One-shot de Inuyasha - La indecisión que casi me cuesta el alma

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por jennifer figueroa, 23 Septiembre 2016.

  1.  
    jennifer figueroa

    jennifer figueroa Jenny

    Capricornio
    Miembro desde:
    27 Julio 2016
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La indecisión que casi me cuesta el alma
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1861
    Es un martirio vivir así, no tenía sentido continuar aguantando su desprecio y su maltrato, ya habían pasado más de dos años en las mismas condiciones , sabía que no estaba bien aguantar sus golpes, sus insultos y sus escuetas disculpas que solo parecían una infame burla, sin embrago todo estos años no había tenido el valor de dejarlo atrás pues simplemente me refugiaba con escusas tontas y me consolaba diciendo a mí misma que aún me amaba. Él me estaba partiendo el corazón a pedazos mientras me arrebataba poco a poco mi alegría y mi fortaleza, desde hace mucho tiempo que había dejado de ser una mujer decidida, autónoma y con carácter, ya casi no tenía amigos y mi única felicidad era levantarme cada mañana e ir a trabajar dictando clases a esos pequeños niños que me demostraba su afecto sin límites, ellos me aminaban y hasta algunos querían ser como yo cuando fuera grandes pero que absurdo ¿no? , como era posible que mi vida fuera un ejemplo a seguir para ellos si yo en realidad era un fracaso andante que no tenía la valentía ni siquiera para quitarme la vida y acabar con su propio martirio.


    Ya no esperaba nada bueno de la vida, sentía que no merecía ser feliz y que por ser una mujer insignificante la vida me había llevado a donde estaba, una mujer fracasada en el amor que a pesar de haber logrado ejercer mi carrera como docente en un hermoso colegio no había triunfado en los asuntos del amor , había caído en lo más bajo que existe en este mundo, me estaba irrespetando a mí misma, condenándome en un martirio voluntario junto a un ser humano despreciable que no merece ni ser llamado hombre, para el yo solo era una tonta más, solo un juguete de su propiedad , una Barbie a la que podía zarandear, desvestir, insultar y hasta golpear cuando se le viniera en gana, me consideraba como un simple objeto que le brindaba placer sexual las 24 horas que mantenía en su casa a su disposición, yo solo era una de sus putas más , una de las tantas mujeres que utilizaba aun así yo marcaba la diferencia entre el montón porque fui la única ingenua que a pesar de todo el maltrato que me ha dado se ha quedado viviendo tanto tiempo junto a él.


    En mi trabajo, dentro del aula de clases, me sentía libre y afortunada, era aquí donde podía ser yo misma sin miedo a reprimendas o golpes , en medio del salón de clases me sentía la más dichosa del mundo al estar guiando los pasos de mis alumnos, porque ellos a pesar de ser unos niños me amaban y me respetaban ciegamente, era debido a esto que me esmeraba para que cada clase fuera perfecta y divertida pues yo hacía que todos mis alumnos se interesaran en aprender cosas nuevas y que desarrollaran sus habilidades; dentro de la institución era tan querida por todos que hasta los padres de familia se sorprendían de ver como sus hijos les fascinaba venir al colegio , la mayoría de padres no crean posible que una profesora como yo que demostraba tanto carácter fuera capaz de alimentar el interés por estudiar en cada uno de sus hijos; era alagada por mis colegas y el ejemplo a seguir como mujer intelectual, era toda una profesional con un trabajo estable y casada con un marido respetable, sin embargo cuan engañados estaban todos porque toda esa vida perfecta era una simple farsa porque apenas salía del trabajo y entraba a mi lujosa casa me esperaba la peor de las pesadillas dentro de un ambiente hostil, lleno de discusiones violentas e injustificadas que siempre terminaban con moretones en MI el rostro lleno de lágrimas que re reflejaban todo mi odio e impotencia de no poder hacer nada, mientras que él se reina y me restregaba en la cara lo estúpida y prescindible que era. La mayoría de mis días eran siempre iguales: ser maltratada, utilizada y ver como prefería estar con otras mujeres; todo era monótono y podría decir que desde un principio había sido todo igual pero no lo era puesto que desde hace más de un año su desprecio ya no me dolía tanto como antes… ya me había acostumbrado.
    Acababa de llegar del trabajo con la mentalidad de todos los días preparándome mentalmente pues al traspasar el umbral de la puerta todo sería como siempre pero no lo fue, al parecer Naraku todavía no había vuelto de su trabajo, me sentí tranquila a pesar de saber que él se encontraba en algún bar con una de sus tantas zorras, pero este pensamiento no me dolió porque ya estaba habituada a que siempre pasara así que subí a mi alcoba me cambie la ropa por algo más cómodo y me dispuse a organizar mi clase de mañana , pero el motor de la camioneta de Naraku al llegar me interrumpió, vi desde la ventana de mi alcoba con los nervio de punta que se avecinaba mi tormento diario sin embargo esta vez AL salir de la camioneta con uno de sus mejores trajes y se dispuso abrir la puerta del copiloto, simulando educación, ayudo a bajar a una mujer de su auto, esto me sorprendió de sobre manera porque a pesar de todo AUM no había tenido la valentía de traer a alguna de sus mujerzuelas a mi casa, sin embargo eso no fue lo que más me dolió sino al ver de quien se trataba … era Kanna, no … realmente no lo podía creer, no aceptaba creer que fuera ella, que la trajera a mi propia casa, que me restregara en la cara que prefería a mi hermanastra que a mí , eso fue la gota que rebasó el vaso, baje a toda prisa mientras ellos traspasaban el umbral de la puerta, vi en los ojos de Kanna la sutileza de la satisfacción y en los ojos de Naraku sentí el desprecio y la burla; mi sangre hirvió de la ira y me sentí capaz de gritarle todo mi odio, sentí mis lagrimar correr mientras que estampaba mi mano en todo su rostro, ver como su mejilla se hinchaba ligeramente no me satisfacía porque eso no recompensaba todos mis cuatro años de martirio junto a él. En menos de una fracción de segundo sentí en mi rostro su grueso puño que hizo correr por la comisura de mis labios un hilo de sangre, sin sentir dolor me limpie la sangre me lleve de fuerzas y tome el primer objeto que tenía cerca de mí para atinarle en todo el rostro mientras le gritaba todas las verdades en su cara, le decía cuanto lo despreciaba pero el solo se reina mientras que esquivaba los objetos que le lanzaba, se abrió paso ante mí y comenzó a descargar su ira en todo mi cuerpo y rostro, sentía sus gruesos puños chocar contra mi piel y su risa burlona atronar en mis oídos al mismo tiempo que me preguntaba ¿y ahora que piensas hacer kagura? Muéstrame ¿cómo te defiendes? , cada golpe que me atinaba hinchaban mi rostro, me hervía la sangre al ver que mis pequeños brazos no podían detener sus puños, me sentía desfallecer mientras Kanna intentaba desesperada separar a ese idiota de mí, finalmente todo se volvió oscuro, ya no sentía dolor y caí inconsciente al frio suelo.

    Mi cuerpo estaba totalmente entumecido y la luz segaba mis ojos pero ya no sentía los puños de Naraku sobre mi cuerpo, todo a mi alrededor se veía un poco borroso, y solo lograba distinguir pequeñas figuras a mi alrededor, sentí como mi mano era sostenida con vehemencia, poco a poco logre ver con mayor claridad y distinguí que me encontraba en el cuarto de un hospital
    -¿Kagura?--- esa voz hizo que mi cuerpo se llenara de calidez mientras me cruzaba con sus hermosos ojos ambarinos normalmente inexpresivos pero que ahora reflejaban un pequeño brillo de felicidad y preocupación, sus facciones eran iguales que siempre y su hermoso cabello plateado me hacían sentir segura, era el… Seshomaru era mi mejor amigo, mi colega que conocía mi pasado y mi presente estaba ahí para mí en los peores y mejores momentos, no pude contenerme mis impulsos y saque fuerzas de donde no las tenía para abrazarlo mientras mis músculos se contraían del dolor pero no quise soltarlo no quería dejarlo ir porque él era el único que había estado para mí en todos estos años de dolor, solo el sabia mis secretos y todas mis tristezas
    -¡No puedo más Seshomaru!... ya no lo soporto ¿Por qué todo esto me tiene que suceder a mí?—mis fuerzas flaquearon, mi orgullo desapareció y como nunca mi rostro se llenó de lágrimas de dolor pues solo ahí vi el tiempo que desperdicie junto a Naraku y me sentí estúpida porque me había condenado a vivir tantos años junto a él, sin embargo ahora estaba dispuesta a vender mi alma si era necesario por salir de ese infierno. Aunque no fue necesario tanto esfuerzo para dejar a tras mi pasado y comenzar de nuevo, al poco tiempo salí del hospital y me aloje en la casa de Seshomaru que me cuido de la mejor manera que su orgullo le permitía, logre sentir sus pequeñas muestras de cariño y su constante preocupación que no disminuía ni un segundo, pero a los pocos días ya está casi totalmente recuperada y a pesar de toda la impotencia que sentía más los moretones que mi piel aun no borraba me considere afortunada, para mi eran los mejores días de mi vida, ya no sentía miedo por nada ni por nadie pues Naraku ya no poseía la potestad de manipular mi vida, ¡era libre! .
    Empecé a ver el mundo con otros ojos porque podía hacer lo que yo quisiera y me sentía valorada por las personas de mí alrededor, sabía que Naraku no volvería a ruinar mi vida pues ahora estaba saldando cuentas ante la ley, mientras que kagura no tenía el valor de aparecerse cerca de mí.
    Vivir con Seshomaru era como vivir en el cielo, se hacía placentero recibir sus cuidados y pequeños detalles que hacían quebrar su voluntad y orgullo de hierro, cada día desayunábamos juntos y en las tardes cuando el regresaba del trabajo nos divertíamos viendo películas o rememorando viejos momentos cuando éramos más jóvenes, nos burlábamos uno del otro recordando nuestros días de gloriosa felicidad, rememorábamos como la vida nos había mantenido juntos a través del tiempo compartiendo mutuamente nuestras felicidades y tristezas, todos los momentos que nos habían hecho más fuertes y contantes en nuestro camino hacia la meta, sin dejar de conversas sus ojos se cruzaron con los míos , ese frio ámbar traspaso mi alma y encendió mis pasiones haciéndome olvidar todos mis pensamientos en un segundo mientras detallaba con sutileza la comisura de sus perfectos labios que aclamaban a gritos ser besados, no me resistí más y me lance en busca de un beso apasionado, sus labios me dieron la bienvenida al mismo tiempo que nuestras manos danzaban al vaivén de la pasión acumulada por tantos años
     
  2.  
    InunoTaisho

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    Creo que tu escrito no está del todo mal en cuanto a la temática, pero la presentación dista mucho a lo agradable, también podría hacer falta algo más de diálogos o descripción... en fin, son detalles que se pueden mejorar con el tiempo; por lo demás no es desagradable el tema dado que pudo haber sido una pareja real sino fuera porque Kagura no era más que una extensión de Naraku y no podría vivir de forma independiente, además de que a Sesshomaru siempre le olería a Naraku... ☺
     
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