La casa roja

Hola! este es mi proyecto de inglés xD pero quize subirlo


Capítulo 1
Yo tenía 8 años cuando vinimos a vivir aquí, a Brisas del Carmen, En brisas de San Martin. Como mi hermanita acababa de nacer, yo, mis padres, mi hermana y mi abuela ya no cabíamos en la casa de la colonia Las Trojes y la vendimos para comprar esta.

Como llegamos a la mitad de las vacaciones, podía jugar en la calle con mi scooter, claro, con el permiso de mi abuela. Pronto empecé a cocer a los niños de mi calle: Paulo, Rodrigo y Andrea de 10,9 y 6 años respectivamente.

Siempre jugábamos en la casa de Andrea, en mi casa o en la calle. Un día que jugábamos “Pókemon” me llamó la atención una casa. Estaba pintada de rojo, pero la pintura se veía vieja y desgastada, el piso estaba viejo y sucio. Había algunas viejas cortinas en las ventanas y desgastados adornos de cerámica.

-¿Qui... ¿Quién vive en esa casa Paulo?- pregunte asustada

-Nadie, esta deshabitada desde hace algunos años.

-¿Por qué?

-Pues, allí vivó un pareja, pero un día él se volvió loco y la descuartizo, después, el murió inexplicablemente.- me contestó con una sonrisa maliciosa

Me quede callada, decidida a intentar olvidarlo, pero, que ajenos estábamos a que, tal vez eso podía ser verdad.

Desde ese día, no me gustó dormir en mi cuarto a obscuras, y empecé a prender una luz de noche. Y También me di cuenta de que todas las noches soplaba un horrible viento, que se colaba por mi ventana y enfriaba mi habitación

Con cada año que pasaba, la casa se hacia aun mas terrorífica. Pero con el tiempo, me fui olvidando un poco de ella, mas no de mis amigos. Con quienes jugaba casi todas las tardes. Cuando cumplí 11 años. Decidí proponerles algo a los 3. Entrar a la casa, sólo para comprobar si algo había pasado realmente allí adentro. Rodrigo y Andrea se entusiasmaron con la idea, pero Paulo no pensó lo mismo, y solo dijo:

-Todos somos aún muy chicos. Hay que esperar a que Andrea entre a secundaria.

Intenté contradecirlo, pero él era el mayor, y de alguna manera el líder. Lo malo, Andrea estaba en 3to de primaria, tendría que esperar 3 largos años.

 

Capítulo 2

Pase a secundaria, feliz por no usar la odiosa bata de cuadritos que usábamos en primaria.

Pasaron los dos primeros años de secundaria, feliz por mis nuevas amigas y amigos, pero deje de jugar con Paulo y Rodrigo. Pues estaban muy ocupados con la secundaria.

Por fin llegue a tercero, Ya tenía catorce años, con un perfecto promedio de nueve y la emoción de entrar por fin a la “casa escarlata” (como yo la había bautizado hace algunos meses.)Pues ¡Andrea al fin estaba en secundaria! Mejor aún, en mí secundaria.

—Andrea, por fin ha llegado el momento.

— ¿De qué Itzel?-

—De entrar la “Casa escarlata”

— ¿Bromeas?

—No

Esa tarde las dos fuimos a la casa da Paulo y Rodrigo. Tocamos su puerta y les dijimos sobre la casa. Claro que intentaron convencerme de que todo eso era una locura, pero no aceptaría un no por respuesta. Cansados de escucharme, aceptaron.

Todos decidimos que lo haríamos el siguiente miércoles, pues era el día que todos teníamos libre.

Esta sería la primera vez que haría algo como esto. Y Obviamente no savia que llevar en mi mochila por lo que me decidí por una lámpara, una botella de agua bendita que habían regalado en la primera comunión de mi primo (Una nunca sabe que va encontrar en una casa vieja), un inhalador por si me ponía mal por el polvo y claro Tezca, mi gato negro.

Llego el día esperado y todos nos reunimos afuera de la casa. Como siempre, se veía horrible.

—No puedo creer que perderé tiempo por esto. Exclamo Paulo

— ¿Para que trajiste a tu gato? Pregunto divertido Rodrigo

—Para que nos proteja. Respondí

—Debería estar haciendo la tarea. Musitó Andrea preocupada

— ¡Dejen de protestar y entremos! Exclamé

Y ahora la pregunta del millón ¿Cómo entraríamos a la casa?

 

Capítulo 3

Paulo escaló primero la reja. Seguido por Rodrigo, Andrea y al final yo. Me fue algo difícil subir, pues tenía al gato en mis brazos. Al saltar hacia el otro lado de la reja decidí meterlo a mi mochila, a lo cual el protestó.

Mis pies tocaron el suelo y me reuní con Paulo, Rodrigo y Andrea. Ahí adentro había un horrible frio, peor que afuera. Traté de restarle importancia, pero era realmente imposible.

—Bien, ¿Están listos? Nos retó Paulo

Camine lentamente, igual que mis compañeros, Obviamente teníamos miedo, mucho miedo. Por curiosidad, me acerqué a ver los adornos que había. De cerca se veían aún más viejos y polvorientos
.
— ¿Cómo vamos a entrar? Dijo Rodrigo

Por toda contestación, Paulo se acercó a la puerta, sacó de su bolsillo una llave maestra y la introdujo en el cerrojo. Al girar la llave, esta hizo un horrible sonido. No sabía si algo había pasado en la casa, pero si era obvio que hacia mucho que estaba deshabitada, pudriéndose, llenándose de oxido.

Paulo extendió la mano hasta tocar la puerta. Mientras la empujaba, no pude evitar dar un paso hacia atrás, Otra vez la puerta rechino rishhhhhhhhhh. Se fue abriendo lentamente hasta su totalidad.

El interior aún estaba ligeramente iluminado por el atardecer. Y parecía que la casa nos llamaba, invitándonos a entrar. No pude contenerme y avance. Tras de mi Andrea y luego los otros.

Parecía solo una casa abandonada, muebles, decoraciones, etc. Pero todo se veía como de hace veinte años. Me desilusioné un poco, pero al mismo tiempo sentí alivio. Sopló un fuerte viento dentro de la casa y cerró la puerta. Esto hiso que brincáramos del susto. Me empezaba a preguntar si esto había sido una buena idea