Explícito La Guerra de los Indeseables

Tema en 'Novelas' iniciado por Fiano, 8 Noviembre 2023.

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    Fiano

    Fiano Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    23 Diciembre 2022
    Mensajes:
    3
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Guerra de los Indeseables
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1455
    La siguiente historia es recomendada para mayores de 18 años
    Prologo
    Reglamento de comportamiento básico para los soldados, suboficiales y oficiales Koristas del Destacamento 733 de la Guardia Imperial:
    1-No se permite desobedecer las ordenes de oficiales Elfos con el rango de Coronel o mayor a este, aun si estos oficiales sean de otra rama de las Fuerzas Armadas del Sacro Imperio
    2-Los oficiales, suboficiales y sobre todo soldados del 733 no pueden dar ordenes a otros oficiales, suboficiales y/o soldados Elfos(la única excepción a esta regla es que estos mismos efectivos sean integrantes de algún batallón penal)
    3-Las armas, comida, municiones, uniformes y otros objetos que se les proporcione a los integrantes del 733 son propiedad del Sacro Imperio. Por lo cual esta prohibido romper, robar y/o vender estos mismos en el mercado negro. El castigo en estos casos seria la expulsión del o de los integrantes infractores y una multa a pagar con el precio de o de los objetos en cuestión
    4-El contrabando esta prohibido bajo pena de una multa a pagar de 500 monedas de plata
    5-Se le recuerda a todos los integrantes del 733 que las vidas Élficas por naturaleza son mas valiosas e importantes que las Koristas
    6-Los encargados de mantener la disciplina, la moral y la ética del 733 son los Supervisores Imperiales(Elfos) y los Comisarios de Destacamento(Koristas)
    7-Los encargados de investigar y castigar las infracciones del reglamento militar regular y el de comportamiento del 733 son los Supervisores. Los Comisarios pueden brindar apoyo si el Supervisor así lo desea
    8-Los siguientes crímenes militares cometidos por integrantes del 733 serán penados con ejecución inmediata, cual encargado de llevar a cabo será el Supervisor Imperial mas cercano:
    -Saqueo continuo de la propiedad militar del Sacro Imperio
    -Asesinato de oficiales del bando enemigo(Valquirias)que con anterioridad se hayan rendido
    -Asesinato, robo y/o abuso sexual de militares y/o civiles Elfos
    -Asesinato, robo y/o abuso sexual de militares y/o civiles del bando enemigo(Valquirias)
    -Deserción, intento de deserción, derrotismo visible, autolesiones para evitar el combate, intento de suicidio y propagación de ideas pacifistas
    -Desobediencia continua, destrucción deliberada de propiedad militar, sabotaje, espionaje, amotinamiento, rebeldía, insurrección armada y su intento
    9-En cambio los oficiales Koristas que sean encontrados culpables de cualquiera de los crímenes con anterioridad mencionados será apresado, interrogado y finalmente ahorcado de forma publica frente a sus soldados, suboficiales y otros oficiales del 733
    10-Todo correo que llegue a algún integrante del 733 o sea enviado por este será revisado por los Supervisores Imperiales para evitar la divulgación de secretos militares, desinformación o noticias falsas del frente
    Estas reglas básicas deben ser seguidas por cada soldado, suboficial y oficial Korista del Destacamento 733 de la Guardia Imperial. Las mismas no pueden ser ignoradas bajo ninguna circunstancia, los Supervisores Imperiales trabajaran para evitar que pueda llegar a suceder.
    ¡Larga vida al Sacro Imperio!
    ¡Y larga vida al Sacro Emperador de todos los Elfos Qilan V!
    Firmado: Comandante en jefe del Frente Invasor Xalius Zu Vefker


    En diciembre de 1940 la frágil paz que existía entre el Sacro Imperio Élfico y la Unión Imperial Valquiriana fue destruida con un ataque aéreo masivo sorpresa del primero sobre las bases navales del segundo. Las intenciones del Sacro Imperio eran obvias, la conquista de todo el continente Valkur y sus enormes recursos naturales. Después de este mortal ataque, la guerra se llevaría a cabo en los inmensos mares del norte donde miles de buques y aviones se enfrentarían en grandes batallas navales sin obvios ganadores.
    A principios de 1942, cuando la opinión publica Imperial estaba harta de la guerra marítima sin avances, el Mando Militar Supremo del Sacro Imperio planificaría una de las mayores operaciones militares de la historia de este mundo. La operación de nombre clave "Días de Verano" se dividiría en dos fases que involucraban y debían unir en armonía a varias ramas de las Fuerzas Armadas, algo que a simple vista era complicado. El bombardeo masivo de forma aérea y marítima de toda la región sur de Nolden, el despliegue de la mayor fuerza aerotransportada de la historia junto al desembarco de millones de efectivos en diferentes playas y puertos de la misma región, todo esto además antes del primer rayo de sol para desbordar y sorprender a las fuerzas defensoras.
    "Días de Verano" tuvo sus primeras criticas en el mismo día en que fue conocido por la mayoría de generales de las Legiones participantes en la fase de desembarco debido a las pocas garantías de éxito y la gran tasa de posibles bajas. Hubo protestas por parte de la Armada por lo arriesgado de la operación y las consecuencias para esta rama si el enemigo lograba atacar con éxito a la flota invasora. Las principales criticas de la Aviación y de las Legiones aerotransportadas eran por la gran cantidad de elementos que se dejaron a la surte o el azar en la "Fase Aérea" como la cantidad de baterías anti-aéreas del enemigo, la cantidad y calidad de las tropas guarnecidas en las aldeas, carreteras y puentes de la región, además de la ubicación de unidades que pudieran ser un peligro no solo para los paracaidistas, si no para las tropas en las playas, la capacidad aérea de la misma Fuerza Aérea enemiga y el posible tiempo de reacción del mismo. Para calmar los nervios de los diferentes sectores de las Fuerzas Armadas el Mando Supremo decidió aumentar el numero de efectivos que serian utilizados para la operación y ordeno comenzar en febrero del 42 una campaña de bombardeo en la región de Nolden para "ablandar" el camino para la futura operación. Al final la operación tendría unos 2 millones de efectivos para la fase de desembarco, mas de 1,482 acorazados, buques, destructores, dragaminas y submarinos de toda clase para asegurar la protección de la "Fase Naval" y dar un apoyo en contra de posiciones enemigas en las playas y puertos. Para la "Fase Aérea" miles de aparatos aéreos como cazas, cazabombarderos, bombarderos de topo tipo y tamaño, además de 15 dirigibles de guerra se encargarían de allanar el camino para las tropas. Finalmente la fuerza aerotransportada que tendría el poco envidiable honor de ser los primeros en combatir contra las defensas enemigas tendría un total de 78 mil paracaidistas y varios batallones de asistencia para el apoyo en tierra.
    Entre las unidades que serian lanzadas desde el aire se encontraba en la vanguardia el recién formado Destacamento 733 de la Guardia Imperial. Una unida conformada en su totalidad por voluntarios del pueblo Korista, quienes serian los primeros en su raza en entrar en combate bajo la bandera del Sacro Imperio. La 733 era en sus orígenes una unidad de guarnición con mínimo de entrenamiento formada a principios de 1941 para defender el distrito militar N.4 de cualquier intento de las Valquirias de conquista, varios meses después seria reformada con voluntarios Koristas y fue puesta a entrenar durante 8 meses en un extraño experimento del Mando Supremo para comprobar la utilidad de los Koristas en caso de combate. Durante la etapa de planeación de "Días de Verano" el 733 fue incluido como parte de la vanguardia de la "Fase Aérea" junto a otras unidades paracaidistas en una gran sorpresa para los miembros de este destacamento, quienes volvieron a tener mas entrenamiento para el salto en paracaídas y la forma correcta de pelear en desigualdad de condiciones. A pesar de lo abrupto de la decisión el Mando Supremo encontró dos buenas razones para este pequeño cambio en la operación. La primera era por la propaganda que se daría en los guetos Koristas con la noticia de la primera unidad Korista del Sacro Imperio. La segunda razón seria menos evidente para la población civil Korista, pues se planearía usar al 733 como carne de cañón para la vanguardia de los paracaidistas de la operación, algo que era bien sabido en todas las unidades, incluyendo al 733.
    La fecha definitiva para "Días de Verano" fue el 1 de julio de 1942. Antes de ese día millones de efectivos que participarían en la operación se fueron preparando lo mejor posible, ellos serian la vanguardia de la esperada invasión a la tierra madre de las Valquirias, la conquista de Nolden seria el primer paso para la conquista total del continente Valkur. Mientras tanto el 733 en su conjunto sentía el peso del miedo, el terror, los nervios y el estrés en sus cuerpos, la mayoría esperaba un cambio en los planes, una tormenta o un incidente que retrasara aunque fuera por un día la operación. Las esperanzas colectivas e individuales de los integrantes del 733 se desvanecieron cuando llego el temido "Dia de la Verdad" y de forma inevitable tuvieran que subir a los aviones de transporte para ser llevados a sus destinos en esta guerra.
     
    Última edición: 24 Noviembre 2023
    • Reflexivo Reflexivo x 1
  2. Threadmarks: 1 Capítulo-Desde un cielo nublado
     
    Fiano

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    23 Diciembre 2022
    Mensajes:
    3
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    Escritor
    Título:
    La Guerra de los Indeseables
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1971
    Los objetivos del Destacamento 733 en las primeras horas del 1 de julio son las siguientes:
    1-Limpiar la zona de lanzamiento(A-14) de cualquier enemigo
    2-Destrucción de cualquier clase de unidad antiaérea del enemigo
    3-Creación de un perímetro de seguridad para el descanso y reagrupamiento de tropas, al mismo tiempo como zona de aterrizaje para futuras unidades de paracaidistas y planeadores
    4-Asegurar la carretera de Nor-Kreissof
    5-Tomar o destruir el puente del bosque occidental de Nussiark
    Cumplan estas tareas y asegurense de matar a cualquier despreciable Valquiria que aparezca, recuerden ¡Muerte al enemigo!
    Firmado: Supervisor Imperial Darkius Zu Xamius


    —Esto es una estupidez—pudo escuchar la teniente de 2 clase Tiffany O´Leary al soldado Felix Wellington mientras este se quejaba nuevamente de la operación. Ya era la tercera vez que lo hacía y no sabía si debía callarlo o dejar que siguiera quejándose. Wellington no era de quejarse mucho ante otras personas, pensaba la teniente mientras volteaba para verlo. El hombre de 44 años, tez blanca, pelo oscuro y corte era normalmente alguien sereno y obediente. A pesar de la diferencia de edad y experiencia en las minas de Krodzia el soldado respetaba a O´Leary como oficial y cumplia siempre con las órdenes de esta, pero ahora los nervios del momento lo hacían algo grosero. La teniente quería afirmar su autoridad al soldado y al resto de la unidad, pero en esos momentos ella se sentía con poca determinación para hacer valer su rango. Desde hacía horas que había perdido cualquier tipo de valor o razón para cumplir con su trabajo, en buena parte gracias al discurso "motivador" del Supervisor en jefe Darkius Zu Xamius cuando los empezaban a subir a los aviones. Zu Xamius era el supervisor designado por el mando supremo para administrar al Destacamento y desde el primer momento en el que se presentó al resto de oficiales se hizo notar que no era el cargo que más ansiaba dentro de las Fuerzas Armadas. Al ser un noble con varios contactos dentro del Alto Consejo Élfico, este se sentía con el derecho a delegar su trabajo a otros supervisores de menor rango o a los comisarios de la unidad, se escaqueaba cada vez que podía y a pesar de sus múltiples intentos no lograba ser intimidante ante los Koristas, algo que muchos de sus compañeros veía como una ridiculez. La única vez que intento actuar como el Supervisor en jefe que era fue durante la última hora que tenían los integrantes del 733 para prepararse. Su discurso intentó aumentar la moral de la unidad, aun cuando cualquiera que lo escuchara se diera cuenta de su prisa por terminar. Comenzado por el poder de fuego de las Valquirias, el salvajismo natural de su especie y lo crueles que eran con los que se rendían ante ellas. Al poco tiempo empezó a divagar sobre la naturaleza suicida de la operación(sobre todo para el 733) y las pocas o nulas posibilidades de supervivencia para cada uno de los Koristas. Las últimas palabras de Zu Xamius siguieron resonando en la cabeza de los integrantes del Destacamento, incluyendo a la teniente O´Leary "Cuando termine la noche y salga el primer rayo de sol, la mayoría de ustedes habrán alcanzado la gloria eterna"
    Mientras la teniente seguía perdida en sus propios pensamientos, el resto de los 19 paracaidistas se preparaban para el momento del salto. El sargento De Palma iba de último para asegurar que todos saltaran del aparato sin retraso alguno. Bareta y Geller encargados de las ametralladoras ligeras del pelotón tenían la mala suerte de cargar con estas frágiles máquinas, por lo tanto tenían que tener mucho cuidado al saltar y aterrizar, aunque las municiones estaban en posesión de la ingeniera Acevedo para evitar un problema mayor con el peso de cada uno. Los hermanos Carbinetti seguían revisando sus paracaídas para evitar un horrible accidente en aire. El comisario de pelotón Sternikov sentado justamente en el medio de la formación estaba atento a la luz cerca de la salida del aparato que debía encenderse en el momento de la preparación y el salto. El cabo Hoover y la soldado Wayland eran los más aterrados ante la perspectiva de saltar, pues eran los que peor puntuación tenían en el entrenamiento de paracaidismo, Hoover por su edad(58 años) y Wayland por su miedo a las alturas. El único con aparente calma era el soldado especialista Zych, quien parecía estar aburrido ante la vista del cielo nocturno.
    Una ligera sacudida hizo salir por un momento de sus pensamientos a la teniente, nuevamente el soldado Wellington se quejó de la misión.
    —¡Carajo!, los pilotos no pueden nivelar mejor esta cosa—dijo Wellington mientras volvía a asegurar la correa de su casco.
    —Lenguaje soldado Wellington, que estas al lado de una oficial—dijo el comisario de pelotón Benedikt Sternikov—Recuerde que debe hablar adecuadamente cuando este junto a los oficiales de este Destacamento, ¿entendido?
    —...Si Señor
    Wellington después de esa reprimenda no volvería a quejarse aun después de otra sacudida, aunque se notaba que seguía igual de nervioso que antes. La teniente se sorprendió de la calma en la voz del joven comisario, aunque sabía que también estaba aterrado el seguía con deber con suma responsabilidad. Ante otra sacudida O´Leary decidió mirar en una de las ventanas del aparato, sólo para encontrarse con la vista perfecta de un banco de nubes inmenso. Al ver las espesa nubes O´Leary se preguntaba como seria la reaccion de las Valquirias ante la vista de miles de paracaidistas cayendo en sus posiciones como si fueran lluvia. En el momento en que ella pensaba en las posibles reacciones Valquirianas, el comisario Sternikov dio aviso de que la bombilla en la salida del avión se había encendido con el color rojo. Los 20 paracaidistas se levantaron casi al unisonó y engancharon sus arneses al equipo de lanzamiento del avión. El Sargento De Palma revisó su arnés, paracaídas y equipamiento, al terminar grito lo siguiente.
    —De Palma listo—
    El siguiente era Bareta quien confirmó el estado de su paracaídas y arnes.
    —Bareta listo—
    Los siguientes en la formación hacían lo mismo mientras el aparato seguía en aquel banco de nubes. O´Leary se preocupaba, pues parecía que saltarian en medio de aquellas nubes sin poder ver bien dónde terminarían aterrizando. En medio de sus crecientes preocupaciones el 3 en la formación, Zych confirmó el estado de su equipo sin mucho ánimo.
    —Zych listo—
    El próximo era el soldado Wellington quien volvió a maldecir, aunque en esta ocasión al paracaídas.
    —Wellington listo—
    Era el turno de O´Leary de verificar que todo su equipamiento estuviese en orden antes de saltar. Sin perder el tiempo reviso que el arnés estuviese bien puesto y que el paracaídas no tuviera ningún problema. Cuando revisaba su arma, una nueva sacudida casi le hizo perder el equilibrio y le desacomodo sus lentes. Después de ajustarse los lentes y revisar brevemente su carabina ella grito.
    —O´Leary lista—
    Ahora lo único que faltaba era que la luz de salto verde se encendiera, cosa que todos esperaban con ansias, sobre todo Wellington que estaba evidentemente harto de esperar en el avión. De repente los paracaidistas sintieron una gran sacudida, seguido por otras pequeñas. Segundos después sintieron como el avión era golpeado, como si este fuera blanco de un ataque. Los nervios de los paracaidistas se hicieron más visibles en sus rostros y poco a poco dio paso a un miedo que invadía todo el cuerpo, nadie ni siquiera O´Leary o los pilotos sabia que sucedia. Solo cuando el aparato pudo salir de aquel banco de nubes los paracaidistas y pilotos pudieron finalmente de dónde provenía este ataque. El aparato junto a otros cientos estaba en el alcance de las armas antiaéreas Valquirianas. Los pilotos de forma instintiva aceleraron la velocidad del avion e intentaron llevar a cabo maniobras evasivas. Los paracaidistas eran zarandeados y algunos se resbalaban mientras esperaban atentos a que la luz verde se encendiera. El miedo y el panico devastaba por dentro a la tropa en su conjunto al ver como otros aparatos eran alcanzados y derribados por la artilleria antiaerea. Cada segundo de espera era mortal para la tropa y en ese estado poco tardo para que algunos de los soldados empezaran a gritar insultos y maldiciones. Otros como la teniente O´Leary y el comisario Sternikov notaron que el aparato no reducia su velocidad a pesar de que los pilotos tuvieran ordenes claras de bajar la velocidad para los saltos. O´Leary escuchaba los gritos de terror y desesperacion de sus soldados mientras seguia viendo atentamente la luz verde que debia de encederse.
    —¡Que los pilotos encienda esa maltida luz!
    —No quiero morir en jodido pedazo de metal
    —¡Teniente saltemos ya!
    —¡Venga carajo que nos derribaran si seguimos asi!
    —¡Nos vamos a quemar!
    —¡Verde!—Grito a todo pulmon el comisario Sternikov. Apenas todos vieron la luz verde encendida se dirigieron con torpeza a la salida del aparato. La primera que debia saltar era la teniente O´Leary, ella rapidamente se movio a la salida. Alli ella pudo contemplar como el cielo nocturno era iluminado por el rastro de las balas trazadoras, explosiones de los cañones antiaereos y destellos color plata que confundian a la teniente. Por un momento su cuerpo fue invadido por dudas de toda clase, ¿voy a morir en el aire?, ¿que haran mis soldados si no lo logro?, pero la teniente no podia seguir por mas tiempo en la salida, los demas tenian que salir de aquella trampa mortal.
    Al saltar hacia el vacio, la mente de la teniente solo podia imaginar que terminaria siendo el blanco de alguna de esas explosiones o balas trazadoras. Aunque ella ya hubiese hecho esto durante los entrenamientos, pero todo era diferente ahora que tenia a un enemigo disparado plomo para matarla y en el momento de abrirse el paracaidas ella sintio un tiron mas fuerte de lo comun, tal vez por la velocidad que tenia el aparato al saltar de el. Poco a poco su descenso fue mas controlado y tranquilo. All bajar mas pudo ver donde aterrizaria, un camino de tierra cuales alrededores estaban cubiertos de setos y vegetacion profunda. En el momento de tocar tierra, ella con rapidez se libro de sus arneses, el paracaidas y preparo su carabina para el combate. En medio de la oscuridad, los sonidos de la naturaleza, las descargas de las armas en la distancia y sin tener conocimientos reales de donde estaba la teniente decidio esconderse de forma temporal en la vegetacion a la derecha de aquel camino a la espera de algun camarada. Al intentar ver a sus alrededores buscando alguna clase de pista que le diera alguna idea de donde estaba, ella pudo ver un cartel que decia lo siguiente.
    Auf 1000 metern Renverllerg-Hu-Norch
    Los pocos conocimientos de Valquiriano aunque eran un problema para la teniente pudo entender que a unos mil metros estaria el pueblo de Renverllerg, que segun los mapas del Destacamento estaba en medio de la Zona de Lanzamiento A-14. El objetivo era simple por el momento, intentar llegar hasta el grueso de las tropas del 733, "limpiar" la zona de enemigos y esperar la llegada de los planeadores con el armamento y municion necesarias para el resto del dia. La teniente decidio revisar su relog, eran las 12:05 de la mañana, "Solo sera un kilometro hasta Renverllerg, llegar a tierra fue lo facil ahora todo se volvera mas dificil" penso mientras veia en el cielo como otro aparato caia a tierra envuelta en llamas. O´Leary sabia que la operacion dependia de las primeras horas para triunfar, si fracasaban, nadie vendria a rescatarlos.


    Durante las primeras horas de "Dias de Verano" esta sera la orden mas sencilla que puedo dar:
    Resistid o Morid
    Buena suerte soldados.
    Firmado: Comandante en jefe Xalius Zu Vefker
     
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