Ciencia ficción La nostalgia tenebrosa

Luego de tiempo de no hacer originales concretamente y dedicarme más a fics, les dejo este escrito, hecho a partir de la aplicación "Ideas para escribir"


Si cerraba los ojos lograba verla, al soñar cada fantasía evocada por su mente era donde ellos estaban juntos, había pocas cosas que no pudieran evocar en él un dulce recuerdo de esa mujer.

Elspeth daba el ultimo sorbo del licor de la copa que llevaba entre su indice y medio, presionaba sus labios y cerraba sus ojos, respiraba levantándose del sofá frente a un fuego moribundo, con la miraba baja meneó la cabeza y sintió una presión en el pecho mirando el retrato que descansaba sobre la chimenea.

Avanzó por el oscuro pasillo de tablones chirriantes cuyos sonidos agudos hacían eco por las paredes de aquella solitaria mansión, alguna vez estuvo llena de vida, alguna vez tuvo risas, por ella desfiló numerosa servidumbre, hoy había tanto silencio que Elspeth escuchaba los quedos latidos de su corazón.

Giró el picaporte de la ultima habitación, se retiró el saco tirándolo aún lado impaciente, desabrochó su levita, se adentró en los confines de aquella umbra temporal mientras que con la yema de su pulgar encendía un motor de vapor que silbado encendía un mecanismo que gradualmente comenzaba a encender la luz amarillenta de varios bombillos incandescentes distribuidos por toda la habitación.

— A mi querida Meredith— murmuraba posando la mano en uno de los cientos de contenedores de cristal enfilados en el cuarto— tus ojos almendrados, tu pasional mirada color avellana— declaraba afligido avanzando unos pasos y volviéndose a derrumbar recargándose en otro contenedor— tus tersos labios delgados, aquella tierna nariz— suspiraba mirando hacia atrás hacia el cristal— tus delicadas manos— susurraba sollozando mientras tocaba su palma con la punta de los dedos de la otra.

Se levantaba caminando cabizbajo, observando los depósitos que custodiaban la vereda por la que andaba, tomaba entre ellos una tabla que sujetaba varios papeles y en estos estaban grabados varias anotaciones, de cuando en cuando alzaba la vista añadiendo otras de acuerdo a las lecturas de los paneles postrados al final de cada cinco contenedores, llegando a un escritorio que se encontraba al final, tomaba una bata blanca y se vestía con ella, alzando luego la cabeza hacia el techo y respirando.

— Tu cabello rizado, tu piel con olor a jazmin...—aspiró como si en ese momento pudiera olfatearlo.

Entonces extendía su mano y lentamente palpaba, seguía el contorno de curvas de una silueta, con sus ojos cerrados, remoraba su cintura entre sus manos, sus labios rosando su cuello, su cabello entre sus dedos, una sonrisa crecía en su rostro, la iluminación de la habitación ahora era basta ahora que se habían encendido hasta la ultima iluminación, Elspeth entonces tomaba su rostro mirándola fijamente ,justo como en sus memorias, justo como en sus recuerdos,escuchando nuevamente su respiración, se relamió los labios tocando entrelazando sus rizos en su mano, reía con cierta manía, mientras escuchaba de su boca un suspiro, mismo que hacía que se movieran inquietas el resto de sus replicas en posición fetal dentro de cada uno de los contenedores.

Una sola hebra de su cabello había bastado, su esencia estaba en él, con él la había hecho volver, Meredith volvería las veces que él quisiera.