Ciencia ficción La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Agus estresado, 20 Abril 2018.

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  1. Threadmarks: Los caídos
     
    Agus estresado

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    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    6033
    Hola. Este es el primer capítulo de la segunda parte de la historia conocida como La Gran Catástrofe. Es la continuación directa de la primera parte, lo cual quiere decir que si no la has leído, te recomiendo hacerlo para que puedas entender mejor la trama y conocer a los personajes que aparecerán aquí.

    La primera parte cuenta con 27 capítulos. Claro está que recomiendo que la leas, pero no voy a obligarte a hacerlo si es que no quieres.

    A los que hayan leído la primera parte y no recuerden algún acontecimiento, les dejaré la cronología para que revisen todo lo ocurrido. Esta se irá actualizando a medida que avance la historia, por lo que es recomendable leer todos los capítulos antes de echarle un vistazo.

    Quiero agradecer también a los usuarios que han comentado la primera parte. Resistance , Zurel , Poikachum . Espero que esta segunda parte les guste como la primera. Crofts , espero que algún día regreses al foro y sigas leyendo mi historia, además de que quedé con ganas de seguir leyendo la tuya porque demostraste varias mejoras últimamente. Gamenor , cuando termines de leer la primera parte, esta es la continuación. Te etiqueto para agradecer los comentarios que dejaste.

    Aviso que esta parte será más corta que la primera, y los capítulos serán semanales. Sin más que decir, los dejaré con la lectura.


    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución

    Los caídos:

    En plena mañana, un gran grupo de personas que portaban equipos de grabación estaban reunidas frente a los escombros de un edificio. Cerca del edificio, pero a una distancia prudente, un hombre vestido de traje se encontraba detrás de una especie de estrado improvisado. Había varias personas con cámaras, micrófonos, y equipos de computación, los cuales estaban centrados en el hombre del estrado. Todos estaban en silencio, como si estuvieran esperando algo. Tras el paso de unos minutos, una mujer que no era enfocada por las cámaras le hizo una señal al hombre con las manos, a lo cual el asintió con la cabeza y comenzó a hablar.

    — Me han informado que todos los líderes de cada país del mundo están viendo esta transmisión — dijo aquel hombre muy seriamente — No quería decir nada hasta asegurarme que todos me escucharían. Todos ustedes saben quién soy, por lo que presentarme es algo irrelevante. Pasaré a un asunto de gran importancia, un asunto de seriedad que pondrá a todos ustedes en shock… — tomó una pausa antes de continuar hablando — Se trata de dos países de nuestro planeta: Zenith y Black Meteor. Han enviado agentes a mi país a saquear recursos de forma discreta y quedárselos sin ninguna especie de consentimiento de mi parte. El día de ayer, se oyeron explosiones en este mismo lugar, y fue eso mismo lo que nos permitió descubrirlos finalmente. Envié a agentes de mi ejército a investigar, creyendo que podría tratarse de algún atentado. Este lugar era una base militar que fue abandonada luego de la Catástrofe. Uno de los equipos, desconozco cual, la estuvo usando como base de operaciones. Encontramos dos cuerpos en el interior del lugar, y luego, más de mis soldados encontraron otros dos cuerpos en otros puntos de la ciudad. Dos de los cuerpos pertenecen a miembros del Zenith, mientras que los dos restantes pertenecen a Black Meteor… Uno podría pensar que estoy sacando conclusiones apresuradas, pero yo tengo la prueba de que no lo estoy. Tras la catástrofe, aprendimos que no era conveniente dejar todos nuestros recursos en un solo lugar, por si acaso estos pudieran ser destruidos. Fue por eso que los dejamos en lugares distintos, listos para ser usados en cuanto dispusiéramos de ellos. Bueno, varios de esos recursos ya no están. Zenith y Black Meteor enviaron aquí a sus soldados y nos han robado cosas que nos pertenecían a nosotros. Y lo peor de todo no es eso, además, violaron una regla que habíamos preestablecido todos los líderes del mundo luego de la catástrofe. Cada soldado debería estar registrado en una base de datos mundial para que pudieran ser identificados de inmediato en caso de cometer algún delito dentro del territorio de otro país, y tres de los cuatro cuerpos que hemos encontrado no se registran en la base de datos. Cualquiera pensaría que se trataría de una disputa entre estudiantes de ambos países, y de que me estoy volviendo paranoico al sacar conclusiones como esta al haber pasado muy poco tiempo, pero uno de los cuerpos sí fue reconocido en la base de datos. Se trata del comandante Morris Grant de Black Meteor. Si había un comandante aquí, quiere decir que esto se trató de una misión que los propios líderes de cada país ordenaron realizar. Lo que ambos han hecho es imperdonable: violar el acuerdo que habíamos establecido, enviar soldados no registrados a mi país sin mi conocimiento ni consentimiento, y saquear varios recursos de gran importancia para nosotros… Me temo que no puedo quitarles lo que me han robado, pero puedo evitar que ellos les roben a todos ustedes. Quiero pedir a cada país que establezca más control militar sobre sus fronteras para impedir que saqueadores como Zenith y Black Meteor entren y les roben lo que tienen. Ese tipo de actos eran cometidos por los líderes de antes de la catástrofe. Es algo que es preferible no revivir, y es por eso que necesito que todos ustedes colaboren. Cierren sus fronteras a estos dos países, porque seguro irán por sus recursos. No los dejen entrar con facilidad, y si es necesario, únanse para detenerlos. Esos actos solo nos traen recuerdos de la situación del mundo antes de que los meteoritos llegaran a nosotros. Hemos luchado mucho por dejar eso atrás, no permitamos que Zenith y Black Meteor nos traigan de vuelta todas esas cosas — ese discurso fue realmente largo, por lo que el presidente hizo una pausa de un minuto, la cual aprovechó para tomar un vaso de agua — Y quiero pedir una cosa más. Las mentes maestras detrás de todo este asunto son nada más y nada menos que los líderes de cada país. Un acto lamentable. Por eso declaro hoy, aquí mismo, y frente a todos ustedes, a Magnus Hotfire, líder de Zenith; y a Abel Hartka, líder de Black Meteor como enemigos de la humanidad. Devolveré los cuerpos de sus soldados muertos, porque no quiero tener nada de ellos en mi país. Y estoy seguro de que todos ustedes tampoco.

    El presidente terminó su discurso con mucha seriedad en esa última frase. Inmediatamente después, todos los que estaban presentes en ese lugar, escuchando las palabras de su líder, empezaron a aplaudir al instante. Incluso cualquier opositor estaría de acuerdo con un discurso como ese. La transmisión se había llevado a cabo con éxito. Todos los líderes de los demás países habían visto y escuchado su testimonio. Estaba claro que no lo iban a olvidar.

    […]

    Magnus se encontraba en su base del Zenith. La transmisión había terminado, por lo que se desconectó al instante. Una vez hecho eso, accedió a internet, a una página que llevaba los registros de cada país, como una base de datos, pero con menos información. Estuvo escribiendo cosas en el teclado, al mismo tiempo que interactuaba con la pantalla táctil de su computadora. Buscaba un sitio en específico.

    — Maldición, esto tiene que ser una broma — dijo muy frustrado, pero sin levantar la voz al ver algo en su pantalla.

    Magnus observó como su nombre, junto con el de Abel, encabezaban la lista de los enemigos de la humanidad. En esa lista se colocaban a los peores criminales que hubieran aparecido luego de la catástrofe. El mundo había perdido a varias personas ese día, y era conveniente conocer a las personas malintencionadas que quedaran con vida luego de la caída de meteoritos. Ahora Magnus era el primero en esa lista. Le pareció una conducta muy exagerada. Él solo quería los recursos para completar el armado de las naves y poder llevar a sus soldados al espacio a investigar la catástrofe. Era todo en beneficio de la humanidad, pero ahora nadie más escucharía lo que tenía para decir, e incluso si lo hicieran, lo tomarían como una excusa para actuar a su manera.

    El líder de Zenith fue sacado de su tren de pensamientos cuando alguien tocó su puerta. Él indicó a quien llamaba que podía entrar sin problemas. Una mujer entró algo apresurada con una cara de notoria preocupación, mientras llevaba dos sobres en su mano. Magnus estaba intrigado, y miró a la mujer haciéndole saber que debía hablar.

    — Magnus, tengo algo muy importante que decirle — dijo esa mujer algo acelerada — No debería abandonar este lugar ni tampoco presentarse al funeral — la mujer puso los dos sobres en la mesa — Son cartas por escrito enviadas por los padres de Harold Rint y Julie Umcali. Lo culpan a usted por las muertes de ambos soldados, e incluso lo han amenazado. No debería ir al funeral, al menos no ahora, mi consejo es que les dé tiempo y luego…

    — Iré al funeral — Magnus fue directo y cortante — Es mi deber. No puedo escapar de él.

    — ¡Pero los padres de ambos soldados lo culpan a usted por sus muertes! — aquella mujer estaba preocupada por la seguridad de su líder.

    — Los padres de Rint y Umcali inscribieron a sus hijos en escuelas de formación académica y militar, sabían que sus hijos serían solicitados en misiones como la de antes — Magnus se mostraba muy serio — Ambos soldados fueron escogidos por sus rendimientos destacables en sus respectivas escuelas, e incluso se les dio la opción de elegir acudir o no a la misión. Y, además, intenté llegar a un acuerdo con Abel antes de la misma misión. Las muertes de ambos soldados no son responsabilidad mía, y si lo fueran, mi responsabilidad es menor. Ellos van a tener que ver eso.

    — Entiendo lo que usted quiere decir, pero ellos están realmente furiosos con usted. Y dudo que ellos lo vayan a entender.

    — Tendrán que hacerlo. Pero por si acaso, me aseguraré de llevar protección conmigo al funeral. Ellos eran mis soldados, y yo les asigné esa misión. Es mi deber estar allí para despedirlos y para apoyar a sus compañeros.

    La mujer no se quedó tranquila, pero decidió abandonar la oficina de Magnus de inmediato. Mientras tanto, el líder seguía centrando su vista en la página web que tenía abierta. El ver su nombre encabezando una lista negativa como esa no le agradaba para nada. Ahora, lo único que podría hacer para que lo sacaran de ahí era darle a la humanidad las respuestas que tanto ansiaban. Ya tenían los recursos necesarios gracias al buen rendimiento de sus soldados, ahora solo debía prepararlo todo.

    […]

    Abel escuchó cada palabra del presidente de aquel país con un gran detenimiento. Al igual que Magnus, se encontraba en su oficina en el momento en que la transmisión inició. Cuando lo declararon enemigo de la humanidad, golpeó su escritorio con su puño derecho en una clara señal de frustración. La misión había fracasado. El equipo que estuvo preparando para la misma no logró superar al equipo del Zenith al final, y Black Meteor se quedó sin los recursos necesarios para poder terminar todos los preparativos. No sabía de qué manera iba a obtenerlos. Los países habían reforzado sus fronteras, por lo que le sería difícil enviar a sus soldados a saquear otro país. Y siendo un enemigo de la humanidad, nadie negociaría con él. Y en caso de que lograra convencer a alguien de hacerlo, le pondrían un precio muy alto.

    La frustración que tenía era indescriptible. Otra derrota más de su país en contra del Zenith. Supo que aun debía tener una oportunidad para obtener los recursos, pero encontrarla le sería difícil. Lo único que hacía en ese momento era maldecir a Magnus, al Zenith, y al presidente del país que quisieron saquear. Uno de los golpes más duros fue la muerte de su comandante. Los soldados le informaron que vieron a Ace en el equipo del Zenith. Eso quería decir que él no pagaría su traición, cosa que lo enfurecía más. Parecía que todo le estaba saliendo mal, y que las cosas solo podrían ponerse peor.

    Una mujer entró de golpe en su oficina y le dejó un sobre en su escritorio. Abel la miró muy seriamente y sin decir nada, le dejó bien claro que quería una explicación.

    — Es una carta de los padres del soldado Geoff Tora — le dijo aquella mujer mirando al suelo, sabiendo que Abel estaría molesto — No la he leído porque está dirigida a usted. No me pareció correcto.

    — Quémala, y envía a varios hombres en un submarino hacia la superficie — le respondió Abel muy seriamente — Traigan a los padres de ese chico aquí. Que me digan las cosas en mi cara, y que no se escondan tras un trozo de papel.

    — Sí señor, ¿no va a ir al funeral? — preguntó aquella mujer a Abel — Le sería bueno para su imagen pública.

    — El Zenith ya nos ganó y volvió a dejarnos atrás — respondió Abel poniéndose de pie y empezando a caminar por su oficina — Tengo que pensar en algo para acortar la distancia que existe entre nosotros, no hay tiempo para que yo vaya a llorar por los caídos. Has correr la voz de que lamento mucho sus muertes, pero que no podré asistir. Y si alguien quiere verme, tráiganlo hasta aquí.

    — Como usted ordene — la mujer se fue del lugar sabiendo que Abel quería estar solo en un momento como ese.

    Efectivamente, eso era lo único que quería. Con su plan fallido, lo único que le quedaba era buscar alguna alternativa. A pesar de todo lo negativo que había pasado, Abel encontró consuelo en el tamaño del universo. Al ser muy grande, al Zenith le costaría tiempo encontrar respuestas a la catástrofe. Tenía tiempo para ponerse a pensar en algo, pero lo mejor sería no desperdiciar ni un solo segundo.

    […]

    En un cementerio del país del Zenith, había varias personas reunidas. Los cuerpos de Harold y Julie fueron entregados al Zenith en el mismo estado en el que habían sido dejados al momento de morir. Magnus hizo que se les diera un entierro, y que sus lápidas llevaran una inscripción que honrara su servicio al país y a la humanidad. Familiares de los soldados que habían acudido estaban en el lugar. Magnus y Richard, junto a varios soldados que se encargarían de protegerlos se encontraban allí, haciéndole compañía a los familiares en un momento de dolor. Todos sus otros compañeros fueron al funeral. Gwyn, Zoey y Ace llevaban vendajes en sus cuerpos. La emboscada de Black Meteor los dejó en mal estado. Estaban fuera de peligro, pero el dolor era muy fuerte.

    Todos los soldados consolaron a Michael y a Devlin, quienes no habían podido llorar la muerte de su prima como era debido a causa del ataque. Ahora que tuvieron su oportunidad, ambos hermanos rompieron en llanto sin consuelo alguno. Sus compañeros sabían que sería un golpe muy fuerte, y que necesitarían todo el apoyo emocional que pudieran recibir, aunque eso no solucionaría nada.

    Magnus se encargó de darle una despedida debida a Julie y a Harold, agradeciéndoles por la entrega de sus vidas por la misión. Luego de su discurso, los padres de Julie y de Harold se acercaron a él para lastimarlo. Magnus pidió a sus escoltas y a los padres que lo acompañaran afuera del cementerio, dado a que no quería iniciar ningún altercado dentro del mismo, por respeto a sus soldados. Dentro de poco, todos se fueron, excepto los compañeros de Harold y de Julie. Richard se fue, pero a cuidar que Magnus no se viera en peligro. Ya solo quedaban Michael, Devlin, Gwyn, Erin, Thomas, Agustina, Zoey y Ace dentro del cementerio.

    Agustina y Zoey se pusieron de pie y se acercaron a los mellizos.

    — Michael, Devlin, lo lamento mucho — dijo Agustina dándole un abrazo a ambos hermanos, al mismo tiempo que soltaba un par de lágrimas — Julie era una gran amiga mía. No puedo creer que ella se haya ido. Si necesitan algo, no duden en pedirlo.

    — Yo digo lo mismo — Zoey imitó la acción de su compañera — Siento mucho que ella no esté. Sé que ustedes la querían. Los acompaño a ambos en el sentimiento.

    — Gracias chicas — respondió Michael con lágrimas en los ojos, apreciando la actitud de sus compañeras — En verdad lo agradezco.

    — Ambos lo hacemos — Devlin se encontraba igual que su hermano.

    — ¿Ya se van? — preguntó Gwyn queriendo saber si Agustina y Zoey se marcharían.

    — Así es, no quiero pasar más tiempo del necesario aquí — respondió Agustina algo seria — Pero quería quedarme para acompañarlos por un rato más.

    — A mí no me gustan esta clase de lugares, espero que lo comprendan — fueron las palabras de Zoey — Yo también me iré. Además, aun me duelen un poco las heridas del combate de ayer.

    — Lo entiendo perfectamente — respondió Michael, que sabía que sus compañeras no debían de estar cómodas en un lugar así, y que, a pesar de todo, se habían quedado solo para acompañarlos — No tienen que disculparse si quieren irse.

    Ambas chicas abrazaron una vez más a Michael y a Devlin y luego se despidieron del resto de sus compañeros. Ahora que la misión había terminado, lo que querían era descansar antes de que se les asignara una nueva actividad. Tras haberse despedido, se retiraron del lugar. Dejando solo a Michael, Devlin, Erin, Gwyn, Thomas y Ace. Michael se le acercó a Devlin queriendo hablar con él.

    — ¿Quieres que vayamos a decir unas palabras para despedirnos de ella? — le preguntó Michael a Devlin.

    — No, no merezco decir nada — respondió Devlin empezando a llorar desconsoladamente mientras se llevaba las manos a la cara — ¡Me quedé encerrado en mi habitación como un cobarde… mientras Julie estaba siendo asesinada, yo estuve encerrado y asustado!

    — Devlin, fui yo la que hizo que te quedaras — Erin puso su mano sobre el hombro de su novio para consolarlo — No fue tu culpa. Yo era la que tenía miedo.

    — La verdad es… que yo me asusté — Devlin ya no quería seguir en ese lugar — Me asusté… como si fuera un niño indefenso. Ella fue a pelear y yo me quedé inmóvil… No merezco despedirme de ella. Soy un inútil.

    — Eso no es cierto — Ace decidió intervenir — Tú y Erin me salvaron la vida. El comandante Grant me habría matado si no hubieran aparecido. Tal vez te hayas tomado un tiempo, pero si no hubieras bajado, no me habrías salvado.

    — Pero si hubiera bajado antes, los habría salvado a los dos — Devlin empezó a alejarse del lugar llorando sin consuelo — No puedo seguir aquí… lo siento. Te estaré esperando en casa, Michael.

    — ¡Devlin, espera! — Erin fue corriendo detrás de él — Lo acompañaré. Él necesita que alguien esté a su lado.

    Finalmente, ambos soldados se retiraron del lugar. Michael veía con lástima a su hermano. Estaba atravesando un momento difícil. Pero ahora decidió que iba a decir unas palabras. Avanzó hacia el lugar donde estaban las lápidas, mientras iba acompañado por Gwyn. Thomas y Ace se quedaron atrás, mirando con lástima como Michael se acercaba a aquel lugar.

    — ¿Tú también vas a decir unas palabras? — le preguntó Thomas a Ace, ya que le sorprendió que no se hubiera ido.

    — Así es, necesito hacerlo — respondió el soldado — Creo que es lo correcto. ¿Quieres acompañarme o prefieres que te de privacidad? Porque estoy seguro de que Richard y Magnus se irán pronto, y yo tendré que irme con ellos.

    — Si no es molestia, quiero privacidad — respondió Thomas muy seriamente — Mis palabras no tienen que ser oídas por nadie más. Te dejaré hablar primero. No te preocupes, no escucharé nada de lo que digas si no quieres.

    — Lo comprendo — Ace le extendió la mano a Thomas — Por cierto, gracias por haber venido a buscarme y traerme de vuelta con ustedes. Cuando me desmayé, pensé que iba a despertar preso en Black Meteor.

    — No hay problema — Thomas estrechó la mano de su compañero — Pero si te soy sincero, no volví a salvarte. Todos los demás pensaron que tú y Morris habían muerto con alguna explosión o con el derrumbe, pero yo era un poco más pesimista, y creí que él te había asesinado. Así que volví para asegurarme de que no escapara. Me llevé una gran sorpresa cuando te encontré, y al tomarte el pulso y ver que seguías vivo, te subí para traerte conmigo.

    — Sin importar la intención, me salvaste la vida, y debo agradecerte por eso — Ace estaba algo pensativo tras las palabras que Thomas le había dicho — Yo no tenía pensado dejar al comandante Grant con vida. No después de lo que me hizo y lo que le hizo a Julie. Si te soy sincero, yo también creí que iba a morir allí mismo.

    Mientras ambos hablaban sobre lo acontecido el día anterior, Michael y Gwyn se encontraban frente a las lápidas de sus compañeros. Michael todavía no había dicho nada porque estaba buscando las palabras indicadas, pero no las encontró.

    — Dos veces… — susurró Michael con la voz ronca — Black Meteor me quitó a Julie dos veces — Michael no pudo evitar caer de rodillas y ponerse a llorar por su prima — Ella era como una hermana para mí, y ellos me la arrebataron en dos ocasiones. Pude traerla de vuelta la primera vez, pero la segunda… Julie, perdóname.

    — Michael, no te puedes culpar por eso — Gwyn quería consolar a su amigo — Todos estuvimos ahí, y nadie pudo evitarlo. No tienes que cargar con la culpa tú solo.

    — Sí, tengo que hacerlo — respondió Michael muy afligido — Julie confió en mí para que yo fuera el líder del equipo, y yo no pude devolverle la confianza que puso en mí. Dejé que Black Meteor me superara y se la llevaran. Mi prima…

    Michael ya no pudo continuar hablando. Tenía más cosas por decir, pero no pudo seguir con eso. Descargó su llanto y luego se puso de pie para observar la lápida de Harold.

    — Él me dijo que haría lo posible para ayudarme a recuperar a Julie — Gwyn miró la lápida de Harold luego de que Michael dijera esas palabras — Y por eso lo mataron. Gracias, Harold. Intentaste hacer las cosas bien, probablemente mucho más de lo que yo lo intenté. No me alcanzan las palabras para agradecerte. Perdóname, te fallé a ti también.

    — Michael, será mejor irnos — Gwyn abrazó a Michael con fuerza — Ya tuviste suficiente. Te acompañaré a tu casa. Necesitas ayuda.

    — Gracias Gwyn — Michael también abrazó a su compañera — Gracias…

    Ace y Thomas vieron como dos de sus compañeros se marchaban del lugar. No se habían despedido, pero no podían enojarse con ellos. No había motivos suficientes como para quedarse allí. Ace decidió aprovechar para ir a decir lo que tenía que decir. Thomas se sentó en uno de los asientos que quedaban mientras esperaba que su compañero terminara de despedirse.

    Ace se puso en frente de ambas lápidas para comenzar a hablar.

    — Sé que no pueden escucharme, pero hay cosas que necesito decir — decía Ace muy apenado por lo que había pasado — Harold, nunca llegué a conocerte, pero sé que no te merecías morir. Fue culpa mía, yo di la orden de que te atacaran, y te convertí en el objetivo de Black Meteor. Lo siento. Desearía no haberlo hecho. Solo me estaban utilizando, pero tardé mucho en darme cuenta… — Ace ahora se arrodilló y se acercó a la lápida de Julie — Julie… no tengo palabras para agradecerte lo que hiciste por mí. Te acercaste a mí de una forma diferente al resto de tus compañeros, me hiciste sentir que formaba parte del Zenith, y que mi decisión había sido la correcta al unirme a ustedes. No querías dejarme solo, y me ofreciste ir contigo a tu casa… Lamento que eso no pueda pasar. Me habría gustado tener la oportunidad de ir contigo, la oportunidad de tener una vida en el país como un amigo y no como un extraño. Y también me habría gustado tener la oportunidad de enamorarme de ti. Fuiste una chica muy amable, y dudo que vaya a encontrar a alguien así otra vez… Aunque haya estado poco tiempo contigo, nunca te voy a olvidar. Y puedes estar tranquila, porque tu asesino ya no volverá a lastimar a nadie nunca más… Adiós, Harold y Julie. Espero que algún día, en algún lugar, volvamos a encontrarnos.

    Ace se levantó derramando algunas lágrimas. Se acercó a Thomas para decirle que ahora él podría tener la privacidad que quería. Se despidió de quien le salvó la vida, y luego se marchó afuera para ir a encontrarse con Magnus y Richard.

    Thomas era la única persona restante en el cementerio, y el último que tenía algo que decir. Tenía un nudo en la garganta que hizo sonar su voz muy débil y ronca, pero eso no le impidió hablar.

    — El verlos a ustedes dos bajo tierra, y el hecho de que yo esté respirando ahora mismo me hacen sentir como la peor persona del mundo — Thomas, que no había llorado hasta el momento, rompió en un llanto que nadie más vio — Yo causé esto… ustedes están aquí por mi culpa. Harold, lo lamento, te mandé a una emboscada y fue ahí cuando secuestraron a Julie. Perdiste la vida intentando arreglar un error que yo cometí… Cada vez que me voy a dormir me veo a mi mismo enviándolos a ustedes hacia los enemigos. Sé que la muerte de Julie no estuvo relacionada con eso, pero sé que, si tu no hubieras muerto, habríamos estado todos para defendernos del ataque de Black Meteor, y probablemente nadie habría resultado herido. Los envié a una trampa porque quise perjudicar a Michael… los utilicé en un intento de quitarlo de su puesto, y solo les causé daño cuando no tenían nada que ver en eso… Esa no es la actitud de un líder, ni tampoco la actitud de un compañero, y mucho menos la de un soldado. Richard debió haber visto debajo de eso y fue por eso que no me dejó ser el líder… Y tenía razón. Ahora sé que mis decisiones, por más pequeñas que sean, tienen grandes consecuencias… solo desearía que ustedes no tuvieran que haber muerto para que yo me hubiera dado cuenta…

    Thomas cesó su charla con sus compañeros para dejar que todo el llanto que guardaba dentro suyo saliera. No se iría de ahí hasta que no le quedaran lágrimas por derramar.

    Desde fuera del cementerio, Magnus, Richard, Ace y varios soldados más estaban viéndolo.

    — ¿Tienes idea de qué puede estar diciendo? — le preguntó Richard a Ace, dado a que el soldado había sido el último en salir.

    — No, señor, ni idea — respondió Ace sintiendo lástima por Thomas, al mismo tiempo que pensaba en lo que podría estar diciendo.

    — Ya ha llegado el vehículo — les informó Magnus centrando su vista en un automóvil que se acercaba a ellos.

    — Vamos — le dijo Richard tomando el hombro de Ace — Te quedarás conmigo en una base militar. Espero que estés listo.

    — Yo también espero estarlo — respondió Ace pensando en cómo sería su vida a partir de ahora — ¿Me entregarán la ciudadanía cuando lleguemos?

    — Es lo que acordamos — respondió Magnus subiendo al auto junto con Richard, Ace, y un soldado más.

    El auto se alejó del lugar para llevárselos a todos a la base militar. Ace no podía dejar de pensar en lo que le depararía el futuro a partir de ahora. Toda su vida en Black Meteor ahora había quedado atrás para él. Era el tiempo de empezar otra vez, ahora como soldado del Zenith.

    […]

    El funeral en Black Meteor se había llevado a cabo, pero muy poca gente había asistido a ese lugar. Familiares de Geoff y amigos de Morris entre ellos. Ninguno de los siete soldados que sobrevivieron a la misión se presentó al funeral, sino que vinieron después. Aparentemente, querían evitar a la gente dado a que el momento que eligieron para ir a ver a sus compañeros caídos era uno en el que el cementerio se encontraba vacío.

    Shun y Natasha entraron y vieron que Brandon y Stuart ya se encontraban en el lugar. Solo quedaba esperar a Paul, Casey, y Grace. Estuvieron esperando por unos cinco minutos, y como no llegaban, Stuart decidió que diría lo que tenía que decir en ese momento. No quería seguir posponiéndolo.

    — De todos los soldados del Zenith que estaban en esa base, ¿tenías que matar a Julie? — preguntó Stuart, dejando muy asombrados a sus compañeros por sacar ese tema — Habíamos acordado que no íbamos a matarla, y que dejarían que yo me la lleve. Ahora ella está muerta…

    — Stuart, ¿podrías hacerme un favor? — Shun se acercó a él desde atrás — ¡Deja de hablar de Julie! ¡Desde que la conociste, lo único que has dicho es “Julie esto, Julie lo otro”, te estuviste distrayendo mucho por culpa de eso!

    — Cierra la boca, Shun, esto no es asunto tuyo — Stuart estaba molesto con su compañero por las palabras que decía — Natasha, Grace, Casey… ellas no tienen nada que hacer en contra de ella. Me fijé en Julie porque mis compañeras no tienen nada que ofrecer.

    — ¡Oye! — a Natasha no le gustó para nada el comentario de Stuart — ¡Te ayudé a capturarla! ¡¿Por qué no la dejaste inconsciente de inmediato en vez de estar perdiendo el tiempo?!

    Stuart estaba muy furioso con ella y con Shun. A pesar de que no encontró una forma de responderle a ese comentario, porque era en parte verdad. Antes de que la conversación pudiera seguir, escucharon voces que llegaron desde atrás de ellos.

    — Me sorprende verlos aquí — decía Paul mirando seriamente a Natasha, Brandon y Stuart — Que raro que no hayan huido como ayer — eso último lo dijo con un sarcasmo notable.

    — ¿De qué mierda me hablas? — preguntó Brandon sin entender lo que él quería decir.

    — Entramos a la base del Zenith a atacarlos juntos — Casey estaba molesta, al igual que Paul — Pero ustedes abandonaron la misión sin decirnos nada. Pudimos haber muerto mientras esperábamos su ayuda, y mientras tanto, ustedes estaban lejos del lugar. Nos dejaron a nuestra propia suerte. Fue por eso que perdimos.

    — Morris está muerto por su culpa, y el Zenith nos ganó por su culpa — añadía Grace con un tono parecido al de su compañera — No sé qué va a ser de nosotros a partir de ahora, pero no quiero volver a formar equipo con alguien que se acobarda y nos deja con el enemigo.

    — Veo que ustedes tienen una memoria selectiva que funciona solo a su conveniencia — Natasha respondió furiosa, pero sin levantar la voz — Porque yo recuerdo bien como Ace y yo nos quedamos solos en la excavación en el segundo enfrentamiento con el Zenith. Se fueron así nada más, y me dejaron sola contra los nueve soldados del Zenith. Así que no vengan a darme lecciones sobre compañerismo, porque no las necesito, y menos provenientes de ustedes.

    — Tu rendimiento bajó mucho desde que Ace se fue — a Paul no le gustó que le recordaran eso — Perdiste a tu príncipe y te volviste una peleadora muy débil. Das lástima. Si fueras un soldado de verdad, lo habrías asesinado por traición en lugar de dejar que él te derrotara. Es tu culpa que hayamos perdido la misión.

    — Paul, cállate — Shun quería evitar una pelea a toda costa — Todos fuimos responsables de eso. Todos dejamos a Geoff atrás para que el Zenith pudiera asesinarlo, y abandonamos a nuestro comandante. Fallamos como equipo, y permitimos que el Zenith nos derrote y se lleve los recursos que nos hacían falta. Nadie está en condiciones de señalar culpables.

    — Solo dices eso porque te duele que hayamos perdido por culpa de que tu novia siga pensando en su príncipe — Casey respondió en un tono arrogante.

    — Te informo que yo me enfrenté a Ace cuando lo vi en el equipo enemigo — Natasha estaba harta de acusaciones en su contra.

    — ¿Luchaste contra él o te quedaste embobada viéndolo? — preguntó Grace con sarcasmo — Porque si no recuerdo mal, eran ustedes tres contra dos del Zenith.

    — Nosotros resistimos en una pelea de cinco contra cuatro, y ustedes salen huyendo en una de tres contra dos — Paul se unía a su compañera — Es lamentable que sean tan inútiles.

    — ¡Silencio! — gritó Shun muy molesto sorprendiendo a todos sus compañeros — ¡Cállense de una buena vez! ¡Todos nosotros cometimos errores que significaron la derrota para el equipo! ¡Acusarnos entre nosotros no nos va a llevar a ningún lado! ¡Zenith nos ganó, se llevaron los recursos, y las vidas de Geoff y Morris! ¡Pelear así no tiene ningún puto sentido, así que ya no lo harán más! ¡Hay que usar esta derrota para fortalecernos, y no para seguir dividiéndonos! ¡¿Alguien no entendió?!

    Todos estaban sorprendidos por la forma en la que Shun había respondido. Stuart estaba enojado, pero no podía refutarle nada. No quería iniciar una pelea física en un cementerio, y menos quería discutir, porque sabía que iba a perder. Así que simplemente se retiró. Brandon decidió retirarse también del lugar, dado a que no había nada que decir.

    — ¿A dónde van? — preguntaba Casey sin entender nada.

    — Nos abandonan de nuevo — respondió Paul retirándose del cementerio por otro lugar — Espero que sea la última vez.

    Casey y Grace decidieron retirarse del lugar luego de despedirse apropiadamente de Geoff y de Morris. Aunque estaban dolidas por sus muertes, ninguna llegó a sentirse muy afligida por lo acontecido. Una vez que todos se retiraron, solo quedaban Shun y Natasha en ese lugar.

    Shun tomó aire y se acercó para observar la tumba de Geoff y de Morris.

    — Me fui con las manos vacías — decía Shun, cosa que Natasha escuchó — Desde que me convertí en el líder, Black Meteor no obtuvo ninguna victoria… Ace… ¡Eres un hijo de puta! ¡Lideraste al equipo cuando era sólido y estaba unido, y lo hiciste pedazos antes de abandonarlo! ¡Me dejaste a mí para liderar un equipo totalmente roto, y lo único que conseguí fueron derrotas! ¡Me las vas a pagar! ¡La próxima vez que te vea, te haré pedazos antes de matarte! ¡Es lo que te mereces, traidor de mierda, y es lo que vas a tener!

    Shun se había enojado de repente al recordar su experiencia como líder del equipo. Estaba seguro de que después de todo lo que pasó, ya no sería considerado para un puesto como ese. Lo cual lo hizo enfurecerse mucho en contra de Ace. Natasha veía a Shun gritar de esa forma y estaba algo asustada, dado a que era la primera vez que lo notaba realmente furioso, aunque no era la primera vez que lo veía levantar la voz.

    — Natasha — Shun se dirigió a ella — No creas que nuestra derrota cambia algo lo que acordamos. Dijiste que ibas a salir conmigo si te ganaba, y lo hice. El que hayamos perdido la misión no tiene nada que ver con eso. Así que, no creas que lo he olvidado. En unos días me pondré en contacto contigo y te iré a buscar para que salgamos. Y no te niegues, porque perdiste tu derecho a hacerlo.

    — Shun… — Natasha estaba sorprendida por esa forma de hablar de Shun, ya que nunca lo había visto tan serio — Está bien. Pero me gustaría que me dieras una semana para procesar todo esto. Luego de eso, saldré contigo.

    — Lo entiendo — Shun se había tranquilizado un poco — Si necesitas una semana, entonces te daré una semana — tras decir esas palabras, Shun tomó a Natasha y le dio un beso, a lo que ella no se negó — Lamento si lo de recién te asustó. Ven, te acompañaré a tu casa.

    De esa manera, ambos soldados se fueron del cementerio luego de despedirse de su compañero Geoff y de su comandante. Zenith había ganado, pero sabían que las cosas estaban lejos de terminar.

    Ese día fue dedicado a conmemorar a los caídos, pero a partir de ahora, las cosas serían diferentes para ambos equipos. Sobre todo ahora que estaban en la mira de toda la humanidad.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Estaba esperando con muchas ansias el regreso de LGC, y aquí la tengo.

    Entiendo que es un capítulo en el que vemos las consecuencias de toda la primera parte, y demuestra claramente que el grupo de Black está muy dividido en comparación al de Zenith. Sin lugar a duda, BM necesita tomarse un tiempo y reiniciarse, antes de volver al ruedo. Lo que más me sorprendió de estos fue la actitud de Casey y Paul, fueron personajes algo distantes y que no hicieron gran cosa por su grupo, sin embargo, solo echaban mierda a los demás. Pese a que odio a Shun, su reacción ante sus compañeros es de líder. Líder harto de oír la misma mierda. Aunque parece que éste fuerza a Natasha a salir con él, casi parece un machista y un psicópata y está obsesionado casi con Ace. Me pregunto que les depara a los de BM.

    Sin embargo, Zenith se ha visto muy unido. Harold y Julie eran personajes que me agradaban a diferencia de Geoff y Morris (a éste último lo odiaba) y sus muertes me dolieron bastante. Michael y Devlin no pueden estar más jodidos, y me alegra ver en Thomas ese sentimiento de culpa que en parte tiene. Ace me ha parecido un señor con las palabras que ha dicho, se nota que ahora sabe en que bando debe estar y espero que Zenith lo trate bien :v

    Me preocupa que Magnus y Abel (BM y Zenith en general) estén bajo la mira de la humanidad. Si todos se unen para acabar con ellos, estarían completamente jodidos. Quizá lo mejor sea que se vayan al espacio lo más pronto posible :v

    En fin, no tengo nada más que añadir. Ah, sí, el discurso del principio es épico, digno de un buen comienzo.

    Espero el próximo con muchas ganas, nunca defrauda. Un saludo.
     
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    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Wow, me ha encantado el primer capítulo de esta segunda parte. Realmente, veo que ambos equipos están seriamente fracturados emocionalmente, aunque Black Meteor lo está menos que el Zenith. Seguro se debe a su poca convivencia entre compañeros y lo digo porque Black Meteor siempre me ha parecido un grupo de soldados que los envían a realizar algo y van exclusivamente a eso. Mientras que el Zenith, tiene la tendencia de llegar a relacionarse mucho con sus compañeros, y es por eso que les afecta más la pérdida de sus compañeros. Claro, que no podemos negar que Julie era la prima de Machael, así que por ese lado no digo nada, es muy compresible.

    Me gusta el panorama que nos muestras en esta parte, sinceramente, nunca pensé que la historia tomara un rombo como este, lo veo muy drástico pero me gusta. Ahora que los países del mundo están en alerta roja por las acciones del Zenith y Black Meteor le será mas difícil a este ultimo ponerse al corte de sus rivales.

    Quiero recalcarla que en este capítulo me gustó mucho la actitud de Shun al frenar a todos sus compañeros de mierda, y lo digo porque han sido muy cobardes, mejor les habría sido morir como soldados que ser unos cobardes buenos para nada. Sin embargo, no me gustó su actitud de querer salir con Natasha, técnicamente la está obligando a salir con él y parece que está tomado una actitud de machista, es muy posible que en el futuro la situación empeore y me atrevo a poner las manos en el fuego por eso.

    Eso es todo por ahora, me ha gustado el primer capitulo y debo decir que a pesar de tener 6000 y algo de palabras, se me hizo muy pequeño, quizás por la emoción que me tengo aun en este momento. Nos vemos la próxima oportunidad, saludos.
     
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    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Por fin puedo pasarme xD. Me imaginaba que este capítulo empezaría con las consecuencias de lo ocurrido al final del anterior fic y podemos ver como has sabido transmitir todos esos sentimientos en cada uno de los personajes en arreglo a su personalidad. Ahora que son considerados como enemigos y los países han sido advertidos toca esperar como se desarrollan los acontecimientos.

    Me esperaba un capítulo más corto al ser la introducción pero viendo que eras tu imaginaba esto jaja. Has manejado muy bien los tiempos y sabiendo como narrar las situaciones según su contexto, quiero ver ya el siguiente capítulo para ver como irán las cosas a partir de ahora.

    Sigue así y hasta la conti :3
     
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  5. Threadmarks: El espacio exterior
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
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    Ciencia Ficción
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    Hola. Voy a proceder a publicar el capítulo 2 de esta segunda parte. Creo que se irán dando cuenta a medida que lean, que estos capítulos serán algo "explicativos". Consideraría que los capítulos 2, 3 y 4 son para explicar y mostrar ciertas cosas, y que a partir del 5 es cuando comienza la acción. Igual que como ocurrió en la parte I. Los primeros cuatro capítulos sirvieron de introducción y desde el 5 hasta el 10 es donde se viene lo realmente bueno.

    En resumen, la segunda mitad será muchísimo mejor que la primera. No tengo mucho que decir y mi idea no es seguir quitandoles tiempo de lectura. Así que los dejo con el capítulo. Por cierto, si alguien tiene teorías sobre la historia, puede dejarla en los comentarios. Obviamente no diré nada al respecto, pero me gustaría analizar que es lo que ustedes creen que puede pasar.

    Ahora sí, les dejo el capítulo.


    El espacio exterior:

    Había pasado una semana desde el funeral que ambos países habían realizado. El momento del duelo había terminado, y era momento de que ambos países siguieran adelante. La misión del saqueo de recursos se había terminado, pero aún quedaban muchas cosas por hacer.

    Black Meteor era el país que estaba con mayor necesidad de empezar a moverse, por lo que sus soldados pasarían a la acción en menos tiempo del que creían. Los siete que sobrevivieron a la misión fueron citados para reunirse en un edificio militar cerca de unos muelles, a pocos metros de donde se encontraba el acceso a la base submarina del país. Grace fue la primera en llegar, dado a que ella vivía más cerca de aquel lugar. Casey llegó dos minutos después. Las dos compañeras se saludaron y se quedaron en la puerta de una base militar pequeña que estaba custodiada por un soldado que simplemente les hizo una seña de saludo y nada más. Ambas chicas estuvieron hablando hasta que Paul apareció.

    — Hola, chicas — Paul estaba feliz de volver a ver a sus compañeras.

    — Hola — respondieron las dos al mismo tiempo.

    Paul estrechó la mano de Grace, y luego la de Casey. Mientras lo hacía, Paul le mostró una sonrisa gentil a su compañera. Casey lo vio, pero simplemente agachó la cabeza muy seria, como si no quisiera saber nada con él. Paul se desanimó por esto, dado a que llevaba insistiendo con ella desde la primera misión que hicieron juntos. Sabiendo que tendrían que esperar a los demás, decidió hablar con ellas.

    — ¿Qué han estado haciendo esta semana? — preguntó curioso.

    — Descansar — respondió Grace muy directa — Nada interesante. ¿Y ustedes?

    — Casi lo mismo que tú — Casey estaba un poco más entusiasmada — Ha sido una semana aburrida, espero que eso cambie a partir de ahora.

    — Te doy la segunda en eso — le dijo Paul a su compañera — Parece que vino alguien más.

    Las dos chicas miraron hacia el frente y observaron cómo dos personas se acercaban. Cuando se acercaron lo suficiente vieron que se trataba de Shun y de Natasha. Ambos venían tomados de la mano, como si fueran una pareja. Al llegar al lugar, se soltaron y saludaron a sus tres compañeros.

    — ¿Cómo han estado? — preguntó Shun muy contento de volver a verlos, aunque solo hubiera pasado una semana.

    — Bien, pero parece que ustedes dos se han estado divirtiendo — respondió Paul riéndose un poco tras haberlos visto juntos.

    — Lo que hay entre nosotros acaba de empezar — respondió Shun muy feliz de cómo le resultaron las cosas — Así que no nos hemos divertido tanto como crees.

    — Es bueno verte bien, Nat — le dijo Casey, notando que Natasha se veía un poco diferente a como se mostraba luego de la partida de Ace.

    — Gracias, Shun ha sido una gran ayuda para superar lo ocurrido — respondió Natasha, que ahora se mostraba de otra forma.

    Las palabras de Natasha alegraron un poco a Shun. Aunque su relación acababa de empezar, todo parecía indicar que marcharía muy bien. Con Ace en el Zenith, Natasha eventualmente se terminaría olvidando de él, e incluso si no lo hiciera, le restaría importancia cada día que pasara. Los cincos soldados estuvieron hablando durante unos cinco minutos hasta que Brandon y Stuart llegaron. Los dos saludaron a sus compañeros, y aunque habían discutido hace una semana, todo parecía ser producto de la frustración de haber perdido la misión, dado a que todos se saludaron sin ninguna clase de rencores.

    Cuando los siete se reunieron, el soldado que custodiaba la puerta a la base militar les hizo una seña de que se acercaran, y luego golpeó la puerta. Tras eso, se marchó del lugar. Los siete soldados estuvieron esperando para ver a quien se iban a encontrar detrás de esa puerta. Un minuto después, un hombre adulto de gran estatura, musculatura normal, cabello negro corto y barba candado abrió la puerta. Llevaba una tableta electrónica con los nombres de todos ellos.

    — Buenos días — saludó con cortesía — Déjenme corroborar que los datos estén correctos. Cuando les diga su nombre, levanten la mano… Brandon Prayer — tras decir esas palabras, Brandon levantó la mano confirmando que era él — Stuart Radley…Shun Chain…Natasha Zafiro…Casey Lobo… Paul Gekio…Grace Rose.

    Cada soldado levantó la mano sin decir ni una palabra, por lo que aquel hombre se dio cuenta de que la información que tenía era correcta.

    — Es un gusto estar aquí — dijo Shun saludando con respeto, sabiendo que ese hombre era un comandante.

    — Me alegro que se muestren de esa forma — respondió el comandante haciéndoles una seña de que entren — Acompáñenme a dentro. Tienen que conocer a sus otros compañeros.

    Tras esa frase, todos los soldados entraron. Una vez que ya estaban dentro del edificio, el comandante cerró la puerta y empezó a caminar al frente de ellos. Los siete lo estaban siguiendo, esperando por conocer su nombre, y curiosos por ver cuantos compañeros nuevos tendrían.

    — Yo soy el comandante Frans Badir — el hombre se presentó finalmente — Tengo entendido que ustedes estaban bajo las órdenes del comandante Morris Grant.

    — Así es, hasta que lo mataron — respondió Stuart algo frustrado por eso.

    — En su unidad había dos chicos más, si no me equivoco — decía el comandante Badir — Uno de ellos se llamaba Geoff, y el otro es el traidor de Ace.

    — ¿Sabía sobre eso? — preguntó Brandon muy asombrado de que Frans supiera lo que habían hecho.

    — Todos los comandantes y algunos soldados lo sabíamos — respondió Frans — Es una lástima que hayan perdido ante el Zenith, pero supongo que fue algo inevitable. Voy a creer eso.

    El comandante Frans los llevó hacia una sala que estaba en el interior de la base. Al entrar, los soldados vieron una mesa rectangular muy larga, con diez sillas alrededor. Había una computadora que iba conectada a una pantalla gigante que se mostraba en una pared. En dos de las sillas, había dos soldados. Uno de ellos era un chico de cabello castaño corto y sin nada de barba en la cara. Al lado suyo, y muy cerca en realidad, había una chica rubia con el cabello también corto. Al ver entrar al comandante y a los siete soldados, los dos se pusieron de pie, demostrando que eran bastante altos.

    Frans se acercó a la computadora y empezó a operarla. Los nueve soldados estaban mirándose fijamente.

    — Ustedes dos deberían presentarse — les dijo Frans al chico y a la chica — La información que estaba en la tableta es correcta, así que ya los conocen a ellos.

    — Me llamo Xander Hexed — respondió el chico levantando la mano para saludar a sus nuevos compañeros — Es un gusto… o al menos para mí. No sé si mi novia piensa lo mismo.

    — Yo soy Claire Law — decía la chica — Y sí, para mí también es un gusto conocerlos.

    — No hay más mujeres, que lástima — susurró Stuart en un tono tan bajo que nadie lo escuchó — Será una experiencia agradable compartir equipo con ustedes. Siempre y cuando ustedes sean realmente buenos soldados.

    — Creo que ellos no han oído hablar de ti, Xander — respondió Frans mientras seguía con la computadora — Tú y tu pedido de que no hablen de ti en las academias…

    — Me gusta más decirlo por mi cuenta — dijo Xander con aires de grandeza, dejando confundidos a todos los demás soldados — Pero ya que estoy, les diré algo que los impresionará.

    Los siete soldados guardaron silencio para escuchar que era lo que Xander les tenía para decir.

    — Desde que ocurrió la gran catástrofe, yo he obtenido el promedio más alto en escuelas de formación académica y militar — Xander lo tomaba como un gran logro, aunque ser el mejor no era algo que menospreciar — Incluso supero al hijo adoptivo del comandante Morris Grant.

    — ¿Eso es cierto? — preguntó Paul sin poder creer lo que escuchaba.

    — Es una lástima que Ace nos haya abandonado para irse con el Zenith — decía Claire mientras envolvía su brazo alrededor de su novio — Tenía ganas de ver como Xander le daba una paliza y un castigo por traidor.

    — ¿Fuiste uno de los soldados que enviaron a capturar a Ace? — preguntó Brandon queriendo saber más.

    — En efecto, pero no lo encontré — respondió Xander lamentando el no haberlo conocido — Igualmente no importa, ya habrá tiempo para que nos podamos encontrar.

    Antes de que la conversación pudiera seguir, Frans les hizo una seña a todos de que tomaran asiento. Finalmente, encendió la gran pantalla que estaba en la pared, y luego de eso, tomó asiento. En la pantalla, se mostraba a Abel, líder de Black Meteor. Los siete soldados habían escuchado hablar de él, pero esa era la primera vez que lo veían en persona.

    El líder de Black Meteor los saludó a todos, y se presentó a aquellos que no lo conocían todavía. Luego de eso, empezó a hablar.

    — Espero que les vaya bien ahora que los he dejado bajo el cargo del comandante Frans — les decía Abel en un tono serio — Sé que no tengo que decirles el motivo de esta reunión, porque ustedes saben perfectamente que se debe a su derrota — esas palabras lastimaron un poco el orgullo de los soldados — El Zenith nos ha quitado los recursos, y ahora estarán pensando en irse al espacio a investigar la catástrofe, mientras que nosotros seguimos aquí. No podemos permitirnos perder más tiempo, así que pasaré directo al grano. Ustedes van a volver a infiltrarse a un país a saquear recursos.

    — Creía que los países habrían reforzado las fronteras para evitar que nosotros entremos — respondió Casey algo confundida.

    — Y lo hicieron, por eso ustedes van a viajar en un submarino hacia los países con menos poderío militar — respondió Abel comunicando su plan a todos los presentes de la sala — No pueden proteger toda la costa, así que ustedes van a tener que infiltrarse por agua para poder acceder al país y robarles los recursos. Igualmente, tendremos que dejar pasar un tiempo, dado a que todo esto ha causado revuelo en varios países y están más alertas que nunca. Eventualmente se olvidarán de nosotros con el tiempo, pero les doy el aviso ahora para que se pongan a entrenar. No pueden dejar que nadie los vea, y si los ven, tendrán que asesinarlos. No pueden descubrirnos otra vez. Si lo hacen, todo el mundo se nos tirará en contra nuestra, y estaremos acabados. No podemos dejar que el Zenith se salga con la suya, pero para eso, necesito que ustedes vuelvan a formar parte de esto. ¿Puedo contar en que no fallarán esta vez?

    — Tiene mi palabra de que no van a fallar, señor — respondió Frans con respeto a su superior — Yo mismo los voy a entrenar adecuadamente hasta el día en que usted decida enviarnos hacia un país. Le aseguro que regresaremos con los recursos que usted nos pida, sin bajas, y sin ser descubiertos.

    — Eso es algo que me gusta oír — respondió Abel complacido con las palabras de Frans — Nuestra partida al espacio depende de todos ustedes. Son piezas claves para Black Meteor. Espero haber sido claro.

    Tras haber dicho esas palabras, Abel cortó la comunicación. Todos los soldados, incluyendo a Xander y a Claire, quienes no sabían nada sobre eso, entendieron lo que debían hacer a partir de ahora. Frans les pidió a todos que fueran a la sala de entrenamiento de la base militar, porque el entrenamiento de preparación para su nueva misión iba a comenzar.

    […]

    Un helicóptero aterrizó en el techo de un edificio a baja altura. Dicho edificio estaba rodeado por muros de gran altura, y en el interior de esos muros, había naves de gran tamaño y longitud esperando por despegar. Del helicóptero bajó Magnus, líder del Zenith, listo para ver partir a las naves al espacio y poner en marcha la búsqueda de las respuestas que tanto ansiaban conocer. Dos meses después de que los recursos fueron entregados, los preparativos habían terminado, y Magnus debía estar ahí para desearle suerte a los elegidos que iban a partir.

    Eran las once de la mañana aproximadamente, y una de las naves había despegado hace cuarenta minutos. Magnus se encontraba en la entrada del complejo de las naves, como si esperara a que alguien llegara a ese lugar. Tras haber estado esperando un largo rato, Richard cruzó la puerta acompañado de Ace. Ambos venían con las manos vacías a ese lugar. Magnus se puso muy contento al verlos.

    — ¿Cómo les fue en el viaje hasta aquí? — preguntó Magnus a su comandante y a su soldado.

    — Fue un poco largo, pero aproveché para conocer un poco mejor el resto del país — respondió Ace siendo sincero con el líder de Zenith, al cual no había visto desde el funeral.

    — ¿Cómo ha ido todo por aquí? — preguntó Richard a su líder.

    — El comandante Zion y su unidad salieron en la primera nave — le contestó Magnus a Richard — Tú y tu equipo serán los siguientes.

    — Un momento, ¿quiere decir que nosotros seremos enviados al espacio? — preguntó Ace muy sorprendido de haber sido elegido para una misión tan importante como esa — ¿Cuáles fueron los motivos para elegirnos?

    — Tú y tus compañeros son de los mejores soldados que tenemos — respondió Magnus haciendo sentir bien a Ace — Si vamos a enviar gente a explorar el universo, tengo que asegurarme de enviar gente apta para manejar ese tipo de situaciones. Además, fueron ustedes quienes lo hicieron posible, así que me parece justo enviarlos para que continúen lo que empezaron.

    Ace se sentía honrado al escuchar esas palabras. Nunca imaginó que sería elegido para esa misión, al menos no tras haberse unido al Zenith. Siempre que Abel y Morris hablaban frente a él sobre una partida al espacio, él deseaba ser uno de los que pudiera acudir a ese lugar, y ahora, su sueño estaba por volverse realidad.

    En quince minutos, llegaron el resto de soldados. Michael, Devlin, Thomas, Erin, Gwyn, Agustina y Zoey, saludaron a Ace muy felices de volver a verlo, dado a que no supieron más de él desde el funeral. Magnus se fue con Richard para comentarle algunas cosas en privado, mientras que los otros soldados se quedaron allí, aprovechando el momento para hablar entre ellos.

    — ¿Cómo han estado? — preguntó Ace a sus amigos — No los he podido ver en mucho tiempo.

    — No creas que nosotros nos hemos reunido para hacer fiestas — respondió Thomas un poco serio — De hecho, es la primera vez que los veo desde el funeral.

    — Yo solo he ido a visitar a Zoey — respondió Agustina.

    — Bueno, Devlin y yo seguimos visitando a Erin y a Gwyn, pero no nos hemos puesto en contacto con los demás — respondía Michael, quien ya se veía algo mejor a los ojos de Ace.

    El soldado que provenía de Black Meteor no dejaba de pensar en lo mucho que extrañaba a sus compañeros, y en que, si Julie no hubiera muerto en la misión, él habría podido ir a verlos más seguido en lugar de quedarse con Richard en la base militar. Zoey notó que Ace estaba algo desanimado, por lo que le hizo algunas preguntas.

    — ¿Cómo lo has pasado en la base con Richard? — Zoey sentía curiosidad por saber lo que Ace había vivido.

    — No fue como lo imaginaba — respondió Ace algo desanimado — La mayoría de las personas de ese lugar me trataban con un extraño. Muchos desconfiaban de mí por mi pasado en Black Meteor. Me hicieron sentir incómodo y fuera de lugar. Tardé mucho en ganarme la confianza de varios de ellos, y hay algunos que no me quitan la vista de encima porque creen que es una jugada de Black Meteor para filtrarles información. Sinceramente, me alegro de verlos a ustedes otra vez.

    — ¿No les explicaste todo lo que hiciste por nosotros? — preguntó Erin recordando que Ace había matado al hombre que lo adoptó — Eso debería ser suficiente para que ellos confíen en ti.

    — No quiero seguir recordando eso — Ace sonaba desanimado al hablar de eso — Ya tengo suficiente con tener recuerdos que no son reales en mi mente. Además, ellos sabían que yo estaba siendo perseguido por Black Meteor. Abel no gastaría recursos en una cortina de humo. Si eso no era suficiente para convencerlos, nada lo haría.

    — Dios. Nosotros pudimos confiar en ti cuando nos propusiste unirte a nosotros, ¿y ellos no confían en ti en las circunstancias actuales? — preguntaba Devlin de forma retórica sin poder creer la forma de actuar de la gente de Zenith.

    La charla entre los ocho soldados se prolongó hasta que Magnus y el comandante Richard regresaron cargando cuatro cajas de tamaño mediano cada uno. Al reunirse con los soldados, apoyaron las cajas en el suelo.

    — A partir de ahora van a usar otro tipo de uniforme — les explicaba Magnus a los soldados, quienes miraban atentos — En esas cajas hay un traje espacial y una armadura para cada uno. Cada uno de ellos está hecho a medida para cada uno de ustedes, y con una placa de identificación. Vienen con un sistema de comunicación integrado, y la placa de identificación servirá para que sepan en todo momento quien es el que está hablando. El traje espacial y la armadura están equipados con un sistema que regula la temperatura de sus cuerpos dependiendo de la temperatura ambiental, de esa forma, no sufrirán cambios de temperatura bruscos, pero no será efectivo en casos extremos.

    Los ocho soldados prestaban atención a cada detalle, dado a que estar en el espacio sería una experiencia nueva para ellos. Magnus abrió las cajas y luego de ver a quienes correspondía cada una, las entregó y les dijo a sus soldados que se colocaran los trajes y dejaran las armaduras.

    Todos obedecieron y se pusieron los trajes. Estos estaban hechos de un material algo pesado, y tenían relleno para mantenerlos protegidos. Los trajes eran de color azul oscuro, con mangas blancas en los brazos, una “Z” mayúscula de color blanco en la espalda, y otra igual en el pecho, pero de un tamaño menor. Los zapatos y los guantes que venían con los trajes eran de color negro. Era una diferencia de color notable comparada con el uniforme que habían usado en la anterior misión. Magnus continuó hablando una vez que todos estaban preparados.

    — Las armaduras vienen con un sistema de carga equipado en las hombreras, el cual se carga con energía solar — explicaba el líder del Zenith — Pero la batería se gastará muy rápido si las tienen puestas por mucho tiempo, por lo que solo se las deben llevar cuando crean que un planeta podría ser peligroso. Las armaduras tienen más resistencia que sus trajes, además, vienen equipadas con guantes capaces de adherirse a cualquier superficie, y con bengalas de luz ultravioleta en caso de que los necesiten. Pero sería conveniente no abusar de su uso.

    — Además de eso, cada uno de ustedes portará dos armas — Richard también procedió a dar explicaciones — Una pistola en el cinturón, y un arma de asalto en su espalda. Las armas disparan calor, por lo que no tendrán que preocuparse de la munición.

    — Igualmente, las armas son para que ustedes se protejan — aclaraba Magnus — Los estoy enviando a una misión de exploración, y no a una misión de conquista. No deben empezar conflictos innecesarios con ninguna especie que puedan encontrarse. Repito lo que dije, las armas son solo para defenderse.

    De cualquier manera, ninguno de los ocho soldados esperaba ser enviado al espacio para luchar en algún enfrentamiento, por lo que no se llevaron ninguna decepción con las palabras de Magnus. El líder del Zenith vio que los soldados parecían entender muy bien todo lo que él les estaba explicando. Como nadie hacía ninguna pregunta, les indicó que lo siguieran.

    — Ahora que les he hablado sobre los trajes y las armaduras, empezaré a explicarles sobre su nave — hablaba Magnus mientras caminaba y era seguido por los demás — La nave viene equipada con varias salas. Once dormitorios, una sala de comando, una sala de entrenamiento, una sala médica, un baño con ducha, y una sala de almacenamiento de suministros. Creo que está de más explicar para que son los dormitorios, la sala de entrenamiento, la sala médica y el baño, así que explicaré las otras dos. La sala de comando tiene el equipo necesario para la misión. Mapas, escáneres, máquinas de comunicación, computadoras para controlar o reparar la nave en caso de emergencia… en resumen, todo lo que necesitarán para algo así. En la sala de almacenamiento de suministros estará guardada la comida y el agua que se llevarán. Tienen suficientes provisiones para un año, por lo que deberán volver a la Tierra a buscar más en caso de que se les agoten. Sin embargo, sus trajes vienen equipados con un escáner que analiza el agua y los alimentos y les dirán si son potables, por lo que es mejor que tomen cosas de los planetas a los que acudan. De esa manera, se ahorrarán el tener que venir aquí constantemente.

    Magnus dejó de hablar para tomar algo de aire, después de todo, ya había terminado de explicar el funcionamiento de la nave. Al ver que no recibió preguntas sobre las armaduras y los trajes, y al ver que tampoco le estaban preguntando nada sobre la nave, empezó a preocuparse un poco.

    — ¿Están entendiendo lo que les estoy diciendo? — preguntó Magnus sin sonar muy seguro.

    — Sí, lo entendemos a la perfección — respondió Gwyn hablando por todos sus compañeros — Es solo que es algo impactante el que vayamos a participar en una misión como esta.

    — No tengo dudas sobre los trajes o la nave — decía Thomas al líder de Zenith — Pero hay cosas que no entiendo. Como, por ejemplo, ¿qué es lo que haremos cuando estemos en el espacio exterior?

    — Eso es algo que Richard les explicará cuando estén allí — respondió Magnus sabiendo que sus soldados necesitaban más información, pero que el tiempo era valioso — Ahora les estoy explicando todo lo que van a llevarse con ustedes a la misión. No hay mucho tiempo que perder, y prefiero explicar lo básico para que Richard pueda ponerlos al corriente en el espacio. Después de ustedes, tengo que encargarme de preparar también a los otros dos equipos.

    — ¿Cuántos equipos van a partir al espacio? — preguntó Michael algo curioso tras escuchar esa última frase.

    — Solo cuatro, y ustedes son el segundo — respondió Magnus muy seriamente — Sé que el universo parece muy grande para solo enviar a cuatro naves, pero no puedo dejar al país desprotegido. Necesito dejar a varios soldados aquí para asegurarnos de que nada extraño nos pueda ocurrir. Ese es el motivo para enviar a cuatro naves.

    — ¿Cómo han logrado preparar todo esto en solo dos meses? — preguntó Devlin recordando que habían pasado dos meses desde que entregaron los recursos.

    — No habrán creído que el Zenith estuvo totalmente paralizado mientras ustedes estaban recolectando los recursos, ¿o sí? — preguntó Magnus riéndose un poco del comentario de Devlin — Ya teníamos todo esto casi listo, los recursos que ustedes nos trajeron nos ayudaron a completarlo definitivamente.

    Esas palabras hicieron sentir muy bien a los soldados, dado a que se dieron cuenta de que su misión fue de gran importancia para el país. Sabían que habían contribuido al país al hacer lo que hicieron, pero nunca imaginaron que habían ayudado a dar el paso final en la preparación de la misión más importante que se realizaría.

    — Será mejor que me acompañen al interior de la nave — les decía Magnus a todos ellos — Les daré un pequeño tour y los ayudaré a que se familiaricen con el lugar. De esa forma, podrán partir y poner manos a la obra.

    Magnus fue hacia la pista de despegue, seguido de Richard y los soldados. Una compuerta de la nave se abrió, y una plataforma desplegable de ascenso se extendió al suelo. Todos subieron a través de ella, sabiendo que esa era la forma en la que ascenderían y descenderían durante la misión.

    Al entrar al interior de la nave, todos se dieron cuenta de que era mucho más grande por dentro de lo que se veía por fuera. Lo primero que vieron fue la sala de comando, con la sala de almacenamiento de provisiones hacia la derecha. A la izquierda de la sala, había un pasillo que iba hacia la izquierda, en donde se encontraban la sala médica y las habitaciones. Esto era para que, en caso de que alguien debiera ser atendido, pudiera ser llevado a su habitación de forma inmediata. Las habitaciones eran once, lo cual quería decir que dos de ellas se quedarían sin uso. Sin embargo, Richard tenía pensado dormir en la sala de comandos, así podría estar en ese lugar apenas despertara, lo que dejaba tres habitaciones libres. Todas las habitaciones tenían una cama mediana, una mesa con una silla para poder comer, un armario para guardar ropa y cosas de higiene que Magnus había preparado, y un lugar para colgar las armaduras. Los soldados elegirían las habitaciones luego de comenzar el viaje, dado a que Magnus decidió que debía mostrarles la nave antes de partir.

    Regresaron por el pasillo por el que habían venido y luego vieron la sala de entrenamiento, con el baño cerca de la misma. Esto sería para facilitar el acceso al mismo luego de los entrenamientos. Como la sala era grande, los soldados creyeron que sería buena idea mover las mesas y las sillas de su habitación para poder comer en ese lugar, pero era algo que harían después. Ya no quedaba nada más que mostrar, por lo que Magnus volvió con Richard y los soldados a la sala de comando.

    — Muy bien, antes de partir les diré algunas cosas más que son importantes — decía Magnus a sus soldados — En primer lugar, el dron que ustedes usaron en la misión ha sido entregado a un equipo de ingenieros para que le apliquen un par de mejoras. Haré que se los traigan en seguida. Sus trajes vienen equipados con una cámara pequeña en la muñequera izquierda, por lo que podrán ver las imágenes que capte ahí mismo.

    — Magnus, ¿qué hay de los satélites? — preguntaba Richard algo extrañado de que Magnus no mencionara nada sobre ellos.

    — En cuanto terminen de configurarlos, serán traídos hasta aquí — respondió el líder del Zenith.

    — ¿Qué son esos satélites? — preguntó Agustina algo curiosa.

    — Para facilitar las comunicaciones, ustedes irán lanzando satélites en el espacio a medida que recorran distancias determinadas — respondía Magnus — Esos satélites se mantendrán en órbita en el espacio automáticamente, y nos proporcionarán una mejor cobertura y una mayor comunicación entre el Zenith y sus naves.

    — Eso es un buen plan, de esa manera, la información llegará más rápido — decía Thomas pensando que los satélites les serían útiles.

    — Será mejor que vayan a prepararse — les dijo Magnus a todos los presentes — Porque en cuanto los satélites estén preparados, ustedes van a partir al espacio. Les deseo buena suerte a todos ustedes. Y espero que puedan regresar a salvo.

    Todos los soldados, además del comandante Richard, agradecieron la preocupación de Magnus por ellos. El líder del Zenith se despidió de ellos y luego salió de la sala de comandos. Mientras esperaban a que trajeran los satélites, los soldados decidieron acomodarse en sus habitaciones. Estas estaban una al lado de la otra, dejando un espacio de cinco metros entre cada una. Agustina tomó la primera, Zoey la segunda, Devlin la tercera, Erin la cuarta, Michael la quinta, Gwyn la sexta, Ace la séptima, y Thomas la octava. Las habitaciones nueve, diez y once no serían utilizadas, dado a que ningún soldado se sumaría al equipo, además de que Richard había decidido que dormiría en la sala de comandos.

    Finalmente, un vehículo de carga llegó con cinco satélites y con el dron Vigía. Con una máquina especial, subieron los satélites a la nave y los llevaron hacia una sala especial la cual Magnus no había mencionado ni mostrado. Esa sala solo tenía una compuerta que se abriría para liberar a los satélites al espacio y luego se cerraría. De ese modo, no había nada que hacer en ese lugar, por lo que encontraron lógico que Magnus la omitiera.

    Todo ya estaba listo. La pista de despegue estaba despejada, por lo que Richard encendió los motores de la nave y una vez que ya estaba preparada, activó los comandos de despegue. Los ocho soldados estaban acompañándolo en todo momento, dado a que querían saber cómo funcionaba la nave en caso de emergencia. Richard les dijo a sus soldados que se sujetaran fuerte y luego procedió a poner la nave en marcha.

    Esta aceleró a gran velocidad y luego despegó con dirección al cielo. En solo un minuto, la nave desapareció de la vista de todos los presentes, que la miraban con una sonrisa en su rostro. Principalmente Magnus, que sabía que la nave estaba en buenas manos. El vehículo espacial solo necesitó un minuto para salir de la atmósfera terrestre y adentrarse en el espacio exterior. Una vez en el mismo, Richard activó comandos de las cámaras, las cuales empezaron a captar imágenes del espacio y a transmitirlas por medio de una gran pantalla.

    Los soldados veían las estrellas y los cuerpos a través de las mismas, quedando totalmente maravillados por un espectáculo así. No había comparación entre ver esas imágenes en internet a verlas a través de esa pantalla. Todo se veía tan definido que sentían deseos de salir de la nave y poder ver las cosas mucho más de cerca.

    Después de una espera de más de quince años, el Zenith ya había logrado enviar dos naves al espacio para que investigaran las causas de la catástrofe. Solo restaban dos naves por enviar. Magnus, quien aún se encontraba en las instalaciones, decidió dirigirse a la puerta a esperar la llegada de los otros dos equipos. Una vez que terminara, regresaría al Zenith a monitorear la situación por su cuenta.
     
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  6.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Pese a ser un capítulo explicativo, me gustó mucho. Es emocionante como se está preparando todo y la explicación de cada cosa en general ha estado muy bien, me ha dejado intrigado y deseoso de ver más. Pasaré a algunas cosas que quiero remarcar:

    Me imaginaba que Black Meteor tendría que buscar recursos, pero me ha sorprendido que tengan que infiltrarse en otro país y demás. Está claro que su derrota ante el Zenith les hace estar por detrás en estos momentos. Mientras sus enemigos ya salen al espacio exterior, ellos vuelven a hacer la misma misión. Debo añadir que Xander y Claire me parecen personajes interesantes, sobretodo el primero. Parece un tipo muy peligroso e inteligente, y sorprende que sea superior a Ace :v pero bueno, ya quiero ver de que pasta está hecho.

    Sobre Zenith, decir que no me esperaba que fueran ya mismo al espacio, pero de igual forma me agrada la idea. Me ha intrigado mucho que sean enviadas cuatro naves, yo me esperaba que fuera solo una, con el equipo dentro. Esta novedad solo lo hace más interesante, y lo de los satélites me parece algo inteligente. Ya estoy deseoso de ver que cosas se encuentran ahí fuera.

    No tengo nada más que añadir, espero el próximo con las mismas ganas de siempre, que son muchas. Un saludo.
     
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  7.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Debo admitir que me ha llamado mucho la atención Xander y Claire, por la descripción de ambos juré y re contra juré que eran hermanos y al final quede en shock cuando se supo que son pareja. Me sorprende mucho que Xander sea uno de los mejores soldados, incluso, según él, mejor que el mismísimo Ace. Joder, si tenía a Ace en un altar ahora deberé hace otro para Xander, aunque eso no lo sabré hasta no verlo luchar. Ahora si, dejémonos de gritos a lo fangirl XD.

    Me imaginé que B.M. debería reanudar la búsqueda de los recursos porque sin ellos no llegarán a ningún lado, la ventaja que tienen es que no habrá ningún equipo pisandoles los talones, pero eso puede cambiar ante las autoridades de los países, porque después de la ocurrido todos están en alerta roja. Aunque no creo que sean mucho problemas para ellos, dado a que el propio comandante Frans será quien los entrene personalmente, habrá que ver que pasa ahora que lo tienen como el remplazo de Morris.

    Es una grata sorpresa que el Zenith ya se encuentra en el espacio, dado a que el universo es inmensamente grande, me pregunto cual será su próximo destino, o con que peligros se encontrarán en su viaje por encontrar las respuestas a La Gran Catástrofe. Estoy muy emocionado y por el momento, estoy nulo en cuanto a teorías pero si se me ocurre alguna te la haré saber, de eso no tengas dudas.

    Eso es todo por ahora, lo único que me resta decir es que ha sido un capitulo muy entretenido a pesar que es explicativo. Estaré pendiente a la actualización, saludos.
     
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    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Pooooor fiiiin puedo pasarme xD. La verdad es que me ha gustado mucho este capítulo, nuevos protas, nuevas misiones, nueva estrategia y con todo planificado se ponen en marcha. Espero poder ver pronto esos combates tan duros e.e.

    La verdad es que me gusta mucho como narras las cosas y presentas a tus personajes, además de la nueva tecnología, trajes,armas, puff muchas cosas y encima el capítulo ha sido largo pero vas desarrollando la historia muy bien, cada uno tiene un deber que cumplir. Tengo muchas ganas de ver como sigue y sobretodo en los líos que se meterán por lograr los recursos que tanto necesitan y que tanto vigilan ahora los demás países.

    Sin nada más que añadir, hasta la conti ^^
     
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  9. Threadmarks: Acortando distancias
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    6257
    Hola. Ahora mismo voy a publicar el tercer capítulo de esta segunda parte. Como he dicho antes, no esperen que ocurra la gran cosa en este capítulo, al igual que en el siguiente. Después de toda la acción que se vio en la primera parte, la segunda tendrá un inicio más tranquilo. Eso no quiere decir que no vengan combates en estos capítulos, pero lo verdaderamente emocionante se vendrá desde el final del 5 hasta el 10.

    Resistance Zurel Poikachum me alegra que los capítulos 1 y 2 les hayan gustado. Personalmente, el capítulo 2 fue el que menos me gustó de la segunda parte, y si ese les gustó mucho, no puedo esperar a que pongan sus ojos sobre los capítulos 8, 9 y 10. Espero que no les vaya a dar un infarto XD.

    Sin más que decir, los dejaré leer el tercer capítulo.


    Acortando distancias:

    Richard y sus soldados ya se encontraban a bordo de su nave, recorriendo el sistema solar. Tanto los soldados como el comandante estuvieron un largo tiempo observando las imágenes que la cámara de alta definición captaba. Era sin dudas un espectáculo único que tenían la fortuna de presenciar, por lo que pasaron unos diez minutos en silencio observando la belleza del universo.

    La nave contaba con un sistema de conducción y rastreo que permitiría moverse automáticamente y esquivar objetos que pudieran entrometerse en su camino, pero por si acaso, alguien debería estar presente en todo momento en la sala de comandos para asegurarse de su buen funcionamiento. Tras haber observado el universo, Richard les llamó la atención a sus soldados. Estos ahora centraron su vista en el comandante.

    — Bueno, chicos, aquí lo tienen — les decía Richard a los soldados de su equipo — Están en el espacio exterior. Eso es algo que el noventa y nueve por ciento de la población, incluso antes de la catástrofe, no puede presenciar. Deberían considerarse afortunados de poder estar aquí hoy viendo esto. Pero nosotros no vinimos a hacer un tour. Tenemos una misión que cumplir, y voy a explicarla detalladamente para que todos lo entendamos bien.

    Los ocho soldados estaban en silencio esperando para que su comandante les explicara todo lo que necesitarían saber. Dado a que Magnus no les explicó nada relacionado a la misión, los soldados tenían que prestar total atención a lo que Richard les diría.

    — Hemos dividido el universo en un total de cuatro sectores — explicaba Richard — Números 1, 2, 3 y 4. Y a su vez, esos sectores fueron divididos en cuatro subsectores más pequeños: A, B, C, y D. A nosotros nos toca explorar el sector 2. Por lo tanto, los sectores 2-A, 2-B, 2-C, y 2-D nos corresponden a nosotros. La nave irá trazando un mapa de forma automática, y será nuestro deber completar ese mapa con información. Si nos encontramos con agujeros negros, planetas, soles, asteroides, o cualquier otra cosa, debemos anotarlo aquí.

    — ¿Cuánto tiempo nos tomará explorar todo el universo, o al menos nuestro sector? — preguntó Michael muy ansioso por saberlo.

    — Calculo que nos llevará unos 45 años tener explorados por completo los sectores 2-A y 2-B — respondió Richard dejando impactados a todos los soldados.

    — ¡¿Quiere decir que vamos a pasar 45 años en el espacio buscando lo que sea que haya causado la catástrofe?! — Zoey levantó la voz sin poder creer lo que escuchaba.

    — La idea es establecer contacto con otras especies y que ellas también nos puedan dar información sobre el universo — respondía Richard, mostrándose optimista ante la existencia de otras especies y de sus deseos de colaborar con ellos — Sé que en este enorme universo habrá otros seres vivos que nos puedan proporcionar información para que la investigación sea más rápida.

    — ¿Y qué tal si no quieren cooperar, o si son hostiles? — preguntó Thomas, queriendo saber que precauciones habían tomado.

    — Para eso trajimos las armas — respondía Richard — En cuanto veamos que corremos peligro, nos defenderemos, escaparemos de ellos, y luego avisaremos al Zenith sobre las hostilidades que encontramos. Se trata de buscar respuestas, no de retrasarnos de forma innecesaria.

    — En algún momento tendremos que dar con algún indicio que nos diga algo más sobre la catástrofe — decía Gwyn, entendiendo a lo que quería llegar Richard.

    — Exactamente. La humanidad tiene que saber por qué y cómo. No podemos dejar que otra catástrofe vuelva a ocurrir.

    — Yo recuerdo que se nos dijo que una nave enviada por otro país salió a explorar, pero que perdió contacto con su base y desapareció por completo — decía Devlin recordando ese detalle.

    — Fue por eso que Magnus nos dio los satélites — Richard procedía a explicar su funcionamiento — Tendremos que actualizar nuestra posición y confirmar nuestra presencia cada semana. De esa forma, si llegáramos a tener un accidente, se enviaría a un equipo a explorar la última zona en la que estuvimos.

    — Me parece una buena estrategia — respondió Agustina — Solamente debemos tener cuidado al explorar y al establecer contacto con alguna otra especie, si es que la hay.

    — Me alegra saber que ustedes lo han entendido — Richard sonreía a sus soldados — Sus buenos rendimientos fueron los que los han traído hasta aquí. Si hay alguien capacitado para esta misión, son ustedes. Vamos a tardar unos dos días aproximadamente para salir del sistema solar, y no vamos a explorarlo, por lo que pueden usar este tiempo para ponerse cómodos o hacer lo que quieran.

    Los soldados, que ahora ya sabían en qué consistía su misión, decidieron irse a descansar. Pero primero se encargaron de mover las mesas y sillas de sus habitaciones hacia la sala de entrenamiento. Era una sala grande, por lo que había espacio para todo tipo de cosas en ese lugar. De esa forma, podrían comer juntos y no encerrados en una habitación. Tras haber acomodado todo, Thomas decidió que se pondría a entrenar dado a que no lo había hecho durante esos dos meses que habían pasado desde el fin de la misión. Ace, a diferencia de él, sí estuvo entrenando, pero el ver el entusiasmo de Thomas lo contagió y decidió ponerse a entrenar con él.

    Zoey y Agustina fueron a ver sus habitaciones más detalladamente. Michael, Devlin, Gwyn y Erin decidieron irse a la sala de comandos y aprender todo lo que pudieran sobre el funcionamiento de la nave. En el camino, se pusieron a conversar entre ellos.

    — Esto es increíble — Erin estaba entusiasmada y emocionada como si fuera una niña — Nunca imaginé que estaría aquí mismo cuando me gradué de la escuela.

    — Fue una sorpresa agradable — le respondió Michael, que estaba emocionado, al mismo tiempo que mostraba tristeza en su rostro — Desearía que Harold y Julie pudieran estar aquí con nosotros. Les habría encantado ver este lugar.

    — Hay que hacer esto por ellos — respondió Devlin apoyando su mano en el hombro de su hermano — Para honrar sus vidas.

    Michael asintió, y luego de eso, los cuatro siguieron su camino hasta la sala de comandos. Richard estaba muy feliz de ver como ellos se interesaban en aprender todas esas cosas. Sintiendo que debía corresponder la emoción de sus soldados, procedió a dar explicaciones.

    — Aquí se activa la cámara — explicaba el comandante — Con esto se inicia la reparación automática de partes dañadas… Esto da un diagnóstico de la misión, y como las naves se conectan por medio de los satélites, tenemos cuantos planetas ha explorado cada una… Con este comando, y con uno más que se activa en la sala médica, se nos da un informe de la situación de un soldado herido. La instalamos por precaución, porque dudo que, con nuestra mutación, lleguemos a usarla en varias ocasiones — Richard ahora activó un comando general — Lo que acabo de activar es una pantalla que mostrará imágenes de la cámara en sus habitaciones. Si quieren ver el universo antes de irse a dormir, les será de mucha utilidad — luego de eso, Richard señaló a otro control que estaba detrás suyo — Con eso aterrizamos, despegamos, y le cambiamos el rumbo a la nave. De cualquier manera, tenemos un manual que lo explica todo, pero es mejor que lo vayan conociendo.

    — Estas naves son increíbles — comentaba Gwyn muy asombrada con el lugar — Todo lo que traen nos va a facilitar la misión.

    — Fue para eso que fueron hechas — respondió Richard, quien acabada de recordar algo muy importante — Escuchen, luego de que almorcemos, hay algo que tenemos que discutir. Díganle a sus compañeros sobre eso. Les daré más detalles en el momento, por ahora no se coman la cabeza con eso.

    — De acuerdo, lo haremos — respondió Michael — Por cierto, ¿cómo medimos el tiempo aquí ahora que estamos fuera de la Tierra?

    — De la misma manera, utilizamos las horas, minutos y segundos y lo medimos todo como si todavía estuviéramos allí — aclaró el comandante — Aunque estemos en un planeta donde una hora equivalga a un mes completo de la Tierra, seguiremos usando el mismo sistema de medida.

    — Supongo que eso es lo mejor — respondió Devlin pensando en esas cosas — Nos ahorrará varios problemas de cálculo.

    Una vez que aprendieron los comandos, los cuatro soldados decidieron ir a sus habitaciones a descansar, al menos hasta que Richard les informara sobre la hora de la comida.

    Zoey y Agustina estuvieron un rato descansando y mirando el universo desde sus respectivas habitaciones. Cuando se aburrieron, decidieron que irían a entrenar junto con Ace y con Thomas. Los cuatro soldados estuvieron haciendo ejercicios musculares y de resistencia para mantenerse en plena forma. No sabían cómo los iba a afectar la gravedad en otros planetas, por lo que lo mejor sería estar preparados para cualquier cosa.

    Por alguna razón, estuvieron entrenando varias horas y el cansancio era mínimo. Como si, al estar en el espacio, el cuerpo se cansara menos que al estar en la Tierra. Probablemente la gravedad y el oxígeno artificial generado por la nave influían un poco en eso. Ninguno de ellos sabía si se trataba de algún accidente o si fue hecho intencionalmente, pero sin importar eso, todo les estaba resultando bien. Pasó el tiempo, y Richard informó que llevaría raciones de comida y bebida a la sala de entrenamiento para que todos pudieran compartir la comida juntos. Una vez todos los soldados estuvieron reunidos, iban a sentarse a comer, pero Thomas quiso proponer algo.

    — Ace, espera, antes de comer, ¿te gustaría pelear conmigo? — preguntó Thomas desafiando a su compañero a una pelea.

    — ¿Realmente quieres eso? — preguntó Ace muy emocionado, dado a que no había peleado en meses.

    — Sí, pero tiene que ser antes de comer, si me siento a comer algo, no voy a querer hacer nada más después de eso — tras decir esas palabras, Thomas se rio un poco, contagiando a algunos de sus compañeros.

    — Está bien — Ace aceptó el reto — Cuando estaba en Black Meteor, usábamos estas reglas: no vale dar golpes desde el cuello para arriba, ni de la rodilla para abajo, hay que derribar al oponente al piso y evitar que se levante de inmediato. Si lo logras, ganas la pelea.

    — La última vez que peleamos, tú me diste una paliza y me tiraste contra una estantería de libros — Thomas recordaba ese momento — He querido la revancha desde entonces, pero no tuve la oportunidad. Este es el momento perfecto para eso.

    — Bien, veamos que tal estamos luego de haber entrenado aquí — respondió Ace muy entusiasmado.

    — Puedes equilibrar la balanza, Thomas — le decía Gwyn a su compañero — Buena suerte.

    Thomas sintió una pequeña sensación de felicidad en su cuerpo al escuchar como Gwyn le había dado ánimos. Aunque él sabía que ella estaba atraída por Michael, el haber escuchado esas palabras fue algo agradable. Ahora estaba más motivado que antes. Nadie, excepto Ace, notó esa actitud de Thomas. El ex soldado de Black Meteor pensó en dejarse ganar para regalarle un buen momento a su compañero, pero luego creyó que sería mejor pelear en serio. Después de todo, no había luchado desde el final de la misión anterior.

    Ambos se prepararon, tomaron distancias, y luego pasaron al ataque. Ace supo que Thomas no estuvo entrenando hasta hoy, por lo que decidió esperarlo. Thomas intentó lanzarle un puño en el pecho a Ace, el cual, este último logró bloquear poniendo su codo al frente. El choque entre el puño de Thomas y el codo de Ace terminó lastimando un poco los nudillos del atacante. Ace aprovechó eso y le dio un golpe de puño rápido a Thomas en la boca del estómago, sin embargo, su ataque rebotó contra el traje que Thomas llevaba puesto. En efecto, el golpe le dolió más a Ace que a Thomas. Ambos se dieron cuenta de que los trajes eran muy funcionales en batalla, y luego, reanudaron la pelea.

    Ace lanzó una patada hacia el costado de Thomas, quien logró bloquearla e interceptarla con su brazo. Ahora Ace estaba capturado y no tenía forma de retroceder o esquivar. Thomas metió un codazo en el pecho de Ace, el cual no recibió casi nada de daño gracias al traje. Con Thomas aun sujetando su pierna, Ace se dejó caer al suelo al mismo tiempo que levantó su otra pierna para darle una patada en el pecho a su rival. Ante ese golpe, Thomas lo soltó y retrocedió un poco. Antes de que pasara de nuevo al ataque, Ace le hizo una seña de que se detuviera.

    — Estos trajes son muy buenos, pero no servirán para un entrenamiento de combate — explicaba Ace levantándose.

    — Tienes razón, vamos a quitárnoslos y luchemos desprotegidos — Thomas estaba de acuerdo con Ace — No sirve de nada entrenar si no podemos causarnos daño.

    Thomas y Ace se quitaron los trajes de protección, quedando con el uniforme normal del Zenith puesto. La nave estaba climatizada, pero ahora que no tenían los trajes puestos, sentían que hacía mucho más calor. Suponían que los trajes regulaban la temperatura corporal para que sintieran un poco de frío. En vista de esto, Ace decidió quitarse su chaqueta del Zenith. La camisa de entrenamiento que usaba dejaba ver la musculatura de sus brazos.

    — Te gusta presumir — le dijo Thomas sonriendo — Yo no me quitaré el uniforme.

    — Es para que el calor no me afecte tanto, si quisiera presumir, me quitaría la camisa — respondió Ace riéndose un poco.

    — Yo no tendría problemas si lo hicieras — dijo Agustina mientras observaba la pelea a la distancia.

    Ese comentario hizo reír a todos, incluyendo a Thomas y a Ace, quienes ya no se mostraban con tantas ganas de pelear como antes, dado a que se estaban divirtiendo demasiado. Thomas decidió luchar igual. Pasó al ataque intentando conectar una patada en el hombro derecho de Ace. El soldado lo vio venir y saltó rápidamente al suelo, rodó y se puso a espaldas de Thomas, momento que aprovechó para darle un codazo en la espalda. El golpe fue muy fuerte y tomó a Thomas desprevenido, por lo que avanzó tres pasos hacia adelante estando a punto de caer. Ace corrió hacia él, pero antes de poder atacar, terminó recibiendo un rodillazo en el estómago de parte de Thomas, quien se volteó muy rápido para efectuar el ataque. El golpe provocó que se inclinara, por lo que Thomas quiso aprovechar esa ventaja para tirar a Ace al suelo y ganar la pelea. Cerró ambos puños y luego dirigió uno a cada hombro de Ace, con un intento de ponerlo de rodillas. Ace alcanzó a reaccionar a tiempo y logró bloquear el ataque usando sus manos y sujetando los puños de Thomas. Para no perder más tiempo, Ace cruzó sus manos, provocando que Thomas cruzara sus brazos también. Dio un giro a su derecha, dejando a Thomas detrás suyo, para, posteriormente, juntar ambas manos y darle un golpe en la espalda.

    Thomas se lastimó un poco con ese golpe. Ace entonces le dio una patada por detrás en la pierna a Thomas por encima de la rodilla, lo cual provocó que el soldado cayera al suelo. Ace se apresuró y le dio un codazo fuerte en el pecho, logrando evitar que Thomas se levantara, y así ganar la pelea. Thomas estaba muy frustrado con el resultado, dado a que creyó que podría tener más probabilidades de ganar. Pero luego se dio cuenta de que fue culpa suya el no haber entrenado antes.

    Richard, y todos los demás aplaudían a los dos soldados por la batalla. Ambos se pusieron los trajes de protección y luego se acercaron a la mesa para poder comer. La comida se llevó a cabo con tranquilidad, y luego de que todos terminaron, Richard les dijo que tenían que hablar sobre algo importante, y que se había olvidado de mencionarlo antes.

    — Escuchen, yo sé que dije que no volvería a elegir a ninguno de ustedes como líder de campo porque eso generaba más división que unión — explicaba el comandante — Pero Magnus insiste en que debemos tener un líder, en caso de que algo llegara a pasarme a mí. Como quiero evitar problemas, no voy a elegirlo yo, deberán hacerlo ustedes.

    — Yo no creo que deba votar — respondió Ace, tomando por sorpresa a todos.

    — ¿Por qué no? — preguntaba Erin muy curiosa por saber la decisión de Ace.

    — No he participado en muchas misiones como ustedes, y cuando lo hice, Julie fue mi compañera — respondió Ace recordando su única misión con ellos — No los he visto desempeñarse como equipo, ni tampoco como soldados de forma individual. Así que creo que no debería participar en una decisión como esta.

    — Eso quiere decir que habrá siete votos en total — decía Richard, dejando en claro que él tampoco iba a participar de la votación — Es muy difícil que haya un empate. Así que empiecen a debatir.

    — Ace debería ser nuestro líder — dijo Thomas una vez que Richard terminó de hablar — Él es el indicado para esto.

    — Yo estoy de acuerdo con Thomas — respondió Michael en un tono sincero — Ace es el mejor soldado que tenemos, y ya tiene experiencia en estas cosas. Él es perfecto para eso.

    Todos los demás estaban muy sorprendidos ante las palabras de Thomas y Michael. Ace estaba asombrado de que lo eligieran, pero quien se llevó la mayor sorpresa fue Richard. Ambos soldados habían discutido varias veces sobre quién de ellos debía ser el líder, y ahora, lo primero que habían hecho fue sugerir que alguien más debería serlo, incluso habían elegido a la misma persona.

    Thomas recordó lo ocurrido el día en que Black Meteor asesinó a Harold. Él buscó una estrategia para intentar recuperar a Julie, pero esa estrategia falló y su compañero fue asesinado. Sin mencionar que ese mismo día perdió su pelea con Ace. No era bueno para las estrategias, y tampoco era el mejor soldado, por lo que él fue el primero en descartarse como opción para ser el líder.

    Michael, por su parte, recordó las veces en que Ace lo derrotó siendo líder de Black Meteor. En total, se habían enfrentado unas tres veces, y dos fueron victorias para Ace. Además, cuando él logró ganar, no consiguió derrotar a Ace. Eso lo llevó a pensar que su nuevo compañero era una mejor opción.

    — Son dos votos para Ace hasta el momento — decía Richard a los demás.

    — Tres — Agustina agregó — Yo también creo que él debería ser el líder.

    La chica recordó el momento en el que Michael y Thomas se pusieron a discutir tras la desaparición de Julie. Esa escena le hizo darse cuenta de que Michael y Thomas no deberían encargarse de liderar al equipo. Y como Ace tenía experiencia, era la mejor opción.

    — Michael, ¿en serio no quieres ser nuestro líder? — preguntó Gwyn muy sorprendida de que él se resignara a serlo.

    — Ace es la mejor opción — respondió Michael algo apenado porque sentía que decepcionaba a Gwyn — Lo siento, Gwyn. Así son las cosas.

    — Recuerdo como nos guiaste en la base de Black Meteor — Devlin tomó la palabra — Básicamente tú nos hiciste salir de ahí con vida. Independientemente de lo que mi hermano opine, creo que eres la mejor opción.

    — Con eso, Ace lleva cuatro votos — respondió Richard, dando a entender que la votación ya estaba cerrada — ¿Alguna de ustedes no está de acuerdo con tener a Ace como líder?

    Ninguna de las otras tres chicas respondió o dio a entender que estaban incómodas con eso. A Erin no le gustaba la idea de tener a Devlin como líder. Aunque le agradaba y lo quería, creyó que sería mejor si solo se concentraba en estar con ella, y que liderar al equipo sería mucha presión para él. Zoey no tenía problemas con Michael como líder, pero si él mismo había admitido que Ace era la mejor opción, debía ser por algo. Gwyn estaba algo desalentada, dado a que creyó que el haber perdido a Julie le había quitado confianza a Michael, pero luego pensó que tal vez Michael no querría cargar con algo como eso otra vez. Si era su deseo, ella lo debía respetar.

    En vista de eso, Richard decidió nombrar a Ace como el líder del equipo. En caso de que algo llegara a sucederle, Ace debería encargarse de tomar las decisiones por el bien de sus compañeros. Al soldado que provenía de Black Meteor le resultó raro el ser nombrado como líder otra vez, pero luego recordó que fue para eso para lo que Morris lo había entrenado desde que era un niño. Viendo que estaba capacitado, y que tenía la confianza de sus compañeros, decidió aceptar la responsabilidad.

    — Bueno Ace, ya se ha dicho todo lo que se debía decir — le dijo Richard a su soldado — A partir de ahora, tú serás el líder del equipo si es que algo llega a sucederme.

    — Haré todo lo que esté a mi alcance para protegerlos, se lo aseguro — respondió Ace dispuesto a devolver la confianza que le habían mostrado — Si mis compañeros lo desean, entonces lo haré.

    Fue así que el asunto estaba cerrado. Richard creyó que la decisión del líder generaría un debate largo, pero todo terminó más rápido de lo que se había esperado.

    Habían comido algo tarde, y aunque no veían la luz del día en el interior de la nave, los soldados estaban muy cansados, sabiendo que se acercaba la hora de irse a dormir. Richard fue el primero en salir de la sala de entrenamiento para dirigirse a su puesto nuevamente. Mientras tanto, los demás soldados se dirigían a sus habitaciones.

    En medio del camino, Gwyn detuvo a Michael, cosa que lo sorprendió un poco.

    — Espera — le dijo la chica en voz baja para que nadie más que él lo escuchara.

    — ¿Qué ocurre? — preguntó Michael hablando igual que ella, creyendo que se trataría de algo importante.

    — Dejemos que todos los demás se vayan a sus habitaciones.

    De esa forma, los dos esperaron a que los demás entraran en sus respectivas habitaciones para dormir. Una vez que habían terminado, Gwyn tomó a Michael de las manos y lo llevó con ella hasta la última habitación. La chica abrió la puerta y entró, mientras que Michael decidió seguirla.

    — ¿Por qué vinimos aquí? — preguntaba Michael sin entender lo que pasaba.

    — Esta es la habitación más alejada de las otras — respondió Gwyn cerrando la puerta — Nadie podrá escucharnos aquí.

    Tras haber dicho esas palabras, Gwyn abrazó a Michael y le dio un beso en la boca, el cual lo tomó por sorpresa. Michael entonces entendió lo que Gwyn quería hacer. La chica se acercó a Michael para susurrarle algo al oído.

    — Michael, ¿quieres que tú y yo lo hagamos? — le preguntó Gwyn en un tono cariñoso y provocativo.

    — Gwyn, ¿estás segura de que quieres esto? — Michael estaba muy sorprendido de que su compañera actuara de esa manera.

    — No puedo estar más segura — le respondió mientras le mordía el labio inferior — Michael, yo sé perfectamente que eres a ti a quien amo, y sé que tú sientes lo mismo por mí, solo que no te has dado cuenta todavía. Es por eso que quiero hacerlo.

    — Entonces, así será… — respondió Michael hablando igual que ella.

    Michael sujetó a Gwyn con ambos brazos para darle un beso apasionado en la boca, el cual fue recibido con gusto por parte de la chica. Posteriormente, el soldado la llevo hasta la cama y ambos se acostaron en ella. Inmediatamente después de entrar, Michael empezó a quitarse el traje, quedando solo con el uniforme puesto. Gwyn hizo exactamente lo mismo que él. Con los trajes en el suelo, ambos empezaron a besarse apasionadamente llevando la ropa puesta. En medio de los besos, ellos se acariciaban el rostro el uno al otro. La ropa les estaba empezando a incomodar, por lo que Michael se quitó la chaqueta y la camisa, dejando su torso al descubierto. Gwyn imitó su acción, excepto que ella se dejó el sujetador puesto. Aún tenían algo de ropa encima, pero los besos y las caricias apasionadas continuaban.

    Con el correr de los segundos, ambos terminaron sin ropa, entregados totalmente el uno al otro.

    Aunque Gwyn le había dicho a Michael que fueran a la última habitación para que nadie los escuchara, Thomas, quien tenía asignada la octava habitación, había escuchado la mayor parte de todo eso. Sentía una incomodidad que no le había tocado sentir nunca antes en su vida. El escuchar a la chica que le gustaba junto con Michael, hizo que una furia ligera se apoderara de él. Al soldado no le agradaba ninguna de las dos cosas, pero supo que debía controlar la furia que sentía. La última vez que no lo hizo, tomó una decisión que desencadenó en la muerte de un compañero, por lo que lo mejor sería olvidarse de todo. Hizo su mayor esfuerzo para dormirse, a pesar de lo molesto que estaba.

    […]

    En el medio de un bosque espeso, donde la oscuridad de la noche no dejaba ver nada, dos chicos jóvenes corrían a la mayor velocidad que podían, mientras veían como unas cuatro luces los estaban persiguiendo desde atrás. Estos no podían ver casi nada, pero ese bosque era muy conocido para ellos, por lo que se las arreglaban muy bien para correr a través de él. Sin embargo, el correr de noche los hacía forzar la vista demasiado, por lo que se estaban cansando más que sus perseguidores.

    — ¡Sigue corriendo! — dijo uno de los chicos al ver que una de las luces estaba a menos de cuatro metros de distancia.

    — ¡No pienso par…

    Pero ese comentario fue detenido cuando el chico recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo terminó tirando al suelo. El golpe no fue contra una rama, si no que fue ocasionado por alguien. El otro chico se dio vuelta al escuchar el sonido del golpe, y viendo que su compañero fue alcanzado, decidió cambiar de rumbo para despistar a sus perseguidores. Sin embargo, al pasar al lado de un árbol, alguien le metió el pie, provocando que tropezara y se golpeara la cabeza en contra de otro árbol cercano. Su cara se había raspado por completo, y quedó un poco aturdido, pero a pesar de todo, quiso ponerse de pie. Una patada en el cuello provocó que cayera al suelo nuevamente, ahora algo más aturdido y adolorido. Sintió como alguien lo tomó y lo dio vuelta, para después empezar a golpearlo repetidas veces en el rostro con los puños. No pudo hacer nada para defenderse, y terminó quedando inconsciente de tantos golpes en la cabeza. Su atacante se detuvo al escuchar voces detrás suyo.

    — ¿Lo mataste, Stuart? — era la voz de Shun la que hablaba acercándose.

    — Está noqueado — respondió Stuart volteándose y viendo a Shun, el cual tenía una linterna — Pero respira. ¿Me lo dejas a mí?

    — Claro amigo, es todo tuyo — respondió Shun sonriendo un poco, cosa que Stuart notó a pesar de la oscuridad.

    Stuart levantó al chico y puso sus brazos alrededor de su cuello. Ejerció presión con ambos brazos, y luego dio un movimiento para quebrárselo. Eso fue suficiente para dejarlo sin vida. Tras haber matado a ese chico, Xander, Claire, y Grace se acercaron a los dos.

    — ¿Todo bien por aquí? — preguntó Xander a sus compañeros.

    — Muerto — le respondió Stuart alumbrándolo con su linterna — ¿Qué hay del otro?

    — Está en igualdad de condiciones — respondió Claire burlándose un poco de los soldados muertos — Esos eran los últimos.

    — Regresemos ahora con los demás — agregó Grace.

    Los cinco soldados salieron del bosque con las linternas y fueron hacia una pequeña base con una bodega en los alrededores. Más a lo lejos del lugar, se podía ver una playa libre de piedras con un submarino que se encontraba cerca de la costa. Había siete cadáveres alrededor de la base militar, y todos llevaban un uniforme de color negro con verde. Frans, Natasha, Brandon, Paul, y Casey estaban cargando varias cajas y llevándolas hacia un submarino que se encontraba cerca del lugar. Los soldados que defendían la base estaban muertos, y ahora los recursos le pertenecían a Black Meteor.

    — Deja que te ayude, mi amor — dijo Shun acercándose a Natasha para ayudarle a cargar una caja.

    — Gracias, Shun — le respondió ella en un tono dulce apreciando la ayuda.

    — No había visto soldados tan débiles en toda mi vida — decía Xander mientras ayudaba a cargar las cajas al submarino — Esos dos cobardes salieron huyendo en lugar de defender lo que era suyo. Pero ni siquiera intentaron defenderse.

    — Merecían la muerte, igual que sus compañeros — Stuart no ayudó a cargar las cajas, dado a que usaba la linterna para alumbrar el camino para sus compañeros — Míralo del lado positivo, ya hemos completado la misión.

    — Nos ha tomado dos meses más que el Zenith completarla — decía Casey mientras hacía fuerza para mover una caja hacia el submarino — Ellos ya nos llevan una clara ventaja.

    — Y recuerden que aun debemos entregar estos recursos al país — le contestó el comandante Frans — Abel tiene muchas cosas que preparar todavía, por lo que ellos seguirán ganando ventaja hasta que nosotros terminemos.

    — Sea como sea, hemos acortado la distancia entre nosotros — respondía Brandon, cargando sin problemas una caja pesada — Solo será cuestión de tiempo a que los alcancemos.

    El comandante Frans y los nueve soldados cargaron en el submarino todos los recursos que necesitaban llevar a Black Meteor. Con el ataque a esa base militar, su misión de recolección finalmente estaba completa. Una vez que habían cargado todo en el submarino, todos subieron al interior del vehículo marítimo. El comandante Frans hizo que se sumergiera en el agua, y luego de eso, el submarino emprendió el viaje de regreso hacia Black Meteor. Tendrían unas seis horas de viaje aproximadamente, lo cual quería decir que llegarían durante la madrugada del día siguiente. Frans les dio a sus soldados el tiempo libre para que hicieran lo que más les gustara.

    Stuart, Brandon, Grace, y Casey se fueron a dormir, dado a que estar debajo del agua ya no era interesante para ellos después de haberse dirigido a varios países a saquear recursos. Creyeron que iban a aburrirse si se quedaban despiertos, por lo que decidieron aprovechar el tiempo para irse a dormir. Paul quería hablar con Casey. En todos esos días, ella lo había estado evitando, y dado a que tenían que cumplir con la misión, él no podía insistir demasiado. Fue por eso que quería aprovechar ese momento para hablar con ella. Sin embargo, se encontró con una gran frustración cuando vio que ella estaba dormida. El soldado estaba harto de que ella encontrara siempre la forma de evitarlo. Ni siquiera le daba tiempo a hablar con ella un segundo. Su paciencia disminuía cada día, lo cual lo llevó a pensar que debería buscar alguna forma de llamar su atención, dado a que ella siempre se alejaba de él.

    Xander y Claire estaban juntos en una habitación. Ellos eran pareja desde mucho antes, y se llevaban realmente bien. Claire estaba recostada encima de Xander, quien no dejaba de sonreírle a su novia, lo cual ella correspondía.

    — De alguna manera, te vez más hermosa cada día — le decía Xander en un tono bajo para que nadie pudiera escucharlos hablar.

    — Gracias amor — Claire le respondió para después darle un beso — ¿Te gustaría que nos divirtiéramos un poco?

    — Este submarino no me parece el lugar indicado, esperemos hasta llegar a la superficie — respondió Xander acariciando el rostro de su novia — Después de todo, Frans le puede llevar las cosas a Abel por su cuenta. Dudo que nos necesite para eso.

    — Realmente no puedo creer que los demás no hayan podido completar la misión hace dos meses — Claire veía el saqueo de recursos como una misión muy simple — ¿Puedes creer que tuviéramos que venir hasta aquí por nuestra cuenta para ayudarlos?

    — No es culpa suya, solo tuvieron un mal líder — le respondió Xander mostrando su punto de vista — Ace no supo cómo liderarlos correctamente, y eso los llevó a una derrota inevitable. Creo que su padre se entusiasmó demasiado al darle una responsabilidad como esa a un novato como él. Y para colmo, él los terminó traicionando al final. Estaba claro que solo recibió ese puesto porque su padre era el comandante de dicha misión. Estoy seguro de que, si me hubieran enviado a mí, yo los habría hecho ganar como mínimo en el tercer encuentro con el Zenith. El niño adoptado tuvo varios encuentros con el enemigo y no logró matar a nadie, si me preguntas a mí, eso es ser un fracaso.

    — Tú seguro lo habrías hecho mejor que él — Claire se recostaba sobre el pecho de Xander — ¿No te gustaría poder encontrarlo en el espacio exterior y darle una paliza por tu cuenta?

    — Solo si el resto de sus compañeros lo observa — Xander hablaba con un tono muy arrogante.

    — Típico de ti, te encanta humillar a los demás en público — Claire hablaba en un tono provocador — Y a mí me gusta verte hacerlo.

    Ambos soldados empezaron a besarse luego de terminar su charla. Sin embargo, dado a que no les agradaba mucho la idea de tener relaciones en un submarino, no avanzaron las cosas más que eso.

    Shun fue a ver a Natasha en su habitación. La chica estaba recostada sobre su cama, lista para irse a dormir, cuando su compañero entró ella levantó la cabeza para mirarlo.

    — Oh, ¿estabas por irte a dormir? — le preguntó Shun bajando la voz.

    — Sí, pero entra de todos modos — le respondió ella sentándose sobre la cama.

    Shun obedeció lo que ella le había dicho y luego se sentó al lado de Natasha. Antes de empezar a hablar con ella, el soldado puso su brazo alrededor del hombro de la chica. Ella inclinó un poco la cabeza apoyándola sobre el hombro de Shun.

    — ¿Cómo te encuentras? — preguntó Shun hablando suavemente — Vi que uno de esos soldados te dio un golpe en la cabeza, ¿te sientes bien?

    — Estoy bien, Shun, gracias — le respondió Natasha dándole un beso en la mejilla a su novio — Me alegra que te preocupes así por mí.

    — Dime, quería preguntarte esto hace tiempo, pero no sabía si estarías lista para responder — le decía Shun, logrando que Natasha se fijara en él — ¿Ace te hacía esta clase de preguntas cuando estabas con él?

    — No… — Natasha respondió algo desanimada — Ahora que lo pienso, no. No lo hizo.

    — Ya veo. Entonces, él salió con su discurso de “no saldré contigo porque tengo que impresionar a mi papá” solo para usarlo como excusa para no darte atención. Me estás diciendo que él no se acercaba a ti, ni te preguntaba cómo estabas después de una misión.

    — No. No lo hacía.

    — Eso es porque él no te amaba, tal vez tú le gustabas, pero eso sería lo más que él podría sentir por ti — Shun tomó la mano de Natasha — En cambio, yo… Natasha, eres hermosa. Creo que me enamoré de ti desde el primer momento en el que te vi. Eres una persona que no se aferra a otras personas. Eso fue lo que captó mi atención en primer lugar, que tú eras una chica fuerte. Por eso me dolió ver que te viniste abajo cuando Ace nos abandonó, y que hayas seguido así un tiempo después de que se fue. Es por eso que estoy intentando que te olvides definitivamente de él. Ahora, él está con el Zenith, y estoy seguro de que ya no se acuerda de ti. Tú también deberías hacer lo mismo.

    — Sí, creo que tienes razón — Natasha abrazó a Shun, cosa que tomó por sorpresa al soldado — Gracias, Shun… Gracias por cuidar así de mí.

    — Te amo, Natasha — le decía Shun mientras la miraba a los ojos — Siempre te voy a cuidar. Cada vez que lo necesites…

    Pero antes de que pudiera continuar con lo que iba a decir, Natasha le dio un beso a Shun en la boca. Él entonces abrazó a Natasha y empezó a corresponder el beso. Ambos soldados se recostaron sobre la cama, empezando a besarse cada vez más con más pasión. Shun colocó sus brazos alrededor de la cintura de Natasha, mientras ella envolvía el cuello de su compañero con sus brazos. Shun estaba muy satisfecho con lo que había conseguido en esos dos meses junto a Natasha. Finalmente, la chica que tanto le gustaba se había olvidado por completo de Ace y se había fijado en él. Eso, sumado al hecho de que finalmente tenían los recursos que necesitaban para que Black Meteor pudiera ir al espacio, convirtieron a ese día en uno de los mejores para Shun.

    El submarino seguía su rumbo de vuelta hacia Black Meteor. Frans ya había avisado a Abel sobre el éxito en la misión, por lo que, lo único que quedaba por hacer antes de viajar al espacio sería terminar de preparar las naves. Sin embargo, el Zenith seguía teniendo una ventaja clara sobre ellos.
     
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  10.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola, paso comentar el capítulo.

    Quiero decirte que me gusta mucho esta nueva temporada, sé que dijiste que no deberíamos esperar unos capítulos épicos, pero la verdad que están muy logrados, lo que ayuda a disfrutarlos aún más a pesar que no contengan mucha acción.

    Me va encantando la amistad que va creciendo entre los chicos del Zenith y Ace, en especial tras todo lo que hizo cuando estaba con B.M. La escena antes del inicio de la batalla entre Ace y Thomas me agradó bastante, logré sentir muy bien el ambiente que se puede respirar entre ellos. Y debo admitir que me sorprendió de igual manera, que todos eligieran a Ace como su líder en caso de que a Richard le ocurriera algo, sobretodo que fuera Thomas y Michael los que opinaran primero al respecto.

    Respecto a B.M. debo decir que me alegra que hayan logrado obtener los recursos. Sinceramente, no esperaba que se mostraran misiones como en la parte I, y el hecho de que obtuvieran los recursos tan rápido le ha dado un pequeño plus a la historia que le hacía falta. Por lo visto aquí, se nota a un B.M. más despiadado que antes, y claramente no les importa en absoluto la vida de sus enemigos con tal de obtener lo que desea. Cada vez están más cerca de anivelar la balanza entre ellos y el Zenith.

    No tengo comentarios de la relación de Michael y Gwin, y mucho menos de la de Shun y Natasha, bien por ellos, la verdad. Es agradable que tenga su momento tras todo lo que han vivido, aunque el más suertudo de todos ha sido Shun, ese tío le está saliendo todo a pedir de boca. Estaré más pendiente de su desarrollo a partir de ahora, te lo aseguro, ya que es uno de mis personajes preferidos, como bien ya sabes.

    Espero que no me dé un ataque cuando lleguen los mejores capítulos de esta temporada, pero por si acaso, ya tengo listo mí seguro de vida XD. Lo único que me queda por decir es que espero el siguiente con muchas ansias. Nos vemos la próxima oportunidad, saludos.
     
    Última edición: 4 Mayo 2018
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  11.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Concuerdo totalmente con Zurel. Pese a que has indicado que los capítulos no serán la gran cosa, están muy bien llevados y muy cómodos de leer, además que las interacciones entre miembros de cada grupo reflejan sus estados de ánimo. Pasaré a comentar lo que más me ha impactado.

    Veo que Zenith está en su mejor momento, sinceramente. Se les ve muy bien y como dice aquí Zurel, la escena de la pelea Ace vs Thomas y las risas de sus compañeros ha estado muy bien contada. Casi podía imaginarme que estaba allí con ellos. Te felicito por eso, para mi ha sido el mejor momento del capítulo. Por otro lado, la relación entre Michael y Gwyn se está consolidando, y aunque me ha sorprendido, también esperaba algo así entre ambos hace tiempo. Me sabe mal por Thomas, ojalá encuentre otra cosa en la que distraerse para no pensar en Gwyn.

    Me ha sorprendido muchísimo que Ace haya sido confirmado como líder de su grupo, no lo esperaba pero lo veo lógico. Aunque ya sabes que es mi personaje favorito, creo que es el indicado aunque no me gustase. Me alegra que sus compañeros lo reconozcan y se lleven bien con él.

    Ay, Black Meteor. Pienso igual que Zurel (sí, lo sé, ya lo he dicho XD), se les ve un grupo de despiadados asesinos. Ahora dan mucho más miedo que el Zenith y contrasta claramente con ese grupo. BM parece más brutal y Zenith ahora mismo es un cuento feliz XD aunque se verá de que pasta están hechos cuando confronten alguna situación peligrosa.

    Xander y Claire me parecen unos psicópatas, en serio :v sinceramente, son junto a Stuart los personajes más brutales a mi parecer por el momento. Esos tres están locos, aunque Stuart lo ha demostrado más. Espero que éste último muera, y los dos nuevos no me están agradando por su forma de ser (aunque como personajes están geniales). Y pobre Paul, Casey no le hace caso XD debe estar hasta los huevos. Pero me es indiferente ese tipo, solo piensa en ella y en culpar a su grupo de los errores del pasado.

    Por último, lo ocurrido entre Natasha y Shun. Ya sabes que Shun no me gusta nada, lo veo como un tipo aprovechado y solo de imaginármelo con Natasha me da rabia, por el simple hecho de que a mi juicio, no ha hecho nada para merecerla, solo tomar su oportunidad en cuanto la tuvo. Es normal que la relación entre ambos vaya bien considerando que Ace y Natasha no iniciaron la relación tan pronto y no estuvieron tanto tiempo juntos, Natasha y Shun han tenido dos meses para conocerse e iniciar algo. Sigo odiando a Shun y veo a Natasha como si quisiera que la protegieran. A mi parecer, ha bajado un poco sus prestaciones al grupo y la comienzo a ver como un personaje más.

    Sin más que añadir, te felicito porque pese a no ser épicos, están geniales y entretienen. Hasta el próximo :D
     
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  12.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
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    Por fin xD. No tengo mucho que decir que no hayan dicho ya la verdad, me ha gustado todo el capítulo pero especialmente el espacio. 45 años jajajajaja, el entrenamiento y Ace presumiendo de cuerpo serrano jeje. Me encanta tu forma de narrar el combate y me he imaginado la escena en todo momento al igual que la nave con su tecnologia más puntera.

    Tengo ganas de ver que se encuentran en el espacio, que criaturas, personas y profundizar mas en la trama. Las personalidades de los nuevos y su actitud en su misión me encanta, espero poder ver más de estos y se que lo traeras jejeje.

    No hay mucho más que decir, a mi me cuesta un mundo comentar y leer fics largos xD. Pero 10/10 :D
     
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  13.  
    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    Buenas, me ha gustado toda la historia que llevas hasta el momento (si me he leído la primera parte XD).

    Buena historia, buena narración, buenos personajes (creo que deducirás cual es mi favorito xd)...
    No soy del tipo de realizar comentario largos, pero me gusta hacer saber al autor que me gusta.

    Si te soy sincero en cuando vi que eran capítulos muy largos me eche atrás (tranquilo que es problema mio xd), pero decidí darle una oportunidad y me alegro, aunque creo que con tus historia y las de Poikachum tengo el cupo de fics largos muy cubierto xd

    ¡¡¡Animo y sigue asi!!!
     
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  14.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Hola. Es agradable sumar un lector más para la historia. Ayer vi las alertas en la parte I, y asumí que si habías llegado hasta el capítulo 5, la ibas a terminar. Pero no esperaba que te leyeras los otros 25 capítulos en un solo día XD.

    La verdad es que no tengo idea de cual es tu personaje favorito. Tendrás que decírmelo porque no lo puedo deducir XD.

    Me alegra mucho que el gran número de capítulos no te haya asustado y que le hayas dado la oportunidad a la historia. Bueno, espero que el resto de capítulos que vienen también sean de tu agrado. Como ya te habrás dado cuenta, la publicación es semanal, lo que quiere decir que el viernes (salvo que me ocurra algo, ojalá que no pase) publicaré el siguiente capítulo.

    Nos estamos viendo. Saludos.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Escritor
    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    5664
    Saludos. Ahora voy a publicar el cuarto capítulo de esta segunda parte, y el que será el último capítulo de transición o explicativo, por así decirlo. La acción regresará en el próximo capítulo, pero antes, queda que lean este. La verdad es que espero que les guste, porque a mí me ha gustado mucho. De los capítulos más tranquilos que ha tenido la parte II, este es el que más me gustó de todos ellos, y espero que ustedes sientan lo mismo.

    Sin más nada que decir, a parte de agradecerles a todos los que hayan llegado hasta aquí con la lectura, les dejo el capítulo.


    Vida detectada:


    El submarino de Black Meteor se encontraba en absoluto silencio. El comandante Frans era el único que estaba despierto en ese momento. El resto de sus soldados descansaban tranquilamente tras haber cumplido definitivamente la misión del saqueo de recursos. Entrar al país fue difícil, pero gracias al submarino y a su experiencia en la marina de antes de la catástrofe, no supuso un problema mayor del que era. Burlaron las defensas del país con suma facilidad, y una vez que estuvieron en tierra firme, nadie pudo frenarlos. Todos los recursos que Black Meteor no había logrado saquear hace dos meses ahora estaban en el vehículo marítimo.

    Frans se dio cuenta por el radar que ya estaban llegando hacia Black Meteor, y que el submarino pronto saldría a la superficie. Sería lo mejor despertar a sus soldados ahora, para que fueran despabilándose un poco antes de ayudar a descargar las cosas del submarino. De esa forma, el comandante hizo sonar una alarma que despertó a todos los soldados, dándoles a entender que debían estar por llegar de vuelta a su país.

    Stuart se levantó primero, y sin fijarse si alguien más se había despertado, decidió ir con el comandante. Grace, y Paul fueron los siguientes en despertar y en llegar hasta el lugar. Xander y Claire fueron los próximos.

    Shun había despertado unos pocos minutos después de que la alarma sonó. A pesar de haber dormido unas horas, se encontraba cansado. Natasha estaba durmiendo junto a él, pero despertó unos segundos después de que el soldado abriera los ojos.

    — Hey, buenos días — le decía Shun en un tono cariñoso a su novia — ¿Dormiste bien?

    — Claro, ¿qué hay de ti? — le preguntó Natasha — Sé que estas camas no son demasiado grandes como para que dos personas duerman aquí.

    — Mientras pueda pasar el tiempo contigo, no importa — Shun le dio un beso en la frente — Vamos, tenemos que vestirnos y reunirnos con los demás.

    Ambos soldados se levantaron de la cama y se vistieron por completo. Una vez que ya estaba todo listo, fueron a encontrarse con sus compañeros. Cuando llegaron, todos los demás ya estaban reunidos allí. Ellos habían sido los últimos.

    — Parece que tuvieron diversión anoche — Casey se burlaba de ellos.

    — ¿Cómo lo supiste? — preguntó Shun sin poder creer que ellos se enteraran.

    — Están demasiado despeinados — respondió Brandon mirando a sus compañeros — Y se nota que sus uniformes estaban en el suelo.

    — Son malos para escondernos las cosas — les decía Xander a ambos.

    — Ya basta de hablar de esas cosas — les decía Frans cortando la conversación de sus soldados — Llegaremos al país en unos cinco minutos. Abel nos va a estar esperando con varios camiones para cargar todo lo que trajimos. Así que vayan preparándose para el trabajo.

    Con esas palabras, los soldados fueron al depósito en donde habían guardado las cosas. Una vez que el submarino saliera a la superficie, iban a descargar todo lo que habían traído. Mientras esperaban, Paul se acercó a Shun para susurrarle algo.

    — Shun, escucha — Paul hablaba tan bajo que incluso al mismo Shun le costó escucharlo — Cuando terminemos con todo esto, ¿podrías hablar conmigo?

    — ¿Sobre qué? — susurraba Shun, aunque sin saber por qué lo hacía.

    — Dije que cuando terminemos con todo esto — respondió Paul siguiendo con su tono bajo.

    — Está bien. Apenas terminemos, ven a verme.

    Paul estaba más tranquilo ahora que sabía que podría hablar con su compañero. Los cinco minutos pasaron, y el submarino finalmente logró llegar hasta el país. Frans hizo que el submarino saliera de abajo del agua, y lo primero que vio fue a varias luces y faroles iluminando el lugar. El sol aún no había salido, y por lo que se veía, le tomaría un buen rato. Abel se encontraba allí, junto a varias personas y un par de camiones para descargar todo.

    El submarino abrió la compuerta y los soldados empezaron a bajar de ahí con cajas en donde habían guardado los recursos saqueados. Los hombres que acompañaban a Abel ayudaron a cargar las cosas en el camión, agilizando la labor para que no tomara más tiempo del necesario. En menos de veinte minutos, todos los recursos ya se encontraban arriba de los camiones. Dos conductores se subieron y se los llevaron, probablemente a una central espacial. Abel se acercó para hablar con los soldados.

    — Lo han conseguido, finalmente — el líder del país hizo énfasis en esa palabra — Zenith ha viajado al espacio con todos los recursos que nos ha robado a nosotros y a otros países más débiles. Ahora es nuestro turno de hacer lo mismo. Empezaré los preparativos ahora mismo, y de esa manera, el mes próximo empezaremos el viaje.

    — ¿Solo un mes? — preguntó Casey algo asombrada de que Black Meteor estuviera tan preparado para llevar a cabo el viaje al espacio.

    — No necesitamos más tiempo, con un mes será más que suficientes — le respondió Abel — Pero es necesario que todo salga bien en el transcurso de este mes. Si llegamos a tener un problema, eso nos podría retrasar.

    — ¿Qué ocurrirá con el resto de nosotros? — preguntaba Xander hablando con confianza ante el líder del país.

    — Pueden hacer lo que quieran hasta que yo los vuelva a llamar — le respondió Abel muy seriamente — Con una condición: que no dejen de entrenar. Ustedes son los mejores soldados que tiene el país, lo que quiere decir que van a viajar al espacio. Así que será mejor que mantengan el entrenamiento desde hoy hasta el mes que viene.

    — Estoy seguro de que lo harán, el espacio es un lugar que seguro estará lleno de peligros — el comandante Frans buscaba alentarlos a entrenar con sus palabras — Quién sabe qué cosas nos podríamos encontrar allí.

    — Por eso mismo necesito que se mantengan en entrenamiento constante — Abel repetía lo que dijo al principio — Si quieren asegurar su supervivencia, será mejor que se pongan a entrenar ya mismo.

    — Yo me llevaré el submarino de regreso a la base naval — le indicaba Frans a los demás soldados — Así que no me esperen.

    Abel se marchó del lugar en la misma dirección que se habían ido los camiones. Frans volvió a subirse a su submarino, y luego lo puso en marcha para llevárselo de regreso a la base naval, puesto que ya no sería necesario su uso nuevamente. Los soldados se marcharían a la base militar que se encontraba cerca del lugar, en donde iban a descansar un poco más antes de que se hiciera de día. Luego verían como se organizaban.

    Al llegar a la base militar, Paul tomó a Shun del brazo, recordándole que tenía que hablar con él. El resto de soldados se marcharon a sus dormitorios para ponerse a descansar como era debido. Shun estaba cansado, por lo que intentaría que la conversación con su amigo fuera lo más rápida y fluida posible.

    — ¿De qué querías hablarme? — preguntó Shun algo cansado, haciéndole ver a Paul que debía hablar rápido.

    — Quiero pedirte un consejo — respondió el soldado.

    — ¿Un consejo? — a Shun le parecía algo raro y repentino de parte de Paul — ¿Sobre qué?

    — Es…sobre Casey — respondió Paul algo avergonzado.

    — ¿Y yo que tengo que ver con ella? — preguntó Shun sin entender nada por el momento.

    — Nada, tú no tienes nada que ver con ella — le respondió Paul empezando a explicarse — Quiero que ella sea mi novia, pero hasta ahora, ni siquiera se fija en mí. Cada vez que le hablo, ella me evita. Como si yo le molestara.

    — Pues tal vez, eso quiere decir que no le gustas — respondió Shun sin saber qué consejo podría darle a su amigo con eso.

    — Ya sé, ya pensé en eso — Paul se impacientaba un poco porque sentía que Shun no lo entendía — Pero tú lograste que Natasha se fijara en ti, y ella estaba perdida por Ace. Yo creí que ella nunca se fijaría en ti, pero lograste convencerla de que salga contigo. Es más, tú y ella durmieron juntos la última noche. Quiero que me digas que fue lo que hiciste.

    Shun estaba muy asombrado de que Paul le estuviera hablando de algo así. Creyó que su compañero tendría algo incomodándole, pero no imaginaba que hubiera recurrido a él para hablar de algo así.

    — Xander y Claire fueron pareja mucho antes que yo y Natasha — le decía Shun — ¿Por qué esperaste demasiado tiempo para preguntarme esto a mí? ¿Por qué no le preguntaste nada a él?

    — Porque Claire está enamorada de él, y no tiene caso que le pregunte lo que hizo — respondió Paul haciendo que Shun pensara en ese aspecto — Pero Natasha no quería saber nada de ti. Recuerdo que el primer día de la misión ella te gritó cuando te le acercaste. Me servirá más un consejo tuyo que un consejo de él.

    — Me aproveché de un momento de debilidad suyo — respondió Shun muy poco orgulloso de lo que decía — Cuando Ace la abandonó, ella quedó muy afectada. Esa fue mi oportunidad para acercarme a ella. Aproveché que se encontraba mal para ganarme su confianza y demostrarle lo que sentía por ella. No me gustó tener que recurrir a eso, pero es lo que hice. Si Casey no se interesa en ti, deberás aprovechar un momento en el que ella no se sienta bien.

    — Genial, probablemente tendré que esperar unos dos años más para eso — se quejaba Paul, creyendo que Shun le daría un mejor consejo.

    — Nos van a enviar al espacio el mes que viene, así que intenta preparar algo para cuando llegue ese momento — Shun se dio la vuelta y se dirigía a su habitación — No tengo más consejos para darte, Paul. Pero lo que te dije debería ser suficiente.

    Paul sabía que sería muy difícil lograr que Casey se fijara en él. Aunque la estrategia de Shun no era del todo mala. Y había olvidado por completo que el próximo mes se irían al espacio, probablemente tendría mejor suerte allí. Al soldado no le gustaba esperar, dado a que había intentado convencer a Casey de salir con él cuando aún estaban en su primera misión, pero si no era paciente, no llegaría a ningún lado.

    El soldado decidió irse a dormir, ya que aún seguía muy cansado entre el combate y el viaje de regreso al país.

    […]

    Habían pasado unas ocho horas desde que el equipo del Zenith se había ido a dormir. Los soldados ya habían descansado lo suficiente, y ya comenzaban a despertarse. Thomas fue el primero en despertarse. Después de haber escuchado a Gwyn y a Michael, no quería cruzarse con nadie, al menos no por el momento. El soldado abrió la puerta, y al ver que no había nadie cerca, se fue caminando muy rápido a la sala de comandos para encontrarse con Richard.

    Ace fue el segundo que se levantó. Escuchó unos pasos rápidos fuera de su habitación, lo que le hizo pensar que algunos de sus compañeros probablemente ya estarían despiertos. El líder del equipo salió de su habitación, listo para irse a la sala de comandos para reunirse con los demás. Mientras caminaba por los pasillos, Agustina salió de su habitación, encontrándose con él.

    — Buenos días — saludó el líder a su compañera, creyendo que sería lo mejor para todos que se mostrara preocupado por los demás — ¿Cómo dormiste?

    — No es tan cómoda como mi cama, pero no me puedo quejar — respondió Agustina haciendo reír a Ace — Imagino que me acostumbraré con el correr de los días.

    — Es mucho mejor que la que tenía en la base militar — respondió Ace, que empezaba a recordar un momento del día de ayer — Dime, hay algo que quiero preguntarte.

    — ¿Qué es? — preguntó Agustina algo curiosa por saber de qué querría hablar Ace.

    — Ayer, cuando elegían al líder del equipo, tú fuiste la tercera en votar, y decidiste votar por mí — le decía Ace — Creo saber por qué Thomas, Michael, y Devlin decidieron votar por mí. Pero no tengo idea de por qué tú lo hiciste.

    — Te elegí porque eres la mejor opción — le respondió Agustina llamando la atención de Ace — Cuando Julie desapareció y fue capturada por ustedes, Thomas y Michael empezaron a pelear. Esa conducta no me gustó para nada, en ninguno de los dos. No recuerdo quien empezó la pelea, pero era obvio que era por el liderazgo. Verlos a ellos pelear por algo así cuando una compañera estaba desaparecida me dio malas impresiones de ambos. No son malas personas ni malos soldados, pero creo que el puesto de líder les queda fuera de alcance.

    — ¿Pero por qué yo? — Ace entendía una parte de lo que ella narraba, pero aún había algo que debía entender — Apenas me conoces como para elegirme como líder.

    — Devlin nunca ha demostrado la personalidad suficiente como para ser el líder — le explicaba su compañera — Y las otras chicas tampoco lo han hecho. Aún recuerdo el día en que tú, Natasha y Stuart nos ganaron a mí, a Michael, a Devlin y a Julie. Eran tres contra cuatro, y nosotros perdimos. Creo que eso habla muy bien de tu capacidad de liderazgo. Además, cuando te nos uniste, nunca pediste ser el líder del equipo, demostrando que no te pasará lo mismo que a Thomas o a Michael si no te eligen para eso.

    — Vaya, no tenía idea que pensaras de esa forma — respondió Ace muy asombrado, dado a que no se dio cuenta de que había actuado de esa manera — Intentaré demostrarte que puedo ser confiable.

    — Ya lo has demostrado — le respondió Agustina sonriéndole a su compañero — Confío en ti más que en cualquiera.

    Antes de que Ace pudiera responder, Zoey abrió la puerta de su habitación, encontrándose con sus compañeros hablando en el pasillo. Ella no escuchó nada de lo que estaban hablando, por lo que, al ver a sus dos compañeros juntos, ella mostró una sonrisa pícara. Ninguno de los dos vio ese gesto, por lo que simplemente la saludaron.

    — ¿Cómo dormiste, Zoey? — preguntó Ace a su compañera.

    — Fue un sueño agradable — respondió la chica sorprendiendo a los otros dos — El dormir sabiendo que estoy en el espacio exterior me produce una tranquilidad que no puedo explicar de dónde viene. ¿Ustedes sienten lo mismo?

    — No — respondió Agustina mirando a Ace — ¿Y tú?

    — No me había puesto a pensar en eso — respondió el soldado mirando las cosas desde el punto de vista de Zoey.

    — Desearía que esta misión no terminara nunca, me gusta la sensación de estar en el espacio — respondía Zoey sonriendo al pensar en eso — Aunque, si llegamos a encontrar otros planetas similares a la Tierra, podríamos establecer a gran parte de la población en dichos planetas. Sería interesante ver como la humanidad se adapta a eso.

    — Antes de pensar en esas cosas, debemos averiguar cómo se originó la catástrofe — Ace hablaba con seriedad — Si llega a repetirse, la humanidad podría desaparecer. No sabemos si el resto de planetas fueron golpeados por algo así, y el mover la población a otro planeta podría ser un error fatal. Sea como sea, esto no puede volver a pasar.

    Zoey bajó la cabeza algo apenada por no haberse tomado la misión o la catástrofe de manera seria. Ella recordó lo que sus compañeros le habían contado sobre Ace. Él había perdido a sus padres en la catástrofe, y terminó en manos de un hombre que lo despreció y lo engañó toda su vida. Estaba claro que Ace tenía más de un motivo para tomarse las cosas en serio, por lo que decidió que ella también lo haría a partir de ahora.

    — Será mejor ir a ver a los demás — les decía Ace a ambas chicas.

    El soldado empezó a caminar al frente de ambas. Mientras caminaban, Zoey golpeó suavemente el hombro de Agustina con su codo, llamándole la atención. Su compañera la miró algo sorprendida, y fue ahí cuando Zoey movió la cabeza apuntándole a Ace. Aunque no había dicho una palabra, Agustina entendió lo que ella quiso decir, provocando que se sonrojara un poco. Zoey rio al ver la reacción de su compañera.

    Devlin tardó dos minutos más que el resto en despertarse. Lo primero que hizo fue ir hacia la habitación de Erin para despertarla. Ella mostraba una sensación de tranquilidad al estar dormida, por lo que a Devlin le hizo sentir mal el tener que despertarla. Sin embargo, quería ir a desayunar, y quería que ella fuera con él, por lo que insistió.

    — Arriba, hermosa, arriba — decía mientras sacudía su cuerpo para despertarla.

    — ¿Devlin? — Erin estaba muy cansada todavía — ¿Hay que levantarse?

    — Quiero que desayunemos juntos — le respondió el soldado, provocando que ella se sonroje — Así que vine a despertarte. Si es que quieres…

    — Claro que quiero — le respondió ella sentándose sobre la cama, y levantándose de ella dos segundos después — Gracias por avisarme — tras decir esas palabras, Erin le dio un abrazo a su novio.

    — No es la gran cosa — respondió Devlin correspondiendo el abrazo — Vamos ya. Tal vez los demás nos estén esperando.

    Erin tomó la mano de su novio y ambos fueron caminando hacia la sala de comandos. Antes de ir a desayunar, tendrían que ver si Richard se encontraba despierto.

    Michael y Gwyn fueron los últimos en despertar. Como si estuvieran conectados de alguna forma, los dos se despertaron al mismo tiempo. La noche anterior había sido movida para ellos, pero a pesar de todo, estaban perfectamente descansados.

    — Espero poder despertarme contigo todos los días — le decía Gwyn mientras besaba el cuello de su novio.

    — Dime, Gwyn… — Michael sentía un poco de vergüenza por lo que iba a decir — Nunca había hecho algo así antes. Y quiero saber algo. ¿Te gustó?

    Gwyn se rio un poco al ver que Michael le había hecho una pregunta como esa. Ella se acercó a él y le dio un beso en la boca. Michael no sabía cómo interpretar esa respuesta.

    — Claro que me gustó — respondió Gwyn sonriéndole a su compañero — ¿Qué hay de ti?

    — Me gustó mucho estar contigo, por eso quería preguntarlo — le respondió Michael a ella.

    — Dime, ¿crees que podríamos empezar una relación ahora? — le preguntaba Gwyn — ¿Convertir lo que tenemos en un noviazgo oficial?

    — Aun no — le respondió Michael dejando algo triste a Gwyn — Pero no te preocupes, Gwyn. Cuando menos te lo esperes, seré yo el que te pida que seas mi novia.

    — No puedo esperar para que llegue ese día — le respondió la chica dándole un abrazo — Será mejor que vayamos a ver a los demás.

    Michael y Gwyn fueron los últimos en llegar a la sala de comandos. Allí vieron que todos sus compañeros ya estaban despiertos, por lo que eran los últimos en llegar. Cuando entraron, Thomas bajó la cabeza muy apenado. Gwyn se veía feliz con Michael, y estaba claro que ella lo quería. Le gustaría poder hacer algo al respecto, pero cada vez que pensaba en eso, solo podía recordar a Julie y a Harold cayendo en la trampa de Black Meteor. Ahora estaban todos en una nave espacial, en donde no corrían peligro alguno, pero no se sentía lo suficientemente seguro como para intentar algo como eso. Tendría que aceptar que la chica que le gustaba no estaba interesada en él, por más que le pese.

    Richard les informó a sus soldados que dentro de unas pocas horas saldrían del Sistema Solar, y que, cuando eso ocurriera, los quería a todos despiertos. Los soldados accedieron, por lo que habían tomado la decisión de irse a dormir mucho más temprano ese día.

    Al igual que el día anterior, el comandante y los ocho soldados desayunaron juntos en el comedor que habían montado en la sala de entrenamiento. Aparentemente, todos tenían hambre, por lo que comieron en silencio. El desayuno fue una comida muy abundante, lo cual les permitiría a todos llegar hasta la cena sin tener que comer en el medio. Eso era hecho para ahorrar alimentos y bebidas. No parecía mucho en el momento, pero ahorrar un poco cada día, haría que las provisiones duraran más tiempo de lo que Magnus había establecido.

    Tras haber desayunado, Michael sugirió a su hermano que debían entrenar, dado a que el día anterior no lo habían hecho. Devlin accedió, y Gwyn y Erin decidieron participar. Ace, Agustina y Zoey ya habían entrenado ayer, por lo que no empezarían su entrenamiento tan temprano. Iban a darse una vuelta por la sala más tarde, pero por el momento iban a descansar. Thomas, apenas terminó de desayunar, se levantó y se fue del lugar. Richard sentía que algo raro pasaba con él, por lo que decidió seguirlo.

    Encontró a su soldado en la sala de comandos, mirando el universo a través de una pantalla. Él parecía tener la mirada perdida, como si estuviera buscando algo. Richard supo que algo le pasaba, por lo que fue a hablar directamente con él.

    — Thomas, ¿estás bien? — preguntó el comandante — Te noto algo extraño. Ayer tenías un gran entusiasmo en la pelea, y ahora te siento decaído. ¿Estás enfermo?

    — No — respondió Thomas sin mirarlo fijamente — Solo… ayer pensé en Harold y en Julie — si bien, eso no era una mentira dado a que Thomas pensó en ellos, no era lo que lo hacía sentir mal — Sigo pensando en lo injustas que fueron sus muertes… ellos tendrían que estar aquí. Harold no era el mejor peleando, pero era el que más se esforzaba. Y Julie, de alguna forma hacía sentir mejor a los demás. Sus ausencias se notan.

    — Lamento mucho que ellos hayan muerto — respondió Richard poniendo una mano en el hombro de su soldado — Pero fue algo que no se pudo evitar.

    — ¿Puedo hacer una confesión? — preguntó Thomas muy seriamente — Hay algo que tengo que decir. Mi conciencia no lo soporta más.

    — ¿Es grave? — preguntó el comandante algo preocupado por lo que Thomas fuera a decir.

    — Lo es — respondió Thomas muy apenado — Por eso quiero que esto quede entre nosotros dos. Si tiene que castigarme de alguna forma, hágalo, pero no le diga a los demás sobre esto.

    — Eso dependerá de lo que tú me quieras confesar — le contestó Richard muy seriamente — Un equipo no debe tener secretos.

    Thomas sintió una punzada en el corazón al escuchar esas palabras. Él mismo había repetido esas palabras varias veces durante la misión. Había insistido en eso más de una vez, y ahora era él mismo el que las estaba escuchando. Con todo lo que estaba ocurriendo, sintió miedo de lo que iba a decir.

    — Harold murió por mi culpa — Richard se impresionó al escuchar a Thomas decir esas palabras — Yo… decidí — Thomas iba a confesar la verdad, pero sabía que, si lo hacía, Richard lo obligaría a decírselo al resto de sus compañeros, por lo que decidió seguir guardando el verdadero secreto — Yo propuse una estrategia para intentar averiguar qué era lo que Black Meteor hizo con Julie… Éramos solo cuatro soldados, y yo hice que nos separáramos. Harold terminó solo contra Stuart y contra Julie, y así fue como murió. Mi plan fue arriesgado, y llevó a Harold a la muerte.

    Richard no sabía que era lo que debía decirle a Thomas después de que él le confesara ese secreto. No sentía que Thomas tuviera la culpa, pero aparentemente, él si lo sentía, y estaba claro que necesitaría de algo de apoyo para superarlo.

    — Escucha, Thomas, haces bien en desahogarte — le decía Richard tranquilizando al soldado — Pero la muerte de Harold no fue tu culpa. Yo soy más viejo que ustedes, tengo años de experiencia como comandante, y no tenía ni idea de que existiera una máquina capaz de modificar recuerdos. No había forma de que tú lo supieras, y pensaste en la estrategia que te pareció más acorde al momento. No te puedes culpar por eso. Intentaste hacer las cosas bien, pero no salió como planeabas. Somos humanos y podemos cometer errores, más aún cuando no tenemos la visión completa del panorama. Tienes que meterte en la cabeza que la muerte de Harold no fue culpa tuya. Fue un hecho desafortunado, nada más, ni nada menos. Yo era soldado antes de la catástrofe. Cuando era joven como tú, vi morir a varios de mis compañeros sin poder evitarlo, y entiendo que estés sintiéndote mal por lo que ocurrió. Yo me acostumbré a perder gente por las guerras, pero tú creciste en una época de paz. No tuviste oportunidad de acostumbrarte a eso, y tu primer encuentro con la muerte de un compañero pesó en ti. Pero tienes que arrancarte eso de la cabeza, Thomas. No pido que lo olvides, porque forma parte del pasado, y el pasado es para superarlo y no para olvidarlo.

    Las palabras del comandante solo hicieron que Thomas se sintiera aun peor que antes. Conforme avanzaba el día, las cosas empeoraban en su cabeza. Ahora, no solo no había liberado su conciencia, sino que le había mentido a su comandante. Era demasiado para él, tanto que sentía que se iba a derrumbar en cualquier momento. Thomas agradeció a su comandante por escucharlo y luego se fue a su habitación. No quería salir de ahí. No quería ver a sus compañeros, ni a su comandante. Lo atormentaba pensar en los vivos y en los muertos. Además, este era solo el segundo día de la misión. Aún tenía muchas cosas que soportar por delante, por lo que tendría que buscar la forma de soportarlo.

    Ace también notó que Thomas se sentía mal, pero luego de verlo entrar en su habitación de esa forma, el líder fue a hablar con su comandante, el cual le explicó todo lo que estaba sucediendo. Ace entonces decidió que hablaría con él cuando notara que lo estaba superando. No consideró oportuno el interrumpirlo ahora.

    Ace decidió irse a su habitación a relajarse antes de ir a entrenar. El volver a retomar su puesto como líder de un equipo le trajo recuerdos de su misión en Black Meteor. Y eso le trajo recuerdos inevitables de dos personas: Natasha y Julie. Ace pensó en ellas con mucha lástima. A Natasha le prometió que saldría con ella apenas terminara la misión, y a Julie le había prometido que iría con elle hacia su casa una vez que los recursos fueran entregados. Ace se dio cuenta de que tenía dos promesas que quedaron sin cumplir con dos personas a las que él había llegado a querer, aunque fuera por un tiempo breve. El ahora líder del Zenith no podía evitar pensar en que era lo que Natasha estaría haciendo en ese momento. Sentía lástima por ella, dado a que sabía que Black Meteor la descartaría en el momento en el que ella no les fuera de utilidad, de la misma forma en que hicieron con él. No le quedaba otra opción más que confiar en que ella sería fuerte, inteligente, y encontraría la forma de sobrevivir al igual que él lo hizo. Con todo lo ocurrido, Ace se hizo la idea de que nunca más la volvería a ver, por lo que buscaría la forma de acostumbrarse a eso.

    Michael, Devlin, Erin y Gwyn estuvieron entrenando la mayor parte del día, como una manera de compensar que el día de ayer no lo habían hecho. En un momento, plantearon la idea de luchar para practicar. La primera pelea sería una lucha en parejas, y la segunda sería una lucha donde cada uno se enfrentaría a los otros tres. Sin embargo, decidieron dejar eso para otro momento, dado a que creían que les faltaba más entrenamiento para ponerse a pelear apropiadamente. En medio del día, Ace, Agustina y Zoey se les sumaron para entrenar juntos. Ace ya había peleado con Thomas el día de ayer, y las dos chicas creyeron que también les convendría esperar un poco más para entrenar luchando entre sí.

    Las horas pasaron, y llegó el momento para que la nave saliera del Sistema Solar. Richard llamó a todos sus soldados, los cuales se presentaron inmediatamente, excepto por Thomas, quien tardó un poco más en llegar. Finalmente, todos estaban juntos.

    — Díganme que es lo que vieron en la academia, porque el radar de la nave indica que nos acercamos al límite — les dijo Richard a los soldados.

    — La heliosfera es el campo sobre el que actúan la gravedad, los vientos, y los campos magnéticos del sol — le respondía Gwyn a la pregunta de su comandante — La heliosfera tiene un límite invisible en el exterior que se conoce como heliopausa…

    — La heliopausa es una zona donde los vientos solares enviados por el sol pierden su fuerza — Thomas interrumpió a su compañera — Como los vientos pierden fuerza, estos dan la vuelta. La heliopausa protege al resto del cosmos de los rayos del sol, pero su forma cambia de manera constante, así que el límite que está establecido en el radar podría no ser el límite real del sistema solar.

    — Sus padres hicieron bien en enviarlos a escuelas de formación académica y militar — decía Richard muy asombrado al darse cuenta de que sus soldados sabían cosas que él no se había podido imaginar.

    La nave siguió su camino con normalidad sin experimentar ningún tipo de movimiento brusco. Sin embargo, las imágenes que la cámara captaba desde el exterior de la misma habían perdido luz. Esto quería decir que el límite había sido cruzado, y que el sistema solar había sido dejado atrás. Habían entrado en el sector 2-A.

    — Aunque Magnus haya dicho que actualizáramos nuestra posición cada siete días, hizo un pedido de que le informemos apenas crucemos el sistema solar — decía Richard presionando un botón que lanzó uno de los satélites del Zenith al espacio — En cuanto el satélite se estabilice, Ace hablará con él.

    Ace comprendió que Richard quería que se comunicara con Magnus para hacerle saber que él era el líder del equipo, y que su plan estaba siendo llevado a cabo como él lo quería. Pasados quince minutos, Ace activó un comando y se comunicó con Magnus.

    — Habla Ace Lakor comunicándose con el Zenith — decía el líder del equipo — ¿Me escuchan sin problemas?

    — Fuerte y claro, Ace — le respondió Magnus al instante, a pesar de la enorme distancia en años luz que había entre ambos — Veo que los ingenieros hicieron un buen trabajo con el satélite. ¿Cuánto tiempo hace que cruzaron el sistema solar?

    — Harán unos quince minutos — respondió Ace muy impresionado con el funcionamiento del satélite.

    — Van muy bien, sigan así — Magnus alentó a todos sus soldados a continuar de esa forma — Recuerden ser precavidos al entrar a otros planetas, actualizar su posición cada semana y analizar la comida y el agua que puedan extraer de otros planetas. Hace una hora recibí una llamada del comandante Zion, pero como el satélite no había sido colocado por ustedes, tardamos unos diez minutos en intercambiar un par de palabras.

    — ¿El satélite puede cubrir todo el sistema solar? — preguntaba Agustina algo incrédula ante eso.

    — Así es, gracias a los recursos que ustedes nos trajeron — respondió Magnus decidiendo que ya era tiempo de cortar la llamada y dejarlos continuar la misión — Suerte a todos ustedes. Confío en ti, Ace. Si Richard te eligió como líder, entonces tienes mi confianza.

    El líder del Zenith cortó la comunicación antes de que Ace pudiera explicarle que había sido elegido por sus compañeros y no por su comandante. Pero eso era algo irrelevante para la misión. Al menos lo era en ese momento.

    Había pasado exactamente una semana desde que la nave atravesó el sistema solar. Desde ese momento, solo se habían encontrado con un único planeta. La nave se detuvo en la órbita del mismo, y luego de eso, se envió una sonda espacial para verificar si en ese planeta había oxígeno o alguna variación del mismo que fuera sano para los pulmones humanos. Sin embargo, la sonda devolvió resultados negativos, para luego regresar a la nave automáticamente.

    Magnus consideró que explorar planetas que no tuvieran oxígeno sería perder el tiempo y desperdiciar oxígeno artificial, por lo que solo debían acceder a esos planetas en caso de una avería grave en la nave que requiriera reparación manual, y de esa forma se ahorrarían el oxígeno. Todas las armaduras venían equipadas con un sistema que imita el proceso de conversión de gases en oxígeno, pero dicho sistema consume demasiada batería, a pesar de todas las mejoras que se le hicieron. Se desconocía si la mutación que habían sufrido como producto de la catástrofe habría tenido algún efecto sobre los pulmones que les permitiera sobrevivir sin oxígeno, pero ese no era el momento para averiguarlo.

    Luego de que el primer intento diera un resultado negativo, llegaron a un segundo planeta. Este tenía el mismo tamaño que la Tierra. Desde la atmósfera se podía ver algunas montañas demasiado altas, algunas de estas incluso salían de la misma atmósfera del planeta. Eso tomó por sorpresa a todos los soldados, dado a que no creyeron que un planeta podría tener una masa de tierra que sobresaliera de su propia atmósfera.

    La sonda salió de la nave y fue en dirección al planeta. Richard y los ocho soldados se encontraban en la sala de comandos esperando porque regresara y confirmara los resultados del análisis. Tras unos diez minutos en los que la sonda estuvo recorriendo el planeta, esta regresó a la nave y mostró los resultados del mismo: en dicho planeta había oxígeno, y fueron recolectadas imágenes que confirmaban la presencia de plantas muy parecidas a los árboles terrestres. Eso era prueba más que suficiente para el equipo. En ese planeta se había detectado vida.
     
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  16.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Un muy buen capítulo pese a no tener acción. Aunque la echo de menos, este tipo de capítulos son muy amenos y llevaderos, sin duda están bastante bien. Pasaré a comentar lo más destacado para mí.

    Por parte de Black Meteor, he de decir que no ha habido gran cosa, tan solo se confirma que ya lo tienen todo y que falta preparación para salir al espacio. Lo único que saco de aquí es lo pesado que comienza a ser Paul con conquistar a Casey :v y yo creo que Shun no es el más indicado para dar consejos de amor, el tipo se aprovechó de Natasha (que se ha dejado llevar, por otro lado). En fin, no hay mucho más que decir por mi parte sobre BM.

    Zenith está bien tranquilo. Tengo mucha intriga acerca del planeta que han encontrado pero bueno, eso se verá en el próximo. Quiero decir que se nota que Agustina se está acercando sentimentalmente a Ace, parece que el tipo es un sex simbol XD y Zoey lo ha notado. Gwyn solo quiere ser novia de Michael ya mismo, cosa que ya cansa de ella. Espero que haga algo en las misiones porque hasta ahora no se ha ganado estar en mi podio de personajes top. Devlin y Erin parecen la pareja perfecta, y me pregunto que pasaría si alguno de los dos muere. Richard... bueno, está ahí haciendo de comandante :v

    Lo que más me llama la atención es lo de Thomas. Se le ve muy afectado por lo de Gwyn y sobretodo por lo de Harold y Julie, creo que el tipo es un polvorín a punto de explotar. Está soportando una carga emocional que no tardará en detonar. Me gusta el personaje, así que espero que no cometa ninguna tontería.

    Sin nada más que añadir, espero el próximo con muchísimas ganas. Un saludo, amigo.
     
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  17.  
    Trafalgar D Ace

    Trafalgar D Ace Usuario común

    Aries
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    Buen capitulo compañero, haber que ocurre en ese inexplorado planeta nuevo.

    Pd: ¡Ace al Poder! XD
     
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  18.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    Lo prometido es deuda, así que aquí estoy tal y como prometí.

    Me ha gustado el capítulo a pesar de ser tan tranquilo. No ha habido nada nuevo con respecto a BM, solo que han regresado a su base con los recursos y ahora tendrán un mes para hacer los que se les venga en gana. Respecto a ellos, bueno, seamos sinceros, Shun es el menos indicado sobre la faz de la Tierra para dar consejos de amor. Sabemos lo que hizo y el por qué lo hizo, de modo que no tiene caso recordarlos. El tío es un aprovechado de primera y aun con todas sus contras no puedo negar que me cae muy bien, aunque aveces me desagraden sus acciones.

    Ahora, por el lado del Zenith, parece que Angustina la ha flechado Cúpido, se nota a kilometros que se siente atraída de algún modo hacia Ace, hombre, si seguimos así estamos muy mal, de verdad.

    Finalmente han llegado al primer planeta, me pregunto si el descubrimiento de ese planeta constribuirá de algun modo en la historia o será solo un descubrimiento de paso. De seguro ayudará en algo, porque tratandose de ti, dudo mucho que hayan llegado ahí de pura casualidad, y creeme que yo no creo en las casualidades de ninguna clase.

    El capítulo ha sido muy tranquilo aunque hay que destacar a Thomas, quien parece ser uno de los más afectados tras lo sucedido en su primer misión. Estoy seguro que llegará el momento en que explotará al no soportar su conciencia y de seguro eso traerá desconfianza en todo el equipo. Por el momento parece que se ha tragado todo lo que estaba por decir, pero no debemos contar con que eso seguirá siendo así todo el tiempo.

    Tambien está Gwin quien sigue con esa tontería de ser novios oficiales, joder, es lógico pensar que si Michael accedió acostarse con ella es porque tarde o temprano lo van a ser, pero no tiene que estar insistiendo a cada rato como una niña pequeña. Aclaro que esa actitud que tiene me choca bastante, en sí no me desagrada el personaje pero esa actitud tenlo por seguro de que sí.

    Habrá que esperar que sigue más adelante, por el momento eso es todo lo que puedo decir, nos vemos en la próxima oportunidad. Saludos.
     
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  19.  
    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

    Cáncer
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    La verdad es que no puedo decir mucho que no hayan dicho ya xD. Me ha gustado ver como se desarrollan y transportan los recursos de manera eficaz y se preparan para la gran aventura mientras pasan cosas e.e. Ace el líder me recuerda demasiado a OP cuando leo su nombre jajaja.

    En cuanto a la parte del espacio, pensaba que ellos podrían tener alimentos diseñados para aguantar, es decir, comida modificada para llenarte enseguida con un poco que comas como una barrita o un trozo de chocolate xD. En cuanto al final, tengo muchas ganas de ver que clase de vida se encontraran allí :D

    Y Thomas pensaba que se iba a atrever pero finalmente no lo hizo, el miedo siempre es muy fuerte y nos asusta tener que contar ciertas cosas pero al final la verdad siempre sale a la luz.

    Hasta la conti ^^
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe II La Segunda Evolución
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    6080
    Hola. Llegó el momento de publicar el capítulo 5 de la historia. Espero que les guste, ya que, es a partir de aquí que empieza lo bueno. No esperen grandes cantidad de acción en este capítulo, ya que se decepcionarán. Acción habrá, pero lo común.

    Resistance Me di cuenta por tus comentarios que odias a Shun (si no me hubiera dado cuenta, sería un idiota XD). Y tengo una duda respecto a eso. ¿Odias a Shun por qué en su momento llegó a rivalizar con Ace (tu personaje favorito)? ¿O lo odias por su forma de ser? Porque tengo el presentimiento de que no odiarías a Shun si este nunca se hubiera mostrado como un rival de Ace. Y tengo ganas de saberlo.

    Trafalgar D Ace Ahora ya sé quien es tu personaje favorito XD. Pero me gustaría saber cuales otros personajes son de tu agrado.

    Zurel Sobre lo que dijiste de la llegada al planeta, está claro que será importante, y que si no lo fuera, no lo mostraría. De hecho, la llegada a este planeta le dará sentido al título de la historia. Lo sabrás al leer este y el siguiente capítulo, y se te aclararán las dudas en el capítulo 7.

    Poikachum La verdad no pensé lo de los alimentos XD. Cuando hice una historia sobre ciencia ficción, la cual trataba de acción y exploración espacial, lo que menos se me cruzó por la cabeza era que crearan alimentos que resistan mucho tiempo. Pero aunque se me hubiera ocurrido, dudo mucho que lo hubiera hecho. Dado a que no planeo que se queden en el espacio eternamente, y se seguirá viendo el planeta Tierra. Así que necesitaré que se queden sin alimento de vez en cuando.

    Sobre lo que dicen de Thomas y el secreto que guarda... si les respondiera eso les estaría dando spoilers. Así que tendrán que leer para ver si eso llega a una resolución, o si se queda en la nada misma. De hecho, me gustaría saber que creen que pasará con eso.

    Sin nada más que decir, los dejo con este capítulo, que marca la llegada a la mitad de esta segunda parte.


    Una mala bienvenida:


    En la base militar de Black Meteor, los soldados se reunieron para llevar a cabo una actividad de combates dinámica. Pusieron los nombres de cada uno en un software encargado de realizar emparejamientos al azar. La idea era que dicho programa formara parejas de dos personas, y los que salieran sorteados iban a tener que pelear entre sí. Aunque había un problema, ya que ellos eran un total de nueve personas, por lo que el programa dejaría a uno de ellos fuera del sorteo. Por eso se decidió que quien quedara fuera sería una especie de árbitro en las peleas de entrenamiento.

    Cada uno de ellos ingresó su nombre, y finalmente hicieron correr el programa esperando los resultados. Cuando el programa terminó, Shun vio que él se había quedado fuera de las parejas, por lo que no pelearía en esa ocasión. Dado a que él quedó fuera, decidió decir en voz alta los combates.

    — Grace luchará contra Stuart — decía Shun, creyendo que sería una pelea interesante de ver.

    — Bueno, me tocó una pelea fácil al comienzo — respondió Stuart al resultado del sorteo.

    — Ya veremos qué tan fácil te resulta — a Grace no le gustó que Stuart la subestimara de esa forma.

    — Claire luchará contra Paul — Shun seguía nombrando los combates.

    — Interesante, a ver qué tan bueno eres — Claire se burlaba un poco de Paul.

    — Yo digo lo mismo — le respondió su compañero.

    — Brandon contra Casey — Shun continuaba.

    — Va a ser difícil, pero sé que puedo lograrlo — respondió Casey dándose ánimos a sí misma.

    — Yo sé que puedes derrotarlo — Paul le dio algo de ánimo a la chica, pero ella simplemente lo ignoró.

    — Por último, Natasha contra Xander — Shun estaba algo preocupado, dado que a Natasha le había tocado al mejor soldado de todos — Desearía haber entrado en este pequeño torneo.

    — Tranquilo Shun — respondió Xander acercándose a él — Dentro de cinco días haremos otro, y tú entrarás por el ganador de este, que obviamente seré yo.

    — Ni creas que puedes ganarme — Natasha estaba algo molesta con el exceso de confianza que Xander se tenía — Creo que es tiempo de que alguien te ponga en tu lugar.

    — Será mejor que empecemos con esto ahora, así podremos terminarlo en este mismo día — Shun interrumpió las discusiones entre sus compañeros — Los primeros en pelear son Grace y Stuart.

    Los dos soldados se pararon uno en frente del otro. Shun estaba cerca de ellos para ver que respetaran las reglas del combate, las cuales eran las mismas que habían usado siempre. Los demás soldados estaban ahí para observar atentamente la pelea, dado a que verían el desempeño de sus dos compañeros, además de estudiar sus estilos de pelea.

    Shun hizo una seña de que empezaran, y así lo hicieron. Grace fue la primera en correr hacia Stuart, y al llegar hasta su posición, empezó a lanzarle puñetazos hacia el pecho. Stuart reaccionaba de forma rápida, moviendo los brazos para bloquearle los puñetazos con el antebrazo. Grace siguió atacando confiando en que podría atinar algún golpe, sin embargo, Stuart, que estuvo estudiando las direcciones de sus ataques, consiguió tomarle el puño derecho con su brazo izquierdo, y antes de que ella pudiera reaccionar, le dirigió un rodillazo potente al estómago. El golpe fue fuerte, y Grace se inclinó un poco del dolor ante su ataque. Stuart soltó el puño de su compañera, juntó sus dos manos y dirigió un golpe certero y fuerte a la clavícula izquierda de Grace. La chica cayó de rodillas al suelo ante ese golpe, y sentía un ligero dolor en la zona izquierda. Sin embargo, no había dicho su última palabra. Aprovechando la distancia que había entre ella y Stuart, dirigió un puñetazo con su mano derecha hacia el estómago de su compañero. Este lo recibió y sintió el golpe, pero no lo afectó demasiado. Stuart decidió que lo mejor sería no jugar con ella para ahorrar sus fuerzas para la próxima pelea, que podría ser contra Paul o contra Claire, por lo que le dio una patada en el brazo derecho a Grace con su pierna izquierda. Esperaba derribarla al suelo, pero para su sorpresa, el cuerpo de Grace solo se corrió unos centímetros sin desplazarse de su lugar. Ella le tiró un segundo golpe de puño al estómago, el cual fue más débil que el anterior. Stuart notó que Grace no atacaba con fuerza, pero tenía mucha resistencia, dado a que no logró tirarla al suelo con la patada fuerte que le lanzó. Volvió a juntar sus manos rápidamente, y ahora dirigió su golpe hacia la clavícula derecha. Grace lanzó un quejido de dolor al recibirlo, pero su cuerpo permaneció inmóvil. Stuart se dio cuenta de que debía atacarla de frente, por lo que lanzó un rodillazo a su pecho. Este golpe fue fuerte y fue hecho a una distancia cercana, por lo que Grace terminó en el suelo tras haberlo recibido. Stuart se adelantó hacia ella y le pisó el hombro, evitando que se levantara, y ganando la pelea casi sin dificultad.

    — Stuart gana la primera pelea — Shun tomó la decisión como referee.

    — Tienes buena resistencia — Stuart felicitó a Grace estrechándole la mano y ayudándola a levantarse del suelo — Necesité varios golpes fuertes para derribarte.

    — Lo que él dice es verdad — respondía Xander, que había observado el combate prestando atención a Grace — Los golpes de Stuart eran fuertes y tú te resistías muy bien a ellos. Pero los ataques que realizaste sobre él apenas lo dañaban. Deberías entrenar ese aspecto.

    — Lo haré — Grace ya sabía que era lo que tenía que mejorar, pero estaba muy frustrada, dado a que creyó que podría descubrirlo sin necesidad de haber perdido.

    — El siguiente combate será de Paul contra Claire — Shun llamó a sus otros dos compañeros.

    Por alguna razón, todos los combates eran de un chico contra una chica. Claire vio que Grace había perdido, por lo que decidió que debería ganar ese combate para equilibrar la balanza. Paul, por su parte, quería dar una buena impresión a todos sus compañeros, sobre todo a Casey. Sin embargo, le gustaría haberse enfrentado a ella, para poder demostrárselo él mismo en un combate. Shun les dio la orden, por lo que ambos decidieron empezar.

    Claire pasó al ataque muy rápidamente. Ella lanzó un puñetazo a Paul, quien logró agacharse para esquivarlo. El soldado quiso darle un puñetazo en el estómago a su rival, ya que creyó que eso le haría difícil moverse. Paul lanzó un ataque con su brazo derecho, pero Claire lo esquivó con facilidad moviéndose hacia la izquierda. El soldado no tardó mucho en lanzar un ataque similar, pero Claire volvió a esquivarlo. Paul se frustró un poco al ver que sus dos ataques fallaron, así que decidió probar con otra cosa. Retrocedió unos pasos para después empezar a cargar contra Claire, tirándole un codazo al pecho. Claire se agachó ágilmente al mismo tiempo que realizó el mismo movimiento que su compañero. El ataque de Paul falló, mientras que el de Claire le dio justo en el pecho. Paul aprovechó la distancia cercana a la que se encontraba para sujetarle su brazo, así se aseguraría de que no podría escapar otra vez. Con ella sin escapatoria, Paul se preparó para lanzar un codazo al cuello, pero Claire fue más rápida y le propinó un rodillazo al estómago que le causó mucho dolor. Paul aún seguía sujetándole el brazo, pero ella decidió usar eso en ventaja. Hizo un giro con su cuerpo arrojando a su compañero hacia atrás, el cual terminó cayendo al piso. Paul se puso de pie rápido para evitar la derrota. Lo primero que hizo fue cargar contra Claire, arrojando puñetazos o golpes con el codo con un intento de golpearla en alguna parte del cuerpo. Sin embargo, cada uno de sus ataques era esquivado con facilidad, cosa que lo hacía enojarse cada vez más.

    — ¡¿Cómo es posible que seas tan rápida?! — preguntó muy furioso de que ninguno de sus ataques lograra golpearla.

    — Tal vez tú seas muy lento — Claire se había burlado de él.

    Paul cayó en su provocación y decidió lanzar una patada, la cual Claire fue incapaz de esquivar, y terminó retrocediendo unos pasos. Paul decidió imitar a Stuart, así que juntó sus manos y las levantó para dirigirle un golpe hacia la clavícula de Claire. Ella se dio cuenta, y reaccionó muy rápido dirigiendo un potente golpe con el codo hacia el costado del soldado. Este golpe frenó el avance de Paul, quien se encontraba adolorido. La chica decidió terminar rápido con él, por lo que lo tomó de los dos brazos y lo tiró al suelo sin darle oportunidad de defenderse. Antes de que su rival se pusiera de pie, le pisó la espalda.

    — Claire gana la pelea — Shun dio la pelea perdida para Paul.

    — Mi novia tiene buenos reflejos, Paul — explicaba Xander, que no había podido aprender casi nada de su compañero — Deberías haber buscado la forma de defenderte de sus ataques y luego contraatacar. Tal vez hubieras tenido una mayor oportunidad de ganar.

    — No puedo creer esto — Paul se sentía decepcionado de sí mismo al haber perdido una batalla así — Pero, logré darles pelea a varios soldados del Zenith. ¿Quiere decir que ella podría haberlos derrotado con facilidad?

    — No luchaste de forma inteligente — le respondió Claire acercándose a Xander para ponerse junto a él — La clave para ganar está en la inteligencia.

    — Les toca a Brandon y a Casey — respondió Shun decidiendo dar paso a la tercera pelea.

    — Ánimo — le dijo Paul sonriéndole a su compañera tras ponerse de pie — Sé que le puedes ganar.

    Casey simplemente ignoró las palabras de Paul. Ella sabía lo que Paul quería al darle ánimos de esa manera, y no estaba para nada interesada en él. Lo único que quería era ganar su pelea. Brandon tenía una gran musculatura, por lo que debería pelear con inteligencia como Claire había dicho.

    Brandon creyó que la pelea le sería sencilla, dado a que él confiaba en su fuerza para ganar. Shun les dio la orden para empezar la batalla. Brandon y Casey no atacaron, dado a que esperaban que el otro comenzara. Al darse cuenta de la estrategia del otro, decidieron quedarse inmóviles esperando a que el otro realizara un movimiento. Pasaban los segundos, y ninguno de ellos se movía para atacar. Nadie quería ir primero. Shun decidió apresurar las cosas.

    — Voy a contar hasta cinco — les decía Shun a ambos — Si no se mueven, les daré la pelea por perdida a ambos.

    Brandon pasó al ataque inmediatamente. Supo que Casey no iba a moverse, así que decidió ser el primero. Le lanzó un puñetazo al estómago, cosa que Casey logró esquivar fácilmente sin realizar ningún esfuerzo. Inmediatamente después de fallar, Brandon atacó intentando golpearle el pecho con todo su brazo, sin embargo, Casey se agachó y lo esquivó. Los movimientos de Brandon eran lentos, por lo que había encontrado su debilidad. Casey levantó su pierna y le dio un rodillazo a Brandon en el pecho. El golpe hizo que el soldado retrocediera unos dos pasos por el impacto, pero no causó mucho dolor. Brandon intentó tirarle una patada al hombro de su compañera, quien se arrojó al piso para evitarla y dio un giro rápido para quedar de espaldas a él. Casey aprovechó y le dio una patada en el brazo a Brandon, quien la recibió, pero no se movió ni un centímetro, y apenas había sentido el golpe. El soldado se dio vuelta, pero antes de poder hacer algún movimiento, recibió otra patada en el mismo brazo de Grace. Brandon ahora pudo reaccionar rápidamente y tomó a su compañera de la pierna, evitando que pudiera escapar de su ataque. Casey se veía atrapada. Su rival aprovechó la corta distancia y le dio tres codazos potentes en el estómago. Al momento de darle el cuarto, soltó la pierna de su compañera, quien, por el golpe, terminó cayendo al piso. Brandon se le acercó y le pisó el hombro, para evitar que se levante, y así ganar la pelea.

    — Brandon gana el combate — Shun estaba asombrado de que con solo tres golpes la pelea se hubiera decidido, estaba claro que su compañero contaba con una gran fuerza.

    — ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Casey sin poder entender nada — Vi tu desventaja y la aproveché.

    — Tal vez mis músculos me hagan algo lento, pero lo compenso en resistencia — respondió Brandon estrechándole la mano a su compañera para ayudar a levantarse — Sé que hiciste lo que dijo Claire, pero yo también lo hice. Busqué una desventaja en ti, y esa fue que tú te quisiste aprovechar de la mía.

    — Brandon tiene razón — le respondió Xander acercándose a su compañera para darle consejos — Además, tu dirigías tus golpes al pecho y sus brazos. Cuando tu enemigo tiene una gran fuerza, lo ideal es dirigir los ataques hacia los riñones o detrás de las piernas para hacerlo perder algo de equilibrio. Un ataque punzante en la espalda también habría sido útil.

    — Entiendo, gracias Xander — respondió Casey, quien iba a tener en cuenta su consejo.

    — Parece que nos queda el último combate a nosotros — dijo Xander mirando a Natasha.

    La chica asintió y fue hacia adelante para empezar la pelea. Shun estaba algo preocupado por ella, porque sabía que Xander era un soldado realmente muy fuerte.

    — Ten cuidado, Natasha — Shun advirtió a su novia — Él será difícil de vencer.

    Tras decir esas palabras, el soldado les dio la habilitación para que comenzaran a pelear. Natasha supo que debía derrotarlo rápido, por lo que decidió usar una táctica que no había usado antes en ningún entrenamiento pasado, y tampoco vio a un compañero suyo haciéndolo. Ella corrió hacia Xander, quien tomó una postura defensiva esperando un ataque de ella. Antes de llegar hacia su posición, Natasha dio un salto pequeño y atacó con un rodillazo hacia el pecho de su compañero. Xander reaccionó rápidamente bloqueándolo al poner sus dos manos delante para cubrirse, pero lo cierto es que no esperaba un ataque así, y terminó retrocediendo unos pasos atrás. Todos estaban sorprendidos, dado a que nunca se les había ocurrido un ataque en el aire, además de que corrías el riesgo de golpear a tu rival en la cabeza y perder el combate por incumplimiento de reglas. Xander recibió un poco de daño en los brazos, pero no era nada que no podía manejar. Decidió pasar al ataque. Xander lanzó un puñetazo hacia Natasha, quien se agachó y le propinó un golpe así en el estómago. Sin embargo, eso era lo que Xander quería y esperaba. El soldado movió su brazo muy rápido y sujetó a Natasha, quien antes de poder hacer un movimiento para soltarse, recibió un golpe fuerte en el cuello de parte de Xander. El golpe le dolió un poco, y ella retrocedió unos pasos hacia atrás. Xander fue corriendo hacia ella haciendo un amague con el brazo, haciéndole creer a Natasha que iba a atacar por arriba. Ella se agachó para dejar que Xander pasara de largo, sin embargo, su rival supo que ella iba a reaccionar de esa manera. Natasha giró intentando golpearlo en el cuello, pero Xander retrocedió un paso en el momento preciso para esquivar ese golpe, y posteriormente, le dirigió un rodillazo al estómago. Natasha recibió un buen golpe, pero eso no la detuvo de seguir atacando. Intentó darle varios puñetazos a Xander, pero el soldado los bloqueaba a todos con sus brazos. En un momento dado, el soldado le dio otro golpe en el cuello, seguido de un rodillazo al estómago, y culminó su ataque con un codazo sobre el hombro de la chica, quien se había inclinado un poco debido al dolor. Natasha cayó al suelo, y Xander solo tuvo que colocar su pie sobre la espalda de su rival para terminar la pelea.

    — Xander ganó — dijo Shun algo desanimado después de ver como Natasha perdió contra el soldado.

    — Sinceramente, esperaba más de ti — Xander hablaba en un tono arrogante, el cual le gustaba usar tras ganar una pelea — Luchas mejor que varios soldados a los que me enfrenté, pero todavía te falta un largo camino por recorrer.

    — Natasha, ¿estás bien? — le preguntó Shun arrodillándose cerca de ella para comprobar que no se había lastimado.

    — Sí, estoy bien — Natasha estaba desanimada por haber perdido el combate — Es solo que… quería ganar esta pelea.

    — Seguiremos entrenando, y te aseguro que ganarás la próxima — respondió Shun consolando a su novia.

    — Bueno, ¿Cuándo empiezan los próximos combates? — preguntó Stuart algo impaciente, dado a que su primera pelea no fue muy difícil.

    — Estás muy emocionado por perder — le respondió Claire, confiando en que le podría ganar en una pelea de uno contra uno.

    — Descansemos una hora, y luego terminamos con esto — dijo Xander retirándose del lugar — Yo voy a tomar agua.

    Entonces, todos los soldados decidieron hacer una pausa de una hora para comer o hidratarse. Las próximas peleas serían entre Stuart y Claire, y luego lucharían Brandon contra Xander. Los que habían perdido decidieron comer para reponer fuerzas, pero los que aun debían pelear se limitaron únicamente a tomar agua.

    […]

    — ¿Han visto eso? — preguntaba Zoey muy emocionada mirando las fotos y el análisis de la sonda — Hay vida en ese planeta.

    — ¿Quién diría que encontraríamos un planeta habitable en la primera semana? — preguntaba Richard de forma retótica — Ya saben que es lo que tenemos que hacer.

    — Será mejor que todos vayan a prepararse para el descenso — decía Ace a todos sus compañeros.

    — Intentaré bajar despacio para que no sea muy brusco, pero igualmente deberían prepararse — les comunicó Richard a los soldados.

    Los ocho que estaban bajo las órdenes del comandante decidieron aferrarse a lo más cercano que tenían en ese momento, así podrían iniciar el proceso de aterrizaje. La nave entró lentamente a la atmósfera de aquel planeta, y lo primero que vieron fue una zona montañosa, en la que no tenían espacio suficiente para que la nave pudiera aterrizar ni despegar después. Richard estuvo conduciendo hasta que llegó a una llanura en donde se veían árboles distanciados lo suficiente como para permitir el paso de los soldados a pie. Unos kilómetros más adelante, encontraron una zona despejada cubierta de césped y sin elevaciones de terreno. Sabiendo que podrían tardar mucho tiempo en encontrar otro lugar, decidieron aterrizar en ese lugar. La nave se detuvo, y Richard la dejó apagada. Su equipo había aterrizado en aquel nuevo planeta.

    — Ya hemos llegado — Michael estaba ansioso por descender y observar el lugar.

    — Escuchen, no creo que sea necesario que nos llevemos las armaduras en esta primera misión de exploración — Richard proponía dejarlas de lado esta vez — No hemos encontrado nada que se asemeje a una ciudad, por lo que no creo que nos encontremos con seres hostiles en las cercanías. Será mejor no gastar la batería de las armaduras.

    — Me parece bien — respondió Erin pensando que tenía sentido — Ni siquiera hemos visto a algún ser vivo cerca de este lugar.

    — Sería conveniente bajar a Vigía — Ace expuso su opinión — Sería una buena oportunidad de evaluar su funcionamiento ahora que tenemos una oportunidad.

    — Bien pensado — Thomas estaba de acuerdo con la idea de Ace — Así sabremos qué hacer con él cuando estemos ante una emergencia.

    — Iré a buscarlo, y luego bajaremos — les informó Richard — Traigan las armas. Tenerlas es obligatorio sin importar en qué planeta estemos.

    El comandante se retiró para buscar el dron que habían usado en la misión anterior, mientras que el resto de soldados fue a buscar las armas correspondientes. La pistola se llevaba en el cinturón del traje de protección, mientras que las armas pesadas las colgaban en la espalda. Ya que estas armas disparaban calor, no tendrían que preocuparse por la munición, solo del recalentamiento de las mismas. Una vez que el comandante regresó, activó el dron, el cual se veía exactamente igual que antes, pero que tenía muchas mejoras en su sistema. Tras haberlo activado, todos corrieron la muñequera de sus trajes, mostrándose en ellos una pequeña pantalla donde se mostrarían todas las imágenes captadas por el dron.

    Ya tenían todo listo, por lo que salieron de la nave. Apenas salieron, el dron subió unos metros arriba y comenzó a moverse por su cuenta al mismo tiempo que transmitía imágenes a los soldados.

    — ¿Cómo es posible que funcione así? — preguntaba Zoey, sin entender el funcionamiento del dron.

    — El dron está equipado con un detector, el cual rastrea nuestra posición — explicaba Richard — Irá moviéndose alrededor de nosotros, sin salirse de un rango determinado. Sin embargo, podemos programarlo para que extienda o achique el radio de circulación, o para que aumente o disminuya su altura. Ahora está usando los valores por defecto. Diez metros de radio, y veinte de altura.

    — Miren este lugar — decía Gwyn admirando el paisaje — El césped, los árboles… son muy parecidos a los que tenemos en la Tierra.

    — El aire es más puro aquí que en nuestro planeta — dijo Devlin, quien hizo que todos los demás notaran el cambio tras decir esas palabras — Y se siente más ligero.

    — Los niveles de contaminación deben ser muy bajos, si es que hay — respondió Agustina al mismo tiempo que respiraba aire puro.

    — Eso quiere decir que probablemente no haya seres capaces de manejar tecnología en este planeta — decía Ace analizando la situación — De lo contrario, debería existir alguna especie de desperdicio que genere algo de contaminación.

    — O tal vez sí existan, pero no en esta zona del planeta — respondió Zoey pensando en otra opción — Tal vez otros sectores del planeta presenten algún grado de contaminación.

    — ¿Cómo vamos a buscar información relacionada con la catástrofe? — preguntó Thomas sin saber que buscar.

    — Simplemente vamos a recorrer el planeta buscando encontrarnos con alguna especie inteligente que pueda tener alguna idea sobre la catástrofe — respondió el comandante, recordando lo que Magnus le había dicho antes de partir — Y si no hubiera especies inteligentes ahí, buscaremos algo que no parezca encajar del todo en el ecosistema.

    — ¿Haremos una búsqueda al tanteo esperando cruzarnos con algo raro? — preguntó Michael poco convencido con ese método de operación — Podría llevarnos días recorrer todo este planeta, incluso con la nave del Zenith.

    — Nuestra búsqueda no será muy profunda — respondió Richard confundiendo a los soldados — En la Tierra, es posible observar restos de los meteoritos si recorres a baja altura. Haremos lo mismo en todos los planetas habitables que veamos, y si no encontramos nada raro, lo dejaremos pasar.

    — Muy bien, ¿A dónde vamos para empezar? — preguntó Devlin ansioso por comenzar la exploración del lugar.

    — Si vamos hacia esa dirección nos encontraremos con algunas montañas — dijo Ace señalando hacia el oeste de su posición actual — Tal vez encontremos algo ahí.

    — En marcha — dijo Richard, mostrándose de acuerdo con Ace, sobretodo porque empezaba a tomar iniciativa como líder.

    Todos los miembros del equipo empezaron a caminar en dirección hacia las montañas, mientras que Vigía los estaba siguiendo desde las alturas. Aunque la idea era buscar algo fuera de lugar, el paisaje era realmente llamativo como para ignorarlo con facilidad. Los árboles eran muy parecidos a los que había en la Tierra. Sus troncos, sus ramas, y sus hojas eran incluso del mismo color. El césped era un poco más brillante, pero creyeron que tal vez se debía a otro factor que no podían apreciar en ese momento. Tal y como Devlin había dicho, el aire en ese lugar era más ligero del que se respiraba en la Tierra. Era oxígeno puro, sin una sola pizca de algún otro gas en la atmósfera. La estrella del sistema que ocupaba el rol del sol estaba muy alejada del lugar, por lo que la temperatura era más baja que en la Tierra, un cambio que los trajes de protección que llevaban puestos se encargaban de regular. Los rayos de luz provenientes de la estrella probablemente serían menos dañinos para la piel que los de la Tierra, aunque eso era algo que ninguno de ellos había pensado. Desde el espacio, no vieron ningún satélite natural como la Luna orbitando en los alrededores del planeta, por lo que asumieron que el planeta no contaba con uno propio.

    A medida que avanzaban, los soldados se imaginaban que, si la Tierra no tuviera humanos, se parecería mucho a ese planeta. Lo que les llamaba la atención era que no escuchaba ningún sonido. El planeta era totalmente habitable, pero no encontraban rastros de ninguna especie en las cercanías del lugar. Esto les hacía pensar que el planeta estaba desperdiciándose.

    — Sería bueno encontrar una manera de que la gente de la Tierra pudiera venir a este planeta — decía Zoey sin dejar de mirar el paisaje — Se podría llevar una vida mejor de la que llevamos en la Tierra. Desde que ocurrió la catástrofe, la contaminación se redujo mucho, y este planeta podría ser una oportunidad de empezar de nuevo tomando los cuidados que se le debieron haber dado a la Tierra desde el principio.

    — Yo estoy de acuerdo con esa idea — Gwyn apoyó a su compañera en ese tema — Es un milagro que la Tierra no hubiera perecido hasta la llegada de la catástrofe. En cierto modo, fue la misma catástrofe la que contribuyó a frenar la contaminación. Tal vez una vida aquí sería algo bueno.

    — Podría funcionar, pero ahora mismo es muy arriesgado — respondió Agustina, recordando una charla que tuvo con Ace hace unos días.

    — ¿Arriesgado en qué sentido? — preguntaba Michael, que no entendía lo que querían decir.

    — Hasta lo que hemos visto ahora, no parece que este lugar fuera alcanzado por la catástrofe — respondió Ace explicando una hipótesis suya a los demás compañeros — Si eso es cierto, quiere decir que podría suceder en este planeta dentro de poco. Es más, incluso podría volver a suceder en la Tierra.

    — Dudo mucho que se vuelva a repetir — Erin lo veía como algo improbable.

    — Si ocurrió una vez, ¿qué impide que ocurra una segunda vez? — preguntó Ace, haciendo que sus compañeros vean ese punto de vista — Hasta que no descubramos que fue lo que provocó la lluvia de meteoritos, y como evitarla, la humanidad no está a salvo aquí, ni tampoco en la Tierra.

    — Es por eso que esta misión es de alta importancia — agregaba Richard admirando la forma de pensar de Ace — Otro motivo más para no explorar este planeta más de lo necesario. Si en esas montañas no encontramos ningún indicio que nos pueda decir algo sobre la catástrofe, usaremos la nave para recorrer el planeta de forma rápida.

    Tras esa pequeña discusión, el grupo siguió explorando en silencio a medida que avanzaban por el planeta. En dos kilómetros recorridos, notaron que el paisaje que estaban viendo actualmente era exactamente el mismo que venían viendo desde que bajaron de la nave. La única diferencia que encontraban era que los árboles estaban menos distanciados unos de los otros. Bien a lo lejos, se podía observar como un pequeño bosque estaba empezando a formarse. Para asegurarse de no tener problemas, Richard decidió disminuir la altura de Vigía, dado a que no les sería de ninguna utilidad ver los árboles desde arriba.

    En un principio, los soldados estaban maravillados con el bello aspecto del planeta, pero luego de un tiempo, ya empezaban a aburrirse. Ni siquiera habían encontrado una pequeña masa de agua, o árboles frutales que pudieran servirles para extraer algunos recursos y prolongar un poco más su viaje en el espacio sin tener que regresar al cabo de un año. Estaban ahorrando comida para asegurarse de que les durara más tiempo, pero si no encontraban algo más en los planetas que exploraban, se les terminaría de todas formas eventualmente.

    La caminata de exploración era silenciosa, y como nadie encontraba nada destacable, no surgía ningún tema de conversación interesante. Sin embargo, eso cambió luego de que avanzaron unos cuarenta metros más. Thomas vio algo a la distancia, y decidió llamarles la atención a todos sus compañeros.

    — ¡Chicos, miren eso! — Thomas señaló a algo que se encontraba en el piso a unos ocho metros de distancia.

    — ¿Qué es? — preguntaba Ace que no lo podía distinguir — Su tamaño es pequeño.

    Los nueve miembros del equipo se acercaron hacia esa posición, y una vez que lo observaron más de cerca, vieron que ese objeto que se encontraba en el piso era un esqueleto pequeño. Sus huesos estaban pudriéndose en ese lugar, lo que quería decir que un ser vivo había muerto hace varios días.

    — ¿Se parecen al esqueleto de alguna especie de la Tierra? — preguntó Michael, que no podía distinguir los huesos que veía de los que había estudiado en el colegio.

    — Están muy deteriorados como para saberlo — Thomas se acercó y se agachó para verlos más de cerca — Su tamaño es como el de un perro adulto.

    — ¡Miren! — Devlin señaló al frente, cosa que todos observaron — ¡Ahí hay otro!

    Richard, Gwyn, Michael, Agustina y Zoey se acercaron para verlo mejor. Ese esqueleto que estaba en el suelo era exactamente igual al que habían visto antes. Se trataba ciertamente de dos ejemplares de la misma especie, los cuales estaban muertos ahora.

    — ¿Crees que un depredador los cazó? — Ace le hizo esa pregunta a Michael.

    — Es lo único que se me ocurre — le respondió el soldado — No hay un río cerca, por lo que no pueden haber bebido agua en mal estado. Las montañas están muy lejos como para haberse caído desde las alturas, y si así hubiera sido, su esqueleto debería estar partido — Michael tomó el cráneo de la criatura para analizar su dentadura — Estos dientes son de un herbívoro. Hay césped por doquier, y si es parecido al de la Tierra, no hay forma de que murieran de hambre.

    — ¿Qué serán estas cosas? — preguntaba Erin mientras ella y Devlin se acercaban al grupo.

    — Silencio — dijo Thomas callando a sus compañeros — Creo que escucho algo.

    Todos los demás guardaron silencio y no emitieron ninguna especie de sonido. Al escuchar más atentamente, notaron ruidos de mordidas provenientes de detrás de unos árboles cercanos.

    Aún tenían que llegar hasta las montañas para ver si encontraban algún indicio que les pudiera revelar información sobre la catástrofe, pero no iban a ir a ningún lado si tenían a un depredador carnívoro cerca de ellos. Por precaución, se acercarían hasta el lugar para ver qué tipo de especie estaba comiendo y dejando esqueletos por todos lados. Creyeron que sería mejor avanzar desde posiciones distintas, para poder confundir al depredador en caso de volverse agresivo si los llegara a detectar. Se asomaron despacio por detrás de los árboles y fue allí que lo vieron. Una criatura de gran tamaño estaba devorando a un animal que se parecía físicamente a un perro. Dicha criatura tenía el pelaje negro, piernas como las de un gorila, pero más grandes, orejas como las de un lobo, pero más largas, garras demasiado largas y filosas, y el cuerpo del mismo tamaño de un oso. Todos quedaron asombrados cuando lo vieron. Ese ejemplar parecía ser una mezcla de varias especies animales que habitaban en la Tierra.

    En un momento dado, la criatura dejó de comer y levantó la cabeza al mismo tiempo que olfateaba hacia el frente. Los soldados creyeron que la criatura los estaba detectando, y lo confirmaron en el momento en el que les lanzó un gruñido agresivo, el cual fue muy fuerte.

    — ¡Mierda, nos vio! — exclamó Zoey aterrada al ver como esa criatura se paraba y empezaba a moverse hacia ellos.

    — ¡Retrocedan todos! — ordenó Richard al mismo tiempo que empezaba a correr.

    Sin cuestionarlo ni un segundo, todo el equipo corrió hasta llegar a campo abierto. Una vez allí, tomaron sus pistolas y se prepararon para enfrentarse al depredador que habían encontrado. Este llegó corriendo a una velocidad algo lenta hacia el lugar donde estaban ellos. Tras haberlos alcanzado, se puso de pie con sus patas traseras, llegando a medir unos doscientos cincuenta centímetros de altura. Era una bestia enorme comparada con el equipo del Zenith. Ace era el soldado más alto del grupo, y aun así era muy pequeño en comparación con esa criatura. Ese ejemplar desconocido para ellos empezaba a gruñirles a medida que se les acercaba poco a poco. Los soldados apuntaban con sus armas mientras retrocedían asustados por haberse encontrado con algo así.

    En un momento, la criatura dio un aullido muy potente con su garganta. Tenía una voz tan fuerte que le lastimó un poco los oídos a los soldados. Luego, sin previo aviso, la criatura corrió unos metros para luego tomar impulso con sus patas traseras y dar un salto muy alto en dirección hacia Michael.

    — ¡Michael, cuidado! — le gritó Gwyn horrorizada al ver como esa criatura fue tras él.

    Michael reaccionó a tiempo logrando saltar hacia adelante con todas sus fuerzas, quedando fuera del alcance del depredador.

    — ¡Abran fuego! — ordenó Ace disparándole en la nuca a la criatura, la cual se dio vuelta muy alterada.

    Todos los demás soldados empezaron a disparar balas de calor sobre el cuerpo gigante de esa criatura. Como era de gran tamaño, fallar les era imposible. Michael seguía en el suelo, buscando la forma de arrastrarse hacia sus compañeros, dado a que sabía que las balas lo iban a alcanzar si se levantaba.

    La criatura gruñía al mismo tiempo que quería correr hacia el grupo, siendo frenada por el impacto de las balas, que no parecían capaces de penetrar su piel. Las armas de Zoey, Devlin y Gwyn se sobrecalentaron, por lo que tardarían un tiempo en volver a cargar. El resto de soldados siguió disparando a la criatura, que seguía acercándose con dificultad.

    Finalmente, tras medio minuto de fuego ininterrumpido, la criatura se terminó cayendo sin vida al suelo después haber recibido una lluvia de disparos. El equipo entero del Zenith estaba asombrado, dado a que se necesitaron a ocho personas disparando al mismo tiempo para poder asesinar a una sola de esas criaturas.

    — ¡Dios, estuvo cerca! — exclamaba Michael muy asustado de haber sido elegido como el objetivo del depredador.

    Pero antes de que pudieran relajarse, escucharon unos dos gruñidos que provenían desde detrás de su posición, justamente del lugar de donde habían venido caminando. Todos se voltearon y vieron como cuatro de esas criaturas se acercaban corriendo hacia ellos. Dos se acercaban gruñendo con furia, mientras que las otras dos permanecían en silencio. En tan solo cuarenta segundos llegaron hasta su posición, bloqueándoles el paso y, por consiguiente, el regreso a la nave.
     
    Última edición: 19 Mayo 2018
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