Historia larga La Cruzada Hacia América

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Yixuz, 22 Junio 2017.

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    Yixuz

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    Aventura
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    La Cruzada Hacia América

    ___________________________________________________________________________

    Capítulo 1: Una Pequeña Introducción

    Nuestro relato toma lugar a partir de finales del siglo XV, unos años antes del nacimiento del nuevo siglo. En ése tiempo en Europa existía una crisis, la mayor parte de los reinos europeos estaban escasos en comercio ¿Por qué? pues porque los llamados en españa “moros” habían expulsado a los reinos europeos de Tierra Santa y de sus rutas de comercio hasta las Indias, éste relato ya todos lo conocen (por lo menos la mayoría). por aquél tiempo a finales del siglo XV existían los feudos, el sistema de gobierno de la época, dos feudos grandes, los de Aragón y Castilla se unieron, expulsaron a los moros y crearon lo que viene siendo España. Los moros no se rindieron y siguieron bloqueando el paso de Gibraltar.

    A todos en nuestra escuela nos han hablado de un Almirante Genovés llamado Cristóbal Colón, quien tuvo la magnífica idea de rodear la tierra en busca de una nueva ruta de navegación hacia las Indias, bueno ése Almirante tuvo la aprobación de los reyes de España y zarpó, encontró nuevas tierras (pensó que había llegado a la India) y allí empezó la colonización, ése es el cuento que todos sabemos

    Pero lo que nunca nos han contado es qué sucedió entre esos viajes.

    Entre la tripulación de las Carabelas habían personas de todo tipo y profesión (todas blancas, por supuesto) pero también habían enemigos de la corona, aliados de los moros, enviados para sabotear los viajes y que nunca llegaran las embarcaciones a las Indias. Éstos hombres fracasaron o fueron descubiertos, lo que no detuvo las primeras tres expediciones.

    Ustedes estarán diciendo ahora “ya basta de clases de historia, eso ya lo sabemos” por eso vamos a proseguir con ésta historia.

    Nuestro protagonista toma parte de éste relato a partir del año 1499, en aquellos momentos, Colón estaba en su tercer viaje hacia lo que él creía Asia, su nombre era Majdin Al Saddam, sus padres eran un guerrero moro y una campesina española. Majdin era de unos 24 años, alto, delgado, con musculatura no muy voluminosa, ágil, su rostro era ovalado, con cejas delgadas, con el vello facial afeitado (a excepción del pequeño bigote que tenía), pelo castaño rizado y un poco despeinado. Era de carácter alegre, serio para cosas de suma importancia, imperativo, valiente y algo sociable. En cuanto a su religión, podría decirse que es una mezcla entre musulmán y cristiano, aunque no se fija mucho en las creencias religiosas.

    Majdin vivía en una pequeña casa en un pueblo cerca de la costa, por el estrecho de Gibraltar, con un amigo suyo llamado Pedro Sécter, de padres Españoles

    Majdin tenía dos años cuando su madre murió alcanzada por una flecha cuando huía de los soldados Españoles en una villa cerca de lo que hoy es málaga. Su padre murió cuando él tenía 10 años a causa de unos soldados españoles en la actual ciudad de Gibraltar porque estaban cazando a todos los moros por esa zona, después de eso encontró a su amigo Pedro, que lo ayudó a embarcarse hacia tierra musulmana cruzando el estrecho de Gibraltar. Actualmente vive en un pueblo cerca de la ciudad de Ceuta.
     
    Última edición: 24 Julio 2017
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    Capítulo 2: La Carta del Almirante


    Nuestro protagonista toma lugar en nuestra historia una mañana del sábado 20 de julio del año 1492, era una mañana normal: Majdin se había levantado una o dos horas después que saliera el sol, había preparado el desayuno para él y Pedro (que se levantó un poco después), y salió a la calle para… no sé qué era lo que quería hacer, pero en fin. Cabe destacar que Majdin trabajaba como ayudante de un vendedor llamado Dassam, que bien no era una mala persona, tampoco se podría decir que ayudaba a la gente.

    Majdin era amigo de muchas de las personas de la ciudad y a cada rato les hacía favores; a menudo lo encontraban ayudando a las personas más pobres a encontrar comida para su sustento, pero siempre lograba escapar por su extrema habilidad y destreza, dejando atrás a sus perseguidores.

    Volvamos al relato; Majdin cuando iba cruzando una calle tropezó con alguien encapuchado, quiso decirle perdón pero el hombre estaba muy apresurado

    -Lo siento, de verdad -trató de disculparse Majdin

    -Escúchame, no hay tiempo, toma ésto es un mensaje para una persona muy importante, cuídalo bien.

    El hombre le entregó un sobre y empezó a correr

    -Pero… -Majdin no comprendía mucho

    Unos segundos después llegaron tres guardias españoles y empezaron a preguntar por el hombre encapuchado. Majdin no iba a quedarse allí esperando a ver qué sucedía, así que se fué a la plaza central del pueblo para reflexionar un poco de lo que estaba sucediendo

    Cuando llegó encontró a un mensajero español, traía un mensaje diciendo:

    -El Almirante Cristóbal Colón va a partir en su viaje hacia las Indias por el occidente, se buscan voluntarios para la expedición.

    Todo el mundo hablaba entre sí, pero a Majdin no le interesaba eso así que se fué a su casa, eran aproximadamente las 12 del mediodía.

    Majdin llega a su casa, una casa no muy grande pero tampoco muy pequeña, cierra la puerta, da unos pasos hacia el interior y se sienta en una silla. Con cautela abre el sobre y lo empieza a leer:

    Saludos, su Majestad
    He de informarle que ya estoy preparando todo lo necesario para este viaje. También he
    de destacar que necesito algún apoyo monetario para poder contratar a los hombres
    suficientes para las embarcaciones. Sugiero que busquemos hombres a la fuerza en
    Ceuta y las tierras más allá de Gibraltar que sean nuestras, los moros no se enterarán de
    nada. Le prometo que encontraremos una nueva ruta hacia las Indias, planeo partir el 3
    de agosto.

    Sin nada más que decir.

    Cristóbal Colón

    Él tuvo que leer ésta carta 3 veces para poder creerse que le habían dado la carta, y cuando terminó… no era posible, él mismo tenía una carta de Colón mismísimo, no le importó mucho, pero aún así era una carta muy importante, empezó a pensar cosas, como una recompensa si se lo daba a los guardias, si lo encontraban con la carta en la mano hasta lo podrían ejecutar, pero en ese momento se abrió la puerta, Majdin ocultó rápido la carta.

    -¡Hola! -Pedro entró a la habitación- ¿Dónde estabas?

    Majdin se sobresaltó y escondió el sobre

    -En la plaza -respondió, con aire desinteresado- ¿y tú?

    -Caminando con Jassim, por el campo -dijo, caminando hacia la despensa -¿Viste el nuevo anuncio? Los soldados están buscando hombres para la tertulia de Colón, vi a algunos azotando a uno en la calle del mercado-

    -Parece que le transmitió la locura al rey.- dijo Majdin, Pedro estaba bebiendo agua y casi se ahoga de la risa -Oye, ¿Crees que nos deberíamos unir a los musulmanes?- Preguntó

    -Creo que no. -dijo Pedro, limpiándose la camisa- Unirnos a los moros sería igual que unirnos a los españoles, o que nos enviaran a Tierra Santa desde el Occidente con el Cristoloco Colón. -se rió de su propio chiste- De todos modos no creo que nos ocurra ninguna de las tres cosas. -Majdin se quedó reflexionando sobre eso- ¿Quieres venir conmigo? vamos a ir a los campos a ver si podemos encontrar algo en la excavación del pozo.

    -No, gracias. -respondió Majdin, distraído en sus pensamientos.

    -Bueno, hasta luego. -Pedro salió y cerró la chirriante puerta de madera.

    Majdin todavía tenía preguntas por contestar, pero se tranquilizó y siguió con su día normal, fué a la azotea, regó los cultivos que tenía y recogió lo que necesitaba para la cena. Cerca de las 5 de la tarde empezó a cocinar la cena, comió y se acostó a dormir.

    El día siguiente, domingo fue casi igual de normal que el día anterior, excepto que no había ningún hombre encapuchado, Majdin se olvidó del asunto, pero dejó la carta bien guardada debajo de la cama. El lunes fué igual, Majdin empezó a pensar que la carta era una broma y que no tenía alguna razón para seguir guardándose.

    Al día siguiente lo levantó algo que lo movía, abrió los ojos y ahí estaba Pedro, mirándolo con una expresión de algo de desesperación.

    -Alguien ha venido a visitarte.
     
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    Capítulo 3: En Medio de un Conflicto


    Majdin se levantó de un salto y miró de reojo la ventana, todavía estaba oscuro.

    -¿Qué pasa? -le preguntó a Pedro

    -Dime tú -le respondió

    Entraron a la sala principal de la casa y ahí estaba el hombre encapuchado junto con otros dos, iban armados con espadas e iban vestidos con ropa desértica.

    -Estos hombres han estado golpeando la puerta desde hace media hora, diciendo que te han dado algo que les pertenece -dijo Pedro con una expresión algo enfurecida.

    -Tengo entendido que te llamas Majdin -dijo el hombre, quitándose el tapaboca y la capucha-. soy Jamal, mucho gusto -Majdin estrechó su mano-. ahora, he venido por la carta que te dí, ¿Todavía la tienes? -Majdin asintió y fue a buscarla, volvió un minuto después con la carta en la mano y se la entregó a Jamal-. Gracias por hacerme este favor, creo que nos volveremos a ver pronto.

    Dió media vuelta y se fué, con los dos hombres atrás de él, adentrándose en la oscuridad

    -¿Quién era ése tipo? -Majdin se había olvidado de que Pedro no sabía nada.

    -Nadie, solo un tipo que conocí en el mercado -dijo Majdin.

    -Pues yo cuidaría mis amistades -dijo Pedro con tono sarcástico, al parecer no le importaba mucho la aparición de Jamal.

    Los dos se dirigieron a la cama y se acostaron, durmieron lo poco de madrugada que les quedaba, aunque Majdin no pudo dormir mucho, pensaba en Jamal y la carta y en la rivalidad entre moros y españoles.

    Se levantó unas horas después del amanecer, un poco soñoliento, pero con el mismo ánimo de siempre. Se levantó, desayunó una pequeña sopa de vegetales, y se fué a trabajar en el mercado, ayudando a Dassam en terminar algunas alfombras, mientras que el mercader intentaba estafar a una mujer algo mayor, sin éxito. Majdin estaba tan distraído en sus pensamientos, que se cortó con la aguja con la que estaba trabajando, lo que le hizo reaccionar.

    -¿Qué te pasa, chico? te veo distraído -Majdin se sobresaltó cuando Dassam le dirigió la palabra.

    -Nada, nada, sólo que estaba pensando en la guerra entre los guardias y los moros -respondió.

    -¿Cuál guerra? yo no veo ninguna -dijo Dassam despreocupado- y si hubiera una guerra tal, no tendría lugar en Ceuta ni en éste territorio... español, podríamos decir.

    -¿Y si la hubiera, de qué bando estarías? -preguntó Majdin, con un cierto grado de interés

    -Me daría igual, con tal de seguir con mi negocio, o me uniría al bando de los mercaderes si existiera -agregó con una leve sonrisa en su cara-. Ahora, a trabajar, esas alfombras no se arreglaran solas, y si te cortaste procura no mancharlas.

    -Sí, señor -dijo Majdin, con un poco más de ánimo.

    El resto del día fue normal, no pasó nada interesante, así que pasemos al día siguiente.

    Majdin se levantó, se desperezó y miró el calendario colgado en la pared, ese día era Miércoles 17 de septiembre. Se quedó unos minutos sentado en su cama, siendo abducido por sus pensamientos. Después se levantó, caminó hacia la cocina y abrió la pequeña ventana de madera, hizo su desayuno (un pescado de no sé cuál especie a la “plancha”), comió y salió a trabajar.

    Cuando llegó al mercado encontró un terrible espectáculo:

    Dos guardias estaban aporreando a un hombre con unas mazas de madera mientras un tercer guardia (con aspecto de capitán o algo parecido) acusaba al hombre de traición al rey de España. El hombre intentaba mantenerse de pié, pero los guardias lo tiraron al suelo a base de golpes hasta que el hombre no pudo más y se quedó hecho un ovillo en el suelo.

    -¡Ésto -dijo el guardia- es lo que pasa cuando alguien quiere hacer algo a escondidas del rey! -diciendo esto pateó la cara del hombre tendido en el suelo.

    -¡Soy libre de cualquier acusación que diga este hombre! -exclamó el hombre con dificultad- ¡Ese hombre no hace más que decir mentiras! -se levantó con dificultad, pero con valor- ¡Dejen de creer en esta estúpida farsa!

    El guardia, mirando con ira al hombre, alzó su puño para golpearlo, pero Majdin se adelantó y se abalanzó contra el guardia, cayendo al suelo. El guardia se levantó y se volvió a Majdin, que no pudo reaccionar a tiempo a la patada que le dió el guarda.

    A este punto, Majdin ya no sabía qué hacer, así que se preparó para el golpe final mientras el guardia desenvainaba su espada y la ponía en alto; lo iba a ejecutar ahí mismo.
     
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    ¡Hola, Yixuz!... Tu nick es muy complicado xD ¿Puedo llamarte simplemente Jesus? Es mas fácil :P

    Pero bueno, pasando a lo que nos importa: la historia. Si te soy honesta. Tenía una idea diferente cuando leí la introducción de tu obra. Para empezar, la idea en sí me encantó. Una historia ficticia con personajes ficticios, asumo, ambientada en cierta época de la historia que menciona a personajes que existieron como Cristóbal Colón. Eso significa pues, que se trata de algún modo, de una novela histórica, lo que me ha gustado mucho porque nunca he leído una novela histórica, así que eres el primero.

    Ahora, conforme la historia comenzó a desarrollarse mis expectativas comenzaron a menguar. Insisto, la idea está bien y obviamente vas a tomarte muchas libertades si estarás redactando algo de lo que no se sabe mucho como lo será el viaje en las Calabares, pero siento que hace falta un poco más de descripción en algunos aspectos. Sé que es aburrido, pero estaría bien que hicieras un poco más de investigación en cuanto a cómo eran las condiciones de vida en aquella época y las describieras un poquito más en tu obra. Eso la enriquecería mucho y la haría más completa y llamativa de lo que ya puede serlo con la simple idea.

    No obstante, creo que estás haciéndolo bien. Tu ortografía es buena en general y narras bien. Sólo faltaría eso de un poco más de detalle (según mi perspectiva) y no apresurar las cosas; hasta ahora no es tan apresurado, pero no caigas en esa trampa. Mi último consejo sería que usaras el guión largo para los diálogos, que eso también le añade estética al escrito. Está allí mismo en la barra de herramientas de la caja de comentarios, por lo que no batallarás en encontrarlo.

    En cuanto a la historia en general. Quiero conocer un poco más tanto a Majdin como a Pedro antes de dar mi impresión de ellos, pues de momento ni me van ni me vienen. Quiero saber cómo es que terminarán en el viaje hacia América si claramente no quieren ir y lo que es más hasta parecen odiar a Colón y claro, quiero saber si Majdin consigue salir de ese pelito en el que se ha metido. Me despido por ahora deseándote lo mejor hoy y siempre. Te cuidas mucho.

    Hasta otra.
     
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    Estoy agradecido con tu comentario, no uso el guión largo Porque estoy escribiéndolo en Google drive y me da flojera cambiarlo. Trataré de ser un poco mas informativo con el contenido de la historia, pero si te das cuenta estoy adaptando el relato lo más posible con el mundo real, hasta busqué un calendario del año 1492 para que los días sean exactos y en los capítulos que vienen tengo pensado hacer cosas así, muchas gracias por tu comentario y espero que alguien más me comente.
     
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    Capítulo 4: Encuentro al Atardecer

    Majdin estaba aterrorizado, el guardia lo miraba con furia y estaba a punto de ejecutarlo en medio de la plaza.

    Cuando creyó que era el fin cerró los ojos y esperó el impacto del frío metal de la espada. Pero éste no llegó, en cambio escuchó unos paso apresurados y el sonido de espadas saliendo de sus vainas.

    Finalmente abrió sus ojos y vió a unos seis hombres vestidos de negro, la mayoría con capuchas o con turbante y con tapaboca, parecían venir del desierto por el color y apariencia de sus vestimentas e iban armados con sables sarracenos; estos hombres empezaron a chocar espadas contra los guardias, haciéndolos retroceder hacia uno de los escaparates.
    Majdin estaba mirando entre la multitud, asombrado. En ése momento el que parecía ser el líder estaba peleando contra el capitán de los guardias; y con una estocada lo desarmó, dejándolo indefenso.

    El hombre se mantuvo quieto y con la espada en alto por un momento de suspenso, Majdin pensó que lo iba a matar. El hombre finalmente hizo un ademán con la cabeza, indicando a los guardas que se fueran; éstos echaron a correr por la calle.

    El hombre se dió la vuelta y miró a todos los presentes en la plaza.

    -¡Rápido, recojan sus cosas y váyanse! -dijo el hombre.

    Majdin camino hacia el hombre, con lentitud

    -Hola, Majdin -el hombre se quitó el tapaboca y la capucha ¡Era Jamal!- espero que te encuentres bien.

    -¿Quiénes son ustedes? -preguntó Majdin.

    -Somos forajidos, nuestra misión es impedir el avance de los Españoles y hacer justicia -respondió Jamal, con cierto orgullo a pesar de que estuviese peleando hace un momento-. Ahora, te sugiero que te vayas a tu casa. Lo que hiciste fue arriesgado, hace falta algo de valor para enfrentarse a los bastardos españoles -añadió, con cierto aire de desprecio.

    -Bueno, por lo menos no es algo que haces todos los días -respondió Majdin.

    Jamal soltó una pequeña risa.

    -Serías un buen integrante de nuestra banda.

    -Bueno, de eso no estoy muy seguro que digamos -dijo Majdin con algo de duda-, tendría que pensarlo.

    -Muy bien, tómate tu tiempo; pero si decides unirte búscame aquí al atardecer.
    Dicho esto se alejó, caminando entre la multitud.

    Majdin se quedó pensando un momento y después se fué un poco apresurado a trabajar.

    Pensó durante la tarde mientras trabajaba en el local de Dassam, al final (pero no con toda seguridad) decidió ir con Jamal.

    Al atardecer recogió sus utensilios, se despidió de Dassam y se dirigió al mercado. Se detuvo en el centro de la calle y miró en todas direcciones: los mercaderes estaban recogiendo y cerrando todo, pero no habían señales de Jamal.

    Majdin estaba comenzando a fastidiarse y ya se había puesto el sol, cuando de pronto sintió un golpe fuerte en la cabeza y perdió el conocimiento.

    Cuando Majdin despertó, no veía nada, le habían tapado la cara con un sucio saco con olor a zanahorias.

    -¿Dónde estoy? -preguntó Majdin. Trató de moverse pero tenía las extremidades atadas a la silla en la que estaba sentado.

    -Estás en el más allá -dijo una voz proveniente de la izquierda, con un acento árabe, dedujo Majdin.

    -¡No estamos para bromas, Ly! -dijo otra voz de lado contrario, ésa voz parecía no pronunciar muy bien algunas palabras.

    -¡Sáquenme de este sucio saco maloliente! -gritó Majdin.

    -¡Shh! -dijo Ly- ¡Vas a despertar al dragón!

    -No es gracioso -dijo el otro hombre.

    -Tranquilo, Sean -dijo Ly, tratando de contener una risa-. El jefe dijo que lo mantuviéramos entretenido mientras llegaba...

    -¡Pero eso no significa que tú estés haciendo bromas sin sentido! -interrumpió Sean, algo incómodo.

    A este punto Ly no pudo contener más la risa y soltó una carcajada.

    -Sigo aquí ¿Me podrían amablemente sacarme de este saco? -dijo Majdin, ya fastidiado de tantas bromas.

    -¡Es la hora de morir! -dijo Ly, ya no podía disimular más, estaba en medio de un ataque de risa.

    -¡Ya no lo soporto más! -dijo Sean y mientras lo decía, Majdin pudo oír el sonido de un golpe seco.

    De pronto se escuchó el crujir de una puerta.

    -¿Qué es lo que están haciendo? -era una voz medianamente grave la que estaba hablando y Majdin creyó reconocerla- ¡Les dije que acompañaran a Majdin, no que lo secuestraran!

    -Lo siento, jefe; pero debo admitir que el sujeto que trajiste es muy divertido -dijo Ly, parecía que el golpe no le había hecho aprender la lección.

    -Ya, no empiezen a pelear -dijo rápidamente el sujeto, tal vez Sean estaba amenazando a Ly-. Por favor, quítenle el saco y las ataduras ¡Qué horror, así no se trata a los invitados!

    Pronto Majdin tuvo manos y pies libres y luego pudo ver otra vez.

    -Lamento todo lo sucedido -dijo el misterioso sujeto que resultó ser Jamal.

    Majdin miró a su alrededor mientras se frotaba las lastimadas muñecas: estaba en un oscuro cuarto de una pequeña casa, no había ninguna luz excepto la fría luz de la luna que entraba por la ventana abierta; se asomó por ella y trató de ubicarse, no estaba muy lejos de su casa.

    Luego miró a sus captores: Ly era un joven de tez un poco morena y cuerpo poco fornido, parecía veinteañero; tenía muy poco vello facial, una cara que se podría decir alegre y tenía el pelo corto; cabe destacar que tenía el pómulo inflamado por el golpe. Sean, por otro lado, era un poco más robusto y con una expresión seria (y de pocos amigos, pensó Majdin); tenía barba y pelo desaliñados de color dorado (con partes canosas); tenía una tez blanca, como si fuera europeo. Los dos iban vestidos de negro.

    -Así que esta es la banda... -trató de decir Majdin.

    -No somos una banda -interrumpió Ly, con tono bromista-, preferimos conspiración.

    -Ajá, como sea -prosiguió Majdin, fastidiado-. Así que…

    -Quieres saber qué es lo que hacemos -interrumpió Jamal-. Buen punto, no hacemos nada muy interesante; a veces nos reunimos y saboteamos las expediciones…

    -Otras veces recolectamos información y la enviamos a Fez, Melilla u otra ciudad importante con otras conspiraciones… -siguió Ly.

    -Y otras veces hacemos combates épicos y hacemos explotar cuarteles -terminó Sean, que estaba afanado en afilar su sable.

    Majdin estaba tentado en formar parte de eso, pero se sentía inseguro de si quería hacerlo.
    -¿Y cuáles son las ganancias? -preguntó.

    -No muchas, pero podemos patearle el trasero cuando podamos a esos desgraciados -respondió Ly.

    En ese momento entró un tipo vestido de blanco con tapaboca.

    -Un mensaje -dijo, y apresuradamente le dió un pergamino a Jamal, luego cerró la puerta y se fué.

    Jamal abrió el pergamino y comenzó a leerlo.

    -¿Noticias? -preguntó Sean, sin detenerse.

    -Melilla cayó, está ocupada por los españoles -Jamal siguió leyendo-. Aparte de eso, nada importante, cosas aquí y allá. España está expulsando a los judíos.

    -Los judíos son muy sabrosos -dijo Ly-, no puedo creer que los están sacando de España.

    -¡Ésas son las judías, Ly! -respondió furiosamente Sean, dejando caer su sable.

    -¡Ah! -exclamó Ly, riéndose en silencio.

    -¡Tranquilos! -dijo Jamal.

    -Oye, Jamal ¿Vamos a ir a la expedición? -preguntó Sean.

    -¿Cual expedición? -preguntó Majdin, intrigado.

    -Majdin ¿Te acuerdas de la carta que habías guardado? -dijo Jamal, Majdin asintió- Bueno, esa carta es nuestro pasaje para esa expedición.

    -Entonces vamos a ir a dar la vuelta al mundo...

    -...Y creo que se puede lograr en 80 días -añadió Ly.

    -No seas tonto, un navío no puede ir tan rápido -reclamó Sean.

    -¿Pero de verdad se puede lograr? -preguntó Majdin.

    -Nadie sabe lo que se puede lograr o no- dijo Jamal.

    -Pero, me refiero, ¿No vamos a caer del borde del mar si vamos hacia la orilla?

    -Bueno, eso es relativo, depende en lo que creas.

    -Hay múltiples escritos, cálculos y profecías de que el mundo es redondo y que se puede llegar al este desde el oeste…-explicó Sean.

    -...Lo que indica que hay más tierras en otros mares desconocidos para nosotros -terminó Ly.

    -Hay que tener claro nuestro objetivo, que es tomar dato de lo que puede haber en los mares desconocidos, ya que puede servir de ayuda para conquistar otras tierras o crear otras rutas de comercio. Pero hay que impedir que España se expanda mas y mas hacia el oeste, creando más guerras contra todas partes del mundo y así controlar las mayores riquezas, explotar la población y destruir a quien se le oponga -añadió Jamal, con firmeza.

    -¿No es lo que hacen todos los reinos? -preguntó Ly.

    -Yo solo quiero navegar, no me importa si la tierra es redonda o no, ni esas teorías conspirativas -añadió Sean

    A Majdin no le convenció mucho el argumento de Jamal, pero por otro lado no tenía nada que perder y nunca había navegado.

    -¿Cuándo nos vamos? -preguntó.

    -Bueno, si quieres ir nos vemos mañana al amanecer en la calle del mercado, vamos a Ceuta y de allí nos embarcamos hacia Algeciras y después vamos a pie hasta Palos de la Frontera, donde se están embarcando los tripulantes de la expedición.

    -Ya es tarde, la luna está brillante en el cielo -anunció Ly.

    -Creo que es hora de irme -dijo Majdin, levantándose.

    -Espera, toma esto -dijo Jamal, entregándole un objeto alargado, cubierto con una tela-. Úsala sólo en defensa personal.

    Majdin quitó la tela y vió una hoja corta, dentro de una vaina de cuero con oro en la punta. La desenvainó y contempló la empuñadura de cuero, cubierta con un guardamano de plata; no era una espada, era más pequeña, liviana y tenía la hoja curva hacia la punta.

    -Es una cimitarra -dijo Jamal, rompiendo el silencio-. Por lo que se ve es valiosa, se la quitamos a un guardia, lástima que la haya perdido tan fácil -añadió con ironía.

    -Nos vemos mañana -se despidieron Ly y Sean.

    -Adiós -dijo Majdin, descolgándose por la ventana (era la única manera de salir sin alertar a los guardias.

    Majdin siguió bajando hasta llegar al suelo, miró atrás y vió la ventana por la que acababa de salir. Entonces siguió caminando por la calle, cruzó a la derecha sin antes mirar, ya que los guardias podrían sospechar si lo ven a altas horas de la noche.

    Pasó unas cuantas calles más y al final llegó a su casa, en l
    as afueras del oeste de la ciudad.
     
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    Hola Jesús. Siento mucho la demora en pasar por tu historia. Como dato deberías saber que tiendo a desaparecer a menudo, pero al final siempre regreso a leer y comentar, así que no te preocupes.

    En cuanto al capítulo, bueno, no me extraña que haya conspiraciones contra el gobierno español y menos si estaba en su época de gran conquistador, así que el Jamal y sus compañeros sean conspiradores con tal de sabotear los logros de los españoles ha sido un gran toque. Hasta ahora conozco a tres del grupo y has mencionado unos seis, así que espero conocer al resto. También me gustaría conocer la historia de cada uno de ellos y por qué optaron por unirse a la conspiración, sobre todo personas que no son parte de los moros, que imagino que son los que más riña tienen con los españoles. Sean lo hace porque sólo quiere navegar y quizás él se haya reunido con ellos por únicamente ese propósito y me parece genial. Me pregunto qué quiere Ly a parte de patearles el trasero a los guaridas.

    Buen capítulo y terminó bien con eso de que Majdin haya decidido unírseles, también para conocer el mundo y viajar y ver si las teorías del momento eran ciertas o no. Se vale se curioso. Me pregunto si le dirá a Pedro de su decisión y si este lo dejará ir o si Majdin lo convence a ir con él, o a ver qué.

    En cuanto a lo técnico; lo mismo que te dije antes: más descripciones, son importantes. Fuera de eso, pues bien. Me despido esperando el próximo capítulo y deseándote lo mejor del mundo. Te cuidas mucho.

    Hasta otra.
     
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  8.  
    Yixuz

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    A los que pregunten por qué no he subido más partes, estoy pensando en terminar toda la historia, ponerle algunos detalles y corregir errores y despues subirla a fanfics. Gracias por su atención.
     
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