Romántico La Feria de las Luces

Tema en 'Relatos' iniciado por Wolf Boy, 1 Marzo 2020.

  1.  
    Wolf Boy

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    Aries
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    Escritor
    Título:
    La Feria de las Luces
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1706
    Relato numero 4 para la actividad simulador de citas, esta vez en una feria.
    Espero les guste y no les parezca que le falta algo como a mi.

    La Feria de las Luces

    Elena ya llevaba dos semanas en la Ciudad de las Luces, en todo ese tiempo mis amigos ya se habían dado el lujo de conocerla, y hasta cierto punto intimidarla por que son impertinentes y ella tímida. Ya casi habíamos terminado de mostrarle todo lo que había en nuestra maravillosa ciudad, hoy habíamos decidido hacer algo un poco distinto, un poco más divertido, iríamos a visitar la famosa Feria de las Luces, que se encontraba cerca de las afueras de la ciudad, que abría una semana cada mes.

    Entonces allí estábamos en la enorme feria, por el momento no nos habíamos separado así que seguíamos junto a Erick, Ivy, Tara y Eridan, estos dos últimos se veían especialmente ansiosos por separarse del grupo. Sabia que pronto me dejarían a solas con Lena, pues querían que esa noche fuera según ellos “romántica” para ambos, pues la maga les había agradado mucho de lo que Jane lo había hecho, cosa que sí, me dolía.

    —Tara y yo iremos a ver la máquina de fuerza —dijo Eridan apenas pudo y se fue arrastrando a Tara consigo, rumbo a una de las tantas maquinas de fuerza que seguro Tara terminaría rompiendo con el mazo.

    Y a pesar de que Erick y Ivy no eran pareja ni se gustaban decidieron marcharse juntos con el fin de dejarme a solas con Lena. Estaba nervioso, más por que cada vez que cerraba los ojos me imaginaba a mis cuatro amigos gritándome al mismo tiempo “¡Solo bésala!”.

    En cuanto se marcharon nos quedamos mirando los alrededores. La feria era realmente inmensa llena de distintas atracciones y puestos que en su mayoría funcionaban con magia, estaban llenos de luces de distintos colores y todos llamaban mucho la atención, como la rueda moscovita que era lo que más brillaba y se podía observar desde lejos pues era muy grande, o el gran barco nórdico con una cabeza de dragón tallada en la proa, o el inmenso carrusel que tenía varias estatuillas de unicornios y otros equinos mágicos que daban vueltas, así mismo brillaba una inmensa casa que por dentro estaba llena de distintos retos, como el laberinto de los espejos entre otros. Mientras tanto también había varios puestos que desafiaban tus habilidades, como el tiro con arco, lanzar hachas, cuchillos, jabalinas, o incluso dardos, también había otros que implicaban el uso de un elemento o varios y cada una tenia premios surtidos y llamativos. Finalmente miré a Lena y suspiré.

    —Entonces, Lena ¿Para donde quisieras ir? —pregunté, de todos modos, yo ya había estado allí antes. Ella me miro y me sonrió, con las luces de la feria sus ojos se veían más azules que grises.

    —Qué tal si primero vamos al puesto de lanzamiento de cuchillos —dijo tímidamente, yo le sonreí y asentí caminando en esa dirección.

    Al llegar no tuvimos que esperar demasiado pues había varios puestos similares. Entonces pague por el intento, eran cinco cuchillos y había que dar una diana similar a las de tiro con arco. Al principio intente yo solo logrando acertar un cuchillo y ni siquiera en el centro, Lena se reía a mi lado.

    —Habrás mejorado en muchísimas cosas, Sam, pero tu puntería no es una de ellas —dijo mientras se reía, contagiando al chico encargado del puesto, yo no pude hacer más que sonrojarme.

    —Bueno entonces demuéstrame que tu lo haces mejor —la reté, dándole un par de monedas para que pagara por su intento.

    Ella se acercó y pago, el encargado le paso los cuchillos y ella se posiciono en la marca, pero antes de empezar me miro dedicándome una sonrisa de medio lado.

    —Mira y aprende, Lobito.

    Me sonroje aun más por el hecho de que me llamara así, pero quede conmocionado al ver como no había fallado ni un solo cuchillo, llegado a acertar dos en el centro. Volteó victoriosa e hizo una pequeña reverencia quitándose su sombrero. Me acerque a ella aun si superar la sorpresa.

    —¿Desde cuando tienes esa puntería? —quise saber, Lena estaba escogiendo uno de los premios que ofrecían allí.

    —Desde siempre Sam, solo que no acostumbro a lanzar cosas —dijo eligiendo uno de los sombreros gracioso que daban como premios —bueno también es que no tengo la fuerza suficiente como para dedicarme a esto.

    Y tenia razón, a diferencia de los cuchillos que yo lance, los suyos apenas y se había enterrado la punta en la madera. Tenia sentido, Lena nunca había sido físicamente fuerte, tampoco tenia la necesidad de serlo. La mire, ahora traía en sus manos un gorro de lana que simulaba la cabeza de un wyvern, de tal manera que cuando te lo ponías parecía que este te estaba mordiendo la cabeza, era de color amarillo con detallas en naranja.

    —Bueno ¿a donde quieres ir tu ahora? —me preguntó ella mientras se cambiaba su sombrero por el gorro de wyvern.

    —Diría que quiero ir a las maquinas de fuerza, pero estoy seguro de que Tara ya rompió más de una —la miré, me encantaba ver tan casual, sin su ropa elegante ni su compostura de hija de una familia importante —estas linda ahora —dije sin pensar y seguí hablando sin pensar—no es como que antes no lo estuvieras… quiero decir siempre lo estas, bueno tu entiendes.

    Ella se rió de mi torpeza, nada nuevo, pero lo que si me importó fue que se sonrojo y bastante, cosa que ayudo a que se me pasara la vergüenza.

    —Bueno vamos, igual hay más maquinas —dijo jalándome hacia donde estaban las maquinas de fuerza con los mazos colgados a un lado.

    Al llegar me apresuré a pagar por un intento, seguido de eso agarré con fuerza el mazo que no era precisamente liviano, luego haciendo uso de mis fuerzas de lobo lo levante y golpee el receptor, logrando hacer que este toqué la campana, pero sin destruirla como estaban el resto de ellas. A mi lado Lena aplaudía, pero se notaba que no estaba sorprendida, aun así, me alegre de que me alagara de esa manera.

    Mirando entre todos los premios le pedí a la encargada que me y diera un pequeño peluche de conejo que guardé en uno de los bolsillos superiores de mi chaqueta verde.

    Seguimos avanzando por los distintos puestos, en algunos ganando cosas en otros no, al final cansados y con un gran algodón de azúcar en la mano nos sentamos en una de las bancas. Era curioso como a pesar de todas las luces de la feria si mirabas al cielo despejado en este también brillaban las estrellas.

    Nos quedamos un rato en silencio allí, el corazón me latía rápido cada vez que yo la miraba, poco a poco nos íbamos acercando. El momento que nos terminamos el dulce ya estábamos totalmente pegados, podría decir que una de las excusas es que no dejaba de soplar un frío viento, pero en el fondo sabia que esa no era la razón de nuestra cercanía.

    Casi que de manera instintiva la tome de la cintura a pesar de que estuviéramos sentados, y ella me agarro del cuello, nuestras frentes estaban pegadas, mi corazón latía rápido, “¡Solo bésala!” recordé, y eso hice, ya era hora de que lo hiciera, ¿no? Ya la había perdonado, en el fondo yo sabía que había cosas que no habían sido su culpa.

    Cerré los ojos y me dejé llevar por lo que sucediera luego, fue fácil por que ella guió la situación hasta que nos separamos, pero de inmediato le di otro beso corto, ella me sonrió.

    —¿Quieres ir a la rueda moscovita? —le pregunté, dándome cuenta que esta si era una “cita” o algo por el estilo.

    —Desde hace rato, vamos.

    Durante todo el recorrido de la misma nos besamos varias veces, cosa que me fascinó, me había imaginado varias veces besando los finos labios de Lena, pero no se parecía en nada a la realidad de hacerlo. Y a parte de todo eso hablamos, hablamos como lo habíamos hecho desde que ella llego, profundamente, del corazón.

    Al final se podría decir que recorrimos toda la feria, el tiempo voló a su lado. Lo cierto es que al salir de la ultimo atracción, ella llevaba puesta mi chaqueta se la había dado por que hacia mucho frío, y yo lo disfruto al contrario que ella. Mientras yo llevaba otro gorro de wyvern pues Lena se había empeñado en conseguirme uno.

    Estaba tan distraído mirándola que ni siquiera me di cuenta cuando mis amigos llegaron junto a nosotros para irnos. Al salir de la feria Tara y Eridan no eran los únicos que iban de la mano.

    ♠️♠️♠️♠️♠️
    La historia esta ambientada en un mundo donde la magia existe y algunos humanos son capaces de usarlas de distintas maneras al poseer un don. Así mismo el mundo está lleno de lugares mágicos y criaturas y bestias míticas y extrañas.



    Sam
    Edad:
    19 años
    Cabello: café, ni muy claro ni muy oscuro. Corto y desordenado.
    Ojos: Color miel, cuando esta por transformarse se vuelven amarillos.
    Marcas: Tiene una pequeña cicatriz sobre el labio superior, casi no se nota.
    Don (Magia) : Hombre lobo, puede cambiar de forma tanto a la de un lobo natural como a un híbrido.
    Forma de lobo: Peludo, alto con ojos amarillos, colmillos largos y afilados, hocico alargado, nariz negra y pelaje de un blanco puro.
    Así es como se ve, no es tan humanoide.

    Elena "Lena"
    Edad:
    18 años, va a cumplir 19 el siguiente mes.
    Cabello: Lacio cabello negro, largo hasta su cintura.
    Ojos: Profundos ojos color cielo, una mezcla de gris y azul.
    Marcas: Leve cicatriz en forma de v en su mejilla derecha , casi no se nota.
    Don (Magia) : Es una hechicera una maga, puede utilizar varios hechizos que no implican el uso de ningún elemento
     
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    Elliot

    Elliot Usuario común

    Tauro
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    29 Diciembre 2018
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    305
    Pluma de
    Escritor
    Me ha parecido un relato bien tierno. No sé bien que sea ese "algo" que sientes que le falta, pero para mi está bien.
    Mi única queja importante es que, a decir verdad, siento que las aclaraciones que hiciste en el contenido oculto no hacen falta. Los elementos mágicos te quedaron bien integrados en el escrito, se entiende que están en un mundo distinto al nuestro sin necesidad de aclararlo. También entendí que estos personajes forman parte de una historia más grande aparte de este relato, o eso supongo, pero aún así no sentí que me estuviera faltando información como el de esas fichas para disfrutarlo.

    Un saludo!
     

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