La leyenda de los cinco

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Hakuno, 22 Junio 2011.

  1.  
    Hakuno

    Hakuno Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    15 Octubre 2006
    Mensajes:
    159
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La leyenda de los cinco
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1425
    Título: La leyenda de los Cinco
    Resumen: "Si eres capaz de manipular el libre albedrío de los demás, entonces tu mundo se tornará aburrido."
    Tipo: Long Fic
    Advertencias: La historia es realista, así que puede haber de todo un poco (Considerando las prohibiciones de FanFicslandia, claro está)
    Género: Fantasía, no de dragones ni hadas, un poco más... ¿Realista?

    La leyenda de los Cinco
    Introducción
    Yacía recostado en el respaldo de aquél sofá de terciopelo azul, José, un hombre de 93 años, cabello blanco y abundante para un hombre de esa edad, ojos azules y mirada profunda, delgado, tez blanca, las arrugas y manchas de vejez eran casi invisibles, era como si el paso del tiempo no hiciera efecto alguno en él.​

    Como todos los días desde su jubilación, se encontraba en su viejo despacho, contemplando el bello paisaje que le ofrecía el mar, pues su casa se encontraba separada del mismo sólo por unos cuantos metros de arena blanca, pensando, sólo pensando.​

    La tranquilidad de José fue interrumpida amablemente por su nieta, María, una hermosa mujer de 42 años, cabello castaño a los hombros, ojos marrón y mirada dulce, delgada y tez blanca; María, su esposo Armando, de 45 años y sus 3 hijos, Roberto, de 17 años y los mellizos Carlos y Linda, de 10 años, se encontraban visitando a José gracias a las vacaciones de verano.​

    -¡Abuelo, feliz cumpleaños!- Gritaron los mellizos mientras atravesaron la habitación para abrazar a José.​

    Carlos y Linda eran niños de ojos azules y expresivos, ambos tenían el cabello castaño, un poco largo, apenas cubriendo sus oídos.​

    -Grata sorpresa me dan, pequeñines, pero hoy no es mi cumpleaños- Susurró José a los mellizos con una dulce sonrisa.​
    -¡Dijiste que era su cumpleaños!- Gritaron los mellizos volteando a la puerta y apartando con la mirada a su madre, para dejar paso a Roberto, quien entró a la habitación despreocupadamente.​

    Roberto, el hijo mayor de María, era un joven alto y delgado, de cabello oscuro y corto, tez blanca y ojos marrón, en su cuello colgaban unos auriculares tipo casco, que en los tiempos que corrían eran considerados unos vejestorios, pero al joven Roberto le agradaban esas cosas.​

    -Eso les pasa por no recordar el cumpleaños del abuelo, jajaja- Dijo Roberto, acercándose a José para luego abrazarlo. -Hola abuelo, tiempo sin verte-​
    -Bueno, los dejaré para que charlen, iré con Armando a reservar el restaurante.- Comentó María sonriente.​
    -¿Iremos a un restaurante mamá?- Preguntaron los mellizos con notable curiosidad.​
    -Oh, olvidé decirles, su papá y yo estaremos fuera todo el día y volveremos hasta mañana, ustedes se quedarán con el abuelo a hacerle compañía-​
    -¡Hurra!- Gritaron los mellizos llenos de alegría por estar con su querido abuelo.​
    -Por mí vale, diviértanse- Comentó Roberto esbozando una tenue sonrisa.​
    -Entonces nos vamos, no le causen problemas al abuelo- Comentó María saliendo de la habitación.​

    José adoraba estar solo y tranquilo, recordando momentos del pasado, pero adoraba más estar con sus bisnietos; Así pues, como si su edad fuera sólo un par de números, jugó con los intrépidos mellizos en la playa e instruyó a Roberto en el arte de la cocina.​

    Pasaron algunas horas, se veía ya el crepúsculo pintando las nubes de un hermoso carmesí y las olas, más pacíficas, traían el agua cada vez más cerca de la casa blanquecina de José. El anciano hombre, agotado, regresó a su acogedor despacho y descansó su cuerpo sobre el cómodo respaldo de su sofá, acariciando el terciopelo del mismo, observando el paisaje que tanto le agradaba; Sin embargo, olvidando por completo a sus invitados, comenzó a recordar momentos de su pasado que le causaban una profunda agonía, y de sus ojos brotaron gélidas lágrimas, comenzó a temblar y agachó la cabeza.​

    -¿Estás bien abuelito?- Preguntó Carlos, quien se percató de que algo andaba mal.​
    -Carlos... Linda... No es nada... No se preocupen- Respondió José al darse cuenta de que sus pequeños bisnietos se encontraban delante de él.​
    -Puedes confiar en nosotros abuelo- Dijo Roberto, quien se encontraba detrás de José, en la entrada, cruzó la habitación hasta quedar delante de él. -Dinos...-​
    -De acuerdo, tomen asiento- Pidió José a sus bisnietos, haciéndoles una seña con la mano para que acercaran unas sillas y se sentaran. -¿Conocen la leyenda de los cinco?- Preguntó José a sus bisnietos con gran seriedad.​
    -¿Los superhéroes que cambiaron al mundo como se conocía?- Preguntaron los mellizos muy ilusionados.​
    -Bueno, eso es una exageración, pero si, ellos mismos...-​

    (Desde aquí comienza el relato de la historia por parte de José)

    Capítulo 1
    Ésto sucedió cuando yo tenía 17 años, yo vivía con mis tíos, pues mis padres murieron cuando yo era muy niño, pero pude superarlo gracias a mi mejor amigo, Lucas, con el que compartí casi todas mis experiencias en la infancia y sobre todo, en la adolescencia. Fue durante el verano de 2011 que mi vida dio un cambio drástico, bueno, para no aburrirlos, comenzaré desde que Lucas obtuvo un poder extraordinario.​

    Por un favor que nos pidió el director de la escuela en donde estudiábamos Lucas y yo, fuimos a arreglar el cableado eléctrico, ya que vivíamos en una ciudad muy pobre, contratar a un electricista era muy caro y nosotros teníamos conocimiento básico de casi todos los temas.​

    Lucas era un joven alto, medía 1.85 metros de alto, tenía el cabello oscuro y corto, tez blanca, ojos oscuros y una mirada muy fría y seria; Yo en ese entonces tenía el cabello muy largo, me llegaba hasta el final de la espalda.​

    Ese día, entramos a la escuela armados con el mejor equipo eléctrico que pudimos conseguir, sólo unos guantes de material aislante y unas pinzas, pero ya que nos pagarían, aceptamos con gusto. Llegamos al sótano de la escuela, estaba oscuro, pero eso no nos importó y valientemente llegamos hasta una gran puerta metálica, que prácticamente se estaba cayendo a pedazos debido a la oxidación.​

    -¿Qué dices Lucas?- Le pregunté a mi amigo, intentando buscar una forma de abrir esa puerta sin que se nos cayese encima.​
    -Ponte atrás de mi y atrápame si me caigo- Me respondió al instante, y así fue, yo estaba detrás de él esperando, mientras que él colocó un pie sobre una puerta y tiró de la otra con toda su fuerza, pero puso tanta fuerza en un solo tirón, que la puerta se desprendió y se nos vino encima, creando un escándalo impresionante al golpear el suelo.​
    -Buena forma de matar a alguien accidentalmente- Dije en broma a mi amigo, mientras que él se limitó a entrar a la pequeña habitación, en la que habían cables mordisqueados.​

    Sin parpadear, Lucas se dispuso a arreglar el desastre ocasionado por las ratas, claro, sabíamos que había sido ocasionado por ratas gracias a los cadáveres que estaban en el suelo, olía bastante mal, así que decidimos apresurarnos a reparar los cables, en ése momento ocurrió algo que no pudimos creer en un buen tiempo.​

    En el momento en el que Lucas tomó uno de los cables, una chispa que salió de quién-sabe-dónde, comenzó a rebotar por los cables de toda la habitación a una velocidad increíble, y sin dejarle reaccionar, golpeó a Lucas justo en el pecho y lo aventó con una gran fuerza, ya que yo estaba atrás, recibí el golpe del cuerpo de Lucas de lleno, caímos a unos dos metros de la puerta metálica, o eso creo, a penas pude mantenerme consciente un par de segundos. Lo siguiente que recuerdo fue despertar en el hospital...​

    Continuará...

    Espero que les haya gustado éste primer capítulo, en esencia, el fic trata sobre la historia de Lucas y José en su juventud, de cómo "obtuvieron" unos poderes espectaculares, todo lo que hicieron con ellos, descubriendo a otras personas con otros poderes, etc.​

    Saludos :3​
     
  2.  
    Hakuno

    Hakuno Entusiasta

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    Miembro desde:
    15 Octubre 2006
    Mensajes:
    159
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La leyenda de los cinco
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1108
    Capítulo 2
    Tras el extraño incidente en la escuela, recuerdo seguidamente haber despertado en el hospital, miré aquél techo blanco durante casi un minuto mientras intentaba saber qué había sucedido, de pronto escuché una voz muy familiar, que me hizo despertar por completo.

    -Parece que ya despertaste-
    -Agus... ¿Qué hago aquí?-

    Agustina era una joven de 20 años, era bajita, tal vez mediría 1.58 metros, era delgada, de tez blanca y ojos azules, su cabello era un poco largo, oscuro y lacio. En ese entonces, ella quería ser doctora, por lo que estaba en el hospital de prácticas; Agustina era muy amiga mía y de Lucas desde nuestra infancia, la conocimos un día que me accidenté, ella estaba con su abuela en una consulta. Recuerdo que en ese momento quedé embelesado al verla, aunque el encanto no duró mucho, poco tiempo después descubrí que sólo fue un pequeño enamoramiento infantil, y pude hacerme muy buen amigo suyo.

    -¿No te acuerdas de nada? El señor que los trajo dijo que estaban en la escuela inconscientes-
    -¿Qué señor?-
    -El que está a...-

    Agustina señaló fuera de la habitación, pero al interrumpirse a si misma supe que de quien hablaba se había marchado.

    -A lo mejor fue el director de mi escuela- Le dije para que reaccionara.
    -Ojalá conociera al director de tu escuela, así te diría si sí o si no-
    -¿Y Lucas?-
    -En la otra cama- Contestó Agustina haciendo un gesto con la cabeza para señalar la cama que estaba a un lado de la mía- Sigue dormido, el tiene una quemadura de segundo grado en el tórax, no lo vayas a...-

    En ese momento interrumpí a Agustina, tomando una almohada de mi cama y lanzándosela en la cara, él la atrapó con una mano y se sentó, tirando la almohada al suelo.

    -¿Cuándo despertaste Lucas?- Preguntó Agustina algo confundida.
    -Ése tipo ha estado despierto probablemente desde antes que yo- Contesté en tono de burla.
    -Nunca sabré cómo demonios haces para darte cuenta de este tipo de cosas- Dijo Lucas un poco molesto.
    -Ya vez, uno que es observador-

    Tras eso, Agustina tomó la almohada y me la regresó, luego nos dijo lo afortunados que eramos, ya que estábamos sólo nosotros dos en una habitación en la que cabían cuatro personas, un dato bastante irrelevante, pero así era Agustina, siempre viendo el lado positivo de todo, tal vez esa fue la razón por la que comenzó a salir con Lucas.

    Mi amigo Lucas siempre fue una persona fría y distante, aunque las personas siempre estaban alrededor suyo por un carisma falso que emanaba de una igual sonrisa, nadie sabía algo de su vida, excepto yo. Tres años antes, fue la primera vez que Agustina se percató de que el Lucas que conocía no era el verdadero, y ya que era amiga suya, quería conocer a su verdadero yo, por lo que comenzó a acercarse más a él, a platicar, y cuando menos se dio cuenta, se enamoró de él. Para ese entonces, me dí cuenta de que a Lucas también le gustaba Agustina, así que uní hilos y... ¡Abra Cadabra! se hicieron novios.

    Agustina salió de la habitación del hospital, ya que tenía otros pacientes a los cuales atender, y Lucas y yo nos quedamos solos, hubo un momento de silencio mientras intentábamos ordenar nuestras ideas, no mostramos reacción alguna, pero cuando Agustina me dijo que Lucas tenía una quemadura de segundo grado en el pecho, ambos nos sorprendimos.

    -Y... ¿Recuerdas lo que pasó anoche?- Le pregunté a Lucas, habiendo fallado en recordar lo que sucedió.
    -Recuerdo que una chispa me golpeó, pero nada más, lo siguiente es despertar aquí y escucharte roncar-
    -Bueno, pero, ¿alguna idea de quién nos trajo aquí?-
    -No, si fuera alguien que conocemos, se habría quedado hasta que despertásemos los dos...-

    Lucas y yo volvimos a estar en silencio, quien fuese aquél que nos llevó al hospital, debió por lo menos llamar a algún maestro de la escuela, de igual forma, no nos quedamos mucho tiempo pensando, sólo pasaron unos diez minutos para que ya estuviéramos firmando el alta y saliendo del hospital.

    Íbamos caminando hacia nuestras casas, cuando de pronto, un poste de luz comenzó a encenderse y apagarse frenéticamente, algo que normalmente nos haría pensar que estaba descompuesto, si no fuera porque era medio día y conforme nos acercábamos a él, era más rápido el tintineo de la luz, hasta que a un metro del poste, el foco explotó, soltando un montón de chispas.

    -De acuerdo, eso fue extraño- Dije algo desconcertado.
    -Y más que eso, fui yo quien lo hizo explotar...- Respondió Lucas muy seriamente.
    -... Si, y yo puedo caminar sobre el agua-
    -Hablo en serio, imaginando que ese chispazo, en un universo alterno, me daría un poder a lo Spiderman, quise hacer una prueba con ese poste de luz y... simplemente funcionó...-
    -Claro, ahora explotas cosas, ¿y por qué yo no puedo explotarte la cabeza?-
    -Tal vez porque no exploto cosas y tal vez porque al que le pegó la chispa fue a mi y tu sólo te golpeaste en la cabeza-
    -Puede ser, pero si no explotas cosas, entonces ¿qué haces?-
    -Creo que manejar la electricidad-
    -Si, claro... Pruébalo-

    Una vez que dije eso, Lucas se le quedó viendo a la televisión que estaba en el mostrador de una tienda, mostrando las noticias, tras un par de segundos, el canal que sintonizaban todas las televisiones cambió a uno de farándula y espectáculos; Al principio pensé que había sido una coincidencia, que los empleados estaban cambiando los canales por una prueba técnica, cuando de pronto, éstos estaban preguntándonos si vimos que alguien cambiara el canal de las televisiones, tras negarlo e irnos de ahí, no tuve más opción que aceptarlo.

    -Pues ni hablar, sí que tienes poderes- Dije con un tono bastante despreocupado
    -Lo que tengo que hacer ahora es controlarlo al cien por ciento y dominar el mundo-
    -Si, claro, y yo me quedaré con Agustina porque te dejará por tener complejo de dios-
    -No me provoques...-
    -Era una broma, una broma-

    Continuará...

    Si se preguntan por qué ya no pongo tanto eso de "dijo con todo de..." "dije mirando la asdf..." es porque siento que se entiende sin tantas especificaciones y suena menos repetitivo, si hay que cambiarlo sólo díganme :3

    Espero que les haya gustado
     
  3.  
    Irogenia

    Irogenia Iniciado

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    Pluma de
    Escritora
    Vaya! he entrado pensando que era un fic de la leyenda de los 5 anillos. peeero no me arrepiento! me ha gustado mucho te felicito- redactas muy bien y me he metido facilmente en la historia. espero pronto la continuación.
     

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