Long-fic de Naruto - La hija del mar [neji&tenten]

Tema en 'Fanfics de Naruto' iniciado por Melodyia, 18 Enero 2015.

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    Melodyia

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    La hija del mar [neji&tenten]
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    Género:
    Fantasía
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    2
     
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    Título: La hija del mar.
    Autor: Melodyia.
    Tipo: Long-fic.
    Personajes principales: Tenten, Neji.
    Nota: Este es un long-fic no muy largo, espero sea de su agrado, de ser así me gustaría que lo expresen en un comentario :')

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    Capítulo I.


    Él llegó al pequeño pueblo de Konoha a principios de primavera. Creí que ya todos estábamos en el salón, pero, la puerta corrediza hizo ruido, con algo de curiosidad decidí mirar al frente y fue en ese preciso instante cuando mis ojos por primera vez lo vieron. Era hombre, pero tenía el cabello largo y salvaje, justo como alguien de donde yo vengo; por alguna razón sentí que me miraba y a decir verdad daba miedo, eran los ojos de la luna, pero yo ya los había visto antes, en una joven muchacha con rostro celestial.

    —Él es Hyuuga Neji, primo de su compañera Hinata —presentó el profesor—, a partir de hoy estudiará con nosotros, él viene de Francia por lo que no está acostumbrado a nuestro ritmo de vida, así que les voy a pedir que lo ayuden.

    Escuché murmullos y algunas risas, él era muy apuesto, no había duda que se había convertido en el blanco de la mayoría de las chicas del salón, y eso estaba bien si así me dejaban en paz; no me interesé en él.

    —Entonces, ¿viniste desde Francia a hacerte cargo del negocio familiar? —cuestionó Sakura, una de las chicas más bonitas.

    —Hn.

    Pero Hyuuga Neji parecía ser una persona muy fría.

    —Tengo deberes aquí.

    No quería que me mirara, en los primeros tres días evité a toda costa cualquier contacto, por más mínimo que fuera, no debía llamar su atención, de lo contrario... sólo sería una mirada más, otra punzada, otra sensación de ser un fenómeno.

    Tal vez lo era.

    Esa noche había luna llena y el viento abrazaba más fuerte de lo normal, mis pies descalzos caminaron sobre la áspera roca hasta llegar a la punta, cerré los ojos, me sentí extasiada al escuchar las olas romper y la dulce fragancia de la brisa acariciar mi piel. Miré hacia abajo, era una caída de cincuenta metros, una distancia abismal que me separaba de lo más anhelado.

    Y salté.

    —¡¿Qué demonios?!

    Fui vista, un error imperdonable. Alcé la vista y pude verlo extendiéndome la mano como si hubiese querido evitar mi caída.

    —Hyuuga Neji —susurré.

    Impacté en el agua, estaba envuelta en mi cuna, aquella preocupación pasó a ser nada al sentirme acogida por los brazos marinos, casi podía escuchar a mi madre meciéndome y cantando la más hermosa de las canciones. Era feliz.

    Cuando la mañana llegó, al abrí la corrediza puerta del salón algo inusual sucedió, todas las miradas estaban sobre mí, pero no como de costumbre, me veían como si de un fantasma se tratase.

    —¡No está muerta dattebayo!

    —¡¿Sobrevivió a la caída?!

    —Tal vez Neji-san se confundió de persona.

    Lo entendí todo, mi admirada expresión cayó a la indiferencia total, cerré la puerta y a paso tranquilo me dirigí a mi asiento. Lo negaría todo.

    —Es mejor que no te acerques a esa chica —comentó Ino Yamanaka ignorando el hecho de que podía escuchar todo—, es muy rara.

    —Hay muchos rumores —secundó Matsuri, otra de las niñas bonitas—, además nunca se quita esa corona de conchas, ni porque trae el uniforme escolar.

    Me recargué sobre mis manos recordando todos los problemas que había tenido por la corona, varias veces me llevaron a dirección, me sermonearon sobre la importancia de lucir el uniforme, pero nunca le di importancia y al final terminaron por dejarme en paz.

    —Esto es lo único que tengo —susurré al tocar mi frente y sentir las conchas marinas.

    Sonreí.

    Al llegar el receso como ya era habitual me dirigí a la parte trasera de la escuela, donde no había nadie que me mirara despectivamente, podía respirar tranquila, sentarme en el pasto y almorzar.

    —Sé que eras tú.

    Mi paz fue interrumpida.

    —Ama Tenten —volvió a hablar—, no puedes engañarme.

    Dejé por un lado mi almuerzo, ahí estaba otra vez la insistencia de las personas que tanto odiaba.

    —¿Engañarte? Yo no te he dicho nada.

    —¿Entonces no niegas que anoche saltaste por el risco?

    —No lo niego.

    Escuché el chasquido de sus dientes, pero su mirada en vez de ser despreciativa parecía ser desconcertada.

    —¿Cómo pudiste sobrevivir?

    —No estaba intentando suicidarme, gracias a ti, anoche se armó un gran revuelo, la policía estuvo buscándome e invadió mi apartamento toda la noche, no pude dormir ahí y encima de todo, después de la escuela tengo que ir a declarar a la estación de policía dónde estuve.

    Se quedó callado, tal vez tenía algo de culpa, era lo mínimo que podía sentir al ocasionarme tantos problemas.

    —Si no tienes nada más que reprocharme puedes irte, este lugar privado.

    —Es poco probable que una niña de tu complexión pudiera sobrevivir a una caída de esa magnitud.

    Guardé silencio, necesitaba escoger con mucho cuidado lo que iba a decirle, parecía ser una persona que no se conformaba con poco.

    —¿Y qué quieres que te diga? Sólo salté porque me gusta hacerlo.

    Otra vez algo fuera de lo común. Hyuuga Neji se puso en cuclillas para quedar a mi altura, me miró con tanta insistencia que por un instante creí que sus ojos tenían el poder de ver a través de mí.

    Escalofríos.

    —Al parecer eres la loca de la escuela —dijo sin tacto alguno.

    Fruncí los labios, estaba harta de escuchar esa palabra.

    —Sí, no me importa si tú o el resto del mundo lo cree, no me importa en absoluto su caridad o las falsas relaciones que cultivan entre ustedes.

    Los ojos me ardían, mi boca estaba llena de mentiras, pero eran necesarias para no perder.

    —Mentirosa, estás llorando.

    Anonadada toqué mi cara... calientes lágrimas resbalaban, quemaban. ¿Por qué permití que un hombre me provocara de esa manera?

    —N-no... ¡No voy a perder!

    Me paré de súbito e intenté correr, solamente que no pude hacerlo, la mano de Hyuuga Neji me detuvo con firmeza, ¿por qué me hacía algo tan cruel?

    —No creo que estés loca. Yo no suelo hacer esto, pero odio a la gente que aparta a los demás porque no son como ellos, así que te escucharé, cuéntame.

    En ese momento mi guardia se rompió, era un completo extraño, pero por primera vez sentí que ese mundo no era tan cruel, que aún había esperanza.

    —Yo... y-yo... ¡Quiero volver a casa!

    Grité y me dejé caer en sus brazos, no sé qué pasó exactamente o qué cara tenía Hyuuga Neji, simplemente lloré lo que mantuve contenido durante ocho años.

    Abrí los ojos, todo estaba muy borroso, tan sólo podía distinguir tonos anaranjados y una silueta que poco a poco se fue esclareciendo.

    —¿Neji-san? —pronuncié adormecida—, ¡ah!

    Me paré de súbito, si hubiera tenido un espejo habría visto mi cara toda colorada, ¿¡por qué diablos estaba durmiendo en sus piernas!?

    —Por fin despiertas.

    —¿Qué es esto? ¿Por qué estamos aquí?

    Seguíamos en la parte trasera de la escuela, sólo que casi anochecía, de hecho el avanzado atardecer del cielo indicaba que eran casi las siete.

    —Te quedaste dormida después de llorar por más de una hora.

    Pesadamente tragué el nudo que se me formó en la garganta, él había permanecido conmigo todo el tiempo, tal vez... y sólo tal vez podía confiar.

    —Ya veo —suspiré—, g-gracias por cuidarme.

    —¿Dónde está tu casa? Lo último que dijiste antes de ponerte a llorar de esa manera fue que querías volver a tu casa.

    Sentí aguadarse mis ojos, sólo por la nostalgia que me causaba pensar en ello, pero esta vez no lloraría, había mostrado mi lado más frágil a un completo desconocido.

    —Si te lo digo, sólo pensarás como el resto del mundo... Te agradezco tu tiempo, pero es mejor que lo dejemos así.

    Me levanté, pero tal y como sospechaba aquella persona no era un conformista, también se puso en pie volviéndome a frenar.

    —No me conoces —me dijo fríamente—, no me quieras comparar.

    Cerré los ojos para pensar, si le decía se convertiría en la única persona en este mundo que conociera el secreto, ¿podía confiarle tanto poder?

    Actué por impulso.

    —Te lo mostraré.

    Pegué un sorpresivo salto para agarrarme de las escaleras que colgaban en la pared, estaban a tres metros del suelo, pero yo era bastante ágil, empecé a subirlas y le grité que me siguiera. Pensé que no lo lograría, vi una remota posibilidad de escapar.

    Pero no fue así. Tenía piernas ágiles, él logró subir conmigo, tal vez podría seguir mis pasos.

    Llegamos a la azotea, el viento pegaba con más libertad, el hermoso firmamento me llenaba de energía positiva, siempre que lo veía encontraba una nueva esperanza, me daba fuerzas nuevas para seguir con mi búsqueda.

    —¿Qué pretendes al subir aquí? —me cuestionó.

    Caminé dándole la espalda hasta la orilla de la construcción.

    —No voy a saltar —dije al notar la tensión en su cuerpo—, sólo quería acercarme más... porque me da la sensación de estar en el risco.

    Me sorprendí un poco cuando él llegó a mi lado. Tal vez no era muy alto, pero un frágil humano como él no podría salir ileso de una caída así, tal vez tampoco yo, pero mi corazón tenía la fortaleza necesaria para estar ahí.

    —¿Y bien?

    —Ahí —dije señalando al horizonte, podía ver con claridad el extenso océano, el que no tenía fin—, mi casa... está ahí.

    Se quedó callado, pensé que me preguntaría a qué me refería, pero no lo hizo, en su contrario, para mi asombro dijo la respuesta.

    —El mar. Tu casa es el mar.

    Lo miré muy extrañada, incluso algo temerosa, él no me preguntaba, sólo afirmaba.

    —Ahora todo tiene sentido. El hecho de que hayas saltado sin dudar y sobrevivido, tu aroma salado, la corona en tu frente... perteneces al mar.

    Me senté, dejé que mis pies colgaran al abismo, por un momento imaginé la gran ola de papá viniendo a rescatarme, otra vez... otra vez el molesto picor en los ojos.

    —¿Por qué estás aquí?

    —Es... una historia complicada.
     
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    D: D: D: Una historia que se ve bastante prometedora, muero por saber que sucede, en verdad me ha encantado Me imagino a una canción de mecano, ah en fin la enigmática personalidad de Hyuga me encanta, me encantó como lo manejabas, serio analítico, ah muero saber que sigue ¿Estará conectado con Tenten? ¿Por qué la comprende tanto? Espero que estas preguntas tengan respuesta. Sin más espero ansiosa la continuación

    :) Linda noche
     
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    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

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    Es creativo, me gusta, bastante interesante y como dijo Degel, prometedor pero siento un poco de Ooc en los dos, debes manejarlos de la manera indicada, Neji no hablaria tanto y se que cuesta manejarlo, pero con la practica todo se puede. No dibujes/muestres a Tenten debil, ella no lo es, es fuerte, algo como Naruto pero menos gritona, resultará dificil manejarla pero ver el anime o leer historias buenas donde manejen a los dos de manera correcta de igual manera ayuda. No corras con la historia, siento que estas llendo bastante rapido, toma tu tiempo.

    Moveré tu historia a "Historias en proceso"

    Seguiré leyendo, espero la continuacióm, saludos.

    Pire
     
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    MonserrattLala

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    Se mira muy interesante tu historia ya espero que la continúes :D y quien diría que Neji seria tan comprensivo, y continua tu historia owo
     
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    Melodyia

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    Te agradezco mucho tu tiempo por leer mi historia, me alegra muchísimo que te esté gustando y espero poder cumplir con tus expectativas. Y sí, una canción de Mecano queda muy bien, siempre me inspiran aires de misterio.

    Muchas gracias por el comentario y los consejos, los tomaré muy en cuenta. Sí sé que cometí un poco de Ooc, pero sentí que era necesario para el inicio de la historia, sin embargo no pienso dejarlos así todo el tiempo. De cualquier forma lo evitaré a toda costa. Espero que te guste la continuación y con mucho gusto recibiré tus críticas para mejorar.

    Gracias por leerme y comentarme, estoy deseosa por saber qué te parece este segundo capítulo, espero que sea de tu agrado.
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    Capítulo II.
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    Mi corazón latía desenfrenado a cada paso que dábamos, estaba yendo al lugar indicado para exponer mi más preciado secreto, la duda me carcomía, después de todo él era un completo extraño, apenas habían pasado tres días desde que lo vi por primera vez. Sin embargo ahí estaba, caminando, en ningún momento me di la oportunidad de parar, llegué al pie del risco con el corazón saliéndome por la boca y el alma en los pies, no supe porqué, pero... decidí confiar en él.

    —¿Era necesario venir aquí? —preguntó.

    Probablemente tenía frío, después de todo el viento estaba helado y azotaba duramente nuestros cuerpo, pero a mí no me importaba, estaba acostumbrada a temperaturas bajas.

    —Este lugar es importante para mí, y si te voy a confiar mi secreto será bajo mis reglas.

    Arqueó la ceja, estaba de brazos cruzados, aparentemente la palabra reglas no le cayó muy bien, sin embargo permaneció en silencio a espera de mi palabra.

    —En primer lugar deberás guardar el secreto aunque te cueste la vida, de lo contrario tendré que eliminarte, ¿bien?

    Creí que palidecería, pero no, su rostro permaneció tan gélido como siempre, inmutable.

    —Segundo, tendrás que ayudarme en lo que te diga sin cuestionarme ni reprocharme.

    —Estás siendo demasiado exigente cuando no estás ofreciendo nada que me beneficie.

    Callé, tenía razón pero no quería admitirlo.

    —Lo que puedo prometerte es no decir tu secreto, y si puedo y es de mi interés te ayudaré.

    —Ahora eres tú el exigente, para empezar nunca tuve intenciones de contarle esto a nadie y a decir verdad no tengo la obligación de decírtelo.

    —Pero ya lo has hecho.

    —¿Eh…?

    —Me dijiste que tu casa es el océano.

    —E-eso no es todo —espeté temerosa.

    —Si no quieres que también piense que estás loca será mejor que empieces a hablar.

    Tenía más quejas, pude haber contra argumentado, pero por alguna razón decidí morderme la lengua, en realidad necesitaba de su ayuda, algo me decía que él era una persona talentosa y de intelecto superior, podría hacer uso de sus habilidades para lograr mi cometido.

    —Los humanos no son la única especie en la Tierra con inteligencia superior.

    Nuevamente sin cambios, su rostro parecía decirme que ya había deducido eso.

    —Nosotros... tenemos pocas diferencias con ustedes, en realidad sólo dos, que vivimos bajo el agua y que no tenemos piernas.

    Sentí una gran punzada en mi abdomen al decir eso, casi quería sacarme las entrañas. Haberlo pensado fue una cosa, pero ya hacerlo resultó otra completamente diferente, era como si hubiera traicionado a mi gente, a mí misma, tal vez había cometido un gravísimo error.

    Quizás no.

    —Entonces eres una sirena.

    —Era —recalqué con tristeza—, yo fui expulsada.

    Además de la culpabilidad la tristeza también se empeñaba en atacarme, no podía pensar en mis orígenes sin tener que luchar contra mi llanto; tan sólo era una niña de dieciséis años atrapada en un mundo completamente desconocido.

    —El mundo de los humanos y el de las sirenas no pueden coexistir, por eso hay reglas, mandamientos. Si la cola de una sirena es expuesta al contacto humano, cae sobre ésta una maldición.

    —¿Perder la cola?

    —Es más que eso, es perder tu vida completa, aunque te vuelves humana sigues teniendo esencia de sirena, la piel te arde al oler el mar, te llama desesperadamente pero no puedes tocarlo a menos que haya luna llena.

    —¿Qué pasa si tocas el agua en cualquier otro momento?

    Una gran ola chocó ferozmente contra el risco, tan grande fue que unas cuantas gotas alcanzaron a rosar mi piel. Un ligero encorvamiento de hombros y mueca de dolor.

    —Esto —dije enseñando mis brazos, justo donde salpicaron algunas gotas.

    Neji miró mi enrojecida piel, tal vez su rostro no expresaba mucho, pero sus ojos reflejaban lo que pensaba.

    —Quemaduras —dijo.

    —Exacto... No importa la locura que me invade por sentir tan sólo por un segundo el agua en mi piel, no puedo tocarle o moriré incinerada.

    —Parece que la pasas mal.

    —No, no tienes ni la más mínima idea de lo que siento en este momento. Trato de controlarme, pero es desquiciante, incluso a veces deliro, es como estar muriéndote de sed...

    Cerré mis ojos, por un instante mi mente hizo un viaje en el tiempo, ocho años atrás, cuando mi alma era libre.

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    —Tenten, no debes de ir más allá del arrecife, nos alertaron la presencia de barcos pesqueros, está infestado de redes.

    —¡Seré cuidadosa mamá! Luli va a estar allí esperándome.

    —Luli es un delfín y no corre el mismo peligro que tú, será en otra ocasión.

    Tal vez era la edad, la inocencia de una niña y la arrogancia de creer poder con todo me llevó a cometer algo peor que el suicidio.

    —¡Luli, Luli! ¿¡Dónde estás?! Lu... ¡AH!

    No la vi venir, era tan fina y trasparente que pasó completamente desapercibida, sólo encajó su filo en mí, quedé completamente atrapada, casi inmóvil. Desesperadamente grité y manotee, incluso mordí la red, pero era impenetrable.

    —¡Luli sálvame!

    La vi venir, asustada nadó hasta mí y comenzó a golpear la red, pero era demasiado tarde... empecé a subir, yo grité y lloré hasta desgarrarme, pero la red no se detuvo, me llevó a la luz, sentí un gran golpe asfixiante cuando todo mi cuerpo estuvo fuera del agua.

    Moriría.

    —¿Qué tenemos aquí? —exclamó admirado un hombre.

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    —Entonces fuiste capturada —dijo Neji.

    Negué con la cabeza, mi mente no dejaba de viajar, aquellas sensaciones escalofriantes regresaban a mi cuerpo y me hacían vivir una y otra vez aquella tragedia.

    —No, aquél hombre fue muy amable, él estaba solo en su pequeño barco, me quitó las redes y al ver que estaba muriendo me regresó al agua, no recuerdo mucho, pero creo que dijo que me protegería, que no me delataría.

    —Pero él tocó tu cola, por eso la perdiste.

    Asentí. Sentía melancolía, pero extrañamente las ganas de llorar desaparecieron, más bien tenía muchos sentimientos encontrados.

    —Hay una forma en la que puedo volver.

    Le miré, directa y sin titubeos, él hizo lo mismo, no mostró inseguridad ni cobardía, por primera vez sentí que había tomado la decisión correcta al confiar en él.

    —Y tú quieres que yo te ayude en eso —dijo completamente convencido de sus palabras.

    —Veo que eres listo, pero no te preocupes, no te pediré que lo hagas gratis.

    —¿Y qué piensas ofrecerme? No necesito dinero.

    —Para nada —contesté—, te voy a dar algo que ningún humano podría concederte. Las sirenas tenemos el poder de conceder el más profundo deseo del corazón de un humano que nos haya ayudado de alguna forma, sólo que una vez cumplido el deseo dicho humano olvidará todo lo concerniente al mundo de las sirenas.

    Se quedó callado un momento, no pareció gustarle la idea tanto como yo lo imaginaba.

    —Son muy cuidadosos.

    —Tenemos qué serlo, no podemos arriesgarnos a ser cazados por ustedes, no podemos combatir las armas de fuego.

    Respiró hondamente y se colocó la mano en la frente, como si estuviera debatiendo internamente qué hacer.

    —Bien, acepto tus condiciones.

    Tuve el impulso de gritar de felicidad e incluso darle un abrazo, pero debía mantener cierta distancia y apariencias ahora que conocía mi debilidad, no podía darme el lujo de bajar la guardia.

    —Entonces tenemos un trato, me ayudas, yo te concedo tu deseo y después me olvidarás para siempre.

    —Hn.

    Sonreí.

    —¿Qué tienes qué hacer para regresar? —preguntó.

    —Encontrar al humano que me provocó esto, a aquel pescador. Cuando un humano te toca, sin saberlo se lleva consigo tu esencia de sirena, la cual se almacena en alguna posesión valiosa de la persona. Lo que tenemos qué hacer es que él nos la de por su propia voluntad y que además acepte olvidar todo, si lo conseguimos lo único restante será que me sumerja completamente en el océano con el objeto contenedor en mis manos, de esa forma regresará a mi cuerpo y recuperaré mi verdadera forma.

    —Parece sencillo —comentó seriamente, sin embargo su expresión era sarcástica.

    —He buscado por ocho años a ese marinero y no tengo nada. Encontrarlo será la parte más difícil.

    —¿Y qué pasa si ya está muerto?

    —Entonces sólo tendríamos qué recuperar el objeto, pero eso sería todavía más complicado.

    Nuestra charla no pudo durar mucho más tiempo, pues la fría noche ya estaba sobre nosotros, era momento de regresar, sin embargo en mi corazón había nacido una nueva semilla de esperanza, el nuevo día sin duda alguna traería sorpresas que poco a poco me llevarían hasta mi destino.
     
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    DegelDKG

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    El destino, el destino [emoji7] jijiji leyendo tu continuación, pues me ha gustado, obviamente Neji va a querer la recompensa pero no va a querer olvidar el mundo de las sirenas! Es muy cruel el castigo para ellas :( espero que sea Luna llena para que pueda disfrutar de su hogar aún que sea un poco :) me ha gustado, sin más me despido esperando la conti [emoji6][emoji106]
     
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    Jaizmar

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    Hola, sin duda es una gran historia; la trama me parece realmente interesante y muy original. He leído historias ambientadas en este tipo de tramas; pero en Naruto son muy pocas las personas que se atreven a hacerlo, así que debo admitir que tú has sabido manejar perfectamente ésta.

    Cada detalle de la historia está bien cuidado para no dejar cabos sueltos y eso me gusta, ya que tienes mucha creatividad en cuanto al origen mitológico de Tenten.

    La explicación sobre cómo recuperar su esencia fue algo que me encantó, al igual que el castigo por haberla perdido. Con eso causaste un efecto mucho más atrayente a la historia, porque se nota que fue algo que pensaste detenidamente para que concordara. Sinceramente, al pensar en Tenten y un elemento, siempre la relacione con el agua, me parece que va muy acorde con ella.

    La manera en la que manejas a Neji me parece perfecta, su personalidad fría, calculadora e inmutable están muy presentes en él; aunque por pequeños momentos como en el primer capítulo perdías su esencia, al igual que con Tenten. Se me ha hecho que has cambiado varios aspectos en su forma de ser, aunque algo un tanto leve, pero aún así notorio; ya que ella es un poco más audaz, fuerte y carismática, y un poco menos sentimental en el sentido de llorar tan seguido.

    Realmente me ha gustado mucho la lectura, ha sido muy grato y me encantaría saber cómo continuará todo esto entre ellos y si poco a poco en la búsqueda por su esencia de sirena, Tenten recupere parte de su alegría y fortaleza junto a Neji.

    Saludos *-*
     

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