La melodía de quien se fue demasiado pronto.

Xanny, mateme quedó feo xD
Igual, veremos qué tal. Es como... hmm, ¿el pasado de Hagane Miku? Algo así. Sin más, invado tu foro. Si es drabble cambia el prefijo :c lo escribí y publiqué desde el celular desconozco en número real de palabras. Me disculpo si hay errores.
Basado en la letra de Rain Stain y un poco en la canción Gone too soon de Simple Plan.
Género asignado: Tragedia.
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La melodía de quien se fue demasiado pronto.
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Corrió desesperadamente por las calles con un objetivo específico, las lágrimas amenazaban con resbalar por sus enrojecidas mejillas, ahogó un grito cuando, al cruzar una calle, casi es atropellada.

—¡Niña inútil, fíjate por dónde vas!—gritó enfurecido el conductor. Soltó una grosería que la joven de cabello grisaceo no atinó a escuchar.

La lluvia amenazaba con caer pronto; el camino era eterno para ella. ¿Cuándo llegaría?
Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer y de igual forma el nudo en su garganta se deshizo, amargas lágrimas de genuino sufrimiento cruzaban su rostro que, en circunstancias normales sería hermoso, pero ahora era presa de una mueca del más increíble malestar interno. La lluvia comenzó a caer con muchísma fuerza y el frío era capaz de calar en lo huesos de cualquiera, pero ella no podía detenerse. No podía. Debía llegar y ver que aquello no era más que una horrible mentira, una de las más crueles pesadillas.

Después de lo que pareció una eternidad llegó a su destino, una pequeña casa de un tono rojizo.
Abrió la puerta sin permiso de nadie y sin importar que estaba mojada hasta los huesos entró a la última habitación. El alma se la cayó a los pies de forma inmediata; en la cama una pequeña chica estaba recostada y su rostro estaba casi tan blanco como el papel. Miró a los lados, los padres y el hermano de la pequeña le miraban con un dolor inmenso y las lágrimas cayendo débilmente por sus mejillas.
Hagane se arrodilló sin fuerzas al lado de la cama de la pequeña y la observó unos segundos o minutos. Su... hermana, así la veía ella, era como su pequeña hermana. Las lágrimas comenzaron a caer con más fuerza y más rápido, junto con el sonido de ahogo proveniente de su garganta y su alma herida. Tomó la mano de la pequeña y con fuerza la presionó entre las suyas en un estúpido intento de traerle de vuelta.
<<Muerta>>pensó. No era una pesadilla, era la realidad. Se había ido sin decir adiós. Se había ido demasiado pronto y tan lejos. Como una estrella fugaz. El amargo llanto y el dolor eran lo único presente en aquella casa; la única luz que había en ella se había apagado hace unos minutos solamente.

—No... le dije adiós—susurró Hagane aún presa de las lágrimas. La culpa invadió su ser y la ira se comenzó a manifestar, ira en contra de aquel que llaman Dios. Por qué poner el castigo de una enfermedad hereditaria en la sangre de uno de sus pequeños ángeles para luego llevárselo del mundo y romper corazones a su paso.

Ira, odio, burla. Eso quedó en el corazón de Hagane, no más amor, compasión o felicidad. Nada de eso. Pronto todo se oxidó de rojo bajo el destino impuesto y el cielo perdió su color, se tiñó de rojo y nadie le importó.
No se mentiría más a sí misma diciendo que podía ver el azul del cielo. Porque el azul se derritió.
Es ésta la melodía fría del firmamento que nadie observa, la melodía de la que perdió la luz sin darse cuenta. Es una voz oxidada, un dolor infinito y una alabanza eterna a la bondad de la nada.

La melodía de quien se fue demasiado pronto.​

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En memoria a Nicol Badilla.
27-08-1998.
14-08-2013.
La luz de decenas de vidas, más amada en 15 años que muchos en más de 100.

Quisiera escribirle algo alegre, pero tratándose de mí eso es imposible.
Gracias por todo, pequeña hermanita. :3