchamos unos pasos provenientes del otro lado de la puerta. Y cuando la misma se abrió, me sorprendí tanto que seguro habré hecho una cara cómica, gracias a dios que el pasamontañas ocultaba mi rostro.

    Los Powerfanfic estaban allí. La unidad creada por Cygnus. Todos preparados y listos para salir al campo. ¿Es que nos iban a acompañar?

    Se alinearon frente a nosotros. Hubo un incómodo momento de silencio que lo rompió el administrador al entrar, escoltado por Zeek.

    —Como se habrán dado cuenta, esta no es una simple misión de reconocimiento, caballeros. Tenemos para creer que lo que sea que esté en la papelera, sea peligroso. Como sabrán, está cerrada al público civil, solo nosotros tenemos acceso a ella. Y todos saben que clase de cosas horribles esconde ese lugar tan apartado y oscuro. Es por eso que he decidido que Powerfanfic los escolte. Muchos de ustedes estuvieron de misión en la papelera, para adecuarse a terrenos difíciles. La base Echo se encuentra justo en el sector este, provista de suministros y provisiones que les será útil. A partir de este momento formaran un solo grupo, pero mantendrán sus oficiales al mando. El capitán Bruno en el caso de Fanficforce y el capitán Zeek en caso de Powerfanfic.

    Zeek se alineó frente a su escuadrón, dándonos la espalda. Oí que Arno gruñía. —Cataran mis órdenes directas como comandante superior, al igual que las del capitán Bruno. —el bastardo sonreía. ¿De qué rayos se reía? —Es nuestra primera misión como unidad, ambos grupos nunca prestaron misión cooperativa. Pero siempre hay una primera vez para todos, ¿no es así? Es por ello que deseo una buena caza hoy. —su equipo permaneció inmutable.

    —Escuadra Fanficforce, lo que ya ha dicho mi igual. Escuchen la voz de mando del capitán Zeek o yo mismo me encargaré de encuadrarlos como corresponde. ¿Me han entendido?

    Afirmé con la cabeza, sin despegar mis ojos de los del sujeto que tenía enfrente. No sabía quién era, solo veía sus ojos por debajo del pasamontañas.

    —¿A qué esperan entonces? ¡Al helicóptero, ya, ya, ya!
     
    Última edición: 24 Abril 2020
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    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

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    ¡Qué sensacional sorpresa! Y es como si el destino hubiera decidido que tu relato y mi persona nos cruzáramos en el foro, pues se me ocurrió darle al botón de Actividad reciente tres minutos después de publicado éste capítulo. Es que el título llama poderosamente la atención y creo que ningún usuario querrá ser indiferente a lo que esconde.

    ME ENCANTÓ. Tu narración es excelente, algo de lo que puedo dar fe desde que nos conocimos en el rol de Rehenes de un Imperio. Si no me equivoco, hasta ahora no leí algo tuyo que no fuera rol, y lo cierto es que ha sido una gran experiencia. El tono de la radiación se adecúa muy bien al ambiente que las palabras construyen, esbozando una escenario de tensión y rudeza.

    ¡Pero lo de los personajes es muy LOL! ¡Los propios usuarios del foro! xDDDDDD

    Creo que nos supiste retratar bien a todos para el contexto de la historia, e imagino que el narrador sos vos. Me encantó aparecer, se siente extraño pero genial ser el personaje de una ficción *__* . Mas, me estoy muriendo de la intriga, por la actitud que estuve tomando a lo largo del capítulo; da para pensar que no me traigo algo bueno entre manos, ¡soy una persona terrible! (?)

    En definitiva, que haya aparecido un relato como éste es una genialidad para el foro, y más para los usuarios que fuimos tomados como personajes xD.

    ¡Ánimo, que el próximo capítulo salga pronto! ¡Lo estaré esperando con ansias!
     
    Última edición: 3 Diciembre 2015
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    EN Auditore

    EN Auditore La Hermandad de Asesinos

    Piscis
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    *Han pasado 86 años desde que apareció el último fic así* [Mode: Anciana en el Titanic]

    ¡Wow! Navidad se adelantó éste año. Muy genial la historia, muy original, hacia años que no veía a alguien que escribía utilizando a los propios usuarios del foro como personajes y fue un ligero aire de nostalgia a mi memoria que realmente agradezco gratamente. En general me fascinó el comienzo, sin demasiada introducción, compartiendo la misma confusión que plasmaban los personajes con sus diálogos y acciones. Aún así, la narración me pareció amena, nada sobrecargada con detalles, pero aún así fácil de visualizar.

    No noté errores ortográficos (aunque en realidad mi atención estaba fija en los acontecimientos así que meh, quizás no le di tanta importancia). Realmente como dijo Bruno arriba, fue una gran sorpresa. Un gran recuerdo de nostalgia para mi y espero con ansias los próximos capítulos cargados de acción y sangre (?).
     
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    ¡Ooooooh! Awwwwww, sí que me ha sorprendido. Yo por mi parte es la primera vez que leo una historia donde los personajes son los del foro y ¡me ha encantado! Novedoso para mí, genial, fantástico xD

    Disfruté mucho este primer capítulo y sí, espero leer el que sigue y el que sigue y el que sigue. Hasta temo no leer el final, ¿puedes creerlo? Esa intriga casi desde el principio me mantuvo pendiente de cada palabra, de cada acción y me pregunté también: ¿Qué está sucediendo en la papelera de Fanficslandia? Hace tiempo borré una historia que habla de un libro malvado, ¿será que ha tomado el poder suponiendo que fue ahí donde fue a parar? ¿O será que miembros normales del foro se han introducido a ella y... no sé para qué? ¿Será algo más que los bots o yo que sé qué?

    ¿Será un peligro para nuestros estimados miembros del staff? ¿Debo preocuparme por ellos? xD ¿Nos está invadiendo tecnología desconocida?

    ¿Será que ya pregunté mucho? See, así que mejor me voy.
     
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    Arno Dorian

    Arno Dorian Entusiasta

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    Me quito el sombrero y hasta el peluquín ante tal historia!

    Realmente se ve muy interesante eso de mezclar el foro, personas del mismo con una historia de ficción, la verdad me consume la duda y también la trama de la historia, cada persona en un personaje que a mi punto de vista esta perfecto, ningun fallo en la ortografía por lo visto y la verdad resulta cómodo de leer, ninguna falla en la narración pero que puedo decir? Sinceramente PERFECTO espero con ansias el siguiente capitulo.

    PD: Ese gruñido sexy♥ se ve desde lejos que tendrán problemas y eso aumenta los ratings jajaja, avisame del siguiente capitulo porfa.
     
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    rapuma

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    ¡Hola a todos! Me alegro que esta historia fue recibida con los brazos abiertos. Muchísimas gracias a todos los comentarios! En verdad se aprecian mucho! Y como habrán notado el título fue cambiado, me pareció que una "guerra" en Fanficslandia era mucho cuando toda esta historia se desarrolla y desarrollará solo en la papelera. Así parece más acorde! :p

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    Era un día extraño, con un preludio de tormenta en el aire nocturno. Sobrevolamos la base Echo, los dos helicópteros perfectamente sincronizados aparcaron en la azotea y sin detenerse, nos ordenaron bajar. Cuando mis botas tocaron el duro suelo de la amplia azotea, pude ver relámpagos lejanos con nubes grises e hinchadas. Se acercaba tormenta por el este.

    —¡En fila y en orden! —gritó nuestro capitán para hacerse oír entre el ruido de las hélices. —¡Primer escuadra, al frente! —una puerta se abrió delante nuestro, parecía un ascensor. El capitán ingresó junto nosotros. Veíamos como Zeek ordenaba a su grupo aguardar, pero antes de que pudiéramos seguir viendo las puertas se cerraron y comenzamos a bajar. —Esta estación es de mantenimiento. Habrá civiles y les parecerá raro ver miembros del personal de seguridad rondar por las instalaciones. No abran la boca con nadie a menos que se los ordene. ¿Está claro? Lo último que queremos es que esta gente nos estropeé el trabajo. —afirmamos con la cabeza. Siempre había escuchado sobre los usuarios que trabajaban en la papelera, estaban locos, decían las malas leguas. Gente que no conocía otra cosa más que cuatro paredes de metal y basura, basura por doquier: temas spam, repetitivos, viejos, etc. Todos los días de sus vidas se dedicaban a archivar y despojar a autores de temas que ellos mismos inhabilitaban. Gente rara, celosos de los suyos, no conocían a nadie más después de todo.

    El ascensor nos dejó en una especie sala de control muy básica, tenía un simple tablero en donde muchas luces brillaban, apenas estaba iluminado. Una puerta abriéndose me llamó la atención; vi a un sujeto de cara afable, con una escoba. Vestía uno de esos trajes enteros que suelen usar los presos de las cárceles máximas. Se mostró emocionado al vernos. —Soy Zereffu, el conserje de la estación. —se presentó con vergüenza, nunca dejando de lado su sonrisa. —¿Están aquí por la señal de socorro? —el capitán Bruno caminó hasta él, le tendió la mano; el conserje apretó con fuerza para no dar una mala impresión.

    —Capitán Bruno, de la Fanficforce. En efecto, vinimos por la señal. ¿Usted la mandó? —Zereffu asintió, barriendo un poco en su pasar.

    —La escuché en esta sala. Nadie del personal sabe manejar estos dispositivos, tienen un mecanismo de piloto automático o algo así; envían toda señal extraña que los dispositivos de movimiento logran captar. Barrí esta sección hoy a la mañana y me llamó la atención el ruido. Sabe, lo único que tenemos de entretenimiento es el bar de abajo, todas estas cosas son emocionantes para mí y... —el capitán le cortó el habla subiendo una mano hasta la altura de su rostro.

    —¿Me está diciendo que esta sala se pilotea sola? ¿Ha dado aviso a los demás miembros del personal?

    —Se auto abastece sola, sí. Y no, claro que no. El administrador fue claro y conciso: no le digas a nadie hasta que los equipos de seguridad lleguen al lugar y...

    —Señor Zereffu ha cumplido con su deber como conserje de la estación Echo. Como siguiente al mando de la cadena y por consiguiente, al mando de la estación, quiero pedirle que me dé todas las tarjetas de servicio. Tengo entendido que este lugar usa tarjetas magnéticas de acceso, ¿verdad? las quiero todas.

    Zereffu asintió varias veces mientras rebuscaba en sus bolsillos, le entregó cuatro tarjetas de distintos colores que el capitán las guardó en uno de los bolsillos de su chaleco. El conserje se mantuvo alejado, barriendo, intentando pertenecer a la acción.

    No tardó en llegar el equipo de Zeek, quién se abrió en forma de abanico por toda la sala de control, era un espacio muy pequeño, por lo que el calor comenzó a sofocarme. Me retiré el pasamontañas de la cabeza y suspiré. —Vaya lugarcito. —mencioné con ironía, viendo como los Powerfanfic se sentaban en las computadores y tecleaban.

    Arno Dorian me imitó, su pasamontañas voló de su cabeza y lo enganchó al cinturón. —Ya me está dando claustrofobia.

    Se nos unieron Nekita, Auditore y Parker. El capitán simplemente hablaba con Zeek, mientras los Powerfanfic parecían ocuparse de todo. Me encogí de hombros, parecíamos estar de extras.

    —¿Quién está al mando de la estación entonces? —inquirió Zeek, mirando al conserje con mala cara.

    —El conserje Zereffu es el actual encargado de la estación Echo. Dará el aviso general de nuestra llegada en cuanto llegue a los pisos inferiores.

    —No hará falta. Que el sujeto se vaya. Mis técnicos lo avisarán por megafonía. Le recomendaría enviar a sus soldados a revisar el estado de los civiles. Según mi experiencia no toman con mucha simpatía que alguien extraño venga a invadirlos.

    El capitán Bruno asintió, no parecía convencido a la orden del tal Zeek, pero de igual forma caminó hasta nosotros, avisándonos del pequeño quehacer.

    Bajamos por el ascensor, sin nuestros pasamontañas. Nos acompañaba Zereffu. La verdad es que el calor que hacía en ese lugar era insoportable. Llegamos hasta lo que parecía ser el comedor central, donde los civiles estaban reunidos. Llegamos justo cuando la noticia se esparció por los altavoces.

    —Civiles, les habla el suboficial Zeek. Lamento informarles de que hemos entrado a la estación para rastrear una señal de socorro cercana; durante la espera podrán abandonar sus cápsulas y disfrutar de las instalaciones de ocio de la papelera además de las habitaciones habilitadas al efecto, disculpen las molestias y disfruten del resto del día.

    La noticia no fue muy bien recibida ni entre la tripulación ni los pasajeros, quienes se apelotonaban, algunos aún con efectos evidentes del alcohol, en el bar para pasar el rato y quejarse en voz alta como si eso fuese a cambiar alguna cosa. El conserje, Zereffu, ignoraba los insultos y las reprimendas mientras sacaba su equipo del armario y se marchaba a limpiar y poner a punto el comedor.

    —¡Por el amor de dios!. —fue el grito de Marina, una de los miembros del personal de la papelera, cuando se enteró de que un equipo había llegado para responder una llamada de auxilio. —¡Tengo trabajo que hacer!

    —¡Ten un poco de consideración, maldita sea!. —contestó un pasajero al que, indirectamente, estaba gritándole en el oído. —¡Seguro que si tú estuvieras ahí fuera en apuros te gustaría que fueran a buscarte!

    —¿Y por qué la administración no llamó antes aquí y nos informó de esto?. —respondió Marina levantando aún más la voz. —¿Nosotros en qué podemos ayudar? ¡Voy a perder mi trabajo!

    Parker la instó a que se calmara, siempre manteniendo una mano cerca del aturdidor que llevaba en el cinto en caso de que Marina se pusiera violenta. Entre el resto del personal destacaban figuras como Hey Miguel, encargado de la fabricación de la papelera; Graecus, un hombre de mediana edad que se encontraba cumpliendo su sueño de cerrar temas importantes antes de morir por un cáncer de pulmón; Corzart, un joven de veintimuchos años, encargado de mantener a flote el bar; y Shani, una joven prodigio que, con sus capacidades, había conseguido la fortuna necesaria para comprar el foro, pero su asfixiante familia que sólo buscaba explotar su inteligencia para obtener beneficio monetario, la mandó al exilio en la papelera.

    De pronto nuestro intercomunicador siseó antes de establecer comunicación.

    —Parece una cápsula de escape. —apuntó Bruno, su voz era mecánica.

    —No parece haber rastro de donde salió. —comentó una voz desconocida. —¿Qué hacemos?

    —Lo que debemos hacer. —respondió Zeek. —Si está vacía no perdemos nada, si está ocupada sí.

    Diré al personal de seguridad y al de la zona de carga que preparen el equipo para recogerla. —dijo Bruno.

    —Mis hombres también los acompañaran. —y con un golpe seco, Zeek dio por terminada la conversación.

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    Nos dirigimos junto con Nekita y Fenix Parker a la zona de carga, mientras el italiano Auditore controlaba a las masas nerviosas de civiles que se agrupaban en los niveles superiores y el francés Arno Dorian escoltaba al capitán en la sala de mando. Allí debajo nos encontramos con cinco miembros de Powerfanfic. Sin sus pasamontañas eran relativamente conocidos por el foro: Amane, tenía la pinta de ser una especie de científica del grupo, porque nos entregó a todos unos barbijos blancos, también reconocí a Lucas Diamond, juanjomaster, Chaos Lady y Noir. Esperamos pacientes la orden para salir al exterior. Por la puerta de carga se veían los reflejos blancos de relámpagos.

    —Esto será como nuestra primera vez. —dijo Lucas Diamond, sonriendo. —Nunca trabajamos juntos en ninguna maniobra.

    —Espero que no duela tanto. —agregó Juanjomaster, riendo. Amane rodó los ojos.

    —Antes de salir allí afuera hay unas cosas que tenemos que aclarar. —dije con calma, cortando el aire de la charla.

    —Una vez se cierren esas puertas quiero a todo el mundo listo, si esa cosa es peligrosa tenemos que poder reaccionar enseguida. —indicó Fenix Parker: el resto asintió. Gracias a la enorme tensión que había en aquél lugar nadie dio lugar a reproche.

    —Cuando ustedes ordenen. —anunció Zeek por el comunicador.

    —Activen el mecanismo y abran la compuerta. —ordené a la radio, sintiendo mis músculos tensos. Había algo en aquél lugar que me ponía muy nervioso.

    Las compuertas se abrieron lentamente, acompañadas por el ruido de un poderoso trueno. Llovía con fuerza y no se veía más allá que a un metro de distancia. Me coloqué las gafas de visión nocturna y sentí el mundo verde totalmente diferente. Miré hacia un costado, Nekita me hacía una seña con la cabeza. El grupo Powerfanfic estaba plantado en el lugar, no parecían querer ser los primeros en dar el primer paso, por lo que me adelanté. Se veía la baliza, estancada en el barro a pocos metros de la estación. Un relámpago casi me dejó ciego, cerré mis ojos... el mundo verde volvió a envolverme.

    —Está lejos. —gritó Nekita para hacerse oír bajo la lluvia. —¿Cómo lo meteremos dentro?

    —Que lo enganchen con la grúa que está dentro de la zona de carga. —grité también. —Iré a verificar la cápsula.

    Nekita se retiró para informar a los Powerfanfic, Fenix Parker me siguió.

    —¿Qué crees que haya dentro? —preguntó mi colega a gritos; a medida que nos acercábamos veíamos que la baliza estaba en mal estado.

    —No tengo la menor idea, pero lo quieren dentro de la zona de carga.

    Verificamos la esfera, porque eso es lo que era. Nos llevaba tres cabezas a cada uno de nosotros, ¿cuantas personas podría transportar cada una de esas cosas? Esperamos un cierto tiempo hasta que Nekita se nos volvió a unir, escoltada por Juanjomaster y Lucas Diamond con los ganchos. Treparon la cápsula con nuestra ayuda y los colocaron en puntos claves que servirán para la tracción. Bajaron y nos apartamos. Desde dentro, Noir y Chaos Lady maniobraron y la baliza comenzó a ser empujada hacia la zona de carga, dejando un enorme surco en su camino.

    Finalmente, tras pocos minutos, la esfera quedó en el centro de la zona de carga, sobre la maquinaria oxidada. Las compuertas se cerraron. Ambos grupos procedimos a acercarnos a la cápsula; no sabíamos si transportaba algún agente nocivo aéreo, así que nadie se quitó los barbijos. Lucas Diamond, Amane y Chaos Lady se acercaron hasta estar a escasos centímetros mientras Juanjomaster y nosotros observamos atentamente.

    —¿Qué demonios es esto?. —preguntó Amane señalando una sustancia negra adherida a la parte inferior de la cápsula, congelada por las bajas temperaturas del exterior.

    —¡No lo toques! —exclamó Chaos Lady apartándole la mano antes de que lo tocase. —¿Estás loca? ¿Y si es una sustancia peligrosa?

    Mientras las dos mujeres discutían Lucas Diamond accionó la cápsula, abriéndose la compuerta de ésta; dentro había una joven de aspecto bastante demacrado con una herida en la cabeza que, por casualidades del destino, todavía respiraba.

    —Hay que llevarla inmediatamente a la enfermería. —ordenó Fenix Parker. —Equipo científico, quédense aquí examinando la cápsula e informen a base en cuanto sepan que es eso.

    —A la orden. —Chaos Lady y Amane se pusieron a trabajar.

    Junto con Nekita y Parker cargamos con la náufraga hasta la enfermería, donde la encerramos en un compartimento estanco para evitar posibles infecciones externas. Zeek ordenó a Amane a llevar un par de muestras que habían conseguido rascar de la sustancia negra de la cápsula al laboratorio de la misma enfermería, también estanco y separado del resto de las dependencias, mientras supervisaba cómo el personal de mantenimiento transportaba la baliza a un pequeño hangar separado del resto por medidas de seguridad.

    —Que nadie entre aquí si no soy yo o no viene conmigo. —ordenó la científica a los dos guardias de seguridad del hangar. —No quiero que nadie meta la pata y provoque un brote de lo que sea que es esa cosa, ¿queda claro?

    Cubiertas más arriba, acompañado por Parker y Nekita, entramos en el puesto de mando. El capitán estaba esperándonos ahí.

    —¿Y bien? —preguntó curioso.

    —Parece una cápsula de escape, los Powerfanfic seguro que descubren de cuál en cuanto los dejemos trastearla un poco. —respondió Nekita. —Había un superviviente dentro, lo hemos llevado a la enfermería.

    —¡Venga ya! ¿Estás loca? —soltó Arno Dorian de golpe. —Estamos en mitad de la nada y el registro no indica que haya naves por aquí, ¿soy el único al que esto le parece raro?

    —Raro o no es nuestro deber ayudar a cualquier persona perdida ahí fuera, si no le gusta eso puedo buscarme un soldado nuevo en cuanto lleguemos al foro sin ningún problema. —contestó el capitán tajante, lo que hizo que el francés volviese a sus labores en silencio. —Nekita, creo que será mejor informar al pasaje de que tenemos un polizón.

    —Y de que podremos volver finalmente, supongo. —añadió la mujer, a lo que Bruno asintió.

    —Mientras tanto enviaré un mensaje a administración informando de lo que ha pasado, a lo mejor ellos saben algo más.

    Poco después, los megáfonos de la nave transmitían las nuevas:

    Atención personal, tenemos un nuevo comunicado. Se ha recogido a un náufrago de otra nave como resultado de nuestra presencia y podemos re emprender finalmente la marcha, de nuevo les agradecemos su paciencia y rogamos que disculpen las molestias.

    La noticia se recibió con ánimos más positivos entre el personal y con alivio entre el cuerpo de seguridad encargado de mantener al pasaje bajo control.

    —Menos mal, si hubiésemos estado un solo minuto más aquí esto se habría convertido en un auténtico infierno. —musitó Auditore sin saber que, irónicamente, la papelera se convertiría en eso horas después...
     
    Última edición: 9 Diciembre 2015
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    Marina

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    Chan chan chan chan...

    ¿Qué sucederá en la papelera? ¿A quién han rescatado y por qué estaba ese sobreviviente en medio de la nada? Se nota que está muy enferma y esa sustancia negra, ¿qué es? ¿Es nociva? Quizás sea un simbionte y esa chica ya tiene otro adentro u.u ¿Qué será, qué será? Arno Dorian me ha contagiado su preocupación, pero sí, es cierto, si Marina fuera la de esa cápsula, querría que la rescataran xD y jajaja, menos mal que Parker no utilizó ese aturdidor con Marina, seguro que no han de ser gratos sus efectos xD

    Y ese vídeo, wow, estupendo con la narración. Gran capítulo, espero por aquí el que sigue. Saludos ewe
     
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  8.  
    Salem

    Salem Vieja sabrosa

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    Juro que quiero que haya un maldito botoncito de "Retweet".
    Le daría rt a esto veinte millones de veces porque es fantástico, asombroso, gracioso y mil adjetivos más.

    Te juro que hacía tanto tiempo que no leía un fanfic así que ya los creía totalmente desaparecidos de la faz del foro. ¡MUERO DE ALEGRÁI ¿FERJGFDHWU, ahre, bueno, eso. Me refiero a que muero de alegría por leer algo así. Y además está súper bien escrito... es que, agh, ¡es perfecto! Soy tu fangirl, no sé.

    Los dos capítulos que has subido están impecables, la idea es tan original y creativa... ¡Me encanta! Voy a seguir esta historia hasta la muerte (o hasta que me cambie el nick). Espero que sigas actualizando porque estoy segurísima de que todos quieren seguir leyendo.

    Bueno, uf, dejo de fangirlear.

    Excelente, Mister FFL 2014, excelente.

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    rapuma

    rapuma Maestre

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    La papelera de Fanficslandia
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    Muchas gracias por los comentarios!!! No soy partidario de agregar musica en los escritos, pero en este puntualmente lo amerita, más que nada para intentar transmitir lo que sienten minuto a minuto en momentos críticos.
    Se viene un poco movido en este cap y los otros lo serán más! Veamos que sucede



    Habían pasado quince horas desde que la Fanficforce junto con Powerfanfic habíamos acudido a la llamada de auxilio. El personal de la Papelera descansaba, era de madrugada, muchos descansaban pero yo no era uno de ellos. Por alguna extraña razón el naufrago me tenía intranquilo y por eso me encontraba plantado frente a la habitación de la enfermería, sellada por el personal de la zona, observando a través de la mampara de cristal. A primera vista, no parecía haber nada extraño en el cuerpo de aquella mujer, quien seguía inconsciente. Pero mi sexto sentido me incomodaba, porque siempre terminaba teniendo razón. Tan tranquilo con mis pensamientos que nunca llegué a darme cuenta de la presencia de dos personas que me vigilaban a mis espaldas. Me sobresalté.

    —Eh, tranquilo muchacho, que no irá a ninguna parte. —me dijo la chica de la derecha, ambas vestían ropas de guardias, al parecer eran usuarios encargados de la seguridad de la Papelera.

    —No con nosotros teniéndola en la mira. —la de la izquierda me guiñó un ojo, advertí cierta lascivia animal en ella.

    —Solo contemplaba la escena. —me acerqué a ellas. —¿Cómo se llaman?

    —Diarrea. —contestó la de la izquierda, manteniendo esa sonrisa retorcida. ¿Esperaba alguna reacción por mi parte? Vaya nick... si que la gente de la Papelera era... particular.

    —Jenivere, pero ya ni recuerdo si es mi actual nick de tantas veces que me lo cambié. —rió, divertida junto con su colega. Yo las miré extrañado.

    —Vaya, no sabía que podían cambiarse el nick en este sitio. Nosotros lo tenemos prohibido.

    —Claro, guapo. Aparte como olvidar tu nick... —volvieron a reírse, ocultando algo que se me escapaba. —La habitación del personal está aquí junto a la enfermería, ¿vienes un segundo? —habrán notado mi expresión, porque sonrió con malicia.

    —Solo un segundo. —respondí, intentando mantener las etiquetas. —De camino podré ver donde descansar un poco la mente.

    Las seguí, intentando localizar mediante la radio a mis colegas, pero solo recibía estática. Las paredes de este lugar cortaban toda conexión posible y eso no me gustaba. Justo a unos metros de la habitación donde se encontraba el naufrago, estaba la habitación del personal, tal como ellas habían dicho. Entramos por una puerta donde daba lugar a un pasillo con muchas habitaciones enfrentadas. Diarrea entró a la suya, escoltada por Jenivere. Me acerqué a curiosear y vi en la pared del cuarto una foto de grandes dimensiones... ¿era yo? ¡Era yo! debajo de la gran fotografía, al pie, decía: "Mister FFL 2014".

    —Hace mucho no nos divertimos. —no estuve seguro quién fue la que dijo eso, porque ya estaba dándome media vuelta y escapando como podía. No podía negar que eran atractivas, pero si el capitán se llegara a enterar, ni bien llegando al foro estaría buscando trabajo de nuevo.

    Salí de las habitaciones tan rápido que casi choco con Nekita en el camino. Ella me dijo algo pero no alcancé a escuchar. Era hora de una ducha fría.

    Nekita miró por donde me fui y se encogió de hombros, restandole importancia. Ingresó en la habitación de la enfermería, vio a Amane, miembro del equipo científico de Powerfanfic, anotando unas cosas en una pequeña libreta que sostenía con fuerza. Junto a ella se encontraba la muchacha que habían sacado de la baliza.

    —Tiene mejor cara, ¿no?—comentó Nekita.

    —No creo que tarde mucho en despertar. —apuntó Amane. —Sus constantes son normales y aparte de la contusión en la cabeza no veo daños físicos.

    Justo cuando terminó de informar del estado del naufrago ésta comenzó a despertar, claramente confusa. Miró asustada con los ojos entreabiertos a sus dos acompañantes, dubitativa.

    —Bienvenida al mundo de los vivos. Soy Nekita, miembro del Fanficforce y estás en la Papelera, captamos tu señal de socorro y recogimos tu cápsula.

    —¿Qué? —murmuró. —No sé de qué me estás hablando...

    —Es normal sufrir amnesia tras un traumatismo craneoencefálico, seguro que si le damos unas horas se le pasa. —dijo Amane examinando las pupilas de la superviviente.

    —¿Sabes cómo te llamas? —preguntó Nekita.

    —Eli Lover, creo...

    —Bueno, ya es un comienzo; ¿seguro que no recuerdas nada más?

    Mientras Eli Lover era interrogada por Nekita más abajo, en el hangar, Juanjomaster se encontraba encerrado en el compartimento estanco junto a Chaos Lady, Noir, Lucas Diamond y un ingeniero de rango menor examinando la cápsula del superviviente.

    —¡Eh! —exclamó Juanjomaster. —¿Qué han hecho con esa cosa negra que estaba pegada a la nave?

    —¿Nosotros? —preguntó extrañado Lucas. —Bruno y su súbdito sabrán qué han hecho con eso, ninguno ha tocado esa mierda excepto ellos.

    —Maldita sea. —soltó Juanjomaster. —Nadie saldrá de aquí hasta que la encuentren, ¡así que buscar bien!

    Juanjomaster contactó con su capitán Zeek, pero recibió estática en su canal, entonces contactó con el capitán Bruno por el intercomunicador.

    —Capitán Bruno, tenemos un problema.

    —¿Qué ocurre Juanjo? —respondió Bruno, quien se encontraba en su habitación.

    —La sustancia negra que iba adherida a la cápsula del náufrago ha desaparecido, no la encontramos por ninguna parte de la cámara estanca.

    —¡¿CÓMO DICES?! —gritó el capitán de tal forma que se acopló el sonido del comunicador. —¿Ha salido alguien de esa habitación?

    —No señor, estaremos aquí hasta nueva orden. —dijo Juanjomaster. —Tenemos que establecer un código rojo de alarma, informar al personal de la Papelera de que no deben tocar ninguna sustancia u objeto raro que encuentren y que deben avisar inmediatamente al miembro de seguridad más cercano de ser así.

    En pocos minutos después Bruno reunió al equipo de seguridad de la Papelera, junto con su grupo dictando las nuevas órdenes al grupo entero.

    —El grupo Alpha se repartirá las cubiertas de los pasajeros y la de la tripulación, quiero que se revisen cualquier maldito rincón de cada pasillo y habitación.

    —¿Y si los pasajeros hacen preguntas? —saltó Arno Dorian.

    —Díganles que es una inspección rutinaria, que han recibido un chivatazo de que alguien lleva encima sustancias ilegales y que están buscándolas para requisarlas.

    —Eso no tiene sentido señor, se les realizó a todos un scáner antes de ingresar a la Papelera y no tienen fuentes externas para conseguirlas. —apuntó Auditore.

    —¡Entonces se inventan algo, quiero las cubiertas superiores aseguradas! —exclamó Bruno en voz alta y firme. —El grupo Delta hará lo mismo que el Alpha pero en las cubiertas de carga y mantenimiento, el primero que encuentre esa cosa que dé la voz de alarma y que no se acerque ni la toque hasta que llegue el equipo habilitado para ello.

    —Sí, señor. —dijimos todos al mismo tiempo.

    —¡Rapuma, tú conmigo! —indicó Diarrea, quién caí en cuenta de que era jefa del cuerpo de seguridad, que además encabezaba el equipo Delta.

    Asentí sin muchas otras opciones, viendo como Arno Dorian y Parker se iban a las cubiertas superiores; alcancé a tomar del hombro a EN. —Más te vale no dejarme solo con esta gente. —él sonrió.

    —Claro que no, compañero. Vamos allá.

    Los pasajeros se extrañaron al ver a los miembros de seguridad instándoles a abandonar sus camarotes y agrupándolos en el bar; algunos no se lo tomaron muy bien.

    —Esto no afectará a mi trabajo de nuevo, ¿verdad? —le chilló Marina en la oreja a Arno Dorian, que la apartó de un empujón.

    —Es una inspección rutinaria de la Papelera, no tiene nada que ver con su trabajo. —contestó malhumorado el miembro de seguridad. —Ahora cállese y deje de montar alboroto.

    En una de las mesas del bar, Hey Miguel conversaba con Graecus.

    —¿Qué piensas de esto, Graecus?

    —Me tienen cansado. ¿Desde cuando la administración molesta tanto en esta zona? Nos tienen olvidados hasta cuando les conviene...

    —Tantas metidas de narices, tantas cosas... créeme cuando te digo que esto no terminará bien. —dijo Miguel, cruzado de brazos. Graecus no dijo nada, pero se bebió toda su medida de whisky.

    ------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Junto con EN Auditore y el resto de seguridad de la Papelera nos encontrábamos en el hangar, en la sección donde se hallaba el compartimento estanco donde el equipo científico de Zeek estaba encerrado junto a la cápsula. Más que inspeccionar la zona la vigilábamos, no fuera que algún iluminado del equipo de los Powerfanfic tuviera la brillante idea de salir de la habitación.

    —Sabes que cuando lleguemos al foro mis días como miembro de la Fanficforce habrá terminado, ¿verdad? —comentó Auditore. —Ya estoy cansado de estas misiones rutinarias. Es hora de nuevos vientos.

    —¿Y quién se quedará conmigo a gastar bromas a Parker? —pregunté incrédulo, sencillamente no me creía que el italiano iba a dejar su puesto.

    —¿Cómo me ves como compañera? —inquirió Diarrea, haciendo un mohin encantador.

    —Diez puntos, no sé que opinará rapuma. —Auditore me guiñó un ojo, riendo.

    Pero antes de que pudiera decir algo un golpe fuerte provino de la puerta que daba al compartimento estanco.

    —¿Qué ha sido eso? —preguntó Jenivere.

    —¿Juanjo? —pregunté en voz alta. —¿Va todo bien?

    No hubo respuesta.

    —¿Juanjo? —volvió a preguntar Auditore.

    La puerta del compartimento estanco se abrió de par en par; las luces tintineantes dejaban entrever las piernas de alguien tirado en el suelo.



    —Ustedes tres atrás; Rapuma, conmigo. —indicó la jefa de seguridad desenfundando su arma, una pistola aturdidora; los otros la imitaron.

    Poco a poco, el equipo entró en el compartimento, cubriéndonos las espaldas unos a otros y revisando cada rincón; lo que encontramos provocó el vómito en más de uno. Las piernas pertenecían a Juanjomaster, cuyo cuerpo yacía con su cabeza, arrancada, varios metros más allá. Sobre la cápsula estaba el cadáver de Chaos Lady con un boquete en el cráneo que todavía chorreaba sangre; a sus pies estaba Noir partida en dos. No había rastro de Lucas Diamond pero sí del miembro del equipo científico restante, cuyos restos descuartizados se encontraban repartidos por la habitación.

    —¿Pero qué carajo sucedió aquí? —preguntó Auditore asqueado.

    —Sea lo que sea hay que informar a su capitán. —contestó Diarrea tras examinar más de cerca el cuerpo de Juanjomaster. —Salgamos de aquí, sellemos el compartimento y...

    No pudo acabar la frase pues unos brazos negros y delgados, con unas manos enormes con dedos largos y afilados, surgieron de la oscuridad a su espalda y lo arrastraron hacia ella. El hecho no pasó inadvertido para el resto del equipo, que se asustaron como nunca en su vida.

    —¿QUÉ MIERDA HA SIDO ESO? —gritó Jenivere, retrocediendo. —¿¡DIARREA!?

    —¡Todo el mundo fuera, ya! —ordené empujando a mis compañeros, Gold Kun se tropezó con las piernas de Juanjo y cayó al suelo. Antes de que pudiera levantarse aquéllo que había atacado a Diarrea lo tomó también a él.

    —¡No, maldita sea, no! —gruñó Jenivere, corriendo al auxilio de su camarada disparando a ciegas a la oscuridad. No duró mucho pues cayó fulminada cuando una cola enorme, delgada y afilada como una cuchilla le atravesó el pecho.

    —¡HE DICHO QUE FUERA! —arrojé de un empujón al italiano fuera del compartimiento estanco y cerré la puerta tras de mí, asegurándola con el código de seguridad. Después intenté contactar con el mando, pero descubrí que el intercomunicador se me debía de haber caído dentro con el ajetreo, porque no lo tenía encima. —¡Maldita sea! Dime por favor que tienes un intercomunicador encima.

    —Lo perdí, junto con mi arma. —EN Auditore estaba pálido, sin poder creer que había sucedido y cómo había sucedido.

    —Mierda. —exclamé, tras lo cual me levanté y eché a correr hacia la salida del hangar, nos encontrábamos solos y teníamos que dar la voz de alarma cuanto antes.

    Poco después de abandonar la zona, un líquido negro empezó a filtrarse por las rendijas de la puerta del compartimento estanco...
     
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Ooooooh, pero qué horrible manera de morir. ¿Qué es esa cosa? Ese "botlien" ha matado a muchos hoy. Fue un capítulo completo. De lo divertido pasó a la tragedia, lo que lo hace espectacular y además se ha quedado muy interesante. Desde el momento en que desapareció esa sustancia negra de la cápsula, esperaba que sucediera algo horrible, pero me quedé corta en mi imaginación.

    Y Eli Lover, ¿qué se oculta en ella? Sus palabras dejan claro que no sabe nada de nada, pero es la que sabe quizás qué cosa es aquello que mató a los compañeros.
    Un capítulo muy emocionante, así que por aquí ando, en espera del que sigue. Saludos.
     
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    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    ¡Hola! :D La verdad es que ya venía echándole el ojo a este fic tuyo, pero el tiempo no me daba :c Ahora estoy aquí y estoy feliz porque todo hay que decirlo, está increíble esta historia. Tiene absolutamente de todo *u* Haz sabido manejar el suspenso, la intriga, la sensación de alerta, la comedia y ahora a lo último, el horror o.o

    Precisamente, este capítulo en especial me recordó a "El octavo pasajero" xD No sé por qué, pero de pronto el escenario, una chica ajena a la comunidad, esa cosa negra extraña, todo en una nave en medio de la nada, pues ya ves, todo está montado a la perfección para una obra de acción y suspeso.

    Me dieron pena las víctimas de esa cosa :( ¡Fue una muerte terrible! Hm, y aunque las intenciones eran que nada se saliera de control y los de la Papelera no se enteraran de nada, me late que a partir de aquí el pánico va a cundir en niveles desmedidos. ¿Cómo harán las autoridades de la comunidad para enfrentarse a la nueva amenaza y controlar a una masa histérica cuando llegue el momento? ¿Qué hay con Eli Lover? ¿Quién es y qué hacía en esa cápsula por sí sola en medio de la nada? Tantas preguntas y una sola respuesta: el siguiente capítulo. Así que nada, me despido esperando la continuación pacientemente y esperando que estés bien.

    Hasta otra.
     
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    rapuma

    rapuma Maestre

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    Muchas gracias nuevamente por los comentarios. Y en efecto, soy fanático ancestral de la saga Alien, The Thing, Predator, y demás peliculas de aliens malos.



    Sin nadie que pudiéramos avisarles, los miembros del personal, mantenimiento y seguridad que se encontraban en el nivel inferior de la Papelera cayeron uno tras otro bajo las fauces, garras y cola de la criatura. Algunos guardias consiguieron dispararle para sólo comprobar cómo ignoraba completamente los 400 voltios de cada disparo antes de morir de forma brutal y rápida. Junto con Auditore conseguimos salvar a los pocos que tuvimos la suerte de cruzarnos en nuestra huida a la cubierta del personal; el encargado del almacén tomó nuestros avisos de que había un monstruo suelto por la Papelera como una broma y lo último que vio fue cómo dos mandíbulas negras se cerraban en torno a su cabeza.

    Nada más llegar a la cubierta de la tripulación sellé las puertas a los niveles inferiores con mi tarjeta de seguridad.

    —¿Pero qué rayos están haciendo ahí abajo? —preguntó Arno Dorian, que apareció en la esquina con la intención de dirigirse al hangar. —Los sensores del cuarto de control se están volviendo locos.

    —¡¿DÓNDE ESTÁ EL CAPITÁN?! —chillé, sudoroso y temblando. EN Auditore estaba de la misma forma.

    —En su habitación, en la sala de mando. —contestó Arno. —¿Qué rayos te pasa?

    No obtuvo una respuesta, porque salimos disparados. El francés se encogió de hombros y trató de abrir la compuerta, pero su tarjeta de seguridad era de menor rango y no pudo hacer nada.

    Entramos sin llamar a la habitación de Bruno casi echando la puerta abajo, dándole un susto de muerte al capitán.

    —Tenemos que desalojar la nave, ya. —dije intentando tranquilizar mi respiración.

    —¿Qué demonios...? —preguntó Bruno desconcertado.

    —¿Es que no lo oye? ¡TENEMOS QUE SACAR A TODO EL MUNDO DE AQUÍ! —exclamó el italiano golpeando el escritorio tras el cual se encontraba sentado el capitán.

    —¿Quieren tranquilizarse y decirme qué está pasando? ¿O prefieren que ordene que los seden para preguntárselos más tarde atados a una cama?

    —Esa cápsula... lo que sea que estuviera pegado a ella... está vivo y ha masacrado a todo el mundo...—explicó entrecortadamente Auditore. —¡Ha matado a Juanjomaster y a todos los que estaban ahí abajo!

    —¿Te estás dando cuenta de la tontería que estás diciendo? —espetó Bruno.

    —¿Usted cree? —exclamé. —¿Qué cree que es esto entonces? —añadí señalando la sangre de uno de mis compañeros que, al ser empalado, me había salpicado.

    Antes de que pudieran seguir discutiendo Nekita y Amane se asomaron por la puerta; era evidente que habían estado escuchando.

    —Capitán, creo que lo que dicen tiene sentido... —comenzó a explicar Amane. —La muestra de esa cosa negra que me ordenó Zeek llevar al laboratorio, desapareció. No sé si tenga algo que ver con todo esto, pero no encuentro otro sentido para lo que vio tanto Rapuma como EN.

    —¿Quién pudo haber robado esa muestra? —preguntó Nekita, evidentemente perpleja ante nosotros.

    Tras informar a Bruno de la desaparición de las muestras que había tomado de la sustancia negra y que justo después la criatura hubiese hecho acto de presencia llevaron al capitán a creerse la historia aún con cierto escepticismo.

    —¿Dices que has sellado el acceso a los niveles inferiores? —preguntó Bruno.

    —El acceso desde mantenimiento a la zona de evacuación y el acceso de ésta a esta cubierta, sí. —repetí.

    Bruno se recostó pensativo sobre su silla, entrecruzó sus manos y analizó mentalmente la situación:

    - Creo que nuestro polizón tiene unas cuantas explicaciones que darnos.

    Por la puerta se asomó el conserje de la Papelera, Zereffu, se asomó por el borde de la puerta:

    —Epa, ¿qué pasa con la compuerta a los niveles inferiores? —preguntó. —Tengo que ir a limpiar.

    ------------------------------------------------------------------------------------------------

    —¿Una criatura negra, con cola...? —preguntaba Eli Lover, aún confusa, mientras intentaba responder las fulminantes preguntas de Bruno, con Nekita, Amane, Auditore y conmigo detrás.

    —Así es como el señor Rapuma la ha descrito. —respondió el capitán. —¿Puede que tuviera esa cosa algo que ver con la misteriosa desaparición del foro al que pertenecías?

    —El foro Cemzoo, comienzo a recordar... —dijo Eli Lover al mencionarle el tema de su foro de origen. —Pero más allá de eso no recuerdo nada antes de despertar aquí.

    —¿Cemzoo? —interrumpió Amane. —Según los informes ese foro lleva años fuera de servicio, incluso fue desmantelado para que otras pudiesen aprovechar piezas sueltas.

    —Tiene razón. —añadió Nekita

    —Eso no viene al caso, es más importante la forma de vida hostil que ronda por la Papelera ahora mismo. —se interpuso Bruno. —quiero a Eli Lover bajo vigilancia constante y que reunamos al resto del equipo, con un poco de suerte lo que sea que esté ahí abajo no podrá perjudicarnos más si realizamos un cierre de seguridad remoto.

    El resto del equipo de seguridad fueron llamados al puente de mando donde se encontraba Bruno con los que ya estaban a su lado.


    —Tenemos una forma de vida Bot extremadamente hostil a bordo, refugiada en la cubierta de carga; ante el aparente fallecimiento de la jefa de seguridad de la Papelera he decidido que Rapuma y EN Auditore, al ser los únicos que han entrado en contacto con la criatura, sean la persona al cargo de los que quedan de Ustedes. Voy a autorizar el uso de fuego real, las armas aturdidoras dudo que sirvan de mucho en esta situación.

    Algunos miembros del equipo de seguridad se mostraban intranquilos, otros determinados.

    Zeek entonces dio un paso al frente, mirando a los pocos que quedaban de los Powerfanfic. Amane; su científica y LuKe. De nuestro grupo estábamos enteros, miré a Nekita, a Fenix Parker, al francés Dorian y a mi amigo Auditore. Si algo les llegara a pasar... sería terrible para mí.

    —¿Dónde estuviste tú todo este tiempo? —increpé a Zeek, del cual no oí nada durante todo este tiempo.

    Zeek me clavó la mirada, serio. ¿Pensaba qué responder?

    —Contactando con la administración. Informando a Cygnus sobre todo lo que nos hemos topado. Claramente no se pondrá a gusto con esta noticia.

    —Esa cosa, sea lo que sea, acabó con casi todos tus subordinados. ¿Y solo estuviste charlando con el administrador?

    Bruno golpeó el piso con la bota de combate. —¿Qué ocurre contigo? ¿Has olvidado la disciplina? ¿O necesitas que te...?

    —Lo siento, capitán. Pero no me fío de este sujeto. —sentí todas las miradas, pero no me importó. Algo no me gustaba, mucho menos a sabiendas de que él estaba interesado en esa sustancia negra, obligando a Amane a separar una muestra.

    —Rapuma, ¿verdad? Creo que te olvidas que estás hablando con alguien en superior en rango. Olvida tu trabajo cuando regresemos al foro, soldado.

    —Pediste que te separen una muestra de esa cosa y ahora esta ya no está. ¿Coincidencia? Porque no creo en coincidencias.

    —No me lo explico. —contestó Zeek. Se encogió de hombros con despreocupación. ¿Demasiada despreocupación? —Informaré a Cygnus de ello también.

    —Muy amable de tu parte. —comenté. —¿Vas a informar al ejercito?

    —¿Informar al ejercito? ¿De qué?

    —De que se ha ido de nuestras manos la situación.

    —Bueno, Rapuma, ahora está todo bajo control. Ustedes lo han resuelto.

    —No estoy muy seguro. Puede que escape en las próximas horas.

    —Muy bien, de acuerdo. Buena idea. Excelente idea.

    Estaba convencido de que ocurría algo. Tenía la sensación de ser el personaje de una obra y de que todos representaban un papel. Solo que no sabía cuál era la obra. Miré a Nekita. Tenía el entrecejo algo fruncido. Debía de presentir lo mismo que yo. Cuando me propuse a seguirle el rastro a Zeek para verificar que si hiciera esa llamada, algo me golpeó.
    ----------------------------------------------------------------------

    Desperté en una cama de la habitación de enfermería. Me dirigí a la puerta con paso tambaleante. Estaba cerrada con llave. La golpeé varias veces pero nadie acudió, ni siquiera cuando grité. Estuve parado unos cuantos minutos hasta que LuKe apareció por una ventana desde el otro lado del cristal.

    —Así que estás despierto. —dijo, —¿Cómo te encuentas?

    —Abre esa puerta.

    —¿Está cerrada con llave?

    —Ábrela, maldita sea.

    —Era solo por tu protección. Te pusiste muy nervioso y me vi obligado a dejarte fuera de combate.

    —LuKe, abre la puerta.

    —Ya lo he hecho. Está abierta, Rapuma.

    Me acerqué a la puerta. Era verdad; se abrió de inmediato.

    —Quizá te apetezca tomar una ducha. —sugirió LuKe.

    —Sí, me apetece. ¿dónde están las duchas?

    —¿Necesitas ayuda?

    —No, no necesito ayuda. Solo quiero que me digas dónde está la ducha.

    —Te noto enfadado.

    —Vete a la mierda, LuKe. —LuKe enarcó las cejas, lo rocé al pasar junto a él.

    Llegué justo a la sala de mando cuando se estaban terminando los preparativos. Mi cabeza dolía, aquél idiota me había golpeado por demás fuerte. Auditore asintió hacia mí cuando me vio llegar.

    —Hay que proteger a los miembros de la Papelera a toda costa. —dijo Zeek, hablando por primera vez desde que esto había sucedido. —Pero también hay que evitar que sepan lo que pasa por el momento para evitar que cunda el pánico, al menos hasta que sepamos cómo librarnos de esa cosa sin poner en peligro la Papelera. —siguió informando el capitán de los Powerfanfic a pesar de notar la preocupación entre sus hombres y cómo poco a poco la preocupación dejaba paso al miedo. —Mientras nadie abra las compuertas a los niveles inferiores estaremos bien.

    Ni el propio Bruno estaba realmente seguro de lo último que dijo Zeek, algo que noté enseguida al echarle una mirada tras acabar la reunión, tras la cual algunos guardas, ahora dirigidos por Auditore, retornaron a sus posiciones en la cubierta del personal, quienes podían disponer libremente de sus dependencias de nuevo. Varios guardias se quedaron en la enfermería con Eli Lover, mientras que el resto se repartieron la cubierta de la tripulación e incluso colocaron un sensor de movimiento justo alrededor de la compuerta a los niveles inferiores para poder detectar el menor movimiento proveniente de ella. Mientras que para nosotros esto se estaba convirtiendo en un infierno, para los miembros de la Papelera todo seguía sin problema alguno, tanto que muchos seguían frecuentando el bar para tomarse algo en compañía. El conserje, Zereffu, y se encontraba conversando con Hey Miguel:

    —Ni te imaginas las tonterías que llega a escuchar uno del capitán y sus subordinados. —comentó Zereffu riendo, un poco sonrojado, tras lo cual dio un pequeño sorbo de su tercera cerveza. —¡Dicen que hay un Bot en la nave! ¿Puedes creértelo?

    —En un universo tan vasto como el nuestro puede ser. —contestó Miguel, confuso. —Las posibilidades de encontrar formas de vida ajenas a la terrestre, si bien son escasas, existen.

    —Puede ser amigo, puede ser, ¿pero en este foro? —siguió Zereffu. —En todos mis años de servicio jamás había oído semejante disparate.

    Marina, que se encontraba cerca del dúo, se acercó para escuchar mejor.

    —¿Un Bot, en la nave? —preguntó temerosa.

    —Así es, según el capitán. —respondió Zereffu terminando su bebida.

    —Pero eso no es posible... —musitó Marina levantándose de la silla y tardando más bien poco en extender el rumor por entre el resto del personal. Cuando el pasaje empezó a exigir respuestas, a volverse intranquilo y violento y a arrinconar a los guardias de seguridad Bruno, furioso, se dirigió conmigo, Fenix Parker y Arno Dorian al bar para calmar los ánimos y desmentir el rumor.
     
    Última edición: 21 Diciembre 2015
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  13.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    Genial capítulo.

    Es comprensible que Bruno dudara de tal amenaza, pero al final ha quedado convencido de que hay que tomar las medidas necesarias para seguir conteniendo a esa criatura, pero no sé, como que Zeek también me pareció sospechoso. Como que no noté que sintiera la pérdida de la mayoría de su equipo. ¿Qué está tramando? ¿Qué oculta? Es que se nota que esconde algo. Y a Rapuma no hubo otra manera de acallar sus sospechas mas que poniéndolo a dormir xD

    Ahora ya sé por qué desapareció Cemzoo, quizás le sucedió lo mismo que le está sucediendo a la papelera de Fanficslandia, ese Bot lo exterminó xDD Y ah, infortunio. El plan de que los de la papelera no supieran qué está pasando, se vino abajo porque alguien habló de más y bueno, al parecer el periódico de la papelera es Marina, pues mira como corrió la voz sobre ese Bot y ahora cunde el pánico. Me temo que todo se volverá un pandemonio. ¿Cómo se logrará mitigar los exaltados estados de ánimo? Buena continuación, como siempre me ha gustado mucho. Lo llevas muy bien, te felicito.

    Saludos.
     
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  14.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    ¡Zeek es un androide, lo presiento! Su actuar sospechoso, su despreocupación, cómo es que no se sintió muy afligido por sus compañeros caídos; seguro fue ordenado sacar esa muestra para experimentación por parte de la fuerza Powerfanfic para analizarla y sacar provecho personal... o puede que esté equivocada y paranoica, pero es una teoría.

    Buen capítulo :3 La mención de Cemzoo como foro fuera de servicio y desmantelado es interesante. ¿Sería realmemte que el Bot hizo de las suyas allí y lo hizo desaparecer? Espero que Eli Lover consiga recuperar la memoria, pues algo me dice que ella sabe algo, tiene las respuestas o gran parte de ellas en cuanto a este ser que amenaza la Papelera. ¿Sería la única sobreviviente de Cemzoo? Tal vez y hasta sepa cómo terminar con el Bot.

    Bien, todos se han alistado para hacerle frente a su agresor, pero las noticias se han colado a los empleados y la histeria está por tomar control. ¿Conseguirá el capitán Bruno calmar a las masas? Lo sabré en el próximo capítulo, así que lo espero ansiosa n.n Sin más, me despido esperando que estés bien hoy y siempre.

    Hasta otra.
     
    Última edición: 22 Diciembre 2015
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  15.  
    rapuma

    rapuma Maestre

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    La papelera de Fanficslandia
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    Feliz navidad y próspero año nuevo a todos mis lectores!

    Cuando Bruno, Fenix Parker, Arno Dorian y y yo llegamos al bar los ánimos del personal de la Papelera estaban bastante caldeados, rápidamente fuimos rodeados por una multitud furiosa que nos recriminaba la falta de información y la situación de nuestro "hospedaje". La cosa había llegado tan lejos que algunas personas del pasaje habían llegado a las manos, mientras que el conserje Zereffu se encontraba pataleando detrás de la barra con toda la estantería de botellas encima, fruto de una mala caída.

    —¿Qué está pasando aquí? —preguntó furiosamente el capitán Bruno intentando hacerse oír sobre el barullo. —¿Quién demonios va por ahí diciendo que hay un bot en la Papelera?

    La multitud no lo escuchaba, estaba demasiado ocupada increpándole y mentando a su madre.

    —¡SILENCIO! —gritó con todas sus fuerzas, lo que sorprendentemente hizo que el tumulto se callara casi al instante.

    Junto con Fenix dimos un paso al frente, cubriéndole la espalda a nuestro capitán. Arno Dorian quitó el seguro de su arma mientras Nekita se unía a nosotros.

    —El conserje dice que hay un bot suelto por la Papelera y queremos saber la verdad. —clamó Marina en su tono de voz habitual.

    —¡Es verdad, no estamos aquí para trabajar junto a alguien que no es un usuario! —exclamó Shani por detrás.

    —Eso, eso. —añadió Hey Miguel.

    —¿El conserje, dices? —preguntó Bruno echando la vista por encima de la barra del bar, tras la cual Zereffu seguía tirado retorciéndose. —¿Ése que está buscando vida tras la barra?

    —Eso decía hace un rato... —dijo Marina ya en voz más baja.

    —¿Y de verdad, estando como ésta, alguien ha creído lo que decía?

    Bruno parecía empezar a controlar la situación; siempre había tenido un don de gentes y estaba usándolo para evitar que cundiera el pánico y el descontrol a pesar de que lo que había dicho el conserje era cierto.

    —Además. —continuó el capitán. —¿Quién de ustedes ha visto un bot o pruebas de que exista uno?


    —Hay gente que dice que ha establecido contacto con ellos. —dijo Graecus.

    —Esas tonterías las llevamos diciendo desde antes de que saliéramos del foro, no es nada nuevo. —contestó Bruno. —Confíen en mí, les garantizo al cien por cien que en este lugar no hay...

    Lo siguiente que salió de su boca fue un chorro de sangre espesa, provocado por la cola negra y puntiaguada que le había atravesado el pecho en un abrir y cerrar de ojos. Bruno, ya muerto, fue arrastrado rápidamente hacia el conducto del que provenía la cola de su verdugo. Todo el mundo se quedó paralizado un segundo, después pareció que una bomba hubiese estallado. La multitud se dispersó entre gritos y aullidos, junto con Fenix abrimos fuego contra el conducto y sus alrededores con nuestros rifles de pulso, Nekita gritó a quien pudiera oírla que saliera todo el mundo de ahí y se dirigiera al piso del personal de mando. Algunos se refugiaron en sus habitaciones, creyendo que ahí estarían seguros, otros escucharon a a mi compañera y huyeron de la cubierta, otros salieron corriendo sin rumbo fijo como pollos descabezados. No podía hacer nada más ahí, así que Nekita bajó a la cubierta inferior con toda la gente que quiso seguirla y espero a que todos entraran, siendo el último de ellos Fenix Parker con Zereffu a cuestas.

    —¿Y rapuma? —preguntó Nekita preocupada.

    —¡Ha ido tras un grupo que se ha dirigido hacia las habitaciones del personal, no he podido pararlo! —contestó franc-es apurado. —¡Le abriremos cuando vuelva, sella la puerta!

    ------------------------------------------------------------------------------------------------


    Habían pasado poco más de dos horas. Nekita, Amane, LuKe, Zeek, Arno Dorian, EN Auditore, Zereffu, Fenix Parker y Eli Lover, junto a los diez miembros restantes del equipo de seguridad y los tres supervivientes de la cubierta de carga, se encontraban reunidos en la cubierta del personal, habiendo sellado los conductos de la zona nada más entrar.

    —Estamos jodidos, el capitán está muerto... —se quejaba el francés Dorian.

    —Cállate. —le ordenó Nekita. —No podemos venirnos abajo.

    —Está muerto joder, está muerto...—siguió quejándose el muchacho.

    —¡Ya basta! —exclamó Zeek, entonces ascendido a capitán total por la muerte de Bruno. —¡Necesitamos que contactes con el Foro, no es momento de apechugarte!

    —¡Vayamos donde vayamos, si ven que llevamos esa cosa a bordo nos derribarán del cielo! —saltó Arno.

    —Entonces nos desharemos de ella. —dijo Auditore. —Es escurridiza, escondiéndose en los conductos y en las sombras y atacando por sorpresa, pero si conseguimos sacarla de su zona de confort seguro que podremos abatirla.

    —Siento joderte el buen rollo y tal pero por si no te has dado cuenta esa cosa nos está pateando el culo. —Interrumpió Arno Dorian de mala gana. —Tú mismo fue el que dijo que sola se las apañó para matar a cuatro guardias, por no hablar del equipo científico y toda la gente que se quedó ahí abajo.

    —Maldita sea Arno, cierra la boca de una vez. —exclamó Fenix Parker tajante.

    El francés se dio la vuelta y se marchó visiblemente molesto a su asiento, junto a LuKe.

    —Como iba diciendo. —siguió Auditore. —Antes de que pudiera escapar Rapuma y yo le acertamos en la cola a esa cosa y dejó caer una especie de líquido negro corrosivo que fundió una de las mesas y el suelo bajo ella, así que no es inmune a las balas reales. Son buenas noticias, si sangra significa que podemos matarla.

    —No suena mal, la verdad. —comentó Amane. —Siempre podemos utilizar la cubierta de carga para echarla de la Papelera.

    —Si consiguiéramos hacerla salir de los conductos o, en su defecto, redirigirla por ellos hasta la cubierta de carga podría funcionar. —Añadió Zeek.

    —Con todos los que somos, si nos mantenemos juntos y concentrados, seguro que podremos salir de ésta. —comentó Parker.

    Parecía un plan sólido, tanto que subió la moral de algunos guardias y supervivientes y parecían más dispuestos a hacerle frente al bot que antes.

    —¿Y qué pasa con Rapuma? —preguntó Nekita. —¿No iremos a dejarlo ahí fuera, verdad?

    Una cubierta más arriba, en las cocinas, había logrado fortificar una cámara frigorífica en desuso y me había metido dentro con Marina, Hey Miguel, Graecus y Shani.

    —Maldita sea. —dije sacudiendo el intercomunicador. —Esta mierda no funciona.

    —¿Ocurre algo? —preguntó Graecus.

    —¿Aparte de que no puedo contactar con mis compañeros para pedir ayuda y de que hay un bot grandote asesino suelto por la Papelera? —solté de forma jocosa y sarcástica. —Para nada, es sólo otro día más en el foro.

    —Creo que no estamos en la situación adecuada para soltar ese tipo de bromas. —le reprendió Miguel.

    —Disculpe señor, pero creo que podrá disculparme si suelto alguna que otra broma para relajar la tensión. —contesté. —Aunque no lo parezca no me gusta estar aquí fuera con esa cosa.

    —¡Sabía que estaban ocultándonos algo desde que llegaron aquí con todas sus cosas y equipos, lo sabía! —se quejó Marina.

    —¡Tendrían que habernos dicho lo que estaba pasando desde el primer momento! —Graecus se sumó a la queja.

    —Por supuesto, tendríamos que haberles dicho algo así como...—me aclaré la garganta. —"Queridos pasajeros, les informamos de que una forma bot no identificada y aficionada a descuartizar gente se encuentra ahora mismo suelta por la Papelera, rogamos que disculpen las molestias"; habría sido bucólico.

    —¿Cree realmente que su sarcasmo y humor barato van a mantenernos con vida? —preguntó Miguel de forma escéptica ante mi actitud.

    —No, pero esta preciosidad sí. —respondí recargando el rifle de pulso. —Tomen cualquier cosa que vean útil como arma, vamos a la cubierta de la tripulación y necesitarán algo con lo que defenderse.
     
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  16.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    Gracias *w*

    Y, ¿qué decir? Me encanta la emoción de la historia. Como si estuviera viendo de nuevo las películas de Alien, pero con personajes diferentes y bueno, lamento mucho que el capitán Bruno fuera la siguiente víctima de la cola de ese Bot. Admiré de qué manera estaba logrando controlar el pánico en el bar cuando de pronto cae muerto. Nadie está a salvo con ese Bot escabulléndose por todos lados. Sale por donde menos se lo esperan, acechando, pero el plan que conversaron parece bueno. Cuestión de llevar al Bot a donde puedan deshacerse de él, pero ¿cómo lo harán? Necesitan un señuelo... o varios señuelos para dirigirlo a donde quieren. Qué ansiedad xD

    Buen humor por parte de Rapuma, pero no se debe perder el ánimo bajo ninguna circunstancia. Buen capítulo. Saludos xD
     
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  17.  
    Keilani

    Keilani Usuario popular Comentarista empedernido

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    Vaya, termine de leer el fic y no me tragó a ese Zeek taaaaaaaaaaaan serio, es decir, se trata de Zeek D:!, me parece más fácil que puteé a todos y sea impulsivo xD.

    La historia te va quedando genial, @rapuma ; aunque me sorprende la situación de Shani en la papelera y que Cygnus se mantenga tan alejado de la situación en general.

    Bueno fic, ya quiero ver la siguiente parte que escribirás cuando no estés de fiesta (?)
     
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  18.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    :O Estoy impactada. ¿Cómo así que Bruno ha muerto? Qué pena, me caía bien :( y eso que apenas estaba logrando calmar a los demás, pero ¡zas! El bot lo desmintió y de qué forma tan cruel. Estúpida cosa >.< Ahora sí que no hay manera de esconder la verdad.
    Ahora Zeek y los demás han ideado un plan para deshacerse de la amenaza y considero que es buen plan, aunque es verdad que hay que tomar riesgos con tal de redirigirla a la cubierta de carga; así y todo, la especie esta ha mostrado bastante inteligencia por su forma de acechar y moverse en lo desconocido, por lo qué no existe garantía de que no vaya a darse cuenta de las intenciones del grupo. Cielos, qué intriga.

    Uff, menos mal que rapuma está bien junto a los demás miembros de la papelera, quizás no el mejor grupo con el cuál estar, pero algo es algo xD Y me han hecho reír sus comentarios, es bueno conservar el ánimo. Ahora ellos tendrán que aprender a defenderse con armamento, ojalá rapuma pueda darles alguna clase de entrenamiento, jeje. Buen capítulo como siempre, en verdad emocionante. Espero el siguiente con ganas. Sin más me despido por ahora y te cuidas un montón :3

    Hasta otra.
     
    Última edición: 28 Diciembre 2015
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  19.  
    rapuma

    rapuma Maestre

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    Iba al frente del grupo con mi rifle de pulso preparado, seguido por Graecus armado con mi pistola láser. Tras nosotros iban Marina, Miguel y Shani, provistos de unos enormes cuchillos de cocina que habían recogido antes de salir de ésta.

    —Bien, quiero que quede claro. —dije en voz baja. —Nadie se separa, nadie se detiene, nadie se hace el héroe, ¿entendido? Si esa cosa aparece y podemos correr, corremos, sólo hay que enfrentársele en caso de vida o muerte.

    —Entendido. —respondieron Graecus y Shani.

    —No quiero que nadie vaya a su habitación porque se ha olvidado algo, ni quiero desvíos, ¿está claro? —pregunté dirigiéndome expresivamente a Marina.

    —Que sí, está todo perfectamente claro. —me respondió con reproche.

    La cubierta de pasajeros estaba silenciosa como un cementerio; no había nadie recorriendo sus pasillos, no se oía absolutamente nada más allá de nuestros pasos. Muy de vez en cuando aparecía algún pasajero descuartizado por el suelo o colgando de los conductos del techo, pero no encontramos a nadie más con vida. Las puertas de las habitaciones estaban la mayoría cerradas, pero no se oía nadie dentro. Hubo un momento en el que juramos haber oído golpeteos y pequeños arañazos tras una esquina, pero cuando la doblamos nos encontramos con un pasillo igual de vacío, oscuro y espeluznante como el anterior.

    —¿Falta mucho? —preguntó Miguel. —Empiezo a no sentirme muy cómodo aquí fuera.

    —Tenemos que cruzar el cruzar el salón, un par de pasillos más y pasar de largo el bar, la entrada está justo al lado. —respondí sin quitar mis ojos de los alrededores.

    —Perfecto, justo lo que necesitamos, patearnos media papelera completamente expuestos e indefensos. —comentó Marina por lo bajo.

    —No me atrae la idea tampoco, amiga, pero es lo que hay. —dije. —Graecus, ¿puedo contar con que cubras nuestra retaguardia?

    Graecus asintió agarrando la pistola con más fuerza; había recibido un entrenamiento básico en armas de defensa de personal unos meses antes para poder trabajar de seguridad en un almacén en Comunidad y poder costearse así los estudios universitarios.

    Entramos en el salón principal y atrancamos las puertas tras de sí por precaución, no queriamos que el bot les sorprendiera por la espalda y menos en un lugar tan amplio como ése. Las mesas donde el personal deberían haber estado cenando a esas horas estaban impolutas, como si no hubiese pasado nada, y la gran cristalera del techo dejaba paso a una vista espectacular del exterior.

    —Y pensar que hace unas horas estábamos comiendo aquí como si nada... —murmuró Miguel.

    —No me puedo creer que no hayamos encontrado a nadie más. —dijo Shani. —¿Qué pasa, está todo el mundo muerto?

    —No digas eso, me deprimes. —contestó Graecus.

    —Pero es lo que parece, éramos cincuenta miembros del personal en esta papelera y de momento sólo estamos nosotros. —siguió. —Apenas hemos visto cadáveres también, ¿dónde están todos?

    —No me importa, la verdad. —dijo Marina. —Ahora mismo sólo me interesa salir de aquí y estar a salvo.

    —Eres todo un encanto, ¿lo sabías? —soltó Graecus.

    —Basta ya. —ordené. —Cállense de una vez antes de que esa cosa nos encuentre.

    El grupo siguió avanzando, atentos a cualquier movimiento en el entorno, tanto que no vimos el brazo sangriento de un cadáver escondido bajo una de las mesas. Miguel tuvo la mala suerte de tropezar con él, haciéndole caer sobre una de las mesas tirando y haciendo añicos todas las copas, cubiertos y platos que había colocados sobre ella para la cena; el estruendo y la maldición que el hombre dejó escapar resonaron por todo el salón y, con toda seguridad, por sus alrededores.

    Todos se quedaron paralizados, mirándose unos a otros y luego a Miguel, que se reponía de su caída.

    —A la mierda, ¡vamos! —exclamé levantando a Miguel y empujándolo hacia la salida. Los demás nos siguieron corriendo, con el estruendo que había provocado seguro que el Bot sabía dónde nos encontrábamos y era cuestión de tiempo que los alcanzara.

    Apenas sin aliento, pasamos de largo el bar, también vacío pero al contrario que el salón arrasado por la marabunta de personas huyendo de la zona y llegamos hasta la compuerta de salida. La abrí con la tarjeta de seguridad y me di la vuelta, comprobando con horror que Shani no se encontraba entre los supervivientes.

    —¡Maldita sea! ¿Dónde está la chica? —exclamé exasperado.

    Miguel y Marina no tardaron ni un segundo en entrar por la compuerta y bajar a la cubierta de la tripulación, dejándome junto con Graecus revisando el pasillo.

    —¡Estaba justo detrás de mí hace un momento! —respondió el griego.

    —Toma esto. —dije dándole la tarjeta a Graecus. —Entra y cierra la compuerta, si está por aquí cerca no voy a dejarla atrás.

    —¿De verdad vas a ir a por ella? ¡Es un suicidio! —replicó Graecus. —Es...

    Iba a girarme ante la expresión de puro terror de Graecus pero las zarpas del bot, que se había acercado mimetizándose con las sombras, se cerraron alrededor de mi cuello y me alzó en el aire. Intenté abrir fuego, pero fallé al ser zarandeado por la criatura. Uno de los disparos perdidos alcanzó a Graecus en el brazo derecho, haciéndole soltar la pistola y, preso del pánico, entrar por la compuerta y cerrarla tras él.

    Lo último que vi fueron las fauces de la bestia, abalanzándose sobre mí.
     
    Última edición: 3 Enero 2016
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  20.  
    Marina

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    Oh, no, pero ¿cómo así? Rapuma en ese enorme peligro. Mejor ese Bot hubiera apresado a Marina, la que me está cayendo muy, pero muy mal. Parece que no le importa nadie más que ella misma. ¿Y Shani? ¿Dónde se quedó? ¿Se la llevó el Bot? Espero que no, porque es mi única esperanza de que salve a Rapuma, no sé, de pronto se quedó atrás, se encontró una potente arma por ahí de algún soldado muerto y llegándole por la retaguardia al Bot, le dispara, así éste suelta a Rapuma.

    Y de veras, ¿dónde están todos? si se encontraron a tan pocos caídos, quiere decir que los demás están en algún lugar. ¿Será que ese Bot los a apresado y llevado a algún lugar para... utilizarlos de alguna manera? Y si así es, ¿eso le pasará a Rapuma?

    Otro emocionante capítulo. Noté por ahí un par de quizás dedazos. Como la historia está contada en primera persona, en algún lugar cambió a tercera.

    Creo que ahí es "nos sorprendiera" xD

    "Que nos alcanzara"

    Disculpa, solo me sonó raro. Saludos.
     
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