La fan y el vampiro

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Mortrum, 20 Marzo 2011.

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    Mortrum

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    La fan y el vampiro
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    Título: La fan y el vampiro
    Tipo: One-shot/angst
    Resumen: ¿quién no conoce un fanático de lo vampírico? me refiero a fans que se miran todas las películas y leen muchos libros al respecto; Lily es una fan, ella ama ese mundo fantástico y Oscuro, pero no toda joven de una época contemporánea puede absorver la ficción materializada crudamente.
    Advertencias: lenguaje obsceno y escenas agresivas, no apto para todo público: sugiero discreción.
    Género: Ficción.
    No. de palabras: 2.717
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    La fan y el vampiro

    Ella era joven y había cosas que no podía comprender, sus amigas le decían Lily. Su fanatismo por los vampiros e historias similares era notable, sabía mucho de películas y libros relacionados; sus padres mil veces o más ya le habían dicho que olvidara esas cosas y se pusiera a estudiar, “que tenía que madurar” y otras muchas frases más, todavía más ahora que empezaron sus clases “y no debe distraerse”.

    —¿Cómo estás Lily? — le preguntó su amiga al verla entrar por el patio del colegio.
    —¡Sarah! Qué sorpresa verte sola— se abrazaron, —¿por qué no estás con Rody? — preguntó mientras le daba palmaditas en la espalda.
    —Nos peleamos, creí que Mara te había contado— le anuncia con abatimiento en las facciones faciales.
    —Oh, no te preocupes Sarah, luego me contarás… si quieres…— amistosa le comunica con empatía; el timbre de entrada sonó.

    —Hola a todos, como no vino la directora para darles la bienvenida lo haré yo: bienvenidos a su nuevo año lectivo, soy su profesor de literatura Mark Danniels…— el profesor se presentaba al darle la bienvenida a los estudiantes presentes en la clase, y al tanto que cerraba la puerta no todos le prestaban atención como él esperaría…
    —Es guapo el profe, ¿no Lily? — Mara muy fanfarrona se aparece por detrás del asiento de Lily.
    —Vaya, ¿a las tres no tocó la misma clase? — Sarah se interpone.
    —Sí, creí que sabías, en las listas y ficha de salones tienes todos los alumnos; escuché que olvidaron anotar a uno, un extranjero— Mara se impone a responder muy sabihonda.

    —¡Por favor allá atrás! Silencio que quiero presentarles a un alumno que no estuvo con ustedes el año pasado; sé que la mayoría ya se conoce y que otros son nuevos en el grupo de compañeros, pero él es extranjero y quiero que le den una impresión correcta de nuestro colegio ¿entendieron? — el profesor Mark al ver por la ventanilla de la puerta al joven, así se expresó para luego disponerse a abrirle la puerta. —Pasa Drake—.

    —Retiro lo dicho Lily, él es el top model super sexy de la clase, no el profe: ya no— otra vez Mara ilustra con sus observaciones a sus amigas.

    Lily siempre leyó mucho sobre vampiros, ese chico se parecía a uno por las descripciones más comunes que se suelen dar en libros o películas, era el joven adecuado para fantasear un poco menos alejada de la realidad.
    El año educacional pasaba, las pocas palabras que había intercambiado con él la hacían soñar y repetir en su cabeza así como en su diario “Drake, Drake’’; en gimnasia había notado ella que él era demasiado bueno para su complexión delgada y debilucha, en Historia el chico era tan pero tan excelente que parecía haber vivido esas épocas que enseñaban en clase; ni que hablar en Arte y Música, o a cada tanto en Literatura… Lily por fanática se enamoraba no sólo de las actitudes del chico y su linda apariencia, sino de su manera de expresarse y de ser, era especialmente un fetiche en carne y hueso que debía poseer. Si dejaba pasar la mitad del año y no lograba llegarle, sería desatinadamente tarde.

    —Lily, ¿vas esta noche al pub? — Sarah le consulta.
    —No, me enteré de un nuevo pub, uno al que concurre Drake— contesta.
    —¿Otra vez ese sujeto? — interfiere Mara otra vez apareciéndose repentinamente, suele hacerlo. —No me agrada, será super sexy pero, es tan raro, nada le llama la atención, pareciera que para él la vida no tiene brillo y es aburrida; a veces me parece muy evangélico para mi gusto, ¿por qué no se acerca a las chicas? Ni siquiera tiene amigos y ya casi llegamos a mitad de año, es como una especie de nerd pero, sexy y … no me llama, es apagado y… bueno chicas, me voy, allá pasa mi tren— Mara decide irse al ver a su posible nuevo novio deportista pasar sudando con el balón de baloncesto en mano.

    Ya a su edad, a Lily le permitían salir más de noche, pero siempre debía avisar por celular si haría algo fuera de lo que pactaba que haría en su hogar frente a sus padres, ni que hablar que debía volver en taxi si se quedaba mucho más de la media noche; jamás podría salir si no iba acompañada por al menos dos amigas, y aunque había sido muy presionada por sus padres en los estudios porque venía muy mal con los exámenes, al verla estresada y un tanto deprimida la dejarían salir algunos sábados, por suerte Drake era el elemento junto a su ‘mundo de vampiros’ que sedaba sus angustiantes rutinas. Y fueron a ese pub que tanto escuchó hablar Lily, era uno de esos lugares Oscuros al mejor estilo ‘Vampire-Ambient’ como ella y sus amigas gustaban… no Mara, sino ella y Sarah y Dana, y Katy.
    —Esto está genial chicas, parece la película de Lestat que vimos anteayer— comenta fascinada.
    —Ni tanto, no exageres— Dana responde mientras toman asiento y se ponen a conversar.
    —A mí me espanta un poco, aquí hay gente que parece drogadicta y salida de un manicomio— Katy se incomoda así diciendo a sus amigas.
    —No seas prejuiciada Kath, si mides las cosas por su apariencia terminarás pareciéndote a Mara— con aire de alentadora Lily intentaba reanimar las cosas para que sea más fácil adaptarse al entorno.

    Y llegó Drake, solo, entrando por la puerta con su camisa roja de cuello levantado, remera negra por debajo, jeans y zapatos negros; un deleite a los ojos de Lily:
    —Chicas, se acabó, las dejo solas aquí y que se diviertan, iré a entablar algo más sólido con ese ‘nene difícil’— dijo Lily, pareciendo decidida, se destapó de su timidez.
    Así a Lilianne se le pasó la noche con Drake, el que era muy cuidadoso con sus palabras y todo quedaba tan romántico junto a él detrás de la vela en esa mesita para dos; aún cuando Dana, Katy y Sarah le advertían que se iban, ella insistió en quedarse con la excusa de que Drake la acompañaría a casa. Por tanto ni bien se fueron sus amigas, Lily se sintió más libre de cortar las distancias con Drake… pero él estaba muy raro, se había mostrado toda la noche tan interesado y seductor y, ¿ahora? ¿por qué comenzó a verse tan dudoso, flaqueando con sus gestos? Los silencios incómodos dicen mucho a la joven, y más cuando no son acompañados de una mirada provocadora.
    —No, no… me voy— dijo súbitamente el joven paliducho apresurándose hasta la salida sin siquiera darle un cierre o despedida a la chica.
    —¡Drake! No puedes dejarme sola, tengo que volver acompañada ¡¿A dónde vas!? — se molestó Lily muy confundida al tanto se puso de pié para correr tras de él… al salir hasta afuera no estaba, sólo estaban unos cretinos casi borrachos mirándola con descoco; ella viró su mirada hasta la esquina y notó una sombra girar por esa otra calle, ¿qué tan rápido podía ser? ¡tenía que ser él!

    Lilianne marchó hacia ese punto donde creyó ver la silueta del chico, y al llegar no estaba, al voltear la cabeza para varias direcciones terminó reconociendo su error al ver que se aproximaban los cretinos casi borrachos hasta ella, le silbaban como llamando a un perro mientras se reían desmedidamente y rompían sus botellas de alcohol contra el asfalto; Lily decide apresurar el paso pero ni bien eso, ellos comenzaron a correrla, y atemorizada de la situación cayó en la vereda de un tropezón contra el cordón… estaba acelerada y con mucho miedo, sentía que su corazón se salía de su pecho y su boca se secaba tanto que se sofocaba en sus respiraciones sin saliva.
    —No me toquen— les advierte ella con tono autoritario pero sin poder esconder su turbación.
    —No te asustes tontuela, sólo queremos ayudarte a madurar, sabemos a qué colegio vas ¿y para qué esperar a llegar a nuestro grado para ser mujer? ¿No quieres unirte a nuestra fiesta?— con voz muy borrachina y tono pervertido se le insinúa; ella debía cuidar sus palabras porque no estaba en posición de reprochar nada, cualquier negativa mal dada obligaría a los compinches del lerdo a lastimarla de seguro.

    —Qué asco me dan, ¡son una bola de pseudo animales acéfalos! Les voy a arrancar la lengua mientras le meto la tráquea en…— era Drake, ¿de dónde salió? Sus palabras emitidas con su voz oscura casi gutural no pudieron concluir el insulto que se giran a ver los abusadores mientras uno interrumpe con su inentendible acotación:
    —…¡Cálleathe aghrrastrrædo! A ti tamié te conocemho, ¡Ére un nerr que se cré muchiö! — la idea estaba descifrable desde sus mensajes olor a laringe de cadáver. Pero ni bien le dijo eso a Drake, el joven caucásico adelantó su puño desde donde estaba hasta el rostro del malhablado sin dejar que se notara su recorrido por la rapidez; los demás quisieron reaccionar pero Drake abrió su boca exhibiendo unos colmillos de bestia, su quijada estaba abierta más de lo normal y hacía juego con sus rojizos ojos que brillaban en son de ira. Buena persuasión, era un nivel de sugestión muy alto para esos cretinos que estaban fuera de sí; de seguro querían drogar a Lily mientras la paseaban en la camioneta, no podían darse el lujo de dejar su blog sin fotos de una nueva chica posando con ellos pero, ese nivel de terror nocturno los venció.

    —¡Drake! Viniste por mí.
    —¿No tienes miedo Lily? — le dice reduciendo el espacio entre ambos mientras la mira fijo.
    —Ya no, ¡Por eso sabías tanto de vampiros! — ella se emociona.
    —¿Qué te hace creer que soy un vampiro y no un demonio? ¿qué te hace creer que no soy una bestia horrenda que corre por las noches matando mujeres y niños? — vuelve a imponer su postura el joven.
    —Sé que no eres así, ¡yo sabía que ustedes eran reales! ¿La fuerte atracción carnal que siento por ti es obra tuya?.
    —No Lily, eres tú…— contesta sin condescender a la alegría de la joven, su fantasía hecha realidad.
    —¡Quiero ser como tú!.
    —No sabes lo que dices, eres una fanática más, estás arrastrada con la nueva modita juvenil ¡Ya nadie sabe lo que dice, Lily!
    —¡No Drake! No me mires como una del montón, créeme, yo soy diferente y quiero que me enseñes la eternidad… si no lo haces mátame.
    —Un clásico comentario de novela ¿eh? “si no me tomas, mátame” ¡eres como todos los demás, Lily! Crees que el nihilismo eterno es un juego digno de vivir y no sabes lo que es dejar de sentir, sólo existes porque sí y todo pierde significado, quedas invariable y con el tiempo ya no sentirás ¡No sabes como es llorar sin lágrimas! — se mostró histérico, pero a penas ella podía comprender con empatía esos sentimientos, estaba cegada por el momento, fascinada por esa escena hecha realidad.
    —Drake, no puedes hacerme esto, creí que había algo entre nosotros— por poco desilusionada hace su ultima jugada.
    —Lilianne, jamás hay algo cuando se trata de criaturas como yo, es todo un juego, una eterna repetición de lo que ustedes denominan amor, pero cuando el tiempo no se percibe de la misma manera, sólo el romance ficticio y jugar con la mente de los mortales es lo que disipa el vacío existencial de ser nadie.
    —Sé tu secreto Drake, ¿te arriesgarás a que te delate?
    —¡Por favor! qué infantil te pones, la única que corre riesgos eres tú, cuando te encierren en un psiquiátrico serás un chiste— suena agresivo aunque su voz no lo demuestra, él la quiere frustrar.
    —¿Y por qué salvarme? En tu eterno abismo ¿no que también ya habrás dado por hecho lo terrible del mundo? y un inevitable desinterés debería ser tu motor frente a los problemas e injusticias.
    —Las cosas no son tan sencillas, mi único amor me fue arrebatado de mí en un conflicto como el que te acometió… yo a penas si era vampiro, esa herida emocional me mantiene cuerdo, a veces actuar es lo inevitable.
    —¿Y me dejarás así? — ella insiste con buenos argumentos —…¿así sin mas? Sabiendo que hay vampiros pero nada puedo hacer, y que tal vez la última vez que vea uno será ahora. — y cuando lo dice, él la besa; la toma de la cintura y en breves saltos quedan sobre una terraza, y lo que ella cree notar como un apasionado romance entre besos y caricias tal vez sea una victoria racional de sus reproches frente a él y sus actos.
    —¡Házmelo Drake! Yo quiero que tú seas el primero, estoy arrojada a tu cuerpo y mis deseos.
    —¿De qué hablas? Los vampiros no tienen sexo— se fragmenta la pasión.
    —¿No? ¡pero! ¿y el placer?
    —Todo comienza y termina en la sangre, tontuela, hay cosas en mi cuerpo que sólo son vestigio del pasado.

    En los cinco segundos de silencio que el detalle atribuye, ella lo ve a los ojos sin saber qué hacer o decir; él simplemente salta de la terraza desapareciendo del alcance de la chica…
    —¡No, Drake! — y llamarle con tal grito fue inútil, tal vez lo vería el lunes en el colegio, pero estaba frustrada, desilusionada, decepcionada, desalentada, y al bajar del techo para llegar caminando solitaria hasta su casa habiendo dejado por el camino lágrimas e incoherencias de emociones, se siente insignificante y tonta, muy infantil, no sabe cuánto odiar al sujeto o qué desear, entiende que mientras alguien tenga sueños, se les puede destruir con tan poco… “Tonta, tonta… ¡todo es tan patético!” …”¡Qué vergüenza! ¡qué asco me doy!”… alguien con tanto cientos de años no pudo haber estado mal, ¿o sí? Pues ella es la que se siente ridícula, ¿por qué?
    Al llegar a su casa quema sus libros, destruye sus películas y también borra las copias que pasó a su pc; en toda la noche no pudo dormir, todo el domingo estuvo como en trance, era un zombi, no se movió ni respondió llamadas… a la noche salió a caminar sin permiso de sus padres, pensando que al otro día vería al vampiro en su aula “¡¿Por qué cuando quiero desaparecer no aparece algún drogadicto para robarme, asesinarme o algo!?” … su mente divagaba entre odio, depresión, y más odio, y no frenaba su mente de maquinar pesimismo al punto tal que empezó a llorar en medio de un parque, si lloraba con fuerza tal vez no escucharía los pensamientos de angustia y confusión. Pasaron tres horas y mentalizó que no podría seguir llorando el resto de sus días, así que se suicidaría: ya no tendría que pensar más en cómo contar su experiencia o cómo digerir ese secreto.
    —Esto no es suicidio, es eutanasia— se decía mientras preparaba la soga amarrándola bien a un árbol…
    Se apagaban las luces del parque frente a sus ojos, el oxígeno se desvanecía en su tráquea sin poder pasar, comenzó a sentir un poco de incomodidad y por un instante creyó que sería mejor idea hacerlo con una garrafa y una carpa o, con pastillas, ¡pero no! Ya había empezado y, no podía dar vuelta atrás ahora o, mañana tendría que verlo hasta reventar en el aula frente a todos.

    Ella era joven y había cosas que no quería comprender, la última imagen que ve y tal vez sea delirio por la asfixia, es al chico ahí parado bajo sus pies mirándola…
    Despertar en un hospital no es un alivio sino desilusión y mayores motivos para sentirse culpable y ridícula, y todo tomó sentido, él la sacó de la soga, ¡él arruinó su elección de morir! Ahora ¿cuántos sabían de sus acciones? Y tenía que ver a sus padres a los ojos ¿qué explicarle a un psiquiátra de sus actos? Podía ser vista tan demente como lejos de la razón si decía lo que deseaba contar, pero no queria contar nada ¡eso también sería malo! ¿Cómo hacer para desaparecer ahora? Más que nunca antes lo deseaba, ella era una deshonra ante sus propios ojos, indigna de verse al espejo ahora… “Tal vez sí, tal vez yo realmente esté loca” – pensaba y se reiteraba para sí misma. —Tengo que decir la verdad, quiero curarme de ésto— mirando los tubos que inyectaban suero en su cuerpo filosofó al respecto.

    ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::____by Morgos.
    basado en hechos irreales... x'D
     
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